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El mercado internacional del petróleo, representa uno de los lugares con mayor

convergencia comercial como también económicamente en todo el mundo. Motivo por el


cual las grandes potencias nacionales, miden su impacto e influencia en la economía global;
mediante la producción y comercialización del petróleo. Colombia es un participante activo
en este mercado, por medio de ECOPETROL S.A.
Gracias a que sus operaciones y resultados, reflejan excelentes resultados en las cuentas
fiscales de la nación. Aquí se pretende analizar las estrategias competitivas del mercado
petrolero aplicadas desde la teoría de EQUILIBRIO DE NASH. Se pretende describir los
métodos recurren muchas de las empresas metidas en este gremio para competir en el
mercado internacional del petróleo, alrededor del 2013 hasta 2018.
Entre las estrategias tenemos la de retribuir a los accionistas de manera positiva, aunque
signifique no tener autorización por parte del mercado global, se propusieron estrategias lo
que fuera necesario para no dejar de generar utilidades, y así mantenerse fuerte en el
mercado internacional.
¿Cuál será el camino de la industria del petróleo? ¿La caída de los precio es un asunto
coyuntural o estructural? Desde un análisis de la competitividad de la industria, se piensa
que los precios del petróleo se mantendrán a menos de 50 dólares el barril por un largo
tiempo. Por tal motivo, se verán en sus niveles medios de rentabilidad que se requiere de
una serie de ajustes de corto plazo.

Por tal razón es en donde entra en práctica LA TEORIA DE LOS JUEGOS; con EL
EQUILIBRIO DE NASH, en el cual se busca un beneficio tal que no sea necesario
afrontar cuestiones significativas como lo es arriesgar producción, calidad, trabajo, etc.; que
explica esta afirmación es la siguiente: la oferta en la industria de exploración y producción
de petróleo se ha visto amenazada por la aparición de nuevos métodos de la estructura
productiva de la industria, como por ejemplo el fracking; tecnología que genera fuentes no
convencionales para la extracción del petróleo y gas. El impacto en la industria es muy
grande porque surgen fuentes alternativas de crudo que impulsan una mayor oferta y, ante
una baja demanda mundial, especialmente en China; el precio se mantendrá en una
tendencia hacia la baja.

Este fenómeno se conoce como las amenazas de una industria por la aparición de un
sustituto. Y esto es un producto que cubre las mismas necesidades solo que en forma
distinta y el efecto que generan los sustitutos en el ambiente competitivo es la disminución
de la rentabilidad de la industria. Recordemos un ejemplo que se vio anteriormente pero
esta vez en la industria de telefonía pues en la década de los 80 y 90 contaba con unos altos
niveles de rentabilidad. Aunque tiempos después, con la aparición del teléfono celular
como SUSTITUTO, la rentabilidad cayó de una manera dramática. Por tal motivo,
el fracking actuaría como un sustituto aunque existen otras alternativas en la extracción de
crudo y también otras fuente de energía que desequilibra la ecuación oferta, demanda y
precio. Por este motivo, quienes participan de la industria del petróleo optan por prepararse
haciendo sus estimaciones basándose en datos, ejercicios, formulas y otros en la intuición
de un mercado en constante cambio; para actuar en una industria que cambió
profundamente debido a una disrupción tecnológica que generó unas fuentes no
convencionales de producción de petróleo y, especialmente, deben aprender a trabajar con
menores rentabilidades.

Por su parte las compañías operadoras que participan de la exploración y producción de


petróleo deben ajustarse a una diferente realidad competitiva en donde deben gestionar
empresas con unos menores márgenes, lo que significa primar sobre un crecimiento de la
productividad laboral, los salarios deberán igualarse gradualmente con los de otras
industrias con rentabilidades medias, las empresas deberán aumentar sus ahorros y
eficiencias en costos para poder mantenerse en unos adecuados niveles de inversión y
crecimiento.

El mayor aprendizaje para la industria del petróleo consiste en cómo lograr una inteligente
adaptación a las nuevas condiciones competitivas que, no parecen ser un asunto coyuntural
sino un escenario de largo plazo. Por consiguiente, las operadoras no pueden perder el foco
y dejar de explorar por razones de rentabilidad. Al contrario, debe reducir costos y asegurar
la exploración que es lo que otorga viabilidad al negocio en el largo plazo.

La estrategia surge de la adaptación a las nuevas condiciones del entorno y de la industria


y, el deber de las empresas es lograrlo con creatividad y liderazgo a este desafío. El peor
escenario es esperar a que el precio reaccione positivamente en simultaneo en que las
empresas pierden competitividad y las capacidades que aseguran la sostenibilidad y su
crecimiento, aquí es donde el EQUILIBRIO DE NASH se haría, pues aquellas empresas
que no pueden durar gracias a estas estrategias es debido a que muchos de sus competidores
así lo hicieron debido a que primero investigaron el mercado, y vieron un agujero en el cual
se pueden beneficiar, primando el bien propio. En esta crisis de la industria hay que apostar
más por la ADAPTACIÓN y la COMPETITIVIDAD y menos por la predicción. El
miedo a la adaptación es tomar las decisiones de corto plazo las cuales consiste en recortar
el personal. Muy por el contrario, la industria debe valorar las capacidades de las personas
y buscar alternativas con nuevas reglas de juego.

La gran parte de las personas identifican el petróleo y la gasolina así como el gasóleo, que
más afectan a la vida cotidiana, como unos productos imprescindibles; que diariamente ven
alterados sus precios de forma seria e inesperada. La subida del crudo y sus subproductos se
relaciona con menos de crecimiento, menos empleo, mayor inflación. Además, de
transferencias de renta hacia otros países, pérdida de competitividad de las exportaciones,
desequilibrios en la balanza, y un montón de males económicos para los ciudadanos de los
países consumidores.

Algunos meses después, el crudo cuyo precio se había disparado comienza a bajar, los
productos también bajan, y otros asuntos sustituyen en los medios de comunicación a las
reuniones de la OPEP, a sus acuerdos para limitar la producción, al precio del crudo
Brent en el mercado de Londres, a los precios de las gasolinas, a las protestas de los
sectores consumidores de gasóleo, a las discusiones sobre si deben bajar los impuestos
que gravan los productos petrolíferos, a los informes de los organismos económicos
alertando de diferentes peligros, e incluso a las amenazas de los gobiernos hacia las
compañías petroleras.

Esto sucede desde 1973, con la guerra del Yon Kippour, en 1979 con el tema político de
Irán, en 1989 con las tensiones sobre la invasión de Kuwait. La última vez a partir de
febrero de 1999 y durante los once primeros meses de 2000, debido, a las limitaciones de
producción de la OPEP. Superado el ciclo y después de todos estos procesos en las alzas,
sobreviene una etapa de precios bajos. Lo mismo pasa ahora. ¿Qué pasa y qué
implicaciones tiene esto para el futuro? Parece que los precios del petróleo están
determinados más por las leyes del mercado que por singulares movimientos pendulares.

Cabe recordar que la recuperación de las economías asiáticas con crecimientos


espectaculares del 8% en China, en Corea, Malasia y Singapur, y muy altos en India y
Taiwán. Así como la positiva evolución de Estados Unidos y Europa con altas tasas de
actividad económica en ambas áreas, sin dejar a un lado la desaceleración de Estados
Unidos en el tercer y cuarto trimestre de ese mismo año.

Ahora miremos por el lado de la oferta, ha sido pedante la influencia de las decisiones de
los países productores, refiriéndonos en la onda de la OPEP, en miras a un ajuste a la
baja de la producción de tal forma que nunca hubiera crudo sobrante en el mercado.
Tanto asi que se ha requerido que los niveles de almacenamiento de productos en los
países consumidores desciendan continuamente en comparación del alto coste de
reposición, lo que se ha transformado en un elemento de encarecimiento. Esta situación de
presión de los stocks se ha mantenido hasta diciembre de 2000, mes en el que ha
cambiado la tendencia.

Factores de oferta y demanda, se consideran los básicos del mercado de crudo y


productos, se superponen otros y añaden inestabilidad. Los movimientos especulativos
sobre los mercados financieros de petróleo y derivados y los cambios en la paridad del
dólar. Pero el panorama no es completo sin incluir el estricto de las especificaciones de
los productos por razones medioambientales, el incremento en el coste del transporte
marítimo y la evolución del margen de refino. Durante los últimos años, el consumo del
oro negro se ha incrementado moderadamente. Por tal motivo que la OPEP viene
ajustando sus tasas de producción de forma bastante eficaz. En concordancia la OCDE
disminuye los stocks, de 60 a 50 días en abril de 1999 a finales de 2000. Simultáneamente
se producen movimientos especulativos en los mercados financieros de transacciones de
crudo y productos, que han impuesto un aumento de dos y tres dólares por barril.
El costo en el transporte marítimo ha sido del 100%, y el recambio de buques nuevos y
de doble casco, más seguros pero más caros, ha aumentado de día en día.

Por otro lado; los márgenes de refino se han situado en el 2000, en los más altos en
comparación a los últimos diez años. Las modificaciones en el contenido de azufres y
aromáticos de gasolinas y gasóleos han exigido reducciones, lo que conlleva una vez más
al EQUILIBRIO DE NASH, en donde traduce en una restricción para el movimiento de
productos, ya que no todas las refinerías de otras zonas geográficas estaban en disposición
de facilitar las calidades que demandan los países importadores. Desde luego, aunque con
frecuencia ni lo notemos, la calidad medioambiental tiene un precio, y si encontramos
en una teoría, un hoyo que nos facilite las cosas. En la Unión Europea, entre 1980 y el año
2000, el contenido en azufre de los gasóleos ha pasado del 0,5% al 0,035%, por encima de
diez veces menos, lo que supone encarecimientos notables en el proceso productivo que
es necesario pagar mayores precios.

Las cifras de crecimiento del precio del crudo, desde los 13 dólares medios por barril de
Brent en 1998 hasta los 35 en el 2000, resumen la evolución alcista del período.
Además, las cotizaciones se han desarrollado en un ambiente de volatilidad, en términos
de variación diaria de precios, no se había conocido antes. Movimientos en la misma línea
alcista han tenido lugar en el mercado internacional de productos y durante los dos
últimos años, gasolinas y gasóleos se han encarecido en un 160% y en un 240% por
ciento, respectivamente. Esto sirve de referencia básica para la fijación del precio en las
estaciones de servicio. Además, en estos mercados existe una fuerte estacionalidad que
incide en el precio, en razón de las temperaturas, de las previsiones climatológicas o de la
intensidad de los desplazamientos por carretera, esto último nada tiene que ver pero sirve
de referencia como comportamiento en el mercado petrolero con respecto a la teoría

Esto resulta relevante a pesar de la notable disminución del peso del precio del petróleo en
el PIB mundial, que pasa del 6,5% en 1980 a algo menos del 2% en los últimos doce
meses, si bien el petróleo continúa siendo el mercado de materias primas más activo,
moviendo 30 veces más de dinero al día en comparación al del trigo y 40 veces más que
el del mineral del hierro. En el mercado del crudo, cambian de mano diariamente más de
55 millones de barriles de petróleo y cerca de 20 millones de barriles más de producto.
Estas cifras se refieren a los mercados físicos y habría que añadir el importante volumen
de transacciones a plazos que atraen el interés de inversores de los mercados financieros e
incluso de fondos. La suma de estas cantidades supera con mucho las necesidades reales
del consumo diario.
Profundizando un poco y considerando un mercado tan importante, conviene insistir en el
impacto negativo de los altos precios del petróleo sobre el crecimiento económico. Si la
economía estadounidense presenta a finales del año índices claros de desaceleración, no
ha sido especialmente por los altos precios.

Con independencia de la tendencia de la cantidad de petróleo necesaria para generar una


unidad de PIB, factor que en los países occidentales se ha venido reduciendo en los
últimos años y así aumentando la eficiencia en el uso del petróleo y disminuyendo la
vulnerabilidad, en el mundo existen suficientes reservas de crudo. No confundir con que
el petróleo se ponga a disposición de los mercados con prontitud, lo que haría reducir los
precios por sobreoferta y, aumentar el uso del crudo como fuente de energía lo que
supondría, entre otras cosas, boicotear el desarrollo de fuentes alternativas.

En los países del Medio Oriente, se concentra la tercera parte de la producción actual y las
dos terceras partes de las reservas, por lo que es previsible un aumento del protagonismo
de la zona que, acumula una notable vulnerabilidad política. Entre los posibles
yacimientos futuros, el Caspio es una zona muy prometedora sujeta a la resolución de
serias dificultades medioambientales en la exploración y extracción, así como notables
problemas de transporte por lo lejano de los mercados. La cuenca del Orinoco, dando un
giro geográfico de 180 grados, mantiene reservas similares a las de Arabia Saudita. En
fin, muchas zonas presentan a la luz de la actual tecnología unas importantes
posibilidades de extracción si bien la magnitud de la inversión que se requiere es enorme
y demanda una organización empresarial con fuerte capacidad financiera. Y en miras a
formar conglomerados empresariales con fuerte capacidad de inversión y de
diversificación de riesgos, tal como lo especifica en LA TEORIA DE LOS JUEGOS o en
EL EQUILIBRIO DE NASH. Para contrarrestar los precios bajos del crudo y por tanto en
momentos de inquietud para las grandes compañías productoras, se pusieron en marcha
diferentes uniones que cambian el panorama mundial de la industria. En pocos meses
fusiones BP-Amoco (agosto 98), Total con Fina (noviembre 98), la fusión Exxon-Mobil
(diciembre 98), compra de Arco por BP (marzo 99), la OPA de Repsol sobre YPF (abril,
99) y la fusión Total fina con Elf (septiembre, 99).

La producción de hidrocarburos, que requiere una fuerte inversión y la asunción de altos


niveles de riesgos, proporciona unos beneficios considerablemente importantes. El crudo
que se ha podido vender entre 25 y 30 dólares durante el año 2000, tiene costos de
extracción, muy variables dependiendo del lugar de origen, que pueden estar por debajo
de cinco dólares en algunos casos y por debajo de diez en la mayoría. Sin obviar que
en la búsqueda de hidrocarburos es siempre asociada a un nivel de riesgo asociado. Con
probabilidades del entorno del 15% se invierten decenas de millones de dólares en un
proceso realmente notorio y singular desde el punto de vista empresarial y desde luego
muy distinto del de otras actividades industriales.

El riesgo de la exploración junto con la volatilidad de los precios y la globalización de los


mercados, han hecho que muchas de las empresas hicieran fusiones. El período de precios
altos ha producido un fuerte incremento en los beneficios de las compañías productoras y
ha supuesto un paréntesis en la política de acercamientos entre empresas

Pero volvamos al tema central, en los últimos días del año 2000 el cambio de tendencia en
los precios del petróleo hace pensar que el período de precios altos, de momento ha
quedado atrás. Las cotizaciones de cierre del año 2000 se situaron en los 23 dólares el
barril. Desde luego en un horizonte amplio, frente al dólar, inimaginable hace tan sólo
pocas semanas y este es un factor como se ha indicado ya varias veces, de abaratamiento
del crudo y de los productos. Aunque la reducción de los precios no sea una buena noticia
para los productores de petróleo, hablando de gobiernos o compañías, sí lo es para los
ciudadanos. El descenso, siempre en comparación con los altos niveles del año 2000, se
ha consolidado en las primeras semanas de este año. La OPEP en enero, con un recorte de
la cifra de producción de 1,5 millones de barriles al día de los 26,7 que es la cuota de
producción de la organización, ya había sido descontada por el mercado en los días
anteriores al anuncio oficial y el crudo ha venido oscilando en los 25 dólares. Todo parece
indicar una cierta bonanza.

A finales del año 2000 se explicaba la disminución a los 34 dólares de precio del crudo
Brent, hasta los 28, y esto gracias a la desaparición de las expectativas y de los
movimientos especulativos que habían mantenido artificialmente alto el nivel. El
descenso desde los 28 hasta los 23, es a causa de una oferta que superaba en los últimos
días del año, a la demanda estabilizada. Pero una revisión hacía pensar que habían
existido, otros factores alejados de las variables económicas tradicionales, pocas semanas
antes los expertos no eran capaces de calcular con precisión la intensidad ni la naturaleza
del descenso en los precios, aunque coincidían en señalar el agotamiento del ciclo de
precios altos. Ya para enero, la OPEP, consolida el nivel en torno a los 25 dólares, a la
baja. Al final el péndulo servirá para determinar a entender el mercado del petróleo. Tras
precios altos, precios bajos. Desde el punto de vista de la metodología de la ciencia
económica, la falta de previsiones contundentes y explicaciones concretas es
desesperante, pero no es menos cierto que, de crisis en crisis, vamos aprendiendo a
introducir el análisis.
El comportamiento en el precio del petróleo en el ámbito mundial; representa sin lugar a
duda, un indicador capaz de diagnosticar la fortaleza de la mayoría de las economías
internacionales. Esto es gracias a la dependencia entre los agentes económicos, su
crecimiento y desarrollo dentro de las naciones en referencia con este hidrocarburo, que
significa la principal fuente de producción y también el mayor agente comercial de cada
país. El mercado petrolero; es una de las actividades de convergencia económica, más
significativa en el ámbito internacional, porque en el comercio y la trazabilidad de este
activo financiero, determina la capacidad comercial de una nación. Donde todas y cada una
de ellas; deben estar a la vanguardia en las diversas clases de estrategias que pueden
intervenir dentro del mercado del petróleo, con el objetivo de ser productivas, competitivas
y eficaces. Cada agente económico que participe dentro del mercado, se encuentra
sumergido en ambiente hostil, de alta demanda y por ende volatilidades y fluctuaciones
imprevisibles en ocasiones típico de en una teoría como la misma TEORIA DE LOS
JUEGOS, o en el EQUILIBRIO DE NASH; Es por obligación de cada actor participativo
del mercado, encuentre la manera para no perder de vista las direcciones hacia donde se
dirige este mineral y así; asegurar la continua participación en el comercio internacional.
De tal manera, que es conveniente revisar las estrategias; que los agentes económicos,
utilizan dentro del mercado para maximizar su producción, eficiencia y por ende
competitividad. Si bien, dentro del mercado internacional del petróleo, converge toda clase
de accionar que las empresas llaman “estrategias competitivas”. Una de las más
importantes que se utilizan por parte de estas, son las que hacen referencia a las acciones
que dinamizan la productividad, pasando por la eficiencia operativa, hasta el control de
costos y gastos. Esto en sí, es una estrategia empresarial básica que, sin su correcta
ejecución, le es más que imposible a cualquier actor económico, participar y competir
dentro de un mercado comercial. El panorama competitivo de la industria del petróleo:
los bajos precios seguirán constantes y, en el largo plazo, la industria tendrá que
reacomodarse. Esto implicará para las empresas una mayor sensibilidad por los costos,
menores salarios y, sobre todo, una gran necesidad de aumentar la productividad.

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