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Comentario: Aura, Una Experiencia Sensorial
Comentario: Aura, Una Experiencia Sensorial
Sentir, una palabra que evoca una cantidad inmensurable de sensaciones. En su acepción
más literal puede asociarse a toda percepción física del entorno, como el viento en el rostro, el
aroma a chocolate, el ruido de la calle o los colores del paisaje. Desde un punto de vista más
intrínseco, puede ligarse a emociones como la alegría, o sentimientos como la soledad. En efecto,
vida, principalmente involucrando los cinco sentidos primarios: la vista, el oído, el gusto, el tacto
y el olfato. En el vasto mundo literario, se encuentran autores que involucran estos sentidos
como parte del juego narrativo en sus obras. Entre ellos está el escritor latinoamericano Carlos
Fuentes, quien en su novela corta “Aura” (1962) narra la historia de un joven que en busca de
una oportunidad laboral, descubre un mundo permeado de incógnitas. En esta obra Fuentes
utiliza diversos recursos narrativos para suscitar el interés en cada página, entre ellos el uso de
obra de Fuentes? Para responder a esta pregunta, se analizarán las funciones de las referencias
sensoriales desde una perspectiva contextual y emocional; además, se analizará la relación entre
Por un lado, puede reconocerse la obra como una experiencia inmersiva que envuelve al
lector en la realidad narrada. Por medio de la descripción de las sensaciones y acciones del
acontecimientos. Una muestra de lo anterior puede encontrarse cuando Felipe espera el autobús;
allí se encuentran expresiones como “El autobús se acerca y tú estás observando las puntas de tus
zapatos negros” (p.7) o “Metes la mano en el bolsillo, juegas con las monedas de cobre” (p.7). El
lector puede imaginar a partir de estas descripciones la apariencia del bus, la sensación del cobre
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al tacto, la vestimenta del personaje, etc. De la misma manera, en otro fragmento cuando Felipe
entra a la casa, pueden encontrarse expresiones como “puedes oler el musgo, la humedad de las
plantas, las raíces podridas [...]” (p.8), que acercarán al lector al contexto, pero que además
generarán una sensación de cercanía para aquellos que ya hayan tenido contacto con el entorno
descrito. Por ende, puede definirse que una de las funciones de las representaciones sensoriales
es dotar de herramientas al lector para recrear en su mente el mundo narrado y acercarse a las
Asimismo, las sensaciones descritas en la obra pueden evocar diversas emociones y dar
una idea de aquello que está sintiendo el personaje en su vivencia. Un ejemplo de esto está en el
siguiente fragmento: “Has terminado de afeitarte cuando ese maullido implorante y doloroso
destruye el silencio de la mañana.” (p.17), a partir de allí puede asociarse una sensación de
cotidianidad al hecho de afeitarse; pero también una emoción de perturbación debido a un sonido
que puede percibirse como desgarrador. Nuevamente son los lectores quienes hayan
experimentado esta sensación, los que podrán trasladar con más facilidad la impresión del
personaje. De igual manera, puede evidenciarse cuando se describe la escena en la cocina: “[...]
en el momento en que degüella un macho cabrío: el vapor que surge del cuello abierto, el olor a
sangre derramada, los ojos duros y abiertos del animal te dan nauseas [...]” (p.23), las
percepciones alrededor de este hecho pueden variar dependiendo del lector, pero puede
Felipe. Así pues, puede determinarse que otro papel que juegan las descripciones sensoriales en
la obra de Fuentes, es despertar en el lector una serie de emociones que lo involucran en los
hechos narrados y le permiten hacerse una idea de lo que experimentan los personajes.
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Por otro lado, el juego sensorial no sólo genera un acercamiento a experiencias físicas;
sino que también produce una sensación de empatía con los personajes, en este caso, con Felipe
y aquello que vive durante toda la historia. Es decir, no sólo reconocer las emociones que
experimenta el personaje, sino también la emoción que genera en el lector la narración de estos
en el sueño sentiste esa vaga melancolía, esa opresión en el diafragma, esa tristeza que no se deja
apresar por tu imaginación” (p.28) allí el lector puede identificar tanto las emociones nombradas
(p. ej. la tristeza), como la sensación física de haber pasado una mala noche. Además, esta
descripción puede hacer que el lector se reconozca en una situación similar y suscite en él una
sensación de compasión por lo que está sintiendo Felipe. En otro fragmento puede encontrarse
una representación similar: “y la fotografía de Aura: Aura con sus ojos verdes, su pelo negro
recogido en bucles, [...] Aura y la fecha 1876, escrita con tinta blanca [...]” (p.31), a partir de allí
puede inferirse que Felipe está observando la foto detenidamente, incluso puede interpretarse una
sensación de sorpresa al ver a Aura en una foto con fecha del siglo pasado. En ese sentido,
personaje y lector comparten una emoción de intriga y confusión; y aún más por parte del lector
una sensación de suspenso y deseo por descifrar la gran incógnita. Así pues, en la descripción
sensorial puede reconocerse una función de generar ciertas sensaciones a partir de las emociones
genera en el lector una sensación de apropiación del personaje, en este caso, Felipe. Sin embargo,
hay un elemento que acompaña la narración para producir este efecto, y es la segunda persona
del singular como indicador del personaje principal que vive la historia. Incluso es el mismo
Fuentes (1977) quien revela que el tú hace referencia a cada persona que lea la historia. Así pues,
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puede verse el siguiente fragmento: “Pegas esas fotografías a tus ojos, las levantas hacia el
tragaluz: tapas con una mano la barba blanca del general Llorente, lo imaginas con el pelo negro
y siempre te encuentras, borrado, perdido, olvidado, pero tu, tu, tu.” (p.31), allí puede percibirse
la representación de una acción que suscita confusión y sorpresa, acompañada de una narración
en segunda persona donde el lector se sitúa en la posición de Felipe. En ese punto, el lector se
encuentra inmerso preguntándose tal vez qué haría en esa posición; y genera un interés por
continuar leyendo para descubrir qué hará el personaje de la historia. Por ende, una última
En conclusión, a través de este análisis se pudo reconocer una variedad de roles que
cumplen las representaciones sensoriales. Desde contextualizar al lector con la obra, generar un
imaginario del mundo narrado, hasta producir un efecto de empatía y una aproximación a ser un
personaje experimentando la historia. Puede interpretarse entonces que las diversas funciones de
lector en personaje que vive en carne propia la historia narrada; en Aura particularmente, una
historia fuera de lo cotidiano, donde incluso el autor deja el final abierto a la interpretación, para
que sea el mismo lector quien decida cómo termina. Finalmente, sería interesante analizar cómo
Referencias bibliográficas