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¿Qué es?
Prevencion primaria:
- Promoción de la lactancia materna. Lo ideal sería que alcanzara hasta los 6 meses de vida. Se ha
demostrado el efecto protector para la obesidad futura y su duración se asocia inversamente al
riesgo de obesidad.
- Normas dietéticas: El pediatra debe vigilar periódicamente la dieta y aprovechar las visitas del
niño para recordar que debe limitarse el consumo de bollería industrial, dulces, snacks, refrescos
azucarados y prohibirse bebidas alcohólicas (en el adolescente).
- Un esquema fácil es el basado en la pirámide de los alimentos: En el nivel inferior, están los
cereales, las verduras, frutas, legumbres, hortalizas, el queso y el yogur, que deben ser la base de
la alimentación y se deben tomar diariamente. En la parte intermedia están las carnes poco grasas,
el pescado y los huevos, que se deben tomar pocas veces a la semana. En la parte superior se
sitúan las carnes rojas, que deben ingerirse en escasa cantidad (pocas veces al mes). Este tipo de
alimentación debe adaptarse a nuestro medio, con las características de la dieta mediterránea
(aceite de oliva como aporte principal de grasa en la dieta) y preparación culinaria mediante la
cocción y el asado, evitando la adición de salsas.
Para prevenir los hábitos inadecuados nutritivos, la edad a la que hay que educar a los niños es
desde los 3- 4 años.
Tratamiento:
Reducir las calorías. La clave para perder peso es reducir la cantidad de calorías que
ingieres, y el primer paso es revisar tus hábitos de lo que comes y bebes para ver cuántas
calorías consumes normalmente y de qué manera puedes reducirlas.
Sentir saciedad al comer menos. Algunos alimentos, como los postres, los caramelos, las
grasas y los alimentos procesados, contienen muchas calorías en una pequeña porción. En
contraste, las frutas y verduras proporcionan un tamaño de la porción más grande con
menos calorías.
Elegir opciones más saludables. Para que tu dieta sea más saludable, come más alimentos
vegetales, como frutas, verduras y granos integrales. Además, elige fuentes magras de
proteínas, como frijoles, lentejas y soja, y carnes magras. Si te gusta el pescado, trata de
comerlo dos veces por semana. Limita la sal y el azúcar agregada.
Reemplazos alimentarios. Estos planes sugieren que reemplaces una o dos comidas por
sus productos, por ejemplo, batidos o barritas de bajas calorías, así como que comas
refrigerios saludables y que hagas una tercera comida equilibrada, con un contenido bajo
de grasas y de calorías.
Haz ejercicio. Las personas con obesidad necesitan realizar al menos 150 minutos a la
semana de actividad física de intensidad moderada para prevenir un mayor aumento de
peso o para mantener la pérdida de una cantidad modesta de peso.
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