Está en la página 1de 14

Esterilidad primaria y secundaria (Job)

La esterilidad o infertilidad es un trastorno del aparato reproductor (masculino o


femenino) consistente en la incapacidad para lograr el embarazo después de 12
meses o más de relaciones sexuales regulares sin protección.
En el aparato reproductor femenino, puede deberse a diversas anomalías en los
ovarios, el útero, las trompas uterinas y el sistema endocrino, entre otras.
En el aparato reproductor masculino, las causas más frecuentes de esterilidad son
los problemas para eyacular semen, la ausencia o las bajas concentraciones de
espermatozoides y anomalías en la morfología (la forma) o la movilidad de los
espermatozoides.
La esterilidad puede ser primaria o secundaria. Se habla de esterilidad primaria
cuando nunca se ha logrado el embarazo y de esterilidad secundaria cuando se
ha conseguido anteriormente al menos un embarazo.

Causas
INFERTILIDAD FEMENINA

La infertilidad femenina puede producirse cuando:


Un óvulo fecundado o el embrión no sobrevive una vez que se fija al revestimiento
de la matriz (útero).
El óvulo fecundado no se fija al revestimiento del útero.
Los óvulos no pueden movilizarse desde el ovario hasta la matriz.
Los ovarios tienen problemas para producir óvulos saludables.

La infertilidad femenina puede ser causada por:


Trastornos autoinmunitarios, como el síndrome antifosfolipídico (SAFL)
Cáncer o tumor
Diabetes
Consumo excesivo de alcohol
Ejercicio excesivo
Trastornos alimentarios o desnutrición
Crecimientos (como miomas o pólipos) en el útero y el cuello uterino
Medicamentos tales como fármacos quimioterapéuticos
Desequilibrios hormonales
Tener sobrepeso o estar por debajo del peso adecuado
Edad avanzada
Quistes ováricos y síndrome de ovario poliquístico (SOP)
Tabaquismo
Cirugía para evitar el embarazo (ligadura de trompas) o falla de la cirugía de
recanalización de trompas.
Enfermedad tiroidea.

INFERTILIDAD MASCULINA

La infertilidad masculina puede deberse a:

Una disminución de la cantidad de espermatozoides


Un bloqueo que impide que los espermatozoides sean liberados
Defectos en los espermatozoides.

La infertilidad masculina puede ser causada por:

Defectos congénitos
Tratamientos para el cáncer, incluso quimioterapia y radiación
Exposición a mucho calor durante períodos prolongados
Consumo excesivo de alcohol, de marihuana o de cocaína
Desequilibrio hormonal
Impotencia
Obesidad
Edad avanzada
Eyaculación retrógrada
Cicatrización a raíz de infecciones de transmisión sexual (ITS), lesión o cirugía
Tabaquismo
Vasectomía o falla de la reversión de la vasectomía
Historial de infección testicular por paperas

Tratamiento

El tratamiento depende de la causa de la infertilidad. Este puede consistir en:

Educación y asesoría acerca de la afección


Tratamientos para la fertilidad, como tomar medicamentos para inducir la
ovulación, inseminación intrauterina (IIU) y fecundación in vitro (FIV)
Medicamentos para tratar infecciones y trastornos de coagulación
Medicamentos que ayudan a la formación y liberación de óvulos de los ovarios
Las parejas pueden incrementar las probabilidades de quedar embarazadas cada
mes teniendo relaciones sexuales al menos cada 2 días antes y durante la
ovulación.
La ovulación ocurre aproximadamente 2 semanas antes de que el siguiente ciclo
menstrual (periodo) empiece. Por lo tanto, si una mujer tiene su periodo cada 28
días, la pareja debe tener relaciones sexuales al menos cada 2 días entre el 10.º y
18.º día después del inicio de su periodo.
Tener relaciones sexuales antes de que se presente la ovulación es de gran
ayuda.
Los espermatozoides pueden vivir en el cuerpo de una mujer durante al menos 2
días.
Sin embargo, un óvulo solamente puede ser fecundado por el espermatozoide
durante 12 a 24 horas después de ser liberado.
Las mujeres que estén bajas de peso o con sobrepeso pueden incrementar sus
probabilidades de quedar embarazadas si logran un peso más saludable.
Afecciones ginecológicas (Eva y Daniela)

Las enfermedades ginecológicas más comunes que pueden afectar la salud de


una mujer pueden ser los fibromas o miomas uterinos, los quistes de ovario, la
endometriosis, la dispareunia o dolor durante el mantenimiento de relaciones
sexuales, enfermedades infecciosas, un sangrado excesivo, y la enfermedad
inflamatoria pélvica o EPI.

Amenorrea
La amenorrea es la ausencia de menstruación, que a menudo se define como la
ausencia de uno o más períodos menstruales.

La amenorrea primaria se refiere a la ausencia de menstruación en una persona


que no ha menstruado hasta los 15 años. Las causas más comunes de la
amenorrea primaria están relacionadas con los niveles hormonales, aunque los
problemas anatómicos también pueden causar amenorrea.

La amenorrea secundaria es la ausencia de tres o más períodos seguidos en una


persona que ha menstruado previamente. A pesar de que la causa más común de
la amenorrea secundaria es el embarazo, también puede ocurrir por problemas
hormonales.

Causas
La amenorrea puede producirse por diversas razones. Algunas son normales,
mientras que otras pueden ser un efecto secundario de un medicamento o un
signo de un problema médico.

Amenorrea natural
Durante el transcurso normal de la vida, es posible que tengas amenorreas por
razones naturales, tales como:
Embarazo
Lactancia
Menopausia
Anticonceptivos
Algunas mujeres que toman píldoras anticonceptivas (anticonceptivos orales)
pueden no tener períodos menstruales. Incluso luego de dejar de tomar píldoras
anticonceptivas orales, puede pasar un tiempo antes de que la ovulación y la
menstruación se regularicen. Los anticonceptivos que se inyectan o implantan y
algunos tipos de dispositivos intrauterinos también pueden causar amenorrea.

Medicamentos
Determinados medicamentos pueden hacer que los períodos menstruales se
detengan; entre ellos, se cuentan algunos tipos de:

Antipsicóticos
Quimioterapia para el tratamiento del cáncer
Antidepresivos
Medicamentos para la presión arterial
Antialérgicos

Factores relacionados con el estilo de vida


A veces, los factores relacionados con el estilo de vida contribuyen a la
amenorrea, por ejemplo:
Peso corporal bajo
Exceso de ejercicio
Estrés.
Desequilibrio hormonal
Muchos tipos de problemas médicos pueden causar un desequilibrio hormonal,
entre ellos:
Síndrome de ovario poliquístico
Insuficiencia tiroidea
Tumor pituitario
Menopausia prematura
Problemas estructurales
Los problemas en los órganos sexuales también pueden provocar amenorrea. Por
ejemplo:

Cicatrices uterinas.
Ausencia de órganos reproductivos.
Anomalía estructural de la vagina: Una obstrucción de la vagina puede impedir
que se manifieste el sangrado menstrual. La vagina puede tener una membrana o
pared que bloquee el flujo de sangre desde el útero y el cuello uterino.

Tratamiento

El tratamiento depende de la causa subyacente de la amenorrea. En algunos


casos, las píldoras anticonceptivas u otras terapias hormonales pueden restaurar
el ciclo menstrual. La amenorrea causada por trastornos de la tiroides o de la
hipófisis puede tratarse con medicamentos. Si la causa del problema es un tumor
o una obstrucción estructural, tal vez se necesite cirugía.

Estilo de vida y remedios caseros


Algunos aspectos del estilo de vida, como hacer demasiado ejercicio o comer muy
poco, pueden causar amenorrea; por eso, esfuérzate por buscar un equilibrio en el
trabajo, la recreación y el descanso. Evalúa las áreas de estrés y conflicto en tu
vida. Si no puedes reducir el estrés por tu cuenta, pide ayuda a tu familia, tus
amigos o tu médico.
Ten en cuenta los cambios en tu ciclo menstrual y consulta con el médico si tienes
alguna inquietud. Lleva un registro de cuándo se producen tus períodos. Anota la
fecha en que comienza tu período menstrual, cuánto dura y cualquier síntoma
problemático que tengas.
Pólipos uterinos
Los pólipos uterinos son crecimientos adheridos a la pared interna del útero que
se extienden hasta la cavidad uterina. El crecimiento excesivo de las células en el
revestimiento del útero (endometrio) produce la formación de pólipos uterinos,
también conocidos como «pólipos endometriales». Estos pólipos no suelen ser
cancerosos (son benignos), aunque algunos sí pueden serlo o, con el tiempo,
pueden convertirse en cáncer (pólipos precancerosos).

Síntomas
Los signos y síntomas de los pólipos uterinos comprenden los siguientes:

Sangrado menstrual irregular, por ejemplo, tener períodos frecuentes e


impredecibles de duración e intensidad variables
Sangrado entre períodos menstruales
Períodos menstruales excesivamente abundantes
Sangrado vaginal después de la menopausia
Esterilidad.

Causas
Los factores hormonales parecen intervenir. Los pólipos uterinos son sensibles al
estrógeno, es decir, crecen en respuesta al estrógeno circulante.

Factores de riesgo
Los factores de riesgo de los pólipos uterinos comprenden los siguientes:
Estar en etapa peri menopáusica o posmenopáusica
Tener presión arterial alta (hipertensión)
Ser obeso
Tomar tamoxifeno, medicamento para el cáncer de mama.
Diagnóstico
Ecografía transvaginal
Histeroscopia
Biopsia endometrial

Tratamiento

Para los pólipos uterinos, el médico podría recomendarte:

Conducta expectante. Los pólipos pequeños sin síntomas pueden resolverse por
sí solos. El tratamiento de los pólipos pequeños es innecesario, a menos que
estés en riesgo de contraer cáncer de útero.
Medicamentos. Ciertos medicamentos hormonales, como los gestágenos y los
agonistas de la hormona liberadora de la gonadotropina, pueden reducir los
síntomas del pólipo. Sin embargo, el uso de ciertos medicamentos es,
generalmente, una solución a corto plazo en el mejor de los casos, ya que los
síntomas suelen regresar una vez que se deja de tomar el medicamento.
Extirpación quirúrgica. Durante una histeroscopia, los instrumentos insertados a
través del histeroscopio (el dispositivo que utiliza el médico para ver el interior del
útero) hacen que sea posible extraer los pólipos. Es probable que este pólipo
extraído se envíe a un laboratorio para realizar un examen microscópico.
Si un pólipo uterino contiene células cancerosas, el médico hablará contigo acerca
de las medidas posteriores en la evaluación y el tratamiento.
En raras ocasiones, los pólipos uterinos vuelven a aparecer. Si lo hacen, es
posible que necesites más tratamiento.
Fibromas uterinos
Los fibromas uterinos son tumores no cancerosos del útero que a menudo
aparecen durante los años fértiles. También llamados leiomiomas o miomas, los
fibromas uterinos no están asociados con un mayor riesgo de cáncer uterino y casi
nunca se convierten en cáncer.
Los fibromas varían en tamaño: desde plántulas indetectables para el ojo humano
hasta masas voluminosas que pueden distorsionar y agrandar el útero. Puedes
tener un solo fibroma o varios. En casos extremos, los múltiples fibromas pueden
expandir tanto el útero que este llega a la caja torácica y puede añadir peso.
Muchas mujeres tienen fibromas uterinos en algún momento de su vida. Sin
embargo, es posible que no sepas que tiene fibromas uterinos porque a menudo
no causan síntomas. El médico puede descubrir fibromas por accidente durante un
examen pélvico o una ecografía prenatal.

Síntomas
Muchas mujeres que tienen fibromas no tienen ningún síntoma. En las que sí
tienen, los síntomas pueden verse influenciados por la ubicación, el tamaño y
número de fibromas.

En las mujeres que tienen síntomas, los signos y síntomas más comunes de los
fibromas uterinos incluyen:

Sangrado menstrual abundante


Períodos menstruales que duran más de una semana
Presión o dolor pélvico
Necesidad de orinar a menudo
Dificultad para vaciar la vejiga
Estreñimiento
Dolor de espalda o de piernas
En raras ocasiones, un fibroma puede causar dolor agudo cuando supera su
suministro de sangre y comienza a morir.
Causas

Los médicos creen que los fibromas uterinos se desarrollan a partir de una célula
madre en el tejido muscular liso del útero (miometrio). Una sola célula se divide
repetidamente y termina creando un tumor firme y gomoso distinto del tejido
cercano.
Los patrones de crecimiento de los fibromas uterinos varían: pueden crecer lenta o
rápidamente, o pueden permanecer del mismo tamaño. Algunos fibromas pasan
por períodos de crecimiento acelerado y otros pueden encogerse por sí solos.

Tratamiento

Los fibromas pueden solucionarse mediante cirugía o un procedimiento de


invasión mínima, dependiendo del tamaño, ubicación y síntomas. Entre las
técnicas de invasión mínima están la embolización de la arteria uterina, la cirugía
por ultrasonido focalizado y la ablación por radiofrecuencia. El proceso para cada
uno de estos procedimientos es diferente, pero el objetivo es el mismo: encoger
los fibromas y disminuir los síntomas.

Una opción quirúrgica para extirpar los fibromas y dejar intacto al útero es la
llamada miomectomía, que puede hacerse mediante varias incisiones pequeñas o
una incisión grande. La histerectomía o extracción del útero también puede ayudar
a tratar los fibromas, a través de incisiones de tipo similar, pero es una cirugía
mayor que pone fin a la probabilidad de tener hijos. A pesar de que la
histerectomía es el tratamiento más frecuente para eliminar los fibromas uterinos,
hoy en día las mujeres cuentan con otras alternativas que permiten conservar el
útero y al mismo tiempo alivian los síntomas.
Exposición a productos químicos y su influencia en la infertilidad (Dayana)

Exposición a radiaciones
Sabemos que dosis muy altas de radiación pueden dañar o matar los óvulos o el
esperma. Sin embargo, la radiología de diagnóstico (por ejemplo, los rayos X o la
TC) utilizan solamente dosis bajas de radiación. Estas dosis son mucho más bajas
que las dosis que podrían producir efectos destructivos en los óvulos o en el
esperma. Ha habido varias investigaciones con respecto a los posibles efectos
genéticos en la descendencia luego de la exposición de los padres a niveles bajos
de radiación.
La exposición a la radiación del esperma o los óvulos es generalmente
insignificante si los testículos o los ovarios no son expuestos directamente.
Incluso, si las células reproductivas son expuestas directamente, la dosis
proveniente de un examen de diagnóstico no presenta esencialmente riesgo.
Ningún estudio ha mostrado que la exposición a niveles bajos de radiación de los
óvulos o el esperma causen defectos de nacimiento o aborto espontáneo. Por lo
tanto, el riesgo es extremadamente pequeño (esencialmente cero). En otras
palabras, el riesgo es menor al 3% de riesgo total que todos los fetos presentan de
tener defectos de nacimiento debidos a factores no relacionados con la radiación.

Pesticidas
Los pesticidas son moléculas potentes diseñadas específicamente para matar
organismos vivos. Incluyen insecticidas, rodenticidas, fungicidas y herbicidas

Los residuos de plaguicidas en frutas y verduras, asociados a peores resultados


en tratamientos de infertilidad.
Comer más frutas y verduras con alto contenido de pesticidas se asocia con una
menor probabilidad de embarazo y nacimiento después del tratamiento de
infertilidad para mujeres que usan tecnologías de reproducción asistida. La
investigación sugiere que la ingestión de mezclas de plaguicidas al inicio del
embarazo puede estar asociada con una disminución de los nacidos vivos.

Efecto de los pesticidas en la fertilidad masculina


Los pesticidas afectan a las células de Leydig generando una reducción de los
niveles de testosterona. Además, estos pesticidas también dañan las células de
Sertoli y los túbulos seminíferos, alterando la calidad del semen.
Obesidad y su relación con la infertilidad

La obesidad ha sido reconocida como una enfermedad desde 1998 por la


Organización Mundial de la Salud [1], ya que es una condición que aumenta
significativamente la morbilidad y la mortalidad por muchos diferentes problemas
de salud como la diabetes tipo 2, hipertensión, dislipidemia, enfermedad cardíaca,
apnea obstructiva del sueño, ciertos tipos de cánceres, COVID-19 y muchos más.
Pero existe muy poca consciencia en torno a los efectos que la obesidad tiene en
la fertilidad de mujeres y hombres. Resulta que la obesidad aumenta el riesgo de
desarrollar infertilidad tanto en hombres como en mujeres, principalmente porque
la obesidad produce una especie de reacción en cadena que afecta a muchos
factores diferentes que dificultan la concepción. En el caso de las mujeres, el
embarazo en sí conlleva un mayor riesgo, tanto para la madre como para el bebé,
cuando la futura madre es obesa o lo era antes del embarazo.

Efectos de la obesidad en la infertilidad masculina


La evidencia muestra que la obesidad afecta la calidad del semen en los hombres.
Más específicamente, afecta el recuento de espermatozoides.
Los hombres con obesidad también tienden a tener disfunción eréctil, lo cual se
explica por la disminución de los niveles de testosterona y citocinas
proinflamatorias elevadas.
Los hombres con obesidad tienden a tener depósitos de grasa en el abdomen y el
escroto. Esto puede aumentar la temperatura testicular local, lo que afecta la
generación y el recuento de espermatozoides.
La apnea del sueño también puede empeorar los bajos niveles de testosterona en
hombres con obesidad.

Tratamiento

La pérdida de peso puede mejorar los niveles hormonales de los hombres y su


movilidad general; también puede reducir el riesgo de disfunción eréctil. La pérdida
de peso es la mejor alternativa para tratar la infertilidad relacionada con la
obesidad.
Efectos de la obesidad en la infertilidad femenina
La obesidad afecta la fertilidad femenina de muchas formas. Esta repercute en
todo el proceso de tratar de quedar embarazada, además afecta el embarazo en sí
y sus resultados.

Las mujeres con obesidad tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar


síndrome de ovario poliquístico (SOP). Los síntomas son:
Oligomenorrea y / o anovulación: La oligomenorrea es una afección en la que
los períodos menstruales son muy irregulares, pero en su mayoría infrecuentes. La
anovulación, por otro lado, ocurre cuando los ovarios no liberan un ovocito durante
el ciclo de la menstruación.
Hiperandrogenismo: Esta es una condición en la que las mujeres experimentan
altos niveles de andrógenos, como la testosterona. El hiperandrogenismo se
manifiesta en síntomas como pérdida de cabello, crecimiento excesivo del vello
corporal o facial o acné. También conduce a la ausencia o menor frecuencia de los
ciclos menstruales.
Ovarios poliquísticos: Esta condición consiste en la presencia de más de 12
folículos en cada ovario o aumento del volumen ovárico.
El SOP está muy asociado con la infertilidad, tanto por la anovulación como por
los ovarios poliquísticos. Los ovarios poliquísticos aumentan el riesgo de aborto
espontáneo. Sin embargo, los síntomas del síndrome de ovario poliquístico
responden mucho a los cambios de peso; una pérdida de peso de tan solo un 5%
puede mejorar la disfunción ovulatoria y restaurar la fertilidad

Tratamientos
La pérdida de peso es la forma más eficaz de tratar la infertilidad relacionada con
la obesidad, tanto en hombres como en mujeres. En el caso de las mujeres, existe
evidencia de una mejor edad gestacional en el momento del parto y una reducción
de la morbilidad materna cuando se logra la pérdida de peso antes del embarazo.
La cirugía bariátrica es eficaz para lograr una pérdida de peso significativa y
sostenida en mujeres con obesidad mórbida y se ha demostrado en estudios de
casos y controles que mejora la fertilidad.
Bajo peso y su relación con la infertilidad
La pérdida drástica de peso o el bajo peso con un IMC<18 puede también influir
en la fertilidad de hombres y mujeres.

Esta disminución del peso puede deberse a restricciones alimentarias, como sería
el caso de la anorexia, o al aumento de las demandas energéticas en el
organismo, por ejemplo, debido a una enfermedad o al ejercicio físico intenso.

El bajo peso también afecta a la producción hormonal y al metabolismo. Por ello,


es habitual que aparezcan las siguientes alteraciones en el ciclo menstrual de la
mujer:
Ciclos menstruales irregulares
Amenorrea
Alteraciones endometriales que impiden la implantación
En el caso de los hombres, el bajo peso también implica alteraciones
espermáticas, como una menor concentración y una disminución de la movilidad
de los espermatozoides.

También podría gustarte