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Instituto Tecnológico de Mérida

Ingeniería en Gestión Empresarial

Protocolo de investigación:
«Fertilizantes a base de residuos orgánicos para el crecimiento de la
tomatera ubicada en Muna, Yucatán»

UNIDAD 3

TALLER DE INVESTIGACIÓN II

Alumna:
Medina Tun Andrea Gpe.

Maestro:
M.C. Jesús Darío Poot Ramírez.

Fecha de entrega:
11/05/2023

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Contenido
INTRODUCCIÓN.............................................................................................................................3
ANTECEDENTES DEL PROBLEMA............................................................................................4
JUSTIFICACIÓN DEL PROBLEMA..............................................................................................6
Impacto social:.............................................................................................................................6
Impacto tecnológico:...................................................................................................................6
Impacto económico:....................................................................................................................6
OBJETIVO........................................................................................................................................7
PLANTEAMIENTO DE HIPÓTESIS.............................................................................................7
FUNDAMENTO TEÓRICO............................................................................................................7
Los fertilizantes tradicionales dañan los suelos agrícolas.............................................7
Cultivo de Tomate.....................................................................................................................8
Producción de tomate en invernadero.................................................................................9
Ventajas del uso de fertilizantes..........................................................................................10
Muna...........................................................................................................................................11
METODOLOGÍA............................................................................................................................11
INSTRUMENTO DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN................................................12
TAMAÑO DE LA MUESTRA........................................................................................................12
METODOLOGÍA DE LAS PRUEBAS.........................................................................................13
MÉTODOS SEGUIDOS...............................................................................................................14
Para la extracción de las semillas.......................................................................................14
Para el crecimiento de la planta..........................................................................................14
PARA LA ELABORACIÓN DEL FERTILIZANTE DE CÁSCARA DE HUEVO.....................15
PARA LA ELABORACIÓN DEL FERTILIZANTE DE CAFÉ....................................................15
PARA LA MEDICIÓN DE LOS RESULTADOS.........................................................................16
RECOLECCIÓN DE DATOS.......................................................................................................16
Tipo de recolección de datos...............................................................................................16
INSTRUMENTO DE RECOLECCIÓN DE DATOS...................................................................17
Tabla 1. Instrumento de recolección de datos.................................................................19
RESULTADOS..............................................................................................................................19
CRONOGRAMA............................................................................................................................26
PRESUPUESTO DE LA INVESTIGACIÓN...............................................................................27
BIBLIOGRAFÍA..............................................................................................................................27

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«Fertilizantes a base de residuos orgánicos para el crecimiento de
la tomatera ubicada en Muna, Yucatán»

INTRODUCCIÓN

El cultivo es la práctica de sembrar semillas y realizar acciones y protocolos


requeridos con el fin de obtener frutos y cosecharlos. Para llevarlo a cabo es
necesario conocer los tipos de climas en los que la planta logre adaptarse, el suelo
y los ecosistemas, así como las propiedades del producto de la semilla que se
cultivará, como sus necesidades químicas y nutritivas.

Con el fin de nutrir los cultivos, los agricultores utilizan fertilizantes o abonos que
contienen nutrimentos que estimulan el crecimiento de las plantas. Existen
diversos tipos de fertilizantes o abonos, y se utilizan según las características del
cultivo. Actualmente la agricultura busca no solo un beneficio económico, sino
social y ambiental, por lo que se ha promovido una forma de cultivo en la que se
propone disminuir el impacto negativo del proceso de sembrar, crecer y cosechar.

La producción del tomate es de por sí impactante para el ambiente, puesto que


genera una gran huella hídrica. Aunado a eso, se menciona el hecho de que
requiere sustancias que suplan a la obtención natural de los nutrientes que
necesita el cultivo para crecer. Estos son los fertilizantes químicos, los cuáles son
de gran ayuda durante el crecimiento de la hortaliza, pero muchas veces es un
factor de deterioro para el suelo y para la salud humana. Por ello mismo, el cultivo
actual plantea alternativas de fertilización en los sembradíos, como lo son los
abonos hechos a base de residuos domésticos. Así, es posible medir los efectos
de estas alternativas tomando en cuenta indicadores (como el pH) del fruto de la
planta que se ha cultivado.

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El resultado dependerá del proceso que se haya llevado a cabo y de las
necesidades del fruto como tal.

ANTECEDENTES DEL PROBLEMA


Según el diccionario enciclopédico ilustrado OCÉANO UNO (1995, p. 252), el
cultivo es la acción de cultivar mediante abonos y riegos para que la tierra
produzca cosechas. Así, trata de dar a la tierra y a las plantas lo necesario para
que logren fructificar. A su vez, la técnica de cultivo en huerta, o mejor conocido
como la horticultura, es una actividad que puede generar ingresos importantes si
se proyecta adecuadamente la comercialización en el mercado nacional e
internacional (Godoy et al., 2013, p.10).

En muchas regiones del país y del mundo, las lluvias son suficientemente
abundantes y regulares para que permitan levantar buenas cosechas en la
mayoría de los años y aún es frecuente que se pierdan por exceso de humedad,
cuando están próximas a levantarse, o que perjudiquen a las plantas cuando el
suelo es muy plano y no puede pasar el agua a terrenos más bajos. Esto anterior
hace hincapié a la diferenciación de los 2 tipos de cultivo: secano y de regadío
(Escobar, 2014, p. 66).

A grosso modo, el cultivador de secano depende de las nubes, siembra cuando la


tierra se ha humedecido, cultiva si la tierra lo permite entre dos períodos de lluvias
y de lo contrario, no cultiva, pudiendo por eso perder sus cosechas (Escobar,
2014, p. 67).

En cambio, en los cultivos de regadío el agricultor dirige la explotación a su gusto:


riega cuando las plantas lo necesitan, siembra cuando quiere, cultiva sus tierras
sin apresuramiento y sujeta las necesidades de su explotación a los elementos de
que puede disponer (Escobar, 2014, p. 67). Con un poco más de detalle, este
consiste en suministrar agua a los cultivos sin importar la época del año en la que
te encuentres, siendo versátil tanto para la producción como para la venta.

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Para México, el tomate representa relevancia en cuanto a hortalizas que son
exportadas. Como mencionan Ríos, Chávez y Carrillo (2013, p. 36): “anualmente
se siembran más de 52 mil hectáreas y se producen dos millones de toneladas”.

En la República Mexicana hay estados que producen jitomate a cielo abierto como
Sinaloa, Sonora, Baja California, Nayarit, Jalisco, Michoacán, guerrero, Oaxaca,
Morelos y San Luis Potosí, entre otros que prácticamente cubren la demanda del
mercado interno y de exportación. La producción de jitomate en invernadero tiene
como principal objetivo cubrir dos pequeñas ventanas de mercado, que ocurren en
julio-agosto y noviembre.

La producción en un invernadero, resulta ser más conveniente que la producción


hecha a campo abierto, ya que cosechar en un invernadero resulta ser más
eficiente en el uso de agua, tierra y fertilizantes, se puede ajustar la temporada de
siembra y cosecha conforme el mismo mercado lo requiera.

Sin embargo, uno de los principales factores que afectan es la aplicación


suficiente y eficiente del riego ya que se corre el riesgo de la presencia de
enfermedades y desórdenes fisiológicos. Por ello actualmente existen diversos
métodos, dispositivos y técnicas que se utilizan para la producción de cultivos,
como el caso del uso de sistemas de riego de alta frecuencia, en especial por
goteo, la adaptación de medios de soporte y crecimiento del cultivo (Flores, Ojeda,
López, Rojano y Salazar, 2007, p. 127).

Flores, Ojeda, López, Rojano y Salazar (2007, p. 128) nos mencionan que hoy en
día se han perfeccionado y adaptado indicadores de riego diversos con ayuda de
sistemas más sofisticados que determinan con mejor precisión el momento de
riego, así como se han implementado termómetros y cámaras de presión hídrica.

Las plantas tomateras pueden aprovechar de diferente manera los nutrientes que
el suelo les ofrece. Los nutrimentos y otros elementos que se hayan absorbido
deben ser repuestos de forma continua para no empobrecer y evitar la pérdida de
fertilidad. Otra de las maneras en que esta planta puede llegar a aprovechar
dichos nutrientes es mediante los fertilizantes químicos, que deben ser aplicados

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con base a las necesidades de los cultivos, puesto que, si no se hace de esta
manera, solamente contaminaría al ambiente (Gandica y Peña, 2015, p. 111).

JUSTIFICACIÓN DEL PROBLEMA

Impacto social:

Se podrá fomentar el cultivo de la planta tomatera en casa, motivando a futuras


generaciones a cuidar el medio ambiente, así como a propiciar a consumir
productos completamente naturales para mejorar la calidad de vida.

Impacto tecnológico:

Por parte de los consumidores, no solo generarán mayores huellas de carbono e


hídricas por el transporte y el agua al momento de adquirir y consumir este
alimento, sino que crearán más residuos, y eso que, según El Siglo de Torreón
(2018, párr. 3), en los últimos años el promedio de basura generada por un
mexicano promedio es 1.2 kg, es decir, más de 53 millones de toneladas alrededor
de la república, de las cuales el 30% son residuos orgánicos. Con esto se puede
deducir que el problema de los desechos causa mucho ruido al momento de
hablar de impacto ambiental, y es importante hoy en día buscar alternativas con
las cuales sea posible disminuir los residuos generados día a día.

Impacto económico:

México es el doceavo mayor productor de tomates en el mundo, y Yucatán se ha


añadido a los estados contribuyentes a lograr este posicionamiento desde el 2018
(Montalvo, 2018, párr. 1). Esto quiere decir que la agricultura está creciendo cada
vez más en el estado, por lo que recursos orgánicos, como el agua y el suelo, e
inorgánicos, como fertilizantes químicos, serán utilizados con mayor frecuencia
durante la producción y extracción.

Impacto ambiental:

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La implementación de estos fertilizantes ayudaría a manera de que una fracción
del 30% de residuos orgánicos diarios de un mexicano promedio podría ser
reutilizada en huertos caseros, o bien, reciclada para cultivos mayores, eliminando
un porcentaje de la basura generada al día; del mismo modo, el riego con agua
potable podrá ser sustituido por aguas grises, ahorrando este recurso limitado
para otros fines y alargando su durabilidad.

OBJETIVO

Cultivar en huertos caseros la planta tomatera basándose en la implementación de


fertilizantes elaborados a partir de residuos domésticos y en el riego con aguas
grises y potables, esto con la finalidad de mantener sano el suelo en donde se
realiza el cultivo.

PLANTEAMIENTO DE HIPÓTESIS

H1: La implementación de fertilizantes elaborados a base de residuos orgánicos


beneficiará en el crecimiento del peso del fruto de la planta tomatera.

H2: La implementación de fertilizantes elaborados a base de residuos comunes


mejorará la intensidad del color del fruto de la planta tomatera.

FUNDAMENTO TEÓRICO

Los fertilizantes tradicionales dañan los suelos agrícolas.


Normalmente, los fertilizantes tradicionales presentan desventajas. Entre ellas
destacan la degradación de los suelos agrícolas y los malos olores. Además de la
contaminación de los acuíferos, entre otras cuestiones. Para disminuir el impacto
ambiental de estos abonos, los científicos proponen prescindir totalmente de ellos.
Y emplear esta enmienda orgánica, elaborada con restos de tomateras y eficaz
contra agentes patógenos como hongos, bacterias y virus.

“Se trata de una opción alternativa, más sostenible y más barata que los
compuestos que se emplean normalmente, dado que la materia prima son los

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desechos de la campaña de cultivo anterior”, explica a la Fundación Descubre el
investigador de la Universidad de Almería Francisco José Castillo Díaz.

Los fertilizantes químicos han contribuido al rendimiento de los cultivos,


produciendo un aumento en la producción de alimentos en el mundo. El consumo
de fertilizantes a nivel mundial fue de 181,9 millones de toneladas (t) en el periodo
2014/2015, correspondiente a 102,5 millones de t de nitrógeno; 45,9 millones de t
de fósforo y 33,5 millones de t de potasio.

La agricultura convencional depende de la aplicación de fertilizantes minerales


solubles, con el fin de lograr mayor rendimiento en los cultivos. Pero la aplicación
excesiva ha producido: eutrofización, toxicidad de las aguas, contaminación de
aguas subterráneas, contaminación del aire, degradación del suelo y de los
ecosistemas, desequilibrios biológicos y reducción de la biodiversidad.

Los principales impactos negativos de los fertilizantes sobre el agua son:


lixiviación, aguas subterráneas y superficiales. En el caso del suelo los impactos
negativos son: variación del pH, deterioro de la estructura del suelo y deterioro
micro fauna. Por último, el efecto en el aire se debe principalmente de la aplicación
inadecuada de los fertilizantes.

El nitrógeno es uno de los nutrientes primarios, siendo el principal limitante para la


productividad agrícola, ya que el N es un constituyente de enzimas, proteínas,
ADN, y clorofila. Los principales impactos de la aplicación excesiva del nitrógeno
son la eutrofización, acidificación y toxicidad. Por último, el principal impacto al
medio ambiente es la aceleración del proceso de eutrofización del agua.

Cultivo de Tomate.
El tomate constituye en nuestro país una de las hortalizas más importantes debido
a la cantidad de empleos directos e indirectos que genera su cultivo y al número
de divisas que ingresan al país por concepto de su comercialización.

Debido a la superficie destinada a su cultivo y al valor de la producción, el  tomate


(Solanum lycopersicon L.) es uno de los cultivos más importantes de México pues
ocupa el décimo lugar a nivel mundial en superficie sembrada, esta especie

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hortícola es la más cultivada tanto a cielo abierto como en Invernadero. De
acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), entre 2013 y el estimado 2016, la
producción de jitomate aumentó en 35 por ciento, al pasar de dos millones 52 mil
toneladas a dos millones 769 mil toneladas. Tiene un alto potencial de rendimiento
que va desde 4 hasta 25 kg/m2 dependiendo de la experiencia del productor y
nivel tecnológico, por el otro lado esta hortaliza tiene un alto consumo, mientras
que en países como Egipto, Italia, Israel, Turquía y los Emiratos Árabes se
alcanza de 60-70 kg/ per cápita, en México se estima un consumo de 13.8 kg/per
cápita, (SAGARPA febrero 2017).

Además de su importancia económica, el tomate es también fuente de vitaminas,


minerales y antioxidantes, los cuales son fundamentales para la nutrición y la
salud humana. Los mexicanos consumimos esta hortaliza principalmente como
condimento, es decir para darle sabor al arroz, a las sopas y a los guisados; sólo
algunos estratos de la sociedad lo consumen en ensaladas y salsas, aunque sería
deseable consumirlo como alimento principal en diferentes platillos.

En términos generales las necesidades óptimas para el desarrollo y producción del


cultivo de jitomate son: temperatura en el día de 23 a 25°C en la noche de 15 a
17°C.  la máxima es de 30°C, la mínima 8° C ; humedad relativa 60% máxima
70% mínima 50% ; luz 100% 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad; excelente
ventilación para tener suficiente oxígeno y bióxido de carbono; humedad del suelo
por debajo de la capacidad de campo, es una planta altamente resistente a la
sequía y extremadamente susceptible al exceso de humedad, también es Termo
periódica, es decir necesita una diferencia de temperatura entre el día y la noche
de 8°C°; es un cultivo que requiere cantidades suficientes de calcio y potasio,
consume en promedio 2.8 L de agua por día por planta. 

Producción de tomate en invernadero


El tomate (tomate rojo) Solanum lycopersicon L., pertenece a la familia de las
solanáceas, es originario de América del Sur especialmente Perú y las Islas
Galápagos, así como también de Bolivia, Chile, Ecuador y México; siendo este

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último país, considerado el principal centro de domesticación. Los países con
mayor producción son: Estados Unidos de Norteamérica, China, Italia, Turquía,
Egipto y España.

En la República Mexicana hay estados que producen jitomate a cielo abierto como
Sinaloa, Sonora, Baja California, Nayarit, Jalisco, Michoacán, guerrero, Oaxaca,
Morelos y San Luis Potosí, entre otros que prácticamente cubren la demanda del
mercado interno y de exportación. La producción de jitomate en invernadero tiene
como principal objetivo cubrir dos pequeñas ventanas de mercado, que ocurren en
julio-agosto y noviembre.

Ventajas del uso de fertilizantes.

Conseguir el mayor porcentaje de cosecha con un buen calibre y coloración es el


objetivo de todos los agricultores. De ello depende su comercialización. De ahí la
importancia de valorar la aplicación, en el momento adecuado y según las
necesidades del propio vegetal, de fertilizantes para engorde de tomate.

Durante la fase de cuajado del fruto la planta requiere un mayor aporte de


potasio y la deficiencia de este elemento puede llevar a una maduración irregular,
impidiendo en muchos casos la plena formación de los frutos.

Los síntomas de carencia de potasio se observan pues con la obtención de frutos


pequeños y con coloración no uniforme, con manchas amarillas en zonas que no
llegan a madurar. También deja tallos débiles, clorosis y bordes quemados en las
hojas, poca resistencia a plagas y enfermedades, así como una mayor
susceptibilidad a heladas y sequías.

La relación entre potasio y crecimiento y maduración de los frutos evidencia pues


la importancia de este macro-elemento en la calidad de la producción de los
cultivos. No obstante, hay que tener en cuenta otros factores para garantizar el
tamaño, color y sabor del tomate, sin perjuicio de las características propias de
cada variedad.

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Muna.
El municipio de Muna, Yucatán; el municipio ocupa una superficie de 270.81 Km 2,
se localiza entre los paralelos 20°24" y 20°35" de latitud norte y los meridianos
89°37" y 89°47", de longitud oeste. Colinda con los siguientes municipios: al norte
con Abalá, al sur con Santa Elena, al este con Tikul y Sacalum, al oeste
con Halachó, Opichén y Kopomá y al oeste con el estado de Campeche. Toda la
superficie municipal es plana, considerada como llanura de barrera, con piso
rocoso o cementado, escarpado. Cabe mencionar que en el extremo sureste
existe una pequeña cordillera de baja altura. 

La región donde se localiza el municipio está clasificada como cálida subhúmeda


con lluvias en verano. Tiene una temperatura media anual de 25. 5º C y una
precipitación pluvial media anual de 69.7 milímetros. Los vientos dominantes
provienen en dirección noreste. 

METODOLOGÍA

La investigación es de enfoque cuantitativo debido a que se buscan resultados


concretos que puedan ser probados (mayormente de manera numérica o
estadística), así como que sea posible analizar las causas y los efectos de esos
datos con respecto al fenómeno buscado, además de que (en la mayoría de los
casos) pueden ser generalizados (Monje, 2011, p. 14). Al ser una investigación
cuantitativa, y respetando los objetivos planteados, el tipo de recolección de datos
que se empleará para el análisis y presentación de los resultados de la fase
experimental de esta investigación es la observación de tipo experimental. Esto se
debe a que esta trabaja con datos sobre los resultados y las variables de un
proceso que fueron, parcial o totalmente, manipulados por un investigador (Ibáñez,
2015, p. 177). Asimismo, consiste en visualizar los fenómenos estudiados en
función de los objetivos planteados de la investigación. De la misma forma, será
estructurada debido a que se utilizará una guía que especifique los elementos a
observar con el objetivo de ser concretos y prácticos (Tenorio, 2020, p.2).

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De este modo, el tipo de recolección de datos encaja con este proyecto de
investigación debido a que existieron variables que fueron manipuladas con otras
variables independientes, tales como la implementación de los fertilizantes
diversos. Esta es la idea principal por la que se observarán los resultados de
dichas variables modificadas.

INSTRUMENTO DE RECOLECCIÓN DE INFORMACIÓN

El instrumento de recolección de los datos será una serie de escalas de


estimación. Estas consisten en ser una sucesión de ítems o elementos que
funcionan para evaluar un fenómeno e identificar la frecuencia de una conducta
(Domene, 2011, p. 3). En estas escalas es posible obtener información por medio
de rangos, grados o frecuencias, lo cual facilita al momento de obtener datos con
variables continuas; entre más rangos se establezcan por cada evento estimado,
la observación será mejor (Mendoza, 2014, p. 39). Permite al observador indicar
una frecuencia, es decir, determinar la periodicidad de un hecho evaluado por
medio de un registro sistemático (Castellanos, 2018, párr. 2). Esto es por lo cual
fue seleccionado como el instrumento de recolección de datos adecuado: dado
que los resultados tendrán valores continuos (como el pH o la intensidad de los
colores), resulta más práctico colocarlos en escalas de acuerdo a sus
características; de este modo no solo se hallarán resultados concretos y
específicos con los

TAMAÑO DE LA MUESTRA

La población de la cual se basarán los datos de la investigación será un fruto de


la planta tomatera Solanum lycopersicum, puesto que de este serán extraídas las
semillas que se germinarán para en un futuro llevar a cabo los siguientes pasos de
la experimentación. Este fruto será obtenido comercialmente en un mercado de
verduras.

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METODOLOGÍA DE LAS PRUEBAS.
 36 semillas de tomate extraídas del fruto distribuido por “La Cosecha”.
 1 semillero de plástico con 12 secciones (con el volumen de una semiesfera
de 4 cm de diámetro) de la marca Tupperware.
 10 kg de tierra negra del vivero “Bugambilias”.
 3 cucharas de acero inoxidable.
 Agua potable (la suficiente).
 Cuchara medidora de la marca GoodCook.
 24 cáscaras de huevo blanco de la marca Crío (cada semana se recolectan
2).
 Molcajete de plástico de la marca Cubasa.
 Vaso de plástico de ½ litro de capacidad de la marca Gibson.
 12 botellas pet limpias y cortadas a la mitad con capacidad de ½ litro de la
marca Epura.
 3 cintas/listones rojos, 3 blancos, 3 azules y 3 verdes.
 Cafetera marca Oster.
 14 filtros para café marca Abuelo José.
 1 bowl de plástico marca Cubasa.
 Colador de acero inoxidable marca genérica.
 2 jarras de plástico con tapa de 2 litros de capacidad de la marca Cubasa.
 200 gramos de bicarbonato marca Estrella.
 Cubeta de plástico con capacidad de 20 litros.
 12 palos de madera.
 1 metro de yute.
 Dos cajas/cajones/huacales de plástico de aproximadamente 30 cm de
altura y un metro de largo.
 Tiras reactivas de pH de la marca Merck.
 Cuatro cuchillos de la marca EKCO.
 12 vasos de cristal de 250 mililitros de capacidad de la marca Envisa.
 Regla de plástico de la marca Smarty.

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 ½ litro de agua destilada.
 Báscula marca Metaltex.
 Papel de servilleta marca Servitoalla.

MÉTODOS SEGUIDOS.

Para la extracción de las semillas.

Se tomará el fruto del tomate y se dividirá a la mitad. Por consiguiente, según el


método de MAPFRE (2016, párr. 3), se extraerá la pulpa del tomate (junto con las
semillas) y se extenderá sobre un papel servilleta. Después se sacará al sol y se
dejará secar durante una hora. Con esto, solo se separarán las semillas del papel
y se guardarán las necesarias (las 36 semillas).

Para el crecimiento de la planta.

Según Barraza, Fischer y Cardona (2004, p. 82) primero, con una cuchara debe
añadirse tierra en cada sección del semillero hasta cubrir 1 cm de altura para
luego colocar tres semillas en cada sección y cubrir con 1 cm más de tierra.

Con la cuchara medidora, se debe agregar 20 mililitros de agua potable en cada


sección del semillero. Esto se debe repetir una vez cada día hasta 70 días
después.

Luego de haber pasado los 70 días desde la siembra, se colocará en las botellas
tierra con 5 cm de altura. Con ayuda de la cuchara, remover desde las raíces a
cada una de las 12 plantas que ya ha germinado y colocarlas individualmente
encima de la tierra de cada botella. Para continuar se debe añadir otros 3cm de
tierra hasta haber cubierto los tallos de las plantas.

Es necesario marcar los recipientes de la siguiente manera: 3 con cinta blanca, 3


con cinta roja, 3 con cinta azul y 3 con cinta verde para llevar a cabo los
tratamientos adecuadamente. Se tratarán con fertilizantes a las 9 plantas
correspondientes; a las 3mrestantes (marcadas con cinta verde) únicamente se
les regará con agua potable una vez al día.
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Luego de haber pasado 30 días desde su primer trasplante, se llenarán con 15 cm
de altura de tierra los cajones de plástico para luego trasplantar cada planta con
30 cm de separación entre ellas, añadiendo otros 15 cm de altura después. Si es
necesario (por si las plantas se encuentran desequilibradas), se deben colocar
palos de madera a cada planta y amarrarla a ellos con un trozo de yute. Entonces
se continuará el proceso con los tratamientos requeridos.

PARA LA ELABORACIÓN DEL FERTILIZANTE DE CÁSCARA DE HUEVO.

Según los métodos de Vaca (2019, p. 8), se dejan secar dos cáscaras de huevo
bajo sombra por aproximadamente dos horas. Luego se trituran en el molcajete
con el mortero hasta que queden partidas en trozos muy pequeños.
Siguientemente, en un vaso se vierte ½ litro de agua potable y se añade el
producto del triturado de las cáscaras y se tapa y se deja reposar por 24 horas.

Para la implementación, se debe escoger las tres plantas marcadas con cinta
blanca y proceder con el tratamiento vertiendo 20 mililitros del líquido alrededor de
cada una de las 3 plantas elegidas para el procedimiento (a partir de la primera
semana después del primer trasplante). Se debe repetir el proceso cada semana
con las cáscaras de huevo restantes.

Luego del segundo trasplante, se aumentará la dosis de 20 mililitros a 40 mililitros,


y para el último trasplante, la dosis será de 100 mililitros.

PARA LA ELABORACIÓN DEL FERTILIZANTE DE CAFÉ.

Basados en los métodos de Moreno y Romero (2016, p. 35), se debe añadir 3


cucharadas de café en el filtro de la cafetera y proceder a calentar. Una vez
terminado de hacerse el café, se retira el filtro con los residuos y se coloca en el
bowl con 1 litro de agua potable para dejar reposar por 12 horas. Luego de esto,
se filtra el líquido del bowl en la jarra.

Con las tiras de pH, se procederá a calcular el pH del líquido. Si es menor a 4,


deberá añadirse ½ cucharada de bicarbonato.

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Para la aplicación, se escogerán las tres plantas marcadas con cinta roja y se
procederá con el tratamiento vertiendo 10 mililitros del líquido alrededor de cada
una de las 3 plantas (a partir de la primera semana después del primer trasplante).
Se debe repetir el proceso cada semana con café y filtros nuevos.

Luego del segundo trasplante, se aumentará la dosis de 10mililitros a 30 mililitros,


y para el último trasplante, la dosis será de 60 mililitros.

PARA LA MEDICIÓN DE LOS RESULTADOS.

Se debe retirar un fruto de cada tomate y marcar cada uno con un trozo de la cinta
correspondiente al color de su tratamiento.

En la báscula se pesará cada tomate y se registrarán los resultados para luego


sacar el promedio del peso de cada grupo de tomates (divididos por sus
tratamientos con fertilizantes). Entonces se compararán los colores de los tomates
y se registrará el resultado (si son muy verdes o rojos).

Como segunda medición, en cada vaso se verterán 50 mililitros de agua destilada,


se cortarán los 12 tomates (cada grupo con distinto cuchillo) y se retirará con una
cuchara una ligera porción de la pulpa, las cuales se colocarán individualmente en
un vaso con agua destilada distinto (debe seguir marcándose con las cintas). Con
otra cuchara, revolver hasta que quede completamente diluido.

Al terminar, se colocará una tira reactiva en cada vaso y se dejará reposar por 20
segundos (Torres, 2012, p. 382). Luego de esto, se deben retirar las tiras y
comparar los colores con la paleta base de la caja anotando los resultados.

RECOLECCIÓN DE DATOS.

Tipo de recolección de datos.

La investigación es de enfoque cuantitativo debido a que se buscan resultados


concretos que puedan ser probados (mayormente de manera numérica o
estadística), así como que sea posible analizar las causas y los efectos de esos

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datos con respecto al fenómeno buscado, además de que (en la mayoría de los
casos) pueden ser generalizados (Monje, 2011, p. 14). Al ser una investigación
cuantitativa, y respetando los objetivos planteados, el tipo de recolección de datos
que se empleará para el análisis y presentación de los resultados de la fase
experimental de esta investigación es la observación de tipo experimental. Esto se
debe a que esta trabaja con datos sobre los resultados y las variables de un
proceso que fueron, parcial o totalmente, manipulados por un investigador (Ibáñez,
2015, p. 177). Asimismo, consiste en visualizar los fenómenos estudiados en
función de los objetivos planteados de la investigación. De la misma forma, será
estructurada debido a que se utilizará una guía que especifique los elementos a
observar con el objetivo de ser concretos y prácticos (Tenorio, 2020, p.2).

De este modo, el tipo de recolección de datos encaja con este proyecto de


investigación debido a que existieron variables que fueron manipuladas con otras
variables independientes, tales como la implementación de los fertilizantes
diversos. Esta es la idea principal por la que se observarán los resultados de
dichas variables modificadas.

INSTRUMENTO DE RECOLECCIÓN DE DATOS.

El instrumento de recolección de los datos será una serie de escalas de


estimación. Estas consisten en ser una sucesión de ítems o elementos que
funcionan para evaluar un fenómeno e identificar la frecuencia de una conducta
(Domene, 2011, p. 3). En estas escalas es posible obtener información por medio
de rangos, grados o frecuencias, lo cual facilita al momento de obtener datos con
variables continuas; entre más rangos se establezcan por cada evento estimado,
la observación será mejor (Mendoza, 2014, p. 39). Permite al observador indicar
una frecuencia, es decir, determinar la periodicidad de un hecho evaluado por
medio de un registro sistemático (Castellanos, 2018, párr. 2). Esto es por lo cual
fue seleccionado como el instrumento de recolección de datos adecuado: dado
que los resultados tendrán valores continuos (como el pH o la intensidad de los
colores), resulta más práctico colocarlos en escalas de acuerdo a sus

17
características; de este modo no solo se hallarán resultados concretos y
específicos con los eventos a evaluar, sino que se podrán agrupar de acuerdo a
las peculiaridades que comparten para analizarlos con mayor facilidad.

De esta manera, el instrumento de recolección de datos se adaptará a la


investigación y a sus necesidades a manera de utilizar las variables de las
hipótesis como los eventos a evaluar y, así mismo, los rangos determinados
permitirán saber si las variables impactaron o no en los resultados por medio del
establecimiento de las mismas frecuencias observadas en las páginas de escalas
de estimación. Se empleará un cuadro de estimación por cada tipo de fertilizante.
En ellos, se colocará en la parte superior la fecha en la que se realiza la
observación y el tipo de fertilizante empleado en los frutos que se evaluarán. Por
consiguiente, se enumerarán los frutos para colocar los resultados de cada uno
independientemente (cabe resaltar que los tres frutos debieron haber salido del
mismo proceso de fertilización). Así mismo, del lado derecho de la tabla habrá una
columna en la que se colocarán los datos específicos de cada fruto con respecto
al evento analizado.

Se decidió establecer la escala de estimación de la manera previamente descrita


con el fin de generalizar las características con el fin de analizar los datos
recabados con mayor practicidad, puesto que se pretende que estos sean
similares debido a que los procesos fueron los mismos. En caso de que no exista
similitud, se decidió colocar la última columna para así no pasar por alto la
diferencia y analizarla del mismo modo.

En la Tabla 1 se presenta el instrumento de recolección de datos (escala de


estimación) que se elaboró con el fin de obtener resultados para, siguientemente,
ser expuestos a un análisis y alcanzar los objetivos planteados.

18
Tabla 1. Instrumento de recolección de datos.

RESULTADOS.

Con base en la metodología aplicada, se implementó el instrumento de


recolección de datos a las muestras a evaluar por medio de la observación
experimental con el fin mismo de adquirir los datos necesarios para corroborar las
hipótesis planteadas y llegar a los objetivos de la investigación. Por cada tipo de
fertilizantes se obtuvieron datos de tres tomates (como fue descrito en la
metodología); por consiguiente, para los datos cuantitativos se sacó un promedio
por cada variable para facilitar la lectura. De este modo, se obtuvieron los
siguientes resultados por medio de las escalas de estimación:

19
Con respecto al pH de la pulpa de los tomates, en la Figura 1 se observan cuatro
gráficas que representan si los tomates cumplieron o no con el evento de tener un
pH dentro del intervalo cerrado de 4.5 a 5.0. Como es posible de percatarse, el
grupo de tomates sin fertilizantes y el grupo de tomates con fertilizantes de café
fueron los que menos cumplieron con esta propiedad (pues más del 50% no
estuvo dentro del intervalo estimado); por otro lado, más de la mitad de los
tomates tratados con el fertilizante de agua con detergente cumplieron con el
evento, mientras que la totalidad del grupo de fertilizado con cáscara de huevo
acertaron a tener un pH dentro del intervalo. A simple vista (y con esta sencilla
estimación) es posible deducir que el mejor fertilizante para tratar a los tomates
con el fin de mantener un pH adecuado es el de cáscara de huevo. En un estudio
de Huanca y García (2019, p. 119) se percató de que la aplicación de cáscara de
huevo a suelos ácidos neutralizaba la acidez debido al calcio aplicado ya que es
un material encalante (es decir, que incorpora calcio y magnesio al suelo para que
el pH se neutralice).

20
En la Figura 2 se representan los resultados de los tres grupos de frutos que no
encajaron con el evento descrito de tener un pH de 4.5 a 5.0. Como ejemplo
tenemos al grupo de frutos a los que no se les aplicó fertilizante alguno; no
encajaron con el evento posiblemente por la calidad de la tierra, pues al tratarse
de un huerto casero pudieron existir otros factores (como el aire y residuos que
pudieron caer en el suelo al estar en un espacio abierto) que pudieron haber
interferido, causando que uno de los tres frutos fuese afectado.

Por otro lado tenemos al fertilizante de café, el cual muestra resultados ácidos.
Esto tiene que ver con que el café como tal es ácido; a pesar de ser un beneficio
al ser tomado como un repelente de insectos, esta cualidad afecta
significativamente al pH del fruto, lo cual concuerda con la investigación de
Moreno y Romero (2016, p. 19), quienes dicen que al utilizar este recurso hay que
ser cautelosos, pues un excedente puede causar que los pH del fruto, de la planta
y del suelo puedan ser ácidos, que es lo que sucedió en esta investigación a pesar
de haberlo elaborado con un pH mayor a 4.5. En última instancia, el fertilizante de
agua con detergente transmitió resultados alcalinos. Vaz (2004, p. 152) menciona
en su investigación que productos que poseen propiedades limpiadoras o
desinfectantes son mayormente alcalinos con un pH igual o mayor a 9. El
detergente utilizado para crear el fertilizante cumple con esas funciones y, al ser
alcalino, esta propiedad afectó al pH del fruto del tomate, explicando el resultado
obtenido y por qué salió del intervalo adecuado.

21
Con respecto al peso de los frutos de los tomates, en la Figura 3 se observan
nuevamente los cuatro grupos de tomates y el porcentaje de cada uno que
representa a qué porción cumple y qué porción no con el evento de que cada fruto
debe pesar entre 60 y 80 gramos. Como es posible de percatarse, no hubo gran
variación entre los resultados, pues la mayoría de los frutos acierta con la
condición y solo el 33% de cada uno (es decir, 1 de 3) presenta una diferencia, la
cual no parece de gran relevancia puesto que en toda investigación hay siempre
una inconstante. Si bien tres de estos grupos presentan un fallo, el que pertenece
a la implementación del fertilizante de café, por el contrario, cumple en su totalidad
con el criterio.

En un estudio de Sadeghian, Mejía y Arcila (2006, p. 254) se expresó que el café


contiene nutrientes como potasio, magnesio y nitrógeno, los cuales se relacionan
significativamente con el crecimiento y la maduración de los grutos (sin tomar en
cuenta factores ambientales). También se menciona que muchos fertilizantes para
engorde de frutos son elaborados con materia orgánica compuesta de nitrógeno y
potasio, entre otros macro y micro elementos. Esto responde al porqué el
fertilizante elaborado con residuos de café provocó que los frutos pertenecientes a
ese subgrupo tuvieran un incremento en el peso, lo cual lo conllevó a caer dentro
de los criterios establecidos que indican que un tomate es de buena calidad con
respecto a su peso.

22
Tratándose del color del epicarpio de los tomates, la Figura 4 indica el porcentaje
de frutos de cada grupo que cumplió con tener el epicarpio (la piel del tomate) de
color rojo. Es posible de notar que los resultados no variaron significativamente,
pues el 75% de los tomates cumplieron con el evento, presentando únicamente
1/3 de error en tres de los cuatro grupos. A pesar de ello, hubo un solo conjunto de
tomates que obtuvo completamente un color rojo, el cual es el que pertenece al
fertilizante de café. La coloración del epicarpio del fruto tiene que ver con la
nutrición vegetal de este, además de la acumulación de carotenoides. Algunos de
los macronutrientes que se relacionan son el nitrógeno, el fósforo y el potasio; la
maduración del fruto, así como de su color, va de la mano con el incremento del
peso del mismo, como bien indica Fischer y Martínez (2000, p. 36). Esto
concuerda con los resultados obtenidos en la presente investigación, y no
solamente con el de este rubro, sino con el que tenía que ver con el peso del fruto.
Así como los frutos fertilizados con café fueron los que tuvieron un mayor peso,
también son los que tuvieron una maduración en el color del epicarpio con más
rapidez. Esto se debe a que, como se mencionó con anterioridad, el café contiene
macronutrientes como el potasio y el magnesio que contribuyen a la mejora en la
coloración del tomate.

23
Con el fin de especificar la coloración que tuvo cada uno de los tomates, se
presentan a continuación representaciones por medio de gamas de colores a las
que pertenece cada tomate de cada grupo de fertilizantes. Cabe mencionar que la
Figura 4 es el resultado cuantitativo en concreto; sin embargo, con el propósito de
extender el análisis y explicar las causas del resultado, se decidió ampliar cada
resultado como una explicación cualitativa. Esto no perjudica al momento de
enfocarse en una investigación cuantitativa, pues es por mero análisis:

En primera instancia, en la Figura 5 se encuentran representados los colores del


epicarpio del primer grupo de frutos de tomate, a los cuales no se les fue aplicado
fertilizante alguno. Es posible observar que el color varió en cada tomate y que
solamente uno (el punto B) no maduró casi nada (pues pertenece a la sección que
sobrepasa el color rojo). Esto, como se dijo en enunciados anteriores, puede
deberse a factores como plagas, la luz solar, el tipo de tierra o cualquier otra razón
externa (hasta por el mismo desarrollo de la planta desde la germinación).

24
Para continuar, en la Figura 6 es posible de percatarse de los colores del epicarpio
del segundo grupo de frutos de tomate, a los cuales se les fue implementado el
fertilizante con cáscaras de huevo. Como es evidente, los colores se apegan a la
gama de tonos rojos (y no están esparcidos como en el caso anterior). Esto
significa que los tomates pudieron casi alcanzar su madurez, pero por algún factor
hubo uno que no lo logró por completo. Se supone que esto se debe a los
nutrientes que la cáscara de tomate posee pues, si bien contiene potasio y
nitrógeno (entre otros), carece de cantidad para lograr la mejora en la coloración.

25
En la Figura 7 se encuentran representados los colores del epicarpio del que es el
tercer grupo de frutos de tomate. A este conjunto se le fue implementado el
fertilizante a base de café. En este caso podemos corroborar que los tres tomates
pertenecen a la gama de colores rojos debido a los nutrientes que pudieron
absorber del fertilizante de café (como se mencionó en un principio).

Por último, en la Figura 8 se representan los colores del epicarpio del cuarto y
último grupo de frutos de tomate, los cuales pasaron por el proceso de fertilización
con aguas con detergente. Se puede observar que, de los tres tomates, solo uno
fue completamente rojo, mientras que los otros dos a penas y alcanzaron la
maduración. Según un estudio de Uc y Delgado (2012, p. 142), los detergentes
biodegradables pueden concentrar oxígeno, lo cual provoca que se genere una
moderada toxicidad que retrase el ciclo de crecimiento del fruto. Basándonos en
nuestros resultados y en esta premisa, se deduce que esa puede ser la razón de
que los frutos no hayan madurado en su totalidad.

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CRONOGRAMA

PRESUPUESTO DE LA INVESTIGACIÓN

 Residuos orgánicos Conseguir la materia prima


 Viajes al municipio de Mérida $30 c/u Total: $360
 Tiras reactivas $390
 Bascula $200
27
 Total aproximado $950

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