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El día de 25 de mayo, fueron detenidos los compañeros Minervo Cantor Peña, Abraham Cabal Pulido,
Crisanto Valiente Miramón, Cirio Ruiz Gonzales y Viridiana Bretón, acusados de haber incendiado el
23 de enero del año pasado las bodegas de la empresa Agroindustrias Unidas de México (AMSA),
quien es una de las principales acaparadoras de producto en cereza para transnacionales como
Nestlé, Sara Lee, Starbucks.
Tienen además orden de aprehensión Salistiano Sánchez Martínez, Ambrosio Peña Castro, Telésforo
Peña Castro y Judith Valerio Martínez. Los detenidos fueron llevados ayer como reos de alta
peligrosidad al penal de la Toma, de máxima seguridad de Amatlán de los Reyes en Veracruz.
Algunos de los compañeros agraviados son parte del Consejo Regional del Café de Coatepec, quien
desde hace décadas se ha caracterizado por impulsar la lucha de precios justos y políticas públicas en
beneficio de los cafetaleros de Veracruz y del país.
En la cosecha pasada la empresa AMSA y otras compañías disminuyeron de manera arbitraria el pago
del kilo de café cereza de 17 pesos a 13, 12 y hasta 11 pesos; objetando que los beneficios de café
estaban saturados y que era imposible recibir el producto en cereza que se acopia diariamente en la
zona cafetalera.
El 23 de enero se presentó un incendio en una parte pequeña del beneficio de Amsa y por
“casualidad” en el momento de la mayor llamarada pasaba un fotógrafo y en pocos minutos ya
circulaban en medios de Veracruz fotos y decían que “campesinos” habían provocado el incendio y
se había quemado el beneficio de café. La gran mayoría de la población de la región dice que el
incendio fue hecho por la misma empresa con el objetivo de inculpar a los productores y de cobrar
algunas cuotas de seguro.
A pesar de que estamos con la Cuarta Transformación, tenemos que decir que a nuestro sector
cafetalero el único apoyo que se destina son $6,200.00 de producción para el bienestar sin importar
cuanta superficie se cultive. En su Proyecto Alternativo de Nación, antes de que se ganara la elección,
nuestro hoy Presidente se refería a la cafeticultura “como uno de los sectores más dinámicos a los
que se le daría fuerte impulso, proponiendo como objetivos: Establecer una política de Estado para el
rescate del sector cafetalero mexicano que valorice y potencie su enorme contribución económica,
social, ambiental y de seguridad nacional. Así como reposicionar su ventaja competitiva como país
productor de café arábiga producido bajo sombra, así como cafés de especialidad y orgánicos, tanto
para el mercado interno como para la exportación”. (Discurso del aún candidato Andrés Manuel
López Obrador, 2018)
Para cumplir los objetivos se planteaban trece líneas de acción entre la cuales se consideraban: la
renovación de cafetales con un sistema de asistencia técnica, un esquema especial de garantías e
incentivos para el financiamiento, controlar las importaciones de cafés de mala calidad y de
contrabando, establecer un sistema de estabilización de precios, fomentar el asociacionismo entre
los productores, impulsar un programa de modernización de la planta industrial cafetalera,
establecer normas precisas sobre los procesos de torrefacción y uso de sucedáneos, crear el nuevo
Instituto del Café Mexicano, establecer un programa presupuestal multianual para el
periodo de gobierno, entre otras acciones que no se cumplieron.
Entendemos que ello se debió a que en la SADER continuaron los mismos funcionarios del viejo
régimen coludidos con multinacionales, a quienes nunca les interesó reactivar la producción en razón
de que con las importaciones de cafés de baja calidad y el contrabando tenían resuelta la materia
prima para sostener la planta industrial.
Es por ello que, los núcleos agrarios de las diversas regiones cafetaleras, además de demandar la
libertad inmediata de nuestros compañeros, exigimos una política de estado para reactivar el sector
y que quede plasmada en la Ley de Fomento a la Cafeticultura que tiene que aprobarse ya. No debe
permitirse que empresas como AMSA además de afectar a los productores con su baja de precios,
todavía de manera abusiva encarcele injustamente a quienes les exigen precios justos.
ATENTAMENTE