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UNIVERSIDAD DE LA GUAJIRA

FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS Y ADMINISTRATIVAS

COMPRESION Y PRODUCCION DE TEXTOS

CESAR BENITEZ PEREZ

(DOCENTE)

SKARLETH MILETH RAMIREZ


VANESSA CARO MERCADO
(ESTUDIANTE)

ECONOMIA

(PROGRAMA)

RIOHACHA - LA GUAJIRA
AGOSTO / 2021
La riqueza de las naciones, es una obra de Adam Smith, el cual la escribió en 1774 y se

dio a conocer en el año 1776, y se considera actualmente como el primer libro de economía del

mundo, esta obra no emplea solamente su contenido en temas de economía, sino también de

economía política, derecho, psicología de la política y de historia. Más aún demuestra una doble

problemática, principalmente intenta explicar el motivo de la sociedad de trabajar por intereses

particulares para poder subsistir y por el otro describe como aparece y funciona el sistema de la

libertad natural. Se basó en datos empíricos, ejemplos y estadísticas para poder validar los

principios establecidos en su libro, y aun empleando un tono optimista sobre como es el

crecimiento económico suministro la advertencia de la permisible alienación que se podía crear

por la división del trabajo.

Debido a la división del trabajo, el gran aumento en la cantidad de productos que puede producir

la misma cantidad de personas proviene de tres situaciones diferentes, especialmente la habilidad

más alta de cada trabajador, por otra parte el ahorro de tiempo que se suele perder al pasar de

una ocupación a otra, en un primer análisis los trabajadores tienen que cambiar constantemente

de actividad, entonces se perderá algo de tiempo para completar un trabajo y comenzar otro, esto

es lo que hoy se conoce como la “set up ” o configuración de la actividad o máquina. Además,

cuando un trabajador inicia una nueva actividad, nunca estará 100% preocupado por el trabajo,

por lo que pierde el tiempo hasta que logre trabajar con eficacia, así mismo las invenciones de

una gran cantidad de máquinas no es un factor secundario en el aumento de la productividad, es

el uso de la maquinaria correcta.

La principal motivación para la división del trabajo es que la gente necesita intercambiar,

cambiar y negociar una cosa. Por ejemplo, nunca se ha visto a dos perros

intercambiando por completo un hueso, y ni los humanos ni ningún otro tipo de persona harían


esto. Cuando necesita algo, va donde la persona que lo tiene y lo persuade para que lo consiga.

Dame lo que necesito y obtendrás lo que quieres, que es el comienzo de cualquier oferta. Sin

embargo, la capacidad de cambio de los seres humanos, que inspira la división del trabajo, y el

grado de esta división está limitado por el grado de capacidad, es decir, por el grado del mercado.

Una vez que se establece la distribución del trabajo, la gente vive del intercambio, la dificultad

del trueque ha llevado a la gente a adoptar productos económicos como la moneda.

Cuando comienza la división del trabajo, la capacidad de cambiar a menudo se ve obstaculizada

en su funcionamiento, presumiblemente un humano tiene más bienes de los que necesita,

mientras que otro tiene menos bienes. Por lo tanto, el primero está dispuesto a deshacerse del

excedente y el segundo está dispuesto a obtener el exceso. Si este último no tiene nada que el

primero pueda necesitar, entonces el cambio entre ellos es imposible, en su opinión, pocas

personas pueden negarse a cambiar el producto de sus propios esfuerzos.

El valor de cualquier bien, para el individuo que lo posee y quiera cambiarlo por otro es igual a

la cantidad de trabajo, en cuanto a la moneda originaria la cual sirvió para pagar y comprar todas

las cosas pero aunque el trabajo es la medida real del valor en cambio de todos los bienes,

generalmente no es la medida por la cual se estime ese valor, pero sin embargo el trabajo al no

cambiar nunca el valor, es el único indefinitivo patrón efectivo, por el cual se compara y encima

el valor de todos los bienes, el trabajo es un precio real y la moneda es solamente el precio

nominal, el trabajador es rico o pobre en proporción al precio real del trabajo que labora.

Es así que en la actualidad percibimos con bastante certeza los escritos de Adam Smith, como la

persecución del interés individual propio redunda en un interés común porque si uno puede

aplicarse a la tarea que mejor labora no puede ocuparse en otra ya que así no se rinden nadie

puesto que cada uno se ocupa en lo que tiene que hacer y evitar la pérdida de tiempo.

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