Está en la página 1de 2

El cerebro humano necesita glucosa para sobrevivir, pero en general las personas están 

consumiendo más
azúcar del necesario.
En el caso de los niños este atracónno solo les llevará a tener caries o coger unos kilos de más. Como
demuestran multitud de estudios, el exceso de azúcar puede conducir a mayor riesgo de padecer obesidad,
enfermedades cardiovasculares, diabetes e incluso cáncer en el futuro.
Y todo apunta a que en general los niños están consumiendo más azúcar del aconsejado.
En 2016 la Asociación Americana de Corazón publicó en la revista Circulation un análisis en el que recomendó
limitar el consumo de azúcares añadidos a menos de 25 gramos al día, (que equivaldría a 100 calorías o 6
cucharaditas). 
los grupos de edad más propensos a exceder esta recomendación de la OMS son el de los niños (9-12 años) y
el de los adolescentes (13-17 años).
Refrescos, chucherías, galletas o dulces, son solo algunos de los productos que pueden venirte a la cabeza
cuando piensas en lo que pueden estar generando que tu hijo se exceda con el azúcar. La realidad es
que este producto se esconde en muchos más alimentos (ultraprocesados) de los que quizás pienses,
incluyendo muchos destinados a la alimentación de bebés.
Reducir esta peligrosa ingesta pasa por adoptar mejores pautas alimentarias en las que se primen
alimentos reales y saludables. Unos hábitos que si se crean en la infancia es fácil que después se mantengan a lo
largo de toda la vida.

La ciencia también apunta a que un consumo excesivo en azúcar daña áreas del cerebro esenciales para los
procesos de aprendizaje y memoria. 

Investigaciones recientes en roedores han demostrado que el cerebro adolescente tiene un mayor riesgo de
desarrollar disfunción cognitiva inducida por un abuso de azúcar en la dieta al alterarse las regiones del
cerebro encargadas de codificar los recuerdos.

Efectos similares se han detectado también en humanos. Una investigación de 2012


descubrió que los adolescentes obesos mostraban peores resultados en aritmética,
ortografía, atención y flexibilidad mental así como una tendencia a una inteligencia
general más baja, en comparación con aquellos que no tenían exceso de peso.
Aquellos estudiantes que ingerían más de 4 porciones de bebidas azucaradas diarias
tenían más probabilidades de presentar angustia mental, depresión o problemas de
conducta escolar que aquellos que tenían un consumo menor de estos productos.
cuando los niños tomaban pequeñas cantidades de zumo endulzado con sacarosa mostraban conductas más
inapropiadas al jugar y mayor dificultad de concentración.

Cuando las personas ingieren una gran cantidad de azúcar a la vez, hay una gran
liberación de insulina y se puede desarrollar hipoglucemia o resistencia a la insulina"
Con resistencia a la insulina, tu cuerpo no puede absorber adecuadamente la glucosa, lo
que hace que se acumule en el torrente sanguíneo y el hígado. Esto, junto con unos
factores genéticos y ambientales determinados, puede conducir a prediabetes y
finalmente a diabetes.
los cambios generados en esta área del cerebro condujeron a una menor expresión del
receptor que se une a la principal hormona del estrés, el cortisol, lo que puede afectar la
capacidad de recuperarse de la exposición a una situación estresante.
"Los cambios en el cerebro inducidos por el azúcar son muy preocupantes dado el
alto consumo de bebidas azucaradas, con un consumo particularmente alto en niños de 9
a 16 años. Si están en juego procesos similares en humanos a los que se detectaron en
nuestro estudio con ratas, es importante reducir el consumo de azúcar en toda la
comunidad"

También podría gustarte