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CAPÍTULO II

FUNDAMENACION TEORICA
CAPITULO II

FUNDAMENACION TEORICA

1. ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACIÓN

En este segmento se incluyen algunas investigaciones previas

relacionadas con la variable resiliencia las cuales fueron fuente de consulta

para permitir el avance del presente estudio a continuación se describen las

siguientes.

En primer lugar, se refiere el estudio de Arboleda, Arrieche, González y

Quintero (2018) los cuales realizaron una investigación titulada “Análisis de la

resiliencia en la Gerencia de Tarjetas de Crédito del Banco Occidental de

Descuento, Banco Universal, C.A.”. Sustentada con los fundamentos teóricos

de Sambrano (2010), Melillo y Suarez (2006).

Dicha investigación fue de tipo descriptivo, de campo con diseño no

experimental, transeccional, en donde la población estuvo integrada por

veintiún (21) trabajadores de la gerencia de tarjetas de crédito del Banco

Occidental de Descuento, Banco Universal, C.A. Se utilizó como técnica de

observación, la encuesta, con un instrumento tipo cuestionario de escala

forzada conformado por cincuenta y cuatro (54) ítems,el mismo fue validado

por tres (3) expertos de la Facultad de Ciencias Administrativas de la

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Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín, la confiabilidad se calculó

utilizando el coeficiente de Alfa de Cronbach, arrojando un índice de 0,96

Los resultados principales se enfocaron que la mayoría de los

trabajadores se ubicaron en un nivel de resiliencia entre alto y muy alto, en

función de esto, están preparados para contingencias diversas y cuentan con

herramientas que los protegen de la extrema vulnerabilidad. Se recomendó

planificar programas de atención psicológica y talleres teóricos prácticos

dirigidos a fomentar la práctica de niveles conductual, afectivo, interpersonal,

cognitivo y somático para para fomentar la resiliencia.

Al respecto, la investigación sirvió de aporte teórico para la

investigación, dado que permitió utilizar algunas definiciones de la resiliencia,

además de examinar los elementos descritos para la conformación del mapa

de variable y sus elementos.

Por su parte, los investigadores Barbati, Ferrer y Ugueto (2016)

desarrollaron un estudio con el título de “Análisis de la resiliencia en la

Marmolería Monumental, C.A.”, tomando como referencia los fundamentos

de Sambrano (2010), Grotber (2006), Melillo Suarez (2006), entre otros

autores en el área de estudio de la resiliencia.

Dicha investigación estuvo enmarcada en un trabajo de tipo descriptivo,

de campo con diseño no experimental, transeccional, por otra parte, la

población estuvo integrada por veintiséis (26) trabajadores de la empresa

Marmolería Monumental, C.A. Como técnica de observación se utilizó la

encuesta, y como instrumento un cuestionario de escala forzada conformado


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por cincuenta y un (51) ítems, estableciendo cuatro opciones de respuesta,.

El instrumento fue validado por tres expertos en el área, la confiabilidad se

realizó a través de la fórmula del coeficiente de Alfa Crombranch, obteniendo

un resultado de 0,903 arrojando como conclusión que los trabajadores de

Marmolería Monumental, C.A.

La investigación arrojó como resultados que los trabajadores poseen

resiliencia y los elementos para afrontarla son medianamente considerados,

teniendo una parte del personal dispuesto a sacar el mejor provecho de las

situaciones diarias en sus labores, que como equipo se reciben y realizan

propuestas que beneficien la empresa. Se recomendó realizar continuamente

evaluaciones psicológicas para poder determinar los niveles psicológicos que

posea cada trabajador al momento de ingresar y luego de su permanencia

dentro de ella.

En virtud de lo anterior, dicha investigación sirvió como aporte

metodológico, sirviendo como modelo sobre la técnica implementada para

analizar los datos obtenidos; además las recomendaciones propuestas serán

una referencia útil en cuanto a la manera cómo deben plantearse las ideas,

de modo que cumpla con el criterio de operatividad para brindar a la

empresa, acciones claras, precisas y concretas.

Por su parte, Mora (2016) realizó una investigación con el título de

“Resiliencia y Síndrome de Bournot en Trabajadores de Centros de Salud

Colombianos”, Con los basamentos teóricos de Palop y Vicente (1999),

Jakobiak y Dou (1992), Rouach (1996), y otros.


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El tipo de investigación fue descriptivo con un diseño no experimental,

transversal y de campo; la población fue determinada considerando la

información suministrada por la Asociación Hotelera y Turística de Colombia

COTELCO Capitulo Magdalena sobre los hoteles de la ciudad contabilizados

en el Registro Nacional de Turismo y afiliados a esta entidad, resultando

treinta y siete (37) hoteles.

El proceso de recolección de información aplicado comprendió la

técnica de la observación a través de la encuesta, mediante la aplicación de

un cuestionario escalar de 60 preguntas, validado a través de la colaboración

de cinco (5) expertos en el área de vigilancia tecnológica; en cuanto a la

confiabilidad, se recurrió al coeficiente Alfa de Cronbach, dicha estimación

aseguró la consistencia de las respuestas en un rango de magnitud muy alto,

con un coeficiente de 0.92.

El mencionado trabajo de investigación proporciona información básica

de los posibles fundamentos teóricos de los cuales se puede apoyar el

desarrollo del proyecto para operacionalizar la variable; además suministra

una guía de las normas metodológicas a implementar para presentar los

datos en las tablas de frecuencia, con el fin de analizar los resultados y

determinar el nivel de resiliencia en el contexto de estudio.

Al respecto, Orozco (2016) confeccionó un estudio titulado “La

resiliencia organizacional y gestión docente de la universidad de la Guajira –

Colombia” basado en los aportes de Palop y Vicente (1999), Jakobiak y Dou

(1992), Rouach (1996), Cañizares (2006) y Rodríguez (2009).


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Se enmarcó en un enfoque cientificista positivista-lógico, se insertó en

el tipo cuantitativo, se clasificó como descriptiva, correlacional y de campo,

con un diseño no experimental, transeccional. La población quedó constituida

por (172) docentes de las facultades Administración de empresas (56),

Trabajo Social (55) y Contaduría Pública (61) de La Universidad de la

Guajira, Colombia. Como técnica de recolección de datos se usó la

observación y la encuesta, como instrumento un cuestionario conformado por

(54) ítems diseñado bajo la escala ordinal tipo Likert con cinco opciones de

respuesta totalmente de acuerdo, de acuerdo ni de acuerdo ni en

desacuerdo, en desacuerdo y totalmente en desacuerdo.

La validez se realizó a través de la técnica juicio de expertos y la

confiabilidad mediante el coeficiente Alfa de Cronbach; 0.82 para la variable

resiliencia organizacional y 0.79 gestión docente significando alta (fuerte), el

análisis de los datos se realizó mediante la estadística descriptiva

estimándose la media aritmética.

Los resultados estadísticos demostraron una relación fuerte, positiva

entre la resiliencia organizacional y la gestión docente al analizar cada

variable sus dimensiones e indicadores, con lo cual se pudo desarrollar

lineamientos teóricos prácticos orientados hacia la resiliencia organizacional

para reforzar las debilidades presentes de tal manera que optimicen la

gestión docente de la Universidad de La Guajira Colombia.

Se recomendó, despertar mayor sensibilidad social en la praxis

educativa, sembrar en el educando el lema ver oportunidades antes que


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conflictos, generar una sana convivencia llena de paz y tolerancia en la

diversidad cultural

En referencia al estudio descrito, resulta ser un aporte metodológico,

dado que constituye un patrón a seguir para diseñar el instrumento de

recolección de datos, y la formulación de los ítems, ajustados al contexto de

estudio, Farmatodo Sucursal Torres Europa.

Por último, se presenta la investigación realizada por Romero (2016)

titulada “Resiliencia y motivación laboral en instituciones de atención social

públicas de Colombia”. Con los aportes teóricos de Melillo y Suarez (2010),

Henderson y Milstein (2009), García (2009) y Miltein (2008) para la variable

resiliencia y para la variable motivación laboral Robbins Stephen (2010), Bolt

(2010) y Dessler (2011).

La investigación fue descriptiva y correlacional, con diseño no

experimental, transeccional y de campo; en las agencia colombiana para la

reintegración y la Unidad de Atención y Reparación Integral a Victimas, de

Valledupar, Departamento del Cesar. Se utilizó como población el personal

directivo y empleados de las instituciones objetos de estudio, constituida por

cuarenta y seis (46) informantes, aplicándoles un cuestionario, obteniéndose

una confiabilidad con el método alfa de cronbach, para la variable resiliencia

0,738 y 0, 795 para la variable motivación laboral, siendo altamente

confiable. El análisis estadístico fue descriptivo, con distribución por

frecuencias y porcentajes.

Se concluyó al describir las capacidades de la resiliencia, que los

indicadores ausentes fueron fortaleza interior y autoestima, las habilidades


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proporcionadas por el factor resiliencia identificadas, fueron los indicadores

autocontrol y la capacidad de relacionarse. Al describir los tipos de

motivación laboral, la motivación interna tuvo falencias significativas, al

identificar los elementos que influyen en la motivación laboral, se encontraron

el ambiente confortable, de motivación, motivación del empleado y

responsabilidad para con la empresa, al establecer la relación entre la

resiliencia y motivación laboral, fue positiva considerable.

La propuesta de los lineamientos teóricos estuvo enfocada a mejorar

las capacidades de la resiliencia, de acuerdo a la fortaleza interior y

autoestima, desarrollando las habilidades de auto control y auto percepción

del personal; al mismo tiempo reforzar la motivación intrínseca laboral del

personal a través de incentivos en busca de proyectarse como una

organización inteligente.

Esta investigación aporta representa un modelo para desarrollar

aspectos puntuales del contenido teórico y metodológico, referidos a la

estructura del planteamiento del problema acorde a los requerimientos

establecidos, así como del capítulo relacionado con la metodología de la

investigación para su clasificación, y demás elementos que deben explicarse

en su contenido.

2. BASES TEÓRICAS

A continuación se desarrolla la fundamentación teórica de la variable

resiliencia considerando los postulados de diversos expertos en el tema, para


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luego de ser analizados y contrastados, sustentar los objetivos de

investigación y con su respectiva operacionalización, llegando a determinar

con los resultados obtenidos, el nivel de resiliencia en Farmatodo Sucursal

Torres Europa.

2.1. RESILIENCIA

Actualmente el ambiente donde se desenvuelve el ser humano es

dinámico, por consiguiente el individuo está en constante interacción con

eventos significativos que generen alegrías, traumas y tristezas. Este último

dejando un aprendizaje, el cual le permitirá hacer frente las situaciones

desfavorables o traumáticas que se le presenten en el camino,

convirtiéndose en una persona resiliente.

De esta manera, Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 7)

define la resiliencia como la “capacidad que tienen las personas de

reaccionar satisfactoriamente ante las adversidades”. Al respecto, la

investigadora interpreta que dicha aptitud implica un conjunto de cualidades

que propician la adaptación y logro de una transformación que supere los

riesgos de las contrariedades desde el aspecto personal como laboral.

De igual forma, Hernández (2015, p. 10) explica que la resiliencia “es la

capacidad del ser humano para hacer frente a las fatalidades de la vida,

aprender de ellas, superarlas e inclusive, ser trasformados por éstas”. En

relación, la resiliencia es una habilidad que posee el hombre, donde las

experiencias negativas son resinificadas como oportunidad para identificar

los recursos personales y salir delante de las adversidades.


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Partiendo de las definiciones anteriores, se observa que los autores

coinciden en definir la resiliencia como una capacidad de los seres humanos,

identificada como cualidades o habilidades, que sirven para adaptarse

positivamente a situaciones adversas, así como también superar todo loa

obstáculos que se presentan y el gran impacto que tengan las situaciones en

esas personas. Se puede destacar que Hernández (2015) menciona el uso

recursos tanto internos como externos, infiriendo con ello que si bien se trata

de una cualidad, el entorno puede intervenir en el nivel de resilencia

individual.

En relación para la investigación se tomará posición con el

planteamiento de teórico de Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013)

quien describe la resiliencia mucho más detallada, ya que indica la necesidad

de focalizar los recursos personales y ambientales que disponen los

individuos para ser resilientes, la cual es un aporte crucial para la

investigación como herramientas para ciertas personas o miembros de

Farmatodo Sucursal Torres Europa.

2.2.1. COMPETENCIAS PARA FOMENTAR LA RESILIENCIA

Para la definición de las competencias Sambrano (2010; citado por

Echeverría, 2013, p. 7) y Hernández (2015) no conceptualizan como tal esta

dimensión de la investigación solo la clasifican en tres sub dimensiones;

emocionales, éticas morales, espirituales y cognoscitivas. De esta forma, la

investigadora al analizar la definición de la variable, la define como la


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capacidad de una persona o las cualidades que esta tiene para enfrentar la

adversidad, tomando como criterio a otros autores, denomina a dichas

competencias como habilidades presentes en el individuo para resistirse a la

adversidad y cumplir los objetivos propuestos siendo descritas a

continuación.

2.2.1.1 EMOCIONALES

En cuanto, a la primera sud dimensión emocionales Sambrano (2010;

citado por Echeverría, 2013) y Hernández (2015) no exponen un concepto,

solo expresan que dicha competencia de la resiliencia se divide en

autonomía, autoeficacia, autoevaluación, modelos satisfactorios, capacidad

de interacción y liderazgo. Asimismo la investigadora expresa que dichos

indicadores potencia el concientizar, modular, adaptar y transformar en forma

concreta y experiencial a los individuos en adversidades.

(A) AUTONOMIA

Par empezar, Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 7)

define esta capacidad de resistencia psicológica como:

Optar por aquellas normas y comportamientos que un ser humano


estima como válidas. Es una actitud esencial de las personas y la
base para ser respetadas en las decisiones que toma sobre si
misma sin perjuicio para otros. Es unas de las principales vías
para ejercer la libertad y desarrollar la capacidad de acción y
pensamiento, de manera que el individuo pueda hacer lo que
desea, siempre y cuando en ello este comprometido el bien
común. Cada persona es un centro autónomo de decisión; es un
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autónomo quien puede vivir en libertad de acuerdo a las


elecciones propias y puede reflexionar sobre sus acciones.

De lo anteriormente señalado, se puede inferir, que se trata de un

concepto amplio que incluye un conjunto de características y elementos

relacionados con la autogestión personal, entre las que se encuentran la

autoestima, actitud positiva ante la vida, responsabilidad, capacidad para

analizar críticamente las normas sociales, la capacidad para buscar ayuda y

recursos, lo cual es esencial para el logro de una conducta resiliente.

Por otra parte Hernández (2015, p. 112) establece que la autonomía es

“es la capacidad que tiene una persona de establecer sus propias normas y

regirse por ellas a la hora de tomar decisiones, dejando claro que la misma

se describe como la capacidad que tiene un individuo de sentir, pensar y

tomar decisiones por sí mismo”.

En complemento de lo anterior, es claro que la autonomía represente

una competencia de la resilencia, si al tratar de asumir acciones para

enfrentar los problemas y superarlos, ha de tener criterio propio para tomar

las decisiones por sí mismo, sin restricción alguna por parte de otros

individuos; de este modo, actuar con libertad a conveniencia de su bienestar,

para solucionar las adversidades sin perjuicio de otros, de estar presente

para fomentar la resiliencia.

Por otra parte, Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013) y

Hernández (2015) compaginan al establecer que la autonomía es la

capacidad de cada persona o entidad de establecer sus propias normas y

regirse por ellas a la hora de tomar decisiones.


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Finalmente, para efectos de la presente investigación se fijan posición

con la definición establecida por Echeverria (2013, citando por Sambrano,

2010) debido a que para la investigadora la autonomía es considerada una

actitud esencial de las personas y la base para ser respetadas en las

decisiones que toma sobre si misma sin perjuicio para otros, dando un

importante apoyo al desarrollo de esta investigación.

(B) AUTOEFICACIA

En relación con la autoeficacia, Sambrano (2010; citado por Echeverría,

2013, p. 7) expresa que esta capacidad resilente tiene propósito:

Abordar con éxito situaciones específicas, afrontar las


consecuencias y generar aprendizaje a partir de ellas. Aquí influye
los patrones de pensamiento, la motivación, el desempeño
cognitivo y a las emociones. Generalmente las personas
auteficaces eligen sus propias metas, son optimistas, persisten
hasta lograrlas, enfrenta los problemas con actitud positivas y se
plantean desafíos permanentemente, su estado de ánimo solo es
el mejor (menos síntomas de estrés, mayor aplomo y serenidad).

De este modo, la autoeficacia le ofrece una valor agregado a la

resiliencia, para ser persistente en su empeño por obtener los resultados

esperados, en este caso, salir airoso de una situación adversa, aprendiendo

constructivamente de la experiencia negativa que se atraviesa, avanzando

con actitud optimista.

Por otra parte, Hernández (2015, p. 36) define la autoeficacia como “la

habilidad para lograr con éxito una tarea específica, sin necesidad de
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comparaciones, el punto radica, en que si el individuo puede hacerlo, mas

no, si en los demás tendría éxito”.

Por consiguiente, la investigadora considera que la autoeficacia es la

creencia que se basa en las propias capacidades para hacer frente a

diversas situaciones. De este modo, la autoeficacia puede desempeñar un

papel importante no sólo en cómo te sientes contigo mismo, sino en tu

actitud y posibilidades para alcanzar con éxito tus objetivos en la vida.

Luego de tener esto claro los autores concuerdan con que la

autoeficacia es la aptitud y la voluntad que tiene un individuo de afrontar,

abordar situaciones y obstáculos con éxito, estos individuos se consideran

optimistas o positivos cuando de enfrentar y alcanzar sus propias metas se

trata, por otra parte Sambrano (2010) difiere en su definición con Hernández

(2015) debido a que en su perspectiva las personas autoeficaces, también

son capaces de afrontar las decepciones con sentido constructivo.

En virtud de las ideas anteriores, la investigadora fija posición con la

definición establecida por Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013)

debido a que lo conceptualiza como los patrones de pensamiento, la

motivación, el desempeño cognitivo a las emociones ofreciendo un gran

aporte de gran valor al desarrollo de la investigación.

(C) AUTOEVALUACIÒN

Seguidamente, Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 7)

expresa que dicho componente resilente:


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Es aquella apreciación que hacemos de nosotros mismos; está


relacionada con el auto concepto, que se podría definir como el
conjunto de imágenes, pensamientos y sentimientos que el
individuo tiene acerca de sí mismo. La autoevaluación involucra un
proceso de reflexión participativa mediante el cual, describe y
valora su propia realidad. Ésta, está relacionada con la
autoconciencia o conciencia de sí mismo, de las emociones,
estado de ánimo, capacidades, habilidades y destrezas de las que
alguien es capaz de desplegar en un momento determinado.

En relación al concepto, la investigadora expresa que un significado

prioritario para fomentar la resiliencia, en el sentido autocrítico, de poder

reconocer las capacidades propias para salir adelante a pesar de los

obstáculos; la valoración que la persona tiene de sí misma, y la conciencia

de sus propias habilidades, es necesario para creer que se tiene lo

necesario, la fuerza y voluntad para enfrentar y solventar los problemas, por

muy complicados que sean.

Por otra parte, Hernández (2015, p. 114) expresa a la autoevaluación

como “la acción de evaluarse a sí mismo. O sea, que el sujeto que se

autoevalúa toma en sus manos el proceso de valorar sus propias conductas,

ideas, o conocimientos”.

Adicionalmente, se puede indicar que la autoevaluación consiste en

efectuar un análisis crítico propio, con el fin de valorar una situación o juzgar

los resultados de una determinada tarea, viéndose como el método clave en

el proceso de enseñanza aprendizaje para educar acerca de la

responsabilidad que tiene el propio estudiante de ser su propio evaluador.

Al contrastar estas visiones teóricas, se observa que Sambrano (2010;

citado por Echeverría, 2013) y Hernández (2015) coinciden en que la

autoevaluación es el proceso que tiene el individuo de evaluarse asimismo,


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definiendo sus capacidades, habilidades y destrezas con el fin de valorar una

situación o determinar los resultados de una determinada tareas

Tomando en consideración lo antes planteado la investigadora fija

posición con las definiciones establecidas con Sambrano (2010; citado por

Echeverría, 2013) debido a que su definición se adapta al desarrollo teórico

que se maneja en la presente investigación esta busca un proceso de

reflexión participativa mediante el cual, describe y valora su propia realidad.

(D) MODELOS SATISFACTORIOS

Otra forma de contribuir al desarrollo resilente de las personas, es a

través de los modelos satisfactorios, según Sambrano (2010; citado por

Echeverría, 2013, p. 7):

Los modelos que tenemos en la vida son las personas que nos
rodean; de ellos aprendemos muchas más cosas de las que nos
imaginamos; aprendemos de los pares, de los mayores, de los
docentes, de los líderes, tenemos tendencia a buscar modelos,
imitarlos y parecernos cada vez más a ellos.

Por consiguiente, la investigadora expresa que el círculo social y

familiar que envuelve a la persona, tiene un efecto sobre su pensamiento,

sus valores, su conducta ante la vida; es algo que contribuye a moldear la

personalidad, y de este modo, cuando la influencia es positiva, se crean las

cualidades para armonizar con el entorno, cambiando o adaptándose a las

circunstancias, para superar las barreras que se presentan.

Por otro lado, Fernández (2010, p. 45) determinan los modelos

satisfactorios como la “capacidad para relacionarse con otras personas,


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ejercitando dotes comunicativos para lograr un acercamiento eficaz”. Es

decir, cuando estos modelos son propicios para el crecimiento y el desarrollo

de una personalidad armónica, se fomenta también la capacidad para

protegerse y trascender adversidades.

Seguidamente, la investigadora al cotejar la información suministrada

por los autores, expresa que coinciden en que los modelos satisfactorios

permiten a las personas alcanzar el desarrollo y crecimiento de sus

capacidades de interacción, además se puede obtener un aprendizaje a

través de la antes mencionada interacción, propicios para el crecimiento y

desarrollo de la persona.

En bases de las ideas expuestas la investigadora fijan posición con la

definición establecida por Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013)

puesto que la misma enfatiza la importancia de la interacción entre los

miembros de la organización para el crecimiento y desarrollo personal, ideal

para implementar o desarrollar en la organización donde se pretende llevar a

cabo dicha investigación.

(E) CAPACIDAD DE INTERACCIÓN

Trayendo a colación lo planteado por Sambrano (2010; citado por

Echeverría, 2013, p. 7), lo precisa como las “competencias o aptitudes

sociales de una persona, a sus comportamientos de intercambio con

resultados favorables y a la relación de reciprocidad que se establece entre

los miembros de una comunidad determinada. Las habilidades sociales


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involucran una serie de factores, tales como la capacidad de relacionarse, la

relación en sí y el resultado favorable de esta”.

En bases a lo planteado, se indica que lograr interactuar con otro

individuo, significa conseguir un punto o nexo de conexión entre ambos, en

palabras simples, compartir los mismos puntos de vistas, ideas u opiniones,

por lo que se genera, un sentimiento de identificación con el otro individuo,

creando un proceso de cooperación mucho más rápido y efectivo, entre

ambas partes.

Por su parte, Mercè (2014, p. 93) afirma que es la “facultad que se

posee para mantener buenas relaciones con otras personas. Lo cual es

trascendental, ya que las emociones se viven principalmente, en la relación

con otras personas. Esto implica dominar las habilidades sociales básicas,

asertividad, gestión de conflictos”.

De esta forma, las capacidades de interacción implica dominar las

habilidades sociales básicas, capacidad para la comunicación efectiva,

respeto, actitudes pro social, asertividad. Es importante resaltar que la

primera de las habilidades sociales es escuchar activamente, sin ella,

difícilmente se pueda pasar a las demás como por ejemplo saludar,

interactuar, conversar, entre otras.

Al comparar las ideas plasmadas la investigadora concluyen, que existe

similitud en los planteamientos de los autores, ya que conciben la capacidad

de interacción como la relación entre dos o más individuos donde las

acciones de uno dependen de las acciones del otro, y viceversa. Así mismo
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determina formas de comportamiento, de relaciones sociales entre los

individuos y grupos sociales donde interactúan. Las relaciones se presentan

y desarrollan de acuerdo con las percepciones y experiencias comunitarias y

grupales, las tendencias para asumir los entornos y escenarios en sus más

diversas dimensiones.

En base a lo analizado, se fija posición con lo planteado por Sambrano

(2010; citado por Echeverría, 2013) pues su planteamiento es más específico

y detallado, al definir la interacción social como acción reciproca en la que se

involucra la retroalimentación, donde se comparten experiencias, que pueden

dejar un aprendizaje, así como también modelar conductas, lo cual es

importante para el desarrollo de la capacidad de resiliencia en el individuo.

(F) LIDERAZGO

Siguiendo con las competencias de la Sambrano (2010; citado por

Echeverría, 2013, p. 8) el liderazgo “es el proceso de influir para el logro de

metas colectivas. Para ser líder se requiere de la existencia de otras

personas para el desempeño de otras funciones, así como también, de

diversas habilidades, tales como; capacidad de interacción, y de motivación a

sus seguidores, inteligencia emocional, carisma, honestidad”.

Por ende, la investigadora expresa que el liderazgo es una necesidad

apremiante en cualquier organización, así como una habilidad mínima

indispensable que debe poseer todo trabajador, la cual en unos es innata,

mientras que en otros se puede desarrollar. En ese sentido, la empresa a


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través de acciones como evaluación de desempeño, podrá visualizar quienes

de sus equipos poseen esta habilidad y quienes no, para luego a través de

planes de formación y capacitación brindar herramientas para fortalecer esta

competencia o desarrollarla para otros.

Así mismo, Hogg, Vaughan y Haro (2010, p. 310) lo enfocan desde las

perspectiva de la psicología social en donde el liderazgo es un “proceso de

influencia social a través del cual un individuo recluta y moviliza la ayuda de

otros para alcanzar un objetivo colectivo. El liderazgo requiere que haya un

individuo o una camarilla que influyan en las conductas de otros individuos,

es decir si hay líderes se necesita que hayan seguidores”.

Por ende, los líderes son aquellos capaces de persuadir a las personas

para el logro de un objetivo común; de su inteligencia emocional depende el

funcionamiento del grupo. Por tanto, el liderazgo apropiado es aquel que

motiva a las personas a realizar sus tareas, estimulándolos a la cooperación,

y a la obtención de un alto desempeño en los equipos.

Ante la comparación de los fundamentos citados se aprecia la afinidad

de criterios entre los autores, pues todos se orientan de una u otra forma a

que el liderazgo no es más que una competencia propia del individuo en la

cual a través de varios procesos humanos tales como la comunicación,

interacción, manejo de la inteligencia emocional, se dirige e influencia a

miembros de un grupos la para el logro de metas.

En ese sentido, la investigadora establece para el presente trabajo, fijar

posición con Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 7) ya que su


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planteamiento incluye la percepción del liderazgo como un elemento a

desarrollar para ser una persona resiliente, puesto que, el liderazgo genera

poder en las personas, confiere autoridad e influencia, ejercido desde una

perspectiva positiva.

2.2.1.2 ÉTICAS, MORALES Y ESPIRITUALES

En el mismo orden, se expone la sub dimensión éticas, morales y

espirituales donde Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 8)

expresa que son una “serie de principios, normas y sentimientos profundos

que hacen vida en una sociedad, los cuales contribuyen a regular el

comportamiento de las personas, de acuerdo con lo que se considera bueno,

correcto o justo en una sociedad”. Asimismo, el autor divide a las

competencias éticas, morales y espirituales en función de la resiliencia en,

sentido de vida, normas y valores como también responsabilidad.

Es decir, la resiliencia se trata de enfrentar y solucionar las

adversidades, sin perjuicio de otros, en tal sentido, los valores éticos y

morales guían la conducta y la toma de decisiones adaptadas a normas de

convivencia social, asumiendo así que esta competencia integra el bienestar

individual deseado con el bienestar colectivo.

Por su parte, Peccoud (2006; citado por Torrealba, 2011, p. 20) expresa

que “los valores éticos y morales desempeñan un papel esencial. En efecto,

permiten distinguir lo que es verdad de lo que no lo es”. Por ende, la

investigadora expresa que actuar de manera éticas, moral y espiritual es


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responder a las acciones como correctas o incorrectas que llevan al hombre

a defender y crecer en su dignidad las persona que conduce al bien moral

que mejora y completa, el valor moral que perfecciona al hombre en su

voluntad, su libertad y su razón además se puede tener buena o mala salud

más o menos cultura que no afecta directamente al ser hombre del bien y el

mal,

Tomando en consideración las definiciones de los autores Peccoud

(2006; citado por torrealba, 2011) y Sambrano (2010; citado por Echeverría,

2013) concuerdan en sus definiciones al reconocer el valor que tienen los

factores éticos, morales y espirituales al momento de las toma de decisiones,

al igual regulan el comportamiento de un individuo en una sociedad

determinada. Por otra parte los autores difieren en sus definiciones ya que

para Torrealba, (2011), lo define como la forma de distinguir lo que es verdad

de lo que no lo es, y Sambrano (2010) lo considera como lo bueno, correcto

o justo en una sociedad.

Para efecto de la presente investigación la investigadora fija posición

con lo establecido por Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013) debido

a que la definición descrita se acopla con la investigación, al plantear que

esta competencia se refiere a una serie de principios, normas y sentimientos

profundos que hacen vida en una sociedad, y ser resiliente implica acatar las

normas sociales en la conducta cotidiana, en este caso actuar ante la

adversidad, con base a estos principios y valores de la sociedad. Siendo

estos competencias descritas a continuación.


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(A) SENTIDO DE LA VIDA

En primer lugar Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 8)

afirma que cada persona poseer:

Un sentido de la vida que está relacionado con sentirse necesario y


útil para el colectivo y tener una misión que cumplir en forma de
tarea pendientes (hijos por levantar, libros por escribir, asuntos por
resolver, careras por terminar), son motivos para continuar en el
camino, a veces difícil de la vida. En aquellas situaciones, en las
que se toca fondo y hay que volver a empezar desde cero, el
encontrarle sentido a la vida resulta indispensable .

Esta afirmación del autor, permite pensar que es indiscutible la

pertinencia del sentido de la vida para fomentar la resiliencia, siendo la

motivación el motor de las acciones humanas, lo que provoca continuar y

avanzar hacia las objetivos propuestos; ser responsable por otros y tener

metas por cumplir, fortalece el espíritu.

En relación al tema, Peccoud (2006; citado por torrealba, 2011, p. 20)

determino “el sentido de la vida es una fuerza, que impulsa los ajustes que

hacen falta para adaptarse a las nuevas circunstancias. Uno de los factores

que propicia la resiliencia es sentirse necesario y útil para el colectivo, así

como tener una misión que cumplir en forma de tareas pendientes, bien sea

en el plano familiar, laboral, académico o personal”.

Por ende, la investigadora expresa que el sentido vida hace referencia a

los objetivos trazados ante los cuales el individuo tiene que tener un elevado

compromiso afectivo, así como tener una misión que cumplir en forma de

tareas pendientes, bien sea en el plano familiar, laboral, académico o

personal.
32

Luego de considerar las definiciones de los autores Peccoud (2006;

citado por torrealba, 2011) y Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013)

se establece que los mismos concuerdan en que el sentido de vida es visto

como aquellos motivos o impulsos que motivan para continuar adelante bien

sean en los planos familiar, laboral y personal.

Tomando en consideración lo antes planteado, la investigadora fija

posición con las definición desarrollada por Sambrano (2010; citado por

Echeverría, 2013) ya que lo explicado concuerda con la variable que se

pretende estudiar, a mismo afirmar que el sentido de la vida está relacionado

con sentirse necesario y útil para el colectivo y tener una misión que cumplir

en forma de tarea pendiente, impulsando el deseo de superar los obstáculos.

(B) NORMAS Y VALORES

Seguidamente, Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 8)

expresa que “educar en valores, se habla de educar para los derechos

humanos, pues ellos están presentes en todas las manifestaciones de la

sociedad; a nivel macro y micro, siempre se habla de justicia, libertad,

equidad, solidaridad, y respeto por la dignidad humana”.

Es consecuencia, se afirma que las normas y valores, al igual que la

ética y moral, explicada anteriormente, representan los lineamientos

conscientes que dirigen la conducta social; valores como la solidaridad, la

responsabilidad, la dignidad, pueden sentirse como un peso que ancla a la

persona a la vida, a la prosperidad, a la esperanza de encontrar un mejor

futuro, habiendo superado los momentos difíciles que le toque enfrentar .


33

Según Covey (2012, p. 160) para entender el fortalecimiento de normas

y valores en personas resilientes;

Que es necesario verlo desde la óptica de la moralidad entendida


esta como la consecuencia para extender el deseo personal de
bienestar a todos los semejantes y la capacidad de comprometerse
con valores. En ese sentido, los valores y las normas son
considerados como la base de todo aquello que favorece la plena
realización del hombre como persona, éstos influyen
decisivamente en la existencia, ocupan el primer lugar en el orden
de prioridades del ser humano y orientan sus decisiones.

Es decir, se puede señalar que las normas y valores constituyen un

arco que proporciona sentido, orienta los juicios y las acciones permiten

tomar decisiones para la consecución de proyectos por medio de cualidades

de la garantizando la competencia resilente.

Tomando en consideración las definiciones de Covey (2012) y

Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013) es posible afirmar que los

mismos concuerdan en que las normas y valores fomentan la justicia,

libertad, equidad, solidaridad, y respeto por la dignidad humana, es decir; que

cada individuo necesita las normas y valores que provienen de su entorno,

un hogar funcional, lazos de afecto y una comunicación adecuada.

De acuerdo a los planteamientos descritos, la investigadora fijan

posición con el fundamento teórico ofrecido por Sambrano (2010; citado por

Echeverría, 2013) debido a que contextualiza claramente la competencia

anlizada en el ámbito empresarial, dejando ver cómo la organización puede

fortalecer o incentivar este aspecto para fomentar la resiliencia.


34

(C) RESPONSABILIDAD

Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 8) define esta

competencia como:

Como el valor que proporciona estructura orden y limites, esfuerzo


personal, establecimientos de prioridades y dedicación disciplinada
a alguna labor. Continúa la autora mencionando que cuando una
persona cumple con su deber, genera en otra confianza y otra
lealtad. Gracias a la responsabilidad se puede convivir
equitativamente en la sociedad, generalmente se trata de la
correspondencia de deberes: se tienen deberes para unos con los
otros.

Tomando en consideración lo planteado, la responsabilidad es de gran

importancia para el individuo resilente puesto que, el cumplimiento de las

obligaciones o el cuidado al tomar decisiones o realizar algo consagras el

sentido de vida por medio la aplicación de normas y valores establecidos.

Por su parte, Marizán (2016, p. 34) afirma que “ser responsable es

asumir las consecuencias de las acciones y decisiones. Así como también

tratar de que todos los actos vayan realizados de acuerdo con una noción de

justicia y de cumplimiento del deber en todos los sentidos”. Así pues, la

responsabilidad es un signo de raciocinio, en ocasiones puede no ser

agradable, ya que implica esfuerzo, pues el cumplir una obligación de

cualquier tipo, puede parecer una carga, cabe destacar que el hecho de no

cumplir con lo prometido genera consecuencias.

Al cotejar la información suministrada por Marizán (2016) y Sambrano

(2010; citado por Echeverría, 2013), coinciden en determinar a la


35

responsabilidad como el valor de justicia y del deber en todos los sentidos,

también se define a una persona responsable cuando, consciente de sus

actos, sabe que éstos son la causa directa o indirecta de un hecho.

Tomando en consideración lo antes planteado la investigadora fija

posición con la definición establecida por Sambrano (2010; citado por

Echeverría, 2013) al destacar que este proporciona estructura, orden y

limites, esfuerzo personal, establecimientos de prioridades y dedicación

disciplinada a alguna labor, es decir, se ajusta a la resiliencia como variable

de estudio, fomentando la misma a través de estas características de la

responsabilidad para seguir adelante superando los obstáculos, hasta ver

compensado el esfuerzo.

2.3.3. COGNOSCITIVAS

En el mismo orden, para concluir con la dimensión competencias para

fomentar la resiliencia, se presenta la sub dimensión cognitivas que de

acuerdo a Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 8) “son aquellas

que producen en un contexto interactivo de naturaleza social y explícitamente

comunicativa. La capacidad para aprender de las experiencias es una de las

más valoradas y practicadas de los seres resilientes”.

Así mismo, el autor divide a dichas competencias emocionales en

creatividad, humor, iniciativa, organización, estructura, toma de decisiones y

solución problemas.

Ahora bien, en lo que sigue luego de analizar el planteamiento, se deja

ver que la importancia de estos elementos, permite reconocer la naturaleza,


36

cualidades y relaciones de las cosas percibidas por medio del ejercicio de las

facultades intelectuales lo cual es fundamental en el desempeño laboral y

clima organizacional, argumentando así su medición.

De esta manera se fija posición con Sambrano (2010; citado por

Echeverría, 2013) por ser el único autor que definir el punto, siendo el

elemento cognoscitivo el proceso de observación y percepción de los objetos

de la realidad, las relaciones e interacciones entre las personas. De esta

forma, continuar con la sub dimensión a continuación se expresan los

indicadores.

(A) CREATIVIDAD

Todas las personas tienen la necesidad crear por ende, sambrano

(2010; citado por Echeverría, 2013, p. 8) la define como “un estado de

conciencia que permite generar una red de relaciones para identificar,

plantear, producir y resolver problemas de manera relevante y original”. En

relación la creatividad implica tener una autoestima alta, así como, una

profunda motivación interna para cambiar las cosas, además de tener la a

capacidad para combinar, relacionar realidades distintas y formar una nueva.

En ese mismo orden de ideas, Valadez (2012, p. 1) expresa a la

creatividad “como el potencial humano integrado por componentes

cognitivos, afectivos, intelectuales y volitivos que se ponen de manifiesto en

cualquier área de desempeño del individuo, para dar lugar a ideas o

productos novedosos”.
37

Por consiguiente, la investigadora afirma que la creatividad es la

adquisición del conocimiento de un modo particular de abordaje cognitivo que

representa características de originalidad, flexibilidad, plasticidad y fluidez, y

funciona como estrategia o herramienta cognitiva en la formulación y

construcción y resolución de situaciones problemáticas en el contexto de

aprendizaje, dando lugar a la apropiación del saber.

De acuerdo a lo planteado al hacer la comparación de los autores

evidencian similitud señalando que la creatividad es una habilidad típica de la

cognición humana, con la capacidad de generar nuevas ideas, crear y que

como tal nos permitirá la generación de conceptos, al hallazgo de soluciones

originales o a la modificación o trasformación de nuestra naturaleza pues,

facilita la visualización de situaciones negativas así como oportunidades que

permita llevar a cabo nuevos cursos de acción para enfrentar las

adversidades.

En concordancia con lo anterior, se fija posición con lo expuesto por

Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 8), que identifica a la

creatividad como el desarrollo esencial de la variable, pues permite optimizar,

innovar y usar las herramientas disponibles de una manera ideal a la hora de

hacer frente a las situaciones estratégicas, organizativas, competitivas,

problemáticas presentes y futuras en los trabajadores y equipos de trabajo en

Farmatodo Sucursal Torres Europa.

(B) HUMOR

Para que un individuo tenga un estado de ánimo estable debe poseer

un sentido de humor alegre, bromista y sociable, al contrario del que no tiene


38

sentido de humor, por ende para resiliencia según Sambrano (2010; citado

por Echeverría, 2013, p. 8) lo define como “un estado del ser relativamente

permanente, por lo que a veces se dice “que no está de humor; en él se

involucra estados emocionales y afectivos. El sentido de humor contribuye a

permanecer en contacto con la realidad; propicia la aparición de emociones

positivas; enseña a aprender de los errores, de los fracasos y de las

experiencias vividas”

De acuerdo a lo planteado, el humor es una competencia de apoyo para

fomentar la resiliencia, si está cargado de emociones positivas, optimismo,

entendiendo que las experiencias negativas dejan un aprendizaje, y por lo

tanto, enfrentar la adversidad con humor, se facilitaría con cúmulo de buenas

energías.

En ese mismo orden de ideas, Gamboa de Vitelleschi (2006; citado por

Torrealba, 2011, p. 21) afirma que el “humor es la capacidad que tienen el

individuo para encontrar la comedia en su propia tragedia, así pues, es una

estrategia de ajuste que ayuda a una aceptación madura de la desgracia

común y facilita cierta distancia con el problema, favoreciendo la toma de

decisiones para resolverlo”. Por ende, según la investigadora el humor

muestra como la percepción de una situación puede reconfigurarse

súbitamente y producir un cambio en el afecto y comportamiento del sujeto.

Constituye además, la esencia de la creatividad.

Para resaltar el análisis que plantean los autores citados, coinciden al

referir a la vivacidad, como el espíritu alegre, entusiasmo o genio, para

ayudar a hacer más llevaderas los momentos más difíciles de la vida y como
39

elemento clave y herramienta estupenda para levantar el ánimo y fomentar la

resiliencia.

En ese sentido, la investigadora establece para el presente trabajo, fijar

posición con Sambrano (2010), dado que su explicación se alinea

principalmente a las características de las personas resilientes en su sentido

del humor, como una forma de realismo optimista, dado que no niega el

problema y descubre una perspectiva positiva, por esa razón, el humor es un

elemento importante para sobrellevar la adversidad.

(C) INICIATIVA, ORGANIZACIÓN Y ESTRUCTURA

Siguiendo con las competencias de la resiliencia Sambrano (2010;

citado por Echeverría, 2013, p. 9) expresa que, “están asociados a los

procesos cognoscitivos básicos y se relacionan también con la disciplina y

responsabilidad como valores importantes para los seres humanos. Una

persona con iniciativa no se estanca en una situación que le produce

angustia. Salir de una crisis requiere mucha iniciativa creadora, acción

organizada y un sistema estructurado de trabajo”.

Conforme a esta idea, se entiende que la resiliencia sin la competencia

de la iniciativa no es posible; la disposición para hacer frente a la adversidad

comienza con la intención real de actuar, tomar acciones destinados a

superar las crisis, y a través de la iniciativa, esto resulta efectivo.

Por su parte Rábago, (2010, p. 94) refiere que el indicador en estudio

“consiste en la preferencia de tomar acción e influir en las situaciones


40

anticipada y efectivamente. Implica identificar, crear y aprovechar

oportunidades con energía, haciendo más de lo que es exigido o esperado

formalmente en lo personal y profesional”.

Asimismo, se afirma que la iniciativa es la cualidad que poseen los

seres humanos de poder iniciar alguna actividad, bien sea comenzar un

proyecto, o buscar soluciones a alguna problemática, tomando en cuenta sus

características principales a fin de cumplir las metas trazadas.

Al comparar los planteamientos se observa que existen una similitud

entre los dos autores, para estos, es una condición innata del ser humano, es

decir una característica específica de una persona de habilidades como la

proactividad, la cual permite anticiparse a los hechos, así como también,

accionar con flexibilidad. Uno de los valores más resaltante que se visualizan

en los planteamientos citados, es que la iniciativa está estrechamente ligada

a la autonomía, lo cual es una de las facultades que hace al individuo

autónomos y con poder de decisión proyectando en los mismos los cambios

buscados.

Para la realización de la investigación, la investigadora fija posición

sobre lo planteado por Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013), puesto

que la autora enfoca el indicador como una competencia que está asociado a

procesos básicos cognitivos que suponen ser capaz de imaginar, emprender,

desarrollar y evaluar acciones o individuales o colectivos con creatividad,

confianza, responsabilidad y sentido crítico y autonomía, todos

fundamentales para el desarrollo de la resiliencia.


41

(D) TOMA DE DECISIONES Y SOLUCIÓN PROBLEMAS

Para Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 9) “tomar

decisiones es una de las características más resaltantes de la resiliencia, es

lo que permite hacer un alto en el camino, tomar un instante para analizar y

ponderar alternativas, el calamitoso momento para desechar lo que no sirve y

saber seleccionar lo que en un momento determinado será útil”.

En relación a lo anterior la toma de decisiones es detenerse ante una

situación problemática para analizarla con base a la experiencia,

conocimiento y valores para decidir cómo y cuándo proceder, para salir de

una crisis, es definitivamente una competencia que fomenta la resiliencia

De esta manera, la toma de decisiones corresponde un punto crucial

para la resiliencia puesto que Amaya (2010, p. 3) expresa:

Es una de las competencias claves tanto en el ámbito profesional


como en el personal de cada uno de los seres humanos, en ese
sentido, es fundamental en cualquier actividad humana, por ende,
todos son tomadores de decisiones, sin embargo, tomar una
decisión acertada empieza con un proceso de razonamiento
constante y focalizado, que puede incluir varias disciplinas como la
filosofía del conocimiento, la ciencia, la lógica y por sobre todo la
creatividad.

Por consiguiente, para la investigadora un buen profesional debe tomar

muchas decisiones todos los días. Algunas de ellas son decisiones de rutina

o intrascendentes mientras que otras tienen una repercusión drástica en las

operaciones de la organización. Algunas de estas decisiones podrían

involucrar la ganancia o pérdida de los objetivos, cumplimiento o

incumplimiento de la misión y las metas de la organización.


42

De acuerdo a los postulados antes expuestos, los autores coinciden al

señalar que ciertas decisiones son sencillas y prácticamente automáticas

cuando se trata de aspectos rutinarios, y en palabras de Sambrano (2010;

citado por Echeverría, 2013) ante situaciones complejas, hay que darse un

tiempo para razonar y analizar; sabes tomar decisiones, explica, lleva a la

persona a discriminar entre lo relevante y lo prescindible.

Ahora bien, acorde con el presente trabajo, la investigadora fija posición

con las ideas de Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013) quien enfoca

la toma de decisiones en cómo será reflejada, dependiendo del proceso de

resiliencia, ya que si se tiene una mente más serena la decisión será más

aceptable menos precipitadas y beneficiosa analizando la situación, mientras

que al mismo tiempo afrontamos las dificultades que pueden hacer tomar

decisiones erróneas y al final se decide cómo actuar, pero de manera

correcta.

2.2.2. NIVELES PSICOLÓGICOS DE RESILIENCIA

De acuerdo con la publicación Sambrano (2010; citado por Echeverría,

2013, p. 9) “son los niveles psicológicos están adjuntos a las características

para lograr una mejor salud mental, estar preparados para contingencias

diversas y tener herramientas que protejan de la extrema vulnerabilidad.

Asimismo, dichos niveles el autor los divide como, nivel conductual, nivel

afectivo, nivel somático, nivel interpersonal y nivel cognitivo”.

De esta manera, se afirma que los niveles resilientes, contribuyen

enormemente al desarrollo de la capacidad y al aumento de las

probabilidades de reconstrucción y de habilidades para rehacerse luego de


43

vivir entre crisis fuertes, traumas, desgracias; por lo que una persona con un

ajuste adecuado y equilibrado en sus niveles psicológicos de funcionamiento.

Por su parte, Puig y Rubio (2013, p. 18) afirman “estos niveles están

referidos a la respuesta o reacción del individuo ante las situaciones

adversas, pudiendo exteriorizar el efecto de la situación que enfrenta, de

manera conductual, afectiva o interpersonal”. Por ende, la investigadora

expresa que son los factores internos y externos, que intervienen en la

capacidad de resiliencia.

En relación a lo planteado por los autores mencionados, ambos

coinciden al señalar estos niveles potencias las características de los

individuos para lograr una mejor salud mental, estar preparados para

contingencias diversas, no obstante difieren, puesto que Sambrano (2010;

citado por Echeverría, 2013) los clasifica en nivel conductual, nivel afectivo,

nivel somático, nivel interpersonal y nivel cognitivo, mientras que Puig y

Rubio (2013) en forma conductual, afectiva o interpersonal.

Para efectos de la presente investigación, se tomó como base la teoría

propuesta por Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013) por ser su

lenguaje de fácil comprensión y ajustarse mejor al objetivo que la misma

persigue. Por ello pasarán a desarrollarse a continuación cada uno de los

niveles resilentes.

2.2.1.1 NIVEL CONDUCTUAL

Para Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 9) el nivel

conductual “se refiere al comportamiento personal e íntimo, así como

también, a la capacidad de respuesta ante situaciones diversas, un individuo


44

con un nivel conductual equilibrado, responde con autorregulación y

convicción de que puede actuar adecuadamente en una determinada

situación, además aprovecha las oportunidades que se le presentan, bien

sean positivas para disfrutar o enriquecerse o negativas para aprender las

mismas y aplicarlas en situaciones futuras”.

Ante lo expuestos, la investigadora infieren que el nivel conductual es

de gran valor ya que el comportamiento son las acciones del hombre en

relación con el medio, es decir, se basan en las necesidades del individuo

con las contingencias que presenta el entorno, manifestándose una

búsqueda de equilibrio, en la medida que las conductas se desarrollen

positivamente habrá mayor crecimiento personal y profesional.

En relación al nivel conductual, Puig y Rubio (2013, p. 18) plantean que

está asociado con la supervivencia de la especie, y por tanto la adaptación a

las exigencias del ambiente que le rodean. Están determinados

genéticamente y aparecen en el mismo momento del nacimiento, es decir,

son innatos. Incluye motivos primarios como el hambre y la sed así como los

motivos de adaptación ambiental, como la evitación al dolor o al peligro.

Por ende, la investigadora afirma que este nivel consiste en medir las

posibilidades de autorregular su comportamiento por medio de necesidades

innatas del ser humano, o conductas de supervivencia para reaccionar ante

las diferentes experiencias de manera que pueden vivirlas con la mayor

perspectiva de adaptación y ajuste, así como también, coexistir con los

cambios sin quedarse estancados con el fracaso.


45

Al comparar las afirmaciones de los autores, se observa que Sambrano

(2010; citado por Echeverría, 2013) y Puig y Rubio (2013) discrepan puesto

que, el primer autor citado explican cómo se comporta una persona desde el

momento en que se manifiesta una dificultad, así como la importancia de

tener un óptimo nivel autorregulación y auto control de su comportamiento,

ya que, está más propensa a moldear y manejar sus acciones en los

momentos difíciles, primero para resistir ante la situación, para luego buscar

alternativas y estar atentos a las oportunidades.

Mientras que Puig y Rubio (2013) en su propuesta, relacionan este nivel

con las necesidades innatas del ser humano, o conductas de supervivencia

para adaptarse a las exigencias del entorno, y por otra parte se refieren a los

derivados de los primarios, que pueden ser personales o sociales,

independientes o no de las distintas relaciones sociales

En función de lo planteado se toma lo expuesto por Sambrano (2010;

citado por Echeverría, 2013) por tener un enfoque orientado a alcance de la

autorregulación y el autocontrol que debe tener en cada la persona, esencial

para el trabajo que se pretende desarrollar, así como también, a la capacidad

de respuesta para reaccionar ante cada situación, y como esta debe

aprovecharse, ya que, en cada vivencia, sea esta positiva o no; hay una

oportunidad de mejora y aprendizaje, lo cual brindara a los sujetos que se

pretenden intervenir las herramientas para salir adelante ante las dificultades

que pueden presentarse en el ámbito laboral.


46

2.2.1.2 NIVEL AFECTIVO

En relación al nivel afectivo Sambrano (2010; citado por Echeverría,

2013, p. 9) “lo define como la manera de exteriorizar lo que se siente

interiormente, los sentimientos hacia 27 otros y a la capacidad de establecer

vínculos duraderos y satisfactorios con relaciones saludables que llenen la

vida de colorido y de matices emocionales propios”. Es ese sentido, se

sintetiza que el nivel afectivo es el que fomenta la expresión de sentimientos

y emociones, así como también la forma de relacionarse interpersonalmente

para generar satisfacción a través de vínculos afectivos con las demás

personas.

Por su parte, Rojas (2010, p. 65), define la afectividad como “un

elemento necesario en la resiliencia ya que es la conexión con los demás,

aunque solo sea con una persona”. Es decir, los individuos que se sienten

genuinamente vinculados a otros superan las dificultades que les plantea la

vida de mejor modo que aquellos que no cuentan con la atención y el afecto

de sus semejantes.

Al cotejar la información suministrada por los autores, coinciden en la

importancia de la afectividad para el sujeto y lo significativo que es tener la

capacidad de interacción y conexión con otras personas, además se ve al

individuo como un ser social; de lo anterior, se desprende que las personas,

independientemente de que sean más o menos sensibles, siempre

necesitaran del afecto para vivir, para desarrollarse y para seguir adelante a

pesar de los obstáculos que a veces le pone el destino.


47

En lo que respecta, la investigadora se apegan a lo planteado por

Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013) dado que proyecta de modo

más preciso el peso de la afectividad para la variable objeto de estudio, ya

que la existencia de vínculos afectivos adecuados, permite a los sujetos

tener bases sólidas de afecto y apoyo de sus semejantes, y ante situaciones

difíciles puedan contar, desde el amor, a superar las adversidades de la

mejor manera, así como también a aprender de ellas, fundamentales para

ser determinadas entre los miembros que se pretenden analizar.

2.2.1.3 NIVEL SOMÁTICO

Para el nivel somático enfocado en la resiliencia humana la autora

Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 9) expresa que:

Las personas con un nivel de funcionamiento somático en estado


óptimo remontaran las dificultades en buenas condiciones, y
tendrán resistencia y energía para recomenzar en caso de ser
necesario. Por eso, en los ambientes depravados de alimentación
balanceada y en situación de pobreza extrema en, los niños por
ejemplo, son más susceptibles de sucumbir ante abusos y de
desarrollar todo tipo de enfermedades infectocontagiosas o de otro
tipo, trastornos emocionales, dificultades cognitivas, porque
carecen de los mínimos nutrientes que les permitan un desarrollo
orgánico apropiado.

Por ende, la investigadora expresa que un cuerpo bien estructurado,

además de bien alimentado, que presente un sistema nervioso fuerte y

saludable, puede resistir mejor los embates de las crisis, y sufrirá menos

somatizaciones productos de un sistema inmunológico débil a causa de una

inadecuada condición física.


48

Por su parte, Barrón (2016, p. 30) “los elementos somáticos son

aquellos factores intrínsecos del individuo, los cuales pueden ser genéticos,

aquellos que actúan como limitante biológico en sus posibilidades;

abarcando los órganos, aparatos, así como también el sistema nervioso”. En

consecuencia, se infiere que este nivel está referido como la capacidad de

respuesta que posee el cuerpo humano, no solo en el aspecto físico sino

también en lo mental, y en consecuencia la habilidad de recuperarse tanto

física como emocionalmente ante circunstancias desfavorables.

Al comparar a los referidos autores, se observa que uno complementa

al otro, es decir, Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013) explica lo

vital que es tener activado este nivel al momento en que surge una crisis, el

por qué es necesario tener una estable condición física, mientras que por su

parte Barrón, detalla este nivel como cualidades biológicas con las que se

nace y son propias del ser humano.

A los fines del presente trabajo, la investigadora fija posición sobre

Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013) ya que detalla los aspectos

fundamentales para este nivel. Aunque la autora aclara también que este no

debe ser considerado como el mayor relevante, puesto que un individuo con

salud deteriorada podría a su vez disparar una actitud resiliente y positiva

ante una situación adversa, es decir, si el individuo padece alguna

enfermedad, el hecho de querer salir o superar la misma en unión con otras

capacidades propias de la resiliencia, hacen que probablemente logre sortear

los contratiempos que se presente durante la enfermedad.


49

2.2.1.4 NIVEL INTERPERSONAL

De acuerdo a Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 9) para

que toda persona genere resiliencia se necesita en:

Lo inherente a las relaciones interpersonales, destaca que los


individuos poseen redes sólidas de comunicación pueden hallar,
rápidamente grupos de apoyo que los contengan y los ayuden a
manejar emociones fuertes durante experiencias dolorosas o
traumáticas; también, el saber que se comparte con personas que
han tenido los mismos problemas y los han podido resolver,
proporcionan una seguridad basada en los cimientos de la vida en
sociedad.

Por consiguiente, para la investigadora el nivel interpersonal está

estrechamente ligado al afectivo, cuando las relaciones son respetuosas y

satisfactorias, se provee de un terreno común para disfrutar la experiencia de

interactuar y compartir con otras personas, lo cual incide en el clima social y

emocional que prevalece en las organizaciones. Puesto que deben fomentar

la práctica las habilidades sociales y comunicación, trabajo en equipo,

compañerismo, espíritu de cooperación, cortesía para resolver las

necesidades de otras personas, incluso para obtener objetivos comunes, lo

cual se reflejara positivamente en su clima laboral y en consecuencia en su

productividad.

Para Graham y Hogg (2010, p. 89) “la necesidad de asociarse, de estar

con otros, es poderosa además de global, y subyace en la manera en que se

forman las relaciones interpersonales positivas y duraderas”. Al respecto, se

afirma que el nivel interpersonal bien ajustado es un pasaporte seguro a la

conducta resiliente porque, justamente uno de los factores más importantes


50

que contribuyen a trascender con éxito tragedias, problemas y dificultades en

general, es la capacidad que se deben tener, no solamente de liberar la

propia vida, sino también las de otras personas.

Al contrastar las posiciones teóricas de los autores citados, se

desprende coincidencia, lo que permite sintetizar que este nivel no solo

funciona como un apoyo sino también de desahogo de aquellas emociones

fuertes, que en ocasiones pudieran llevar a la confrontación de situaciones

negativas.

En ese sentido, para los fines de la investigación se toma posición con

Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013) ya que hace énfasis en el

efecto positivo del nivel, pues la interacción potencia entre los individuos, la

comunicación, el liderazgo, la afectividad y asertividad, los cuales forman

parte de los componentes que promueven una conducta resiliente,

permitiendo trascender con éxito las tragedias y dificultades que se

presenten en la vida de cada individuo.

2.2.1.5 NIVEL COGNITIVO

Por su parte, Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013, p. 9) “se

refiere a este nivel como la capacidad de pensar con claridad, buscar las

soluciones innovadoras a los problemas, encontrar salidas creativas a

situaciones aparentemente sin salidas , tomar decisiones, realizar ilaciones

que permitan vivir en armonía en el medio en constante transformación y

evolución. Se puede desarrollar a largo plazo, logrando integrar los aspectos


51

emocionales y sociales a los cognitivos, permitiendo al individuo hacer aporte

para el logro del bien común”.

En ese sentido, la investigadora acota que este nivel consiste cuando

las organizaciones implementan el desarrollo en procesos de capacitación en

sus trabajadores, floreciendo su propósito ofreciendo a su vez las

herramientas tanto cognitivas como socio-afectivas que brinden la posibilidad

de mejorar la eficiencia en el trabajo, permitiendo así que las mismas se

adapten a las nuevas circunstancias y se vayan originando tanto dentro

como fuera de la empresa.

Por último, nivel cognitivo, Naranjo (2010, p. 270) asevera el

mencionado nivel como "un atributo que provee protección cuando los

individuos afrontan situaciones estresantes, las cuales demandan recursos

adicionales para sobreponerse y adaptarse con éxito a los retos en diferentes

niveles del ser”.

Por consiguiente, el nivel cognitivo bien sólido permite la posibilidad de

concentrarse en trabajos provechosos con la firmeza suficiente para llevarlos

a términos exitosos en beneficio del individuo y del grupo de referencia al

que pertenece.

Al contrastar estas visiones teóricas de los autores, se observa que

Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013) y Naranjo (2010) coinciden,

que en este nivel la persona requiere una concentración y enfoque pleno

hacia el entorno de la problemática, es decir, tener conciencia sobre lo que

sucede, no dispersarse con ligerezas, ansiedades o estrés, estar enfocados


52

a todas las circunstancias y estar atento a las oportunidades que podrían

aparecer, para así poder encontrar las soluciones más creativas y afectivas a

las dificultades.

Para efectos de la presente investigación, la investigadora fija posición

con Sambrano (2010; citado por Echeverría, 2013) pues plantea este nivel de

manera más integral, exponiéndolo como un elemento motivador y que

fortalece la generación de las competencias sociales y afectivas permitiendo

afrontar situaciones adversas, resaltando los aspectos fundamentales para la

variable resiliencia. Aunado a esto, enfatiza la importancia del nivel necesario

para que para que exista resiliencia.

3. SISTEMA DE VARIABLES

3.1. DEFINICIÓN NOMINAL

Resiliencia

3.2. DEFINICIÓN CONCEPTUAL

De acuerdo a sambrano (2010; citado por Echeverria, 2013, p. 7) la

resiliencia es la “capacidad que tienen las personas de reaccionar

satisfactoriamente ante las adversidades”.

3.3. DEFINICIÓN OPERACIONAL

La resiliencia es la capacidad que tienen los trabajadores de reaccionar

satisfactoriamente ante las adversidades.


53

La variable será medida mediante el instrumento elaborado por la

investigadora (2021) de acuerdo a las dimensiones, sud dimensiones e

indicadores que se visualizan en el cuadro de operacionalización (Ver cuadro

1)

Cuadro 1
Operacionalización de la variable
Objetivo general: Analizar la resiliencia en Farmatodo Sucursal Torres Europa
Objetivos
Variable Dimensión Subdimensión Indicadores
específicos
Autonomía
Autoeficacia
Autoevaluación
Emocionales
Modelos satisfactorios
Capacidad de interacción
Analizar las
competencias Liderazgo
para fomentar la Competencias Sentido de vida
resiliencia en para fomentar Éticas, morales
Normas y valores
Farmatodo la resiliencia y espirituales
Sucursal Torres Responsabilidad
Europa Creatividad
Humor
Gestión
Cognoscitivas Iniciativa, organización y
de
estructura
calidad
Toma de decisiones y
solución problemas
Analizar los Nivel conductual
niveles
psicológicos de la Niveles Nivel afectivo
resiliencia en psicológicos de Nivel somático
Farmatodo resiliencia Nivel interpersonal
Sucursal Torres
Europa Nivel cognitivo
Determinar el
nivel de
resiliencia en Se determinará a través de la aplicación de un baremo
Farmatodo estadísticamente.
Sucursal Torres
Europa
Fuente: García (2021)

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