Está en la página 1de 3

INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE N° 809- ESQUEL-

PROFESORADO DE INGLES-
FILOSOFÍA DE LA EDUCACIÓN-4° AÑO-
CICLO LECTIVO 2023.
DOCENTE: Prof. Barría Natalí.

FICHA DE CÁTEDRA “Acerca del concepto de creer”

Eje temático 1: Los Saberes y el conocimiento en la acción de educar.

Buenas tardes estudiantxs, teniendo en cuenta que venimos trabajando con el texto de Luis
Villoro “Creer , Saber, Conocer”. En esta oportunidad les paso a comentar lo planteado por el
autor en el capítulo 3 denominado “Definición de Creencia”, en donde él, a partir de los aportes
de los autores Husserl y Braithwaite, desarrolla su propia definición de creencia.

Ya vimos que, por un lado, Husserl habla de la noción de creencia como una ocurrencia mental,
subjetiva, solo accesible al sujeto, que es quien otorga una cualidad mental a eso que cree a
partir de la intensidad y firmeza de los sentimientos acerca de esa creencia. Y que, por otro lado,
Braithwaite, comprende a la misma como una disposición a actuar determinada, por considerar
que lo que se cree existe, y tiene un lugar en el mundo, es decir, por considerarlo así, como algo
verdadero. Esto determina el accionar del sujeto y su manera de relacionarse con el mundo, lo
dispone a actuar desde una proposición tomada como verdadera y existente, que va a ser
observable y compartible por el resto.

Ahora bien, si pensamos en el accionar del educar, y en nuestras propias creencias, tomadas
como verdaderas que nos disponen a actuar en el mundo de determinada manera, podremos
decir que también, nuestros saberes acerca de cómo actuar en educación pueden considerarse
como verdad, dependiendo de cómo los utilicemos en nuestra práctica, es decir, si estarán
determinados por nuestra creencia acerca de qué implica una práctica educativa favorable y
significativa, lo cual estaría determinado por ciertas características sobre este concepto
aprehendidas por nosotros, y como expresiones de ciertas actitudes afectivas o intencionales; o
bien si tomamos esto como una representación a partir del accionar de otros, es decir, como
una indicación de creencia.

Comenzando a adentrarnos en el concepto de Creencia….

En el capítulo 3 el autor hace referencia a dos conceptos de la disposición. Por un lado desde
una postura subjetiva y, por otro, desde una objetiva, sobre la creencia. Esto es, comprender
una disposición a actuar de determinada manera, desde una posición afectiva o intencional de
quien cree en la existencia de “p”, que parte de una pulsión (deseos, quereres) subjetiva; o
comprender esa misma disposición a actuar como una indicación de creencia a partir de una
representación, que puede ser común a otros sujetos, además de él; en cuyo caso hablamos de
disposición determinada por una representación objetiva. En el primer caso, esto comprende la
connotación desde lo afectivo o intencional, aspectos internos al sujeto (subjetivo); y, en lo que
se refiere al segundo caso, responde a las propiedades del objeto, las cuales pueden ser
comunes a uno o más sujetos (objetivo). Según Luis Villoro (2008), una misma disposición a
comportarse puede ser comprendida en función de la existencia de una u otra de esas
realidades.

Las creencias, dice Villoro (2018), pueden ser compartidas por mí, ya que reconozco en ellas
propiedades que son parte de mi mundo, el cual puede ser común con el mío. Son propiedades
objetivas, referidas al “objeto” que el otro ha aprehendido y que yo o cualquiera puede también
aprehender. Entonces, así, la creencia puede concebirse como el aspecto de la disposición que
cualquiera puede compartir. Así, si S cree que p, yo u otro sujeto cualquiera puede creer también
que p, porque p puede ser un hecho del mundo común a todos y no solo a S.

Para poder creer en un objeto o situación objetiva, deberíamos ser capaces de poder
aprehender ese objeto o situación objetiva en algún momento de nuestras vidas. Para esto,
debemos de poder crear una representación (comprensión) acerca de lo aprehendido, es decir
acerca de lo que creemos.

La diferencia entre representación y creencia radica en que, ésta última, comprende una
disposición a actuar determinada por el objeto aprehendido. Por lo que, para poder hablar de
creencia, es necesario tener la representación sobre un objeto en nuestra memoria, percepción,
imaginación o entendimiento.

Esta representación del objeto o situación objetiva aprehendida que nos hace creer en ello, nos
dispone también a actuar de determinada manera, por lo que el objeto de la creencia
comprende el contenido de la disposición. Es decir que lo que creemos va a determinar nuestro
accionar en el mundo, a partir de ciertas reglas, movimientos o acciones permitidas, acordes y
coherentes con esa creencia. Así, si S cree que p, está dispuesto a realizar ciertas acciones y no
otras.

Existe una diferencia entre creencia, actitud e intención. Creer implica que reconozco las
propiedades acerca de un objeto y me dispongo a actuar como si ellas fuesen verdaderas, y
sobre esta creencia, se puede agregar un impulso connativo o afectivo, que puede satisfacer o
no una necesidad en el sujeto, es decir, que puede determinar la actitud favorable o en contra
del sujeto en relación a lo creído. La actitud añade a la creencia una tendencia o pulsión de
atracción o repulsión hacia el objeto creído (Villoro, L. pp. 63). Entendida la pulsión como
quereres o deseos.

Teniendo en cuenta todas estas diferencias, Villoro (2008) propone tres condiciones necesarias
para toda creencia. Estas son:

 S está en un estado adquirido x de disposición a responder de determinada manera ante


variadas circunstancias;
 P ha sido aprehendida por S;
 P determina x.

Entendiendo “S” como referencia para sujeto, “P” como referencia para proposición, es decir las
propiedades de lo creído y “X” el contenido de las disposiciones, el accionar.

Según Luis Villoro (2018), la definición de “creencia” es: un estado disposicional adquirido que
causa un conjunto coherente de respuestas y que está determinado por un objeto o situación
objetiva aprehendidos.

BIBLIOGRAFÍA:

Villoro, L.(2008) Creer, Saber, Conocer. Siglo Veintiuno Ediciones.

También podría gustarte