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La alimentación es fundamental para el bienestar humano al proporcionar energía y nutrientes. Está influenciada por factores culturales, sociales y de salud. Las redes sociales han tenido un gran impacto en los hábitos alimenticios al publicitar dietas y propagar información sobre comida, a veces sin verificar su precisión, lo que puede afectar la salud y conducta de las personas.
La alimentación es fundamental para el bienestar humano al proporcionar energía y nutrientes. Está influenciada por factores culturales, sociales y de salud. Las redes sociales han tenido un gran impacto en los hábitos alimenticios al publicitar dietas y propagar información sobre comida, a veces sin verificar su precisión, lo que puede afectar la salud y conducta de las personas.
La alimentación es fundamental para el bienestar humano al proporcionar energía y nutrientes. Está influenciada por factores culturales, sociales y de salud. Las redes sociales han tenido un gran impacto en los hábitos alimenticios al publicitar dietas y propagar información sobre comida, a veces sin verificar su precisión, lo que puede afectar la salud y conducta de las personas.
La alimentación, es un proceso fundamental en el bienestar del ser
humano, a través de ella se adquiere energía y nutrientes,
convirtiéndose en un proceso infaltable para la subsistencia.
Debido a su importancia, está relacionada con la cultura, la
sociedad, la familia, las creencias y el contexto. Además de estos, también existen factores externos que influyen directamente en la alimentación del hombre. Algunos de ellos pueden ser los factores de salud, los cuales te condicionan un camino si deseas mejorar tu calidad de vida, ligada a dietas balanceadas y saludables con el objetivo de mejorar condiciones de salud. Otro factor, es la imagen, escogiendo el camino de la dieta para balancear su cuerpo, adaptándose a un proceso de grandes cambios físicos, hormonales, entre otros. Debido a lo anterior, la frase “Dime lo qué comes y te diré quién eres” Anthelme Brillant Savarín, se ha convertido en punto de partida en esta sociedad del consumo, donde las redes sociales, son el motor que más ha influenciado en las prácticas alimenticias, debido a que en esta era de la tecnología, un porcentaje significativo de la población tiene algún tipo de contacto con las redes sociales y es en estas donde se despliega un amplio manejo de publicidad sobre alimentación, llegando hasta las dietas. Según estos datos, Facebook, Whatsapp e Instagram son las redes sociales más utilizadas, aunque Facebook ha disminuido su tasa de penetración mientras que Instagram ha aumentado su frecuencia de visita (IAB Spain, 2018)
Entre más vemos publicidad relacionada con alimentos, el impacto de estas en
la salud, en nuestro cuerpo, en nuestra imagen externa, más probabilidad de “un impacto sobre el comportamiento de las personas en sus hábitos de alimentación y consumo; pudiendo contribuir o no al curso y prevención de diferentes enfermedades crónicas, así como también a alteraciones de la salud mental”.
Aunque las redes sociales suministran información de manera
frecuente sobre alimentación, es innegable que no toda esa información no siempre es veraz, en ocasiones, se cree que entre más visitas, me gusta, reproducciones, compartidos tengo una información, es el punto de credibilidad ante la información que nos brinda, sin embargo, en muchas ocasiones, la publicidad en las redes sociales tienen un objetivo comercial, vender sus productos, sin importar el atizar falsas expectativas, nada realistas, lo que podría generar comportamientos no acertados frente al proceso alimenticio. Para finiquitar, se puede inferir que es tanto el impacto de las redes sociales en el proceso alimenticio, que es frecuente ver que sacar fotos a los platos de comida y subirlo a las redes, antes que consumirlo, así mismo, se puede ver, videos instructivos para preparar alimentos, los cuales, en algunas ocasiones, terminan siendo más importante la presentación, que el sazón y nutrición.