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La globalización es un proceso de creciente integración económica, política, social y

cultural a nivel mundial. Se trata de un fenómeno que se ha venido dando a lo largo


de la historia, pero que se aceleró y profundizó en las últimas décadas gracias a la
revolución tecnológica y las políticas neoliberales. La globalización ha tenido un
profundo impacto en la economía, el comercio, la cultura, la política y las relaciones
internacionales, generando tanto oportunidades como desafíos para los países y las
comunidades de todo el mundo. En los últimos dos años, la globalización se ha visto
afectada significativamente debido a dos acontecimientos mundiales, como lo son:
la pandemia de COVID-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania.
La pandemia de COVID-19 produjo un impacto significativo en la economía
mundial, y ha interrumpido la producción y el comercio a nivel global. Los cierres
temporales de fábricas, la reducción de producción y la escasez de ellos, influyendo
desfavorablemente a la cadena de suministro provocando la disminución de la
demanda en todo el mundo, y esto llevó a retrasos y cancelaciones de pedidos
internacionales. Además, las restricciones de viajes internacionales y las políticas de
distanciamiento social mermó la movilidad laboral y estudiantil, el turismo y los
sectores económicos dependientes del turismo, ya que disminuyó el flujo migratorio,
los viajes de negocios y las vacaciones de ocio.
La pandemia amplío la brecha económica y de desarrollo entre los países
desarrollados y subdesarrollados, lo que incrementó significativamente la pobreza
en las distintas regiones. Muchos países en desarrollo no contaban con los recursos
necesarios para combatir la pandemia, lo que los llevó a un aumento de la pobreza
y la inseguridad alimentaria en las regiones. Esto, a su vez, condujo a una
desigualdad económica más profunda entre los países, lo que afecta
significativamente las inversiones, comercializaciones y por ende la economía.
La guerra entre Rusia y Ucrania ha tenido un mayor impacto en la economía de la
región, al igual que en el flujo de comercio e inversión global. La intervención militar
de Rusia en Ucrania se considera una violación del derecho internacional, lo que da
lugar a sanciones económicas y políticas impuestas por la comunidad internacional.
Estas sanciones golpearon la economía de Rusia y ha aumentado su dependencia
de los ingresos del petróleo y el gas. La guerra intensificó la cancelación de
acuerdos comerciales y de las tensiones geopolíticas afectando a su vez las
inversiones y el comercio exterior. Este conflicto tuvo un impacto negativo en los
negocios de ambos lados, ocasionando daño a la población.
También, la pandemia precipitó la digitalización y automatización de muchos
procesos empresariales, incluyendo el teletrabajo y la educación a distancia. Esto
da lugar a una mayor dependencia de la tecnología generando nuevas
oportunidades de negocio, pero también plantearon desafíos relacionados con la
ciberseguridad y la protección de la privacidad. El covid-19 llevó a que los países
incrementen la producción nacional, especialmente en el ámbito de los suministros
médicos y de protección. Muchos países optaron por reducir su dependencia de
otros países en estos ámbitos y fomentó una producción más local.
Al igual que en la pandemia, en la guerra, muchas compañías aprobaron prácticas
laborales a largo plazo y tecnología de la información para mantener la continuidad
del negocio durante este período. Esto trajo consigo un mayor énfasis en la
digitalización y la tecnología en el mundo empresarial. Aparte de los cambios que
adoptaron las empresas para mantener la continuidad del negocio durante la
pandemia, la política global también presenció cambios en respuesta a estas crisis.
La pandemia aumentó la cooperación internacional en el desarrollo y distribución de
vacunas, pero a su vez reveló una falta de coordinación y cooperación en la gestión
de la crisis.
Además, la guerra también origina una crisis humanitaria en la región, con un gran
número de desplazados y refugiados, lo que perjudicó a la migración y el turismo a
nivel global. Este conflicto aumentó los precios de la energía y afectó el suministro
de gas natural a Europa, lo que puede tener efectos duraderos en la economía
europea.
El conflicto entre estos dos países generó un incremento en la volatilidad de los
mercados financieros afectando la inversión y al comercio de todo el mundo, es
decir que la guerra de Rusia y Ucrania tiene un impacto significativo en la
globalización mundial, con una alteración del comercio, la migración y el turismo, así
como una mayor volatilidad de los mercados financieros y energéticos. También
posee un impacto significativo en la política internacional y la seguridad global. La
agresión de Rusia contra Ucrania siendo condenada por gran parte de la comunidad
internacional, generando tensiones en las relaciones diplomáticas y comerciales
entre Rusia y otros países. A su vez Ocasionó una mayor preocupación por parte de
los países vecinos y otros aliados internacionales de Ucrania, en términos de
seguridad y defensa.
Concluyendo este artículo, podemos decir que a medida que el mundo se recupera
de la pandemia y Ucrania se calma, la economía mundial podría recuperarse en los
próximos años. Sin embargo, es importante recordar que una crisis de este tipo
tiene importantes consecuencias a largo plazo para la economía mundial y la forma
en que operan los países y las empresas. En resumen, la crisis de la pandemia del
COVID-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania afecta significativamente la
globalización y la economía mundial. Si bien la pandemia ha interrumpido la
fabricación y el comercio mundial, la guerra en Ucrania teniendo un mayor impacto
en la región, provocando un aumento en la inestabilidad económica. Es importante
tener en cuenta estos factores en las futuras decisiones económicas y políticas
mundiales.

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