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BLOQUE I:

Espacio Histórico
Los hechos históricos nunca suceden en el vacío, siempre
están situados en un tiempo (cuándo) y un espacio
(dónde). A estas coordenadas podríamos añadir una
tercera: los protagonistas o sujetos del hecho (quiénes).

El espacio histórico es la segunda de las tres coordenadas


que nos ayudan a ubicar los hechos históricos. Este
concepto también tiene múltiples significados, todos ellos
relevantes al estudio del pasado.
● En primer lugar se entiende por espacio histórico a aquellas regiones particulares, ámbitos
geográficos, lugares, países, continentes, etcétera, en dónde se desarrollan las actividades
humanas. Su estudio es fundamental en las ciencias sociales pues el espacio influye de
manera importante en las actividades cotidianas de los hombres.
● Por otra parte, el espacio histórico se refiere también a aquellos espacios cotidianos
habitados por los hombres, pues éstos también sufren cambios con el paso del tiempo. La
casa en que vivimos, el barrio o colonia, la ciudad o el campo, los trayectos de un lugar a
otro, las formas de hablar de cada lugar, se van transformando día a día sin que nos demos
cuenta y, sin embargo, sus modificaciones tienen un impacto en las actividades que
realizamos cotidianamente. Los nuevos trazados urbanos, la aparición de nuevas formas de
transporte, actividades económicas, objetos de uso doméstico y modas imperantes, entre
otras, cambian los espacios y el modo cómo interactuamos con ellos.

¿Cómo funciona la línea del tiempo?


La principal característica de una línea del tiempo es la representación cronológica de las fechas
clave, a través de elementos visuales que permiten identificar un período, época o un conjunto de
ellas.

Las 6 edades de la historia de la humanidad


Nuestra evolución como especie se divide en dos etapas muy marcadas: Prehistoria e Historia. La
primera de ellas abarca desde la aparición de los primeros homininos (homínidos con locomoción
bípeda) hace 2.500.000 de años hasta la invención de la escritura (que se sitúa en el año 3.300 a.C.),
pasando, claro está, por la aparición del Homo sapiens sapiens, hace ahora 350.000 años. La Historia,
por su parte, abarca desde la invención de la escritura hasta el día de hoy, que seguimos escribiendo
nuestra historia como humanidad.

1. Edad de Piedra (2.500.000 a.C. - 6000 a.C.)


La Edad de Piedra es la primera época de la Historia (técnicamente es Prehistoria) y, de hecho, abarca
más del 95% de nuestra historia como seres humanos. Todo empezó hace 2.500.000 años, cuando
los chimpancés, con quienes compartimos el 99% de los genes, evolucionaron para dar lugar a una
subtribu que denominamos homininos.
Estos homininos, que eran unos homínidos más evolucionados (todavía no eran humanos, ni mucho
menos), eran capaces de moverse sobre dos patas (locomoción bípeda) y de mantenerse erguidos,
tenían un cráneo verticalizado y por último pero no menos importante, habían desarrollado un
pulgar oponible (como el nuestro), que les permitía manipular objetos con una precisión nunca antes
vista en la naturaleza. Esto, junto con el hecho de disponer de un cerebro más desarrollado, permitió
a estos antepasados homininos (había especies de Homo que ahora ya están extintas) desarrollar
herramientas de piedra, hecho que determina el inicio de la Prehistoria.
Del mismo modo, hace unos 1.600.000 de años, el Homo erectus descubrió el fuego, uno de los
sucesos más relevantes de la historia. En un contexto de cambios climáticos abundantes, apareció (al
parecer, en el continente africano), hace 350.000 años, el Homo sapiens sapiens, la especie de
hominino que iba a ser capaz de subsistir a estas condiciones climáticas. El ser humano había nacido.
Debido a periodos de glaciaciones, las otras especies de homininos (como el Homo sapiens
neanderthalensis) se extinguieron, dejando al ser humano como único representante. En este
contexto, empezamos a desarrollar herramientas para cazar, dominamos el fuego para subsistir en
cuevas (y soportar así el frío de las glaciaciones), domesticamos al perro, desarrollamos estrategias
comunicativas, creamos comunidades nómadas, aparecieron las primeras creencias religiosas e
incluso hicimos las primeras manifestaciones artísticas, con las célebres pinturas rupestres en cuevas.
Paleolítico
Sin embargo, esta era del Paleolítico termina con el fin de la última Edad de Hielo, que provocó la
extinción de muchas especies de mamíferos y que obligó al ser humano a migrar y a expandirse por
el mundo, estableciendo así el inicio de su hegemonía en la Tierra.
Mesolítico
Del Paleolítico pasamos al Mesolítico, una época de 5.000 años en la que, además de que el ser
humano se expandió por todo el mundo y empezó la diferenciación en razas, desarrollamos la
agricultura, un suceso importantísimo, pues permitió que, por primera vez, un animal controlara la
naturaleza. Esto permitió que, si bien en invierno siguiéramos viviendo en cuevas, en los meses de
verano creáramos campamentos donde se cultivaban vegetales para el consumo y se utilizaban
herramientas de piedra para cazar y pescar.
Neolítico
Finalmente, en el momento en el que los humanos dejamos de ser nómadas y pasamos a ser
sedentarios, empezó la última etapa dentro de la Edad de Piedra: el Neolítico. Esta, que culminó en
el 6000 a.C., fue una etapa en la que establecimos comunidades que se asentaban en un lugar,
creamos ya prendas textiles más complejas e incluso apareció el concepto de propiedad privada,
dando pie así al nacimiento del comercio y, evidentemente, a las desigualdades.

2. Edad de los Metales (6000 a.C. - 3300 a.C.)


La Edad de los Metales es una época dentro de la Prehistoria que poco tiene de “Pre”. Empieza en el
momento en que estas comunidades sedentarias descubren que pueden extraer minerales de las
rocas y utilizarlos para hacer herramientas más poderosas, resistentes y duraderas. En este sentido,
la humanidad empezó a utilizar y moldear primero el cobre, dando lugar así a la Edad del Cobre.
Posteriormente, se entró en la Edad del Bronce, cuando descubrimos que podíamos hacer aleaciones
de cobre y estaño para obtener un metal mejor. Al mismo tiempo, inventamos la rueda, un suceso
importantísimo para nuestro futuro.
Por último, fruto de un auge cultural, social, tecnológico y religioso que poco tiene de prehistórico,
empezamos a manejar el hierro, cosa que permitió un auge arquitectónico sin preámbulos y el
desarrollo de sistemas de alcantarillado.

3. Edad Antigua (3300 a.C. - 476 d.C.)


La Edad Antigua es la primera época de la Historia y abarca desde la invención de la escritura en la
Antigua Mesopotamia hasta la caída del imperio romano, en el año 476 d.C. Esta Edad está
caracterizada por un esplendor cultural y científico enorme.
Con el desarrollo de las civilizaciones antiguas (egipcia, mesopotámica, griega, hindú, china,
romana…), el ser humano, por primera vez, quiso entender la naturaleza de lo que le rodeaba y
sintió la necesidad de trascender como individuo. En este contexto, la filosofía, la ciencia, la religión,
el arte, la arquitectura, etc, tuvieron un auge sin preámbulos.
Fue también en esta edad que surgió y se desarrolló la vida urbana, se fortaleció el comercio, las
religiones politeístas (creían en más de un Dios) formaron parte imprescindible de la vida, tuvo lugar
la diferenciación social por clases y el surgimiento de figuras que mandaban (desde reyes hasta
faraones), aparecieron las obligaciones sociales, la política se organizó y nacieron los impuestos,
surgieron los primeros ejércitos y tuvieron lugar las primeras guerras, empezamos a reflexionar sobre
nuestra existencia y plasmamos nuestras inquietudes en manifestaciones artísticas.
En este sentido, la Antigua Roma fue la civilización que consiguió expandirse más, desarrollando un
imperio que dominó el mundo. Sin embargo, la invasión bárbara y otros factores sociales y políticos
provocaron la caída del imperio romano en el año 476 d.C., instaurándose el imperio bizantino y
marcando así el final de la Edad Antigua, con todo el esplendor que había supuesto, y la entrada en la
Edad Media, una época de oscuridad.

4. Edad Media (476 d.C. - 1492 d.C.)


La Edad Media es una época de la historia de la humanidad de 1.000 años de duración en la que todo
el progreso cultural y científico impulsado por las civilizaciones antiguas fue sustituido por la
oscuridad del sistema feudal y la Iglesia, la Inquisición, la quema de brujas e incluso el desarrollo de
una de las pandemias más importantes de la historia, la Peste Negra, que duró desde el 1346 al 1353
y provocó la muerte de unos 75 millones de personas.
Fue en esta Edad en la que, además de nacer el islamismo, se fundó y se expandió el cristianismo por
toda Europa. Además de establecerse la burguesía como clase social, dejando a la mayoría de la
población en condiciones de vida deplorables, empezaron las persecuciones religiosas.
En la Alta Edad Media (entre el siglo V y X), tras la caída del imperio romano, distintas civilizaciones
lucharon entre ellas para conquistar territorios. En este contexto, la sociedad se dividió en nobles y
plebeyos, los cuales no tenían absolutamente ningún derecho. Todo el progreso cultural y científico
que habíamos conseguido fue detenido por la Iglesia, que quería controlar a la población con miedo.
Y el mejor modo de hacerlo era conseguir que la gente fuera ignorante. Por ello, la Alta Edad Media
es un periodo de oscuridad.
En la Baja Edad Media (entre el siglo X y XV) se empieza a ver la luz. Los conflictos bélicos disminuyen
y, poco a poco, la gente del pueblo empieza a tener derechos, pues el feudalismo se empieza a diluir
hasta desaparecer. La Iglesia, pese a que sigue dominando la vida de las personas, también ve
disminuido su poder.
En este contexto, empezó un nuevo resurgimiento cultural y económico que hacía que cada vez nos
separamos más de la oscuridad por la que habíamos pasado. La Edad Media estaba llegando a su fin,
el cual culminó con la el descubrimiento de América en el año 1492, aunque algunos historiadores
consideran que el suceso que determina el final de la Edad Media es la caída del imperio bizantino en
1453, cosa que coincide también con otro de los acontecimientos más importantes de la historia: la
invención de la imprenta.
5. Edad Moderna (1492 d.C. - 1789 d.C.)
La Edad Moderna fue una nueva época de esplendor para la humanidad que empezó tras el declive
del sistema político, cultural, religioso y social impuestos en la Edad Media. Empieza tras el
descubrimiento de América en 1492 o con la toma de Constantinopla por parte de los turcos en
1453.
En esta época, el sistema feudal fue sustituido por lo que más tarde daría lugar al sistema económico
capitalista, lo que impulsó un enorme desarrollo comercial y la necesidad de que se desarrollaran
industrias, cosa que, a su vez, implicó un crecimiento exponencial de las grandes ciudades.
Las fronteras entre el mundo, gracias al desarrollo de las técnicas de navegación, empezaron a
desaparecer. Fue también en esta época que tuvo lugar el nacimiento de la ciencia moderna, con
grandes científicos que, tras la oscuridad de la Iglesia, querían comprender cómo funcionaba el
mundo y el Universo.
Copérnico formuló la teoría heliocéntrica, diciendo, por primera vez, que la Tierra no era el centro
del Universo, sino que daba vueltas alrededor del Sol. Junto a él, las más asombrosas mentes
científicas vivieron en esta Edad, donde se asentaron las bases de la Física, Astronomía, Química,
Biología, etc.
Paralelamente, el arte vivió un auge sin igual. Abandonando los temas religiosos de la Edad Media,
las manifestaciones artísticas de la Edad Moderna situaban al ser humano y a la naturaleza como
figuras centrales del arte. De hecho, tuvo lugar también una importante reforma religiosa.
Fue también en esta época que se declararon los derechos del hombre y del ciudadano, dejando
atrás las crueldades e injusticias de la Edad Media. Sin embargo, las desigualdades todavía eran muy
importantes, cosa que impulsó la Revolución Francesa, un conflicto social y político que provocó un
cambio total en el sistema político europeo.
Por ello, pese a que el final de la Edad Moderna se pueda situar a veces en la declaración de
independencia de los Estados Unidos en 1776, tradicionalmente se ha considerado la Revolución
Francesa de 1789 como fin de esta época y el inicio de la contemporánea.

6. Edad Contemporánea (1789 d.C. - actualidad)


La Edad Contemporánea es la que empieza tras la Revolución Francesa de 1789 y que sigue su
evolución a día de hoy. Sin duda, estamos en una época de la historia de la humanidad marcada por
un sistema capitalista en el que, si bien se defienden los derechos humanos, siguen habiendo
muchas desigualdades, pues nuestro sistema económico ha provocado la aparición de los
denominados como países del Tercer Mundo.
La Primera y Segunda Guerra Mundial, el holocausto nazi, el nacimiento de Internet, la fabricación de
medios de transporte terrestres, marítimos y aéreos, la creación de la Unión Europea, la Revolución
Industrial, el crecimiento de ciudades, las redes sociales, la Guerra Fría, la pandemia por Covid-19.
La Edad Contemporánea es una época en la que los cambios sociales, tecnológicos y científicos han
sucedido a velocidades increíbles. La lucha por defender el derecho a votar, los movimientos
antirracistas y en defensa de los derechos de la mujer, la aparición de la clase media, los avances en
medicina, la llegada del hombre a la Luna, el desarrollo tecnológico…
Vivimos en una época donde, cada vez más, se respetan más los derechos humanos. Y en las manos
de cada uno de nosotros está el contribuir a escribir nuestra historia. Una historia que empezó hace
350.000 años cuando un humano utilizó una piedra para cazar y que ha ido progresando hasta que
esa misma especie ha sido capaz de realizar trasplantes para salvar vidas. La historia de la humanidad
es de todos.

Antiguas civilizaciones americanas


¿QUÉ ES UNA CIVILIZACIÓN? Lo primero que tenemos que clarificar es el concepto de civilización: No
todos los pueblos indígenas alcanzaron la categoría de civilización, ya que este concepto hace
referencia a una sociedad compleja, que ha desarrollado un sistema de organización política y
económica; es decir, cuentan con un poder político centralizado que se ejerce sobre una población y
territorio más o menos delimitado. Por otro lado, cuentan con un desarrollo arquitectónico y urbano
importante; una organización económica, una sistematización de las creencias religiosas; una
compleja gama de manifestaciones culturales, como el desarrollo del arte, un sistema de escritura,
¡etc.! Cuando los europeos llegaron al suelo americano se encontraron con imponentes civilizaciones
en América, las cuales se venían desarrollando desde hace muchos años.

Poblamiento del actual territorio argentino


En la historia del poblamiento del actual territorio argentino, dos procesos cambiaron de manera
notable la conformación de la población: la colonización española, en la segunda mitad del siglo XVI,
y las inmigraciones masivas, que comenzaron en la década de 1850.

Los pueblos originarios


Los primeros pobladores del actual territorio argentino fueron los pueblos indígenas. Los primeros
habitantes eran cazadores y recolectores nómades. Miles de años después, predominaron los grupos
sedentarios, que practicaban la agricultura y el pastoreo de animales. Los pueblos que alcanzaron el
mayor grado de desarrollo habitaron en el noroeste del actual territorio argentino: los diaguitas, los
omaguacas, los calchaquíes, los atacamas, los chiriguanos y los quilmes. Algunos de estos pueblos
fueron conquistados por los incas. En las actuales provincias de Córdoba y San Luis, vivieron los
comechingones y los sanavirones. En la región de Cuyo, habitaron los huarpes y los pehuenches. En
el Chaco, se localizaban los guaycurúes, los tobas, los mocovíes, los abipones, los pilagá, los wichí, los
chané, los mbyá y los payaguá. En el Litoral, vivieron los guaraníes, los charrúas y los caingang. En la
región pampeana, predominaron los querandíes y, en la Patagonia, los tehuelches y los mapuches o
araucanos. En Tierra del Fuego, habitaron los selk’nam y los yámanas.

La colonización española
En la segunda mitad del siglo XVI, en el marco de la conquista de América, los españoles iniciaron el
proceso de colonización y poblamiento del actual territorio argentino. Las expediciones
colonizadoras –conocidas como corrientes colonizadoras– partieron desde España, el Perú y Chile.
Desde España, Pedro de Mendoza fundó Buenos Aires en 1536. Cuando la ciudad fue despoblada,
sus habitantes se trasladaron a Asunción. Posteriormente, desde Asunción se fundaron las ciudades
de Santa Fe, nuevamente Buenos Aires y Corrientes. Desde el Perú se fundaron las ciudades de
Santiago del Estero, Catamarca, Tucumán, Córdoba, Salta y La Rioja; desde Chile, las ciudades de
Mendoza, San Juan y San Luis. El poblamiento español fue lento y estuvo marcado por los
enfrentamientos con la población indígena. En la época colonial, se inició un proceso de aculturación
y mestizaje. La cantidad de habitantes indígenas disminuyó progresivamente y se conformó una
población étnicamente diferenciada, en la que existía una jerarquía social dominada por la llamada
población blanca, que estaba compuesta por los españoles y los criollos, es decir, los hijos de los
españoles que habían nacido en América. En una posición social intermedia, se encontraban los
mestizos, los mulatos y los zambos. En los niveles más bajos de la jerarquía social, se ubicaban los
indígenas –que estaban obligados a trabajar para los conquistadores– y la denominada población
negra, compuesta por las personas que habían sido traídas desde África por la fuerza y que eran
esclavos de los colonizadores.

Las inmigraciones masivas


En la década de 1850, la población de nuestro país ascendía a 1 300 000 habitantes,
aproximadamente. Durante la segunda mitad del siglo XIX, el proceso de poblamiento de la
Argentina recibió el impulso de las inmigraciones masivas: alrededor de 4 700 000 inmigrantes
europeos arribaron a nuestro país antes de la Primera Guerra Mundial. En 1914, el 30% de los
habitantes de la Argentina había nacido en el extranjero, en particular, en Europa. En 1930, la llegada
de inmigrantes se detuvo como consecuencia de la crisis económica mundial. El flujo migratorio
europeo se reinició una vez que finalizó la Segunda Guerra Mundial. En el período comprendido
entre 1947 y 1954, se produjo el último flujo masivo de inmigrantes europeos a nuestro país. En la
segunda mitad del siglo XX, la procedencia de los inmigrantes de la Argentina cambió: los flujos
inmigratorios más importantes provienen de los países limítrofes. Históricamente, las inmigraciones
han sido un factor importante en la evolución demográfica argentina, pues aumentaron el número
de habitantes y modificaron la composición de la población. Además, aportaron pautas de
comportamiento propias de los países de origen de los inmigrantes.

BLOQUE II:
Descubrimiento y conquista del territorio americano
Se conoce como conquista de América al proceso de invasión, dominación y expansión que
ejercieron determinadas naciones europeas en el continente americano a partir del descubrimiento
ocurrido en el año 1492.
Entre las causas del proceso de la conquista de América, podemos mencionar las siguientes:
● Bloqueo de las rutas comerciales al Oriente tras la conquista otomana del Imperio bizantino,
lo que hizo surgir la necesidad de explorar nuevos caminos y rutas comerciales.
● Alto crecimiento demográfico de Europa occidental.
● Aumento de la demanda de recursos naturales en Europa.
● Necesidad de expansión territorial de Europa occidental.
● Desarrollo de la tecnología marítima, lo cual favoreció la exploración y, con ella, el deseo de
expansión.
● El descubrimiento de América en 1492.
● Búsqueda de oro como fuente de riqueza, alentada por la leyenda de El Dorado.
● El espíritu aventurero.

Características de la conquista de América


Las principales características de la conquista de América fueron las siguientes:
● Fue iniciada por los reyes católicos (1479-1504), que financiaron y patrocinaron los cuatro
viajes de Colón a América (1492-1504). Durante el gobierno de sus sucesores, en especial
Carlos I (1516-1556) y Felipe II (1556-98), España logró conquistar la mayor parte de
América.
● El principal competidor de España en América fue el reino de Portugal, que a partir de 1500
inició la ocupación del actual territorio del Brasil.
● Se realizó a partir de expediciones llegadas directamente desde Europa. Cristóbal Colón
siempre creyó que había llegado a la India sin sospechar que se había topado con el
continente americano.
● La conquista constituyó un violento choque de civilizaciones, tras el cual se desestructuró el
mundo de los pueblos originarios. Estos fueron obligados a someterse la dominación de los
europeos, que les impusieron su lengua, religión y cultura además de distintas formas de
trabajos forzados y servidumbre.

Las principales consecuencias de la conquista de América fueron las siguientes:


● La pérdida de la independencia de los pueblos originarios de América, que debieron
someterse a la autoridad y a las leyes de sus respectivas metrópolis.
● La desaparición de gran cantidad de lenguas americanas que fueron suplantadas por las
impuestas por las potencias coloniales, en especial el español, el portugués, el inglés y el
francés.
● La evangelización de los pueblos americanos. El proceso de evangelización consistió en
sustituir las religiones de América por el catolicismo, mediante misiones religiosas a través de
todo el continente.
● De este modo se impuso a los nativos, quienes debían obedecer y aprender sobre la nueva
cultura, la fidelidad hacia las metrópolis conquistadoras, y las potencias europeas lograron
un control pacífico sobre las poblaciones americanas.
● La importación de esclavos africanos para suplantar a la mano de obra indígena, que
disminuía drásticamente por la catástrofe demográfica debida a las guerras de conquista, las
enfermedades propagadas por los europeos y los malos tratos derivados de la explotación
económica.
● La extensión del mestizaje, como resultado de las uniones entre europeos e indígenas,
alentada por la falta de mujeres blancas en los inicios de la conquista.
● La introducción de gran cantidad de especies vegetales (trigo, cebada, centeno, caña de
azúcar, etc.) y animales (vaca, oveja, caballo, etc.) provenientes del mundo mediterráneo
europeo. La extensión sin control de esas especies produjo un cambio sustancial en el paisaje
agrario del continente americano.
● La extracción de oro y plata y la incorporación de productos americanos como la papa, el
cacao y el maíz al comercio mundial, tuvieron gran impacto en la economía europea, que
durante el siglo XVI experimentó un gran crecimiento y consolidó su transición al capitalismo.
Encuentro de culturas
En aquella época, los monarcas competían por incrementar sus dominios para demostrar que tenían
poder. Esto hizo que españoles, portugueses, británicos, franceses y holandeses se apropiaran de
cada centímetro de América. España y Portugal se repartieron los territorios descubiertos en América
Central y del Sur.
Además de objetivos políticos, la colonización tuvo objetivos económicos. La ocupación de territorios
se organizó en función de la explotación y exportación de riquezas. Para los colonizadores fue
fundamental dominar a la población indígena ya que realizaban la mayor parte de los trabajos más
duros como la minería. Cuando la población originaria no fue suficiente, se recurrió al trabajo de los
esclavos traídos de África.
Un encuentro entre el “nuevo” y el “viejo” mundo cambia la historia entre ambos. Hasta 1492, las
sociedades americanas no formaron parte de la misma historia de las sociedades del viejo mundo.
Ningún pueblo había intentado expandirse hasta que con la llegada de Colón y su posterior
transformación pasaron a formar parte de la economía del nuevo mundo exportando los productos y
alimentos que allí se producían. América se insertó en el mercado mundial.

América en la etapa colonial


La sociedad colonial se formó con una gran mezcla de grupos étnicos, españoles de la burguesía con
derechos y prestigio social, indígenas y esclavos como clase trabajadora y explotada. En los primeros
tiempos de la Conquista, los reyes otorgaban el título de adelantado a los jefes de las expediciones.
Los adelantados ejercían el gobierno de los territorios conquistados con amplios poderes: tenían
funciones políticas, administrativas y militares; podían repartir tierras e indios, acuñar moneda y
fundar poblaciones.
Luego, la monarquía española suprimió el cargo de los adelantados y formó instituciones. Estas
instituciones se controlaban entre sí y se superponían en el ejercicio de sus funciones. El objetivo de
la Corona era que ninguna autoridad tuviera independencia o poder absoluto.
Consejo de Indias
elaboraba leyes para América, trabajaba en conjunto con los reyes de España y sacerdotes.
Casa de contratación
Controlaba la actividad comercial y el tránsito de personas entre España y América.

Gobernación de territorios americanos


Las autoridades que representaban a los reyes en América eran los virreyes que gobernaban los
virreinatos como el del Río de La Plata.
En cambio, los gobernadores dirigían las provincias en las que se dividían los virreinatos.

Hasta el siglo VXIII, el territorio americano estuvo dividido en dos virreinatos: el de Nueva España,
con capital en la ciudad de México y el del Perú, con capital en la ciudad de Lima. Cada virreinato
estaba dividido en gobernaciones. En cada gobernación, los cabildos se ocupaban de la
administración de las ciudades. Cuando se presentaba un problema muy grave, se convocaba a un
Cabildo Abierto.

Fundación de las primeras ciudades.


A lo largo de la etapa colonial, se organizaron los siguientes tipos de asentamientos.
Áreas mineras: se organizaron asentamientos alrededor de yacimientos como en México y Bolivia.
Estos yacimientos se encontraban en zonas montañosas y necesitaban de otros núcleos urbanos y
rurales para subsistir.
Áreas agrícola- ganaderas: a los territorios destinados a la producción de alimentos y animales se oss
denominó encomiendas que luego se transformaron en haciendas.
Ciudades: Los españoles organizaron su territorio colonial a partir de la fundación de ciudades
“núcleos de población” que constituían de asentamiento para las autoridades que representaban el
poder de la Corona, funcionaba como centro administrativo y económico de comerciantes y como
centro social y cultural de la población en general. Las ciudades más importantes eran las ciudades
cercanas al puerto ya que eran las que concentraban el comercio entre el interior y las metrópolis.

Fundación de Corrientes y su organización territorial


La Ciudad de Corrientes fue fundada por el Adelantado Juan Torres de Vera y Aragón con el auxilio de
Alonso de Vera y Aragón, llamado el Tupí, y Hernando Arias de Saavedra;Hernandarias; el 3 de abril
de 1588. El Adelantado necesitaba hacerlo para cumplir las capitulaciones de su cargo; fue fundada
como estación de paso entre Asunción y Buenos Aires.

Torres de Vera y Aragón no permaneció en la nueva fundación, ya que siguió viaje a España para
lograr la ratificación de su cargo, como anécdota, vale citar que fue una de las pocas ciudades
fundada por un Adelantado. Un error muy común acerca del nombre la ciudad de Corrientes es darle
el de San Juan de Vera de las Siete Corrientes nombre dado a la ciudad un siglo después de la
fundación, ya que San Juan Bautista fue uno de los santos escogidos por los fundadores para
proteger a la ciudad, que luego se transformó en el apócope Corrientes, su fundador le dio el nombre
de Ciudad de Vera, el cual consta en el acta de fundación.
Pensada como estación de paso entre Asunción y Buenos Aires, para dotar de mejor respaldo a la
colonización de las tierras que se extienden entre el río de la Plata y el Paraguay, se escogió para su
ubicación el puerto natural provocado por el cambio de recorrido del Paraná, cuyo curso vira hacia el
sur en ese punto. La principal edificación de la temprana ciudad fue el fortín de madera, y presenció
reiterados enfrentamientos hasta que la Real Cédula dictada por Felipe III el 30 de enero de 1609 dio
lugar a la más gentil y eficaz penetración de las reducciones jesuíticas.
Como resultado de la fusión de españoles y de indios, aparece en la población modalidades y rasgos
que distinguen a las dos razas se hablan indistintamente dos idiomas: Castellano y Guaraní. La
violencia empleada por los españoles para dominar a los aborígenes resultó contraproducente y
perjudicial para el desenvolvimiento pacífico de la vida del territorio.

El período de conquista y colonización infiltró belicosidad en los correntinos. En 1763 el movimiento


de comuneros del Paraguay tuvo una repercusión en Corrientes, donde se formaron los "comuneros
correntinos", quienes querían desprenderse del gobierno central. En 1630, se introdujeron los
negros. En 1807, Corrientes da la primera prueba de heroísmo, contribuyendo a la defensa de
Buenos Aires, en las Invasiones Inglesas, con el Cuerpo de Cazadores Correntinos.

Desde 1818 hasta 1820, es ocupada Corrientes por Andrés Guaykurarí que estaba al frente de los
indios de las misiones. Corrientes recupera su libertad gracias al levantamiento encabezado por Lucio
Mansilla contra López Jordán. El 11 de diciembre de 1821 durante el gobierno de Juan José
Fernández Blanco, se dictó la Constitución de la Provincia de Corrientes. Fue Pedro Ferré su primer
gobernador, quien introdujo en 1826 el papel moneda.

Históricamente, y hasta 1949, los Gobernadores de Corrientes detentaban el Título de Teniente


Gobernador, por una cuestión histórica. En la actualidad, es ejercido por el Gobernador, quien es
electo por el voto popular directo en elecciones libres y abiertas para un período constitucional de 4
años, y desde el año 2007 puede ser reelegido solamente por un mandato consecutivo.

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