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También hemos pedido a ciclistas que realicen 30 minutos de esfuerzo constante a 100,
90, 80, 70 y 60% del umbral Conconi. El lactato fue medido varias veces durante cada
esfuerzo para verificar si los atletas lograran un estado estable de lactato. Cuando el paso
de carga continuo de 30 minutos estaba entre 60 y 70% del umbral Conconi, los niveles
de lactato estaban entre 1.5 y 6 mmol/l, y cada atleta mantenía un estado estable de
lactato. Con una carga de trabajo entre 70 y 80% del umbral Conconi, las lecturas de
lactato estaban entre 2 y 9 mmol/l. Sin embargo, 36% de los atletas no podían mantener
un estado estable de lactato. Esto quiere decir que 36% de los atletas sobrepasaron sus
umbrales de lactato pero seguían muy debajo del umbral Conconi indicado. El porcentaje
de los atletas que no podían trabajar en un estado estable de lactato aumentó más hasta
llegar a 52 y 83%, cuando la carga de trabajo se estableció en 80-90% y 90-100%
respectivamente del umbral Conconi. La conclusión obvia es que el umbral Conconi no
es un nivel de lactato de un máximo estado estable para la mayoría de los atletas.
El siguiente gráfico indica por qué no es posible identificar la contribución de energía de
los diferentes sistemas usando la frecuencia cardíaca. Un pequeño rango de diferencias en
la frecuencia cardíaca puede corresponder a una gran diferencia en el significado
fisiológico del esfuerzo. Se le pidió a un corredor que corra 5 sesiones diferentes de
entrenamiento de 28 minutos cada uno a una velocidad constante. Se realizó cada corrida
de 28 minutos en días diferentes y a velocidades diferentes. Las condiciones ambientales
eran idénticas porque las corridas se realizaron en una banda sin fin dentro de un
laboratorio. Entre la carga menos extensa (fácil) y la carga más intensa (difícil),
observamos una diferencia de solamente 9 latidos/min. que corresponde a una diferencia
de lactato de 5 mmol/l. Este pequeño rango de la frecuencia cardíaca corresponde a las
contribuciones de los sistemas de energía aeróbicos y anaerobios dramáticamente
diferentes.
Si factores no fisiológicos como el tiempo o la superficie afectan la frecuencia cardíaca
(+ 6 latidos) es claro que la determinación de la intensidad a través de la frecuencia
cardíaca es muy inestable y variable y por lo tanto no es precisa y confiable.
Los siguientes gráficos muestran una diferencia de aproximadamente 6 latidos por
minuto para cargas de trabajo bajas(<4mmol/l) en bosques y una pista de tartán de
acuerdo a si estaba mojada o seca. Esto significa que hay una diferencia en el significado
fisiológico del entrenamiento con la misma frecuencia cardíaca durante tiempos de lluvia
o sin lluvia para estas dos superficies. Esto probablemente es causado por un mejor
enfriamiento del cuerpo durante tiempos de lluvia.
La reducción de la frecuencia cardíaca en el ambiente mojado desapareció cuando el
ejercicio se realizaba en el pasto. El hecho de que el atleta tiene que ser más atento
cuando corre en el pasto mojado puede explicar la acción en contra de una reducción de
la frecuencia cardíaca con una mejor condición de enfriamiento ambiental. El incremento
de la frecuencia cardíaca en el pasto mojado probablemente fue causado por un mayor
estrés mental de correr en una superficie resbalosa.
Estos descubrimientos son comunes porque la frecuencia cardíaca refleja mucho más que
solamente la demanda de oxígeno de los músculos.
Durante el ejercicio, la frecuencia cardíaca está afectada por muchos procesos que
protegen el cuerpo. Por ejemplo, el calor es un peligro vinculado con deportes de
resistencia. El cuerpo reacciona al calor incrementando la circulación de la sangre
para que se pueda enfriar mejor cuando la sangre llega a la piel. De esta manera el
corazón latirá más rápido para mover la sangre a esta parte del cuerpo que está
relativamente más fría. Esto es extremadamente notable durante los primeros días
de los tiempos calurosos.
Otra estimulación de la frecuencia cardíaca proviene del estrés. El estrés puede
ser positivo porque prepara al cuerpo a rendir a un nivel más alto. Pero también
puede ser negativo si este estrés proviene de un origen catabólico (molestoso,
destructivo) como una enfermedad, dolor, músculos sobrecargados, la no-
hemostásis, etc. En una situación catabólica aún el mejor programa de
entrenamiento hará que tu acondicionamiento se deteriore en vez de mejorarlo.
Por eso es muy importante detectar este estado catabólico tan pronto como sea
posible y reducir o parar tu programa de entrenamiento inmediatamente. Por
consiguiente, las observaciones de la frecuencia cardíaca como la frecuencia
cardíaca por las mañanas, la frecuencia cardíaca en intensidades normales, la
frecuencia cardíaca y la recuperación de la frecuencia cardíaca son observaciones
muy útiles para evaluar si tienes que reducir tu programa de entrenamiento.
Esta segunda característica de la frecuencia cardíaca se emplea en la próxima sección
para mostrar cómo un atleta puede ayudar a leer su cuerpo a través de controlar su
frecuencia cardíaca por las mañanas.