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LAS REGALIAS Y EL DESARROLLO DE LA MINERÍA EN EL PERÚ

I. ANTECEDENTES

El importante desarrollo de la actividad minera en el Perú, en los últimos


años, sumado a una coyuntura muy favorable de precios de los recursos
mineros ha motivado el surgimiento de propuestas orientadas a lograr que
el Estado obtenga una mayor participación de los beneficios de la
explotación minera. A ello ha contribuido también la creciente necesidad
de recursos fiscales para atender demandas postergadas de la población,
cuya insatisfacción es una fuente permanente de inestabilidad política.

En este marco, la recientemente aprobada Ley de Regalías Mineras ha


sido la respuesta del Congreso para lograr este objetivo, lo cual sin
embargo ha generado un gran debate por la oposición del sector
empresarial, especialmente minero, a lo que se considera como un
atentado en contra de la inversión privada y un desaliento al desarrollo de
la actividad minera.

El debate sobre este asunto reviste particular interés porque el sector


minero se ha convertido en los últimos años en el motor del crecimiento
de la economía peruana, por su aporte mayoritario a los ingresos de
exportación que son vitales para la expansión de la actividad económica
nacional. En este sentido, la posibilidad de que la aplicación de regalías al
sector minero desacelere la expansión de este sector pone en riesgo la
continuidad de la expansión económica que se aprecia en el conjunto de
la economía, y que además de ser positiva en sí misma, ha sido un factor
de freno a la inestabilidad política que ha caracterizado a nuestro país en
los años recientes.

Cabe precisar que los especialistas coinciden en que las regalías


constituyen un tipo de carga fiscal muy extendido en todo el mundo 1,
principalmente por su simplicidad y porque aseguran un ingreso inmediato
apenas empieza la producción. Sin embargo, también se señala que en el
siglo pasado ha habido una tendencia a poner menos énfasis en las
regalías y a apoyarse en impuestos basados en las utilidades, en unos
casos se han eliminado completamente las regalías mientras que en otros
se ha reducido su importancia 2. Entre los países en vías de desarrollo que
aplican regalías mineras puede mencionarse a Argentina, Bolivia, Burkina,
Brasil, Faso, China, Ghana, Indonesia, Costa de Marfil, Kasakhstan,
Filipinas, Polonia, Tanzania y Uzbekistan3.
1
Baunsgaard, T. (2001: p. 10) A Primer on Mineral Taxation IMF Working Paper WP/01/139. Fondo
Monetario Internacional; Sarma J. &Narres G. (2001: p. 9) Mineral Taxation Around the World: Trends and
Issues. Asia-Pacific Tax Bulletin. Enero
2
Otto J. (2000: p. 6) Mining Taxation in Developing Countries. UNCTAD, Noviembre
3
Otto J. (2000) Mining Taxation in Developing Countries. UNCTAD, Noviembre
II. RACIONALIDAD ECONÓMICA

La aplicación de regalías mineras se justifica por la existencia de


beneficios extraordinarios (renta económica) en la extracción de recursos
agotables como los minerales. La renta económica se define como la
diferencia entre el precio de mercado de una mercancía y el costo de
oportunidad implicado para proveer dicha mercancía. En este contexto,
para que la aplicación de regalías no afecte negativamente las decisiones
de inversión en el sector minero, su nivel debería ser de una magnitud tal
que sólo capte para el Estado como máximo la antedicha renta
económica4. Cabe precisar que dentro del costo de oportunidad o costo
económico de proveer la mercancía se incluye el costo de oportunidad del
capital provisto por el inversionista minero. En otras palabras, aún si el
Estado captura la totalidad de la renta económica los inversionistas
obtendrán el retorno requerido para justificar la decisión de invertir en la
explotación del recurso.

En el caso de Chile se ha producido un debate respecto de si las regalías


son o no un impuesto. Así, Orlando Caputo, Director del CETES de Chile,
sostiene que la regalía no es un impuesto, y que su no aplicación en Chile
distorsiona el mercado mundial de cobre al generar ganancias excesivas
en las empresas que llevan a la sobreproducción en Chile y la caída de
los precios internacionales del cobre 5. Caputo incluso cita un texto de
Ricardo de manera incompleta: “Las minas, como la tierra, pagan
generalmente una renta a su propietario”. Pero el texto continúa
señalando lo siguiente: “y dicha renta, como la renta de la tierra, es el
efecto y nunca la causa del alto valor de su producto”. En otras palabras,
la renta ricardiana se produce debido a que el incremento de precios
permite la entrada en producción de minas menos “fértiles”. Por tanto, la
idea de que el no cobro de las regalías llevaría a una sobreproducción de
cobre parece poco congruente con el concepto de renta diferencial
ricardiano.

En la misma línea de Caputo, el profesor de la Universidad del Pacífico


Jurgen Schuldt, frente al argumento de que las regalías son un impuesto
discriminatorio a la minería, sostiene por el contrario que al ser las
regalías un cargo sobre la renta minera, su no aplicación distorsiona los
precios relativos con la consecuente asignación ineficiente de los
recursos6, representada por una inversión excesiva en el sector minero.
Este argumento, sin embargo, sólo podría ser aplicable al no cobro de la
renta de explotación, concepto que se define en el siguiente párrafo, pero
4
Baunsgaard (cit. p. 5)
5
Caputo O. La Renta Minera -Royalty- en la Ciencia Económica y la Distorsión del Mercado Mundial del
Cobre. Primera Parte. http://www.areaminera.com/Contenidos/Opinion/46.act
6
Actualidad Económica Junio 2004
no al concepto de renta diferencial. En efecto, sólo en el primer caso se
produciría una asignación ineficiente de los recursos, debido a que en tal
caso habría un costo económico por el factor recursos naturales, que no
estaría siendo retribuido. Esto también abonaría a favor del argumento de
Caputo de que al no cobrarse la renta minera en Chile se produciría un
exceso de oferta de cobre y por tanto la baja de los precios. Empero,
tanto Caputo como Schuldt, pretenden sostener que la mera existencia de
renta y específicamente la renta diferencial, ocasionaría distorsiones en la
asignación de recursos, lo cual es discutible. Aún en un mercado
competitivo, es posible que algunas empresas obtengan rentas
diferenciales, ya que no necesariamente en estos mercados todos los
productores operan con los mismos costos, lo cual suele dar origen a la
existencia de un excedente del productor. Éste se define como la
diferencia entre el precio al que los productores estarían dispuestos a
ofertar su producto (que depende de su costo marginal) en el mercado y
el precio que efectivamente rige en ese mercado. La existencia de un
excedente del productor implica que algunos productores pueden obtener
rentas de tipo ricardiano (diferenciales) o también por su mejor tecnología.
Y en este contexto, la presencia de rentas no implica que la asignación de
recursos sea ineficiente.

Schuldt distingue dos fuentes de la renta minera: a) una renta de


explotación correspondiente al pago por el mineral extraído (capital
natural) que es propiedad del Estado, y b) una renta diferencial de tipo
ricardiano que proviene del hecho que la mina marginal es menos
productiva que la anterior. En el primer caso, se trata de un capital natural
que al ser extraído disminuye el valor económico de los activos
ambientales y que impide su explotación por las generaciones futuras. Por
un criterio de equidad intergeneracional esta renta debería ser invertida y
no consumida, de manera que los beneficios sean disfrutados tanto por
las generaciones presentes como por las futuras. Aunque se presume que
el Estado podría representar el interés de las generaciones futuras, y por
tanto puede argumentarse que éste debería ser el recaudador de la renta
de explotación, ello es incierto. En todo caso, lo importante es que esta
renta se invierta y, en principio, no sería particularmente relevante si quien
lo hace es el Estado o el sector privado. En el segundo caso, por tratarse
de una renta diferencial, no debería aplicarse de manera uniforme, y
cualquier exceso implicaría obstaculizar el desarrollo de una actividad
económica muy importante para el desarrollo nacional. Incluso, del
concepto de renta diferencial ricardiano se desprende que la mina
marginal debería ser exenta completamente de la aplicación de las
regalías. Esto conlleva dificultades prácticas para calcular el nivel de la
regalía que debería aplicarse a cada proyecto minero, en particular si,
como ocurre en la práctica, la determinación del monto de la renta minera
enfrenta problemas de asimetría de información.
En este contexto, debe tenerse en cuenta que actualmente las
comunidades locales ejercen una fuerte presión sobre las empresas
mineras buscando compartir los beneficios de esta actividad, incluso más
allá de lo establecido por la normativa del canon minero. En este sentido,
la ausencia de una presencia fuerte del Estado en el interior del país y su
incapacidad de atender las demandas sociales de la población ha
derivado en que estas demandas se reorienten a las empresas mineras,
las cuales han respondido contribuyendo de diversa manera al desarrollo
de proyectos locales. A pesar de ello, se han producido diversos conflictos
entre las empresas y las comunidades locales, los cuales han tendido a
incrementar los costos de la actividad minera. Ésta presión adicional
sobre las ganancias de la minería, por parte de las comunidades locales,
no debería ser ignorada al momento de determinar el nivel de las regalías
a aplicarse en el Perú.

Por otra parte, también es importante reconocer que más allá del debate
sobre si las regalías son o no un impuesto, el efecto económico de éstas
es similar al de un impuesto, en tanto las regalías disminuyen los
beneficios esperados de las empresas, razón por la cual en la práctica
pueden afectar negativamente las decisiones de exploración e inversión.
Este problema es particularmente importante cuando, como en la ley
peruana, las regalías se aplican a las ventas de minerales y no a las
utilidades. Más aún, en vista de que la coyuntura de precios altos es
transitoria por definición, la aplicación permanente de regalías podría
afectar la perspectiva de largo plazo de este negocio. En consecuencia,
es particularmente importante que el nivel de las regalías tenga en cuenta
una referencia del nivel de competitividad del país como receptor de
inversiones extranjeras para la minería, el cual inevitablemente será
afectado por las regalías. En este sentido, una aplicación incorrecta de las
regalías, o un nivel demasiado alto, podría tener un efecto opuesto al
esperado. Es decir que si se produjera una retracción de las inversiones
mineras, el resultado neto de la aplicación de regalías podría ser no un
aumento sino una disminución de los ingresos fiscales provenientes de la
actividad minera.

Sin embargo, la definición de las regalías como un impuesto o como un


derecho sobre la renta minera puede tener implicancias legales. Schuldt
sostiene que “si el Estado es el dueño de los recursos mineros (Art. 66°
de la Constitución) tiene todo el derecho de cobrar un determinado
emolumento, derecho o regalía (royalty), al margen de los impuestos que
pueda acotar sobre las utilidades de la empresa que explota esos
recursos no renovables”. En esta línea, en el país reconocidos
constitucionalistas afirmaron que “las regalías no son tributos, sino una
obligación económica y que no guardan carácter inconstitucional”
Cabe destacar que la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo se ha
pronunciado claramente en contra de la aplicación de regalías mineras
sosteniendo diversos argumentos;

1. La aplicación de regalías es inconstitucional, por ser discriminatoria y


podría devenir en confiscatoria, al pretenderse imponer un gravamen
que afecta porcentualmente el valor bruto, real o presunto de los
minerales extraídos, viene a constituirse en un impuesto ad valorem
que se impone sobre la producción y no sobre las utilidades,
impuesto “ciego”, que al no tomar en cuenta los márgenes entre
costos y precios posibles de obtener en el mercado, se convierte en
confiscatorio.

2. Las regalías deteriorarán la competitividad del sector minero


peruano, con lo cual se estaría promoviendo que las nuevas
inversiones se dirijan a otros países cuyos esquemas tributarios sean
más atractivos, como por ejemplo Chile, etc. No es suficiente para
nuestro país el contar con una geología atractiva, ya que otras
naciones también la tienen y compiten con nosotros para atraer
inversiones mineras a sus territorios. Para desarrollar nuevos
proyectos, en el mundo existe un monto limitado de fondos de
inversión, que naturalmente acudirán a los países que ofrezcan
mayores ventajas en conjunto.

3. La aplicación de las regalías significaría un cambio en las reglas de


juego que influiría negativamente en la percepción del inversionista y
deteriora el riesgo país, pero sin mayor efecto de recaudación real,
debido a la critica situación de algunas empresas y la estabilidad
jurídica de otras.

4. Los principales países mineros en el mundo, con los que


competimos por inversiones, no cuentan con regalías y aquellos que
las tienen no han logrado desarrollar su industria minera.

5. La comparación entre las diferentes legislaciones no puede ser


tomada a la ligera, ya que para apelar al ejemplo de otros países, es
necesario realizar una comparación global entre los sistemas
tributarios completos de cada país. Así por ejemplo, Argentina
contempla una regalía facultativa para cada provincia y con un tope
del 3%, pero a la vez garantiza la estabilidad del régimen tributario
normal hasta 30 años. Por su lado, Bolivia tiene diversas regalías,
pero su monto se acredita contar el impuesto a la renta, de modo
que el titular de al actividad minera paga únicamente la cantidad que
resulte más alta. Asimismo, no cuenta cargos por “participación de
utilidades de 8% para los trabajadores”.
6. La aplicación de una regalía implicaría restar reservas mineras al
país. En una muestra efectuada por nuestra institución dependiendo
del tipo de yacimiento mineral y el sistema de operación de la mina,
vale decir, a tajo abierto o subterránea, por efecto de esta pretendida
medida impositiva, la pérdida de reservas varía entre 4% a 27%

7. La obligación del volumen de reservas, obliga a minimizar el tamaño


de los proyectos y su inversión, con lo cual no solo se restan
oportunidades de empleo y compras locales, sino en general se
pierde la posibilidad de mayoras ingresos para el país y las
Regiones.

8. La rentabilidad (tasa de Retorno) de la inversión por efecto de las


regalías, se verá reducida, con lo cual diversos proyectos serán
descartados. Según el estudio del Profesor James Otto,”Position of
the Peruvian Taxation System as Compared to Mining Taxation
Systems in Other Nations”, demuestra que la tasa interna de retorno
para invertir en un proyecto cuprífero en el Perú es del orden del
11.7%, la cual de por sí es bastante baja si tomamos en cuenta por
ejemplo, que en Chile es de 15%, Argentina de 13,9%, Zimbabwe
de13,5% etc. En cambio, de aplicarse una regalía significará que
dicha Tasa de Retorno sea de tan sólo 10,3%, cuando la tasa
mínima esperada por un inversionista es de cuando menos 11,5%

9. La imposición de regalías tendrá un impacto inmediato en el valor de


las acciones mineras, y por ende el Sistema privado de Pensiones
que afilia a más de tres millones de ciudadanos, que por este efecto
podría verse afectado.

10. Por efecto de las regalías, la participación en las utilidades de los


trabajadores de las empresas mineras se verá reducida,
calculándose entre un 20% a 30% el porcentaje que de menos
podrían recibir

Algunas señales del cambio de disposición de los inversionistas se


muestran en las declaraciones que los distintos medios de comunicación
recogen de diversos inversionistas mineros. Así, por ejemplo, algunas
empresas interesadas en el proyecto Las Bambas manifestaron su
decisión de retirarse. Según Reuters (08-06-2004), Barrick Gold dijo que
no estaba interesada en ofertar por el proyecto Las Bambas, aunque
precisó que esta decisión tenía otras motivaciones, el representante de la
empresa dijo que “desde una perspectiva de la industria estoy seguro que
otros no estarán tan interesados debido a la propuesta de las regalías”.
Asimismo, manifestó: “Creo que es justo y preciso que la industria minera
esté desilusionada con la discusión de la propuesta de las regalías”. Por
otra parte, Southern Copper Corp. perteneciente a Grupo México, dijo
(Reuters 06.07.2004) que se retiraría de persistir el gobierno con las
regalías, debido a los costos que éstas le significarían (US$20 millones al
año), lo cual los obligaría a retirar inversiones por US$ 900 millones.

Por otra parte, Reuters (25.06.2004) informó que Julian Bavin, director de
Rio Tinto manifestó su decisión de retirarse del proyecto Las Bambas,
afirmando que ello no sólo es debido a las regalías sino por razones de
prioridad en las decisiones de inversión. La decisión de salida de Río
Tinto fue seguida por Peñoles de México y por la compañía minera
Sudafricana Anglo América Plc. Por su parte, Noranda de Canadá dijo
(Reuters 06.07.2004) que tendría que pensar cuidadosamente antes de
seguir adelante con el proyecto.

III. MODALIDADES DE APLICACIÓN

Existen diversas modalidades de aplicación de las regalías 7:

a) Regalía Bruta 1, cuando se determina con referencia al volumen de


producción. Un ejemplo de este caso es el de Indonesia donde en un
contrato para la producción de oro se paga una regalía de US$ 225
por kg cuando la producción anual es menor que 2000 kg, y US$ 235
cuando la producción excede esa cantidad.

b) Regalía Bruta 2, cuando se determina con referencia a los ingresos


brutos. Este tipo de regalías se aplican en Guyana y Brasil.

c) Retorno Neto del Fundidor (NSR), cuando la regalía se expresa


como un porcentaje del NSR de la empresa. En Argentina existe un
caso de este tipo de regalías.

d) Interés en las Utilidades Netas (NPI), cuando la regalía se calcula


como un porcentaje de la utilidad neta. Ejemplos pueden encontrarse
en algunas provincias canadienses.

En algunos casos se aplican sistemas híbridos, por ejemplo en New


Brunswick, Canadá, se aplica 2% sobre NSR ó 16% sobre la utilidad neta,
el que sea mayor.

Cuando se aplica regalías NPI hay menos certeza de obtener un ingreso


para el gobierno, porque las utilidades son menos predecibles. Por tal
razón el gobierno en este caso suele buscar una tasa más elevada para
cubrir el riesgo. Lo contrario ocurre con las regalías brutas, porque en tal
caso hay un menor riesgo debido a que los costos no afectan la base
sobre la cual se calculan las regalías. Cuando se opta por esta modalidad,

7
Price Waterhouse Coopers (1998). Comparative Mining Tax Regimes
el gobierno suele aceptar una tasa menor para la regalía. Las regalías
NSR se encuentran en un punto intermedio de riesgo y nivel entre las
brutas y la NPI.

Las regalías tienen en general un menor efecto desalentador sobre los


proyectos en curso, pero tienen un efecto distorsionante en la medida que
elevan los costos unitarios de extracción y por ello tienden a reducir el
ritmo y extensión de la extracción (el efecto “high grading”). Esto tiene el
resultado de que algunos depósitos no son extraídos, no obstante que su
precio excede el costo social de extraerlos. Para evitar este tipo de efecto
se sugiere aplicar los royalties en una escala decreciente, llegando en un
extremo a desaparecer completamente luego de un número de años. 8

La ley sobre regalías, aprobada por el Congreso y promulgada por el


Ejecutivo, establece las regalías mineras definidas como una
contraprestación económica, aplicando tasas que van en el orden del 1%,
2% y 3% sobre el valor del concentrado ó su equivalente al valor del
mercado. La mencionada ley establece que en el primer rango están
comprendidas las empresas mineras cuyo valor anual de ventas es de
hasta US$ 60 millones. En el segundo tramo se encuentran las empresas
con valor de concentrado de minerales por encima de los US$ 60 millones
hasta los US$ 120 millones. Por último, aquellas que superen este último
importe pagarán una regalía de 3%. Quedan excluidas del pago los
pequeños productores mineros y los artesanales.
La principal desventaja de la modalidad establecida para las regalías es la
penalización del crecimiento de la empresa, por cuanto a mayor volumen
de producción se verá afectada por una escala más alta de regalía, lo que
en la práctica constituye un desincentivo al crecimiento y aumento de
inversiones por parte de las unidades empresariales mineras. De este
modo, el aumento de inversiones para el crecimiento de las operaciones
de una empresa sería penalizado con una tasa mayor para la aplicación
de regalías.

De otro lado, la aplicación de regalías sobre el “valor del concentrado”


puede no ocasionar problemas a las empresas en una circunstancia como
la actual en que los precios de los minerales se encuentran en una
coyuntura de precios altos. Sin embargo, la situación podría ser
marcadamente distinta en una coyuntura de precios bajos. En tal sentido,
la medida resulta ciega a las variaciones de precios y podría ocurrir que
las empresas tengan que pagar las regalías aún cuando la baja de
precios les impida lograr los ingresos necesarios para cubrir el total de
sus costos, entre los cuales se incluye a las mismas regalías.

8
Sarma y Narres (cit: p. 9)
Una ventaja a tener en cuenta es que la ley ha establecido que el pago de
la regalía sea considera como costo, de tal manera que dicho importe
genera un escudo fiscal frente al impuesto a la renta, con lo cual el pago
de impuestos por la empresa sería menor. A este respecto Campodónico
afirma que siendo una contraprestación por el uso de un recurso agotable
y no renovable, que es vigente en muchos países, los porcentajes
establecidos en la ley no son exagerados, por cuanto las tasas reales a
pagarse, considerando que se deducen del impuesto a la renta, son 0,68,
1,36 y 2,04%, respectivamente por ventas de 0 a US$ 60 millones, de
US$ 60 a 120 millones y más de US$ 120 millones. Campodónico
sustenta su opinión señalando que esta medida es un cambio necesario
para que las ganancias empresariales “chorreen” a la población, lo que,
de no hacerse, llevaría a que continúe el descontento social que causan
la pobreza, el desempleo y la desigualdad económica.

Por otra parte, los defensores de las regalías sostienen que en la fase
inicial de los proyectos las empresas se encuentran en proceso de
recuperar sus inversiones, por lo cual no tienen ganancias contables y por
tanto no pagan impuesto a la renta. En este caso, y dado que el Canon
minero es un 50% de la recaudación por el impuesto a la renta que pagan
las empresas mineras, la no aplicación de regalías implicaría que las
regiones donde se explota el mineral no tendrían ingresos por estas
actividades. Éste es el caso del proyecto Antamina, que está exonerado
de pagar impuesto a la renta mientras no recupere su inversión de
US$2,250 millones (y tiene 8 años para hacerlo).

Una consideración favorable de la ley es la inafectación a las pequeñas


unidades productoras, ello alienta la creación y establecimiento de los
pequeños productores y de los artesanales mineros

Si bien el Ejecutivo promulgó la norma aprobada por el Congreso, ha


propuesto su modificación de tal forma que, manteniendo los rangos
aprobados por el Legislativo, estos se relacionen con los precios del
mercado internacional. Asimismo, se ha propuesto establecer un “piso”
para la aplicación de regalías, tomando como referencia los últimos 20
años y el promedio de las diez cotizaciones más bajas, de tal forma que
debajo de dicho piso “la regalía sería cero”. La Ley 28323 recientemente
aprobada por el Congreso y promulgada por el Ejecutivo establece que
los proyectos que hubieren pactado regalía minera antes de esta ley se
rigen por sus respectivos contratos. De este modo se evita la aplicación
de doble regalía. Asimismo, la modificación establece que los proyectos
en proceso de licitación que cuenten con bases aprobadas antes de la
vigencia de dicha modificación, como son los casos de Las Bambas y
Bayóvar, se regirán por lo establecido en las respectivas bases. Lo
referente al establecimiento de un “piso” debajo del cual no se apliquen
las regalías se mantiene como una propuesta no aprobada por el
Congreso.
IV. ALGUNAS CONSIDERACIONES PARA LA APLICACIÓN DE
REGALÍAS MINERAS EN EL PERÚ

En vista de la importancia de las regalías mineras para el nivel de


competitividad del país como receptor de inversiones mineras, sería
recomendable considerar la posibilidad de aplicar un sistema híbrido con
una baja tasa de regalía bruta y una tasa mayor de regalía sobre las
utilidades netas, como es el caso en New Brunswick, Canadá. De este
modo se reduciría el efecto desfavorable de aplicar una tasa bruta alta
cuando por los bajos precios de los minerales u otra coyuntura, las
empresas no generen utilidades o éstas sean muy bajas. Esta opción, al
mismo tiempo permitiría que el gobierno obtenga un ingreso de un nivel
adecuado, aún cuando las utilidades sean bajas o inexistentes. Una
limitación para este tipo de aplicación podría provenir del marco jurídico.

Asimismo, sería conveniente incluir esquemas de regalías de nivel


decreciente en el tiempo a fin de evitar una explotación económicamente
ineficiente de las minas, que deje sin extraer los minerales de menor ley.

Es importante también que se excluya la aplicación de regalías cuándo


éstas han sido ya incorporadas en los contratos de concesión mineros,
como es el caso del Proyecto Las Bambas.

En la medida que el nivel de las regalías tiene un impacto considerable


sobre la rentabilidad de las inversiones mineras, debería reevaluarse los
niveles que se han establecido en la legislación recientemente aprobada,
con el fin de asegurar que no se afecte negativamente la competitividad
del país como receptor de inversiones mineras. A este respecto cabe
anotar que, como señala Campodónico en el diario La República, las
tasas reales a pagarse disminuyen por su efecto sobre el impuesto a la
renta el cual disminuye como consecuencia de aplicar las regalías 9.

V. COMENTARIOS FINALES

El tema de la aplicación de regalías mineras en el Perú, al igual que en


Chile, se ha convertido en un asunto de naturaleza política sobre el cual
existe actualmente una aguda controversia. Si bien es legítimo que el
Estado pueda cobrar una regalía sobre la extracción de recursos que son
de su propiedad, no puede ignorarse que la aplicación de regalías afecta
las decisiones de inversión del capital nacional y extranjero. En este
sentido, es crucial que la definición de la modalidad y nivel de las regalías
se haga con criterios estrictamente técnicos, y con la necesaria

9
Campodónico H. Diario La República
flexibilidad, que tengan en cuenta la diversidad de rentabilidad de los
proyectos mineros, y la imperiosa necesidad de no desalentar la inversión
en este sector, que actualmente es el motor de nuestro crecimiento
económico.

Si bien recientemente se ha aprobado una modificación a la ley de


regalías que la mejora en algunos aspectos, se mantiene la controversia
entre el Legislativo y el Ejecutivo sobre diversos temas. De este modo, la
indefinición sobre la modalidad definitiva que se aplicará para el pago de
las regalías viene generando desde ya un impacto negativo sobre la
inversión minera. En tal sentido, sería recomendable que se adopte una
decisión definitiva en el más breve plazo, puesto que mientras mayor
duración tenga la controversia entre los poderes Legislativo y Ejecutivo,
más negativo será el efecto sobre las decisiones de inversión minera.

Agosto2004

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