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¿De qué manera el uso del espacio y las escenas demuestran la crítica a las

normas sociales y la evolución del feminismo en el siglo XIX en la obra Casa

de Muñecas de Henrik Ibsen?

La obra Casa de Muñecas fue escrita por el dramaturgo Henrik Ibsen, nacido el 20

de marzo de 1828 en Skien, Noruega. Reconocido como creador del drama

moderno1, fue director del Teatro Nacional de Bergen y el de Christiania2. Entre

1868 y 1891 vivió en Alemania, donde escribió una de sus más destacadas obras:

Casa de muñecas.

Estrenada el 21 de diciembre de 1879 en el Teatro Real de Copenhague3, provocó

una gran controversia debido a la representación de una mujer que rechaza su

familia en búsqueda de autonomía.

Las mujeres a través del tiempo han tenido una relación de dependencia hacia los

hombres. Es a partir de los siglos XVIII y XIX4, que empiezan a tomar nuevos roles,

pero aún sin independencia ya que el sistema patriarcal era fuerte y era mal visto

que una mujer dejase todo por libertad. Es por esto que a Ibsen se le considera un

fuera de época: por sus ideas que se oponían al orden social.

En cuanto a las corrientes literarias, si bien en sus primeros años, incluyó elementos

surrealistas; posteriormente, usó el realismo, a tal punto que se le refiere como el

1
Su uso del realismo y las obras que abordan problemas psicológicos y sociales le dieron este título, rompiendo
con la tradición romántica del teatro
2
Christiania era el nombre de la capital de Noruega que luego cambió a Oslo como se le conoce hoy en día,
Ibsen nace mientras Noruega está bajo unión real con Suecia.
3
Copenhague, capital de Dinamarca, país al sur de Noruega.
4
En el siglo XVIII desde la Ilustración, por los ideales de equidad, libertad y en contra de las jerarquías
existentes asociadas al antiguo régimen, se empieza a concebir que las mujeres se puedan desempeñar en
roles como los hombres, en el siglo XIX se fortalece con los movimientos feministas.
padre del realismo5. Por parte de sus ideas, podemos ver que trata la liberación de la

mujer, y critica las relaciones desiguales.

El siguiente ensayo pretende responder a la interrogante: ¿De qué manera el uso de

la escenografía, como muestra del deterioro de la felicidad de la mujer burguesa, y

las escenas en la trama, como reflejo de la de la desesperación de la clase alta por

conservar su estatus social, demuestran la crítica de las normas sociales y la

evolución del feminismo en el siglo XIX en la obra Casa de Muñecas de Henrik

Ibsen?

El objetivo fundamental es demostrar cómo el autor emplea los recursos literarios

para determinar el cambio de pensamiento en el sistema burgués, específicamente

en la clase media, notando la caída del orden social para dar paso a un cambio

hacia una igualdad de derechos, en rechazo del sistema jerárquico patriarcal.

En primer lugar, la involución en el espacio cerrado muestra la decadencia en el

idealismo romántico dentro de la burguesía, esto marca además la propia evolución

de Ibsen hacia el realismo. En la obra, el espacio está integrado por diferentes

ambientes del hogar, donde la escenografía guía los cambios.

Al comienzo de la obra se presenta un ambiente cómodo y armonioso en el que los

elementos representan un nivel burgués y comodidad para la esposa6,

deshaciéndose de su independencia en favor de la familia y una vida con lujos

regulares. Esto se evidencia en la descripción del Acto Primero:

"Sala acogedora, amueblada con gusto, pero sin lujo. En el fondo, a la


derecha, una puerta conduce a la antesala, y a la izquierda, al despacho de

Helmer.

5
A través de este, Ibsen logró realizar fuertes críticas a su sociedad, al retratar todo como era, sin
idealizaciones, poniendo su juicio y creencias en obras.
6
Hay que tener en cuenta que en el siglo XIX, las mujeres de la clase burguesa eran dependientes de sus
maridos para su sustento y a cambio aportaban con las labores del hogar y la crianza de los hijos.
Entre ambas, un piano. … Cerca de la ventana, mesa redonda, con un sofá y

varias sillas… con un par de sillones y una mecedora enfrente..."7 En el fragmento se

aprecia una diferenciación de los muebles por ambiente. Además, se puede

observar como en esta labor hay una clase de idealismo, donde la mujer

alegremente arregla para el marido mientras que este llega del trabajo con el

sustento. Pero, conforme avanza la obra, se rompe esta ilusión, mientras Nora se

da cuenta del mundo de afuera: Su inquietud por Krogstad, las leyes injustas y su

marido opresor. Estas preocupaciones se reflejan en la escenografía ya que es ella

la encargada de lo doméstico, de esta manera podemos ver como el ideal de

felicidad con decoración afanosa se va derrumbando. Esto se evidencia en la

descripción del Acto Segundo: “el árbol de Navidad, despojado y con las velas

consumidas...”8

Este fragmento demuestra un súbito cambio de la escenografía, con un árbol ya

consumido, al descubierto, igual que la burbuja de felicidad, sin el romanticismo que

cubría su vida, desenmascarando su sumisión.

Asimismo, la importancia de la escenografía y su relación con el cambio de

pensamiento femenino se demuestra en el Acto Tercero, donde ciertos muebles

pasan al primer plano: “La mesa, con el sofá y las sillas ha sido trasladada al centro.

… La puerta de la antesala está abierta.”9


En síntesis, Ibsen refleja a través de la escenografía la importancia del entorno para

los cambios, de la misma manera que el espacio involuciona y decae, la realización

de Nora de su entorno toma un papel central, hasta decidirse por su independencia,

pero no antes de darse cuenta de su realidad derrumbada. Primero cae el idealismo

7
(Ibsen, 2010, pág. 11)
8
(Ibsen, 2010, pág. 59)
9
(Ibsen, 2010, pág. 96)
y entonces se produce el cambio. La escenografía y las emociones de Nora van de

la mano mientras se dan los cambios en su vida.

En segundo lugar, el autor usa las escenas para reflejar la desesperación y pérdida

moral a la que llega el individuo burgués para mantener su apariencia social dentro

del sistema patriarcal. Las apariencias son muestra del estatus ante la sociedad. Se

presenta la sociedad hipócrita y convencional de la época, condicionada por

prejuicios moralistas y religiosos que son evidenciados por Torvaldo, que pone un

gran énfasis a esos aspectos como se evidencia en el Acto Primero: “HELMER. una

atmósfera de falsedad contamina… los hijos se contagian. NORA. ¿Estás

seguro…? HELMER. ¡Claro!... Krogstad ha estado envenenando sus hijos... Y por

eso, mi querida Nora, vas a prometerme no hablar más en su favor” ¡Dame tu

mano!10

Además, se evidencia la manera excesiva en la que Helmer se refiere a los asuntos

morales y como es un valor que tiene que mantenerse, dándole importancia según

las creencias de la época.

Esta posición se mantiene por toda la obra, provocando roces con Nora, que está

abriendo sus ojos, hasta que en el Acto Tercero, las acciones que planea Helmer
revelan su desesperación: HELMER. ... Hay que ahogar el asunto, sea como sea...

no te será permitido educar a los niños; no me atrevo a confiártelos... ¡Vaya! esto

debe acabar… se trata exclusivamente de salvar los restos, los despojos, las

apariencias...11

En este pasaje Torvaldo descubre las acciones de Nora y entra en una

desesperación total que revela la hipocresía de su sociedad, ya que mientras Nora

cumpliese su rol. él la llenaba de cariños, pero cuando sale de su sumisión, él deja

su protección para

10
(Ibsen, 2010, págs. 56-57)
11
(Ibsen, 2010, pág. 116)
castigarla por hacer lo que no le correspondía, rompiendo incluso las leyes. Las

apariencias caen, el verdadero carácter de Torvaldo se muestra, ocasionando el

rompimiento final con Nora y que la lleva a irse de casa.

En estos últimos extractos, Ibsen ofrece un retrato de su sociedad, que por medio de

los prejuicios y del orden social, fuerza a individuos a afrontar un sistema decadente

que resulta en hipocresía por los extremos que se alcanzan solo por apariencias.

En síntesis, se puede determinar que Ibsen, mediante el uso de la escenografía

como muestra del deterioro de la felicidad de la mujer burguesa y las escenas como

reflejo de la de la desesperación de la clase alta por conservar su estatus social

demuestra significativamente la decadencia de las normas sociales y el

cuestionamiento del rol femenino en el siglo XIX.


En conclusión, Ibsen refleja a través de la escenografía la importancia del entorno y

su influencia para los cambios, representa la caída del idealismo y la realización que

produce el cambio en el pensamiento femenino. La escenografía y las emociones

van de la mano en los cambios ideológicos.

Se ofrece un retrato de una sociedad moralmente decadente que cae en

desesperación solo por las apariencias.

Con todo lo anterior se puede reafirmar que los recursos literarios determinan el

cambio de pensamiento burgués, notando la caída del orden social para dar paso

hacia una igualdad de derechos, en rechazo del sistema jerárquico patriarcal.

Es importante reflexionar que esta obra presentaba un mensaje radical para su

sociedad12, con una crítica fuerte y directa. Sienta las bases del mensaje sobre el

patriarcado opresor- legalmente constituido- frente a una mujer consciente que

busca independencia e igualdad. Y a día de hoy, aunque no existe un patriarcado

institucionalizado, aún existen ciertas ideas y creencias en regiones como

Latinoamérica, sobre el rol sumiso de la mujer. Se puede decir que estas ideas son

vestigios que continúan en lo cotidiano; pero aún así, este cambio que comienza en

el siglo XIX de parte de del teatro realista psicológico de Ibsen, avanza a través del

tiempo de manera que actualmente se va alcanzando la igualdad, como por ejemplo

con las mujeres en fuerzas armadas, y su participación política en países como Perú,

donde el gabinete ministerial tiene una mujer a la cabeza, e incluso una mujer

liderando el Ministerio de Defensa13. Es así, con el fin de los prejuicios, que se

logrará alcanzar una cultura de paz en las relaciones de género.


Número de palabras: 1492

12
Esto sobre todo en un tiempo donde el teatro en Europa debía modelar estrictamente los valores familiares y
sociales
13
En Perú desde el 2020, el gabinete ministerial está presidido por Violeta Bermúdez, una abogada política
defensora de la igualdad de las mujeres, además que en un gesto histórico, Nuria Esparch fue nombrada
Ministra de Defensa, la primera mujer en ocupar ese cargo.
Bibliografía
Ibsen, H. (2010). Casa de muñecas. (Impacto Cultural, ed.). Biblioteca Nacional del
Perú. (Original publicado en 1879)
Profesores del IES María Moliner de Sevilla. (15 de febrero de 2008). El Realismo.
Obtenido de SlideShare: https://es.slideshare.net/actimoliner/el-realismo
Cabeza, J. P. (s.f.). La Crisis de la Historia. Obtenido de El feminismo durante el
siglo XIX : http://www.lacrisisdelahistoria.com/feminismo-siglo-xix/
Bowdoin College. (2006). EL rol de Ibsen como el “padre del drama moderno”
https://web.archive.org/web/20131212001849/http://www.bowdoin.edu/news/e
vents/archives/003725.shtml

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