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Los orígenes de la subjetividad educativa: La confrontación entre modernidad y

postmodernidad

Mateo Buñola

Profesorado de Educación Superior en Ciencias de la Educación

2ºdo año

María A. Cergneux

Julio, 2022
Introducción: ¿Qué y quien es el sujeto de la educación?, hacia una
comprensión socio-histórica.
La escuela como todo lo que hay en ella es producto de la evolución del hombre y de
la sociedad misma “La escuela es un producto histórico, una verdadera construcción
cultural sometida a las condiciones de aparición y de construcción de la civilización
occidental” (Noro,2006). Tanto la subjetividad educativa como la escuela fueron
productos de tensiones socio-históricas y de momentos decisivos, a partir donde los
pedagogos teorizaron y dieron a entender las nuevas configuraciones de la escuela y
la subjetividad a partir de dar una respuesta a los nuevos tiempos.

El sujeto de la educación va a surgir junto a las teorías educacionales del siglo XVI, las
pedagogías humanistas son las que dan lugar a teorizar sobre la figura del alumno.
Estas teorías traen consigo la división entre alumno y profesor, entenderán su relación
desde un punto de vista pedagógico donde se comenzará a hacer hincapié en las
acciones necesarias que tenían que tener el uno con el otro para que se dé realmente
el aprendizaje.

Se entiende que hay un sujeto que está aprendiendo y, por consiguiente, esta cuando
se enseña. Se da lugar a la personificación del alumno, se lo humaniza y se
subjetiviza. Así dan lugar a teorías donde postulan que este sujeto se cansa, tiene
necesidades, adopta distintas formas de aprendizaje, entre otras cosas.

Aunque se llega a configurar una subjetividad idónea, los tiempos cambian y con ellos
las concepciones también. La escuela y el sujeto de la educación fueron blancos
perfectos para dar respuestas a las necesidades de las sociedades capitalistas en
alza, por lo que la escuela se transformó en una maquina fabricante de sujetos útiles y
que respondiesen a las necesidades de la nación, que se vuelva alguien útil para su
familia y la nación.

Aunque el poder de la escuela parecía débil esta se fortaleció y se expandió por todo
el siglo XIX, se enclaustro al sujeto dentro de las paredes del aula y se enalteció al
docente para dar lugar a la creación de un ciudadano ilustre, que debía de educarse
por derecho y por obligación para con la sociedad. Un sujeto ordenado y disciplinado
por la escuela moderna.

Años más tarde, durante el siglo XX, y la llegada de las Ciencias de la Educación la
maquina educativa fue criticada y se comenzó a teorizar en una nueva escuela y un
nuevo sujeto, este visto desde múltiples perspectivas, ya que se creía insuficiente el
aporte desde una única mirada, el sujeto se comenzó a configurar y a visualizar desde
su personalidad, contexto y cultura.
Genealogía de la escuela moderna y de la subjetividad educativa

La acción pedagógica de educar es antiquísima, se remonta a los inicios de la


humanidad misma y de la historia. El hecho educativo es pluralista, se da en muchas
partes y en muchos momentos, hoy día tenemos la concepción de que el hecho de
educar solo se da dentro de la institución escuela, pero no es así, la escuela no
siempre existió, pero el hecho de educar sí.

A veces se nos olvida de que la escuela es un producto de la mano de obra humana y


no de la existencia misma, porque no nos detenemos a preguntarnos ¿De dónde
proviene la escuela tal como la conocemos?, ¿Acaso el sujeto de la educación
siempre existió? ¿La relación alumno-profesor de dónde devino? El cuestionarnos y
cuestionar nuestro entorno nos lleva a la verdad, a relucir por qué y el para que, de las
cosas, en este caso buscar la verdad de la subjetividad escolar misma y de la escuela,
para ello hay que remontarse a varios siglos atrás.

La escuela en si, como la conocemos hoy día, es algo relativamente nuevo. Pero su
planteamiento es algo antiguo, el hecho educativo, en la antigüedad, se daba de
manera individualista, donde un preceptor, el cual cumplía el rol del docente, daba
lecciones particulares al alumno. Esto se daba en sus casas o en otro lugar, pero nada
particular como una institución como la escuela de hoy.

En la antigüedad no había un planteamiento determinista o tan claro sobre la


subjetividad del alumno, aunque los filósofos antropológicos y socráticos han
propuesto maneras de trabajar para con el alumno-discípulo, ideas que daban lugar a
la imagen de un sujeto, pero que no eran muy utilizadas o bien vistas un claro ejemplo
es el caso de Sócrates y Agesilao “(…) Sócrates y, más tarde, Agesilao, hacían
primeramente expresarse a sus discípulos y luego hablaban ellos. Y es la
consecuencia de un alma superior, enérgica, el saber condescender a exterioridades
pueriles y saber guiarlas” (Montaigne citado en, Guaglione, 1939)

Esta idea de escuchar al discípulo y poner en juego su mirada y la del maestro no


agrado mucho, no es algo que se mantuvo. La subjetividad del alumno no era
pensada, sino que, inconscientemente se lo incluía en las maneras de enseñar, es
decir, no había conciencia de que en el proceso de enseñanza y aprendizaje se
instaura una subjetividad que tiene una forma especial de entender, de formarse, etc.
Sino que sabían que había un alumno, pero no que había un sujeto en sí, alguien que
aprende de una forma, de una manera, que piensa, etc.

Quienes realmente se ocuparon de instaurar una relación basado en una teoría


educacional fueron los humanistas del renacimiento, los cuales dan entrada a la
subjetividad educativa del alumno, su pensar, su necesidad, su participación en el
proceso de enseñanza, esto se comenzó a teorizar a partir del siglo XV y XVI.

Siguiendo con la cronología, la educación individualista perduro durante siglos, hasta


que, durante la Edad Media el monaquismo tomo las riendas de la educación. Ante las
incertidumbres del estado del mundo a causa de la caída del imperio romano y las
invasiones bárbaras por Europa junto con la expansión y lucha del cristianismo contra
el paganismo, la Iglesia católica se comenzó a preocupar por conservar la cultura y la
religión en las masas, por ello, figuras como San Isidoro de Sevilla, obispo de Sevilla,
España, se preocuparon por preservar la cultura, por ello, este obispo, decide escribir
un gran libro titulado “Etimologías”.

En las etimologías se resguarda gran parte de la información acerca del mundo, de la


naturaleza, de la filosofía, de la moral. Isidoro, gracias a su escrito, comienza a instruir
a estos pueblos barbaros y marca un inicio de la toma de poder de la Iglesia sobre la
educación.

Los monasterios surgieron en todo este contexto, los mismos tenían como regla
general la vida apartada y resguardada de la sociedad, para poder orar y estar en paz.
Estos estaban habitados por personas, denominadas “Monjes”, los cuales entregaban
toda su vida a Dios y vivían en el celibato, estos vivian apartados, en gran parte, de la
sociedad porque era la única manera que tenían de alejarse de las invasiones
bárbaras y la expansión del paganismo.

Estos monasterios fueron los encargados de sostener la educación en tiempos


turbulentos, ya que, como veían que el paganismo avanzaba quisieron hacer algo para
que el cristianismo sobreviva y se expanda, por ello fundaron las escuelas abaciales y
episcopales, de estas salieron las escuelas parroquiales, madres de las escuelas
primarias. Las parroquiales alojaban a los niños y a las personas en edades donde la
pubertad asomaba, ya que pensaban que si los tenían bajo su tutela no cometerían
impurezas propias de dicha edad. También lograban mantener a los niños apartados
de las influencias del paganismo para que los mismos se instruyan en el cristianismo.

Así, “De los conventos salieron los intrépidos misioneros que convirtieron al
cristianismo los pueblos paganos del norte y oeste de Europa, y que fundaron por
todas partes escuelas para niños y para adultos, por lo cual prestaron al mundo un
servicio de alta importancia” (Paroz, 1889). Es decir, los conventos traen la figura de la
institución escuela y la divide por edades, así comienza a surgir, de forma muy
precaria, un esbozo de lo que seria la escuela moderna. Los regímenes de tiempo, de
regulación devenían de las grandes abadías medievales.

Pero, con el tiempo, las abadías entraron en decadencia, junto con ellas las escuelas
abaciales, las mismas quedaron sulfuradas en el tiempo. En cambio, se comenzaron a
fundar escuelas muy particulares como las municipales y las gremiales, dedicado a lo
más básico de la enseñanza. Tiempo después surgirían las universidades y con ella la
filosofía escolástica, donde la ciencia servía a la teología, no se podía dudar de los
designios de Dios en nombre de nada.

En ese tiempo tampoco había mucha noción de la relación pedagógica y la


subjetividad del alumno, ni un solo cuestionamiento o pensamiento particular, esto es
porque, según Manon V. Guaglione (1939) “Las teorías de la educación no nacen
cuando una sociedad está organizada dentro de un tipo determinado; suelen aparecer
en épocas de transición, de desequilibrio, cuando el ideal soñado no coincide con la
realidad de la vida. Grecia no dejo una teoría educacional porque su ideal estaba
cumplido en la vida diaria, lo mismo en la Edad Media” (Guaglione, 1939).

Pero, esta época de transición llego a finales y mitad del siglo XV, donde en las
universidades se comenzaron a propagar los estudios de los clásicos griegos y de la
cultura misma, también en la llamada “Facultad de artes”, la cual era una especie de
propedéutico para el ingreso de la Universidad, allí ejercían los llamados “Artistas” , los
profesores de dicha facultad los cuales enseñaban basados en la escolástica, la
enseñanza era rigurosa y no tan crítica, era observar y entender, era una educación
erudita memorística.

Esto cambia con la llegada de los “Humanistas”, eran llamados así a los profesores
que enseñaban las dichosas “Humanidades”, estas humanidades designaban a la
literatura clásica, su filosofía y su lengua, era una educación mas bien critica, se
quería lograr que la persona asimile el conocimiento y que no solo lo memorice. La
expansión de este movimiento cultural hizo que varios comiencen a ver en la
actualidad medieval un “Estancamiento” y la necesidad de un cambio, uno de los mas
grandes escritores de la temprana modernidad, Petrarca, afirmaba “(…) Por todas
partes de Italia y Europa abundan las pruebas de que el mundo ha llegado a una
misera, reciente e innegable decadencia (…)” (Petrarca citado en, González, 1989).

Petrarca es el que inicia el cambio con sus declaraciones, el cambio que sugiere esta
en el revivir/resucitar a un pasado lejano, pero más luminoso que la oscuridad de su
tiempo. El siguiente paso se dio cuando se proclamó el renacimiento de las artes y la
literatura de la antigüedad, así comenzaron a traer devuelta a los antiguos griegos y a
desechar los hechos medievales.

Así, personas como Dante Alighieri, Boccacio y Petrarca iniciaron un nuevo comienzo
de la historia, el renacimiento.

Con la caída de Constantinopla en 1453 varios intelectuales migraron a Florencia


donde se instauraron y compartieron su sapiencia, de esta manera se comenzaba a
fomentar un tipo de cultura particular, de arte, de pensamiento, denominado
renacimiento. Dentro de este renacer de ideas estaba la idea del hombre mismo, su
visión filosófica, el pensamiento se vuelve a centrar en el hombre mismo, su
naturaleza, su sentir y su pensar, traen consigo la filosofía de los griegos que brindaba
una mirada especial sobre y por el hombre, todo esto en la corriente del famoso
humanismo expandido por Italia. “El humanismo pone a los hombres en contacto con
los clásicos, en cuyas obras beben la concepción de una vida nueva que sueñan
realizar. Comprenden el vacío de la propia, fundada en un equivocado desprecio de
todo lo humano. Ya no se considera al hombre como algo desdeñable. Por el
contrario, se entonan cantos a la naturaleza humana. Aunque se le encuentre incapaz,
se le excusa y justifica porque se cree en la bondad prístina del hombre. Se magnifica
todo lo humano por el solo hecho de serlo (…) el hombre no acepta las cosas como
las encuentra o las recibe; las somete a las critica; en las que ensaya sus propias
fuerzas” (Guaglione, 1939).

Así se da la mirada a lo humano, se traen a los sofistas, a los cínicos y a los


hedonistas, los cuales se adentraron en la antropología misma y el fin del hombre, el
mismo Protágoras, miembro de los sofistas, decía que el hombre es la medida de
todas las cosas. Estas ideas influyeron en el hecho educativo, muchos eruditos de la
educación y pedagogos comenzaron a vislumbrar este ideal de lo humano en la
educación, dando espacio a teorizar y estudiar aquella subjetividad tan olvidada, la del
alumno, así comienza a surgir esta mirada la del sujeto que aprende. Como siente,
como aprende y como se relaciona con el profesor serán algunas de las cosas que
plantearan estos pedagogos que comienzan a criticar el sistema educativo y
comienzan a proponer nuevos modelos.

Ejemplo de ello es el humanista y educador italiano Victorino de Feltre (1378-1446),


fue un profesor y humanista italiano, estudio griego y fue profesor de filosofía y retorica
en la Universidad de Padua, luego de terminar con ello volvió a Venecia y fundo un
establecimiento educativo, en ese momento, el príncipe de Mantua, Juan Francisco
Gonzaga lo llamo para que se haga cargo de la educación de sus hijos, este accedió y
comenzó con el hecho educativo.

Lo particular de Feltre son sus planteamientos pedagógicos acerca de como enseñar


al niño y como atender a sus particularidades, el sometía a los niños a largas tareas y
a ejercicios físicos, pero no solo los alumnos lo hacían sino el también, se mostraba
como un ejemplo a seguir. También, “Victorino se esforzaba siempre para hacer de
enseñanza agradable y para evitar al hastió y el cansancio. Opinaba que los placeres
del estudio deben hacer olvidar el sacrificio que impone” (Paroz, 1889).

También tenía gran consideración por los que tenían problemas de aprendizaje,
preparaba sus clases con ese pensamiento, ya que no se daba por satisfecho que
algunos aprendan y otros no, él quería que todos puedan aprender. Victorino atendía
cada una de las dudas que sus alumnos tenían, a el le gustaba que se le consultasen
siendo compasivo y paciente con los mismos. Exigía siempre atención y sabia cuando
alguien se distraía y trataba siempre de que todos escuchen.

Gracias a todas esas consideraciones, Victorino logro fundar su propia escuela laica
en Mantua siguiendo este método. Acá se puede ver esta idea educacional, centrada
en las necesidades y problemáticas del alumno, se logra instaurar esa subjetividad del
otro, el otro tiene una necesidad y una forma de sentir.

Por otro lado, en Francia también llego el movimiento del humanismo el mismo
impregno en distintos ámbitos de la vida y cultura francesa, un ejemplo de ello era la
sociedad del convento de Port Royal des Champs, los mismos eran eruditos que
compartían sus saberes y entendimientos entre sí, estaban influenciados bajo el
Jansenismo, doctrina que como padre tenia a Jansenio (1585-1638) teólogo y profesor
del renacimiento, amigo del director de Port Royal, el abate Saint Cyran. Jansenio
baso su doctrina en “Las ideas de San Agustín acerca de la corrupción natural del
hombre, del dogma de la gracia y de la doctrina de la predestinación” (Paroz, 1889).

Dentro del convento también habitaban monjas cistercienses, las cuales, junto a estos
eruditos, impartían clases dentro de las pequeñas instituciones que se encontraban
dentro del espacio alrededor del convento y en terrenos de granjas propiedad de la
comunidad, estas escuelas subsistieron hasta el año 1660.

Dentro de estas instituciones se “Simplificaba” el estudio, para que los alumnos no se


cansen y puedan disfrutarlo, sin caer en hacerlo como un juego. Les interesaba que
los preceptos sean simplificados y que hagan mucho énfasis en los ejercicios, ya que
preferían que comprendan los textos a que lo repitan. Se procuraba siempre ejercitar
la memoria y la mente sin atosigarla.

Los maestros daban clases en el aire libre, en verano las daban bajo las sombras de
los árboles o en la orilla de algún arroyo. “El ejemplo de los maestros, las lecciones
familiares que los oían y todo cuanto les rodeaba, contribuía a inspirar a aquellos
jóvenes el gusto de lo verdadero y lo bello” (Paroz, 1889).

Las religiosas se encargaban de las niñas mientras que los eruditos de los niños, las
niñas eran muy vigiladas y cuidadas, se trabajaba en una educación que conserve su
delicadeza e inocencia. Por ello las religiosas siempre demostraban amor y respeto
por sus alumnas, velaban por todo lo que haga posible su desarrollo intelectual y
moral.

(Nota, Port Royal des Champs, pintado por Louise-Madeleine Cochin, 1710-1713,
Wikipedia, (https://es.wikipedia.org/wiki/Port_Royal_des_Champs) )

Es, el ejemplo de Port Royal des Champs un signo vital de la llegada del humanismo a
la pedagogía francesa y la relevancia que comenzaba a cobrar la subjetividad del
alumno en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Otro expositor importante de la pedagogía humanista francesa fue Michel de


Montaigne (1533-1592), filosofo, escritor y humanista francés, venido de una familia de
burgueses y criado bajo la tutela de su padre, el cual utilizo la pedagogía humanista
para criarlo, le impuso el latín como su lengua madre, Montaigne testimoniaba “Sin
arte, sin libros, sin palmetazos y sin lágrimas, aprendí el latín con tanta pureza como
mi maestro lo sabía” (Montaigne citado en, Guaglione, 1939). Luego creció y se
instruyó en el derecho, ejerció en la magistratura y en varios lugares, después de
bastante tiempo, siendo joven ya, decide apartarse del mundo y se recoge, junto a su
familia, en una torre donde desarrollara su filosofía e ideales. Años más tarde en 1581
es designado alcalde de Burdeos y termina por fallecer en 1592.

Su padre fue fundamental en sus ideales, ya que tras su muerte este quedo muy
afectado y declaro que la voluntad de su padre se ejerza sobre su accionar.
Montaigne critico a los maestros de la época, decía que su formación era típica de la
escolástica, un profesor erudito que tenía mucha información pero que no la
comprendía y no la hacia comprender. Por lo que proponía un docente distinto, el
misma tenía que llegar a la altura del alumno, es decir, tenía que dimensionar su
enseñanza según las necesidades del mismo. Es “Adaptarse a la capacidad mental
del niño” (Guaglione, 1939), ahora lo que interesa ya no es la clase sino el niño.

Montaigne combatió la educación memorística y libresca, instauro, en sus ideales, la


idea de que se debe de ejercitar la razón, para que se comprenda lo que se aprende y
no memorizarlo. Otra propuesta de su teoría educacional es hacer agradable el
estudio, ya que veía, en los alumnos, cierta fatiga por las largas horas que se dedicaba
al estudio en sus tiempos y analizaba que muchos no terminaban por aprender.
Montaigne decía que el amor y el interés por las cosas lo hará llegar al conocimiento.

Luego propuso intervalos en los tiempos de estudio, para que se respeten las
necesidades fisiológicas y psicológicas del alumno, porque, en aquel tiempo, se
estudiaba entre 12 y 15 horas diarias. “La repartición del día escolar debe hacerse
alternando las horas de trabajo con las de expansión y ocio. Los horarios perderán su
rigidez, todas las horas serán una, todos los sitios serán de estudio para el discípulo”
(Montaigne citado en, Guaglione, 1939)

También dispuso un fin a los castigos corporales en su pedagogía, asimilaba que la


bondad y la amabilidad debían de ser parte del docente a la hora de enseñar,
apuntaba a encontrar un punto medio entre la rigurosidad y la bondad, ya que quería
que se eduquen hombres gentiles que puedan defenderse en la vida. Planteaba que si
lo que enseñaba no se lograba asimilar por la razón del alumno, menos se podrá si se
fuerza a este mediante la violencia.

Así fueron los comienzos de las teorías educacionales concretas y de una larga
tradición del estudio de la subjetividad del alumno, la cual, al igual que la escuela, se
encontrará influenciada por los valores más sagrados de una sociedad y tiempo, como
en este caso del renacimiento serían los clásicos y sus ideas, mas tarde esto
cambiaria repentinamente. Pero ahora seguiremos con la genealogía de la escuela
moderna y nos alejamos un poco de la subjetividad educativa.

En cuanto a la autoridad del maestro y la genealogía de la escuela hay que


remontarse a Alemania, durante el siglo XVI, donde estaban los hermanos Jeromitas,
los cuales velaban para que todos sean educados o, aunque sea, en los límites que
podían serlo. Lo que lograron los Jeromitas es que se mantengan ciertos preceptos
cristianos como la figura de Cristo en los estudios y sus ideales en la escuela, dando
una especie de equilibrio con la llegada de las ideas clásicas paganas al curriculum.
“(…) Sosteniendo de este modo la ciencia bajo el imperio de las ideas cristianas. Así,
mientras en Italia el renacimiento de las letras degeneraba en un paganismo terrenal,
en Alemania adquirió un carácter religioso y dio, por último, origen a la reforma”
(Paroz, 1889)

Así la pedagogía humanista estaba influenciada, en parte por los estudios clásicos e
ideas filosóficas de los griegos, acompañada de la crítica de los humanistas, y, por
otro lado, las ideas cristianas. Esto genera diversas miradas tanto en el alumno, pero
sobre todo en el maestro, el mismo va a ser concebido por algunos pedagogos como
un sujeto que tiene una misión divina de Jesucristo, la cual es cumplir con el deber de
la instrucción de los niños.

De ahí el origen de la vocación del maestro, un ejemplo de esto son las ideas del
cardenal italiano Carlos Borromeo (1538-1584), el cual fundo varias escuelas en Italia,
para que dichas escuelas funcionen con regularidad estableció un estatuto escolar
para enmendar el trabajo del maestro como debía de ser: “En primer lugar debe
exigirse del maestro que sea por su fe y por su conducta luz del mundo, en segundo
lugar debe estar poseído por su amor a Dios y a su vocación, porque lo que se hace
sin amor, no puede agradar a Dios, en tercer lugar el maestro debe ser un modelo de
caridad, regocijándose del bien de su prójimo, tomando parte de sus males y
sufrimientos, (…) en sexto lugar el maestro debe estar armado de paciencia para
soportar las penas y fatigas de la escuela, los defectos de los niños, la malicia y la
arrogancia de los mayores (…)” (Estatutos escolares de la diocesis de Milán, citado en
Paroz, 1889)

En si había una misión divina, por lo que, la misma profesión, se volvía divina y quien
la ejerza tambien.

Luego, años más tarde, este renacimiento en las ideas religiosas alemanas, tal como
lo dice (Paroz, 1889), terminan dando lugar a la reforma luterana, en la cual se
realizan reclamos a la Iglesia Católica por su comportamiento y acciones en cuanto a
la religión refiere, dando origen al cristianismo protestante, su impulsor Martin Lutero
(1483-1546) también impuso ideas educativas, pero esta vez referidas a la escuela y
no al sujeto.

La idea de Lutero era que, el Estado, en vez de estar gastando tanto en varias cosas
porque no daba destino a sus fondos para la creación de escuelas y bibliotecas. Esto
lo va a manifestar en su Carta del doctor Martin Lutero a los consejeros de los Estados
alemanes pidiéndoles la fundación de escuelas cristianas, del año 1524. En su escrito
deja asentado que hacen falta escuela para las juventudes, se necesitan para que
todos puedan trabajar. Se necesitaba de otro espacio que no sea únicamente la
familia, antes de la Universidad.

Lutero considera que todos han de ir a la escuela, también pedía que haya grandes
bibliotecas y librerías para que las obras puedan tener un lugar decente donde estén
resguardadas, ya que para el hay tanta información que guardar que no se puede no
tener bibliotecas.

Su voz se escucho y por toda Alemania se fundaron escuelas y bibliotecas, pero tanto
estas escuelas, como otras que fundaron otros pedagogos no duraron mucho en el
tiempo a falta de una organización sistemática y un compromiso por hacerla, aparte de
ello no era obligatorio sino selectivo. Pero lo importante es que tanto Lutero como
otros pedagogos posteriores sentaron las bases de la necesidad de un espacio
educativo no individual, cosa que se dará, pero años más tarde.

Hechos pedagógicos que quedaban como eso, hechos, contenidos ensimismados y


sin conexión. Nada perduraba, se necesitaba de una sistematización y reforma, por lo
que aparecerá una figura primordial que marca un antes y un después en la escuela,
esta es la figura de Juan Amos Comenio (1592-1670) obispo, filosofo y pedagogo
checo, dedico su vida a la religión y al escrito de libros sobre educación, entre ellos
esta Didáctica Magna del año 1657, “Comenio comenzó a escribir Didáctica Magna
con el fin de sistematizar sus ideas sobre la educación y, en especial, sobre la
enseñanza” (Camilloni, 2013).

En su Didáctica Magna, Comenio, va a expresar una estructura fiel de cómo debería


de funcionar la escuela y como y que enseñar en las mismas, para el la enseñanza,
fundada en la pansofia, debía de ser universal había que enseñar todo a todos. En el
capítulo X “La enseñanza en las escuelas ha de ser universal” aclara tres principios, el
primer es el gradualismo, el cual manifiesta un orden de los contenidos, él los va a
plantear por años, cada año se enseña una cosa distinta. Luego, el segundo hace
énfasis en los dos sexos el masculino y el femenino, tiene que haber una educación
para ellos, esto lo articula con su tercer principio que sostiene que se ha de enseñarles
el mismo contenido.

Por otro lado, en los últimos capítulos de su libro, Comenio sienta las bases de la
organización escolar, las cuales son:

“A) La escuela materna: Schola Materna, B) La escuela popular (La escuela primaria):
Schola Vernácula, C) El gimnasio (Colegio): Schola Latina, D) La universidad:
Academia” (Paroz, 1889). Cabe aclarar que Comenio retoma la idea de sus
predecesores, como la escuela popular de los monjes medievales y su escuela
parroquial, el gimnasio del sistema educativo alemán y la universidad del medioevo.

La escuela materna planteaba la crianza del niño hasta los 6 años, Comenio califico de
funesto el dejar a lo niños con nodrizas, esta educación debía de encargarse la madre
ya que era una disposición divina. En esta educación, Comenio, planteaba que el niño
ha de familiarizarse con todo lo que le rodeaba y le iba a rodear, entender su mundo,
por lo que planteo una educación basada en la intuición de los sentidos, que el niño
vea el cielo, las estrellas, los árboles, la vida en sí. “De esta manera la escuela
materna desarrollara los gérmenes de todas las ciencias y todas las artes” (Comenius,
1998).

Luego, para los 6 años, Comenio sostenía que a esa edad el niño ya tenía suficiente
madurez como para ingresar a la escuela popular, y que, antes de entrar, los padres
debían de alentarlo a que vaya y que no lo asusten diciendo que iba a ser un lugar feo
y que era muy violento, sino que era una “Mansión agradable llena de encantos y
atractivos” (Comenius, 1998). En esta escuela se instruía al niño en su lengua materna
y no en el latín, esta escuela tenía su currículo especial, como el cálculo, la lectura,
escritura y el catecismo. A la escuela popular la plantea dividida en 6 clases, teniendo
cada grado su libro particular escrito en lengua materna.
Luego estaba la escuela latina o gimnasio, donde se plantea la enseñanza de cuatro
lenguas y de las 7 artes liberales. Las lecciones estarían divididas en seis clases de un
año cada una. Un año la gramática, otro la retórica, etc.

Mientras que para la universidad no dio una indicación particular, solo que se
mantenga la universalidad de los contenidos. Comenio retoma las ideas pedagógicas
del humanismo y las trae en su Didáctica Magna donde se prohíben los castigos
físicos, se tiene una conciencia de la subjetividad del alumno y su particularidad, la
figura de autoridad del Docente y su modo de actuar, el cual compara con la del sol, el
mismo recorre todo el sistema solar dando vida a los planetas, lo mismo el docente
con sus alumnos, el cual tiene que iluminarlos para que crezcan como plantas.

(Nota, Comenio en su escritorio, del libro Didáctica General, Calzzeti, Hugo, 1963)

Así, la pedagogía y la escuela moderna se sistematiza, se logra un orden de ideas y


pensamientos acoplados en una única obra, que se publicará recién en 1657 y será de
gran ayuda para la conformación de la escuela moderna.

Años mas tarde, Juan Bautista La Salle (1651-1719) sacerdote y pedagogo francés va
a proponer un modelo de docencia basado en la misma misa, con la fundación de sus
escuelas y de su congregación de Hermanos de las Escuelas Cristianas esparció este
planteamiento pedagógico basado en dos pilares, el orden y el control. “No es el
ejercicio técnico lo que se sacraliza sino la relación de dominación que equipara al
maestro con su padre, el amo, el juez y el resto de los atributos de la divinidad”
(Alliaud y Duschatzky,1992:26, citados en Gvirtz y otros,2009)

“El orden y el control se aplican en el modelo de La Salle, mediante la simultaneidad


de la enseñanza, es decir, un grupo de alumnos recibe la misma instrucción al mismo
tiempo, a través de un único docente. Esta distribución se homologa, casi sin
diferencias, a la estructura de la misa. En esta, el sacerdote (El maestro) ocupa un
lugar central, frontal, elevado y diferenciado en relación con la asamblea (Los
alumnos) que se ubica en bancos” (Gvirtz y otros, 2009).
La Salle retoma el viejo modelo del pastoreo, una tradición de la Iglesia Católica, un
método en el que un pastor ha de guiar a varias ovejas. “Este organiza al grupo como
a su propio rebaño, el cual debe responderle, con incondicional obediencia, a quien lo
cuida y guía por el buen camino” (Dussel y Caruso, 1999, 53-56, citado en Gvirtz y
otros, 2009).

Este modelo simultaneo de la enseñanza trajo a colación la idea de la educación


masificada y la formación docente, el establecimiento de pupitres y elementos que
demarcaban una distancia entre el alumno y el profesor. Las ideas Lasellianas se
comenzarían a aplicar lentamente y generaría un orden en el nuevo modelo educativo
masificado, para ello la escuela y la educación se comenzaron a plantear desde la
disciplina, ya que el modelo humanista no retraía el orden u el control que planteaban
para este nuevo escenario de la educación. Mientras que la educación preceptoril cayo
en desuso poco a poco.

Así inicia la idea de relación pedagógica de la modernidad, una relación basada en la


autoridad y la figura sacralizada del maestro como única verdad y mediador en el
conocer. Esta figura se extenderá durante el siglo de las luces, el siglo XVIII y el siglo
XIX. Los ideales humanistas quedaban atrás, habían comenzado la sistematización de
la pedagogía y la escuela moderna, pero los ideales que gobernarán aquellas
instituciones serán muy diferentes.

El sujeto de la educación moderno y la pedagogizacion de la escuela


moderna: Orden y disciplina.

Los tiempos cambian y con ello las necesidades de un pueblo también, para
comienzos del siglo XVIII la clase social burguesa y los ideales del capitalismo se
habían extendido. Países como España se centraron en generar una transformación
económica dentro de sus sistemas, con el fin de que la producción crezca y con ella la
industria nacional, “Trabajo, producción y riqueza constituyen los nuevos pilares en los
que se asienta el bienestar y la felicidad individual y publica” (Varela, 1988).

Se buscará desde las monarquías absolutas, fruto de la modernidad, la modernización


y el crecimiento de la industria de la agricultura, industria, arte y comercio. Para ello
necesitarían un gran cambio social, el cual se da en la figura del intervencionismo
sobre diversas instituciones como la escuela y el gobierno. Dentro de la escuela lo que
se quería lograr era formar un tipo de sujeto que sea dócil y útil al crecimiento de las
industrias, se quería lograr “Ordenar y hacer útil a las muchedumbres productivas”
(Varela, 1988).

Esto se iba a dar bajo los ideales de las nuevas filosofías que comenzaba a emanar
tanto a mitades como durante el siglo XVIII, pertenecientes a la ilustración. Dentro de
esta filosofía se comenzaba a gestar la figura del hombre como ciudadano, como libre
y responsable cívico, se comenzaba a gestar y configurar la idea de un Estado, de la
libertad y de la igualdad. Pero, sobre todo del orden de las masas populares, mediante
la aplicación de la disciplina y la vigilancia, esto es a lo que se refiere Foucault (1979)
con que la sistematización y ordenamiento de las formas de control ya existentes
darían lugar al surgimiento de las disciplinas.

Los ilustrados llevan a crear un nuevo modelo de sociedad disciplinada y ordenada,


que cree sujetos dóciles y útiles a las demandas de la nueva sociedad, “Las
mutaciones económicas del siglo XVIII han hecho necesaria una circulación de los
efectos de poder a través de canales cada vez más finos, hasta al- canzar a los
propios individuos, su cuerpo, sus gestos, cada una de sus habilidades cotidianas.
Que el poder, incluso teniendo que diri- gir a una multiplicidad de hombres, sea tan
eficaz como si se ejer- ciese sobre uno solo.” (Foucault, 1979, p14)

Esto se daba, también, por el miedo que se tenía de las insurrecciones de las clases
populares por eso trataron de desplegar todo lo que pudiesen al control de las masas.
Los pensadores de la época tenían su foco en las costumbres populares, las cuales
tildaban de rebelde, ociosa y desordenada, ponían como ejemplo a la sociedad
cortesana, la cual si tenía control sobre sí misma.

Por ello se ve también, en países como España la instauración de un cuerpo que dirija
y mantenga el orden, para que no haya mendigos ni delincuentes en las calles y la
pujanza en contra de los enemigos, para dar lugar al contento público. Otra cuestión
del control es que la misma educación no solo estará influenciada sino que se hará
mucho énfasis en la educación de los modales, de la forma de vestir, de la manera de
actuar estaba influenciada, en términos sociológicos, por la sociedad cortesana, ya
que su hegemonía era evidente y perdurable, así hace referencia la autora Julia Varela
(1987) “El aumento de la población, la urbanización creciente, las relaciones de fuerza
que se establecen en los grupos sociales configuraran nuevas configuraciones de
dominación” (Varela,1987).

También, la nueva filosofía de la ilustración traerá una nueva configuración de la


subjetividad del infante, de la mano de Jean Jacques Rousseau en su “Emilio: o de la
educación”, se impondrá, sobre todo en las altas sociedades, la figura del niño como
dócil, dependiente y vulnerable. Esto genera una nueva mirada sobre la infancia, hace
que el niño se aleje de ciertas acciones sociales, se terminan por dividir el mundo
adulto y el infantil, y se le configuren sobre su figura nuevas participaciones y espacios
en la sociedad como la escuela.

Los pedagogos de la época como Condillac, Rousseau y Locke plantearán el ejercicio,


el aire puro, la configuración de un cuerpo especial, el agua fría, la comida y vida sana,
así “Contribuirán a fabricar cuerpos funcionales acordes con el naciente estatuto de
ciudadano” (Varela,1987). Es decir, la educación pasa a ser creadora de ciudadanos,
de tipo especifico, con funciones específicas, configurándolos desde la infancia.

También se planteaba que era construir una utilidad en la niñez y los jóvenes al
mandarlos a la escuela, ya que, personas como el pedagogo español el conde de
Campomanes, planteaba alejarlos de la ociosidad y llevarlos a la productividad. Por
ello, a las niñas, por ejemplo, se les enseñaba el oficio de bordar, de hacer medias,
cintas, listones y pintar abanicos, para ser útiles tanto a su familia como a la nación.

Este ideal de la nación va a ser muy promulgado entre estos pedagogos al igual que el
Estado, velaban por una educación estatal y laica, también por la creación de
ciudadanos responsables, conocedores de las leyes y las costumbres. Por ello, hacían
harto hincapié en la educación física, para que sean ciudadanos agiles y fornidos, la
educación moral/cívica para que puedan mejorar las leyes y, algunos, promulgaban a
que esto los haría despiertos y propensos a reconocer los errores gubernamentales
para lograr una nación, y sobre todo una educación basada en las ciencias practicas
(Matemáticas, física, etc) para tener una nación fuerte y moderna en economía, que
contribuya al desarrollo de la riqueza.

El político y escritor español Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811) también


atribuirá responsabilidades al Estado, en cuanto a la creación de un órgano capaz de
regular a las escuelas, que examine y determine si todas las instituciones y colegios
han de ser públicos, rigiéndose por el mismo método y mismos textos, y que sugiera
que textos utilizar en las mismas, para que haya una uniformidad en el gobierno
institucional. Estas ideas son muy prematuras para su tiempo, pero demuestra este
avance gradual y determinante en la figura del Estado como garante de la educacion y
que todos sean educados “Ningún niño pueda ser eximido, sea la que fuese su cuna,
de esta concurrencia precisa, so pena de no poder conseguir empleo ni función
pública, so pena de no ser ciudadano; sea necesario a todos ellos presentar la
certificación de concurrencia y desde los seis hasta los diez años críense juntos los
hijos de la misma patria” (Conde de Cabarrus 1973, citado en Varela, 1988).

El carácter laico exigido por los ilustrados se puede ver fuertemente impregnado en las
“Cartas” del político ilustrado español Francisco Cabarrus o el Conde de Cabarrus
(1752-1810), en estas cartas habla sobre diversos temas como la política del momento
y la educación, en cuanto a la educación resalta varias cosas y, al mismo tiempo,
propone varias cosas. Entre ellas el carácter laico de la educación, diciendo así “(…)
Los estudiantes mantendrán entre si un trato decente, vestirán un traje uniforme,
secular y modesto y rechazaran las formas de comportamiento monástico, habituales
en los centros educativos, tales como el refectorio y la lectura durante las comidas,
pues estos colegios están llamados a ser `Ensayos del mundo’” (Conde de Cabarrus
1973, citado en Varela, 1988).

Las escuelas eran de carácter estatal, muchas se fundaban y duraban su debido


tiempo. Existían escuelas de orfanatos donde a los huérfanos se los instruía en
primeras letras y calculo, luego había casas de enseñanza donde las niñas aprendían
rudimentos y oficios, su educación seria así hasta 1797 donde se agrega la enseñanza
de lectura, escritura y aritmética. También había casas de pensión, que eran especies
de escuelas superiores donde había un director y una cantidad especifica de maestros
seglares, estas se instauraban en los colegios de los Jesuitas, para mejorar la calidad
académica de pueblos donde no existían universidades, allí se enseñaban primeras
letras, gramática, retorica, aritmética y geometría. Todo esto en España.

La escuela elemental fue fundamental y foco de fundaciones y reformas, sería lo más


esencial el aprender a leer, escribir y contar. En toda España se fundaron escuelas
elementales gratuitas basadas en sistemas de exámenes y premios para los que si
asistían a las escuelas. Se potencio la fundación de escuelas municipales por todos
lados.

Mientras tanto, en Francia, la figura de Juan Bautista de La Salle se extendía junto a


sus escuelas cristianas. Luego de varios problemas para que sus escuelas perduren,
logro, años antes de su muerte, enviar dos hermanos de su orden a Roma para fundar
escuelas cristianas, cosa que se logró en 1724 cuando el papa aprobó la fundación de
las escuelas cristianas y gratuitas, en ese mismo año, el rey de Francia Luis XV, les
concedido una patente de protección del Estado para que puedan establecerse.
Los hermanos de esta congregación se dedicaron a educar a niños de las clases
medianas y pobres, se les tenía permitido la enseñanza primaria/elemental y la
instrucción de oficios, también tenían en su encargo la instrucción de presos. Cada
escuela se dividió en dos clases, una inferior y otra superior, cada una encargada a un
monje de la congregación. “En estas escuelas reina el mayor orden y limpieza. Las
ordenes se comunican con un timbre, y según las señales que con él se hacen, los
alumnos escuchan, se levantan, se sientan, se arrodillan, leen y escriben (…)” (Paroz,
1889).

En estas escuelas reina un método único, el de La Salle, y no se puede cambiar a


conveniencia. Se enseña la gramática, el cálculo, la religión, la lectura, caligrafía y
ortografía, dibujo artístico y geométrico, números enteros y fraccionarios y la
geografía.

Hasta la época de la revolución francesa la escuela laselliana fue la única en ocuparse


de la instrucción de los jóvenes, hasta que los pensadores de la revolución
establecieron como necesario el promover sus ideas, para ello era necesario un lugar
donde su doctrina fulgure, en este caso se pensó la escuela. Por ello, en el año 1793,
a través de la Convención se decretó la creación de escuelas primarias en todo el país
y con ellas su obligatoriedad, los padres debían encargarse de llevarlos y si no lo
hacían recaían en ellos grandes sanciones.

Lamentablemente, a causa de la situación política del país, esta obligatoriedad no se


pudo cumplir. A lo que, se reforma en el año 1794, donde no se establece
obligatoriedad, pero como requisito para tener un cargo público el ciudadano debía de
tener ciertos grados de conocimientos. Luego se dieron las creaciones de escuelas
politécnicas en el mismo año y en 1795 se fundaron las primeras escuelas normales.

Estas escuelas normales serian el comienzo de la profesionalización del docente, su


formación, año más tarde, estará configurada en 3 años.

En si todo esto es un comienzo prematuro de lo que será la educación de los nuevos


sistemas educativos del siglo XIX, el laicismo, el carácter estatal de la educación, el
enclaustramiento dentro de las escuelas, la separación del mundo adulto y el infantil,
el disciplina miento y subordinación de los alumnos, la extensión de la escuela
primaria como algo fundamental y la profesionalización del docente desde una
perspectiva normalista , serán algunos de los valores que los ilustrados propagaran y
que darán vida a los sistemas educativos modernos.

En sí, el siglo XIX, traerá consigo nuevas promesas de progreso, de avance, de


esperanzas en un futuro, el crecimiento de la industria y el avance de la figura del
Estado. La escuela será el centro de expansión del conocimiento, potenciadora de un
futuro y formación básica por excelencia, la misma se expandirá y dará lugar al
proceso de “Pedagogizacion” “Pedagogizacion nos parecía más bien una etiqueta, un
apelativo general para indicar la ampliación constante y la mayor profundización de la
acción educativa durante el siglo XIX y, sobre todo, en el siglo XX” (Depaepe y Simón,
2008).

El poder pedagógico se extenderá a fines del siglo XIX, este fenómeno es similar al de
industrialización con la diferencia de que la pedagogizacion encierra el hecho
educativo y a un nuevo sujeto en la escuela, crea una sociedad instruida, que, con el
tiempo, extenderá sus años de escolarización con el fin de encontrar un mejor futuro.
El termino pedagogizacion encierra un apelativo negativo, ya que indica un mayor
índice de dependencia, infantilización, paternalismo y exceso de atención sobre el
sujeto, el cual pasara a ser un sujeto escolarizado y dependiente de las acciones del
adulto en la escuela.

La influencia pedagógica viene a ser parte del proceso de adaptación de un sujeto a la


sociedad conservadora del siglo XIX, es un proceso donde se hace dócil el
pensamiento del sujeto, se subordina ante los ideales para poder ser parte de la nueva
sociedad moderna. “La pedagogizacion no conlleva a la emancipación, sino a la
sumisión del espíritu” (Ribolits y Zuber, 2004 citados en, Depaepe y Simón, 2008). Las
adaptaciones pedagógicas eran parte de la adaptación al sistema y sociedad del
momento, por eso surge este sistema educativo y modelo pedagógico conservador-
tradicionalista, ya que se adapta a los ideales del tiempo.

Los espacios, instrumentos como el pizarrón, los pupitres, el escritorio del profesor
daban una demarcación de diferenciación entre uno y otro, estos comenzaron a estar
cada vez más presentes en las nuevas escuelas que surgían en este contexto. Se
instauraba una forma de comportamiento, de actuar y de dirigirse el uno al otro, así
surgía una “Coreografía” (Eggermont, 2001 citado en Depaepe y Simón, 2008). Esta
coreografía venia acompañada de un lenguaje pedagógico no verbal, como las
miradas del profesor, el levantar la mano, etc. Todo esto montaba un espectáculo
dentro de un espacio determinado como lo es el aula, así surge la configuración de la
cultura escolar moderna.

Esta escuela y cultura escolar moderna se fundamentará en tres pilares “El


liberalismo, el positivismo y la figura del aula tradicional” (Pineau y otros, 2011).

El liberalismo traerá consigo la imagen de la responsabilidad ciudadana, a través de la


concepción ilustrada del ciudadano como sujeto libre y poseedor de derechos, la
educación será tratada a partir de esa dualidad de miradas. Por un lado, se la
concebirá como un derecho que todo ciudadano ha de gozar y, por otro, será una
responsabilidad que tiene el sujeto para con la sociedad. En si esto se da gracias al
ideario ilustrado que dejara bajo responsabilidad al Estado a los asuntos educativos,
esto generara que el mismo lo concebirá como responsabilidad por lo que emanara
leyes, decretos y estatutos con el fin de organizarla y expandir a la misma bajo la
figura de la escuela.

Los ideales de los nuevos hacedores de la modernidad se verían reflejados en la obra


del filósofo y científico prusiano Immanuel Kant (1724-1804), Kant trae los ideales de
la moralidad, la libertad y la laicidad de manera filosófica que impregnara en los
hombres del siglo XIX, ya que estos se veían reflejados en sus escritos. La obra de
este filosofo va más allá de quienes lo leyeron o no, Ortega y Gasset (1972) determina
que su obra manifiesta los secretos e ideales de la modernidad del siglo XIX, y
muchos hombres, sin darse cuenta, profesaran sus ideales ya que este impregna de
manera eficiente en la vida del hombre moderno.

Los pensadores de la época encontraron en Kant respuestas para la nueva escuela y


los tiempos venideros, ya que vieron en el, en su moralidad y en su laicidad puertas
para la escuela moderna. Además, el liberalismo, se vera influenciado por su ideal de
libertad. Esta libertad que viene desde el razonamiento del mismo hombre y que debe
estar libre de las causalidades del mundo fenoménico, es decir, de su cotidianeidad de
otras opiniones y visiones, por ello debe guiarse por su voluntad, la misma es vista
como iniciadora y guía de las causalidades del hombre y es mediante esta que el
hombre puede ser libre.

La moralidad de Kant estaba vinculada a este ideal de la libertad personal mediada por
la voluntad, no había que obrar obligados por otros ante el cumplimiento de una ley,
sino que, desde la voluntad misma, se debía de creer en el valor de la misma. Kant
decía, “Obra como si la máxima de tu acción debería tornarse, por tu voluntad, ley
universal de la naturaleza” (Kant, 1977 citado en, Kant, 2003).

También, propone que el hombre ha de estar educado en la moralidad no tanto en lo


religioso, más bien en la moral. Ver en sus acciones su responsabilidad, sin adjudicar
está a un Dios externo o fuerza supra natural.

La educación en Kant se va a encontrar concentrada en una de sus obras,


“Pedagogía” del año 1803. En realidad, son un conjunto de apuntes dados por su
alumno Rinsk, cuando Kant impartía clases sobre pedagogía. Este filosofo va a
delinear una línea en cómo debe ser educado el hombre y porque, el texto comienza
así “El hombre es la única criatura que ha de ser educada. Entendiendo por educación
los cuidados (Sustento, manutención), la disciplina y la instrucción, juntamente con la
educación. Según esto, el hombre es niño pequeño, educando y estudiante” (Kant,
2003).

Así, Kant, introduce la educación como un fenómeno humano necesario ya que el


animal no lo necesita porque se rige, desde siempre, bajo su instinto, en los pilares
que funda la educación es en la instrucción en la cual el hombre se vuelve humano. Ya
que para el la educación ha de comenzar en la niñez, donde hay que amaestrar al
sujeto, para que el mismo pueda regirse por la ley misma y no bajo sus deseos. Es
una forma de crear un hombre civilizado y disciplinado, en la escuela, el niño, primero
que nada, ha de aprender a “Permanecer tranquilo y observar lo que se le ordena”
(Kant, 2003). Para que, en un futuro, los caprichos momentáneos no dominen su vida.

Kant plantea que el hombre educado a de tener disciplina, para que la barbarie no se
extienda por la humanidad, instrucción para generar habilidades en el hombre y que
este, mediante las mismas, logre un fin, una habilidad puede ser la escritura, su fin el
crear música y asi sucesivamente. Por otro lado, ha de tener civilidad, es decir, ha de
ser educado para agradar a los demás, poder vivir en sociedad y por ultimo, la
moralización, de nada sirve darle habilidades y herramientas si no sabe elegir las que
harán el bien.

Para Kant la educación se da de un humano educado a uno que no lo está, estos que
educan han de demostrar con su ejemplo ser poseedores de disciplina e instrucción ya
que si son maleducados sus educandos también lo serán. El que se encargue de la
educación ha de mantener un método pedagógico que permita que la educación se de
en buenos términos, este método no ha de ser imitado de sociedades de tiempos
pretéritos sino deducido en la misma naturaleza humana, así veríamos un cambio
abrupto en los ciudadanos y su humanidad.

También hará énfasis en la figura del adulto como parte de la educación del joven,
este tiene en cierta parte mas conocimiento que el joven en si, por eso, este último, ha
de escuchar y obedecer a su mayor. “Las cabezas pensantes pertenecen a un mundo
científico inmerso en interdependencias interrumpidas, los adultos pertenecen al
mundo científico o filosófico moderno, y los jóvenes al antiguo, para entender
adecuadamente, si se aprovechan las opiniones del mundo antiguo, se debe tener,
pues, respeto para el mundo científico antiguo y agradecimiento para con los adultos”
(Kant, 2003).

El misma estima que la educación ha de comenzar en la niñez y ha de terminar


cuando la naturaleza decida que el hombre puede guiarse a si mismo, ser padre y por
lo tanto educar, esto sería a la edad de dieciséis años.

También va a determinar que se ha de enseñar de todo un poco, pero con solidez, con
tal de que el alumno tenga diversos conocimientos, pero de manera sólida y no
superflua. También sostendrá que tanto hombres como mujeres han de ser educados.

Por último, dirá que la escuela pública es necesaria, no en cantidades exuberantes


sino en pocas cantidades y con pocos alumnos. Están darán corrección a las faltas de
los padres en la educación de sus hijos, al mismo tiempo los instruirá y guiará. Para
Kant, la escuela ha de ser “El primer modelo integral y el vivero de la buena educación
(…) al mismo tiempo, semejante institución no es ya solo una bella idea, sino que se
muestra realmente, con pruebas evidentes de la viabilidad de aquello que ha sido
durante largo tiempo pensado y deseado” (Kant, 2003).

Kant vio en el modelo de escuela del instituto Philanthropinum, de la ciudad de


Desseau, Alemania, fundada por Johann Bernard Basedow (1724-1790). Un modelo
de la escuela ideal, y vio a la institución escuela como viable para que se de el acto
educativo. Por otro lado, llamo en su obra, a el Estado para que se haga cargo del
sostenimiento de instituciones como esta ya que las mismas necesitaban de un sostén
económico y de un apoyo para que subsistieran a lo largo del tiempo y no decaigan
como venían haciendo varias de las instituciones que se fundaban.

Así, el liberalismo moderno se basó en los ideales del filósofo


alemán para el establecimiento de la escuela moderna. Por otro lado, el positivismo,
corriente filosófica y epistemológica basada en que el verdadero conocimiento recae
en lo científico, dará un gran aporte a el currículo y espacio de la escuela moderna. En
primer lugar puso a la escuela como único lugar de difusión del verdadero
conocimiento, el científico, y todo conocimiento que se produzca fuera de la escuela
era considerado poco confiable, ya que era en este espacio que se produce el saber
riguroso.

Por otro lado, aporto al desarrollo del currículo donde toda disciplina que sea
estudiada en el establecimiento ha de ser considerada científica, si esto no era asi se
los termina por excluir. El positivismo instauró, también, un darwinismo social, donde el
que se adapta a la escuela es el que triunfa y aquel que no, es porque tiene mala
conducta, por lo que se lo trataba como un organismo enfermo y se termina por ubicar
en una escala menor en la escala evolutiva. El sujeto comenzó a ser visto desde una
mirada psico-biológica, donde en el hecho educativo intervenían cuestiones de su
raza, de sus genes, de su anatomía y grado de evolución, también de su conducta y
adaptación al medio, si este no lo hacia era un problema que como explicación tenia
una falla en su cuerpo.
En cuanto al aula tradicional, durante el siglo XIX, sobre todo en su segunda mitad,
luego de tantos métodos propuestos por pedagogos y pensadores, es el laselliano
simultaneo el que triunfa. Las practicas escolares, como los horarios, el espacio y el
control de los cuerpos quedaron bajo la mirada de este modelo. Se privilegiaron
operaciones básicas como el contar, el saber escribir y leer como parte del currículo
de la nueva escuela que surgía. Así, la figura docente se establece según la mirada de
La Salle frente a muchos alumnos, guiándolos y pastoreándolos, una imagen superior
a la del alumno, basado en el orden de la clase y el control sobre los alumnos.

Aparte de ello, el positivismo establece un método pedagógico científico para que los
docentes lo apliquen. Se ha de establecer un método capaz de prescindir de la
voluntad del alumno y más allá de las dificultades lograr que el aprendizaje se de.

Así, el modelo de la escuela moderna quedo fundido en la imagen de “El alumno vacío
y pasivo, reductible a lo biológico y lo asocial. Se debe controlar su cuerpo y formar su
mente. El docente fundido en el método, reducido a ser un robot enseñante. Los
saberes como científicos y nacionalizados” (Pineau y otros, 2011).

Aparte de ello se planteo al espacio escolar como algo separado de la sociedad,


donde se divide lo social y lo escolar. Se lo considera como necesario y prudente,
generar la escuela como una especie de apartado social donde se crea el sujeto de la
educación y se moldea su inteligencia mediante el disciplina miento del cuerpo, se
comienza a configurar a la escuela como “Un santuario protegido de los desórdenes,
los intereses y las pasiones de la sociedad” (Dubet, 2007). Y se termina por distinguir
entre el ciudadano y el alumno.

Este santuario prohibía la presencia de los padres y de cualquier otro órgano publico
que se ajeno a la escuela. Se constituye un ambiente especial donde solo coexisten el
sujeto que aprende y el que enseña.

De esta manera y con estos ideales, durante el siglo XIX, surgieron los distintos
sistemas educativos, como en Argentina en el año 1884 donde la educación primaria
fue concedida como gradual, obligatoria y publica. La escuela se volvió el lugar donde
reside el conocimiento, el futuro y el sostenimiento de una nación. La necesidad de
educación y de un grado académico, poco a poco, fue concebido como necesario, por
lo que la escuela se volvió mas extensa, mas fuerte y mas presente en las sociedades
del siglo XX.

La nueva configuración del sujeto de la educación, una mirada desde


las Ciencias de la Educación.

La revolución y la instauración de lo escolar en la sociedad contemporánea trae


consigo una serie de problemáticas y planteamientos en torno al proceso educativo
escolar, las cuestiones del como enseñar, que enseñar, como aprende el alumno y
demás preguntas, se responderán en la instauración del positivismo dentro del
accionar pedagógico, se buscara dar un carácter riguroso y científico a la educación
para que esta responda a las nuevas necesidades y problemáticas de la escuela.

Con el fin del positivismo en la educación, a comienzos del siglo XX surgirán las
llamadas Ciencias de la Educación. Las cuales son un conjunto de ciencias que tratan
de dar un carácter científico y experimental a la educación, mediante la disgregación
disciplinar en las áreas educativas. Esto hace referencia que cada ciencia estará
encargada de estudiar y analizar mediante una metodología una parte especifica de la
educación, pero no de cualquier tipo de educación, es la educación escolar.

Allí vendrán la sociología de la educación, la pedagogía, la psicología de la educación,


la didáctica, etc. Todas ellas serán atomizadas y disgregadas a un acto especifico de
la educación, la sociología de la educación será la encargada de explicar y entender
las relaciones que surgen de la escuela con la sociedad, la psicología de la educación
la relación del alumno con el docente y así sucesivamente.

Las características de estas será el cercamiento de las ciencias dentro de una


epistemología escolar, es decir, todo estará encerrado en una parte especifica de la
educación escolar y se hará, únicamente, referencia a este tipo de educación. De esta
forma la pedagogía sufre una escolarización ya no podrá meditar y refutar el hecho
educativo con tanta liviandad, sino un cercamiento dentro de las paredes del aula y de
los hechos que se den allí, se comienza a estudiar en un campo determinado y
reducido a lo áulico-escolar, esto lo manifestaran los autores de “Epistemología y
Pedagogía” los cuales afirman que “La subordinación de la pedagogía, por parte de las
ciencias de la educación, se acentúa aún más en tanto el saber pedagógico es
despojado de la posibilidad de pensar el eje maestro-escuela- sociedad-Estado-
cultura” (Zuluaga y otros, 2011).

Es desde estas ciencias donde se comenzará a teorizar la escuela del siglo XX, ya
que la conformación de la escuela tal cual se establece a fines del siglo XIX solo
durara en el contento y apoyo pedagógico un tiempo, ya que tanto pedagogos como
psicólogos, sociólogos y filósofos comenzaran a ver problemáticas, necesidades y
urgentes cambios en la escuela moderna. Así comienza un largo trayecto de teorías
pedagógicas que estarán destinadas a la creación de un nuevo sujeto de la educación
y una nueva escuela, comprendida, esta vez, desde múltiples miradas y no desde una
sola.

El énfasis que realizo sobre que el saber y la producción pedagógica se volvió en torno
a la escuela es para dar a entender que es, en estas ciencias, que se descandena el
saber pedagógico de este siglo. Ya no como meras teorías individuales o
pensamientos sociales, sino, mas bien, escolares. Las teorías pedagógicas no
quedarían exentas del turbulento siglo XX, a pesar de su enclaustramiento inicial en lo
escolar, las influencias de teorías psicológicas, políticas y sociales darán lugar a
nuevas configuraciones pedagógicas basadas en el contexto y la influencia intelectual
de dicho siglo.

El siglo XX trajo consigo muchas cosas y a la vez la perdida de varias de estas, las
guerras y los contextos turbulentos de inicio y muerte de varias naciones marcan en si
al pensamiento pedagógico contemporáneo. Tal es el caso de la corriente pedagógica
antiautoritaria, que como principal propulsor tiene al pedagogo y educador escoces
Alexander Sutherland Neill (1883-1973).

Esta corriente pedagógica estará influenciada por el contexto de la postguerra de los


años 40 y 50, luego de la segunda guerra mundial la sociedad occidental queda
marcada por el horror, la desesperanza y la negación de la realidad. Muchos se
sienten perdidos y no saben en que sostenerse, las promesas del progreso se veían
lejos como algo comprendido, la revolución soviética y las promesas del comunismo
ruso no llegarían muy lejos, los modelos económicos occidentales demostraban su
producción de desigualdades y su preferencia a ciertas partes de la población, por lo
que, lo único que quedaba para sostenerse, eran las utopías y pensamientos en que
las nuevas generaciones prometerían un nuevo comienzo en el mundo occidental.

Al mismo tiempo el surgimiento de teorías psicológicas, políticas y sociales marcarían


a esta corriente pedagógica, una de estas teorías son los ideales de Rousseau y la
naturaleza humana, encuentran en Rousseau la esperanza del cambio y la vuelta de la
fe sobre la naturaleza humana, ya que para él, la naturaleza del humano, era ser
bueno por si mismo pero el mismo era corrompido por la sociedad, para poder volver a
su naturaleza original el mismo debía de escucharse y entenderse, guiarse por sus
sensibilidad.

Rousseau dispone de la infancia como etapa central del desarrollo natural del humano,
para él no tenía que haber intervención del adulto, sino que se debía dejar lugar a la
infancia y su propio desarrollo. “Dar tiempo para que madure sin la influencia
perniciosa de los educadores ansiosos por transmitir verdades y normas morales. No
se debe educar, es mejor abstenerse, no se deben transmitir preceptos ni
informaciones, se trata únicamente de crear unas condiciones idóneas para el libre
desarrollo de la naturaleza”. (Trilla y otros, 2007).

Por otro lado, esta corriente estará influenciada por los ideales del anarquismo, en el
cual se manifiesta la necesidad de la libertad del sujeto de toda represión, tanto por
parte del Estado, como por parte de la Iglesia y la economía capitalista. Para el
anarquismo el sujeto a de vivir en libertad plena y dejar lugar a su desarrollo personal.
Los anarquistas también propusieron el ideal de un ordenamiento social igualitario,
para que esto se de se debía de dar lugar al florecimiento de la bondad del humano y
esto solo se podía lograr mediante la ausencia de poderes autoritarios, posibilidad de
ejercitar la libertad y el reconocimiento de la dignidad humana.

Por último, tendría las influencias de Sigmund Freud, este psicólogo decía que las
represiones a la sexualidad daban lugar a la enfermedad, la neurosis. Por ello el sujeto
había de ser libre de toda represión y encontrar un equilibrio en sí.

Neill traerá todas estas ideas en su pedagogía, el ideal de la misma es que el niño se
autodesarrollo y autocontrole. Es decir, que tenga una autonomía en si mismo, que
pueda ser niño, que juegue todo lo que quiera, que tenga la oportunidad de elegir si ir
a clases o no. Ya que con este desarrollo propio y autonomía se lograba que el niño,
más adelante, reconocería sus objetivos y deberes.

La educación había de ser cálida y amorosa, para Neill la única forma de proceder en
educación es ponerse del lado de los niños, eliminando toda forma de castigo, de
represalias o sermones. De modo de que estos crezcan a su manera sin presiones del
exterior. Al mismo tiempo, basado en la bondad humana y la felicidad, Neill explicaba
que los malos comportamientos de los niños se debían a falta de amor y felicidad, por
lo que había que concedérselo, ya que todos estamos destinados a ser buenos, pero
solo se puede a través del amor y la felicidad. Para que se logre esto se debía trabajar
a partir de la formula amor y libertad, querer a los alumnos y no castigarlos,
comprenderlos y al mismo tiempo dejarlos en libertad, no darles ordenes ni
reprimendas, mostrarse cercano y dejarlos que se auto perciban, que jueguen que
sean niños y disfruten su infancia.
Para Neill para lograr la felicidad mediante el amor y la libertad había que incidir sobre
las emociones de los niños, ya que solo cuando estos la conozcan y las entiendan,
logren un equilibrio, podrán aprender, ya que para el lo emocional precede a lo
intelectual. Las emociones “Tienen más importancia porque son la puerta que
asegura la felicidad, pero también porque harán posible cualquier tipo de
aprendizaje y de esfuerzo que en el futuro deba llevar a cabo la per-sona. La
construcción personal y la adquisición de conocimientos dependen de una vida
emocional equilibrada” (Trilla y otros, 2007)

A el tampoco le interesaba el establecimiento de un método especifico, ya que para el


si un niño no aprende con uno o con otro, hay que dejarlo y no forzar su aprendizaje,
ya que este necesita su propio tiempo y, cuando este lo logra, puede volver a sus
actividades intelectuales.

(Nota, Alexander Sutherland Neill, en sus últimos años de vida, 2011, Blogspost (
http://gem-vita.blogspot.com/2011/03/a-s-neill.html) ).

A pesar de que la teoría de Neill fue aplicada, pero en muy pocas partes y no
completamente fiel a su pensamiento. La importancia teorética de Neill es la
concepción amplia del sujeto de la educación, como un sujeto que ya no es reducido a
lo biológico o lo psicológico, sino que es mirado desde la pedagogía, de sus
emociones, de sus propios designios. Neill logra problematizar el vínculo pedagógico
entre estudiante y docente, deja lugar a una concepción mas amplia y diversa acerca
del alumno y el profesor, ya no es concebida como una relación de poder, sino una
relación de iguales, se concibe desde una necesidad de que la relación manifieste sea
un amor y respeto reciproco, se da espacio a que el alumno se desarrolle, sea activo y
participe desde su autonomía para con el aprendizaje, no es necesario imponerle una
obligación, sino que la misma deviene desde su propio desarrollo.
Este ideal pedagógico es propio de las Ciencias de la Educación, desde las cuales se
pretende indagar cada vez mas en estos cambios y subjetividades dentro del sujeto de
la educación, como es que se ve afectado por su entorno, por su relación para con el
profesor y su participación para con el aprendizaje, es decir concebir la subjetividad
desde múltiples miradas que enriquecen la teoría y hacen lugar a una mirada mas
diversa. No solo va a ver una mirada desde la pedagogía, sino que también desde la
psicología de la educación, que estableciendo y haciendo publico el proceso del
desarrollo del niño dará lugar a nuevas acepciones acerca del sujeto de la educación,
estas ideas serán promovidas por el psicólogo y epistemólogo suizo Jean Piaget.

Jean William Fritz Piaget (1896-1980) fue un psicólogo, biólogo y epistemólogo suizo
que realizo grandes aportes a la psicología genética y del desarrollo por su teoría del
desarrollo por estadios. Su movimiento se denomina constructivismo, ya que, para
Piaget, a partir de una indagación epistemológica acerca de como se produce el
pensamiento científico y del conocimiento mismo indago, mediante investigaciones, en
el desarrollo cognitivo del niño para comprender como se pasaba de estados de
conocimiento simples a estados mas complejos, teorizo acerca de que estos estados
se van desarmando y armando constantemente.

Para Piaget el conocimiento se produce en la relación del sujeto con los objetos, ya
que cada cosa nueva que se perciba en el ambiente entrara en conflicto con las cosas
que ya conocemos, ya que, nuestra estructura cognitiva, al ver que hay algo
desconocido comenzara a entrar en un proceso de desequilibrio en el cual se
comienza a asimilar el nuevo concepto u objeto que se percibe, mediante el proceso
de asimilación el sujeto introduce lo nuevo en su estructura cognitiva para que luego
se genere un cambio estructural, donde se deconstruya la estructura anterior donde el
concepto u objeto nuevo no estaba presente y se construya una nueva estructura
donde se asimile y acomode el nuevo concepto.

Luego se genera una adaptación de la estructura al sistema cognitivo, la nueva


estructura se establece y genera un equilibrio completo en lo cognitivo, ya que se logra
asimilar y adaptar lo desconocido. De esta forma se construye el conocimiento,
cuando un sujeto este contacto con nuevos objetos, en nuevos escenarios que lo
conducen a preguntarse y liberar reacciones endógenas en la estructura cognitiva.

A pesar de que la teoría de Piaget no es una teoría educacional sirvió para que
muchas de estas teorías se basen en los postulados piagetianos, Piaget trae consigo
la concepción de un sujeto que ya no es pasivo en el aprendizaje, sino que es activo,
es el constructor de su propio conocimiento, las diversas adaptaciones pedagógicas,
han resuelto y concebido al docente como guía de este desarrollo cognitivo, alguien
que acompaña el aprendizaje sin forzar situaciones, ya que, para el psicólogo, era
imposible adelantar o hacer más rápido al desarrollo, por lo que no había nada que
forzar. “ (…) Señaló que para él, el problema no residía en lo rápido que podamos
hacer crecer a la inteligencia sino en lo lejos que podamos ha-cerla crecer”
(Duckworth, 1981, citado en Trilla y otros, 2007).

Por otra parte, se desarrollaron diversas estrategias de enseñanza, como el desajuste


óptico donde el profesor ponía una situación que requeriría un razonamiento que
supera a la razón del estadio en el cual el alumno se encuentra, por lo que se trataba
de realizar un desajuste que generaría el desequilibrio cognitivo para comenzar el
proceso de construcción cognitiva. También se plantearon las espontaneidades
constructivistas basadas en crear situaciones donde el alumno interactúa con objetos y
escenarios propios que desatan la espontaneidad del mismo, esto generaría la
activación de un razonamiento propio para que logre el desarrollo cognitivo.

Hoy día, estas teorizaciones en torno a los métodos, quedaron en manos de la


didáctica. Ya que, “Hoy se considera que los conocimientos aportados por la
psicología, independientemente de la teoría o teorías que se tomen, deben ser
interpretados e integrados dentro de un marco didáctico” (Trilla y otros, 2007). Pero la
didáctica se nutre desde diversas disciplinas como la antropología, la filosofía y la
psicología para teorizar acerca de la enseñanza, esto es importante y fundamental ya
que la enseñanza ya no es pensada como un método fundido en una teoría especifica,
sino que ya es pensada desde diversas mirada y disciplinas, y son, estas miradas lo
que hacen que “La enseñanza pase a ser temas de enseñanza” (Zuluaga y otros,
2011). Es decir, ya no se enseña desde un manual, sino desde las configuraciones de
las didácticas especiales y los criterios de los profesores, se volvió algo mas critico y
diverso que estructurado y rígido.

La actualidad trae una concepción más ampliade la enseñanza, ya no es la


transmisión de conocimientos sino la conexión entre la teoría y la práctica, que
deviene en diversas situaciones y no solo en el aprendizaje.

Este panorama de cambios dentro de la estructura del conocimiento pedagógico y de


la estructura social deviene en transformaciones y mutaciones tanto en la concepción
sobre la escuela como de su estructura y conformación, se trata de dejar atrás las
configuraciones de la escuela moderna, para hacer hincapié de lo que sucede
realmente entre la relación sujeto-contenido-sociedad y cultura, se logra comprender
que es ínfimamente imposible el separar el contexto del estudiante desde el mismo
contenido, que no todos pueden aprender al mismo tiempo, no solo por cuestiones
psico-biologicas sino también de contexto y de cultura, los tiempos actuales dejan
vislumbrar lo conectado que están las desigualdades escolares para con el contenido,
para su correcto desarrollo.

Niños que trabajan, que mantienen un hogar y viven sumidos en la pobreza, no


aprenderán de la misma manera que otros que mantienen una infancia normal. Por
eso la escuela ya no es aquel santuario que se planteo en el siglo XIX, es un lugar de
encuentro de realidades que penetran en la institución escuela. El Bull ying, los medios
de comunicación, los problemas del hogar y la injertación de la tecnología generan un
rompimiento entre la realidad y la cultura escolar, ya casi es imposible mantener a la
escuela completamente aislada de la sociedad o de tener un alumno completamente
dócil, ya que las subjetividades cambiaron, la sociedad y el mundo cambio, pero las
instituciones no lo hicieron, como es el caso de la escuela.

La actualidad es muy distinta al pasado moderno, pero la escuela quedo en ese


territorio, esto genera problemas dentro de la institución escuela, problemas que
surgen porque la misma configuración escolar es errónea con la realidad actual, por
ejemplo ya no se puede pretender diferenciar entre alumno y docente, en estos
momentos porque “Los adolescentes exigen reciprocidad, (…) hay que preguntarse si
el maestro conoce y respeta a los adolescentes, sus valores, sus lenguajes, sus
preferencias musicales, sus estilos de vida (…)” (CANAL José Curiotto, 2012, 8m28s)
Tal como lo afirma Dubet (2007), vivimos en tiempos de una segunda modernidad o
postmodernidad, algunos sociólogos como Zygmunt Bauman han afirmado este
fenómeno. Donde los valores de la modernidad entran en crisis con las necesidades
actuales, tales como la escuela misma, configurada para sostener una nación, hoy “Se
le reclama ser mas democrática y menos republicana” (Dubet,2007).

Por ello el valor asignado a la profesión docente también entra en crisis, la vocación ya
no es algo que se tenga en cuenta en la labor docente, hoy se buscan personas que
sepan lo que hacen más allá de sus ideologías y creencias. La idea de una misión
decayó en la profesionalización del docente, en la mirada del docente como trabajador
y no miembro de un culto. Su autoridad ya no es divina e indiscutible, sino que se
construye en conjunto con el alumno, al mismo que tiempo que se construye en
conjunto el aprendizaje, el profesor aparece como guía y no autoridad indiscutible.

El sujeto de la postmodernidad es considerado desde su singularidad y sensibilidad,


ya no hay más una configuración establecida basado en el orden y la disciplina, sino
en la personalidad misma de la persona, el juicio que tiene, es a partir de ahí que la
escuela debe de partir para que su subjetividad sea desarrollada.

Esto genera que el mismo sujeto debe de ser comprendido más allá de las paredes del
aula y de la cultura escolar, ha de ser comprendido bajo la mirada de múltiples teorías
y de contextos, de hipótesis nuevas que devengan en como enseñar en un tiempo tan
complejo y diverso como el actual, ya no sirven las configuraciones de la escuela
moderna, sino que se necesita de una mirada mas concreta, esto es lo que plantean
las teorías educacionales actuales.

Como ya se viene internalizando en esto, retomo lo que dijo el Dr. Alejandro Cerletti
(2017) acerca del sujeto de la educación actual, desde esta mirada diversificadora “La
palabra sujeto, hace referencia a muchas cosas y es un término muy frecuente en
diferentes campos: la gramática; la psicología; la filosofía, el derecho, etc. La palabra
sujeto transita de alguna manera por todos esos territorios, que, en el ámbito de la
educación, suelen operar de alguna u otra manera, de alguna forma convergen y en
ocasiones se entrecruzan. Entonces aparece el sujeto del aprendizaje, el pedagógico,
el sujeto escolarizado, el sujeto de derecho a la educación” (Cerletti, 2017).

Es decir, las configuraciones actuales del sujeto de la educación plantean una apertura
de un campo donde confluyen, perspectivas, paradigmas, ideas y teorías en torno a la
subjetividad educativa actual. Podemos decir que el sujeto de la educación actual es
un sujeto complejo traspasado por su propio contexto y cultura, por sus necesidades y
relaciones interpersonales. Al mismo tiempo que confluye en el aprendizaje en relación
con el docente, es decir, es llevado por el docente al aprendizaje, pero no solicita
docilidad, sino, más bien, una guía hacia el camino del aprender.

Es un sujeto que esta en contacto directo con la realidad, que no esta mas apartado,
que necesita un espacio de formación para afrontarse ante las problemáticas y
necesidades del mundo actual, ya no mas como un ciudadano o defensor de la nación,
sino como persona que se sujeta a los tiempos actuales, en su forma laboral y social.
Conclusión: La subjetividad educativa es histórica y social
El recorrido realizado nos deja varias respuestas, entre ellas que la subjetividad del
alumno no es algo estático sino dinámico, al igual que la sociedad muta, las
necesidades también, con ello se dan nuevas consideraciones y acepciones sobre las
instituciones con el ideal de incluirlas en el pensamiento de época. La escuela fue ese
centro durante siglo y hasta la actualidad, la configuración del sujeto, es la
configuración del mercado, de la economía, de la política y de la sociedad ya que, todo
ello, termina en confluir en como comprendemos a la persona y, por lo tanto, al
alumno.

La historia no demuestra que la misma educación, según Paroz (1889), se adapta a


las necesidades de la sociedad y se configura en lo mas sagrado de la misma. Si lo
mas sagrado de una sociedad es el mercado y el capitalismo, la escuela se
configurará en esta, su acepciones y concepciones devendrán tanto en el mercado
como en el capitalismo. Por lo que, las configuraciones del sujeto de la educación son
diversas y multicausales, devienen de lo mas profundo de una sociedad y sus valores.

La subjetividad educativa actual deviene en la necesidad de una institución diferente,


ya que pide a gritos que se la entienda y se la acepte. El sociólogo Emilio Tenti
Fanfani (2012) nos dice que los mismos profesores son los que no aceptan las
subjetividades actuales, tildando a estas de irresponsables y comparándolas con las
del pasado, no dan lugar a las necesidades que estas necesitan como la reciprocidad.

Por ello hay tantas crisis en la actualidad porque la escuela no se logra a adaptar al
ahora, a la postmodernidad que con sus crisis y necesidades confronta y desequilibra
la estructura moderna, aun presentes en las escuelas, ya que, retomando a Fanfani,
las escuelas publicas aun tienen huellas de su origen.

Las Ciencias de la Educación son un buen espacio para estas nuevas configuraciones
porque son las reconocen el sentir de estas nuevas subjetividades, es desde la
pedagogía que se comprende la necesidad de una adaptación del currículo, desde la
didáctica que se tiene que dar cambios en los métodos de enseñanza y desde la
psicología educativa que la relación sobre exigencia escolar y el seguimiento de
mandatos escolares conllevan al fracaso escolar.

Comprendamos que las miradas tienen que ser pluralistas a la hora de comprender a
la subjetividad educativa, y no singular. Ya que el sujeto actual es complejo y se
encuentra en una realidad difícil, traspasado por un contexto de desequilibrio y de una
cultura cambiante, por lo que se necesita ser complejos a la hora de abordar este tipo
de puntos.
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 Canal Jose Curiotto. (23 de junio de 2012). Entrevista a Emilio Tenti Fanfani.
Parte 1º. [Archivo de Vídeo]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?
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 Canal Jose Curiotto. (23 de junio de 2012). Entrevista a Emilio Tenti Fanfani.
Parte 2º. [Archivo de Vídeo]. Youtube. https://www.youtube.com/watch?
v=EX7hcPDavFs&ab_channel=Jos%C3%A9Curiotto

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