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ENFERMEDAD DE ADDISON

La enfermedad de Addison también conocida como insuficiencia suprarrenal primaria o


hipoadrenalismo, fue descrita por primera vez por Thomas Addison de quien recibe su
nombre. Se trata de un desorden hormonal o endocrino poco frecuente de las glándulas
suprarrenales que puede tener lugar en cualquier edad afectando ambos sexos y provoca
la progresiva destrucción de la glándula suprarrenal.
Las glándulas suprarrenales son dos glándulas pequeñas que se sientan en la parte
superior de los riñones. Producen las hormonas esenciales cortisol y aldosterona.
En la enfermedad de Addison, la glándula suprarrenal está dañada, y no produce
suficiente cortisol y aldosterona. Por esta razón, la enfermedad se denomina a veces
insuficiencia suprarrenal crónica, o hipocortisolismo.
La enfermedad es mortal si no se trata a tiempo. Desgraciadamente no siempre se
diagnostica rápidamente debida a la gran variedad de síntomas que presenta y a la falta
de información que existe al respecto.
Causas
Una de las causas puede ser un trastorno de las propias glándulas suprarrenales o una
secreción inadecuada de la hormona adrenocorticotropa también
llamada corticotropina o corticotrofina (ACTH) por la glándula pituitaria (insuficiencia
suprarrenal secundaria).
La tuberculosis representa aproximadamente el 20 por ciento de los casos de
insuficiencia suprarrenal primaria.
Las causas menos comunes de insuficiencia suprarrenal primaria son:

 Las infecciones crónicas, principalmente las infecciones por hongos


 Las células cancerosas que se extienden de otras partes del cuerpo a las
glándulas suprarrenales;
 Amilosis
 La extirpación quirúrgica de las glándulas suprarrenales (adrenalectomía)
 Problemas con el sistema inmunológico
 Genética
 Cancer
 Hemorragias
 Acumulación de depósitos amiloides en las glándulas suprarrenales
 Adrenoleucodistrofia

Síntomas

La enfermedad de Addison puede ser difícil de detectar al principio, porque los


síntomas tempranos son similares a los de otras condiciones.
Los síntomas iniciales:
 Fatiga (falta de energía o motivación)
 Letargo (somnolencia o cansancio anormal)
 Debilidad muscular
 Estado de ánimo bajo (depresión leve) o irritabilidad
 Pérdida del apetito y pérdida involuntaria de peso
 La necesidad de orinar frecuentemente
 Aumento de la sed
 Ansia de alimentos salados
 Deshidratación

Síntomas posteriores
Otros síntomas tienden a desarrollarse gradualmente durante meses o años.
Estrés adicional causado por otra enfermedad o un accidente pueden causar que los
síntomas empeoren repentinamente.
Síntomas que se pueden desarrollar:

 Presión arterial baja


 Náuseas, vómito, diarrea
 Dolor abdominal, articular o de espalda
 Calambres musculares
 Agotamiento crónico
 Decoloración pardusca de la piel, labios y encías (hiperpigmentación)
 Libido reducido especialmente en las mujeres
 Períodos irregulares o perdida de períodos por completo
 Bajo nivel de azúcar en la sangre (hipoglucemia)

Diagnostico
Un historial médico de los síntomas mencionados anteriormente, especialmente la
hiperpigmentación de la piel o las encías, a menudo es suficiente para levantar una
fuerte sospecha.
La primera pista se observa en los resultados anormales de las pruebas de rutina.
Estos pueden incluir un nivel sanguíneo elevado de potasio, un nivel sanguíneo bajo de
sodio, cambio en la proporción de ciertos glóbulos blancos o cambios en un EKG o una
radiografía de tórax que son causados por un alto nivel de potasio o un bajo volumen
sanguíneo.
Su médico de cabecera examinará su piel para detectar cualquier evidencia de
decoloración pardusca (hiperpigmentación), particularmente en ciertas áreas, tales
como:

 Donde la piel se arruga en la palma de la mano


 En el pliegue del codo
 En cualquier cicatriz
 Labios y encías

Sin embargo, la hiperpigmentación no ocurre en todos los casos.


Se realizará una prueba de presión arterial baja (hipotensión) mientras está acostado y
nuevamente poco después de levantarse. Esto es para observar si hay presencia
de hipotensión postural o ortostática (presión arterial baja cuando cambia de posición).
Prueba de estimulación de Synacthen: Si el cortisol en su sangre es bajo, o sus síntomas
sugieren fuertemente la enfermedad de Addison, usted necesitará tener una prueba de la
estimulación de synacthen para confirmar el diagnóstico.
Prueba de la función tiroidea: Además de una prueba de estimulación de sintácenos, la
glándula tiroides también puede ser examinada para ver si funciona correctamente.
Tratamiento
Dado que todas las manifestaciones de la enfermedad de Addison son causadas por la
falta de cortisol y aldosterona, el tratamiento es reemplazarlos con esteroides similares.
En algunos casos, las causas subyacentes de la enfermedad de Addison pueden ser
tratadas. Sin embargo, la mayoría de los casos son causados por un problema con el
sistema inmune que no se puede curar.
Debido a que la enfermedad de Addison es una condición crónica, la medicación de
reemplazo diaria nunca puede ser suspendida.
El tratamiento de mantenimiento adecuado requiere visitas regulares a un médico para
exámenes, pruebas de laboratorio y discusiones sobre los síntomas.
Ciertos análisis de sangre, incluyendo el sodio, el potasio, los recuentos sanguíneos y la
renina plasmática son muy útiles para controlar la respuesta a los ajustes de la dosis.
Las dosis de cada uno de estos medicamentos se ajustan para el tamaño del individuo y
cualquier condición médica coexistente.

OBESIDAD
La obesidad se define como un exceso de grasa corporal. Su manejo clínico es complejo
y frecuentemente con pobres resultados. La obesidad abdominal, u obesidad central,
refleja la cantidad de grasa visceral y se relaciona de manera directa con la resistencia a
la insulina y los eventos cardiovasculares. La obesidad se asocia con importantes
anomalías en la función endocrina. La hiper insulinemia y la resistencia a la insulina son
las dos alteraciones mejor conocidas, aunque sus mecanismos. El tejido adiposo se
considera un órgano endocrino con secreción hormonal; el aumento en la secreción de
leptina, una señal de saciedad, por el adipocito es una alteración característica. En la
obesidad hay una disminución en la secreción de hormona de crecimiento; esta
alteración en la función somatotropa de la obesidad es funcional y se puede revertir en
determinadas circunstancias.
La obesidad se define como un exceso de grasa corporal. Su manejo clínico es complejo
y frecuentemente con pobres resultados. La obesidad abdominal, u obesidad central,
refleja la cantidad de grasa visceral y se relaciona de manera directa con la resistencia a
la insulina y los eventos cardiovasculares.
Síntomas
La acumulación del exceso de grasa debajo del diafragma y en la pared torácica puede ejercer
presión en los pulmones, provocando dificultad para respirar y ahogo, incluso con un esfuerzo
mínimo.
La dificultad en la respiración puede interferir gravemente en el sueño, provocando la parada
momentánea de la respiración (apnea del sueño), lo que causa somnolencia durante el día y
otras complicaciones.
La obesidad puede causar varios problemas ortopédicos, incluyendo dolor en la zona
inferior de la espalda (lumbalgia) y agravamiento de la artrosis, especialmente en las caderas,
rodillas y tobillos.
Los trastornos cutáneos son también frecuentes. Dado que las personas obesas tienen una
superficie corporal escasa con relación a su peso, no pueden eliminar el calor del cuerpo de
forma eficiente, por lo que sudan más que las personas delgadas.
Del mismo modo, es frecuente la tumefacción de los pies y los tobillos, causada por la
acumulación a este nivel de pequeñas a moderadas cantidades de líquido (edemas).
Diagnóstico
La forma más común de determinar si un paciente padece obesidad es calcular su índice de
masa corporal, por el cual se obtiene la cantidad de grasa corporal y, dependiendo de los
resultados, cuáles son los posibles riesgos para la salud.
A partir de esto, el especialista podrá determinar si se ha producido algún daño colateral en el
resto del organismo y diagnosticarlo para su tratamiento.
Tratamientos
La mejor forma de tratar la enfermedad es previniéndola y para ello, debe
detectarse precozmente en los pacientes en los que a partir de los 20-25 años comienza a
cambiar el peso.
Los médicos consideran que una persona obesa debe ser considerada como un enfermo
crónico que requiere un tratamiento a largo plazo, con normas alimentarias, modificación de
los hábitos de conducta, ejercicio físico y terapia farmacológica.
Los nuevos enfoques terapéuticos están basados en promover una pérdida de peso con
programas de control de las enfermedades y problemas asociados, que dan lugar a problemas
vasculares, cardiacos y metabólicos.
El obeso no debe perder kilos sino masa grasa, con pérdidas pequeñas y duraderas que
impliquen una rentabilidad metabólica. Es necesario consolidar la pérdida de peso a largo
plazo, y además, reducir el riesgo de muerte prematura, de enfermedad cardiaca, metabólica y
vascular.
En ciertos casos, los médicos pueden decidir que, además de cambiar la dieta y realizar
ejercicio físico, es necesario completar el tratamiento con fármacos, que deben ser
administrados con una dieta moderadamente hipocalórica y equilibrada.
Objetivo
Conocer las principales causas de las enfermedades endocrinometabólicas.

Conclusiones
Entre las principales causas para que se produzcan una enfermedad endocrinometabolica
son: mala alimentación, factores genéticos, estilo de vida, administración de
medicamentos, entre otros.

Recomendaciones
Que tanto como los profesionales de la salud y estudiantes deben conocer cada una de las
enfermedades endocrinas metabólicas más frecuentes para poder administrar
adecuadamente un tratamiento para su paciente y así no pueda haber complicaciones
futuras.
Bibliografía
https://adisen.es/enfermedades-endocrinas/enfermedad-de-addison
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000378.htm
http://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/18308/Alvarez_Funcion.pdf?sequence=3
http://www.elsevier.es/es-revista-endocrinologia-nutricion-12-articulo-funcion-endocrina-
obesidad-S1575092211002361

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