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INTRODUCCIÓN A LA EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES (B01)

SEGUNDO BLOQUE TEORICO

ENTREGA FINAL- ESCENARIO 7

Posturas en la construcción del pensamiento


ENSAYO

ALFREDO ALEJANDRO ALDANA NOPE


TUTOR(A)

SKARLETH RAMIREZ

INTEGRANTE

FACULTAD DE SOCIEDAD, CULTURA Y CREACTIVIDAD (FSCC)

LIC. CIENCIAS SOCIALES

JUNIO 28– 2022


¿COMO A TRAVÉS DE LA EPISTEMOLOGÍA O LAS CIENCIAS SOCIALES
INTEGRAMOS CONCEPTOS QUE CONLLEVEN A CONSTRUIR
PENSAMIENTOS CRÍTICOS-ANALÍTICOS ACORDES A LA REALIDAD DE
UNA SITUACIÓN ESPECÍFICA?

Por siglos el ser humano ha tratado de buscar y dar respuestas de todo lo


que le rodea, indaga, se cuestiona, tratar de explorar un razonamiento lógico de
las cosas. En este sentido varios conceptos salen a relucir acerca de esta temática
y que hacen un comparativo a través de diferentes perspectivas o pensamientos
de diferentes autores teniendo como objeto de estudio, Marx, Wittgenstein y
discurso posmoderno... Por ende, La ciencia social es la disciplina intelectual, que
estudia al hombre como entidad social a través de métodos científicos. Prestan
especial atención a la persona como miembro de la sociedad, a los grupos y
sociedades que se forman. Su alcance es para que puedan realizar predicciones
sobre determinados comportamientos o tendencias sociales integrando
herramientas matemáticas y estadísticas. Sin embargo, cuando se trata de
ciencias sociales, nos referimos a una amplia gama de disciplinas que comparten
un denominador común: el estudio de las personas, la organización colectiva, las
estructuras sociales y las relaciones entre las personas, la forma en que y la
reproducción de la sociedad y del sujeto mismo.

Cada disciplina de las ciencias sociales tiene un objetivo de investigación


específico. Esto sucede porque estas ciencias buscan generar respuestas a
multitud de problemas sociales, por lo que requieren de la adecuación de
herramientas analíticas o categorías que utilizan otras disciplinas de construcción
de otras ciencias sociales. Es así como las distintas disciplinas de las ciencias
sociales estamos llamadas de manera urgente y fundamental a cooperar en la
transformación que deseamos, propiciando ambientes de reflexión, de análisis
crítico, de adecuación progresiva y ayudando resueltamente a la sociedad a
enfrentar los problemas de hoy y de mañana. La multidisciplinariedad es clave
para comprender el funcionamiento de las ciencias sociales. Los límites entre cada
disciplina, como la sociología, las ciencias políticas, la antropología, la economía,
la pedagogía o la psicología, a menudo son borrosos y están conectados por
múltiples fronteras. Las ciencias sociales nos abren grandes espacios y
posibilidades para construir un nuevo país y una nueva sociedad; un Perú, donde
los diversos actores que lo conforman logren desarrollarse en un sentido más
global y humano.

El carácter interdisciplinario de las ciencias sociales es un hecho innegable.


Todo lo útil para comprender mejor los fenómenos sociales es aprovechado por
diferentes métodos de investigación, independientemente de la disciplina
considerada. En el caso de la historia, la apertura a nuevos campos del saber ha
permitido una mayor exposición a disciplinas ajenas a ella hace unas décadas, la
antropología ha encontrado su justificación en el estudio de los pueblos
considerados primitivos de Asia y África, en el marco del colonialismo francés, con
el objetivo de encontrar en la práctica los orígenes de estos pueblos de la
civilización europea Europa, pero en un enfoque evolutivo. Durante la primera
mitad del siglo XX, la especialización del conocimiento se mantuvo constante en la
academia, y desde la década de 1960 ha surgido un interés creciente por
promover una mayor interdisciplinariedad entre las diferentes asociaciones de
ciencias sociales. Hoy en día, existe una tendencia creciente en los campos
académicos hacia una mayor complementariedad e investigación interdisciplinaria
en las ciencias sociales. La sociología, por su parte, buscó encontrar las leyes que
nos permitieran comprender y predecir los fenómenos sociales, todos los cuales
fueron el resultado de las convulsiones políticas y sociales de la Revolución Gran
Francia. La ciencia y la sociedad tienen una relación recíproca basada en
enfoques que ayudan a construir un futuro mejor. El conocimiento científico se
desarrolla como grupo social a través de la interacción de las personas y la
ciencia, lo cual es considerado como un problema mayor en la actualidad, por lo
tanto, la ciencia y la tecnología son de gran importancia en el desarrollo de la
ciencia y la sociedad.

Marx propone la abolición de la apropiación privada (un concepto más


amplio que el de propiedad, que es meramente jurídico) sobre los medios de
producción, esto es, «la abolición del sistema de propiedad burguesa», tal y como
lo menciona en su Manifiesto comunista: «Lo que caracteriza al comunismo no es
la abolición de la propiedad en general sino la abolición del sistema de propiedad
burgués», ya que la burguesía no solamente se apropia del producto social
mediante la ley, sino que también corrompe las instituciones u otros mecanismos
legales para apropiarse de la propiedad de los trabajadores. Un ejemplo de ello ha
sido el robo (despojo) de tierras a indígenas y campesinos para la instalación de
agroindustrias y proyectos minero-energéticos. Con el acceso a los medios de
producción por parte de los trabajadores, el marxismo concluye que se logrará una
sociedad sin clases sociales donde todos vivan con dignidad, sin que exista la
acumulación de propiedad privada sobre los medios de producción por unas
cuantas personas, porque supone que esta es el origen y la raíz de la división de
la sociedad en clases sociales. Esto implicaría una enorme competencia y
eficiencia en la economía; además, el trabajador no se podría explotar a sí mismo
ni tampoco podría explotar a otro trabajador porque ambos tendrían medios de
producción.

Lo que dicho panorama podría ocasionar es que los trabajadores se


organizarían para crear empresas más grandes a través de asociaciones justas;
por tal motivo Marx expresa que «el precio medio del trabajo asalariado es el
mínimo posible. Eso significa el mínimo requerido para que el trabajador se
mantenga con vida. Por tanto, todo lo que el trabajador gana con su trabajo es lo
que necesita para seguir viviendo y reproduciéndose. No deseamos en modo
alguno entorpecer los ingresos generados por el trabajo personal, a fin de obtener
los bienes necesarios para la vida. Y enfatizó en su Manifiesto: “Sólo queremos
destruir el carácter vil del sistema burgués explotador, en el que el trabajador vive
sólo para engendrar capital”. Entonces, obreros o trabajadores que serán dueños
de sus propias fábricas, comiencen a cotizar alto; por ello, se afirmaba en el
Manifiesto que "el comunismo no priva a nadie del derecho a obtener bienes y
servicios". Marx argumentó que cada país tiene sus propias peculiaridades y, por
lo tanto, los medios para proporcionar los medios de producción a los trabajadores
pueden diferir y, a primera vista, parecer inadecuados. Marx tenía clara la ley de la
escasez y por tanto la distribución institucionalizada y legal de los medios de
producción se daría poco a poco en una transición lenta pero efectiva; por ello,
concluye en su Manifiesto: por medio de que, aunque en la actualidad parezcan
inadecuados y económicamente insostenibles, a lo largo de la campaña, serán un
gran dinamizador, y no serán deshecho, como medio de transformar todo el modo
de producción existente. En conclusión, Marx sugirió que el uso de instituciones
estatales, como el uso de impuestos para financiar la compra y distribución de
medios de producción a los trabajadores, con el tiempo formaría un mercado
competitivo perfecto.

El posmodernismo surge como objeción a la crisis de los metas relatos


modernos, como agotamiento del discurso moderno. Podemos definir los metas
relatos narrativos como principios universales que rigen nuestra comprensión del
mundo, de la realidad, de lo que consideramos verdadero. Los metas relatos
equivalen a los principios de dominación y hegemonía a través de los cuales la
sociedad establece sus instituciones, cultura, creencias y demás principios,
Wittgenstein quien analizó cómo el lenguaje se organiza a partir de pequeñas
formas de vida o subgrupos en los que las reglas de comportamiento del lenguaje
se generan a partir de formas de vida específicas. Si rechazamos las grandes
historias, tenemos que deshacer las pequeñas. Ya no se trata de depositar toda su
credibilidad en un conjunto de teorías, ideas o hechos, cuya función explícita es
regular el comportamiento en todos los aspectos de la vida.

Sin embargo, en un escenario posmoderno, la pretensión de totalitarismo y


conocimiento absoluto se debilita; Lo importante, sin embargo, es el conocimiento
útil, en un contexto particular donde se desarrolla, se legitima o se invalida a sí
mismo. Por lo tanto, el posmodernismo asume la crisis de la globalización. Por
tanto, la vida humana debe entenderse desde los contextos específicos en los que
se produce. Por ejemplo, en el ámbito social, la vida y las creencias se leen de
muchas maneras, determinadas por el contexto en el que ocurren, e incluso se
podría decir que hay muchas formas de ver el mundo teniendo un trasfondo, una
cultura y unas creencias. en el planeta. Lo que legitima el conocimiento en la era
posmoderna es el pragmatismo y su utilidad en un contexto particular.

En general, podemos afirmar que estas concepciones han abierto la puerta


a posibilidades ilimitadas de conocimiento, lo han sacado de las reglas positivistas
modernas tradicionales y lo han revivido en un mundo de muchos hechos y
familiarización con las diversas interpretaciones y situaciones que lo rodean a un
mismo fenómeno social. Además, si bien la globalización ha intentado imponer un
sistema de creencias sobre otro, especialmente la cosmovisión occidental, lo que
ha permitido es el aumento y flujo de muchas cosmovisiones, esto plantea un
desafío, como sociólogos, para abrir espacios de diálogo y reflexión que permitan
su reconocimiento en contextos sociales múltiples.

Link del video

https://www.youtube.com/watch?v=AhdOLKXBKNA
Referentes bibliográficos

Wittgenstein, L. (1985). Tractatus Logico-Philosophicus, versión de E. Tierno Galván, Madrid,


Alianza Editorial.

Anderson, Perry. Los orígenes de la posmodernidad. Madrid, España: Ediciones Akal, 2016.

Cusset, François. French theory: Foucault, Derrida, Deleuze & Cía. y las mutaciones de la vida
intelectual en Estados Unidos. Barcelona: Melusina, 2005. (LIBRUNAM: B2421 C7818)

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