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Síntomas
Síntomas posteriores
Otros síntomas tienden a desarrollarse gradualmente durante meses o años.
Estrés adicional causado por otra enfermedad o un accidente pueden causar que los
síntomas empeoren repentinamente.
Síntomas que se pueden desarrollar:
Diagnostico
Un historial médico de los síntomas mencionados anteriormente, especialmente la
hiperpigmentación de la piel o las encías, a menudo es suficiente para levantar una
fuerte sospecha.
La primera pista se observa en los resultados anormales de las pruebas de rutina.
Estos pueden incluir un nivel sanguíneo elevado de potasio, un nivel sanguíneo bajo de
sodio, cambio en la proporción de ciertos glóbulos blancos o cambios en un EKG o una
radiografía de tórax que son causados por un alto nivel de potasio o un bajo volumen
sanguíneo.
Su médico de cabecera examinará su piel para detectar cualquier evidencia de
decoloración pardusca (hiperpigmentación), particularmente en ciertas áreas, tales
como:
OBESIDAD
La obesidad se define como un exceso de grasa corporal. Su manejo clínico es complejo
y frecuentemente con pobres resultados. La obesidad abdominal, u obesidad central,
refleja la cantidad de grasa visceral y se relaciona de manera directa con la resistencia a
la insulina y los eventos cardiovasculares. La obesidad se asocia con importantes
anomalías en la función endocrina. La hiper insulinemia y la resistencia a la insulina son
las dos alteraciones mejor conocidas, aunque sus mecanismos. El tejido adiposo se
considera un órgano endocrino con secreción hormonal; el aumento en la secreción de
leptina, una señal de saciedad, por el adipocito es una alteración característica. En la
obesidad hay una disminución en la secreción de hormona de crecimiento; esta
alteración en la función somatotropa de la obesidad es funcional y se puede revertir en
determinadas circunstancias.
La obesidad se define como un exceso de grasa corporal. Su manejo clínico es complejo
y frecuentemente con pobres resultados. La obesidad abdominal, u obesidad central,
refleja la cantidad de grasa visceral y se relaciona de manera directa con la resistencia a
la insulina y los eventos cardiovasculares.
Síntomas
La acumulación del exceso de grasa debajo del diafragma y en la pared torácica puede ejercer
presión en los pulmones, provocando dificultad para respirar y ahogo, incluso con un esfuerzo
mínimo.
La dificultad en la respiración puede interferir gravemente en el sueño, provocando la parada
momentánea de la respiración (apnea del sueño), lo que causa somnolencia durante el día y
otras complicaciones.
La obesidad puede causar varios problemas ortopédicos, incluyendo dolor en la zona
inferior de la espalda (lumbalgia) y agravamiento de la artrosis, especialmente en las caderas,
rodillas y tobillos.
Los trastornos cutáneos son también frecuentes. Dado que las personas obesas tienen una
superficie corporal escasa con relación a su peso, no pueden eliminar el calor del cuerpo de
forma eficiente, por lo que sudan más que las personas delgadas.
Del mismo modo, es frecuente la tumefacción de los pies y los tobillos, causada por la
acumulación a este nivel de pequeñas a moderadas cantidades de líquido (edemas).
Diagnóstico
La forma más común de determinar si un paciente padece obesidad es calcular su índice de
masa corporal, por el cual se obtiene la cantidad de grasa corporal y, dependiendo de los
resultados, cuáles son los posibles riesgos para la salud.
A partir de esto, el especialista podrá determinar si se ha producido algún daño colateral en el
resto del organismo y diagnosticarlo para su tratamiento.
Tratamientos
La mejor forma de tratar la enfermedad es previniéndola y para ello, debe
detectarse precozmente en los pacientes en los que a partir de los 20-25 años comienza a
cambiar el peso.
Los médicos consideran que una persona obesa debe ser considerada como un enfermo
crónico que requiere un tratamiento a largo plazo, con normas alimentarias, modificación de
los hábitos de conducta, ejercicio físico y terapia farmacológica.
Los nuevos enfoques terapéuticos están basados en promover una pérdida de peso con
programas de control de las enfermedades y problemas asociados, que dan lugar a problemas
vasculares, cardiacos y metabólicos.
El obeso no debe perder kilos sino masa grasa, con pérdidas pequeñas y duraderas que
impliquen una rentabilidad metabólica. Es necesario consolidar la pérdida de peso a largo
plazo, y además, reducir el riesgo de muerte prematura, de enfermedad cardiaca, metabólica y
vascular.
En ciertos casos, los médicos pueden decidir que, además de cambiar la dieta y realizar
ejercicio físico, es necesario completar el tratamiento con fármacos, que deben ser
administrados con una dieta moderadamente hipocalórica y equilibrada.
Objetivo
Conocer las principales causas de las enfermedades endocrinometabólicas.
Conclusiones
Entre las principales causas para que se produzcan una enfermedad endocrinometabolica
son: mala alimentación, factores genéticos, estilo de vida, administración de
medicamentos, entre otros.
Recomendaciones
Que tanto como los profesionales de la salud y estudiantes deben conocer cada una de las
enfermedades endocrinas metabólicas más frecuentes para poder administrar
adecuadamente un tratamiento para su paciente y así no pueda haber complicaciones
futuras.
Bibliografía
https://adisen.es/enfermedades-endocrinas/enfermedad-de-addison
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000378.htm
http://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/18308/Alvarez_Funcion.pdf?sequence=3
http://www.elsevier.es/es-revista-endocrinologia-nutricion-12-articulo-funcion-endocrina-
obesidad-S1575092211002361