Está en la página 1de 8

Elementos básicos de la escritura científica

Los errores más comunes en el momento de escribir un TIF:

− Falta de claridad en la redacción de ideas.


− Redundancias y repeticiones excesivas.
− Incongruencias de ideas respecto al contenido.
− Adorno excesivo utilizando lenguaje fuera de lugar.
− Deficiencias en el uso de vocablos y/o pobreza de términos.
− Fallas en ortografía.
− Alteraciones en la acentuación de palabras y el uso de los signos.

Estas son algunas de las principales deficiencias en la forma de redactar un TIF. A


continuación vamos a tratar el tema tomando los aspectos más importantes para realizar
una buena escritura:

Características de la redacción:

Plasmar las palabras en un libro, en una tesis, en un TIF, en un documento o en cualquier


otro escrito, es dar nuestro sello personal en la comunicación de las ideas, conceptos y
conocimientos. En dicha comunicación escrita, además se muestran la cultura que se posee,
el estilo y la forma de ser de quien escribe. A eso es lo que se llama el estilo personal del
redactor.

− Claridad.
− Precisión.
− Propiedad.
− Concisión.
− Sencillez.
− Oportunidad.
− Tono.
− Sintaxis.

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 1


Claridad

Consiste en la expresión de las ideas y conceptos de tal manera que se facilite la lectura de
un trabajo científico y con esas líneas se capten las ideas conforme se quisieron expresar.

Se busca evitar largas frases con puntuaciones incorrectas. Es necesario realizar una buena
coordinación entre frases o párrafos que siguen un hilo conductor.

Precisión

Se dice que una situación es precisa, solo cuando expresa con exactitud el asunto; sin
rebuscamientos inútiles ni información de más, pero también sin omitir conceptos
importantes ni abusar de la cortedad de los datos. Únicamente se expresa lo necesario. Lo
necesario, como concepto es fundamental, porque está directamente vinculado al
desarrollo de ideas concatenadas lógicamente. Es inevitable reflexionar sobre los alcances
de lo que se escriba. En ese sentido deberá ser ineludible pensar la escritura de la
investigación tomando decisiones en relación a cuanto es inevitable aclarar más allá del
objeto de investigación y análisis.

Propiedad

La característica de propiedad en la redacción es la utilización correcta de las palabras,


construyendo las frases conforme a las reglas gramaticales; usando solo los vocablos
adecuados, de acuerdo al significado, la escritura y la pronunciación que se les quiere dar a
las palabras. Es por eso que utilizando de manera apropiada el lenguaje se logra una
escritura de fácil lectura, amena aunque tome temas disciplinares y siga el método
científico.

Concisión

Esta característica de la redacción consiste en expresar con el menor número de palabras


los pensamientos, ideas y conceptos referentes al tema, sin que por ello se le reste claridad
ni precisión respecto a su contenido. La capacidad de síntesis en la escritura requiere de
práctica, esa práctica se adquiere de un buen entrenamiento en la lectura y en la escritura
que debería estar presente en cada nivel educativo.

Sencillez

Esta cualidad de la redacción estriba en escribir las ideas, los conceptos, hechos y
aportaciones con naturalidad; es decir, con sencillez en el uso del lenguaje, utilizando frases
y palabras simples sin rebuscamientos ni tecnicismos inútiles.

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 2


Tampoco con frases o palabras vanamente elevadas que suponen un grado mayor de
cultura desde el sentido común, pero no lo son. Se supone que los escritos académicos se
tienen que poder entender tanto como el uso de un lenguaje coloquial como en la escritura,
como si el autor estuviera hablando en una conferencia, con un lenguaje simple, sin adornos
ni rebuscamientos inútiles y estériles que sólo entorpecen el entendimiento del texto.

Tono y fuerza

La forma de redactar, la intensidad que se le dé al escrito y la profundidad con la cual se


expresen los términos plasmados en un documento, es lo que se llama tono del escrito. Es
decir, la forma y la fuerza que se le dan a las palabras para expresar lo que se desea, es el
tono que se le quiere dar a lo que se escribe. Para que así se entienda. Se tiende a pensar
que el tono y la fuerza solo están presentes en determinado tipo de textos escritos, sin
embargo, muchos trabajos realizados desde las ciencias en su conjunto pueden contener
capítulos o partes que expresan esta característica.

Sintaxis

Es la manera en que se combinan y ordenan las palabras y las expresiones dentro de los
procesos de comunicación tanto de forma oral, como en todo tipo de escritura.

Enunciado y oración

Para llevar a cabo las acciones comunicativas construimos los enunciados de acuerdo con
ciertas reglas.

La oración es la unidad de la lengua que utilizamos para construir los textos. Tiene:

− Unidad de sentido.
− Entonación propia.
− Independencia sintáctica.

Tipos de oraciones

− Oraciones unimembres (no admiten separación entre sujeto y predicado).


− Oraciones bimembres (se pueden dividir en sujeto, expreso o tácito y predicado).
− Tanto el sujeto (sustantivo) como el predicado (verbal o no verbal) tienen sus
propios modificadores.

Estructura de la oración

Dos elementos claves de la estructura sintáctica son la coordinación y la subordinación.

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 3


La coordinación consiste en poner en relación dos o más oraciones para formar una unidad
oracional superior: una oración compuesta. Dentro de ella las subordinaciones carecen de
independencia sintáctica.

Clases de coordinación

Coordinación copulativa: indica que una nueva estructura se añade a otra mencionada
antes. Ejemplos: y, e, ni, que.

Coordinación adversativa: contrasta con lo mencionado antes o lo limita. Ejemplos: pero,


más, sin embargo, no obstante, sino.

Clases de coordinación

Coordinación disyuntiva: propone una elección o alternativa. Ejemplos: o, u, o bien.

Sustitución léxica

Como planteamos en párrafos anteriores para que un texto sea coherente es necesario que
se mantenga constante el tema. La coherencia depende de la repetición. Sin embargo, al
mismo tiempo, es necesario evitar la repetición de palabras, ya que esto confunde la
lectura. Para poder mantener constante el tema sin repetir palabras es necesario sustituir
el término ya utilizado por otro de significado similar. Esto es la sustitución léxica. Se utilizan
sinónimos, hiperónimos (palabra cuyo significado engloba el de otras más específicas),
hipónimos (es una manera más específica de referirse a algo), palabras generalizadoras o
paráfrasis.

El proceso de escritura

Hay muchas maneras de escribir. Sin embargo quienes han estudiado el tema y teorizado
sobre este asunto sostienen que hay “un proceso de las etapas”. Este proceso concibe a la
escritura como un desarrollo en el cual se destacan tres momentos: la planificación o pre
escritura (proyecto), la escritura propiamente dicha y la corrección o reescritura. Por
supuesto, el desarrollo no es lineal y no se da de una vez, sino que posiblemente se pase
por momentos de escritura, corrección y nueva escritura corregida en diversas instancias
del transcurso de elaboración de la investigación.

Es fundamental comprender que la escritura, la buena escritura, es producto de la práctica.


Saldrá mejor elaborado en la medida que la máquina se vaya perfeccionando; o sea,
repetimos hasta el cansancio, con la práctica.

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 4


Además es importante lograr una verdadera inmersión en el tema, agotar el proceso
investigativo dentro de las posibilidades del trabajo propuesto, para escribir de manera ágil
y precisa.

Es necesario poner entusiasmo en la tarea y ser muy perseverantes. Si no sale de primera


intención habrá que seguir intentando, probar otros caminos, ser flexibles y atender las
recomendaciones de los docentes que nos acompañan en este camino.

De algo pueden estar seguros, nadie ha fallecido en el intento.

La distribución de la información

Desde el punto de vista de su contenido, en todo enunciado (exposición breve de algo que
se quiere comunicar) podemos reconocer dos tipos de información: una compartida por el
emisor y el destinatario y una nueva referida a la anterior que el emisor pretende hacer
saber al destinatario. Como emisor al escribir no debo dar por supuesto nada, no debemos
olvidar que no estaremos con el lector para aclararle lo que no entiende de nuestra
redacción.

La primera parte del proceso de escritura es la planificación y preparación del proyecto. Se


podrá hacer en la medida en que se haya recogido toda la información sobre el tema que
se pretende trabajar desde una determinada perspectiva académico-científica, eso implica
siempre una toma de posición en relación a la selección de los materiales, fuentes tanto
primarias como secundarias, decisiones con respecto a lo que luego conformará la
bibliografía.

Una vez que se ha estudiado el tema, que se decidió el punto de vista, es necesario
comenzar a estructurar el texto concreto. Es preciso tener presente que cada parte del texto
en elaboración debe ser funcional al texto completo para lograr coherencia. Es por eso que
la coherencia se articula en base a segmentos de escritura que responden a las diferentes
partes del trabajo y están relacionadas entre sí. La coherencia de los enunciados está dada
por la vinculación entre enunciados. Cada tema o idea principal se desenvuelve en rema
que aporta nueva información a la idea principal que se pretende desarrollar.

Es importante trabajar entonces con esquemas temáticos que representan en forma gráfica
las ideas principales de un texto y la relación que se establece entre ellas. Son útiles para la
comprensión y para la planificación previa de un trabajo de escritura.

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 5


Marcadores textuales

Una organización adecuada de las ideas de un texto es fundamental para que el lector
interprete correctamente nuestro propósito. En el caso del texto argumentativo esto es en
particular importante.

Las palabras y expresiones que sirven para ordenar la estructura del texto y establecer las
relaciones que se dan entre los diferentes enunciados se llaman marcadores textuales

A continuación un listado de tipos de marcadores y algún ejemplo de cada uno de ellos:

− Introducir el tema del texto: El objetivo principal de


− Marcar orden de entrada: En primer lugar.
− Distinguir, restringir o atenuar: Por un lado, por otro (lado).
− Continuar sobre el mismo punto: Además.
− Hacer hincapié o demostrar: Es decir, la idea central es.
− Detallar: Por ejemplo (p. ej.).
− Resumir: En resumen, en pocas palabras.
− Acabar: Para concluir, para finalizar.
− Finalmente: En conclusión.
− Indicar tiempo: Antes, a continuación, tan pronto como.
− Indicar espacio: Arriba / abajo, cerca / lejos, en el interior / en el exterior (de).
− Indicar causa: Porque, visto que, a causa de
− Indicar condición: A condición de (que), en caso de (que), siempre que.
− Indicar finalidad: Para (que), a fin de (que), con la finalidad de.
− Indicar oposición: En cambio, de todas maneras.

Consejos a seguir

En párrafos anteriores comentamos algunas características de la buena escritura científica,


clara, precisa y despojada de adjetivos.

Debe ser lo más alejada del que escribe, es correcto y aconsejable usar el impersonal. Por
ejemplo: este trabajo tiene por objetivo analizar; se cree necesario realizar un experimento
en laboratorio; se concluye finalmente que la hipótesis planteada no se verifica, y otros
muchos ejemplos posibles.

Utilizar la primera persona del singular no es recomendable sobre todo si recién se


comienza a escribir y no se es un experto en ese tema. La primera persona del plural

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 6


tampoco es correcta en los trabajos que se van a desarrollar en esta etapa, porque son
realizados en forma individual y no por equipos de investigadores.

Hablamos también de revisión o reescritura, todo el tiempo que dura la elaboración de


nuestro trabajo, está sujeto a corrección y al finalizarlo, es necesario realizar una revisión
final.

Hay múltiples estrategias, entre ellas las más comunes son: dejar descansar el texto que se
ha escrito y en un par de días volverlo a leer, seguramente encontraremos errores que no
vimos cuando realizamos la primera revisión; por supuesto la lectura del docente a cargo
del seminario será fundamental en esta etapa en la cual escribimos un trabajo de
integración para terminar la formación de grado; algún estudiante amigo/a que pueda leer
y observar algún tipo de problema; leer en voz alta; imprimir el trabajo y leerlo. Las
posibilidades son muchas pero cada uno elegirá o combinará la que mejor le permita
avanzar en la corrección y reescritura.

Es fundamental que se pueda entender lo que ya hemos expresado en otros momentos, el


trabajo es progresivo, en etapas, asistido y necesita corrección, eso contrariamente a lo que
pensamos, con respecto a las correcciones, cuantas más hagamos, el resultado será mejor,
dado que es lo que más nos ayuda a reflexionar, analizar y a comunicar lo investigado. Desde
ya, todo texto es perfectible, mejorable, sin embargo, en algún momento se dará por
terminado ese ciclo de investigación y escritura, pensemos que a la vez que cerramos una
parte de un espacio investigado, estamos abriendo nuevos interrogantes y posibilidades
para otras futuras investigaciones.

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 7


Bibliografía:

− Ramírez Gelbes, S. (2013). Cómo redactar un paper. La escritura de artículos


científicos. Buenos Aires: Noveduc.
− Gutiérrez Ordoñez, S. (1997). Temas, remas focos, tópicos y comentarios. Madrid:
Arco Libros.
− Van Dijk, T. (1983). La ciencia del texto. Barcelona: Paidós.

© Universidad de Palermo. Prohibida la reproducción total o parcial de imágenes y textos. 8

También podría gustarte