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Derechos Humanos y los enfoques que respaldan

Introducción

En el siguiente trabajo monográfico he desarrollado el tema de "Los fundamentos

de los Derechos Humanos y su evolución", el cual es producto de una exhaustiva búsqueda

e investigación que he llevado a cabo para lograr un trabajo en el cual quede bien explicado el

tema para lograr una toma de conciencia acerca de ellos, y poder colaborar a que se respeten,

reconozcan, tutelen y promocionen los derechos humanos.

Durante mucho tiempo se consideró que el desarrollo teórico de los derechos humanos

necesariamente se daba en el ámbito jurídico. Hoy en día es muy claro para varios centros de

investigación y para los académicos que los fenómenos y las problemáticas de los derechos

humanos rebasan una lógica jurídica. En la medida en que los derechos humanos son también un

discurso que genera relaciones de poder, los análisis de la teoría y la ciencia política, así como de

la sociología política son bienvenidos. Y si se toma en cuenta que los derechos humanos generan

procesos identitarios. No hay sólo uno sino múltiples fundamentos teóricos de los derechos

humanos, y aunque resulte indiscutible que durante los últimos siglos se han producido avances

muy significativos en el reconocimiento y la protección de los derechos humanos, parece que

todavía queda mucho por recorrer, porque aún existen millones de personas en algunas zonas del

planeta que no disfrutan de un reconocimiento y una protección de sus derechos fundamentales.


DERECHOS HUMANOS Y LOS ENFOQUES QUE RESPALDAN

Fundamentos teóricos

Son derechos universales y por lo tanto necesario e intransferible directamente atribuido

normas jurídicas para todas las personas, como seres humanos, ciudadanos o capaces de obrar.

Son derechos subjetivos, expectativas que las personas se forman en relación con la acción o

inacción de estados, empresas, gobiernos de facto y de otras personas respecto a ciertos bienes

primarios constitutivos de lo que se tiene en cuenta como dignidad humana.

El poder público debe ejercerse al servicio del ser humano: no puede ser empleado

lícitamente para ofender atributos inherentes a la persona y debe ser vehículo para que ella pueda

vivir en sociedad en condiciones cónsonas con la misma dignidad que le es consustancial.

(Nikken, 2004)

Los derechos humanos son un límite a la acción del Estado en relación con los

individuos, generándole a éstos un ámbito de libertad, sin injerencias de la autoridad, por

supuesto de acuerdo con su condición propia de ser humano. (Gonzáles, 2006)

Principios fundamentales

Universalidad

La universalidad significa que todas las personas tienen los mismos derechos humanos,

simplemente porque son humanos, sin importar dónde vivan o quiénes sean, o si tienen

circunstancias o características particulares.


Interdependencia e Indivisibilidad

Los derechos humanos son interdependientes, es decir están vinculados entre ellos y son

indivisibles, que no pueden separarse o fragmentarse unos de otros. Todos los derechos

humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales deben comprenderse como un

conjunto. Lo anterior, también implica que el goce y ejercicio de un derecho está vinculado a que

se garantice el resto de derechos; así como la violación de un derecho pone también en riesgo los

demás derechos.

Progresividad

Es un principio interpretativo que establece que los derechos no pueden disminuir, por lo

cual, al sólo poder aumentar, progresan gradualmente. Es importante notar que la naturaleza de

este principio depende del ámbito en el que esté incorporado y de la actividad para la que se

aplique. (Mancilla, 2015)

Evolución

Antecedentes

Desde la antigüedad, tanto en los regímenes despóticos y absolutistas, en los que la

voluntad de los gobernantes era la suprema ley y los gobernados no podían hacer otra cosa que

someterse y obedecer, como ocurrió también en el antiguo Oriente y en algunas épocas y

circunstancias de Grecia y Roma, en donde no se veía el reconocimiento de la participación de

sus ciudadanos en la integración de sus gobiernos, argumentando diversos planteamientos como

veremos a continuación. (Solís)

La antigüedad clásica desconoció la dignidad de la persona


En la antigüedad grecorromana, no se llegó a tener idea clara y precisa de la dignidad del

hombre como individuo y de sus correspondientes derechos frente a la comunidad y autoridad

política. Se consideró siempre que los hombres formaban parte de su comunidad y pertenecían a

ella como las partes de un todo. La comunidad tenía la primacía absoluta sobre los hombres, y

éstos debían obedecer las leyes de la misma aun cuando fueran injustas. En general, se

consideraba que la polis era una instancia de perfeccionamiento de la naturaleza humana y que el

fin de la cuidad se identificaba con el fin de los ciudadanos y lo llevaba a su plenitud, por lo que

éstos no tenían ningún derecho que invocar frente al gobierno de la cuidad. (Espinosa, 1992)

El esclavismo

Después de la Segunda Guerra Púnica, aumentó el número de esclavos, con la cual se

notó cierto desarrollo en lo que entonces pudiera haberse llamado industria. Había señores tan

poderosos que eran propietarios de millares de personas denominados esclavos.

La aparición de la esclavitud se remonta a la época en la que los avances agrícolas

hicieron posibles sociedades más complejas, en las que resultaba ventajoso disponer de la fuerza

de trabajo de los esclavos en las labores agrícolas, mineras, o en la construcción de los grandes

edificios e infraestructuras en el caso de las grandes civilizaciones.

"Puede decirse que todas las naciones bárbaras o civilizadas, grandes o pequeñas,

poderosas o débiles, pacíficas o guerreras, bajo las más diversas formas de

gobierno, profesando las religiones más contrarias, y sin distinción de climas y

edades, han conocido la esclavitud." (Saco, 1875)

Bajo este régimen el esclavo, como es de suponerse, no tenía personalidad jurídica y, en

consecuencia, era considerado como una cosa. Carecía hasta de los más elementales derechos y
se encontraba fuera de organización social, los esclavos eran designados para realizar los trabajos

agrícolas y las labores más pesadas del vasto imperio romano, ninguno de ellos podía salir de su

esfera y dicha esclavitud se transmitía de padres a hijos.

Iusnaturalismo divino. La dignidad humana en el cristianismo

El cristianismo cultivó la semilla de la dignidad humana, el ambiente espiritual estaba

preparado por el estoicismo para que se abriese paso la idea de la dignidad del hombre como

persona, ser racional y libre, con un destino no individual, propio e intransferible, distinto y

superior de la comunidad. Esta idea fue aportada por el cristianismo y difundida como buena

nueva” por todo el mundo conocido. (González)

Esto influyo también en las relaciones del hombre con su comunidad. Dejo de ser ya una

parte del todo político y de participar necesaria e indisolublemente en su destino, para gozar de

independencia incluso frente a la comunidad misma.

Iusnaturalismo racionalista

El iusnaturalismo racionalista representa, en el ámbito de la historia del pensamiento

filosófico-jurídico, la consecución de un hito muy importante dentro del amplio, complejo y nada

homogéneo movimiento de secularización del mundo moderno. Dicho proceso de secularización

se delimita aquí a una nueva concepción del antiguo problema de la ley natural

Como ha señalado Díaz (1980) “Precisamente la ruptura del monolitismo y la

uniformidad religiosa por obra de la Reforma protestante, iba a llevar coherentemente a la

necesidad histórica de un iusnaturalismo no fundado de modo ineludible en la ley eterna”

Iusnaturalismo humanista
A partir de la segunda mitad del siglo pasado comenzó a gestarse un iusnaturalismo al

que calificamos de “humanista” ya que finca esencialmente en una preocupación por garantizar

universalmente al hombre el respeto y la protección frente a toda violación a una serie de

mínimos que, se considera, hacen a su condición de tal.

Antecedentes documentales

La Carta Magna de 1215

Podría decirse que la Carta Magna o la “Gran Carta”, fue la influencia primitiva más

significativa en el extenso proceso histórico que condujo a la ley constitucional actual en el

mundo de habla inglesa.

En 1215, después de que el rey Juan de Inglaterra violara un número de leyes y

tradiciones antiguas con que se había gobernado Inglaterra, sus súbditos lo forzaron a firmar la

Carta Magna, la cual enumera lo que después vino a ser considerado como los derechos

humanos.

La petición de Derechos de 1627

El siguiente hito reconocido en el desarrollo de los derechos humanos fue la Petición del

Derecho, producida en 1628 por el Parlamento Inglés y enviada a Carlos I como una declaración

de libertades civiles.

La Petición del Derecho, iniciada por Sir Edward Coke, se basó en estatutos y

documentos oficiales anteriores y hace valer cuatro principios: No se podrá recaudar ningún

impuesto sin el consentimiento del Parlamento, no se puede encarcelar a ningún súbdito sin una
causa probada (reafirmación del derecho de habeas corpus), a ningún soldado se le puede

acuartelar debido a su ciudadanía, y no puede usarse la ley marcial en tiempos de paz.

La Ley de Hábeas Corpus de 1679

Cincuenta años después de la Petición hacia 1679, durante el reinado de Carlos II,

aparece en el escenario un nuevo conjunto de disposiciones destinadas a proteger algunos de los

derechos de los súbditos ingleses. Se trata del documento denominado como Ley del hábeas

corpus o Acta para completar las libertades de los súbditos y evitar las deportaciones a ultramar.

Declaración de los Derechos del Hombre y del ciudadano de 1789

No puede explicarse el surgimiento de esta declaración sino en el contexto de la época, y

especialmente en el momento histórico conocido como Revolución Francesa. La decisión de

Luis XVI de convocar los Estados Generales provocó un alud de opiniones. Condorcet,74 La

Fayette, Talleyrand, Mirabeau, y muchos otros discutieron y publicaron folletos sobre temas

importantes para dicho evento.

A pesar de ello, puede señalarse que los acontecimientos que culminarían meses después,

en julio con la toma de la Bastilla, no fueron el mero reflejo de un movimiento político definido,

sino la explosión violenta de una sociedad que afronta graves problemas, especialmente

económicos

Sistemas de protección de los derechos humanos

El Sistema Universal de Protección de los Derechos Humanos (SUDH) es el conjunto de

normas sustantivas y procesales, así como de organismos con alcance

internacional, pertenecientes a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuyo fin es la


promoción y la protección de los derechos humanos universales. El SUDH está integrado por el

Sistema de Tratados y el Sistema de Órganos. (SUDH, 2015)

El Sistema de Órganos, comprende:

Los Órganos Convencionales, que son Comités de expertos independientes creados por

los tratados internacionales, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos

Humanos (ACNUDH)., los Procedimientos Especiales: Expertos Independientes, Relatores

Especiales y Grupos de Trabajo, el Consejo de Derechos Humanos (HRC).

Si bien estos órganos son los principales encargados de llevar a cabo las funciones de

promoción y protección de los derechos humanos, todo el sistema de las Naciones Unidas debe

tener dentro de sus propósitos «el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a

las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o

religión», tal como establece el artículo 1 de la Carta de las Naciones Unidas.

Enfoques

El enfoque basado en los derechos humanos requiere principios de derechos humanos

(universalidad, indivisibilidad, igualdad y no discriminación, participación, rendición de cuentas)

para guiar la cooperación de las Naciones Unidas para el desarrollo y centrarse en el desarrollo

de las capacidades de los 'titulares de deberes' para cumplir con sus obligaciones y los 'titulares

de derechos 'para reclamar sus derechos.

Enfoque psicosocial

La perspectiva psicosocial aporta una dimensión conceptual que permite comprender los

impactos de las violaciones a los derechos humanos. Entre las contribuciones más importantes
para entender las secuelas psicológicas y psicosociales que dejan estas graves vulneraciones se

encuentran la sistematización de experiencias y la producción teórica realizada por profesionales

de la salud mental que trabajaron con víctimas de violaciones a los derechos humanos en el

contexto de las dictaduras militares en el cono sur y los conflictos armados en Centroamérica.

(Obregón, 2012)

Conclusión

Concluyendo, se puede decir, que los derechos humanos son considerados el discurso de

la dignidad humana, porque, han sido históricamente equiparados a la naturaleza humana y

considerados innatos, universales, inviolables e inherentes. Sin embargo, los logros más

importantes de nuestro tiempo muestran que sólo desde un punto de vista crítico se pueden

cuestionar las estructuras teóricas tradicionales y conservadoras. En efecto, es importante resaltar

el debate que debe girar en torno a los conceptos y fundamentos de los derechos humanos,

incluso desde el punto de vista del Sistema Interamericano de Protección.

El tema de los derechos humanos domina progresivamente la relación de la persona con

el poder en todos los confines de la tierra. Su reconocimiento y protección universales representa

una revalorización ética y jurídica del ser humano como poblador del planeta más que como

poblador del Estado. Los atributos de la dignidad de la persona humana, donde quiera que ella

esté y por el hecho mismo de serlo prevalecen no solo en el plano moral sino en el legal, sobre el

poder del Estado, cualquiera sea el origen de ese poder y la organización del gobierno. Es esa la

conquista histórica de estos tiempos.


Bibliografía
Díaz, E. (1980). El iusnaturalismo racionalista hasta finales del siglo XVII. En Sociología y Filosofía del
Derecho (pág. 575). Madrid: Taurus.

(2015). El Sistema Universal de los Derechos Humanos.

Espinosa, D. (1992). La antigüedad clásica desconoció la dignidad de la persona. En Los Derechos


Humanos al Alcance de todos (pág. 17). México: Navarrete.

Gonzáles, O. (2006). Derechos Humanos y Derechos Fundamentales. Revista Derechos Humanos México,
63.

González, H. (s.f.). El cristianismo semilla de la dignidad humana. En Fundamentación filosofica de los


Derechos Humanos (pág. 328).

(2016). Los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad de los derechos


humanos. México: Primera Edición.

Mancilla, R. (2015). Derecho adjetivo constitucional. En El principio de progresividad en el ordenamiento


constitucional. México.

Nikken, P. (2004). Protección internacional de los Derechos Humanos. En F. Gómez.

Obregón, Á. (2012). La atención a víctimas de violaciones a los derechos humanos con enfoque
psicosocial. México.

Saco, J. (1875). Historia de la esclavitud. Salamanca: Escuela de Plata.

Solís, B. (s.f.). Evolución de los Derechos Humanos.

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