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¿Qué es un Seguro o que es la actividad aseguradora?

Para responder esta


pregunta primero debemos establecer que se entiende por contrato de seguro
aquel mediante el cual la parte aseguradora se obliga a indemnizar o a realizar
otras prestaciones, dentro de los límites que se pacten, a la persona asegurada a
cambio de una contraprestación económica (prima), en el caso de que se llegara a
producir el hecho objeto de la cobertura (se produzca incendio, accidente, robo,
etc.), con esto podemos entender que, un seguro es aquella entidad financiera que
tiene como objetivo principal el aseguramiento de una persona bien sea natural o
jurídica, a cambio de una prima o prestación de dinero que normalmente se paga
de manera anual mediante un acuerdo entre las partes para dividir ese pago en
cuotas o para cancelarlo de manera única y directa; con el fin de que el asegurado
obtenga un servicio en el momento que sucedan los hechos que se establecieron
en el contrato o póliza de seguro.

Por regla general, la parte aseguradora será una compañía de seguros, mientras
que la parte asegurada será una persona consumidora y usuaria. Existen distintas
modalidades de contrato de seguro: de accidente, de viaje, de transporte, de
hogar, de robo, de vida, de hogar, de salud.

Las Condiciones Generales deberán incluirse por la parte aseguradora en la


propuesta de seguro si la hubiere y necesariamente en la póliza del contrato o en
documento complementario, que se suscribirá por la persona asegurada y a la que
se entregará copia del mismo. Las condiciones generales y particulares se
redactarán de forma clara y precisa. En el contrato se destacarán de modo
especial las cláusulas limitativas de los derechos de las personas aseguradas, que
deberán ser específicamente aceptadas por escrito.

Las principales características del contrato de seguros son:

1. Es Consensual: debido a que se perfecciona mediante el consentimiento de


las partes que contratan, las mismas realizan su declaración de someterse
a las condiciones establecidas en la póliza.
2. Es Bilateral: por cuanto establece derechos y obligaciones para ambas
partes de manera recíproca, como por ejemplo, el asegurado se obliga a
pagar la prima y notificar de los siniestros y el asegurador se compromete a
entregar la póliza al asegurado, asumir los riesgos y cumplir con el pago de
la prestación que se acordó según el tipo de contrato de seguro realizado,
en pocas palabras, se compromete a indemnizar.
3. Es Oneroso: ya que en el contrato de seguro la parte aseguradora o la
empresa de seguros se obliga con el contratante para asumir los riesgos de
este a cambio del pago de una prima.
4. Es aleatorio: debido a que la obligación principal de la aseguradora no se
materializa hasta que se dé el hecho o siniestro establecido en la póliza el
cual es incierto.
5. Es de ejecución continua: ya que los derechos y obligaciones de ambas
partes se van desarrollando de forma continua desde la celebración del
contrato hasta su finalización.
6. Es de buena Fe: al igual que la mayoría de los contratos, este debe
ejecutarse de buena fe y obligando a las partes no solo a cumplir lo pactado
sino también a todas las consecuencias que deriven del contrato mismo,
según la equidad, el uso o la ley.
7. Es de Adhesión: Porque se apega a las condiciones de la empresa
aseguradora.

Fines de la actividad aseguradora:

Las compañías de seguros son empresas cuya función consiste en proteger sus
clientes, ya sean personas físicas o jurídicas, ante los riesgos a los que están
expuestos en su día a día. Es un medio de previsión para hacer frente a pequeñas
o grandes eventualidades mediante el pago de una prima. Garantiza por parte del
asegurador los riesgos ajenos mediante el pago de una prima por parte del
asegurado.

La actividad que desempeña la aseguradora es la de una operación con ánimo de


lucro, a través de las aportaciones de muchos sujetos expuestos a eventos
económicos desfavorables, para destinar lo así acumulado, a los pocos a quienes
se presenta la necesidad. Es decir, con las pólizas de seguro que consigue
contratar una compañía aseguradora el día de hoy y lo recaudado con las mismas,
la empresa cuenta con el capital para solventar los incidentes y riesgos que sufre
el contratante del día de mañana.

La actividad aseguradora se rige por dos principios fundamentales, el principio de


inmediatez, ya que al suscribir una póliza, en el momento que se acepta y paga la
prima, ya se está cubierto por la misma, es inmediato, si el mismo día en que se
suscribe dicha póliza le sucede un imprevisto o siniestro que se estableció en el
contrato, el asegurado puede disfrutar del beneficio o servicio convenido con la
empresa aseguradora.
En el mismo orden de ideas, la actividad aseguradora sigue el principio de
mutualidad, el cual establece que a mayor cantidad de asegurados, mejor
distribución el daño. Según este principio, que parece ser el primero o más
antiguo, las primas pagadas por una colectividad de asegurados sirven para
reponer, reparar o indemnizar las pérdidas de quienes sufran siniestros, buscando
la solidaridad entre un grupo sometido a riesgos.

El efecto desfavorable de estos riesgos en su conjunto queda aminorado


sustancialmente, porque los riesgos individuales se compensan: sólo unos pocos
asegurados los sufren, frente a los muchos que contribuyen al pago de la
cobertura.

Las entidades de seguro deben tener presente ciertos principios:

1) La Individualización: es importante que se realice la definición y delimitación


de cada uno de los riesgos existentes para así clasificarlos, evaluarlos y
agruparlos.
2) La acumulación: según las leyes de la probabilidad, mientras sea mayor la
agrupación de estos riesgos, menores serán los fallos entre la teoría y la
práctica.
3) La selección de riesgos: los aseguradores solo deben aceptar los riesgos
que, por su naturaleza, se presuma no originarán necesariamente
resultados desequilibrados.
4) La distribución o división de riesgos: la aseguradora requiere la necesidad
de conseguir que los riesgos que asume, en virtud de los contratos de
seguro, sean homogéneos cualitativa y cuantitativamente, de forma que se
cumpla el principio mutual o de compensación.

Las empresas aseguradoras son intermediarios financieros que cuyo activo


financiero específico son las pólizas o contratos de seguros, obteniendo
financiamiento mediante el cobro de la prima del seguro, constituyendo así las
oportunas reservas para hacer frente a la realización del pago de la indemnización
o prestación garantizada, por alguna contingencia ocurrida o por estimación de su
posible ocurrencia por métodos y procedimientos actuariales. Estas reservas son
invertidas por las empresas de seguros normalmente en activos reales
(inmuebles) o en activos financieros (títulos o valores mobiliarios, operaciones
activas).

Para distribuir el riesgo, las empresas aseguradoras pueden ceder una parte o la
totalidad de riesgos suscribiendo contrato con empresas reaseguradoras,
acordándose cómo será el reparto de las primas devengadas de la asunción del
riesgo y el reparto de los pagos por las responsabilidades derivadas de ese riesgo.
La compañía aseguradora no cede su responsabilidad con el asegurado, sin
embargo, al hacer la prevención se distribuyen y compensan los riesgos.

El seguro tiene un papel importante en materia crediticia; aparte es una importante


fuente de ingreso al fisco nacional y de manera individualizada el seguro se
destaca por el espíritu de prevención que representa el tratar de cuidarse de las
consecuencias desfavorables de un evento, con la consiguiente mejora de la
conciencia social de los individuos.

En caracas, a los 11 días del mes de Mayo de 2023.

RICARDO JOSE CONTRERAS OVIEDO

C.I.: V-25.418.537

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