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Edades de la Historia

Veamos qué son las edades de la historia, las características de cada una y los eventos que marcan sus inicios y finales.

Las edades de la historia facilitan su estudio y la comprensión de sus patrones principales.

¿Cuáles son las edades de la historia?


Las etapas o edades de la historia son las distintas épocas o segmentos de tiempo en que se suele dividir la historia de
la humanidad, con el propósito de facilitar su estudio y poder comprender sus movimientos y patrones principales. Se
trata de divisiones convencionales, relativamente arbitrarias, elaboradas y revisadas continuamente por los estudiosos
de la materia desde hace siglos.

Acotar y organizar la historia de la humanidad no es un tema sencillo. Por un lado, los orígenes de nuestra especie son
previos a los de una civilización organizada y muy anteriores a la invención de un método de escritura que permitiera el
registro de los eventos y de los pensamientos humanos.

Por otro lado, la especie humana es inmensamente diversa, y los intentos por definir criterios únicos para pensar su
evolución particular hasta el presente suelen dejar por fuera las particularidades de otras culturas, ya que no es fácil
decidir qué cosa es lo “normal” o “usual”.

Cada civilización humana ha surgido en un contexto específico: un lugar, un momento y unas condiciones puntuales,
que definieron su manera de ser y sus retos y oportunidades. Por eso, no es sencillo juzgar una civilización lejana con los
criterios propios de otra.

Aun así, los historiadores han intentado dar con un modelo que permita más o menos tomar en cuenta a la mayoría de
las culturas humanas a lo largo de su recorrido histórico, y aunque no se trata de un modelo perfecto ni desprovisto de
excepciones, es hasta ahora el más aceptado y divulgado: las cuatro edades de la historia.

¿Por qué la historia se divide en edades?


La división actualmente aceptada de la historia no siempre estuvo en vigencia, y se trata más bien de un invento
reciente. A lo largo de muchos siglos, la humanidad dividió su propia historia de acuerdo a criterios mitológicos,
religiosos o imaginarios, acudiendo a lo que tuvieran más a mano para definir cuáles eran los grandes hitos históricos de
la especie y cuál, probablemente, su futuro.

Así, las grandes religiones proponían sus modelos de la historia basados en sus textos sagrados, como la Biblia, a los
cuales se acudía en busca de relatos antiguos para organizar el pasado.

De hecho, la forma tradicional de organizar el tiempo histórico en Occidente tiene como elemento central el nacimiento
del profeta del cristianismo, Jesucristo, y se habla todavía de eventos ubicados “antes de Cristo” (a. C.) y “después de
Cristo” (d. C.), tendencia que los historiadores modernos intentan repensar en términos menos parcializados
culturalmente.
La división actual de la historia en cuatro edades (cinco, con la prehistoria) surgió gracias a las propuestas de numerosos
historiadores y eruditos. Así, los términos “Edad Antigua”, “Edad Media” y “Edad Moderna” fueron propuestos en
1685 por el historiador alemán Cristóbal Cellarius (1638-1707), en un manual escolar de su autoría, y tuvieron tanto
éxito que pronto fueron copiados en estudios posteriores.

Hasta ese momento, el modelo imperante estaba basado en la Biblia y el Antiguo Testamento, y proponía seis edades
del mundo, la última de las cuales había iniciado con Jesucristo y era previa al Apocalipsis o Juicio Final por venir.

En cambio, el término “Edad Contemporánea” apareció en el siglo XIX, como una forma de dar sentido a la profunda
ruptura que la Revolución Francesa (1789) había significado en la historia moderna.

Lógicamente, cualquier modelo de periodización de la historia requiere de hitos o eventos clave que marquen el inicio
y el fin de una era, y eso también es sujeto a debate entre los especialistas, pues un evento de vital importancia en una
región no necesariamente lo fue para otras culturas alejadas. En todo caso, debemos comprender que el modelo actual
se trata de una visión en continua revisión y crítica.

Prehistoria (2.500.000 a. C. – 3.300 a. C.)


La prehistoria, en términos estrictos, no forma parte de la historia humana, sino que  abarca todo el tiempo y todos los
sucesos que fueron previos a la invención de la escritura, esto es, previos a la invención de algún modo de registro que
nos permita obtener fuentes fidedignas de lo ocurrido.

Sin ellas, no tenemos más que mitos, leyendas y relatos transmitidos oralmente de generación en generación. Estos
relatos están en su mayoría alejados de alguna noción de objetividad histórica, y son propensos más bien a la  fábula y
la alegoría.

De modo que de la prehistoria, y especialmente de la prehistoria remota, es poco lo que podemos saber de manera
directa, como no sea estudiando los restos arqueológicos obtenidos a lo largo del mundo. Lo paradójico es que la
prehistoria es el lapso más largo y de cambios más significativos que ha vivido la humanidad.

De hecho, se extiende desde la aparición de los primeros homínidos, nuestros antecesores evolutivos, hace alrededor de
10 millones de años, pasando por el surgimiento y triunfo del Homo sapiens por sobre el resto de las especies humanas
(hace 2.500.000 años) y su expansión por el mundo entero, hasta la invención del primer sistema de escritura en
Oriente Medio alrededor del año 3.300 a. C.

En este extenso período de tiempo el ser humano aprendió a dominar el fuego, a comunicarse con un lenguaje oral
articulado, a fabricar y utilizar herramientas líticas y luego metálicas cada vez más complejas, y finalmente a dominar el
arte revolucionario de la agricultura, que cambió para siempre su modo errante de vida, dando origen así a los primeros
asentamientos humanos, lo que más adelante fueron las primeras ciudades.

La prehistoria se divide, comúnmente, en seis etapas distintas, agrupadas en dos eras diferentes. Es difícil ubicar estos
lapsos en una fecha específica, ya que no se dieron de manera uniforme y simultánea en todas las civilizaciones
humanas prehistóricas, sino que ello dependió en buena medida de lo que hubiera en sus alrededores.

La Edad de Piedra o Etapa Lítica, llamada así porque la mayoría de los utensilios obtenidos de hallazgos arqueológicos
están fabricados con diversos tipos de piedra y hueso. Esta etapa está marcada, además, por la invención de la rueda, la
domesticación del fuego y la invención de la vestimenta, así como por la expansión humana mundial y su abandono
parcial del modelo cazador-recolector primitivo, a favor de un modelo agrícola sedentario. Esta etapa se dividiría, a su
vez, en dos eras:
 Era paleolítica, cuyo nombre significa “piedra antigua” y abarca los eventos previos al descubrimiento y adopción de
la agricultura.
 Era neolítica, cuyo nombre significa “piedra nueva” y abarca los eventos propios del nuevo modelo de existencia
agropecuario, hasta la invención del manejo de los metales.
Edad de los metales, cuyo nombre evidencia la aparición en los hallazgos prehistóricos de elementos forjados
de metales diferentes, lo cual evidencia la aparición de la metalurgia y la fundición. Esta edad se divide tradicionalmente
en tres segmentos diferentes, definidos por la aparición de un metal específico y de manejo más complejo, de la
siguiente manera:
 Edad del cobre, la primera de todas, en la que hace su aparición este metal, junto con el oro y la plata, quizá porque
aparecen naturalmente como pepitas de metal nativo. El objeto de cobre más antiguo del mundo es un colgante
oval del antiguo Irán, datado en el año 9.500 a. C. Sin embargo, el cobre comienza a ser ampliamente utilizado 3.000
años después, alrededor del 6.500 a. C.
 Edad del bronce, especialmente en los pueblos de Eurasia, es evidencia de un mayor grado de conocimiento
metalúrgico, pues el bronce se obtiene mediante la aleación de cobre y estaño. Se sabe que este metal comenzó a
usarse en Mesopotamia, y fue idóneo para la fabricación de utensilios, ídolos, estatuas y armamento (lanzas,
escudos, etc.).
 Edad del hierro, la última de la prehistoria, en la que finalmente el ser humano conoció el hierro y algunas de sus
diversas aleaciones. Los primeros vestigios de hierro probablemente tuvieron origen meteórico, y los seres
humanos tardaron siglos en comprender su valor como materia prima, llegando a ser el metal más codiciado del
mundo. La fragua del hierro dio paso a implementos y armamento más resistentes, y marcó la diferencia militar de
algunos pueblos por encima de otros.

Edad Antigua (3.300 a. C. – 476 d. C.)

En la Antigüedad se asentaron las bases culturales y sociales del mundo que conocemos.
Se conoce como Edad Antigua o Antigüedad al lapso histórico que comenzó con la invención de la escritura en Oriente
Medio, alrededor del milenio III a. C., en el cual surgieron las primeras grandes civilizaciones humanas (conocidas
como civilizaciones antiguas), en su mayoría de corte imperial y dinástica, cuyos conocimientos, productos y
composiciones se encuentran en gran medida vigentes todavía.

En la antigüedad surgieron las primeras ciudades, como parte de un proceso de urbanización formal. También  nació
el Estado, el derecho y la ley, el poder político y las clases sociales, además de los primeros textos religiosos,
mitológicos y artísticos de la humanidad.

También fue el tiempo de origen de las grandes religiones actuales: el budismo, el cristianismo, el judaísmo, el islam, el
taoísmo, etc. Se trata, como se verá, de la era en que se asentaron las bases culturales y sociales del mundo que
conocemos.

Algunas de las más destacadas civilizaciones antiguas fueron la mesopotámica (sumeria, asiria, babilónica), la egipcia, la
griega, la india, la china, la fenicia, la hebrea y la romana, entre otras.

Entre los múltiples Estados que se fundaron, la periodización de la historia destaca Imperio Romano, institución a la cual
Occidente debe directa o indirectamente la mayor parte de su tradición cultural. Tanto así, que  la caída del Imperio
Romano de Occidente en el año 476 d. C., se considera el fin de la Antigüedad y el inicio de la Edad Media europea.

La Antigüedad se suele dividir en dos etapas diferenciadas:


 Antigüedad clásica, lapso de florecimiento de los grandes imperios antiguos a lo largo de los siglos VI, V y IV a. C., y
sobre todo la expansión de la cultura grecorromana, cuyo punto máximo lo constituye el surgimiento de la
República Romana (500-27 a. C.) y su posterior transformación en el Imperio Romano (27 a. C.).
 Antigüedad tardía, iniciada alrededor de los siglos III y II a. C., es una etapa de crisis que conducirá a la decadencia
del Imperio Romano y sus cada vez más comunes guerras intestinas (como el levantamiento de Espartaco) e
invasiones foráneas (como las invasiones germánicas). Además, fue la época de expansión del cristianismo por el
Imperio, convirtiéndose en su religión oficial.

Edad Media (476-1492)


La Edad Media o Medioevo es la etapa siguiente a la Edad Antigua, pero es una división que para muchos refleja
únicamente la historia de la civilización occidental, es decir, de Europa y sus regiones aledañas.

Se supone que comienza con la caída del Imperio Romano de Occidente en 476 d. C. y se extiende durante casi mil
años hasta el descubrimiento de América en 1492 o bien la caída del Imperio Bizantino (el Imperio Romano de Oriente)
ante las tropas Otomanas en 1453.

Inicialmente, quienes concibieron la Edad Media la pensaron como una etapa sin mucho valor, un pasillo oscuro entre
las grandes civilizaciones de la Antigüedad Clásica (sobre todo la grecorromana) y el Renacimiento y la era de la razón
propias de la Edad moderna.

Durante mucho tiempo se pensó que el Medioevo había sido un lapso de oscurantismo y poca o nula producción
artística y filosófica, bajo el imperio de la religión cristiana que se extendió durante siglos en Occidente. Hoy en día
sabemos que eso no es tan así.

El Medioevo fue, sin duda, una era de fanatismo religioso y de abandono de los modelos sociales de la Antigüedad, en
favor de un modelo feudal que asignaba a la aristocracia el control de los numerosos reinos cristianos de Occidente,
todos bajo la gobernanza espiritual del Papa en Roma.

Sin embargo, en las regiones vecinas a Europa nuevas formas políticas surgieron de acuerdo a su propia tradición, como
los Califatos islámicos, eternos rivales del cristianismo.

Las civilizaciones cristiana y musulmana protagonizaron el llamado “choque de civilizaciones” que engendró


numerosas guerras de conquista y reconquista, como las Cruzadas, y que rompió la unidad cultural mediterránea para
siempre.

La Edad Media se suele dividir en dos grandes períodos:

 La Alta Edad Media o Edad Media Temprana, que se extiende entre el siglo V y el X, aunque para muchos
estudiosos parte de ella podría entenderse mejor como parte de la Antigüedad Tardía. No existe un límite concreto
entre una etapa y la otra.
 La Baja Edad Media o Edad Media Tardía, que se extiende entre los siglos XI y XV, y que se caracteriza por un
momento inicial de plenitud (siglos XI al XIII) y luego una etapa de profunda crisis del modelo feudal, que sentaría
las condiciones para la llegada de la Edad Moderna.

Edad Moderna (1492-1789)


Comprendida entre los siglos XV y XVIII, la Edad Moderna es un lapso breve pero significativo en la Historia Universal,
caracterizado por el Renacimiento de la cultura clásica de Europa y el inicio de la llamada Era de la razón , en la que se
sentaron las bases para el pensamiento científico y se combatieron los valores religiosos, supersticiosos y fanáticos de la
Edad Media.

La Edad Moderna se entiende como un florecimiento artístico y filosófico en Occidente, cuyo punto cumbre lo tiene  el
nacimiento de la ciencia. Además, la separación entre religión y Estado puso fin al modelo feudal del Medioevo y
concedió el poder cada vez más a una nueva clase social: la burguesía.
Esta nueva clase social, formada por comerciantes y negociantes, cuyo manejo del capital les concedió más y más poder
y prestigio, llegó a desplazar a la aristocracia como clase social dominante. El evento más representativo de ello fue
la Revolución Francesa de 1789, o la Independencia de Estados Unidos del Imperio Británico en 1776. Ambos eventos se
consideran como finales de la Edad Moderna.

Durante la Edad Moderna se produjo la exploración y colonización del continente americano por los Imperios de
Europa, así como sus primeras exploraciones de Oceanía. De hecho, se considera este lapso como el inicio de la relación
colonial de Europa con el resto del mundo.

De hecho, las potencias políticas y económicas europeas competían entre sí por hacerse con el control de las rutas
comerciales y materias primas del mundo entero. El Mercantilismo fue el espíritu de la época, y las monarquías
absolutistas el régimen político dominante en Europa.

Edad Contemporánea (1789 – hoy)

En la Edad Contemporánea la tecnología fue utilizada al servicio de la guerra.


La última de las divisiones de la historia es la que culmina con la actualidad, y  se considera una etapa de cambios
acelerados y repentinos marcados por la mano de la ciencia y la tecnología. Las bases de esta época surgieron a lo
largo del siglo XIX, cuando la Ilustración Francesa promovió los valores de la Revolución Francesa en Occidente y en el
mundo, dando pie así al inicio de las guerras de independencia y descolonización en América, Asia y África.

Estos eventos marcaron el fin del dominio europeo sobre el mundo entero, y ello condujo a su vez a dos
grandes guerras mundiales, en las cuales la inventiva y el dominio científico de la humanidad fue puesto a prueba de la
peor manera posible: masacrando a sus semejantes. He allí que el siglo XX, en particular, haya sido un momento de
profundo pesimismo y depresión en la cultura Occidental.

Por otro lado, la modernización de la mayoría de los aspectos de la vida humana condujeron al surgimiento de una
civilización mundial guiada por los valores del liberalismo, el materialismo y la producción, engendrando así la
llamada sociedad de consumo.

Lo que antiguamente era el conflicto entre religiones o civilizaciones, se produjo entonces en términos de ideología
política, especialmente en el enfrentamiento entre las ideas colectivistas del socialismo o el comunismo, y
las libertades individuales defendidas por el capitalismo liberal.

De hecho, el colapso de los imperios europeos permitió el surgimiento de  dos nuevas potencias mundiales: los Estados
Unidos y la Unión Soviética, cada una a la cabeza de estos dos nuevos bloques mundiales.

Han sido importantes hitos técnicos y culturales en la Edad Contemporánea la exploración del espacio exterior, la
explosión de las primeras bombas atómicas, la globalización y la creación de las primeras instituciones internacionales
multilaterales, el holocausto judío durante la Segunda Guerra Mundial y la invención de las pastillas anticonceptivas,
que
Las 6 edades de la historia de la humanidad
Desde la aparición del "Homo sapiens" hace 350.000 años, la humanidad ha evolucionado mucho a nivel social, cultural y
tecnológico. Un recorrido por las distintas etapas de la Historia.

Si redujéramos toda la vida de la Tierra a un año, los humanos habríamos aparecido a las 23:30 del 31 de diciembre. Es
decir, representamos apenas 30 minutos. Y es que la Tierra tiene una edad de 4.543 millones de años, pero los humanos
aparecimos hace apenas 350.000 años.

Desde entonces, el Homo sapiens ha evolucionado increíblemente. Hemos pasado de ser homínidos que, por primera
vez, podían caminar sobre dos patas a ser seres capaces de realizar trasplantes de médula ósea. Nuestra historia como
especie es, sin duda, apasionante.

Una historia que está plagada de momentos clave y sucesos que cambiaron el rumbo del mundo, desde cambios
culturales hasta avances tecnológicos, pasando por revoluciones sociales. Y entender de dónde venimos es
imprescindible para saber hacia dónde debemos ir y, sobre todo, hacia dónde no.

Por ello, en el artículo de hoy emprenderemos un viaje a lo largo de la historia de la humanidad, presentando las
épocas, etapas y edades en las que se divide, viendo los sucesos más importantes que ocurrieron en cada una y
comprendiendo cómo todos ellos determinaron el presente.

¿En qué etapas se divide la historia de la humanidad?


Nuestra evolución como especie se divide en dos etapas muy marcadas: Prehistoria e Historia. La primera abarca
desde la aparición de los primeros homininos (homínidos con locomoción bípeda) hace 2.500.000 de años hasta la
invención de la escritura (situada en el año 3.300 a.C.), pasando por la aparición del Homo sapiens sapiens, hace ahora
350.000 años.

La Historia, por su parte, abarca desde la invención de la escritura hasta el día de hoy, que seguimos escribiendo nuestra
historia como humanidad. De todos modos, sobre todo el concepto de Prehistoria no es, para muchos historiadores,
acertado, pues el prefijo sugiere que no forma parte de nuestra historia, cuando en realidad fueron en esos tiempos
cuando se hicieron realmente los mayores progresos como especie.

Primero veremos las edades de la Prehistoria (Edad de Piedra y Edad de los Metales) y después entraremos de lleno en
la Historia (Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea). Vamos allá.

1. Edad de Piedra (2.500.000 a.C. - 6000 a.C.)


La Edad de Piedra es la primera época de la Historia (técnicamente es Prehistoria) y, de hecho,  abarca más del 95% de
nuestra historia como seres humanos. Todo empezó hace 2.500.000 años, cuando los chimpancés, con quienes
compartimos el 99% de los genes, evolucionaron para dar lugar a una subtribu que denominamos homininos.

Estos homininos, que eran unos homínidos más evolucionados (todavía no eran humanos, ni mucho menos), eran
capaces de moverse sobre dos patas (locomoción bípeda) y de mantenerse erguidos, tenían un cráneo verticalizado y
por último pero no menos importante, habían desarrollado un pulgar oponible (como el nuestro), que les permitía
manipular objetos con una precisión nunca antes vista en la naturaleza.

Esto, junto a tener un cerebro más desarrollado, permitió a estos antepasados homininos (había especies de  Homo que
ahora ya están extintas) desarrollar herramientas de piedra, hecho que determina el inicio de la Prehistoria.

Del mismo modo, hace unos 1.600.000 de años, el Homo erectus descubrió el fuego, uno de los sucesos más relevantes
de la historia. En un contexto de cambios climáticos abundantes, apareció (al parecer, en el continente africano), hace
350.000 años, el Homo sapiens sapiens, la especie de hominino que iba a ser capaz de subsistir a estas condiciones
climáticas. El ser humano había nacido.
Debido a periodos de glaciaciones, las otras especies de homininos (como el Homo sapiens neanderthalensis) se
extinguieron, dejando al ser humano como único representante. En este contexto, empezamos a desarrollar
herramientas para cazar, dominamos el fuego para subsistir en cuevas (y soportar así el frío de las glaciaciones),
domesticamos al perro, desarrollamos estrategias comunicativas, creamos comunidades nómadas, aparecieron las
primeras creencias religiosas e incluso hicimos las primeras manifestaciones artísticas, con las célebres pinturas
rupestres en cuevas.

Sin embargo, esta era del Paleolítico termina con el fin de la última Edad de Hielo, que provocó la extinción de muchas
especies de mamíferos y obligó al humano a migrar y expandirse por el mundo, dando inicio a su hegemonía en la
Tierra.

Del Paleolítico pasamos al Mesolítico, una época de 5.000 años en la que, además de que el ser humano se expandió por
todo el mundo y empezó la diferenciación en razas, desarrollamos la agricultura, un suceso importantísimo, pues
permitió que, por primera vez, un animal controlara la naturaleza.

Esto permitió que, si bien en invierno siguiéramos viviendo en cuevas, en los meses de verano creáramos campamentos
donde se cultivaban vegetales para el consumo y se utilizaban herramientas de piedra para cazar y pescar.

Finalmente, en el momento en el que los humanos dejamos de ser nómadas y pasamos a ser sedentarios, empezó la
última etapa dentro de la Edad de Piedra: el Neolítico. Esta, que culminó en el 6000 a.C., fue una etapa en la que
establecimos comunidades que se asentaban en un lugar, creamos ya prendas textiles más complejas e incluso apareció
el concepto de propiedad privada, dando pie así al nacimiento del comercio y, evidentemente, a las desigualdades.

2. Edad de los Metales (6000 a.C. - 3300 a.C.)


La Edad de los Metales es una época dentro de la Prehistoria que poco tiene de “Pre”. Empieza en el momento
que estas comunidades sedentarias descubren que pueden extraer minerales de las rocas y utilizarlos para hacer
herramientas más poderosas, resistentes y duraderas. En este sentido, la humanidad empezó a utilizar y moldear
primero el cobre, dando lugar así a la Edad del Cobre.

Posteriormente, se entró en la Edad del Bronce, cuando descubrimos que podíamos hacer aleaciones de cobre y estaño
para obtener un metal mejor. Al mismo tiempo, inventamos la rueda, un suceso importantísimo para nuestro futuro.

Por último, fruto de un auge cultural, social, tecnológico y religioso que poco tiene de prehistórico, empezamos a
manejar el hierro, cosa que permitió un auge arquitectónico sin preámbulos y el desarrollo de sistemas de
alcantarillado.

En este contexto, mientras algunas sociedades seguían en la prehistoria, aparecieron, en Oriente Próximo, las primeras
civilizaciones humanas surgieron: la egipcia y la mesopotámica. De hecho, los egipcios construyeron las pirámides
alrededor del 2700 a.C. y la escritura apareció en Mesopotamia alrededor del 3300 a.C., marcando el final de la
Prehistoria (la escritura tardó en llegar a otras sociedades, por eso decimos que la Edad de los Metales termina en el
600 a.C.) y el inicio de la Historia.

3. Edad Antigua (3300 a.C. - 476 d.C.)


La Edad Antigua es la primera época de la Historia y abarca desde la invención de la escritura en la Antigua
Mesopotamia hasta la caída del imperio romano, en el año 476 d.C. Esta Edad  está caracterizada por un esplendor
cultural y científico enorme.

Con el desarrollo de las civilizaciones antiguas (egipcia, mesopotámica, griega, hindú, china, romana…), el ser humano,
por primera vez, quiso entender la naturaleza de lo que le rodeaba y sintió la necesidad de trascender como individuo.
En este contexto, la filosofía, la ciencia, la religión, el arte, la arquitectura, etc, tuvieron un auge sin preámbulos.

Fue también en esta edad que surgió y se desarrolló la vida urbana, se fortaleció el comercio, las religiones politeístas
(creían en más de un Dios) formaron parte imprescindible de la vida, tuvo lugar la diferenciación social por clases y el
surgimiento de figuras que mandaban (desde reyes hasta faraones), aparecieron las obligaciones sociales, la política se
organizó y nacieron los impuestos, surgieron los primeros ejércitos y tuvieron lugar las primeras guerras, empezamos a
reflexionar sobre nuestra existencia y plasmamos nuestras inquietudes en manifestaciones artísticas.
En este sentido, la Antigua Roma fue la civilización que consiguió expandirse más, desarrollando un imperio que dominó
el mundo. Sin embargo, la invasión bárbara y otros factores sociales y políticos provocaron la caída del imperio romano
en el año 476 d.C., instaurándose el imperio bizantino y marcando así el final de la Edad Antigua, con todo el
esplendor que había supuesto, y la entrada en la Edad Media, una época de oscuridad.

4. Edad Media (476 d.C. - 1492 d.C.)


La Edad Media es una época de la historia de la humanidad de 1.000 años de duración en la que todo el progreso
cultural y científico impulsado por las civilizaciones antiguas fue sustituido por la oscuridad del sistema feudal y la
Iglesia, la Inquisición, la quema de brujas e incluso el desarrollo de una de las pandemias más importantes de la historia,
la Peste Negra, que duró desde el 1346 al 1353 y provocó la muerte de unos 75 millones de personas.

Fue en esta Edad en la que, además de nacer el islamismo, se fundó y se expandió el cristianismo por toda Europa.
Además de establecerse la burguesía como clase social, dejando a la mayoría de la población en condiciones de vida
deplorables, empezaron las persecuciones religiosas.

En la Alta Edad Media (entre el siglo V y X), tras la caída del imperio romano, distintas civilizaciones lucharon entre ellas
para conquistar territorios. En este contexto, la sociedad se dividió en nobles y plebeyos, los cuales no tenían
absolutamente ningún derecho. Todo el progreso cultural y científico que habíamos conseguido fue detenido por la
Iglesia, que quería controlar a la población con miedo. Y el mejor modo de hacerlo era conseguir que la gente fuera
ignorante. Por ello, la Alta Edad Media es un periodo de oscuridad.

En la Baja Edad Media (entre el siglo X y XV) se empieza a ver la luz. Los conflictos bélicos disminuyen y, poco a poco, la
gente del pueblo empieza a tener derechos, pues el feudalismo se empieza a diluir hasta desaparecer. La Iglesia, pese a
que sigue dominando la vida de las personas, también ve disminuido su poder.

En este contexto, empezó un nuevo resurgimiento cultural y económico que hacía que cada vez nos separáramos más
de la oscuridad por la que habíamos pasado. La Edad Media estaba llegando a su fin, el cual culminó con la el
descubrimiento de América en el año 1492, aunque algunos historiadores consideran que el suceso que determina el
final de la Edad Media es la caída del imperio bizantino en 1453, cosa que coincide también con otro de los
acontecimientos más importantes de la historia: la invención de la imprenta.

5. Edad Moderna (1492 d.C. - 1789 d.C.)


La Edad Moderna fue una nueva época de esplendor para la humanidad que empezó tras el declive de los sistemas
político, cultural, religioso y social impuestos en la Edad Media. Empieza tras el descubrimiento de América en 1492 o
con la toma de Constantinopla por parte de los turcos en 1453.

En esta época, el sistema feudal fue sustituido por lo que más tarde daría lugar al sistema económico capitalista, lo que
impulsó un enorme desarrollo comercial y la necesidad de que se desarrollaran industrias, cosa que, a su vez, implicó un
crecimiento exponencial de las grandes ciudades.

Las fronteras entre el mundo, gracias al desarrollo de las técnicas de navegación, empezaron a desaparecer. Fue
también en esta época que tuvo lugar el nacimiento de la ciencia moderna, con grandes científicos que, tras la
oscuridad de la Iglesia, querían comprender cómo funcionaba el mundo y el Universo.

Copérnico formuló la teoría heliocéntrica, diciendo, por primera vez, que la Tierra no era el centro del Universo, sino
que daba vueltas alrededor del Sol. Junto a él, las más asombrosas mentes científicas vivieron en esta Edad, donde se
asentaron las bases de la Física, Astronomía, Química, Biología, etc.

Paralelamente, el arte vivió un auge sin igual. Abandonando los temas religiosos de la Edad Media, las manifestaciones
artísticas de la Edad Moderna situaban al ser humano y a la naturaleza como figuras centrales del arte. De hecho, tuvo
lugar también una importante reforma religiosa.

Fue también en esta época que se declararon los derechos del hombre y del ciudadano, dejando atrás las crueldades e
injusticias de la Edad Media. Sin embargo, las desigualdades todavía eran muy importantes, cosa que impulsó la
Revolución Francesa, un conflicto social y político que provocó un cambio total en el sistema político europeo.
Por ello, pese a que el final de la Edad Moderna se pueda situar a veces en la declaración de independencia de los
Estados Unidos en 1776, tradicionalmente se ha considerado la Revolución Francesa de 1789 como fin de esta época y
el inicio de la contemporánea.

6. Edad Contemporánea (1789 d.C. - actualidad)


La Edad Contemporánea es la que empieza tras la Revolución Francesa de 1789 y que sigue su evolución a día de hoy.
Sin duda, estamos en una época de la historia de la humanidad marcada por un sistema capitalista en el que, si bien se
defienden los derechos humanos, siguen habiendo muchas desigualdades, pues nuestro sistema económico ha
provocado la aparición de los denominados como países del Tercer Mundo.

La Primera y Segunda Guerra Mundial, el holocausto nazi, el nacimiento de Internet, la fabricación de medios de
transporte terrestres, marítimos y aéreos, la creación de la Unión Europea, la Revolución Industrial, el crecimiento de
ciudades, las redes sociales, la Guerra Fría, la pandemia por Covid-19…

La Edad Contemporánea es una época en la que los cambios sociales, tecnológicos y científicos han sucedido a
velocidades increíbles. La lucha por defender el derecho a votar, los movimientos antirracistas y en defensa de los
derechos de la mujer, la aparición de la clase media, los avances en medicina, la llegada del hombre a la Luna, el
desarrollo tecnológico…

Vivimos en una época donde, cada vez más, se respetan más los derechos humanos. Y en las manos de cada uno de
nosotros está el contribuir a escribir nuestra historia. Una historia que empezó hace 350.000 años cuando un humano
utilizó una piedra para cazar y que ha ido progresando hasta que esa misma especie ha sido capaz de realizar trasplantes
para salvar vidas. La historia de la humanidad es de todos.

condujeron a su vez a una revolución sexual a mediados del siglo XX.

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