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Maestra: Yo ahora les voy a contar una historia que me pasó a mí cuando era chica y después
ustedes van a poder contar una historia de ustedes, el que se anime…
Cuando yo era chica estaba con mis hermanas jugando a las escondidas en el patio de mi casa.
Para esconderme me metí en un armario que tenía herramientas, y había un zapín. ¿Conocen lo
que es un zapín?
Jerónimo: ¿Es una rana?
Maestra: No, Es una herramienta que sirve para cavar la tierra en el jardín.
Nena: ¡Es una pala!
Maestra: No, parece una pala, pero no, yo se los voy a dibujar acá (dibuja en el pizarrón), tiene
como un palo de escoba y acá tiene una punta que es de fierro. Con esta punta de fierro se cava el
jardín.
Niño: ¿Es como un martillo eso lo que tiene?
Maestra: Pero largo como si fuera una escoba, pero con una punta de fierro
Niño: ¿Es de fierro?
Maestra: Sí, es de fierro
Azul: Es como para barrer hojas, pero no es….
Maestra: Pero con una punta de fierro
Maestra: Bueno. Como les decía
Cuando yo era chica estaba con mis hermanas jugando a las escondidas en el patio de mi casa.
Para esconderme me metí en un armario que tenía herramientas, y había un zapín. Con el pie
golpeo el palo y me cae el zapín en la frente. Me hace un tajo y me empieza a salir muchísima
sangre. Entonces mis hermanas llaman a mi mamá y mi mamá me lleva al hospital. Cuando llego al
hospital, no había anestesia para poner en la cabeza, me hicieron once puntos sin poner anestesia,
y yo no lloré nada. Los médicos me felicitaron. Ahora estoy bien, pero me quedó la cicatriz acá en
la frente, y, a veces, los días que hay mucha humedad, me duele un poquito, pero estoy bien.
Miqueas: Seño, eso me pasó a mí, pero solo que me caí de una casita…
Maestra: A Miqueas le pasó algo parecido, que se cayó de una casita, dice. A ver, vamos a
escuchar cómo nos cuenta. ¡Contalo Miqueas!
Miqueas: Que hace mucho, yo estaba en la casa de un compañerito de mi prima, que era su
amigo.
Maestra: Hace mucho, ¿Cuántos años tenías?
Miqueas: eeeemmm, iba al jardín
Maestra: Cuando tenías 5 años y estabas ¿dónde?
Miqueas: En la casa de un compañerito, porque la mamá de un compañerito de mi prima tenía
que irnos a buscar
Maestra: Estabas en la casa de un compañerito de tu prima y estaban esperando que la mamá los
viniera a buscar
Miqueas: Sí
Maestra: ¿Y qué estaban haciendo?
Miqueas: Íbamos a jugar…. Eeee, yo estaba lanzando un robot para arriba eeee, yyyy…..
Maestra: ¿Iban a jugar?
Miqueas: Sí, y yo y ellos fueron a la cocina…. a no sé qué hacer
Maestra: Entonces, ibas a jugar y ellos…. Decinos quiénes son ellos
Miqueas: Mi prima Atina y un chico que se llama Javier
Maestra: O sea, iban a jugar y mi prima Atina y un chico que se llama Javier ¿Qué hicieron?
Miqueas: Fueron a un lugar que no sé cuál, emmm Ella estaba en un…
Maestra: ¿Fueron a un lugar de la casa?
Miqueas: Sí.
Maestra: Fueron a un lugar de la casa, bien
Miqueas: Y yo estaba lanzando un muñeco y se me cayó en el techo de la casita que era de
juguete que entrabas como si nada.
Maestra: A ver, vos estabas tirando un muñeco, y ¿qué hiciste?
Miqueas: Y cayó en la casita, me tuve que subir (señala con las manos) y me caí de cabeza porque
me resbalé así (señala con las manos).
Maestra: ¡Está muy interesante la historia! Pensemos una cosa. Que vos se la estás contando a
alguien y se la vas a escribir y no te ve a vos, entonces se puede decir “me subí acá” , ¿Cómo va a
saber el que lee eso dónde se subió?
Miqueas: En una casita
Maestra: Muuy bien, entonces vos tiraste el muñeco para arriba y se cayó ¿sobre una?
Miqueas: Casita
Maestra: ¿Entonces vos qué hiciste?
Miqueas: Me subí
Maestra: ¿Cómo era la casita? ¿Cómo esas que están en los árboles?
Miqueas: No, era como de este tamaño (señala con las manos)
Maestra: ¿De qué tamaño? ¿Era alta?
Miqueas: No tan alta, como de altura ahí (señala con las manos)
Maestra: De altura mediana, podemos decir. Y te caíste de cabeza.
Miqueas: Sí
Maestra: ¿Y ahí quiénes te ayudaron?
Miqueas: La mamá del compañerito de mi prima
Maestra: Vino la mamá del compañerito de tu prima y ¿cómo te ayudó?
Miqueas: Vino y me puso un trapo acá (señala la frente) para que la sangre se vaya al trapo
Maestra: Te puso un trapo en la frente para que la sangre se absorbiera. ¿Y después qué hicieron?
Miqueas: Mi mamá no se dio cuenta y tuvo que llamar a…
Maestra: ¿Vino tu mamá?
Miqueas: No, vino mi papá porque mi papá iba a un jardín
Maestra: Entonces, hasta ahora lo que sabemos es que la mamá del compañerito de tu prima te
puso un trapo para que absorbiera la sangre y llamó a tu papá. Y vino tu papá ¿y qué hizo?
Miqueas: Emmmm,yyyy me dijo una cosa para que yo no me acuerde que me pasó eso acá
Maestra: Te dijo algo para que no te acordaras más
Miqueas: Como que a él también le pasó eso
Maestra: Aaaa, te contó que a él, cuando era chiquito le había pasado lo mismo
Miqueas: Pero acá (se señala con las manos)
Maestra: Pero un poco más debajo de la frente, a vos te pasó arriba y a él le pasó en el medio de
la frente.
Miqueas: Sí, acá (Se señala)
Maestra: ¿En qué lugar?
Miqueas: Acá
Maestra: Pero si alguien está escuchando la historia y no te ve, ¿Cómo le dirías?
Miqueas: En la frente
Maestra: Claro, tu papá también se había lastimado en la frente. ¿Y cómo terminó la historia?
¿Cómo se solucionó?
Miqueas: Me metieron tres puntitos
Maestra: Te llevaron al hospital y….
Miqueas: Vino mi mamá
Maestra: Vino tu mamá, te llevaron al hospital y …
Miqueas: Y pasó otro día y ahí un poco me relajé
Maestra: Fuiste al hospital, te pusieron 3 puntos y al otro día estabas relajado. ¿Y ahora cómo
estás?
Miqueas: Ahora tengo la cicatriz.
Maestra: Otro día vamos a escuchar otras historias. Ahora lo que vamos a hacer, es que ustedes
van a dictarle a la señorita una de las historias de hoy para que la escriba, después vamos a
imprimirla y la vamos a pegarla en la pared, entonces cuando ustedes aprendan a leer, van a poder
volver a leer todas las historias de los compañeros.
Diario Mural
¿Qué historia de hoy elegimos?
Todos: La de Miqueas
Maestra: La historia de Miqueas, ¿La contamos de vuelta? Bien, Miqueas te vamos a pedir que
vuelvas a contar la historia para escribirla, todos colaboramos. Miqueas, ¿Qué era lo que te había
pasado?
Miqueas: Me abrí la cabeza
Maestra: Entonces, ¿Podemos poner como título de la historia “Me abrí la cabeza” ?
Todos: Sí
Maestra: Entonces ponemos como título “Me abrí la cabeza” . Y empezamos a contar, ¿cuándo
fue?
Miqueas: Hace un montón y no me acuerdo cuál día
Maestra: Pero vos habías dicho cuántos años tenías
Miqueas: 5
Maestra: Cuando tenías 5 años, ¿lo empezamos así? ¿Están de acuerdo? Cuando tenías 5 años,
¿Dónde estabas?
Miqueas: Estaba en la casa de un compañerito de mi prima Atina
Maestra: Estabas en la casa de un compañerito de mi prima Atina. ¿Y qué estabas haciendo?
Miqueas: Estaba tirando un juguete para arriba
Maestra: Estabas reboleando un juguete para arriba, ¿Pero habías dicho qué juguete era?
Miqueas: Era un robot
Maestra: Entonces estabas revoleando un robot de juguete
Miqueas: Estaba revoleando un robot de juguete que ya estaba roto y se cayó en la casita. Y subí
Maestra: Subí a buscarlo ¿Y?
Miqueas: Y me caí de cabeza, como cuando hacés así en la pileta (señala el movimiento con el
cuerpo)
Maestra: Como cuando hacés… A ver, Él está diciendo “cuando hacés así en la pileta”, ¿Quién
puede decir esto con palabras para poder escribirlo, y que la persona que lea esto se dé cuenta
qué quiere decir? ¿Cómo podemos decirlo?
Ángel: como cuando saltás del trampolín a la pileta
Mestra: Entonces estabas diciendo que te caíste de cabeza como cuando saltás del trampolín a la
pileta. ¿Y qué te pasó ahí?
Miqueas: Me abrí la cabeza
Maestra: Y habías dicho algo de la sangre también
Miqueas: Y me salió sangre de la cabeza
Maestra: Y salió un chorro de sangre, ¿Y quiénes te ayudaron?
Miqueas: La mamá del compañerito de mi prima
Maestra: La mamá del compañerito de mi prima, ¿qué hizo?
Miqueas: Me puso un trapo naranja para que o caigan gotas al suelo
Maestra: Me puso un trapo naranja para qué … ¿Cómo lo habíamos dicho? ¿Qué palabra
habíamos usado para explicarlo?
Nena: Para que te absorbe, era
Maestra: Perfecto, para que te absorba y no corriera la sangre. Absorber era que te chupara la
sangre, te queda en el trapo para que no pase por la cara. Entonces, ¿Después qué pasó?
Miqueas: Entonces llamaron a mi papá y a mi tía para que me vengan a buscar y me llevaran al
médico.
Maestra: Llamaron a tu papá y a tu tía para que lo vengan a buscar y llevaran al médico. ¿Y?
Miqueas: Me tuvieron que coser la cabeza, y me pusieron acá (se señala los ojos) un papel para
que yo no vea.
Maestra: Le cosieron la cabeza, y le pusieron un papel, escuchen esto, porque esto no nos habías
dicho.
Miqueas: Me taparon los ojos para que yo no sepa que me están cosiendo la cabeza, para que yo
no viera porque me iba a poner a llorar.
Maestra: Claro, ¿Vieron cómo se las ingeniaron los médicos para que él no llorara? Le taparon los
ojos para que él no viera cómo le cosían la cabeza, para que no llorara. Y ahora ¿Cómo estás? ¿Te
quedó cicatriz? Contanos esa parte.
Miqueas: Que me quedó una cicatriz que me pusieron tres puntitos que eso si, me dolieron
porque eran tres puntitos largos.
Maestra: Te pusieron tres puntitos grandes, puntazos podríamos decir, ¿no?
Miqueas: Sí
Maestra: Le pusieron tres puntazos, ¿lloraste al final?
Miqueas: Sí
Maestra: ¿Y ahora cómo estás?
Miqueas: Bien, y las zapatillas que estaban llenas de sangre las regalamos
Maestra: Ahora está bien, le quedó una cicatriz, pero las zapatillas llenas de sangre ya no se
podían lavar.