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Unidad 1

Sociología
¿Qué es?
"La sociología es el estudio de la vida social humana, de sus grupos y sociedades. Es una
empresa cautivadora y atrayente, al tener como objeto de estudio nuestro propio
comportamiento como seres sociales. Su campo se extiende desde el análisis de los
encuentros efímeros entre individuos en la calle hasta la investigación de las relaciones
internacionales y las formas globales de organización" (Giddens)

es la ciencia de lo social, en tanto intenta comprender mediante el análisis fáctico de las


relaciones sociales, los nexos causales entre los comportamientos de las personas y la
sociedad. Por ejemplo, un mito bastante común en nuestra sociedad argentina es el que dice
que "los pobres son pobres porque no quieren trabajar", pues bien, la sociología entonces, se
encargará de corroborar mediante datos y observaciones empíricas si estos enunciados
propios del sentido común son correctos y si logran explicar suficientemente los problemas de
la pobreza y el desempleo en nuestro país

¿Para qué sirve?


La sociología intenta explicar desde una posición general y amplia el porqué de las cosas que
nos ocurren a los hombres y mujeres en nuestras vidas cotidianas. Con este fin, el
pensamiento sociológico trata de comprender como las distintas formas mediante las cuales
actuamos, pensamos, sentimos y percibimos la realidad que nos rodea, se encuentran influidas
por fenómenos históricos y colectivos que muchas veces escapan al entorno individúalo
particular de nuestras experiencias diarias.

la sociología trata de establecer explicaciones profundas de los hechos que ocurren en la


sociedad mediante la comprobación y contrastación sistemática y empírica de determinadas
ideas o representaciones que circulan socialmente, y con las cuales muchas personas intentan
dar cuenta de la complejidad del entono social en el que viven. En este sentido decimos que se
tratan de prejuicios, ya que se constituyen como discursos sociales sin un sustento científico
real.

Pensamiento sociológico
el pensamiento sociológico es aquel que, frente a una inquietud de carácter supuestamente
individual, como podría ser la situación de pobreza y desempleo sufrida por una familia,
intentará problematizarla socialmente, colocando en la balanza elementos y datos de carácter
históricos, sociodemográficos, económicos, políticos y simbólicos. De esta manera, y siguiendo
nuestro ejemplo, el desempleo y la pobreza, dejan de ser simples inquietudes de carácter
individual, y que deben por lo tanto ser resueltas por cada individuo de la mejor manera
posible, para pasar a ser comprendidas como asuntos que comprometen y problematizan a la
sociedad en su conjunto, y a las formas en que esta se encuentra organizada y constituida.

Origen de la sociología
La sociología empieza a ser delimitada como campo del saber hacia mediados del siglo XIX en
los países de Europa occidental, aunque no será hasta las primeras décadas del siglo XX que se
termine efectivamente de constituir como una disciplina científica, reconocida académica y
socialmente como tal. El término sociología fue utilizado por primera vez por el filósofo
positivista francés Auguste Comte (1798 1857), la disciplina registra también entre sus filas a
autores fundadores tan diversos como el conde francés Henri de Saint-Simon (1760 1825), el
pensador político Alexis de Tocqueville (1805 - 1859) o incluso el filósofo positivista inglés
Herbert Spencer (1820 1903)

Para Giddens la sociología es uno de los productos de la capacidad de reflexibilidad de la


modernidad, la reflexibilidad es la capacidad de la modernidad, como cambio epocal, de
pensarse a si misma, de reflexionar sobre sus propias direcciones y consecuencias.

Para la sociología la modernidad y el capitalismo son fenómenos indisociables e


interdependientes uno del otro. todos coinciden en la radicalidad y la velocidad con la que
estos cambios comenzaron a sucederse a partir del surgimiento de esta modernidad, que
caracterizáremos como capitalista.

Uno de los hechos históricos determinantes para la aparición de la sociología ha sido el


proceso de industrialización acelerado de los países de Europa occidental hacia finales del siglo
XVIII, fenómeno social que se conoce generalmente como la revolución industrial. No
obstante, para el Eric Hobsbawm, deberíamos hablar más bien de una evolución
industrial,en realidad se trató de una serie de transformaciones paulatinas pero constantes
en el campo de las relaciones sociales económicas, las técnicas y tecnologías productivas, y la
consolidación del mercado como institución organizativa de la vida social (Hobsbawm, 2003)

Estas transformaciones produjeron efectos hasta ese momento desconocidos por los
habitantes de los pequeños pueblos rurales de la Europa feudal. El crecimiento de las
ciudades, nutrido por las migraciones internas de campesinos hambrientos expulsados de sus
tierras; la aparición de talleres y fábricas capaces de dividir y organizar el trabajo de cientos y
miles de operarios en espacios relativamente reducidos, la proliferación de plagas, pestes y
otros tipos de enfermedades vinculadas a las pésimas condiciones de habitabilidad de estos
nuevos núcleos urbanos y a la contaminación producida por estos centros industriales; la
multiplicación exponencial de las riquezas producidas por las nuevas industrias y la
acumulación de las mismas en pocas manos; la desigualdad social como escenario de las
nuevas sociedades capitalistas de Europa occidental, son algunas de las consecuencias que el
nuevo modo de producción, el capitalismo, va a generar en aquellos países donde se
desarrolle.

En este vertiginoso clima de transformaciones e incertidumbres, la sociología se presentará


como una explicación, y también una propuesta capaz de hacer frente a los desafíos de este
nuevo período histórico, que lejos de agotarse en cuestiones de tipo económico, también
desencadenará un terremoto a nivel institucional y politico. La revolución francesa es un
claro ejemplo de la profundidad de estas transformaciones, capaces estas últimas de re-
articular el sistema de dominación vigente y sentar las bases para la consolidación de una
nueva clase social hegemonica: la burguesía industrial.

El derrocamiento y la ejecución del rey francés Luis XVI representan no sólo el avance de la
burguesía como clase social, sino también la creación de nuevas instituciones sociales capaces
de dar sustento y legitimidad a las formas de organización económica que el capitalismo
estaba produciendo en Europa. En este sentido, la revolución constituirá el puntapié inicial
para la construcción de las naciones y los Estados burgueses en Europa, revolución que no
tardará luego en expandirse por el resto del mundo capitalista.
Efecto más importante de la revolución política en Francia se explica por el pasaje de una
sociedad constituida en torno a un discurso teológico-monárquico a una apoyada sobre los
fundamentos de la soberanía popular y la igualdad formal de los hombres frente a ley. Los
fundamentos sobre los cuales descansaban el poder y la dominación mutarán
significativamente.

Si algo caracteriza a estas transformaciones ocurridas a finales del siglo XVIII y durante todo
el siglo XIX, es su fe ciega en la ciencia como proyecto emancipador de la sociedad la ciencia
debe emancipar a la sociedad del atraso tecnológico y el oscurantismo cultural impuesto por
siglos de dominación eclesiástico/monárquica. El positivismo, como doctrina filosófica moral,
representó la máxima expresión de esta apuesta social al ideal del progreso indefinido
basado en el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Si bien Auguste Comte reservaría en su
teoría positivista de las tres etapas del desarrollo de la humanidad, un lugar destacado para la
filosofía y el pensamiento teológico, sólo lo tendrían en virtud de haber permitido el
surgimiento y la evolución del conocimiento hasta su etapa final y última: el pensamiento
científico-positivo. La sociología es a su vez deudora y de positivismo. Deudora en tanto cree
firmemente en la posibilidad de estudiar las relaciones sociales entre los hombres, y critica
porque anticipa los limites del progreso científico indefinido como idea fuerza de la
modernidad.

Imaginación sociológica
La imaginación sociológica es la promesa de la sociología, y un ofrecimiento para todos y todas
aquellas que decidan acercarse a este tipo de perspectiva de abordaje científico de la realidad
social. Esta imaginación sociológica permite a sus poseedores religar lo individual con lo
colectivo, mediante la utilización esforzada y perseverante del pensamiento crítico reflexivo.
Para esto es necesario que los sociólogos y las sociólogas puedan poner en duda sus propias
creencias y mitos aprendidos, mediante el desarrollo de la curiosidad, la investigación y la
imaginación frente a situaciones problemáticas novedosas y desafiantes.

La imaginación sociológica otorga a sus poseedores tres destrezas fundamentales:

 La capacidad de ver al individuo en su contexto histórico


Para entender nuestra propia existencia individual, es necesario poder contextualizar
nuestras vivencias y experiencias particulares en el entramado de una localización
espaciotemporal determinados. Se trata de historiazar nuestras propias biografías,
así como los límites que estas pueden tener en el marco de una sucesión histórica y
cultural que nos precede y nos condiciona, aunque también nos habilita y nos
posibilita. Esta premisa nos ayuda a comprender que no somos seres aislados y
autosuficientes, sino que dependemos y estamos condicionados en gran medida por
la sociedad, por las relaciones con los otros y otras, en aquellos aspectos que
solemos creer más íntimos y personales.
 La capacidad de ver lo general en lo particular
Este aspecto de la imaginación sociológica está ligado a la posibilidad que confiere
esta perspectiva de problematizar socialmente las inquietudes personales. Dicho a la
inversa, es la habilidad para reconocer el carácter colectivo de muchas de nuestras
frustraciones, amarguras y dramas cotidianos. Dramas que son compartidos por
muchos de nuestros contemporáneos, y que generalmente son el producto de
fenómenos sociales que nos exceden como individuos. Entender las complejas
relaciones entre individuo y sociedad es una capacidad que permite a las personas
 La capacidad de ver lo extraño en lo natural
Quizá sea uno de los logros más grandes de la sociología el poder desnaturalizar la
realidad social dada. Esto tiene que ver con la posibilidad de asombrarse y
extrañarse frente a acontecimientos que la sociedad suele considerar como
normales o naturales. En sociología las causas siempre son relacionales, por lo tanto,
culturales. Desnaturalizar implica develar los orígenes sociales de toda actividad o
pensamiento impuesto como normal y dado. Desnaturalizar es preguntarse por el
porqué de los hechos sociales.

La modernidad como proceso de desanclaje


Las sociedades modernas las relaciones sociales son formas de intercambio entre ausentes,
donde la interacción cara a cara va perdiendo primacía frente a novedosas formas de co-
presencia (o mejor dicho co-ausencias), todas ellas mediatizadas por herramientas
tecnológicas o por complejos dispositivos simbólicos. El desanclaje de las relaciones sociales
respecto a sus entornos locales le da a la modernidad un dinamismo extremo, permite crear
unidades sociales cada vez más amplias, complejas e interdependientes las unas de las otras.
Giddens esta integración de lo local con lo global es posible gracias a dos mecanismos
puntuales:

 Las señales simbólicas: son medios de intercambio que pueden ser pasados de unos a
otros sin consideración por las características de los individuos o grupos que los
manejan en cada coyuntura, es decir sin consideraciones espacio-temporales. El
dinero, por ejemplo, es una forma de señal simbólica que permite intercambiar bienes
y servicios de manera impersonal y desterritorializada, pudiendo incluso aplazar el
intercambio mismo de bienes en el tiempo y el espacio. El dinero virtual quizá sea uno
de los ejemplos más espacio/tiempo, ya que elude todo tipo de control
estatal/territorial, al punto de no depender de ningún tipo de soporte material
(billetes, monedas, bonos, etc..) para garantizar y legitimar su existencia.
 Los sistemas expertos: son sistemas de logros técnicos o de experiencia profesional
que organizan grandes áreas del entorno material y social en el que uno vive. Por
ejemplo, la confianza en profesionales (abogados, ingenieros, médicos). Es decir, fe en
los sistemas de códigos que esos profesionales manejan y yo no entiendo, pero acepto

En tanto pensamiento crítico ayuda a las personas a: (ventajas)

 Desarrollar una forma de conciencia que les permita poner en duda los
conocimientos que tienen sobre ellos mismos y sobre los demás, cuestionando la
validez los pre-juicios y los pre-supuestos naturalizados como verdaderos y
universales.
 Establecer un marco relacional de referencia para evaluar las oportunidades y las
limitaciones de nuestras acciones individuales. En este sentido, nos ayuda a
visibilizar la importancia que juega acción social de los colectivos organizados en la
transformación de los valores y las instituciones sociales y culturales.
 Involucrarse y a participar activamente en la toma de las decisiones públicas.
Como ciudadanos del mundo que somos, la sociología nos alienta ser sujetos
lúcidos, bien informados y comprometidos con problemáticas de nuestro tiempo.
 Reconocer y valorar positivamente las diferencias y la diversidad cultural presente
en nuestras sociedades, respetando las distintas formas de creencias y expresiones
y comprendiendo las complejidades propias de un mundo plural atravesado por
distintos tipos de desigualdades e injusticias.

la imaginación sociológica también permite a los sujetos reconocer algunos de los


problemas, limitaciones y desafíos teóricos con los que la disciplina se enfrenta
constantemente: (desventajas)

 Aceptar que la sociología estudia un mundo que se encuentra en permanente


cambio y transformación. Esto implica advertir el carácter limitado de toda
investigación social, y la necesidad de innovar de manera permanente nuestras
metodologías y marcos conceptuales en función de los cambios que se van
sucediendo. La dinámica de las sociedades modernas exige a la sociología una
constante renovación y revisión de sus propios postulados y principios.
 Reconocer que los sociólogos forman parte de sus propios objetos de estudio. Esta
dificultad, propia de las ciencias sociales, está relacionada con el problema de la
subjetividad del investigador y como esta puede influir en los procedimientos y los
resultados de la investigación. Si bien hoy sabemos que es imposible, aunque también
no deseable, concebir un grado cero de subjetividad en cualquier investigación, lo
cierto es que si se puede acceder a importantes niveles de distancia metodológica
honestidad intelectual en la elaboración de las hipótesis y las teorías sociales.
 Saber que el conocimiento producido por la sociología no queda almacenado en los
estantes de las bibliotecas y las universidades. Es decir, los hombres y mujeres que no
son especialistas en sociología suelen conocer, aunque vagamente, el significado y
las apreciaciones que la disciplina realiza. En este sentido, la publicidad y la difusión
de las investigaciones sociales no Sólo son aprendidas por la sociedad en general, sino
que también producen efectos y tienen consecuencias en ella. Por lo tanto, los
sociólogos deben manejar con mucha cautela y responsabilidad los resultados y
conclusiones de investigación.

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