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En primer lugar, quiero agradecer a usted, por este ejercicio, realmente son muy pocos los docentes que

se permiten,
tomar el tiempo para desvelar el sentido crítico de sus estudiantes; y esto, mediante un texto abierto a la construcción
conceptual individual de cada educando, sin necesidad de referencias objetivas, si no aquella construcción personal que
se tiene de algo; para este caso, de las teorías del Pensamiento Administrativo Público. Gracias.

ALBERT FERNANDO ÁLVAREZ RICO

En el transcurso de mi ejercicio académico de formación en Administración Pública, he tenido la


oportunidad de aprender y apreciar los diversos enfoques teóricos que han influido en la
evolución de ésta. Entre estas teorías destacan la clásica, burocrática, post-burocrática y nueva
gestión pública, cada una con sus propios aportes y relevancia en el contexto actual.

La teoría clásica, desarrollada por Henri Fayol y Frederick Taylor, ha dejado una huella significativa
en la Administración Pública actual. Sus principios fundamentales, como la planificación,
organización, dirección y control, siguen siendo pilares fundamentales para el buen
funcionamiento de las organizaciones públicas. La importancia de la eficiencia y la estructura
jerárquica clara se reflejan en la gestión pública actual, donde la planificación estratégica y el
control presupuestal son esenciales para alcanzar los objetivos establecidos.

La teoría burocrática, propuesta por Max Weber, también ha dejado una marca profunda en la
Administración Pública actual. La idea de una organización basada en la racionalidad y la
objetividad, con reglas y procedimientos formales, ha influido en la búsqueda de la imparcialidad y
la equidad en la toma de decisiones dentro de las instituciones públicas. La jerarquía definida, la
división de funciones y la separación entre propiedad y administración continúan siendo
características válidas en el contexto público de este siglo.

Por su parte, la teoría post-burocrática ha desafiado algunos de los conceptos tradicionales de la


burocracia. Autores como Richard Scott y David Knights han argumentado a favor de la flexibilidad,
descentralización y participación en la gestión pública. Estos enfoques resaltan la importancia de
adaptarse al contexto y fomentar la participación de los empleados y los ciudadanos en la toma de
decisiones. En la Administración Pública actual, se ha reconocido la necesidad de mayor
transparencia y participación ciudadana, reflejada en prácticas como la consulta pública y la
colaboración con la sociedad civil.

La teoría de la nueva gestión pública, o New Public Management, ha traído consigo una
perspectiva más orientada hacia los resultados y la eficiencia en la Administración Pública. Autores
como Christopher Hood, David Osborne y Ted Gaebler han promovido conceptos como la gestión
basada en resultados y la adopción de prácticas empresariales en el sector público. Estos enfoques
han influido en la adopción de medidas de rendimiento, evaluación y enfoques más centrados en
el ciudadano en la Administración Pública actual. En conclusión, las teorías clásica, burocrática,
post-burocrática y nueva gestión pública han ejercido una profunda influencia en la
Administración Pública actual. Cada una de estas teorías ha aportado conceptos valiosos y
perspectivas únicas que han moldeado la forma en que se gestionan las instituciones públicas en la
actualidad. Es importante reconocer que ninguna teoría es perfecta por sí sola, pero al considerar
y combinar los aportes de estas teorías, se puede obtener un enfoque más integral y efectivo para
abordar los desafíos y demandas de la Administración Pública.
La teoría clásica resalta la importancia de la planificación y el control, mientras que la teoría
burocrática hace énfasis en la objetividad y la imparcialidad en la toma de decisiones. La teoría
post-burocrática acentúa la necesidad de flexibilidad y participación, a su vez la nueva gestión
pública hace hincapié en la eficiencia y la orientación al cliente. Al combinar estos enfoques, se
puede buscar un equilibrio entre la eficiencia, la equidad y la participación ciudadana en la gestión
pública.

En la práctica, esto implica adoptar técnicas de gestión empresarial que permitan una mayor
eficiencia en los procesos administrativos, al mismo tiempo que se fomenta la participación
ciudadana y se garantiza la equidad en la toma de decisiones. La transparencia, la rendición de
cuentas y la evaluación de resultados se vuelven aspectos esenciales para lograr una gestión
pública efectiva y así, satisfacer las necesidades de la sociedad.

Para concluir, las teorías clásica, burocrática, post-burocrática y nueva gestión pública han dejado
una huella perdurable en la Administración Pública actual. Esta influencia, se refleja en la
búsqueda de la eficiencia, la equidad y la participación ciudadana en la gestión de las instituciones
públicas. Al considerar los aportes de estas teorías y adaptarlos al contexto actual, se puede
avanzar hacia una Administración Pública más efectiva y orientada al servicio público y el
cumplimiento de los objetivos en condiciones de transparencia, eficiencia, oportunidad, calidad y
eficacia.

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