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DESMADRE
Una introducción al sexo
Verónica Landajo
154-063-1236
veronicalandajo@gmail.com
PROPUESTA ESCENOGRÁFICA:
3 sillas, carteles colgando, 1 mesa
PROPUESTA DE VESTUARIO:
Madre: pantalón de vestir y camisa. Amiga: jean y
camisa. Hija: vestido casual.
DESMADRE
Una introducción al sexo
Norma, 50 años, madre. Clara, 20 años, h
ija. Mariela, 50 años, vecina.
De las paredes cuelgan cartulinas con ilustraciones de las trompas de Falopio y el aparato
reproductor femenino fotocopiadas de enciclopedia, ilustraciones de Adán y Eva, mamas y
glándulas mamarias, un dibujo raro de una vagina y de un pene, dibujos de triángulos que
entran en círculos que buscan explicar el sexo en imágenes formales o raras.
Hija: Quedamos 21 horas, primero vamos a comer algo en su casa, igual no pasa nada
porque al día siguiente es feriado.
Hija: Sí.
Madre: ¡Ay no, es ya! ¡Me dijiste que teníamos más tiempo! ¡Pero nos va a dar solo para
una clase!
Madre: (señalando la cartulina) Pubis, monte de Venus, útero, cervix... (donde dice “vagina”
lee) em… cola de adelante, cola de atrás…
Hija: Ay mamá no son dos colas. Che, el himen cuando se rompe, ¿es tipo un huevo frito
que se abre?
Madre: (lee y señala) Glándula mamaria, trompas de Falopio... (Se escuchan ruidos).
Hija: ¿Se rompe más tipo volcán de chocolate o como un globo que pinchás con alfiler?
Madre: Eh esperá eso no es tan (ruidos) importante. ¿Qué es ese ruido? (Abre la puerta).
¿Qué pasa?
Vecina: Ay perdón lo que pasa que el pibe de Telecentro no me supo conectar los cables,
me tuve que subir a la terraza y están cayendo soretes de punta. ¡Ay Normi no sabés lo que
hicieron con mi televisor! El boludo enchufó un módem en la parte de atrás... (Se seca el
cuerpo, se saca la remera y queda en corpiño. Madre se da vuelta para no verla).
Vecina: ¿Sos boluda? No vas a ver nada que no haya visto medio conurbano. (A Hija). Hola
amore, ¿como estás? (Ve la enciclopedia y las cartulinas). ¿En qué andaban?
Hija: Ay vení, tomate un mate, justo mamá me estaba explicando cómo…
Vecina: ¡Ay, mi reino por un mate, sí! (Se sienta). ¿Qué le explicabas, Normi?
Hija: El jueves casi seguro tenga mi primera vez y ella me quiere explicar como hacer pero
trajo esta Enciclopedia Salvat, no sé, estábamos en las trompas de Falopio…
Vecina: ¿Trompas de Falopio? ¿Vos le estabas mostrando las fucking trompas de Falopio
para que la nena aprenda a coger?
Madre: No, sí, bueno es un dato importante que conozca la biología, la anatomía…
Vecina: ¡Vos relajá cachorra porque a mi juego me llamaron! Yo te voy dar una mano y vas
a tener una primera vez del carajo.
Madre: No, no, Clara yo te voy a ayudar, tengo también unas tarjetitas con ilustraciones (se
ven tarjetas con dibujos insólitos), vas a llegar perfecto.
Hija: Ay Marie, cuando me vino por primera vez pensé que me había cagado. No me había
mencionado la palabra menstruación ni una vez. Ya tenía tetas, pelos, caderas, medía 2
metros y ella nada, mirando para otro lado.
Vecina: Dejame de joder, vos dame 2 minutos que te traigo de mi depto unos materiales de
la hostia (sale).
Madre: Hija mirá, esto es todo lo que necesitás, no hace falta que venga Marie.
Hija: Ay mamá, ¿qué es eso? ¡¿Adán y Eva?! (Por las tarjetas). ¿Un cono y un círculo?
Vecina: (entra con una caja llena de juguetes sexuales) ¡Atenção mininas! Si yo te digo que
es carnaval vos apretá (aprieta un pene de goma) el pomo.
Madre: ¡Ay Mariela! Está bien, la chica se entusiasmó, ¿pero podemos empezar de a poco
la cosa?
Vecina: Exacto, la cosa va a empezar de a poco, no queremos que te meta la verga hasta
que no se te haya hecho un buen charco en la concha, y para eso vas a llevar (hace el
gesto) al pibe a que lametee un rato.
Madre: (interrumpe) ¿Mariela cómo le vas a decir que haga eso en la popola?
Vecina: ¿Popola? Le llega a decir popola y al pibe no se le para nunca más, se le mete
para adentro del culo para siempre, no la volvemos a ver...
Vecina: Se despide del mundo tal cual lo conocía. Andá a buscarla después.
Vecina: Mi amor, que esto no es ningún bonus track eh, es clave. (Saca penes de
diferentes tamaños). Ahora vos me dirás de qué tamaño estamos hablando.
Madre: Ella no sabe eso Mariela. Mi amor, ¿vos has hecho un reconocimiento de la zona?
Digamos, ¿vos divisaste el pajarito?
Madre: ¡Ah menos mal! (Ve la cara de Vecina). Ah sí, así le decimos nosotras (sonríe
orgullosa).
Vecina: Verni me suena a grano de pus. Para que esto funcione necesito que no le
digamos más verni, tenés que llamarlo como lo que es, la chica tiene que saber qué le va a
entrar, marcá la ERRE, verrga.
Hija: Verrga.
Vecina: Tiene que sonar como a golpe seco, poRONga (golpea la mesa en “ron”), tenés
que usar una palabra que digas, ¡ahí está! (golpe de manos), tiene que sonar como un palo
duro que viene a 500 kilómetros por hora y entra, ¡PAM!
Madre: Perdón pero no tiene nada que ver lo que estás diciendo con lo que la chica
necesita, además partamos de la base, ¿es la primera vez que vas a ver uno o vos ya viste
alguna vez un pitulingui?
Vecina: Sos un dinosaurio eh, tema forros. Vas a practicar con esta hermosa pija amiga (le
da un forro).
Hija: (intentándolo abrir) Él tendría que llevar un nécessaire c on una tijerita para abrirlo,
¿no?
Vecina: (a Madre) Ay mi amor, ¿qué la criaron, los Ingalls a esta chica? Mi amor creeme,
así bien él hubiese llevado un nécessaire con tijerilla, en ese momento de calentura lo vas a
abrir con los dientes. Hay muchas maneras de ponérselo: yo te recomiendo con la boca, te
pones el forro así... (Lo hace).
Madre: ¡Mariela no! ¡Hija eso borrátelo! Se lo pone el muchacho solo y así quedamos.
Vecina: Vani necesito que confíes en que yo voy a instruir bien a la piba.
Madre: Está soplando el preservativo, cree que es un globo. Esta chica no llega al jueves.
Vecina: Con más razón, vos dejame a mí. Clari, vos por ejemplo, ¿qué experiencia tenés
con tu cuerpo?
Vecina: Con tu propio cuerpo, algo que te guste de vos... algo con lo que estés en contacto.
Lo que sea.
Hija: ...
Vecina: Lo que sea dale, sacalo con libertad, no te juzgues. Olvidate que está tu mamá.
Olvidate de la voz de tu mamá en tu cabeza.
Hija: Ah sí, ¡a mí me encanta tirarme pedos y olerlos! Me encanta cuando son dos, tres
silenciosos, por ahí después de comer berenjenas sí, y que huelan bien mal y olerlos (los
huele fuerte), ahhhh mi olor a cloaca, más cloaca más me gusta, adelante de gente en la fila
del Coto...
Vecina: No, bueno es válido, es válido, pero yo decía algo más del tipo tocarte.
Hija: Ah, tocarme, em, cuando me dan muchas ganas de hacer pis y no hay baño cerca me
toco ahí abajo para frenarlo, pero cuando nadie me ve.
Vecina: Clave, tomá nota (saca de su caja). Succionador de clítoris, vienen en varias
intensidades, ningún humano de ningún género puede lograr lo que este aparatito.
Vecina: Vaibreitor con cabeza peneana giratoria de 360 grados, cabeza en forma de
lengua, otra de dedos, luces de colores, música, sonido de ambulancia y habla en 3
idiomas.
Madre: Pará pará Mariela, ¿qué le estás mostrando? ¿Para qué quiere meterse esas cosas
en el cuerpo?
Madre: No.
Madre: No importa.
Vecina: Importa.
(La miran).
Vecina: Y…
Vecina: Mirá no sé qué hacés con el ventilador pero no te lo voy a pedir más prestado.
Madre: Sí sí pero basta, no quiero hablar más del tema. (Hija le pone cara a Vecina como
diciendo “nunca lo hizo”). La chica va a hacer el amor el jueves y necesita información
puntual y breve. Lo bueno si breve dos veces bueno.
Vecina: Bue ponele. Vamos a la práctica. Clari yo voy a hacer de vos y tu mamá va a hacer
del muchacho (agarra a Madre y la hace pararse junto a ella). Lo primero que vas a hacer
es frotarte con todo tu cuerpo (se frota), él te va a tocar las tetas... (Le toca las tetas con
fuerza a madre).
Vecina: ¡Bueno perdón! ¡Colaborá vos también! Bueno, vos ahí tenés que frotarte con todo
el cuerpo, especialmente con la... (se contiene de decir una guasada) las partes bajas. (Se
frota con Madre).
Vecina: (agarra el cono) Imaginemos que éste es el vergón del pibe. (Se lo pone a Madre
en su entrepierna). Vení (agarra a Hija y la hace arrodillarse). Vos en determinado momento
vas a sacársela del calzón o decirle que la saque. A ver, decile.
Hija: ¡Desenrollala!
Vecina: ¡Es válido! ¡Es válido! ¡Bien! ¡Vas a decirle que la tiene enorme, porque mientras
más grande le decís que la tiene más les gusta!
Vecina: ¡Vas a bajar, vas a abrir la boca y vas a entrar a (le mueve la cabeza hacia el
miembro y se la aleja) adentro, afuera, adentro, afué, adén, afué, Adán y E.
Madre: ¿Vos te volviste loca? ¡Te dijo una introducción al sexo y de pronto estoy en una
orgía con mi propia hija! ¡No, así no!
Vecina: Tenés que ser un poco más generosa con la criatura. ¿Vos acaso no le chupás la
pija a tu marido?
Madre: ¡No!
Vecina: ¿No?
Madre: No, cuando mucho una noche de mucho frío le rozo un poco con la pierna.
Vecina: Bueno Norma, acá hay que entrar con la indiada, pluma en la cabeza, dientes,
uñas, entrar con nuestra naturaleza de monos, no le podemos decir a la chica que vaya a
tocarle con la punta del dedo índice la pija cual varita del hada madrina y pretender que esa
pija escupa carrozas de fuego.
Vecina: Perdón, ella de dónde salió, del guascazo de su padre, y eso es exactamente lo
que va a experimentar. También te podés pegar un buen conchazo, cosa que recomiendo
altamente, pero en otra oportunidad.
Madre: ¿Qué decís? ¡Basta, va a tener su primera vez con su novio varoncito, que gracias
que accedí sin estar ella casada, no le metas ideas raras en la cabeza, por el amor de Dios!
¡Ay me agarró calor! ¡No doy más! Prendo el ventilador.
Madre: (las mira con cara, agarra un papel y se abanica) Mariela te pido por favor que le
expliquemos el final de la cosa y listo.
Hija: Y él me dijo que me ponga como la chica de una película que se pone así para
hacerlo. (Pone las manos y los pies en el piso y levanta la cola formando un triángulo con su
cuerpo).
Madre: ¡No! ¡Ese hombre la va a romper! ¡Mariela, por lo que más quieras!
Vecina: ¿Él te dio instrucciones? Escuchame bien Clara, acá la que manda sos vos. Vos
vas a agarrar y lo vas a tirar a la cama (la tira a Hija como si hija fuera el muchacho), te le
vas a montar encima (se monta encima), le vas a dar dos cachetadas y le vas a decir: “yo
soy la puta ama”, le tirás un poco del pelo (acerca su entrepierna a la cara de Hija) y le
decís que hasta que no lama el plato no tiene postre. Y ahí viene lo mejor: el OR-GAS-MO,
que es nada más ni nada menos que...
Madre: Que unos calorcitos que vas a sentir. Y vos bajate de mi hija por favor.
Vecina: Vos tenés que sentir como si estuvieras parada arriba de fuego que te sube por las
piernas, que te pasa por la argolla y te prende fuego todo a su paso y te sube y te estalla la
cabeza como si todos los fuegos artificiales del 31 a la noche te salieran por la tapa de la
cabeza.
(Silencio).
Hija: Guau.
(Silencio).
Vecina: Normi, ya sé que estás bien así y está buenísimo, pero si querés yo te puedo dar
una manito y que conozcas...
Madre: Mirá mejor esa manito guardátela que ya bastante quilombo ha hecho. ¡Mejor
andate! Lo mejor para Clara es que esté tranquila, que no sepa tanto, que esté calmadita...
Madre: Sí, pero tanto no, tanto no, sólo lo indispensable para que suceda.
Vecina: (a punto de llegar a la puerta) Una última cosa. Faltó la parte del amor.
Madre: ¿Qué?
Vecina: La parte del amor en el sexo. Sólo dejame que le muestre eso y me voy.
(Madre piensa).
Vecina: El abrazo después del sexo es lo más imprescindible. Tu mamá ahora va a hacer
de vos. (Le hace gesto de “por favor” y la acomoda de espaldas, abrazándola y tomando
lentamente sus brazos). E l cariño a la hora de tocarse es vital. (Toma a Madre por las
muñecas detrás de la espalda y le pone unas esposas de peluche que estaban en la caja).
Madre: ¿Qué hacés?
Vecina: Ahora sí. ¡A la hora de garchar hay una técnica que es un fuego!
Vecina: Se llama bondage, uno de ustedes ata al otro con muchas sogas como si fuese su
esclavo sexual.
Vecina: Acá tengo la soga del tender pero bueno, va a servir, lo atás con toda, si llegan a
cortarse la circulación capaz se desmayen, ¡pero también está buenísimo!
Madre: ¡Mariela y Clara me van a conocer eh! (Trata de sacarse las esposas).
Vecina: (le pone la mordaza a Hija) O tapar los ojos. Para hacerlo más sadomasoquista
agarrás un látigo y entrás a darle con toda, yo te lo hago despacio pero vos dale como si
fuese el último día de tu vida. (Le da despacio con el látigo). Así, ¿ves? (Hija ríe bajo la
mordaza).
Madre: ¡Dejá de hacer eso! ¡Dame las llaves ya mismo! ¡Soltame! (Busca las llaves en la
mesa y en los bolsillos de Vecina).
Vecina: Después lo agarrás y lo vas besando desde el cuello, bajando, bajando (hace como
que besa a Hija bajando hasta llegar a sus partes íntimas), hasta llegar y chuparle bien...
Madre: (se mete en el medio de ellas) ¡No! ¿Qué hacen? ¡Soltá a mi hija! ¡Estás loca! ¡No
toques a mi hija! ¡Basta! ¡Pará! ¡No quiero más eso! ¡Basta! ¡No quiero más! No quiero que
ella... ¡Soltala!
Madre: ¡Basta! ¡No! ¡No le hagas más eso! ¡Salí de mi hija! ¡No quiero que sea como vos!
Vecina: ¿Como yo cómo? (Sigue en contacto con la hija, quien no está incómoda con la
situación).
Madre: (forcejea con Vecina) ¿Qué estás buscando? ¿Que sea trola como vos? ¡O bisexual
o lo que sea que seas!
Vecina: ¿Y cuál es el problema si ella quisiera ser gay? ¿Qué tiene de malo ser bisexual?
Madre: ¡Dejala en paz! ¡Soltala!
Vecina: ¡Vos soltala! ¡Si ella quisiera cogerse a una mujer está tan bien como si quisiera
cogerse a un hombre!
Vecina: ¡No hay nada que le puedas enseñar más importante que a ser libre! ¡Enseñale
desde el ejemplo! ¡Vos tenés derecho a disfrutar del sexo! ¡Enseñale a disfrutar disfrutando
vos también!
(Pausa).
Vecina: ¡No, pará pará! Digo que está bien que hayas abierto esa puertita, pero no
conmigo… Me parece que se te está mezclando todo.
Madre: No se me está mezclando, yo sé qué me pasa. Desde que te mudaste al edificio,
me gusta… Me gusta como soy cuando estás vos y si vos quisieras a mí me gustaría
mucho...
Vecina: (interrumpe) Yo me siento muy halagada por lo que te pasa, y encantada te puedo
ayudar a encontrar una persona con quien vivas todo eso, pero no sé si yo...
Madre: No… no, vos no podés venir, hacer todo lo que hiciste, ponerme así y decirme que
gracias, pero no. Yo ahora cómo vuelvo a... (Repara en Hija).
Hija: (sigue atada, escupe la mordaza hacia el piso) No, está bien mamá. Ya sabía. Yo le
dije que viniera.
Hija: (mientras Vecina la desata) Ya hace años que tengo relaciones. Y estoy muy bien.
(Vecina levanta ceja y sonríe de forma seductora como diciendo “¿por qué no?”).
(Sonríen).
(Apagón).
FIN