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postmodernidad
Mateo Buñola
2ºdo año
María A. Cergneux
Julio, 2022
Introducción: ¿Qué y quien es el sujeto de la educación?, hacia una
comprensión socio-histórica.
La escuela como todo lo que hay en ella es producto de la evolución del hombre y de
la sociedad misma “La escuela es un producto histórico, una verdadera construcción
cultural sometida a las condiciones de aparición y de construcción de la civilización
occidental” (Noro,2006). Tanto la subjetividad educativa como la escuela fueron
productos de tensiones socio-históricas y de momentos decisivos, a partir donde los
pedagogos teorizaron y dieron a entender las nuevas configuraciones de la escuela y
la subjetividad a partir de dar una respuesta a los nuevos tiempos.
El sujeto de la educación va a surgir junto a las teorías educacionales del siglo XVI, las
pedagogías humanistas son las que dan lugar a teorizar sobre la figura del alumno.
Estas teorías traen consigo la división entre alumno y profesor, entenderán su relación
desde un punto de vista pedagógico donde se comenzará a hacer hincapié en las
acciones necesarias que tenían que tener el uno con el otro para que se dé realmente
el aprendizaje.
Se entiende que hay un sujeto que está aprendiendo y, por consiguiente, esta cuando
se enseña. Se da lugar a la personificación del alumno, se lo humaniza y se
subjetiviza. Así dan lugar a teorías donde postulan que este sujeto se cansa, tiene
necesidades, adopta distintas formas de aprendizaje, entre otras cosas.
Aunque se llega a configurar una subjetividad idónea, los tiempos cambian y con ellos
las concepciones también. La escuela y el sujeto de la educación fueron blancos
perfectos para dar respuestas a las necesidades de las sociedades capitalistas en
alza, por lo que la escuela se transformó en una maquina fabricante de sujetos útiles y
que respondiesen a las necesidades de la nación, que se vuelva alguien útil para su
familia y la nación.
Aunque el poder de la escuela parecía débil esta se fortaleció y se expandió por todo
el siglo XIX, se enclaustro al sujeto dentro de las paredes del aula y se enalteció al
docente para dar lugar a la creación de un ciudadano ilustre, que debía de educarse
por derecho y por obligación para con la sociedad. Un sujeto ordenado y disciplinado
por la escuela moderna.
Años más tarde, durante el siglo XX, y la llegada de las Ciencias de la Educación la
maquina educativa fue criticada y se comenzó a teorizar en una nueva escuela y un
nuevo sujeto, este visto desde múltiples perspectivas, ya que se creía insuficiente el
aporte desde una única mirada, el sujeto se comenzó a configurar y a visualizar desde
su personalidad, contexto y cultura.
Genealogía de la escuela moderna y de la subjetividad educativa
La escuela en si, como la conocemos hoy día, es algo relativamente nuevo. Pero su
planteamiento es algo antiguo, el hecho educativo, en la antigüedad, se daba de
manera individualista, donde un preceptor, el cual cumplía el rol del docente, daba
lecciones particulares al alumno. Esto se daba en sus casas o en otro lugar, pero nada
particular como una institución como la escuela de hoy.
Los monasterios surgieron en todo este contexto, los mismos tenían como regla
general la vida apartada y resguardada de la sociedad, para poder orar y estar en paz.
Estos estaban habitados por personas, denominadas “Monjes”, los cuales entregaban
toda su vida a Dios y vivían en el celibato, estos vivian apartados, en gran parte, de la
sociedad porque era la única manera que tenían de alejarse de las invasiones
bárbaras y la expansión del paganismo.
Así, “De los conventos salieron los intrépidos misioneros que convirtieron al
cristianismo los pueblos paganos del norte y oeste de Europa, y que fundaron por
todas partes escuelas para niños y para adultos, por lo cual prestaron al mundo un
servicio de alta importancia” (Paroz, 1889). Es decir, los conventos traen la figura de la
institución escuela y la divide por edades, así comienza a surgir, de forma muy
precaria, un esbozo de lo que seria la escuela moderna. Los regímenes de tiempo, de
regulación devenían de las grandes abadías medievales.
Pero, con el tiempo, las abadías entraron en decadencia, junto con ellas las escuelas
abaciales, las mismas quedaron sulfuradas en el tiempo. En cambio, se comenzaron a
fundar escuelas muy particulares como las municipales y las gremiales, dedicado a lo
más básico de la enseñanza. Tiempo después surgirían las universidades y con ella la
filosofía escolástica, donde la ciencia servía a la teología, no se podía dudar de los
designios de Dios en nombre de nada.
Pero, esta época de transición llego a finales y mitad del siglo XV, donde en las
universidades se comenzaron a propagar los estudios de los clásicos griegos y de la
cultura misma, también en la llamada “Facultad de artes”, la cual era una especie de
propedéutico para el ingreso de la Universidad, allí ejercían los llamados “Artistas” , los
profesores de dicha facultad los cuales enseñaban basados en la escolástica, la
enseñanza era rigurosa y no tan crítica, era observar y entender, era una educación
erudita memorística.
Esto cambia con la llegada de los “Humanistas”, eran llamados así a los profesores
que enseñaban las dichosas “Humanidades”, estas humanidades designaban a la
literatura clásica, su filosofía y su lengua, era una educación mas bien critica, se
quería lograr que la persona asimile el conocimiento y que no solo lo memorice. La
expansión de este movimiento cultural hizo que varios comiencen a ver en la
actualidad medieval un “Estancamiento” y la necesidad de un cambio, uno de los mas
grandes escritores de la temprana modernidad, Petrarca, afirmaba “(…) Por todas
partes de Italia y Europa abundan las pruebas de que el mundo ha llegado a una
misera, reciente e innegable decadencia (…)” (Petrarca citado en, González, 1989).
Petrarca es el que inicia el cambio con sus declaraciones, el cambio que sugiere esta
en el revivir/resucitar a un pasado lejano, pero más luminoso que la oscuridad de su
tiempo. El siguiente paso se dio cuando se proclamó el renacimiento de las artes y la
literatura de la antigüedad, así comenzaron a traer devuelta a los antiguos griegos y a
desechar los hechos medievales.
Así, personas como Dante Alighieri, Boccacio y Petrarca iniciaron un nuevo comienzo
de la historia, el renacimiento.
También tenía gran consideración por los que tenían problemas de aprendizaje,
preparaba sus clases con ese pensamiento, ya que no se daba por satisfecho que
algunos aprendan y otros no, él quería que todos puedan aprender. Victorino atendía
cada una de las dudas que sus alumnos tenían, a el le gustaba que se le consultasen
siendo compasivo y paciente con los mismos. Exigía siempre atención y sabia cuando
alguien se distraía y trataba siempre de que todos escuchen.
Gracias a todas esas consideraciones, Victorino logro fundar su propia escuela laica
en Mantua siguiendo este método. Acá se puede ver esta idea educacional, centrada
en las necesidades y problemáticas del alumno, se logra instaurar esa subjetividad del
otro, el otro tiene una necesidad y una forma de sentir.
Por otro lado, en Francia también llego el movimiento del humanismo el mismo
impregno en distintos ámbitos de la vida y cultura francesa, un ejemplo de ello era la
sociedad del convento de Port Royal des Champs, los mismos eran eruditos que
compartían sus saberes y entendimientos entre sí, estaban influenciados bajo el
Jansenismo, doctrina que como padre tenia a Jansenio (1585-1638) teólogo y profesor
del renacimiento, amigo del director de Port Royal, el abate Saint Cyran. Jansenio
baso su doctrina en “Las ideas de San Agustín acerca de la corrupción natural del
hombre, del dogma de la gracia y de la doctrina de la predestinación” (Paroz, 1889).
Dentro del convento también habitaban monjas cistercienses, las cuales, junto a estos
eruditos, impartían clases dentro de las pequeñas instituciones que se encontraban
dentro del espacio alrededor del convento y en terrenos de granjas propiedad de la
comunidad, estas escuelas subsistieron hasta el año 1660.
Los maestros daban clases en el aire libre, en verano las daban bajo las sombras de
los árboles o en la orilla de algún arroyo. “El ejemplo de los maestros, las lecciones
familiares que los oían y todo cuanto les rodeaba, contribuía a inspirar a aquellos
jóvenes el gusto de lo verdadero y lo bello” (Paroz, 1889).
Las religiosas se encargaban de las niñas mientras que los eruditos de los niños, las
niñas eran muy vigiladas y cuidadas, se trabajaba en una educación que conserve su
delicadeza e inocencia. Por ello las religiosas siempre demostraban amor y respeto
por sus alumnas, velaban por todo lo que haga posible su desarrollo intelectual y
moral.
(Nota, Port Royal des Champs, pintado por Louise-Madeleine Cochin, 1710-1713,
Wikipedia, (https://es.wikipedia.org/wiki/Port_Royal_des_Champs) )
Es, el ejemplo de Port Royal des Champs un signo vital de la llegada del humanismo a
la pedagogía francesa y la relevancia que comenzaba a cobrar la subjetividad del
alumno en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Su padre fue fundamental en sus ideales, ya que tras su muerte este quedo muy
afectado y declaro que la voluntad de su padre se ejerza sobre su accionar.
Montaigne critico a los maestros de la época, decía que su formación era típica de la
escolástica, un profesor erudito que tenía mucha información pero que no la
comprendía y no la hacia comprender. Por lo que proponía un docente distinto, el
misma tenía que llegar a la altura del alumno, es decir, tenía que dimensionar su
enseñanza según las necesidades del mismo. Es “Adaptarse a la capacidad mental
del niño” (Guaglione, 1939), ahora lo que interesa ya no es la clase sino el niño.
Luego propuso intervalos en los tiempos de estudio, para que se respeten las
necesidades fisiológicas y psicológicas del alumno, porque, en aquel tiempo, se
estudiaba entre 12 y 15 horas diarias. “La repartición del día escolar debe hacerse
alternando las horas de trabajo con las de expansión y ocio. Los horarios perderán su
rigidez, todas las horas serán una, todos los sitios serán de estudio para el discípulo”
(Montaigne citado en, Guaglione, 1939)
Así fueron los comienzos de las teorías educacionales concretas y de una larga
tradición del estudio de la subjetividad del alumno, la cual, al igual que la escuela, se
encontrará influenciada por los valores más sagrados de una sociedad y tiempo, como
en este caso del renacimiento serían los clásicos y sus ideas, mas tarde esto
cambiaria repentinamente. Pero ahora seguiremos con la genealogía de la escuela
moderna y nos alejamos un poco de la subjetividad educativa.
Así la pedagogía humanista estaba influenciada, en parte por los estudios clásicos e
ideas filosóficas de los griegos, acompañada de la crítica de los humanistas, y, por
otro lado, las ideas cristianas. Esto genera diversas miradas tanto en el alumno, pero
sobre todo en el maestro, el mismo va a ser concebido por algunos pedagogos como
un sujeto que tiene una misión divina de Jesucristo, la cual es cumplir con el deber de
la instrucción de los niños.
De ahí el origen de la vocación del maestro, un ejemplo de esto son las ideas del
cardenal italiano Carlos Borromeo (1538-1584), el cual fundo varias escuelas en Italia,
para que dichas escuelas funcionen con regularidad estableció un estatuto escolar
para enmendar el trabajo del maestro como debía de ser: “En primer lugar debe
exigirse del maestro que sea por su fe y por su conducta luz del mundo, en segundo
lugar debe estar poseído por su amor a Dios y a su vocación, porque lo que se hace
sin amor, no puede agradar a Dios, en tercer lugar el maestro debe ser un modelo de
caridad, regocijándose del bien de su prójimo, tomando parte de sus males y
sufrimientos, (…) en sexto lugar el maestro debe estar armado de paciencia para
soportar las penas y fatigas de la escuela, los defectos de los niños, la malicia y la
arrogancia de los mayores (…)” (Estatutos escolares de la diocesis de Milán, citado en
Paroz, 1889)
En si había una misión divina, por lo que, la misma profesión, se volvía divina y quien
la ejerza tambien.
Luego, años más tarde, este renacimiento en las ideas religiosas alemanas, tal como
lo dice (Paroz, 1889), terminan dando lugar a la reforma luterana, en la cual se
realizan reclamos a la Iglesia Católica por su comportamiento y acciones en cuanto a
la religión refiere, dando origen al cristianismo protestante, su impulsor Martin Lutero
(1483-1546) también impuso ideas educativas, pero esta vez referidas a la escuela y
no al sujeto.
La idea de Lutero era que, el Estado, en vez de estar gastando tanto en varias cosas
porque no daba destino a sus fondos para la creación de escuelas y bibliotecas. Esto
lo va a manifestar en su Carta del doctor Martin Lutero a los consejeros de los Estados
alemanes pidiéndoles la fundación de escuelas cristianas, del año 1524. En su escrito
deja asentado que hacen falta escuela para las juventudes, se necesitan para que
todos puedan trabajar. Se necesitaba de otro espacio que no sea únicamente la
familia, antes de la Universidad.
Lutero considera que todos han de ir a la escuela, también pedía que haya grandes
bibliotecas y librerías para que las obras puedan tener un lugar decente donde estén
resguardadas, ya que para el hay tanta información que guardar que no se puede no
tener bibliotecas.
Su voz se escucho y por toda Alemania se fundaron escuelas y bibliotecas, pero tanto
estas escuelas, como otras que fundaron otros pedagogos no duraron mucho en el
tiempo a falta de una organización sistemática y un compromiso por hacerla, aparte de
ello no era obligatorio sino selectivo. Pero lo importante es que tanto Lutero como
otros pedagogos posteriores sentaron las bases de la necesidad de un espacio
educativo no individual, cosa que se dará, pero años más tarde.
Por otro lado, en los últimos capítulos de su libro, Comenio sienta las bases de la
organización escolar, las cuales son:
“A) La escuela materna: Schola Materna, B) La escuela popular (La escuela primaria):
Schola Vernácula, C) El gimnasio (Colegio): Schola Latina, D) La universidad:
Academia” (Paroz, 1889). Cabe aclarar que Comenio retoma la idea de sus
predecesores, como la escuela popular de los monjes medievales y su escuela
parroquial, el gimnasio del sistema educativo alemán y la universidad del medioevo.
La escuela materna planteaba la crianza del niño hasta los 6 años, Comenio califico de
funesto el dejar a lo niños con nodrizas, esta educación debía de encargarse la madre
ya que era una disposición divina. En esta educación, Comenio, planteaba que el niño
ha de familiarizarse con todo lo que le rodeaba y le iba a rodear, entender su mundo,
por lo que planteo una educación basada en la intuición de los sentidos, que el niño
vea el cielo, las estrellas, los árboles, la vida en sí. “De esta manera la escuela
materna desarrollara los gérmenes de todas las ciencias y todas las artes” (Comenius,
1998).
Luego, para los 6 años, Comenio sostenía que a esa edad el niño ya tenía suficiente
madurez como para ingresar a la escuela popular, y que, antes de entrar, los padres
debían de alentarlo a que vaya y que no lo asusten diciendo que iba a ser un lugar feo
y que era muy violento, sino que era una “Mansión agradable llena de encantos y
atractivos” (Comenius, 1998). En esta escuela se instruía al niño en su lengua materna
y no en el latín, esta escuela tenía su currículo especial, como el cálculo, la lectura,
escritura y el catecismo. A la escuela popular la plantea dividida en 6 clases, teniendo
cada grado su libro particular escrito en lengua materna.
Luego estaba la escuela latina o gimnasio, donde se plantea la enseñanza de cuatro
lenguas y de las 7 artes liberales. Las lecciones estarían divididas en seis clases de un
año cada una. Un año la gramática, otro la retórica, etc.
Mientras que para la universidad no dio una indicación particular, solo que se
mantenga la universalidad de los contenidos. Comenio retoma las ideas pedagógicas
del humanismo y las trae en su Didáctica Magna donde se prohíben los castigos
físicos, se tiene una conciencia de la subjetividad del alumno y su particularidad, la
figura de autoridad del Docente y su modo de actuar, el cual compara con la del sol, el
mismo recorre todo el sistema solar dando vida a los planetas, lo mismo el docente
con sus alumnos, el cual tiene que iluminarlos para que crezcan como plantas.
(Nota, Comenio en su escritorio, del libro Didáctica General, Calzzeti, Hugo, 1963)
Años mas tarde, Juan Bautista La Salle (1651-1719) sacerdote y pedagogo francés va
a proponer un modelo de docencia basado en la misma misa, con la fundación de sus
escuelas y de su congregación de Hermanos de las Escuelas Cristianas esparció este
planteamiento pedagógico basado en dos pilares, el orden y el control. “No es el
ejercicio técnico lo que se sacraliza sino la relación de dominación que equipara al
maestro con su padre, el amo, el juez y el resto de los atributos de la divinidad”
(Alliaud y Duschatzky,1992:26, citados en Gvirtz y otros,2009)
Los tiempos cambian y con ello las necesidades de un pueblo también, para
comienzos del siglo XVIII la clase social burguesa y los ideales del capitalismo se
habían extendido. Países como España se centraron en generar una transformación
económica dentro de sus sistemas, con el fin de que la producción crezca y con ella la
industria nacional, “Trabajo, producción y riqueza constituyen los nuevos pilares en los
que se asienta el bienestar y la felicidad individual y publica” (Varela, 1988).
Esto se iba a dar bajo los ideales de las nuevas filosofías que comenzaba a emanar
tanto a mitades como durante el siglo XVIII, pertenecientes a la ilustración. Dentro de
esta filosofía se comenzaba a gestar la figura del hombre como ciudadano, como libre
y responsable cívico, se comenzaba a gestar y configurar la idea de un Estado, de la
libertad y de la igualdad. Pero, sobre todo del orden de las masas populares, mediante
la aplicación de la disciplina y la vigilancia, esto es a lo que se refiere Foucault (1979)
con que la sistematización y ordenamiento de las formas de control ya existentes
darían lugar al surgimiento de las disciplinas.
Esto se daba, también, por el miedo que se tenía de las insurrecciones de las clases
populares por eso trataron de desplegar todo lo que pudiesen al control de las masas.
Los pensadores de la época tenían su foco en las costumbres populares, las cuales
tildaban de rebelde, ociosa y desordenada, ponían como ejemplo a la sociedad
cortesana, la cual si tenía control sobre sí misma.
Por ello se ve también, en países como España la instauración de un cuerpo que dirija
y mantenga el orden, para que no haya mendigos ni delincuentes en las calles y la
pujanza en contra de los enemigos, para dar lugar al contento público. Otra cuestión
del control es que la misma educación no solo estará influenciada sino que se hará
mucho énfasis en la educación de los modales, de la forma de vestir, de la manera de
actuar estaba influenciada, en términos sociológicos, por la sociedad cortesana, ya
que su hegemonía era evidente y perdurable, así hace referencia la autora Julia Varela
(1987) “El aumento de la población, la urbanización creciente, las relaciones de fuerza
que se establecen en los grupos sociales configuraran nuevas configuraciones de
dominación” (Varela,1987).
También se planteaba que era construir una utilidad en la niñez y los jóvenes al
mandarlos a la escuela, ya que, personas como el pedagogo español el conde de
Campomanes, planteaba alejarlos de la ociosidad y llevarlos a la productividad. Por
ello, a las niñas, por ejemplo, se les enseñaba el oficio de bordar, de hacer medias,
cintas, listones y pintar abanicos, para ser útiles tanto a su familia como a la nación.
Este ideal de la nación va a ser muy promulgado entre estos pedagogos al igual que el
Estado, velaban por una educación estatal y laica, también por la creación de
ciudadanos responsables, conocedores de las leyes y las costumbres. Por ello, hacían
harto hincapié en la educación física, para que sean ciudadanos agiles y fornidos, la
educación moral/cívica para que puedan mejorar las leyes y, algunos, promulgaban a
que esto los haría despiertos y propensos a reconocer los errores gubernamentales
para lograr una nación, y sobre todo una educación basada en las ciencias practicas
(Matemáticas, física, etc) para tener una nación fuerte y moderna en economía, que
contribuya al desarrollo de la riqueza.
El carácter laico exigido por los ilustrados se puede ver fuertemente impregnado en las
“Cartas” del político ilustrado español Francisco Cabarrus o el Conde de Cabarrus
(1752-1810), en estas cartas habla sobre diversos temas como la política del momento
y la educación, en cuanto a la educación resalta varias cosas y, al mismo tiempo,
propone varias cosas. Entre ellas el carácter laico de la educación, diciendo así “(…)
Los estudiantes mantendrán entre si un trato decente, vestirán un traje uniforme,
secular y modesto y rechazaran las formas de comportamiento monástico, habituales
en los centros educativos, tales como el refectorio y la lectura durante las comidas,
pues estos colegios están llamados a ser `Ensayos del mundo’” (Conde de Cabarrus
1973, citado en Varela, 1988).
El poder pedagógico se extenderá a fines del siglo XIX, este fenómeno es similar al de
industrialización con la diferencia de que la pedagogizacion encierra el hecho
educativo y a un nuevo sujeto en la escuela, crea una sociedad instruida, que, con el
tiempo, extenderá sus años de escolarización con el fin de encontrar un mejor futuro.
El termino pedagogizacion encierra un apelativo negativo, ya que indica un mayor
índice de dependencia, infantilización, paternalismo y exceso de atención sobre el
sujeto, el cual pasara a ser un sujeto escolarizado y dependiente de las acciones del
adulto en la escuela.
Los espacios, instrumentos como el pizarrón, los pupitres, el escritorio del profesor
daban una demarcación de diferenciación entre uno y otro, estos comenzaron a estar
cada vez más presentes en las nuevas escuelas que surgían en este contexto. Se
instauraba una forma de comportamiento, de actuar y de dirigirse el uno al otro, así
surgía una “Coreografía” (Eggermont, 2001 citado en Depaepe y Simón, 2008). Esta
coreografía venia acompañada de un lenguaje pedagógico no verbal, como las
miradas del profesor, el levantar la mano, etc. Todo esto montaba un espectáculo
dentro de un espacio determinado como lo es el aula, así surge la configuración de la
cultura escolar moderna.
La moralidad de Kant estaba vinculada a este ideal de la libertad personal mediada por
la voluntad, no había que obrar obligados por otros ante el cumplimiento de una ley,
sino que, desde la voluntad misma, se debía de creer en el valor de la misma. Kant
decía, “Obra como si la máxima de tu acción debería tornarse, por tu voluntad, ley
universal de la naturaleza” (Kant, 1977 citado en, Kant, 2003).
Kant plantea que el hombre educado a de tener disciplina, para que la barbarie no se
extienda por la humanidad, instrucción para generar habilidades en el hombre y que
este, mediante las mismas, logre un fin, una habilidad puede ser la escritura, su fin el
crear música y asi sucesivamente. Por otro lado, ha de tener civilidad, es decir, ha de
ser educado para agradar a los demás, poder vivir en sociedad y por ultimo, la
moralización, de nada sirve darle habilidades y herramientas si no sabe elegir las que
harán el bien.
Para Kant la educación se da de un humano educado a uno que no lo está, estos que
educan han de demostrar con su ejemplo ser poseedores de disciplina e instrucción ya
que si son maleducados sus educandos también lo serán. El que se encargue de la
educación ha de mantener un método pedagógico que permita que la educación se de
en buenos términos, este método no ha de ser imitado de sociedades de tiempos
pretéritos sino deducido en la misma naturaleza humana, así veríamos un cambio
abrupto en los ciudadanos y su humanidad.
También hará énfasis en la figura del adulto como parte de la educación del joven,
este tiene en cierta parte mas conocimiento que el joven en si, por eso, este último, ha
de escuchar y obedecer a su mayor. “Las cabezas pensantes pertenecen a un mundo
científico inmerso en interdependencias interrumpidas, los adultos pertenecen al
mundo científico o filosófico moderno, y los jóvenes al antiguo, para entender
adecuadamente, si se aprovechan las opiniones del mundo antiguo, se debe tener,
pues, respeto para el mundo científico antiguo y agradecimiento para con los adultos”
(Kant, 2003).
También va a determinar que se ha de enseñar de todo un poco, pero con solidez, con
tal de que el alumno tenga diversos conocimientos, pero de manera sólida y no
superflua. También sostendrá que tanto hombres como mujeres han de ser educados.
Por otro lado, aporto al desarrollo del currículo donde toda disciplina que sea
estudiada en el establecimiento ha de ser considerada científica, si esto no era asi se
los termina por excluir. El positivismo instauró, también, un darwinismo social, donde el
que se adapta a la escuela es el que triunfa y aquel que no, es porque tiene mala
conducta, por lo que se lo trataba como un organismo enfermo y se termina por ubicar
en una escala menor en la escala evolutiva. El sujeto comenzó a ser visto desde una
mirada psico-biológica, donde en el hecho educativo intervenían cuestiones de su
raza, de sus genes, de su anatomía y grado de evolución, también de su conducta y
adaptación al medio, si este no lo hacia era un problema que como explicación tenia
una falla en su cuerpo.
En cuanto al aula tradicional, durante el siglo XIX, sobre todo en su segunda mitad,
luego de tantos métodos propuestos por pedagogos y pensadores, es el laselliano
simultaneo el que triunfa. Las practicas escolares, como los horarios, el espacio y el
control de los cuerpos quedaron bajo la mirada de este modelo. Se privilegiaron
operaciones básicas como el contar, el saber escribir y leer como parte del currículo
de la nueva escuela que surgía. Así, la figura docente se establece según la mirada de
La Salle frente a muchos alumnos, guiándolos y pastoreándolos, una imagen superior
a la del alumno, basado en el orden de la clase y el control sobre los alumnos.
Aparte de ello, el positivismo establece un método pedagógico científico para que los
docentes lo apliquen. Se ha de establecer un método capaz de prescindir de la
voluntad del alumno y más allá de las dificultades lograr que el aprendizaje se de.
Así, el modelo de la escuela moderna quedo fundido en la imagen de “El alumno vacío
y pasivo, reductible a lo biológico y lo asocial. Se debe controlar su cuerpo y formar su
mente. El docente fundido en el método, reducido a ser un robot enseñante. Los
saberes como científicos y nacionalizados” (Pineau y otros, 2011).
Este santuario prohibía la presencia de los padres y de cualquier otro órgano publico
que se ajeno a la escuela. Se constituye un ambiente especial donde solo coexisten el
sujeto que aprende y el que enseña.
De esta manera y con estos ideales, durante el siglo XIX, surgieron los distintos
sistemas educativos, como en Argentina en el año 1884 donde la educación primaria
fue concedida como gradual, obligatoria y publica. La escuela se volvió el lugar donde
reside el conocimiento, el futuro y el sostenimiento de una nación. La necesidad de
educación y de un grado académico, poco a poco, fue concebido como necesario, por
lo que la escuela se volvió mas extensa, mas fuerte y mas presente en las sociedades
del siglo XX.
Con el fin del positivismo en la educación, a comienzos del siglo XX surgirán las
llamadas Ciencias de la Educación. Las cuales son un conjunto de ciencias que tratan
de dar un carácter científico y experimental a la educación, mediante la disgregación
disciplinar en las áreas educativas. Esto hace referencia que cada ciencia estará
encargada de estudiar y analizar mediante una metodología una parte especifica de la
educación, pero no de cualquier tipo de educación, es la educación escolar.
Es desde estas ciencias donde se comenzará a teorizar la escuela del siglo XX, ya
que la conformación de la escuela tal cual se establece a fines del siglo XIX solo
durara en el contento y apoyo pedagógico un tiempo, ya que tanto pedagogos como
psicólogos, sociólogos y filósofos comenzaran a ver problemáticas, necesidades y
urgentes cambios en la escuela moderna. Así comienza un largo trayecto de teorías
pedagógicas que estarán destinadas a la creación de un nuevo sujeto de la educación
y una nueva escuela, comprendida, esta vez, desde múltiples miradas y no desde una
sola.
El énfasis que realizo sobre que el saber y la producción pedagógica se volvió en torno
a la escuela es para dar a entender que es, en estas ciencias, que se descandena el
saber pedagógico de este siglo. Ya no como meras teorías individuales o
pensamientos sociales, sino, mas bien, escolares. Las teorías pedagógicas no
quedarían exentas del turbulento siglo XX, a pesar de su enclaustramiento inicial en lo
escolar, las influencias de teorías psicológicas, políticas y sociales darán lugar a
nuevas configuraciones pedagógicas basadas en el contexto y la influencia intelectual
de dicho siglo.
El siglo XX trajo consigo muchas cosas y a la vez la perdida de varias de estas, las
guerras y los contextos turbulentos de inicio y muerte de varias naciones marcan en si
al pensamiento pedagógico contemporáneo. Tal es el caso de la corriente pedagógica
antiautoritaria, que como principal propulsor tiene al pedagogo y educador escoces
Alexander Sutherland Neill (1883-1973).
Rousseau dispone de la infancia como etapa central del desarrollo natural del humano,
para él no tenía que haber intervención del adulto, sino que se debía dejar lugar a la
infancia y su propio desarrollo. “Dar tiempo para que madure sin la influencia
perniciosa de los educadores ansiosos por transmitir verdades y normas morales. No
se debe educar, es mejor abstenerse, no se deben transmitir preceptos ni
informaciones, se trata únicamente de crear unas condiciones idóneas para el libre
desarrollo de la naturaleza”. (Trilla y otros, 2007).
Por otro lado, esta corriente estará influenciada por los ideales del anarquismo, en el
cual se manifiesta la necesidad de la libertad del sujeto de toda represión, tanto por
parte del Estado, como por parte de la Iglesia y la economía capitalista. Para el
anarquismo el sujeto a de vivir en libertad plena y dejar lugar a su desarrollo personal.
Los anarquistas también propusieron el ideal de un ordenamiento social igualitario,
para que esto se de se debía de dar lugar al florecimiento de la bondad del humano y
esto solo se podía lograr mediante la ausencia de poderes autoritarios, posibilidad de
ejercitar la libertad y el reconocimiento de la dignidad humana.
Por último, tendría las influencias de Sigmund Freud, este psicólogo decía que las
represiones a la sexualidad daban lugar a la enfermedad, la neurosis. Por ello el sujeto
había de ser libre de toda represión y encontrar un equilibrio en sí.
Neill traerá todas estas ideas en su pedagogía, el ideal de la misma es que el niño se
autodesarrollo y autocontrole. Es decir, que tenga una autonomía en si mismo, que
pueda ser niño, que juegue todo lo que quiera, que tenga la oportunidad de elegir si ir
a clases o no. Ya que con este desarrollo propio y autonomía se lograba que el niño,
más adelante, reconocería sus objetivos y deberes.
La educación había de ser cálida y amorosa, para Neill la única forma de proceder en
educación es ponerse del lado de los niños, eliminando toda forma de castigo, de
represalias o sermones. De modo de que estos crezcan a su manera sin presiones del
exterior. Al mismo tiempo, basado en la bondad humana y la felicidad, Neill explicaba
que los malos comportamientos de los niños se debían a falta de amor y felicidad, por
lo que había que concedérselo, ya que todos estamos destinados a ser buenos, pero
solo se puede a través del amor y la felicidad. Para que se logre esto se debía trabajar
a partir de la formula amor y libertad, querer a los alumnos y no castigarlos,
comprenderlos y al mismo tiempo dejarlos en libertad, no darles ordenes ni
reprimendas, mostrarse cercano y dejarlos que se auto perciban, que jueguen que
sean niños y disfruten su infancia.
Para Neill para lograr la felicidad mediante el amor y la libertad había que incidir sobre
las emociones de los niños, ya que solo cuando estos la conozcan y las entiendan,
logren un equilibrio, podrán aprender, ya que para el lo emocional precede a lo
intelectual. Las emociones “Tienen más importancia porque son la puerta que
asegura la felicidad, pero también porque harán posible cualquier tipo de
aprendizaje y de esfuerzo que en el futuro deba llevar a cabo la per-sona. La
construcción personal y la adquisición de conocimientos dependen de una vida
emocional equilibrada” (Trilla y otros, 2007)
(Nota, Alexander Sutherland Neill, en sus últimos años de vida, 2011, Blogspost (
http://gem-vita.blogspot.com/2011/03/a-s-neill.html) ).
A pesar de que la teoría de Neill fue aplicada, pero en muy pocas partes y no
completamente fiel a su pensamiento. La importancia teorética de Neill es la
concepción amplia del sujeto de la educación, como un sujeto que ya no es reducido a
lo biológico o lo psicológico, sino que es mirado desde la pedagogía, de sus
emociones, de sus propios designios. Neill logra problematizar el vínculo pedagógico
entre estudiante y docente, deja lugar a una concepción mas amplia y diversa acerca
del alumno y el profesor, ya no es concebida como una relación de poder, sino una
relación de iguales, se concibe desde una necesidad de que la relación manifieste sea
un amor y respeto reciproco, se da espacio a que el alumno se desarrolle, sea activo y
participe desde su autonomía para con el aprendizaje, no es necesario imponerle una
obligación, sino que la misma deviene desde su propio desarrollo.
Este ideal pedagógico es propio de las Ciencias de la Educación, desde las cuales se
pretende indagar cada vez mas en estos cambios y subjetividades dentro del sujeto de
la educación, como es que se ve afectado por su entorno, por su relación para con el
profesor y su participación para con el aprendizaje, es decir concebir la subjetividad
desde múltiples miradas que enriquecen la teoría y hacen lugar a una mirada mas
diversa. No solo va a ver una mirada desde la pedagogía, sino que también desde la
psicología de la educación, que estableciendo y haciendo publico el proceso del
desarrollo del niño dará lugar a nuevas acepciones acerca del sujeto de la educación,
estas ideas serán promovidas por el psicólogo y epistemólogo suizo Jean Piaget.
Jean William Fritz Piaget (1896-1980) fue un psicólogo, biólogo y epistemólogo suizo
que realizo grandes aportes a la psicología genética y del desarrollo por su teoría del
desarrollo por estadios. Su movimiento se denomina constructivismo, ya que, para
Piaget, a partir de una indagación epistemológica acerca de como se produce el
pensamiento científico y del conocimiento mismo indago, mediante investigaciones, en
el desarrollo cognitivo del niño para comprender como se pasaba de estados de
conocimiento simples a estados mas complejos, teorizo acerca de que estos estados
se van desarmando y armando constantemente.
Para Piaget el conocimiento se produce en la relación del sujeto con los objetos, ya
que cada cosa nueva que se perciba en el ambiente entrara en conflicto con las cosas
que ya conocemos, ya que, nuestra estructura cognitiva, al ver que hay algo
desconocido comenzara a entrar en un proceso de desequilibrio en el cual se
comienza a asimilar el nuevo concepto u objeto que se percibe, mediante el proceso
de asimilación el sujeto introduce lo nuevo en su estructura cognitiva para que luego
se genere un cambio estructural, donde se deconstruya la estructura anterior donde el
concepto u objeto nuevo no estaba presente y se construya una nueva estructura
donde se asimile y acomode el nuevo concepto.
A pesar de que la teoría de Piaget no es una teoría educacional sirvió para que
muchas de estas teorías se basen en los postulados piagetianos, Piaget trae consigo
la concepción de un sujeto que ya no es pasivo en el aprendizaje, sino que es activo,
es el constructor de su propio conocimiento, las diversas adaptaciones pedagógicas,
han resuelto y concebido al docente como guía de este desarrollo cognitivo, alguien
que acompaña el aprendizaje sin forzar situaciones, ya que, para el psicólogo, era
imposible adelantar o hacer más rápido al desarrollo, por lo que no había nada que
forzar. “ (…) Señaló que para él, el problema no residía en lo rápido que podamos
hacer crecer a la inteligencia sino en lo lejos que podamos ha-cerla crecer”
(Duckworth, 1981, citado en Trilla y otros, 2007).
Por ello el valor asignado a la profesión docente también entra en crisis, la vocación ya
no es algo que se tenga en cuenta en la labor docente, hoy se buscan personas que
sepan lo que hacen más allá de sus ideologías y creencias. La idea de una misión
decayó en la profesionalización del docente, en la mirada del docente como trabajador
y no miembro de un culto. Su autoridad ya no es divina e indiscutible, sino que se
construye en conjunto con el alumno, al mismo que tiempo que se construye en
conjunto el aprendizaje, el profesor aparece como guía y no autoridad indiscutible.
Esto genera que el mismo sujeto debe de ser comprendido más allá de las paredes del
aula y de la cultura escolar, ha de ser comprendido bajo la mirada de múltiples teorías
y de contextos, de hipótesis nuevas que devengan en como enseñar en un tiempo tan
complejo y diverso como el actual, ya no sirven las configuraciones de la escuela
moderna, sino que se necesita de una mirada mas concreta, esto es lo que plantean
las teorías educacionales actuales.
Como ya se viene internalizando en esto, retomo lo que dijo el Dr. Alejandro Cerletti
(2017) acerca del sujeto de la educación actual, desde esta mirada diversificadora “La
palabra sujeto, hace referencia a muchas cosas y es un término muy frecuente en
diferentes campos: la gramática; la psicología; la filosofía, el derecho, etc. La palabra
sujeto transita de alguna manera por todos esos territorios, que, en el ámbito de la
educación, suelen operar de alguna u otra manera, de alguna forma convergen y en
ocasiones se entrecruzan. Entonces aparece el sujeto del aprendizaje, el pedagógico,
el sujeto escolarizado, el sujeto de derecho a la educación” (Cerletti, 2017).
Es decir, las configuraciones actuales del sujeto de la educación plantean una apertura
de un campo donde confluyen, perspectivas, paradigmas, ideas y teorías en torno a la
subjetividad educativa actual. Podemos decir que el sujeto de la educación actual es
un sujeto complejo traspasado por su propio contexto y cultura, por sus necesidades y
relaciones interpersonales. Al mismo tiempo que confluye en el aprendizaje en relación
con el docente, es decir, es llevado por el docente al aprendizaje, pero no solicita
docilidad, sino, más bien, una guía hacia el camino del aprender.
Es un sujeto que esta en contacto directo con la realidad, que no esta mas apartado,
que necesita un espacio de formación para afrontarse ante las problemáticas y
necesidades del mundo actual, ya no mas como un ciudadano o defensor de la nación,
sino como persona que se sujeta a los tiempos actuales, en su forma laboral y social.
Conclusión: La subjetividad educativa es histórica y social
El recorrido realizado nos deja varias respuestas, entre ellas que la subjetividad del
alumno no es algo estático sino dinámico, al igual que la sociedad muta, las
necesidades también, con ello se dan nuevas consideraciones y acepciones sobre las
instituciones con el ideal de incluirlas en el pensamiento de época. La escuela fue ese
centro durante siglo y hasta la actualidad, la configuración del sujeto, es la
configuración del mercado, de la economía, de la política y de la sociedad ya que, todo
ello, termina en confluir en como comprendemos a la persona y, por lo tanto, al
alumno.
Por ello hay tantas crisis en la actualidad porque la escuela no se logra a adaptar al
ahora, a la postmodernidad que con sus crisis y necesidades confronta y desequilibra
la estructura moderna, aun presentes en las escuelas, ya que, retomando a Fanfani,
las escuelas publicas aun tienen huellas de su origen.
Las Ciencias de la Educación son un buen espacio para estas nuevas configuraciones
porque son las reconocen el sentir de estas nuevas subjetividades, es desde la
pedagogía que se comprende la necesidad de una adaptación del currículo, desde la
didáctica que se tiene que dar cambios en los métodos de enseñanza y desde la
psicología educativa que la relación sobre exigencia escolar y el seguimiento de
mandatos escolares conllevan al fracaso escolar.
Comprendamos que las miradas tienen que ser pluralistas a la hora de comprender a
la subjetividad educativa, y no singular. Ya que el sujeto actual es complejo y se
encuentra en una realidad difícil, traspasado por un contexto de desequilibrio y de una
cultura cambiante, por lo que se necesita ser complejos a la hora de abordar este tipo
de puntos.
Bibliografía