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Ensayo
Si bien el lenguaje cumple una función apelativa, o conativa, que hace referencia al
intento del emisor del mensaje por influir en la conducta del receptor y a través de
ella se espera una reacción del receptor después de escuchar o leer el texto,
también cumple una función referencial, la cual alude al hecho de transmitir
información objetiva sobre el entorno; centrándose en mostrar, expresar, comunicar,
transmitir ideas, entre otros. Entonces, ¿estas funciones son aplicables al texto
literario?, podría decirse que sí.
En este sentido, es bueno considerar a Blanchot cuando nos dice que “el trabajo del
escritor comienza cuando la literatura se convierte en un problema” Y continúa
afirmando “Escribir es disponer el lenguaje bajo la fascinación, y por él, en él,
permanecer en contacto con el medio absoluto, allí donde la cosa vuelve a ser
imagen, donde la imagen, de alusión a una figura, se convierte en alusión a lo que
es sin figura, y de forma dibujada sobre la ausencia, se convierte en la informe
presencia de esa ausencia, la apertura opaca y vacía sobre lo que es, cuando ya no
hay mundo, cuando todavía no hay mundo. (p.29)
Me sostiene
Este vivir en vilo
Sin ninguna señal
Ni mapa
Ni promesa,
En una antesala donde todos trajinan
Como empleados
Para olvidar
Desde un punto de vista personal, puedo concluir que el escritor pudiese estar
hablando de la incertidumbre en su vida, y como intenta ignorar todo lo que le rodea
en busca de evitar la preocupación de una vida sin sentido, con esto también se
pudiese pensar que el texto literario no es específico, ya que según Todorov: “Se
sustituye la presencia real del objeto por un concepto abstracto” (Pg. 234), como en
el caso de este poema.
Un tiempo vendrá
en el que, con gran alegría,
te saludarás a ti mismo,
al tú que llega a tu puerta,
al que ves en tu espejo
y cada uno sonreirá a la bienvenida del otro,
y dirá, siéntate aquí. Come.
Seguirás amando al extraño que fuiste tú mismo.
Ofrece vino, Ofrece pan. Devuelve tu amor
a ti mismo, al extraño que te amó
toda tu vida, a quien no has conocido
para conocer a otro corazón
que te conoce de memoria.
Recoge las cartas del escritorio,
las fotografías, las desesperadas líneas,
despega tu imagen del espejo.
Siéntate. Celebra tu vida.
Esta autonomía puede producirse en la forma como organiza la mirada del amor a sí
mismo, presentando ese amor como un personaje y que podría desarrollar distintas
conjeturas del autor, conjeturas que se pensarían están relacionadas con la perdida
y el reconocimiento al propio ser, desde una mirada retrospectiva e interna.
Es factible estar de acuerdo con Nisin cuando nos expone que “La poesía
sobrepasa el lenguaje”, y con sobrepasar, nos referimos a las formas como el lector
tomara la obra para sí mismo, y como la interpretara la visión del escritor, pues el
texto literario está altamente unido en su sentido total o vivencial al autor.
Cabe destacar que a pesar de que el texto literario se encuentre unido a las
vivencias o deseos ambiguos del autor, esa unión suele convertirlo en una obra que
solo se asocia a su función poética y que carece de una finalidad práctica, esto con
base en la naturaleza ficcional de un texto literario, que podría componerse no solo
de referencias meramente fingidas, ya que en la mayoría de los casos tendría un
contenido semántico real en situaciones que pudiesen ser imaginarias y en las
cuales se invita al lector a imaginar lo que se describe.
Según Searle, cuando el autor de una obra de ficción menciona sucesos que
pudiesen ser efectivamente acaecidos, o lugares y personajes existentes, se refiere
realmente a objetos con referencias a la realidad, como en el caso de la obra Edipo
Rey, que cuenta la historia del enamoramiento de Edipo Rey de la Reina que es su
madre, pero este como fue regalado cuando nació, lo ignora. En esta historia se
muestra el complejo muy utilizado en psicología y denota el vínculo establecido en
una relación madre – hijo, que compromete la estabilidad emocional de ambos.
En la historia de Edipo Rey, se puede evidenciar lo fantástico como un elemento
que surge de posibles hechos reales y que pudieran ser acoplados a la tendencia
propuesta por Torodov y varios estudio del mito en el que se consideraba que Edipo
había sido un personaje histórico, y que su historia tiene el fondo moral de enseñar
el horror que representa el incesto.
Cabe precisar que no es el autor quien finge realizar actos de referencia, sino que
es una fuente de lenguaje ficticia la que se refiere efectivamente a objetos tan
ficticios como ella. Pero no es este el punto más espinoso del problema. Todavía
menos fácil de aceptar es que un texto ficcional puede albergar referencias reales.
Los textos ficcionales no tienen, en efecto, ninguna propiedad semántica o sintáctica
que permita caracterizarlos como tales, Cualquier enunciado y cualquier forma de
actualización de otros medios de comunicación puede ficcionalizarse si es que se
cumple la condición referida.
Ahora, en cuanto a lo fantástico, tomemos por ejemplo la obra “La metamorfosis” del
escritor Franz Kafka, esta obra, que ciertamente se debe considerar ficcional,
guarda una gran comparativa del personaje principal Gregorio Samsa con su
escritor, y que puede verse referenciada en algunos pasajes de la obra y que, si se
revisa la biografía del autor guardan semejanza con su vida.
Hay una clara inspiración en alguno de los pasajes de la obra, como en el momento
que donde el padre ataca a Gregorio con manzanas y le incrusta una de ellas en el
costado (ficción) pero que demuestra parte del maltrato paterno en la vida real.
Como explica Landwehr "Los objetos y hechos de cuya realidad se tiene conciencia
y que a la vez aparecen como componentes del mundo de un texto ficcional
adquieren una especie de existencia doble. Por un lado, incluso durante la
recepción de un texto ficcional, se mantiene la conciencia de su realidad, pero, por
otro lado, se presentan como funcionalmente modificados por su inclusión en un
texto tal: son parte integrante del mundo ficcional' (1975, p. 182).