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Dinámica del perdón

¿Qué es el perdón? ¿Por qué perdonar? ¿Para qué perdonar? ¿Perdonarías aunque no te
pidieran perdón? ¿Quién sufre más el que odia o el que es odiado?

Perdonar significa disculpar a alguien que nos ha ofendido o no tener en cuenta su falta.
Perdonar significa aprender a soltar y es la única forma de sanarnos a nosotros mismos de los
efectos del resentimiento y la amargura. Cuando estás prisionero de tus acciones pasadas o de
los actos de los demás, no eres capaz de vivir plenamente tu existencia presente.

El perdón es una íntima renuncia a la culpa, el odio o deseo de venganza. El perdón nos
permite recobrar una parte de nosotros mismos que quedó esclavizada en un acontecimiento
del pasado y vivir plenamente la existencia presente. Perdonar no significa aprobar la ofensa o
negar la injusticia y el sufrimiento. No es aceptar o excusar el mal que te han hecho. ¡De
ninguna manera! Perdonamos para ser libres del rencor, para seguir adelante sin permitir que
otra persona tenga poder sobre nuestras acciones o emociones.

Cuando perdonamos entregamos a Dios nuestro dolor, seguros de que él se encargará de


hacer justicia en su momento. Le permitimos a Dios que nos transforme, que nos llene de su
Espíritu Santo y seguimos adelante confiando en su bondad. Dios nos ayuda a perdonar de
corazón a los otros si nos hirieron y a nosotros mismos, si en algún momento nos auto
castigamos, porque una persona que no se acepta y perdona a si mismo, tampoco podrá
hacerlo con los demás.

Perdonar es la decisión de integrar el dolor del pasado como aprendizaje para el futuro. Es
el compromiso de vivir al 100% en el presente, con la mente y el corazón abiertos y libres de
enfados no procesados. El principal beneficiario del perdón no es el perdonado, sino el que
perdona. Elijan perdonar ….. sean libres.

Como cierre quiero leerles una frase muy linda de la Madre Teresa de Calcuta…

“El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando


perdonamos no sentimos más la ofensa, no sentimos más rencor.
Perdona, que perdonando tendrás paz en tu alma y la tendrá el que te ha
ofendido”.

El Fin de la actividad está marcada por la quema de los papelitos en el fogón mientras
suena la canción “Sopla señor”.

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