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Cuando los estudiantes tienen dificultad para entender el texto, a menudo se culpa
al estudiante por el problema. Por lo que se puede decir que les falta conocimiento
de la materia (no conocen el vocabulario o los conceptos involucrados en la
materia), o que no tienen buenas estrategias de comprensión (leen
superficialmente y no distinguen entre lo importante y lo importante). contenido
necesario) Menos comúnmente, suele asumir que el problema está en el texto,
atribuyendo la dificultad de comprensión a la inadecuada expresión de ideas por
parte del autor.
Para que el lector forme una buena macroestructura del texto, debe continuar
seleccionando o construyendo una síntesis de la información más importante que
está leyendo y, a su vez, mantener activa esta síntesis en sucesivos ciclos de
procesamiento, lo que puede requerir inferencias adicionales. . ¿Ser un buen
lector en nuestro caso?
Los procesos descritos hasta ahora requieren los ricos recursos cognitivos del
lector. Estos recursos son básicamente de dos tipos: conocimiento y estrategia.
Cuanto más conocimiento tenga el lector y mejor sea la estrategia, menos costoso
será el proceso y mejor será la comprensión final. Por el contrario, cuanto menos
conocimiento posee un estudiante, peores estrategias adquiere, más costoso es el
proceso y más probable es que cometa errores y no entienda bien.