Está en la página 1de 33

Anestesia

Concepto: Pérdida de sensibilidad y conciencia a causa de


medicamentos u otras sustancias. La anestesia impide que
los pacientes sientan dolor durante una cirugía u otros
procedimientos. La anestesia local causa la pérdida de
sensibilidad en un área pequeña del cuerpo. La anestesia
regional causa la pérdida de sensibilidad en una parte del
cuerpo, como un brazo o una pierna. La anestesia general
causa la pérdida completa de sensibilidad y conciencia y se
siente como un sueño muy profundo.
¿Qué es la anestesia?
La anestesia es el uso de medicamentos para prevenir el
dolor durante una cirugía y otros procedimientos. Estos
medicamentos se denominan anestésicos. Pueden
administrarse mediante inyección, inhalación, loción tópica,
aerosol, gotas para los ojos o parche cutáneo. Provocan una
pérdida de las sensibilidad o la conciencia.

¿Para qué se usa la anestesia?


La anestesia se puede utilizar en procedimientos menores,
como el empaste o restauración de un diente. Puede usarse
durante el parto o procedimientos como colonoscopías. Y se
usa durante operaciones menores y mayores.
En algunos casos, un dentista, una enfermera o un médico
pueden darle un anestésico. En otros casos, es posible que
necesite un anestesiólogo, un médico que se especializa en
administrar anestesia.

¿Cuáles son los tipos de anestesia?


Hay varios tipos diferentes de anestesia:

Anestesia local: Adormece una pequeña parte del cuerpo.


Puede usarse en un diente que necesita ser extraído o en un
área pequeña alrededor de una herida que necesita puntos.
Usted está despierto y alerta durante la anestesia local
Anestesia regional: Se usa para áreas más grandes del
cuerpo, como un brazo, una pierna o todo lo que esté debajo
de la cintura. Es posible que esté despierto durante el
procedimiento o que le administren sedantes. Se puede usar
anestesia regional durante el parto, una cesáreao cirugías
menores
Anestesia general: Afecta a todo el cuerpo. Le deja
inconsciente e incapaz de moverse. Se usa durante
operaciones mayores, como cirugía cardíaca, cirugía
cerebral, cirugía de espalda y trasplantes de órganos
¿Cuáles son los riesgos de la anestesia?
En general, la anestesia es segura. Pero puede haber
riesgos, especialmente con la anestesia general, incluyendo:

Arritmia o problemas respiratorios


Reacción alérgica a la anestesia
Delirio después de la anestesia general: El delirio provoca
confusión. Es posible que no tenga claro lo que está pasando.
Algunos mayores de 60 años tienen delirio durante varios
días después de la cirugía. También les puede pasar a los
niños cuando se despiertan por primera vez de la anestesia
Retomar la conciencia durante la anestesia general: En
general, esto significa que la persona escucha sonidos. Pero
a veces se puede sentir dolor, aunque no es común

Acción local: El anestésico local ejerce su función por


interacción directa con los receptores específicos del canal de
sodio en la membrana del nervio. La molécula del anestésico
debe atravesar la membrana celular mediante difusión pasiva
no iónica de la molécula sin carga.
Anestésicos locales: Los anestésicos locales (AL), son un
grupo heterogéneo de fármacos que bloquean los canales de
sodio dependientes de voltaje, por lo tanto interrumpen el
inicio y propagación de los impulsos nerviosos en los axones
con el objetivo de suprimir la sensación. También pueden
inhibir varios receptores, aumentar la liberación de glutamato
y deprimir la actividad de algunas vías de señalización
intracelular. Son universalmente utilizados por multitud de
profesionales de la salud (anestesiólogos, cirujanos,
enfermeros, odontólogos, podólogos, dermatólogos, médicos
internistas, en veterinaria, etc.) a diario, son fármacos que a
concentraciones suficientes, evitan temporalmente la
sensibilidad en el lugar de su administración. Su efecto
impide de forma transitoria y perceptible, la conducción del
impulso eléctrico por las membranas de los nervios y el
músculo localizadas. Por tanto, también se bloquea la función
motora, excepto en el músculo liso, debido a que la oxitocina
(hormona liberada por la hipófisis) lo continua estimulando

Administración de los anestésicos locales: Los anestésicos


locales se administran en solución ácida; esto determina que
la mayor parte del fármaco se encuentre en forma ionizada.
El fármaco debe convertirse a la forma no ionizada para
difundir al interior de la célula.
Agente pre anestésico
Un agente pre anestésico es un medicamento que se
administra antes de la administración de un anestésico.
Ejemplos de agentes pre anestésicos son:
acepromacina1
atropina
diazepam
escopolamina
Estos son los medicamentos utilizados antes de la
administración de un agente anestésico, con el importante
objetivo de hacer que la anestesia sea segura y más
agradable para el paciente. Las razones de tal medicación
son

Para la sedación, para reducir la ansiedad y la aprensión


Para obtener un efecto aditivo o sinérgico para que la
inducción pueda ser suave y rápida
Para contrarrestar ciertos efectos adversos del medicamento
anestésico
Los medicamentos comunes utilizados para aliviar el dolor
son analgésicos opioides: morfina, petidina y buprenorfina.
Intoxicación por anestésicos:
La intoxicación sistémica por anestésicos locales (ISAL), una
reacción adversa que ocurre cuando los anestésicos locales
(AL) alcanzan niveles sistémicos significativos, afecta
principalmente al sistema nervioso central y cardiovascular, y
si bien, es un evento infrecuente, puede ser potencialmente
fatal. El principal determinante de la ISAL es la concentración
plasmática de AL, en especial la fracción libre. Los síntomas
más graves son las convulsiones y paro cardíaco, los cuales
pueden ocurrir con la administración de cualquier AL. La
bupivacaína es el más cardiotóxico de los AL comúnmente
utilizados, seguido en orden decreciente por levobupivacaína,
ropivacaína y lidocaína.
Gases medicinales
Los gases medicinales son aquellos gases que por sus
características específicas son utilizados para consumo
humano y aplicaciones medicinales en instituciones de salud
y en forma particular.

Gases de mayor uso médico:


Oxígeno (O2).
Óxido nitroso (N2O).
Aire medicinal (O2-N2 y otros componentes minoritarios).
Vacío (El proceso de vacío será considerado como gas
medicinal).
Otros gases: Helio (He), Dióxido de carbono (CO2) y
Nitrógeno (N2).
¿Qué es el oxígeno medicinal? ¿
Oxígeno medicinal es el nombre que recibe una mezcla de
gases que tiene un porcentaje de oxígeno típicamente igual o
superior a 93% y es ampliamente recetado a pacientes
ventilados mecánicamente en unidades de cuidados
intensivos .

Helio medicinal: El helio medicinal 300 bar es un producto


sanitario que se suministra en envases a presión en forma
gaseosa y se utiliza en la técnica de crioterapia para la
destrucción de tumores, en la zona previamente tratada con
argón. La descompresión de 300 a 240 bares del helio hace
posible la producción de una temperatura positiva necesaria
para el calentamiento de las agujas para la criocirugía.
ANHÍDRIDO CARBÓNICO - Qué es
Compuesto inorgánico del carbono (fórmula química, CO2).
Es un gas incoloro, de olor ligeramente irritante y sabor ácido.
No es venenoso (pero sí asfixiante) ni comburente. Se
encuentra en la Naturaleza, en el aire (en porcentajes muy
bajos) y en las emanaciones volcánicas y otras. El CO2 se
produce en la respiración de los animales, lo emiten las
plantas durante la noche y es el resultado de todos los
procesos de combustión del carbono: por tanto, es un
componente de los productos de la combustión de los
hidrocarburos y, en particular, es emitido por los tubos de
escape de los vehículos accionados por motores que utilizan
tales combustibles, generando las ahora conocidas como
emisiones de CO2.

En los gases de escape el porcentaje de CO2 es tanto más


elevado cuanto más completa es la combustión del carbono;
por tanto, conviene que el contenido de CO2 resulte lo más
alto posible y próximo al valor teórico (como promedio, en
condiciones estequiométricas, el porcentaje máximo de CO2
en los gases de escape de un motor de gasolina se halla
alrededor del 13 % en volumen).
Hipoxia
El término hipoxia significa disminución del oxígeno
disponible para las células del organismo, produciéndose
alteraciones en su normal funcionamiento, al no poder
obtener la energía necesaria de los alimentos (carbohidratos,
grasas y proteínas) mediante las reacciones oxidativas
correspondientes.

Por lo tanto, hipoxia sería el aporte inadecuado de oxígeno a


los tejidos. Los tejidos, órganos y sistemas tienen una
diferente sensibilidad a la falta de oxígeno por lo que en unos
el fallo de sus funciones aparecerá antes que en otros,
produciendo una sintomatología más temprana. Los aparatos
respiratorio y cardiovascular son los encargados de hacer que
el oxígeno llegue a cada una de las células del organismo.
Una alteración en la captación del oxígeno ambiental, en el
intercambio gaseoso a nivel del alveolo, en el transporte o en
su utilización por las células dará como consecuencia un
cuadro de hipoxia.
clasificación

Según la causa primaria (disminución de oxígeno), podemos


clasificar la hipoxia en cuatro tipos diferentes:
Hipoxia Hipóxica.-Aparece como consecuencia de la
disminución de oxígeno en el aire respirado (ventilación), así
como cualquier causa que origine una reducción del
intercambio gaseoso a nivel de la membrana alveolo capilar
(difusión), o la relación ventilación / perfusión. El resultado es
una sangre arterial pobre en oxígeno, incapaz de suministrar
la energía que necesitan los tejidos de nuestro organismo
para sus reacciones metabólicas.

Hipoxia
Las principales causas que originan la hipoxia hipóxica
pueden concretarse en:

La exposición a las bajas presiones atmosféricas, que se


encuentran a grandes altitudes, debido a fallos mecánicos o
errores humanos en el manejo de los equipos de oxígeno. A
nivel del mar, la hemoglobina está saturada de oxígeno
aproximadamente en un 97.5 por 100 A 10.000 pies
disminuye hasta un 87 por 100 y a 20.000 pies lo está
únicamente en un 65 por 100.

A título de ejemplo, podemos decir que un fumador habitual


sufrirá hipoxia aproximadamente entre 4.000 pies – 5.000
pies por debajo, lo que no ocurriría en el no fumador.
Hipoxia anémica.-Se caracteriza por que la presión de
oxígeno es normal, pero la cantidad transportada del mismo,
por unidad de volumen de sangre, está disminuida.

El efecto resultante es que el oxígeno llega con normalidad a


la sangre arterial, pero encuentra que el “transportador” de
oxígeno (Hemoglobina) no es útil para el transporte.

Hipoxia
Las principales causas que originan la hipoxia anémica
pueden concretarse en:
-Las intoxicaciones por humos (monóxido de carbono), el
tabaco (la inhalación de CO, reduce la posibilidad del
transporte de oxígeno por la hemoglobina al tener el CO
mayor afinidad por la hemoglobina que el Oxígeno, un gran
fumador puede alcanzar niveles de Carboxihemoglobina entre
8 por 100 a 10 por 100 en sangre), ciertas drogas
(sulfamidas), que hacen disminuir la capacidad de unión de la
hemoglobina con el oxígeno.

¿Qué es la oxigenoterapia?
La terapia con oxígeno es un tratamiento que le entrega
oxígeno adicional para respirar. También se le llama oxígeno
suplementario. Solo su profesional de la salud puede indicarle
recibirla. Puede obtenerla en el hospital, otro entorno médico
o en el hogar. Algunas personas solo la necesitan por un
corto período de tiempo. Otros necesitan oxigenoterapia a
largo plazo.

Existen diferentes tipos de dispositivos que pueden


proporcionarle oxígeno. Algunos usan tanques de oxígeno
líquido o gaseoso. Otros usan un concentrador de oxígeno, el
que extrae oxígeno del aire. Lo puede obtener a través de un
tubo nasal (cánula), una máscara o una cámara de oxígeno.
El oxígeno adicional es inspirado junto al aire normal.

Existen dispositivos portátiles de tanques y concentradores


de oxígeno. Pueden hacer que sea más fácil moverse
mientras se aplica la terapia.

¿Quién necesita oxigenoterapia?


Usted puede necesitar terapia con oxígeno si tiene una
afección que causa niveles bajos de oxígeno en la sangre,
como:

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) Neumonía


Enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19)
Ataque grave de asma
Insuficiencia cardíaca en etapa avanzada
Fibrosis quística
Apnea del sueño

¿Cuáles son los riesgos de usar oxigenoterapia?


En general, la oxigenoterapia es segura, pero puede causar
efectos secundarios, como nariz seca o con sangre,
cansancio y dolores de cabeza durante las mañanas.

Los medicamentos broncodilatadores


Estos fármacos actúan dilatando los bronquios y permitiendo
el paso del aire. Los más usados son de dos tipos: los
agonistas beta2 adrenérgicos y los anticolinérgicos.

Los agonistas beta2 adrenérgicos son fármacos que


producen broncodilatación porque relajan el músculo liso de
los bronquios. Según la duración del efecto hablamos de dos
tipos, los de acción corta y los de acción prolongada.

Los agonistas beta2 adrenérgicos de acción corta (SABA) o


broncodilatadores de acción corta, como el salbutamol o la
terbutalina (administrados por vía inhalatoria). Son fármacos
que producen la dilatación de los bronquios de 2 a 5 minutos
después de su administración por vía inhalatoria y su efecto
desaparece en pocas horas.
Son el tratamiento indicado para el alivio rápido de los
síntomas en la mayoría de los pacientes.

Los agonistas beta2 adrenérgicos de acción larga (LABA) o


broncodilatadores de acción prolongada, comosalmeterol,
formoterol o vilanterol. Estos fármacos broncodilatadores
tienen un efecto de larga duración, al menos de 12 horas o
más.

Nunca se utilizan como único tratamiento del asma. Se usan


junto con los glucocorticoides inhalados (GCI) en personas
con asma persistente, leve o moderada que no se controla
solo con ellos. Los broncodilatadores de acción prolongada
(LABA) asociados a los glucocorticoides inhalados se pueden
utilizar a partir de los 4 años.

Se administran por vía inhalatoria mediante diferentes


dispositivos. Actualmente, podemos encontrar la asociación
de un glucocorticoide inhalado más un broncodilatador de
acción prolongada en el mismo dispositivo de inhalación, lo
que se denomina terapia combinada.

En general, los medicamentos broncodilatadores son bien


tolerados y producen pocos efectos secundarios: algo de
nerviosismo, temblor o hacen que el corazón vaya más
rápido. Estos efectos se deben a la acción del fármaco, y no
indican mala respuesta o intolerancia al broncodilatador.

Los anticolinérgicos inhalados son fármacos que también se


utilizan en el tratamiento del asma como broncodilatadores.

El más utilizado es el bromuro de ipratropio. Su efecto


broncodilatador dura relativamente poco, entre 4 y 6 horas.
Se utiliza como medicación de alivio o rescate sólo en
aquellos casos en los que no se toleran los broncodilatadores
de acción corta (SABA), ya que el inicio de acción es más
lento que en estos.

El bromuro de tiotropio es otro fármaco anticolinérgico pero


con un efecto más prolongado (24 horas), lo que permite
administrarlo una vez al día por vía inhalatoria. Se
recomienda en pacientes con asma grave junto con otros
fármacos, es decir, en aquellos pacientes que tienen
síntomas persistentes y/o crisis a pesar de un tratamiento
adecuado con altas dosis de medicación de control,
habitualmente altas dosis de glucocorticoides inhalados y un
broncodilatador de acción prolongada (LABA).

El principal efecto secundario de los anticolinérgicos


inhalados es la sequedad de boca pero suele ser leve y
desaparece al continuar el tratamiento. Es aconsejable
enjuagarse la boca después de cada administración.
Efectos adversos: inquietud, agitación, insomnio, cefalea,
irritabilidad, convulsiones, contracciones musculares.
Palpitaciones, taquicardia sinusal, extrasístoles, bochornos,
hipotensión marcada, arritmias. Náuseas, vómito, diarrea,
dolor epigástrico. Taquipnea, paro respiratorio.

Sobredosis: náuseas, vómito, insomnio, irritabilidad,


taquicardia, extrasístoles, taquipnea o convulsiones
tonicoclónicas. La toxicidad puede iniciarse bruscamente y
ser severa con arritmias, y convulsiones como primeras
manifestaciones. Tratamiento: medidas generales.
Tratamiento de arritmias con lidocaína y convulsiones con
diazepam IV, apoyo respiratorio y cardiovascular.

Drogas antihistamínicas:
Los medicamentos para tratar alergias están disponibles en
forma de píldoras, líquidos, inhaladores, aerosoles nasales,
gotas para los ojos, cremas para la piel e inyecciones.
Algunos están disponibles sin receta médica; otros, solo con
receta. A continuación, te ofrecemos un resumen de los tipos
de medicamentos para tratar las alergias y por qué se utilizan.

Antihistamínicos
Los antihistamínicos bloquean la histamina, una sustancia
química que produce síntomas y que el sistema inmunitario
libera durante una reacción alérgica.

Píldoras y líquidos
Los antihistamínicos orales se pueden adquirir con o sin
receta médica. Alivian el goteo nasal, la picazón o el lagrimeo
en los ojos, la urticaria, la hinchazón y otros signos o
síntomas de las alergias. Ya que algunos de estos
medicamentos pueden hacerte sentir somnoliento y cansado,
tómalos con precaución cuando necesites conducir o hacer
otras actividades que requieran estar alerta.

Los antihistamínicos que tienden a producir somnolencia son:

Difenhidramina
Clorfeniramina
Estos antihistamínicos son mucho menos propensos a
producir somnolencia:

Cetirizina (Zyrtec, Zyrtec Allergy)


Desloratadina (Clarinex)
Fexofenadina (Allegra, Allegra Allergy)
Levocetirizina (Xyzal, Xyzal Allergy)
Loratadina (Alavert, Claritin)
Atomizadores nasales
Los atomizadores nasales antihistamínicos alivian los
estornudos, la picazón o el goteo nasal, la congestión de los
senos nasales y el goteo postnasal. Los efectos secundarios
de los atomizadores nasales con antihistamínicos pueden
incluir gusto amargo, somnolencia o sensación de cansancio.
Los atomizadores nasales con antihistamínicos recetados
incluyen:

Azelastina (Astelin, Astepro)


Olopatadina (Patanasa)
Gotas para los ojos
Las gotas oftálmicas antihistamínicas, disponibles con o sin
receta médica, pueden aliviar la picazón, el enrojecimiento y
la hinchazón de los ojos. Estas gotas pueden contener una
combinación de antihistamínicos y otros medicamentos.

Los efectos secundarios pueden incluir dolor de cabeza y


sequedad en los ojos. Si las gotas de antihistamínico pican o
arden, intenta guardarlas en el refrigerador o prueba usar
antes lágrimas artificiales refrigeradas. Por ejemplo:

Ketotifen (Alaway, Zaditor)


Olopatadina (Pataday, Patanol, Pazeo)
Feniramina y nafazolina (Visine, Opcon-A, otras)
Descongestionantes
Los descongestionantes se utilizan para el alivio rápido y
temporal de la congestión nasal y de los senos paranasales.
Pueden causar problemas para dormir, dolor de cabeza,
aumento de la presión arterial e irritabilidad. No se
recomiendan para personas con presión arterial alta,
enfermedades cardiovasculares, glaucoma o hipertiroidismo.

Píldoras y líquidos
Los descongestionantes orales alivian la congestión nasal y
de los senos paranasales causada por la fiebre del heno
(rinitis alérgica). Muchos descongestionantes, como la
seudoefedrina (Sudafed), son de venta libre.

Varios medicamentos orales para la alergia contienen un


descongestionante y un antihistamínico. Por ejemplo:

Cetirizina y seudoefedrina (Zyrtec-D 12 Hour)


Desloratadina y seudoefedrina (Clarinex-D)
Fexofenadina y seudoefedrina (Allegra-D)
Loratadina y seudoefedrina (Claritin-D)
Gotas y atomizadores nasales
Las gotas y los atomizadores descongestionantes nasales
alivian la congestión nasal y de los senos paranasales si se
usan solo durante un período de tiempo corto. El uso repetido
de estos medicamentos durante más de tres días
consecutivos puede dar lugar a un ciclo en el que la
congestión se repite o empeora. Por ejemplo:

Oximetazolina (Afrin)
Tetrahidrozolina (Tyzine)

Efectos secundarios de los antihistamínicos


Pregúntele a su proveedor si los antihistamínicos son seguros
para usted o su hijo, a qué efectos secundarios hay que estar
atento y cómo pueden ellos afectar a otros medicamentos
que usted o su hijo toman.

Se cree que los antihistamínicos son seguros para los


adultos.
La mayoría de los antihistamínicos también son seguros para
los niños mayores de 2 años.
Si usted está amamantando o está embarazada, consulte con
el proveedor si los antihistamínicos son seguros para usted.
Los adultos que toman antihistamínicos deben saber cómo
les afecta el medicamento antes de conducir o utilizar
maquinaria.
Si su hijo está tomando antihistamínicos, asegúrese de que el
medicamento no esté afectando la capacidad del niño para
aprender.
Puede haber precauciones especiales para usar los
antihistamínicos si usted tiene:

Diabetes
Próstata agrandada o problemas para orinar
Epilepsia
Enfermedad cardíaca o presión arterial alta
Aumento de la presión en los ojos (glaucoma)
Hiperactividad de la tiroides
Los efectos secundarios de los antihistamínicos pueden
incluir:

Cambios en la visión, como visión borrosa


Disminución del apetito
Mareos
Somnolencia
Resequedad en la boca
Sentirse nervioso, emocionado o irritable

Expectorantes, antitusivos y mucolíticos

En la farmacología del aparato respiratorio, los fármacos


expectorantes, antitusivos y mucolíticos ocupan una posición
importante por tratarse de medicamentos utilizados para
paliar los síntomas de diversas enfermedades pulmonares,
algunas de ellas muy prevalentes, tales como asma, EPOC,
etc.
Tanto la tos como la expectoración, especialmente si suceden
a la vez, son mecanismos defensivos de procesos que
afectan al árbol respiratorio y no deberían, por tanto, ser
siempre suprimidos farmacológicamente, sino que debe
valorarse cada caso concreto. En varios procesos
respiratorios, la tos puede acabar siendo seca, no productiva
y muy molesta, mientras que la expectoración, por su parte,
puede terminar siendo excesiva en cantidad y/o viscosidad,
produciendo obstrucciones bronquiales, por lo que se hace
necesario eliminarlas con fármacos antitusivos o
expectorantes/mucolíticos respectivamente.

Expectorantes
Los fármacos expectorantes estimulan y ayudan a la
expulsión del moco en estados patológicos hipersecretores,
observables en patologías inflamatorias e infecciosas de las
vías respiratorias. En la práctica clínica, son fármacos cuyo
uso va decayendo ante la falta de evidencia clínica
contrastada, utilizándose solo en combinaciones de
preparados antigripales y anticatarrales, esto es, en
medicamentos de uso común sin receta médica donde la
atención farmacéutica para un uso racional de estos
medicamentos juega un papel especialmente relevante.

El expectorante más utilizado y el único aprobado por la FDA


estadounidense es la guaifenesina. Forma parte habitual de
combinaciones con descongestionantes y antihistamínicos
para el tratamiento sintomático de resfriados y catarros. Se
administra vía oral cada 8 horas y no se recomienda su uso
en menores de 6 años, estando contraindicado en menores
de 2 años de edad.

Existen otros expectorantes usados en la práctica clínica


como el sulfoguayacol, indicado en tos seca, y extractos de
plantas como la hiedra y el tomillo.

Mucolíticos
Los fármacos mucolíticos disminuyen la viscosidad del moco
que ya ha sido secretado a la luz de las vías aéreas, lo que
facilita la expectoración o expulsión del esputo.
Entre ellos encontramos la acetilcisteína y la carbocisteína.
La acetilcisteína es ampliamente utilizada en afecciones que
cursan con hipersecreción de moco tanto del tracto
respiratorio (rinofaringitis, bronquitis, laringotraqueítis, etc.)
como en otras localizaciones (otitis, sinusitis). Puede
utilizarse, fundamentalmente, por vía oral o vía inhalatoria por
nebulización y, al igual que la carbocisteína, ha demostrado
una buena tolerancia y una alta eficacia por vía oral en el
tratamiento de la EPOC.

Existen otros fármacos mucolíticos como la bromhexina y el


ambroxol, ampliamente utilizados en la práctica diaria.

La dornasa alfa y el mesna, por su parte, se utilizan por vía


inhalatoria en el tratamiento de la fibrosis quística en
pacientes mayores de 5 años, mientras que el sobrerol tiene
uso pediátrico rectal, pero está contraindicado en menores de
30 meses de edad.

Antitusivos
La tos es un acto reflejo defensivo que tiende a evitar un
posible bloqueo mecánico de las vías aéreas, facilitando la
expulsión de materiales potencialmente lesivos
(aeroalérgenos, sustancias irritantes, polvos, secreciones
mucosas, contenido gástrico, etc.). Es uno de los síntomas
más comunes de cualquier patología respiratoria. En
ocasiones, la tos puede exceder su función expulsiva para
convertirse, por su frecuencia, intensidad o duración, en un
síntoma perjudicial para las personas, produciendo dolor,
insomnio e incluso neumotórax, problemas cardiovasculares
o incontinencia urinaria, situaciones en las que es necesario
suprimirla.

Dentro de los fármacos antitusivos se diferencia entre


aquellos que actúan como depresores del centro de la tos o
los que actúan como inhibidores de acción periférica, fuera
del sistema nervioso central, y que tienen actividad
anestésica local. En general, el uso de los antitusivos es
sintomático y debe ser limitado en el tiempo.

La codeína es considerada el antitusivo de referencia y es


uno de los fármacos más utilizados, sola o en combinación.
Con una actividad analgésica adicional, se administra cada 6
horas y está contraindicada en menores de 12 años. Debe
usarse con precaución en pacientes con asma y/o EPOC ya
que a altas dosis produce depresión respiratoria. Además,
puede producir dependencia física, lo que razonablemente la
convierte en un medicamento que requiere receta médica.

Otro fármaco muy utilizado es el dextrometorfano, cuya


eficacia antitusígena es similar a la de la codeína. Tiene una
buena tolerabilidad a dosis terapéuticas, siendo un producto
accesible sin receta médica. Está contraindicado en menores
de 2 años y a dosis altas también puede producir depresión
respiratoria. A diferencia de la codeína, carece de actividad
analgésica.

Otros antitusivos que presentan una menor experiencia


clínica y que también requieren receta médica son la
dihidrocodeína y la noscapina, mientras que la
levodropropizina y la cloperastina no la precisan.

Además, existe una gran variedad de preparados antitusivos


formulados con diversos componentes, como
simpaticomiméticos (fenilefrina o pseudoefedrina),
descongestionantes nasales (mentol), antihistamínicos
(difenhidramina), expectorantes y mucolíticos (bromhexina,
sulfoguayacol), analgésicos (paracetamol), etc., que son de
amplio uso y pueden precisar o no receta médica. Sin
embargo, es preferible siempre la monoterapia con un
antitusígeno de reconocida eficacia como codeína o
dextrometorfano.

La mayoría de estos medicamentos antitusivos se presentan


en forma de jarabes de alta viscosidad, y tienen un efecto
protector faríngeo por su capacidad de mucoadhesión y con
un alto contenido de azúcar que actúa como sialogogo y
estimulante de la deglución, interfiriendo, por tanto, en el
reflejo de la tos. Por ese mismo motivo, la miel también se
emplea como adyuvante en el tratamiento de la tos aguda, ya
que alivia la irritación de las vías aéreas y disminuye la tos,
demostrando una efectividad similar al dextrometorfano.

Antitusígeno
Antitusígeno
Cough medicine.jpg
Identificadores
[editar datos en Wikidata]
Un antitusígeno o antitusivo es un fármaco empleado para
tratar la tos seca irritativa, no productiva. Los antitusígenos
son compuestos que actúan sobre el sistema nervioso central
o periférico para suprimir el reflejo de la tos. Puesto que este
reflejo es necesario para expulsar las secreciones que se
acumulan en las vías respiratorias, la administración de estos
fármacos está contraindicada en casos de tos productiva.
Estos últimos se tratan, generalmente, con expectorantes que
aumentan el contenido hídrico del moco para facilitar su
expulsión de las vías respiratorias.

Las drogas naturales han acompañado la evolución de la


humanidad desde siempre. Como sustancias psicoactivas de
origen vegetal principalmente, su consumo está restringido a
situaciones puntuales y específicas. Y, de hecho, un aspecto
que las diferencia de las sustancias psicoactivas sintéticas o
artificiales es su uso casi directo o apenas sometidas a
procesos de transformación. Por lo demás, como veremos,
presentan diversos efectos en el sistema nervioso central:
estimulante, inhibidor o alucinógeno.

¿QUÉ SON LAS DROGAS NATURALES?


Las drogas entendidas como sustancias psicoactivas han
acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. La
diferencia entre su uso en épocas prehistóricas o antiguas y
su empleo actual radica en su composición. Así, desde
siempre se han utilizado drogas naturales con fines
terapéuticos o alucinógenos vinculados a contextos litúrgicos;
mientras que en la actualidad las sustancias psicoactivas más
consumidas suelen ser complejos compuestos químicos de
uso recreativo.

Con todo, estas drogas aún siguen consumiéndose. Pero,


¿qué se entiende exactamente por drogas naturales? Aquí la
confusión es grande, pues se utilizan varios términos como
sinónimos aun cuando aluden a elementos distintos.

En sí, las sustancias psicoactivas naturales son aquellos


constituyentes de plantas, algas, hongos, líquenes, animales,
que presentan un poder psicoactivo o una acción terapéutica.
Por norma general, estas drogas se definen por el nombre
científico, aunque también reciben nombres más populares.
En muchas ocasiones el concepto de drogas naturales suele
englobar a las drogas vegetales. Es decir, el uso de plantas,
generalmente secas, no procesadas químicamente, que se
fragmentan o muelen para su consumo humano. También se
incluyen elementos exudados —gomas, resinas, látex y ceras
— sin tratamiento químico. Un ejemplo de drogas naturales,
en este contexto, serían la hoja de coca, el peyote o la
ayahuasca.

Ahora bien, cabe mencionar aquí otra concepción de las


drogas naturales, un poco ambigua, ciertamente. Y es que
hay expertos que manejan una asociación entre este tipo de
drogas y sustancias químicas intrínsecas al propio organismo.
Son las llamadas sustancias o drogas internas, apreciación
que se da sobre todo en el ámbito clínico. Sin embargo, en
estos casos hablamos de sustancias que genera el propio
cerebro a través de las hormonas endógenas. Por ejemplo, la
serotonina, la dopamina, la oxitocina o las endorfinas.

En efecto, gracias a estas hormonas propias del cuerpo


humano, podemos experimentar diferentes sensaciones
como la euforia, elevar la autoestima y sentirse activo,
animado. Y todo ello sin necesidad de recurrir a una
sustancia psicoactiva externa que modifique y altere el
sistema nervioso central ni las funciones cerebrales. No
obstante, no son drogas per sé, sino sustancias químicas
internas u orgánicas.
Drogas sintéticas y herbales, legales e ilegalesy

También conocidas simplemente como drogas de diseño, de


síntesis o drogas herbales. Son sustancias psicoactivas
(drogas) que en Irlanda se pueden encontrar en las tiendas
especializadas en productos relacionados con las drogas (los
establecimientos que venden papel de fumar, pipas, etc.),
además de sex shops y estudios de tatuajes. También
pueden adquirirse a través de Internet. Se venden como
alternativa a otras drogas como el cannabis, el éxtasis, el
LSD, las anfetaminas o la heroína.

Que sepamos, hay varios cientos de drogas de este tipo.


Entre ellas se incluyen:

sedantes
estimulantes
alucinógenos
afrodisíacos
Algunas son herbales, es decir, que provienen de una planta.
Otras son sintéticas, o lo que es lo mismo, están hechas por
el hombre a partir de sustancias químicas. Muchas son una
mezcla de productos herbales y sintéticos.
Estas drogas son sustancias psicoactivas, lo que significa que
alteran cómo piensas, sientes y te comportas. Su efecto en la
salud mental es impredecible y existe un alto riesgo de
adicción.

No aptas para el consumo humano


Muchas de estas drogas están etiquetadas como "no aptas
para el consumo humano", de modo que los que las venden y
las suministran pueden burlar la ley y evitarse las
responsabilidades de cualquier consecuencia negativa o
riesgos. Algunas de ellas se utilizan de manera legítima en la
industria y el cuidado animal.

Ninguna de estas sustancias se ha probado en humanos. No


sabemos nada acerca de los efectos a medio y largo plazo
que puede causar su consumo. Algunas, e incluso todas
ellas, podrían tener peligrosos efectos secundarios.

Algunas hacen que sientas confusión y turbación, por lo que


tienes más probabilidades de sufrir un accidente o ponerte en
situaciones peligrosas.
Pueden provocar ansiedad, ataques de pánico, paranoia e
incluso enfermedades de origen psicótico.
Muchas son estimulantes que te impiden dormir y
posteriormente te hacen sentir agotado/a y deprimido/a.
Estas drogas tienen efectos nocivos para la salud mental. A
menudo, los que las han tomado dicen estar “hechos polvo de
la cabeza” después de haberlas consumido.
Pueden ser tóxicas para los humanos. Incluso las sustancias
“naturales” o “herbales” pueden causar problemas de salud,
como fallo renal, coma o en algunos casos la muerte.t

También podría gustarte