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Fecha: 3 de octubre del 2004.

Título : Dejar para recibir.


Pastor: David Cho.
Versículo: Marcos 10; 28~31.

“Entonces Pedro comenzó a decirle: He aqui, nosotros hemos dejado todo, y


te hemos seguido. Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay
ninguno que haya dejado casa o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o
mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí o del evangelio, que no reciba cien
veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos,
y tierras, con persecusiones: y en el siglo venidero la vida eterna. Pero
muchos seran ́ postreros y los postreros serán primeros.

[Introducción]
El lema del mundo es: ‘Toma y tendrás’. Pero la enseñanza de la biblia dice
que el que deja por Dios, recibe. Adan cayó en el engaño del diablo, no
abandonó su codicia; y la consecuencia fue, perder a Dios y perder el Eden.
El diablo le engañó diciéndole que si tomaba la codicia, tambień podría tomar
el lugar de Dios. Rockefeller, el hombre considerado el más rico del mundo, a
la edad de su media vida fue desausiado por una fuerte neurosis, indigestión
y debilidad, ocasionada por el super estreś de los negocios, y casi muere.
Cuando su médico de cabecera le dijo que se preparara para su muerte, eĺ
comenzó a meditar en su vida pasada. Hasta ese momento su filosofía era,
ganar dinero sólo para el. ́ Todo giraba en su centro. En el centro de la
ambición. Despues ́ de reconocer que sólo había vivido para el dinero y que
había usado todos esos bienes sólo para el, ́ y confesó, y se arrepintió ante
Dios, su vida cambió por completo. Decidió dar para Dios y para los demás.
Por eso fundó iglesias y universidades y empezó a poyar la obra misionera.
Así se despojó de sus bienes para Dios y para los demás, y como resultado
su problema de salud que le había declarado sentencia de muerte fue
restablecido, rejuveneció y su vida se prolongó hasta los 98 años. Durante su
vida fundó 4928 iglesias, 24 universidades privadas. !Qué una sóla
́ persona
haya fundado unas 5 mil iglesias es grande!. Y fundar 24 universidades es
tremendo!. Fundó muchisimos
́ centros de bienestar social. Donó 7 billones
500 milones de $, unos 9 billones de wones para la obra de ayuda social; y
se considera la mayor en cantidad hasta ahora. Esto sería como otorgar 1
millón 230 mil wones por día sin fallar. Hasta ahora en sus establecimientos
cada año 10 mil alumnos reciben becas, y entre esos alumnos 600 reciben el
premio Nobel. El estaba perdiendo su vida cuando se agarró de sus bienes,
de la ambición y de la codicia. El quería poseer, y poseer, y poseer más,
pero lo perdió todo. Y cuando se despojó para Dios y para los demás, el
Señor le devolvió en vida, salud, bendición y felicidad.

[Desarrollo)
1.Abraham dejó para seguir la voluntad de Dios.
¿Cómo se convirtió en el padre de la fe? Cuando eĺ dejó su tierra, su
parentela y a sus padres, Dios le dio la tierra de Canaan.
́ No podía tener
todo al mismo tiempo. Cuando Dios nos manda que dejemos; debemos
hacerlo para que nos dé de su gracia. Genesis
́ 12; 1-3 dice: Pero Jehová
había dicho a Abraham: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de
tu padre, a la tierra que te mostrare.́ Y haré de tí una nación grande, y te
bendecire,́ y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que
te bendijeren y maldeciré a los que te maldijeren; y seran ́ benditas en tí todas
las familias de la tierra” Abraham entró en Canaan ́ con su sobrino, Lot. El
campo era pequeño y tanto Abraham como su sobrino tenían muchos
ganados, y sus pastrores pelearon por poseer más tierra y más agua. Y la
pelea de sus pastores trajo un enfrentamiento entre Abraham y Lot. En esos
momentos Abraham decidió dejarlo, delante de Dios. El crió a Lot como a su
propio hijo porque no había tenido el suyo propio. El decidió abandonarlo y
renunciar al privilegio de ser su tio. El llamó a Lot y le dijo: Ahora debemos
separarnos! Hasta ahora te he tenido como a un hijo, pero ahora
separemonos y no enfrentemos a Dios. Como tu tío puedo tomar posesión
primero de las tierras, pero renunciaré a ese privilegio. Elige tú primero; si vas
al Oriente yo iré al Occidente, si vas al sur, yo iré al norte. Lot miró la ciudad
de Sodoma y Gomorra y vio que había mucha tierra y agua, hacia el Jordán,
y a Abraham le quedó la zona montañosa. En ese momento Dios bendijo a
Abraham. Génesis 13;14-16 dice: Jehová dijo a Abraham despues ́ que Lot se
separó de el: ́ Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estas ́ al norte
y al sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a
tí y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo
de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, tambien ́ tu
descendencia será contada. Dios le dijo que dejara a su sobrino desde que
partió, pero como no lo hizo, sólo tuvo guerras; y al dejarlo Dios lo bendijo.
Dios tuvo a Isac a los 100 años. ¿Saben como ́ se mezquina a un hijo que se
tiene a los 100 años? Ahora que ya era un muchacho; dormía, se levantaba,
comía, bebía, trabajaba, y viajaba con su papa,́ y eran buenos amigos.
Gozaba de salud. Pero un día Dios le dijo a Abraham: Toma ahora tu hijo, tú
único, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto
sobre uno de los montes que yo te dire.́ Le pidió que tambien ́ dejara el amor
que sentía por su hijo. Era algo insoportable. Dejar no es lago fácil. Y no era
solo dejar a su hijo, a quien tuvo a los 100 años, sino llevar y quemarlo
como sacrificio. ¿Podría obedecer esto ́ Abraham? Pero Abraham no esperó oir
dos veces; caminó 4 días con su hijo hasta el monte de Moriah, encendió el
fuego, ató a su hijo, le puso los pies en el cuello y tomó su cuchillo para
cortarle las carótidas. Digamos que ya había renunciado a su hijo. En ese
momento un angel ́ de Dios le dijo desde el cielo: Abraham, no toques a tu
hijo Isac. Genesis
́ 22;16-18 dice: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que
por cuanto no me has reusado tu hijo, tu único hijo; de cierto te bendecire,́ y
multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que
está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus
enemigos. En tu simiente seran ́ benditas todas las naciones de la tierra, por
cuanto obedeciste a mi voz.”Abraham tuvo a su hijo porque lo entregó y se
convirtió en la simiente de bendición de todas las naciones de la tierra. Chals
Spolyon dice: Consagrarse es entregarle a Dios nuestros derechos. Por eso la
persona que se consagra de verdad, no ve sus pertenencias como suyas,
sino como algo de Dios. No podemos recibir nada sin entregar. Cuando nos
despojamos ante Dios, eĺ nos da una nueva gracia y bendición.

2. Tambien ́ Jesús recibió al dejar para seguir la voluntad de Dios.


Jesús poseía todo el trono del cielo y su gloria, pero no podía salvar a la
humanidad. Debía dejarlos para conseguirlo. El debía dejarlo todo. Debía dejar
el cielo y venir con un cuerpo de siervo a la tierra. Juan 10;11 dice: Yo soy
el buen pastor, y el buen pastor da su vida por las ovejas. Sólo dejando su
trono y su cuerpo podía salvar a la humanidad. Romanos 5; 8 dice: Mas Dios
muestra su amor para con nosotros, que siendo aun pecadores, Cristo murió
por nosotros. Jesús fue probado por el diablo en el desierto. Mateo 4; 1-2
dice: Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado
por el diablo. Y despues ́ de haber ayunado 40 días y 40 noches tuvo hambre.
Ahí vino el diablo y le dijo que convirtiera la piedra en pan. Le dijo que
primero llenara su vientre. Entonces Jesús dejó el apetito por la palabra de
Dios, y con esto ́ consiguió eternamente su palabra. Mateo 4;3-4 dice: Y vino
a eĺ el tentador y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se
conviertan en pan. El respondió y dijo: No sólo de pan vivirá el hombre, sino
de toda palabra que sale de la boca de Dios. Jesús se despojó renunció a la
demanda más básica del cuerpo, que es el apetito. Eligió la palabra de Dios.
Al ser tentado por el diablo, eĺ renunció a la honra y pudo recibir la gracia de
Dios. El diablo lo llevó al pináculo del templo y le dijo: Tírate! Escrito esta,́
que a sus angeles
́ mandará Dios para que tu pie no tropiece en piedra.
Todos te veran ́ y te aplaudirań y te aclamaran;́ todos te honraran!́ Hoy en día
muchos cristianos dicen creer en Jesús, pero van van a las imágenes y se
postran para recibir honra. Dejan a Dios para recibir honra. Pero Jesús dijo
enfáticamente en Mateo 4; 7: Escrito tambien ́ esta:́ No tentaras
́ al Señor tu
Dios. Por eso Dios le dio su gracia. Por último el diablo lo llevó a lo alto de
un monte y le mostró toda la riqueza del mundo y su gloria y le dijo que se
lo daría si postrado le adorare. Hoy en día muchos dejan su consagración,
dan las espaldas a Dios y van trás el mundo en busca de riquezas, gloria, y
renombre. Jesús renunció drásticamente a toda ambición por ellas. Mateo 4;
19 dice: Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito esta:́ Al Señor
tu Dios adoraras, ́ y a eĺ sólo servirás. Por lo que recibió eternamente la
autoridad de Dios. Debemos renunciar para recibir. La humanidad pudo recibir
una gran bendición porque Jesús entregó su vida en la cruz. El pudo no
haber muerto en esa cruz. Pudo huir o clamar a Dios, quien enviaría a 12 á
ngeles para que lo bajasen de esa cruz. Y no perdería su vida. Pero sólo
entregando se recibe. Jesús, como la semilla que debe caer a la tierra y
morir para germinar, tuvo que perder su vida en la cruz para que nosotros
podamos recibir la gracia de Dios y compartirla. Por lo tanto por perder su
vida en la cruz, nosotros alcanzamos perdón, justicia y paz. Romanos 3;
23-24 dice: Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de
Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención,
que es en Cristo Jesús. Ahora todos los que creen pueden recibir perdón y
justificación, porque Jesús entregó su vida en la cruz; y por ese precio
fuimos salvos. Mediante que Jesús fue encarnecido, derramó su sangre y
perdió su vida en esa cruz, nos reconciliamos con Dios, y recibimos su
Espíritu Santo. El hecho de que Dios venga a morir por personas desechadas
como nosotros fue porque Jesús entregó su vida en la cruz. Tito 3; 6-7 dice:
El cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro salvador,
para que justificados por su gracia, viniesemos
́ a ser herederos conforme a la
esperanza de la vida eterna. ¿Cuanto ́ fue azotado Jesús? Fue desgarrado a
golpes en el patio de Pilato y golgado de la cruz. El perdió su salud y su
paz. Experimentó toda clase de sufrimientos. Y por ese sufrimiento nosotros
recibimos de regalo la sanidad y la salud. Si eĺ no hubiera entregado su vida,
no hubieramos recibido esa gracia. 1 de Pedro 2; 24 dice: Quien llevó eĺ
mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros,
estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida
fuisteís sanados. Jesús fue objeto de maldición colgando de esa cruz. Fue
objeto de burla. !Cuan ́ degradante e insultante fue que el Hijo de Dios, del
creador del cielo y de la tierra, estuviese colgando desnudo de esa cruz. El
fue ofendido delante de Dios, de los angeles,
́ delante del diablo y de la
gente. Sólo los maldecidos colgaban de un madero. ¿Por qué el Hijo de Dios
sería maldito? ¿Por qué Dios lo había entregado a maldición?. Fue para
bendecir a la humanidad. El tenía que colgar en la maldición para que los
que estaban en maldición recibiesen bendición. Galatas 3,13-14 dice: Cristo
nos redimió de la maldición de la ley, hechos por nosotros maldición, porque
escrito esta:́ Maldito todo aquel que es colgado de un madero; para que en
Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que
por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu. Hoy fuimos libertados de la
maldición y recibimos bendición gracias a que Jesús fue entregado a la
nuestra. Si Jesús no hubiera muerto en la cruz y no hubiera entrado en esa
tumba por tres días y si no hubiera sufrido no hubieramos recibido la
resurrección, la vida eterna ni el cielo. Por su muerte fuimos revividos y por
su entrega recibimos la salvación. Juan 11; 25 dice: Le dijo Jesús: Yo soy la
resurrección y la vida; el que cree en mí aunque esté muerto vivira.́ El dejó
su trono del cielo, y mediante eso puede llevarnos hasta ese lugar. Juan 14;
2-3 dice: En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo lo
os hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y
os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde
yo estoy, vosotros tambien ́ esteís. De esta forma sin perder no se puede
recibir nada. Jesús tenía un lugar en el trono de Dios, pero como lo entregó;
Dios lo puso en un lugar más alto. Filipenses 2; 6-11 dice: El cual, siendo en
forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino
que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres; y estando en condición de hombre, se humilló a sí mismo, hacié
ndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Po lo cual Dios tambien ́
lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para
que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que estan ́ en los
cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que
Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios. Dios lo exaltó y le dio un gran
nombre porque dejó su trono del cielo y vino a sufrir a la tierra. Se debe
dejar para recibir y abandonar para alcanzar.

3. Tambien
́ nosotros debemos dejar para seguir la voluntad de Dios.
Tambien
́ nosotros recibimos cuando dejamos. No podemos recibir la gracia de
Dios si tomamos todo y nos aferramos a ello. Si queremos recibir tambien
́
nosotros debemos dejar. Marcos 10;28-31 dice: Entonces Pedro comenzó a
decirle: He aqui nosotros hemos dejado todo y te hemos seguido. Respondió
Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o
hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras por
causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este
tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, con
persecusiones; y en el siglo venidero la vida eterna. Pero muchos primeros
seran
́ postreros y los postreros primeros. Por causa del evangelio, no por mi
causa. Dios está diciendo acá que no podemos ir al cielo sin persecusión, y
que eĺ nos devolverá cien veces más mientras vivamos en la tierra si
perdemos padres, esposas, hermanos o perdemos la parentela por causa del
evangelio. No piensen que se ha quedado en el olvido si han sido
perseguidos por causa de Cristo. Por eso para alcanzar salvación, debemos
dejar el mundo y al diablo. Es imposible tener ambas cosas al mismo tiempo.
No se refiere a que dejemos el camino hacia un lugar, sino a la conciencia
de este mundo. Y esó se refiere al concepto del mundo, donde no existe
Dios. Se refiere a dejar los deseos de la carne, de los ojos, la vanagloria del
mundo, la ambición y la codicia, la fornicación, la corrupción, el egoismo, y
todas estas costumbres, que son la conciencia del mundo. No podemos tener
el cielo y el mundo al mismo tiempo. Debemos dejar el mundo para recibir el
cielo. 1 de Juan 2;15-16 dice: No ameís al mundo ni las cosas que estan
́ en
el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en el.
́ Porque
todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los
ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
¿Puede el hombre servir a Dios y al diablo al mismo tiempo? Algo que me
sorprende al ir Japón es que, en el patio de la casa de los cristianos hay
una imágen, en la pieza hay un nicho para Camidana y sobre la mesa hay
una biblia. ¿Cómo pueden poner todo eso creyendo en Jesús? Dicen: Pastor
si va reunión de la UN estan
́ personas de todo el mundo procurando por la
paz del mundo y podemos hacer tambien
́ la unión espiritual. Acaso si viene
Buda, Sindo y el Señor, todos juntos, ¿No nos ayudaran?
́ Total herror. No se
puede servir a Dios y al diablo al mismo tiempo. Debemos dejar al diablo
para vivir con Dios. ¿Cómo puede vivir Dios con el diablo? 2 de Corintios 6;
14-18 dice: No os unaís en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿Qué
compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con
las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte del creyente
con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?
Porque vosotros soís el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y
andaré entre ellos y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. por lo cual salid
de en medio de ellos, y apartáos, dice el Señor, y no toqueís lo inmundo; y
os recibiré por Padre, y vosotros me sereís hijos e hijas, dice el Señor
Todopoderoso. El diablo y Dios no pueden vivir juntos, el templo de Dios y
los ídolos no pueden estar juntos, ni la luz con las tinieblas, ni el creyente
con el incrédulo pueden estar en yugo igual. Por lo tanto, para ir al cielo
debemos dejar el mundo y al diablo. Antes hubo un hombre muy rico en la
zona del mar amarillo, con una mina de oro. Este llenó su barco con lingotes
y se vino para Seúl. Pero en el momento que llegaba a Inchón, se vino una
tormenta y el barco se fue a pique. La gente se arrojó al mar para salvarlo.
El dueño tambien
́ se lanzó al agua, y los cargó todo en su cintura. Como se
hizo un bulto se hundió con eĺ y no se lo volvió a ver. Se hundió para
siempre con su oro. La ambición es algo como esto.
́ Cuando no se puede
dejarla; no se consigue, ni lo material, ni a Dios, y viene la destrucción. Para
tener bendiciones y andar con Dios, se debe dejar la avaricia y la ambición.
El diablo hace todo lo contrario. El le pide al hombre, le hace tener avaricia y
la ambición, y tambien
́ le quita todo, le angaña, lo corrompe, y lo devora y le
hace pensar que está ganando. Pero Dios dice dad y se os dara,́ medida
buena, apretada y remecida. Cuando dejamos la codicia y la ambición, y nos
despojamos para Dios y para los demás, eĺ nos da con abndancia. Esto es
un principio perpetuo. Tmabién debemos renunciar a nuestro yo para tener a
Cristo. Una persona no puede pararse en su centro y sólo querer sacar
provechos de la via cristiana. No puede ser el amo y Jesús una visita a quien
dice: Ayúdame en esto, en aquello, ayúdame a estar en el patio, ayudame
́ a
lavar los platos, ayúdame a administrar la casa. ¿Cómo el Señor puede ser
nuestro siervo? Muchos cristianos toman esta posición, por lo que no reciben
ayuda. Si Jesús es el dueño de nuestras vidas, eĺ la administra. Si es el
dueño de nuestra casa, nos ayuda en todo, si es el dueño de nuestros
negocios, el trabaja por nosotros. Mateo 6; 33 dice: Buscad primeramente el
reino de Dios y su justicia, y lo demás os será añadido. Esto significa
ponerlo por el dueño de nuestras vidas. Pero si sólo le tenemos como a una
visita, no nos puede ayudar. Cómo no nos ayudará si eĺ edificare nuestra
casa? Si el es el dueño de la ciudad, la cuida. El debe ser el dueño de la
casa, de la ciudad, de nuestras vidas y nosotros sus siervos, sus obreros y
sus servidores. Si miramos al Señor como los ojos de las siervas miran a la
mano de su señora, le servimos, trabajamos para el,
́ eĺ lleva nuestras cargas,
nos bendice y nos hace llevar frutos. Por eso Pablo dice en Galatas 2; 20:
Con Cristo estoy juntamente crusificado, y ya no vivo yo, sino Cristo vive en
mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual
me amó y se entregó a sí mismo por mí. Piensen, si el que hizo los cielos y
la tierra es su dueño, ¿Habrá algo que no pueda hacer? E dueño que les cría
a ustedes tiene en sus manos una vara y un cayado. El cayado es para
guiarles y la vara para defenderles y protegerles del enemigo. El es quien los
tiene, no nosotros. No podemos guiarnos, cuidarnos y protegernos a nosotros
mismos. Si está como nuestro dueño, los puede usar, pero si sólo es una
visita no. Muchos hoy en día no reciben ayuda de Dios aunque claman,
porque no los han puesto a Dios como el Señor de sus vidas. Y muchos
reconocen que deben hacerlo despues
́ de pasar por muchas tribulaciones y
sufrimientos; y confiesan: Señor! Yo no sirvo! tú eres mi Señor! Sólo despues
́
del sufrimiento se dan cuenta. Pero cuando está bien, eĺ es el dueño de su
vida. Para recibirlo como dueño de nuestras vidas, debemos renunciar a la
nuestra. Cuando trabajamos tambien
́ clamamos al Señor para que nos ayude.
¿Es nuestra ordenanza? ¿El siervo? Pero si le decimos, Señor, esta empresa
es tuya y yo, tu ordenanaza, ¿Acaso no nos ayudara? El pasado 28 de
marzo, en el diario de la familia de la iglesia salió este testimonio: Un hombre
30 años atrás era un simple empleado de un hotel y ascendíó al mudarse el
mismo. Pero en el tiempo del IMF se empezó a cavar para la construcción
del hotel y se le disminuyó el sueldo. Pero dos meses después le vino una
propuesta. En vez de darle la mitad de ganancia del hotel, ir a otro donde no
había gente y que había quebrado para dirigirlo. El no tenía el valor para
hacerlo, pero se lo entregó al Señor. Le dijo: Señor, cuando administre este
hotel no será mio, sino tuyo. Yo seré tu siervo y tú el dueño, ¿Puedo
entregartelo? El Señor le dijo: Ok puedes hacerlo. Fue a verlo, y era un hotel
en total desórden, sin movimiento hacía dos meses. El se ponía una ropa
deportiva y cada día iba al hotel y lo reparaba personalmente. Creó una sala
de oración, y oraba con los empleados. Pero todo seguía igual. Decidió ir a
un bosque y clamar a Dios en oración hasta las dos de la mañana. Organizó
cultos con los empleados a las 11 de la mañana. Y les decía: El dueño de
este hotel es Dios! Esta empresa eĺ la dirige. Y les llevó a todos a confesarlo.
Y desde ese momento ocurrió algo asombroso. Los fines de semana todos
los clientes se ponían de acuerdo, los días hábiles estaban lleno de
huéspedes, subió la entrada, y el hotel comenzó a restablecerse. Si Dios hace
la obra, no hay imposibles. Si eĺ dirige el negocio tambien.
́ Como
agradecimiento a la respuesta de Dios invirtió sus entradas en la obra
misionera como eĺ le guiaba, sin mezquinar. Una persona le había dicho que
si seguía operando de esa forma no le resultaría, mas eĺ le dijo: Yo dirijo este
hotel para la gloria de Dios. El es el dueño, yo sólo soy su ordenanza e hice
como me dijo. Cuando el huracán Memi vino perjudicó a toda la península, en
todo su alrededor pararon todos los trabajos y se tornó todo oscuro, en su
viejo hotel de 30 años no se encontraron daños. Y en todos los demás
hospedajes era imposible activar, pero como el suyo estaba cuidado por Dios,
y no tuvo daños, vinieron más clientes y ganó mas.
́ Cuando se anda con
Dios lo imposible se vuelve posible. Aunque uno se caiga, no se rompe las
narices, mas bien mejora. Y eĺ testificó que ahora ese hotel está en superavit
y activando excelentemente. Si le entregamos todo y le ponemos por dueño,
eĺ hace la obra y lleva nuestras cargas. Una visita no hace eso.
́ Sólo el
dueño. Si renuncio a mí mismo y me despojo para Dios, desde ese momento,
eĺ se hace responsable de mi vida. Otra cosa: No podemos amar más a otro
que a Dios. El es nuestro dueño y nuestro creador. Como eĺ nos gobierna,
debemos amarle con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con
todas nuetras fuerzas. Si amamos otra cosa más que a el;
́ es idolatría. Sean
los padres, una posoción, la honra, o el poder. La biblia dice que lo más
grave para Dios es la idolatría. No te inclinarás a los ídolos. No sólo son
ídolos lo que vemos con los ojos. Si amamos algo más que a Dios, aunque
no se vea; es un ídolo. Mateo10;37-39 dice: El que ama más a padre, o a
madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama más a hijo o a hija que
a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no
es digno de mí. El que halla su vida la perderá y el que la pierde por mi
causa, la hallara.́ El que tiene devoción por su vida y pide y pide, o dice: Es
mío, o no puedo ceder, finalmente pierde todo. Si se despoja para Dios y los
demás, deja morir su ego, y da de lo suyo; mas bien Dios lo salvará y le
dará en abundancia. Esta es la asombrosa regla del cielo. Retener significa
perder. Si perdemos, eĺ nos da en medida buena, apretada y remecida en
nuestros regazos. Por eso no olvidemos que el que gana su vida, la perdera;́
y el que la pierde por causa del Señor, la hallara.́ Por eso si perdemos la
ambición por los bienes de este mundo, recibimos bienes. Dejarlo porque
significa que el amor al dinero es la raiz de todos los males. El corazón que
ama el dinero tiene sembrado en eĺ la raiz de todos los males. Porque no
podemos servir a Dios y al dinero al mismo tiempo. Digamos que todos los
que fueron juntos a Europa, y que cruzaron a EE.UU fueron en busca de
Dios. Han dejado Europa para evitar la persecusión y servir a Dios con
libertad fundando una iglesia. Estos americanos encontraron a Dios y tambien
́
al dinero. Se hizo el pais más rico del mundo. Los mismos europeos se
fueron a Sudamérica a buscar oro. Perdieron el oro, perdieron a Dios y hoy
en día Sudamérica está formado por los paices más pobres. Si buscamos
primero su reino y su justicia, de lo demás se encarga Dios. Mateo 6; 24
dice: Ninguno puede servir a dos señores; porque aborrecerá a uno, y amará
al otro, o estimará a uno y menospeciará al otro. No podeís servir a Dios y a
las riquezas al mismo tiempo.” No dice que no poseamos dinero. Hay
personas que no sirven al dinero, por más que lo tienen. Y hay mendigos que
sirven a sus monedas. Dejar la ambición por el dinero nos da la licencia para
obtenerlo. ¿Cuaĺ es la señal de que lo hemos hecho? El diezmo y la ofrenda.
La persona que no diezma, diga lo que diga es un siervo del dinero y no
tiene derecho a tenerlo. Pero el que diezma y ofrenda muestra a Dios que ha
dejado la ambición por el dinero; y Dios le confía lo material. Malaquías
3;8-10 dice: ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habeís robado. Y
dijisteís: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos
soís con maldición, porque vosotros, la nación toda me habeís robado. Traed
todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probádme ahora en
esto
́ dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré la ventana de los cielos y
derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Dios dice que
cuando dejemos la ambición por el dinero, derramará sobre nosotros
bendición. Cuando el dinero se usa para Dios, recibimos su bendición. Lo
material no nos puede dar felicidad. Lo material no trae la felicidad; Dios nos
da felicidad, cuando usamos el dinero para su gloria. 2 de Corintios 9;8 dice;
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de
que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundeís para
toda buena obra. El nos hace abundar para que hagamos buenas obras.
Cuando usamos lo material para su gloria, eĺ se encarga de todas nuestras
cosas. Había un dueño de una fábrica de plásicos en EE.UU llamado Stenly
Tem, que en 1970 quedó en ruinas por un cheque en blanco. Desde niño era
muy consagrado a Dios. Y al arruinarse dio: Hasta ahora fui a la iglesia en
forma ceremonial. Mientras tanto el dinero era mi dueño, y mi Dios. No
diezmaba ni ofendaba ni daba para las misiones. Sólo iba por cumplir. Pero
desde que se arruinó, se arrepintió; fue a la oración de madrugada y oró:
Dios! si me das otra oportunidad te daré de mis ganancias el 50%. Ya no
amaré más al dinero que a tí. Debía dar uno de cada dólar, pero eĺ decidió
dar 5. Poco despues ́ pudo ver la gracia de Dios y así como lo prometió
empezó a darle a Dios 5 de cada 10. Toda la familia y los amigos se
opusieron: Estás haciendo mal! Pero eĺ los resistió firmemente. Soy una
persona fracasada por amor al dinero. Como ahora amo más a Dios, le doy
el 5% para no caer en la ambición. Sin embargo, eĺ fue muy bendecido. Al
final tuvo exito.
́ En 1984 eĺ vino y testificó a nuestros empresarios en Corea.
Es el testimonio de que cuando servimos a Dios, eĺ nos sirve. Por eso no
podemos servir a Dios y a las riquezas al mismo tiempo. Cuando
abandonamos la ambición por el dinero, a traves ́ de la entrega de los
diezmos y la ofrenda; Dios nos da asombrosas bendiciones como prueba de
confianza en nosotros.

[Conclusion)
́
Lo que el diablo sembró en el hombre caido, hasta sus huesos, es la ambicí
on. Retenlo!
́ tómalo! poseélo! todo lo que ambiciones y lo retengas será tuyo!
Es todo mentira! Por esta mentira la guerra y la corrupción no acaba en el
mundo. Dios nos enseña que dejemos lo que debamos dejar para seguirlo y
que abandonemos lo que tengamos que abandonar. Que le demos las
espaldas al mundo, al diablo, a la ambición y a la codicia. Que le pongamos
a eĺ por Señor, que busquemos primero su reino y su justicia. Y eĺ se hará
responsable. El hará la obra por nosotros, llevará nuestras cargas y nos
cuidara.́ Nos tomara,́ nos abundará y hará que llevemos muchos frutos. Si
nos tranquilizamos y servimos a Dios podemos vivir felices en este mundo.

[Oración)
Todopoderoso y santo padre Dios!
El diablo engañó a Adan. Le hizo robar lo tuyo y luego hizo que fuera
desechado trajicamente.
́ Tu le has dado a Jesús hasta el trono del cielo,
porque eĺ no se dejó engañar por Satanás. Ayúdanos a ser excelentes
siervos, que no oyen la voz del diablo, y que siguiendo el ejemplo de Jesús
podamos dejar al mundo, al diablo, que vivamos lejos de la ambición y de la
codicia, y que te tengamos a tí por el Señor de nuestras vidas. En el nombre
de Jesús.
Amén.

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