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ARTICULOS SOBRE EL EFECTO DEL CORONAVIRUS EN LA ECONOMIA MUNDIAL

ARTICULO 1: ¿Cómo AFECTA EL CORONAVIRUS A LA ECONOMÍA?


Disponible en: https://www.lavanguardia.com/vida/junior-
report/20200316/474199840484/coronavirus-economia-mundial.html
 La expansión del coronavirus ha limitado la producción de muchas empresas, ha
afectado a los mercados y ha influido en la bajada de precio del petróleo
La globalización ha transformado la relación entre las personas y su entorno: ahora lo
local es global y lo global es local. Lo mismo sucede con la pandemia del coronavirus
SARS-CoV-2, un tipo de virus que provoca resfriados comunes pero también puede
desarrollar enfermedades más graves.

Durante los últimos días, la incertidumbre y el desconocimiento sobre la epidemia Covid-


19 también han llegado a los mercados de valores y economías de todo el mundo.

La dificultad para frenar la expansión de la epidemia ha obligado a los gobiernos a aplicar


medidas extraordinarias, como cerrar edificios públicos, empresas y comercios, además
de limitar la movilidad.

Como consecuencia se ha reducido la producción, el consumo y el turismo en la mayoría


de países afectados. Y eso tiene consecuencias económicas.

REFORZAR LA ECONOMÍA PARA FRENAR EL VIRUS

Organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo


Económicos (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierten de que la
pandemia puede reducir el crecimiento económico mundial en 2020.

En una situación como esta, los estados se ven obligados a inyectar grandes cantidades
de dinero para que el sistema siga funcionando: por ejemplo, que las personas que se
han quedado temporalmente sin trabajo sigan cobrando para poder pagar las facturas, o
que las empresas que no pueden producir puedan pagar a sus trabajadores.

Otros países, como Francia, han anunciado que se suspende el pago del alquiler y de las
facturas de la luz, gas o agua, mientras el propio Estado se hará cargo de pagar los
créditos bancarios de la gente que no pueda asumirlos por culpa de la epidemia.

Además, para combatir la epidemia y limitar los efectos que pueda tener sobre la
economía, los expertos recomiendan también aumentar los recursos del sector sanitario.
LA CAIDA DE LAS BOLSAS DE VALORES
Que las empresas dejen de producir y la gente deje de consumir también tiene efectos
sobre las bolsas y mercados de valores, donde se comercia con el valor de las empresas
y las materias primas.
El pasado 9 de marzo se convirtió en el segundo “lunes negro” consecutivo en las bolsas
mundiales, como consecuencia de las medidas preventivas contra el coronavirus. Desde
entonces, la situación no ha hecho más que empeorar con caídas pronunciadas en los
mercados globales.
Una semana después, el 16 de marzo, los inversores y empresas se despertaron con
caídas cercanas al 10% en la bolsa de Nueva York, considerada una de las más
importantes del mundo. En España, el Ibex 35 ha experimentado perdidas aún mayores y,
junto a Italia, es de los países más dañados por la Covid-19.
Algunos temen que la pandemia del Coronavirus SARS-CoV-2 pueda desencadenar una
nueva crisis económica similar a la del 2008, que tuvo efectos a nivel mundial.
En toda esta situación, no obstante, las empresas del sector farmacéutico están viendo
cómo sus acciones crecen y ganan dinero, principalmente aquellas que se dedican a
investigar una vacuna para el coronavirus.
Por otro lado, la bolsa de China se está recuperando ahora que la epidemia del
coronavirus está bajo control en el país asiático.
“GUERRA COMERCIAL” POR EL PETROLEO
La crisis producida por el coronavirus también ha provocado un descenso en la demanda
de petróleo, ya que la actividad industrial y doméstica se ha ralentizado en muchos países
a causa de las medidas de control.
Además de consumir menos combustible por la situación de pandemia, hay otro factor
que influye en el precio del petróleo: la batalla interna entre Rusia y Arabia Saudí, que son
los dos mayores productores de petróleo del mundo.
El petróleo tiene una gran influencia en la economía mundial y estos productores tenían
un acuerdo para no perjudicarse: coordinaban la producción y venta de barriles para no
competir.
Sin embargo, en un contexto de crisis como la pandemia de coronavirus, Rusia ha visto
una oportunidad para avanzarse a los Estados Unidos (su eterno rival) y ha decidido
romper el acuerdo e ir por libre. Como respuesta, Arabia Saudita ha decido bajar el precio
de su petróleo para vender más.
Esta guerra comercial tiene efectos para la economía mundial. En las últimas semanas, el
precio del barril de Brent (el crudo de referencia en Europa) ha caído más de un 9%: el
precio actual es de unos 30 dólares por barril; unos niveles que no se veían desde hace
16 años.
ARITUCLO 2: EL CORONAVIRUS PUEDE DISMINUIR LA ECONOMIA MUNDIAL EN
CASI UN 1% ESTE AÑO
Disponible en: https://news.un.org/es/story/2020/04/1472142
La pandemia del coronavirus COVID-19 podría ocasionar que la economía mundial se
reduzca un 0,9% durante el 2020, en vez de crecer hasta el 2,5% como se preveía,
destaca una nota informativa del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la
ONU publicada este miércoles.
El documento, que analiza la situación y perspectivas de la economía mundial, especifica
que esta cifra se alcanzaría en caso de encontrarse "en el peor escenario posible", y
recuerda que durante la crisis financiera de 2009 fue del 1,7%.
Al mismo tiempo, advierte de que se podría producir una mayor disminución de la
producción global en caso de que las restricciones económicas se extiendan hasta el
tercer trimestre del año y las respuestas fiscales no respalden a los ingresos y al
consumo.
CAIDA DEL SECTOR SERVICIOS
El estudio destaca que el confinamiento obligatorio y las restricciones al movimiento en
Europa y los Estados Unidos provoca grandes estragos en el sector de servicios,
especialmente "al comercio minorista, el esparcimiento y las atenciones sociales, las
actividades recreativas y los servicios de transporte".
"De manera colectiva, representan más de una cuarta parte de todos los trabajos en estas
economías. A medida que las empresas pierden ingresos, el desempleo aumenta
considerablemente, lo que transforma una perturbación en la oferta en una perturbación
en la demanda aún más extensa para la economía", explica el informe.
De este modo, la gravedad de las repercusiones económicas dependerá de variables
como la duración de las limitaciones a la circulación de personas, las actividades
económicas de las principales economías y la dimensión y efectividad de las respuestas
fiscales.
El estudio destaca que los paquetes de medidas de estímulo fiscal "bien diseñados"
pueden ayudar a minimizar la probabilidad de experimentar una profunda recesión
económica. Estas medidas económicas habrían de priorizar el gasto en salud para
contener la propagación del virus y dar apoyo financiero a los hogares más afectados por
la pandemia.
Lo detalla el secretario general adjunto de Asuntos Económicos y Sociales, Liu Zhenmin,
al indicar que "se necesitan medidas políticas urgentes y ambiciosas, no solo para
contener la pandemia y salvar vidas, sino también para proteger a los más vulnerables de
nuestras sociedades ante la ruina económica y para mantener el crecimiento económico y
la estabilidad financiera". 
EFECTOS EN LOS PAISES EN DESARROLLO
Al mismo tiempo, el análisis advierte que las restricciones económicas en las economías
avanzadas no se detienen en los países desarrollados y amenazan con extenderse a
corto término a los países en desarrollo.
El informe especifica que de producirse un acusado descenso en el consumo en Estados
Unidos y en la Unión Europea disminuirá el volumen de importaciones de bienes de
consumo procedentes de los países en desarrollo y también advierte que "la producción
manufacturera global podría disminuir de manera significativa, con la posibilidad de que
las perturbaciones se extiendan a las cadenas mundiales de suministro".
IMPACTO EN EL TURISMO
Igualmente, se prevé que la disminución de turistas afectará especialmente a los
pequeños Estados insulares en desarrollo que cuentan con millones de trabajadores poco
cualificados.
"Asimismo, el descenso en los ingresos relacionados con los productos básicos y una
reversión de las corrientes de capital están aumentado la probabilidad de sufrir problemas
de deuda en muchas economías dependientes de productos básicos".
Esta situación puede conducir a los Gobiernos a disminuir el gasto público cuando
justamente se necesita lo contrario: incrementar el desembolso destinado a contener la
pandemia y a apoyar el consumo y la inversión.
A MENOR CUALIFICACIÓN, MAYOR POBREZA
Otro apartado del estudio destaca que la pandemia perjudica "de forma
desproporcionada" a millones de trabajadores poco cualificados en el sector de servicios y
que, al no disponer de un apoyo financiero adecuado, "quedarán sumidos en la pobreza,
incluso en los países más desarrollados".
Como ejemplo de este último escenario, se estima que, en Italia y España, dos países
fuertemente afectados por el coronavirus, "un 27 % y un 40 % de la población,
respectivamente, no dispone de suficientes ahorros como para no trabajar durante más de
tres meses".
Aunque la primera prioridad es contener la propagación del virus "no debemos perder de
vista la forma en que está afectando a la población más vulnerable y lo que ello significa
para el desarrollo sostenible. Nuestro objetivo es garantizar una recuperación resiliente de
la crisis y reanudar el camino hacia el desarrollo sostenible”, afirmó el subsecretario
general de Desarrollo Económico de la Organización, Elliott Harris.
ARITULO 3 CORONAVIRUS: LAS OSCURAS PROYEECCIONES DEL FMI SOBRE LA
ECONMIA MUNDIAL POR LOS EFECTOS DEL CORONAVIRUS
Disponible: https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52225918

Los tiempos de coronavirus traen otra vez predicciones oscuras: el Fondo Monetario
Internacional (FMI) vaticinó este miércoles que el impacto negativo de la crisis generada
por el covid-19 sobre la economía mundial será el peor que ha vivido el mundo en casi un
siglo.
"Anticipamos las peores consecuencias económicas desde la Gran Depresión", proyectó
la directora de la institución financiera, Kristalina Georgieva.
De acuerdo con la estimación del FMI, el crecimiento económico global este año será
"fuertemente negativo" y para 2021 solo se verá una "recuperación parcial".
"Hace solo tres meses, esperábamos un crecimiento positivo del ingreso per cápita en
más de 160 de nuestros países miembros en 2020. Hoy, ese número ha cambiado: ahora
proyectamos que más de 170 países experimentarán un crecimiento negativo este año",
vaticinó Georgieva.
Según proyectó, los mercados emergentes y los países en desarrollo serían los más
afectados y requerirán cientos de miles de millones de dólares en ayuda exterior.
A principios de esta semana, un estudio de la ONU dijo que el 81% de la fuerza laboral
mundial (estimada en 3.300 millones de personas) se encontraba con su trabajo parcial o
totalmente cerrado como consecuencia de la pandemia.
ARTICULO 4 CONORAVIRUS. “LANZAR DINERO DESDE UN HELICÓPTERO”; LA
POLEMICA MEDIDA QUE ESTA GANANDO ADEPTOS PARA ENFRENTAR LA CRISIS
ECONOMICA POR LA PANDEMIA
Disponible: https://www.bbc.com/mundo/noticias-52158525
Imagínate que estás en tu casa en cuarentena por el coronavirus y de pronto ves pasar un
helicóptero que lanza dinero.
Esa es la metáfora que utilizan los economistas para referirse al "dinero helicóptero",
también conocido como "helicóptero monetario".
Se trata de repartir dinero gratis a toda la gente cuando hay una profunda crisis
económica con el objetivo de aumentar el consumo de las personas y reactivar la
economía.
Aunque eso podría parecer similar a las ayudas financieras que los gobiernos le están
dando a las personas para que puedan subsistir en medio de la pandemia, no es lo
mismo.
Propuesto por Milton Friedman en 1969, el dinero helicóptero funciona así: el banco
central imprime billetes y el gobierno los gasta.
No es deuda para los gobiernos. Es, como lo dice la metáfora, dinero caído del cielo.
La teoría económica presenta esta medida como el último recurso disponible en una
situación de crisis extrema.
Y tiene muy mala fama. Lo primero que se viene a la cabeza es la imagen de países
como Zimbabue o Venezuela, donde la impresión descontrolada de dinero terminó
provocando que los billetes no tuviesen ningún valor.
En países desarrollados que cuentan con una moneda fuerte como el dólar o el euro, la
idea de un banco central imprimiendo billetes a destajo sería como una pesadilla. Una
locura.
Pero llegó la pandemia de coronavirus y la idea del helicóptero ha comenzado a dar
vueltas entre algunos expertos que, bajo otras circunstancias, nunca la habrían
considerado.
Y todos saben que es extremadamente peligrosa porque te lleva a jugar con fuego.
“UNA POLITICA DE ALTO RIESGO”
"El helicóptero monetario no se ha implementado nunca porque es una política de alto
riesgo. A los bancos centrales les da miedo", le dice a BBC Mundo Manuel Romera,
director del sector financiero de IE Business School, en España.
"El problema es que cuando inyectas dinero, si te pasas un poco y generas desconfianza
sobre ese dinero, puedes terminar con una hiperinflación".
¿Es ahora un buen momento para que despeguen los helicópteros en medio de la
pandemia?
"No sé si lo haría ahora", responde Romera.
"Si surge un medicamento para curar el coronavirus en un mes y a fines de mayo ya
estamos físicamente en la calle, no lo haría. Sería una equivocación".
"Pero si la pandemia se extendiera por varios meses, lo haría".
"AHORA ES EL MOMENTO"
En la discusión actual, la metáfora del helicóptero monetario está siendo utilizada en un
sentido más amplio.
Mientras la idea original era imprimir billetes y lanzarlos a la calle, algunos economistas
piensan que hay versiones más flexibles de esta política.
Aunque siempre se trata de un banco central activo que financia los gastos de
emergencia, hay mecanismos más complejos que permiten inyectar liquidez al sistema.
Incluso hay quienes consideran que las medidas que se están tomando actualmente en
Estados Unidos y Europa para mitigar los efectos de la recesión son, de alguna manera,
dinero helicóptero, porque se trata de un estímulo fiscal para aumentar el consumo
financiado por los bancos centrales.
Todo depende del alcance y la flexibilidad que se le quiera dar al concepto.
Y ahora que el epicentro de la pandemia llegó a Estados Unidos, con pronósticos de un
alza del desempleo de entre 20% a 40%, una vez más se escucha el sonido de las
hélices.
"Ahora es el momento de hacerlo", le dice a BBC Mundo Willem Buiter, profesor de la
Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales de la Universidad de Columbia e
investigador senior del centro de estudios Council on Foreign Relations.

El dinero helicóptero, explica, serviría para enfrentar "los extraordinarios déficits de los
gobiernos que probablemente veremos como resultado de las medidas fiscales para
limitar el daño económico que está causando la pandemia".

Jordi Galí, economista del Centro de Investigación en Economía Internacional (CREI) y


profesor de la Universidad Pompeu Fabra en Barcelona, es otra de las voces que aboga
por encender los motores.

"Llegó el momento del helicóptero monetario", dice Galí, entendido como el financiamiento
directo y no reembolsable por parte de los bancos centrales de los planes de emergencia
de los gobiernos en medio de la pandemia.

Si la idea de repartir dinero desde el aire terminará imponiéndose en algunos países,


dependerá de cómo evolucione la crisis sanitaria y qué tan profundo sea el descalabro
económico global.

No se sabe si vendrán nuevas olas de contagio después que se aplane la curva de


contagios y fallecidos, si los científicos encontrarán una vacuna o un tratamiento para el
covid-19 ni hasta cuándo se extenderán las cuarentenas para contener la propagación del
coronavirus.
En lo que coinciden los expertos es que la recesión global será muy profunda y que el
desempleo escalará hasta niveles récord, dejando una estela de pobreza y desesperación
que los países deberán enfrentar con todas las municiones fiscales y monetarias que
tengan a su alcance.
ARTICULO 5 EL CORONAVIRUS HA COSTADO YA 50.000 MILLONES DE DOLARES A
LA ECONOMÍA MUNDIAL
Disponible https://news.un.org/es/story/2020/03/1470551
La contracción de la producción en China debida al COVID-19 ya tiene un fuerte impacto
en la actividad económica global. La fabricación de instrumentos de precisión, maquinaria,
automóviles y equipo para la comunicación son los renglones más afectados hasta el
momento, según una evaluación de la ONU.
La presencia del coronavirus COVID-19 en China ha provocado una contracción del 2%
en la producción manufacturera del país durante el último mes y ha causado ya una
pérdida estimada en 50.000 millones de dólares a la economía mundial, revela un estudio
divulgado este miércoles por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y
Desarrollo (UNCTAD).

China ha sido el mayor exportador del mundo y una pieza clave de las cadenas de
producción global a lo largo de las últimas dos décadas. Es un proveedor fundamental de
bienes y componentes de automóviles, teléfonos celulares y equipo médico entre muchos
otros productos.
La súbita desaceleración de la actividad económica china debida a las medidas
implementadas para la contención del coronavirus coloca su producción en este momento
en el nivel más bajo desde 2004, con consecuencias mundiales que han llevado a los
bancos centrales de varios países industrializados a bajar sus tasas interés en días
recientes para afrontar el embate, estimular la economía y contrarrestar el pánico en los
mercados financieros, que registran una caída continua en este periodo.
IMPACTO POR SECTORES
De acuerdo con la evaluación de la UNCTAD, los rubros más golpeados hasta ahora son
los instrumentos de precisión, la maquinaria, los automóviles y el equipo para
comunicación.
Las economías de la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y Vietnam
están entre las que han sufrido un mayor impacto.
El estudio explica que con la globalización económica de hoy, cualquier alteración en
China se extendería fuera de sus fronteras incluso si el brote de COVID-19 se contuviera
en el país. Su papel de proveedor de múltiples suministros para empresas en todo el
mundo afecta irremediablemente las cadenas de valor regionales en Europa, América y
Asia del Este.
Los países en vías de desarrollo que dependen de la venta de materias primas han
recibido también un golpe muy intenso.
En la presentación de la evaluación en Ginebra, la jefa de la División de Materias Primas y
Comercio Internacional de la UNCTAD, Pamela Coke-Hamilton, advirtió sobre lo que
puede venir.
“Si la propagación del virus no se mitiga en el corto plazo, el impacto general en la
economía global sería sustancial en términos de un retroceso muy negativo”, dijo.
China se ha convertido en la central manufacturera mundial de muchos sectores.
Actualmente, cerca del 20% del comercio global de productos intermedios
manufacturados se origina en China, en 2002, esa cifra alcanzaba el 4%.
“Si el COVID-19 se saliera de control, veríamos cierres de fábricas no sólo en China, sino
también en India, Estados Unidos y demás países. Ahí tendríamos un gran problema”,
acotó Alessandro Nicita, de la misma División de la UNCTAD.
SACRIFICIO ECONÓMICO
Según los expertos de la dependencia de la ONU, el impacto económico del coronavirus
dependerá de las medidas que tomen los países.

“China ha hecho un gran trabajo de contención, pero ha sacrificado su economía, al


menos en las primeras semanas. Hizo cierres planificados, restricción de movimiento de
personas, ambas medidas necesarias, aunque tomarlas conlleva consecuencias
económicas”, recalcó Coke-Hamilton.
La economista indicó que algunas industrias podrían encontrar proveedores alternativos,
como México o Europa del Este, pero aclaró que eso requiere tiempo porque no sólo hace
falta mover la producción de un país a otro, sino que, además, hay que construir
infraestructura y diseñar una logística.
Agregó que los procesos de reubicación de las compañías nunca son fáciles.
Así, previó que el efecto en las cadenas de valor mundiales continuará durante varios
meses. “Pero si se recupera en pocos meses, el impacto a largo plazo será diferente y
menos grave. Así que depende de lo que pase en China”, apuntó.
Coke-Hamilton reconoció, no obstante, que no está claro hacia dónde va la economía.
“Dependerá mucho de lo que pase con el COVID-19, si se pudiera desarrollar una vacuna
pronto, veríamos el fin de la desaceleración pronto, pero si no, el impacto puede ser
grave”, puntualizó.
FMI Y BANCO MUNDIAL
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial afirmaron estar
listos para ayudar a los países a encarar el desafío que significa el COVID-19.
“Trabajamos con las instituciones internacionales y las autoridades nacionales,
especialmente con las de los países pobres donde los sistemas de salud son débiles y la
gente es más vulnerable”, informaron en un comunicado conjunto.
Entre las provisiones que estas entidades ponen a disposición de los Gobiernos se
cuentan el financiamiento de emergencia, asesoría y asistencia técnica.
“El fortalecimiento de los sistemas de monitoreo y respuesta de salud de los países es
vital para contener la propagación y los brotes futuros”, concluyeron el FMI y el Banco
Mundial.
El FMI anunció hoy una línea de crédito de 50.000 millones de dólares para respaldar de
manera inmediata la respuesta de los países al COVID-19, en tanto que el Banco Mundial
puso ayer a disposición de los países que necesiten un paquete de hasta 12.000 millones
de dólares.
ARTICULO 6 CORONAVIRUS: POR QUÉ LA PANDEMIA PUEDE ACELERAR LA
DESGLOBALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA MUNDIAL (Y QUÉ PELIGROS CONLLEVA
ESO)
Disponible https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-52155208
Una de las palabras clave para entender los últimos 25 años de la historia mundial es
globalización
Aunque, como dice Jonty Bloom, periodista de la BBC, cualquier historiador económico
puede hablar de cómo durante siglos -si no milenios- las personas han estado
comerciando a través de grandes distancias.
Recuerda Bloom que basta con fijarse en el lucrativo comercio de especias en la Edad
Media.
Pero la globalización actual es diferente realmente por la escala y la rapidez del
intercambio internacional, que en las últimas décadas explotó a niveles sin precedentes.
Facilidades para viajar, internet, el fin de la Guerra Fría, acuerdos comerciales y
economías desarrollándose con rapidez, se han combinado para crear un sistema que es
más interdependiente que nunca antes.
Es por eso que el brote del nuevo coronavirus ha tenido tan inmediatos y abrumadores
efectos económicos en todo el mundo.
El profesor Beata Javorcik, economista en jefe del Banco Europea para la Reconstrucción
y el Desarrollo le dijo a Jonty Bloom que el ritmo de cambio en la economía en los últimos
17 años ha sido muy profundo.
"Cuando pensamos en la epidemia de Sars de 2003, China constituía el 4% de la
producción global", recuerda. "Ahora China constituye el 16%, cuatro veces más. Eso
significa que lo que sea que ocurra en ese país afecta mucho más al mundo".
EL LADO OCULTO
Por su parte, Ian Goldin, profesor de globalización y desarrollo en la Universidad de
Oxford, dice que en los últimos años se ha permitido que los riesgos se propaguen. "Son
el lado oculto de la globalización".
Eso, agrega, se puede ver no solo en esta crisis, sino en la económica de 2008 y le
vulnerabilidad de internet a los ciberataques. "El nuevo sistema económico mundial brinda
enormes beneficios, pero también implica riesgos enormes".
Entonces, ¿qué significa esta crisis para la globalización?
Richard Portes, profesor de economía en la London Business School, le dice al periodista
de la BBC que es obvio que algunas cosas tendrán que cambiar, porque tanto las
personas como las compañías se han dado cuenta de la dimensión de los riesgos que
han venido tomando.
"Mire el intercambio comercial. Una vez que las cadenas de suministro fueron
interrumpidas [por el coronavirus], las personas empezaron a buscar por fuentes
alternativas en casa, incluso si eran más costosas", dice.
"Si las personas encuentran proveedores domésticos, se quedarán con ellos,
precisamente por esos riesgos que ahora perciben".
La profesora Javorcik está de acuerdo y cree que existe una combinación de factores que
harán que la industria manufacturera occidental empiece a traer de vuelta a casa parte de
sus trabajos ("re-shoring", se le llama en inglés).
"Creo que la guerra comercial (principalmente entre EE.UU. y China) combinada con la
epidemia del coronavirus hará que muchas compañías se tomen el 're-shoring' con mucha
seriedad", indica.
"Muchas de esas actividades pueden ser automatizadas, porque re-shoring trae certeza.
No tienes que preocuparte por la política comercial nacional. Y te da la oportunidad de
diversificar tu base de proveedores".
En un artículo publicado en la revista mexicana Letras Libres, Toni Timoner, experto en
riesgo macroeconómico, es más contundente:
"Se acelerará el repliegue del comercio internacional. Los exportadores ya están
reconfigurando sus cadenas de suministros y acercando producción a costa de
eficiencias. Los importadores subirán barreras arancelarias en respuesta. Este proceso ya
había comenzado con la guerra comercial y ahora entrará en barrena. Asia y Occidente
se aíslan mutuamente. Cae un telón de acero económico sobre el mundo".
LAS UNIVERSIDADES
Pero. Como indica el periodista de la BBC Jonty Bloom, gran parte de la globalización no
es sólo acerca de movimiento de bienes o materias primas, sino gente, ideas e
información. Algo que las economías occidentales hacen muy bien.
David Henig, director de Política de Comercio del Reino Unido para el Centro Europeo de
Política Económica Internacional, señala que "el sector de los servicios debe sentir como
que cayó desde un risco. Fíjense solo en el turismo y las universidades".
"Debe existir una enorme preocupación sobre el número de nuevas postulaciones a la
universidades occidentales en este otoño. Es una industria enorme. Muchas
universidades, por ejemplo, dependen de los estudiantes chinos".
La misma preocupación se la expresó a BBC Mundo el escritor y pensador canadiense
Michael Ignatieff, rector de la Universidad Central Europea, con sede en Budapest.

"Creo que las fronteras se están alzando por todas partes y que la movilidad de labor se
va a ver reducida, pero no la de capital.

"Con las fronteras más estrictas va a ser más difícil para universidades como las mías
seguir atrayendo estudiantes de cien países diferentes. Yo tengo latinoamericanos en
Budapest... ¿Voy a seguir teniendo a los mismos extraordinarios colombianos, peruanos o
brasileños que tengo ahora?
"No lo sé, los países reforzarán las fronteras, aumentarán las restricciones. Entonces es
posible que tengamos una desglobalización de la enseñanza superior. Esa es una
amenaza real que todos en el mundo universitario está hablando al respecto. No quisiera
que la próxima generación esté atrapada dentro de las fronteras nacionales".

YA ESTABA EN DECLIVE
Según el periodista de la BBC Jonty Bloom, ralentizar o reversar la globalización va a
golpear duramente a todos las industrias mencionadas, pero agrega que el profesor
Goldin piensa que la actual pandemia marca un cambio oceánico y que 2019 "fue el año
que marcó el pico más alto en la fragmentación de la cadena de suministro".
Algunos factores como las impresioras 3D, la automatización, las entregas rápidas y el
proteccionismo ya los hacían sentir. Al parecer, covid-19 sólo aceleró el proceso.
La preocupación ahora -señala Bloom- no es si estos cambios van a ocurrir no, sino cuán
profundos serán y cómo se van a manejar.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y El
Caribe (Cepal) de las Naciones Unidas, cree que la gobalización "al menos como la
conocíamos antes de esta pandemia, definitivamente va a ser distinta".
En entrevista con BBC mundo indicó que "definitivamente, está ya no va a ser una
globalización de cadenas de valor. Eso es lo que va a ser más importante: el cambio en
los modos de producción y en los modos de consumo".
Por su parte, Terry Breton, el comisario de mercado interior de la Unión Europea, dijo en
una teleconferencia con periodistas que es muy pronto para sacar conclusiones, "pero
todos somos conscientes de que habrá un antes y un después de esta crisis. Nadie sabe
cómo saldremos, pero se escribirá un nuevo mundo basado en otras reglas. Seremos
más autónomos en ciertas áreas críticas. Las relaciones bilaterales se revisarán", según
reportó el diario El País de España.
El profesor Goldin tiene una manera sencilla de abordar cuáles pueden ser los cambios
profundos que enfrentará la globalización, según le explicó a la BBC: ¿será más parecido
a lo que ocurrió después de la Primera Guerra Mundial o a lo que sucedió tras la
Segunda?
Después de 1918 tuvimos organizaciones internacionales débiles, el ascenso del
nacionalismo, proteccionismo y depresión económica.
En cambio, luego de 1945 tuvimos más cooperación e internacionalismo, reflejado en el
acuerdo Bretton Woods, el Plan Marshall, las Naciones Unidas y el Acuerdo General de
Aranceles Aduaneros y Comercio.
Aunque es optimista, al profesor Goldin hay algo que le preocupa: quién va a asumir el
liderazgo. "Podemos tener optimismo, pero no vemos liderazgo desde la Casa Blanca". Y
agrega: "China no puede asumirlo y Reino Unido no puede liderar en Europa".
Entonces, ¿se reversará la globalización?, se pregunta el periodista Jonty Bloom. Y
responde que probablemente no, pues es un desarrollo económico demasiado importante,
Pero ciertamente puede ralentizarse.
La gran pregunta, agrega Bloom, es si aprenderemos las lecciones de esta crisis.
Y remata: "¿Aprenderemos a identificar, controlar y regular los riesgos que parecen ser
inherentes a la globalización? Porque la cooperación y el liderazgo necesarios para que
ocurra no parecen abundar en estos momentos".
ARTICULO 7 COMO AFECTA EL CORONAVIRUS A LA ECONOMIA Y LOS MERCADOS
Disponible https://www.rankiapro.com/como-afecta-coronavirus-mercado-chino/
El coronavirus ya ha provocado la muerte de más de 192.000 personas en todo el mundo.
Aunque la mayoría de los casos originalmente se concentraron en la ciudad china de
Wuhan, el virus salió del país y se ha propagado por 215 países, incluido España. En
concreto, el virus continúa exponencialmente con su expansión fuera de China, con focos
importantes en Italia, Estados Unidos, España y Alemania. En España, la suma de los
contagiados supera los 213.000, y por el momento parece que el estado de alarma se va
a prolongar hasta el próximo 9 de mayo.
Pero, ¿cómo está afectando el coronavirus a la economía? La OCDE advirtió a primeros
de marzo que la economía mundial crecerá la mitad si la crisis del coronavirus se alarga y
agrava. Prevé que la economía global crezca un 1,5% en 2020 en el peor de los
escenarios, frente al 3,2% logrado el año pasado. Las gestoras La Financière de
l’Echiquier, Lazard AM, Lazard Frères Gestion, A&G, Allianz GI, Renta 4, Jupiter AM, UBS
AM, Edmond de Rothschild AM, MFS y Banque SYZ, nos muestran sus perspectivas ante
esta situación.
EQUIPO DE GESTIÓN DE LA FINANCIÈRE DE L’ECHIQUIER
La pandemia del Covid-19 sigue causando estragos en todo el mundo. Entonces el
rebote, ¿es un simple repunte técnico, o bien el comienzo de una recuperación
sostenible? Conviene recordar que los repuntes técnicos, a menudo violentos, no son
infrecuentes durante las crisis. En 2008, el S&P 500 se recuperó, con un aumento del
19% entre finales de octubre y principios de noviembre, y un 21% entre fines de
noviembre y comienzos de diciembre, antes de volver a sufrir un descenso brusco. Como
el movimiento que acabamos de experimentar es impresionante, podría estar, totalmente,
en línea con esta lógica.
Más allá del aspecto técnico, ¿qué podría justificar el optimismo de los mercados? Si
continuamos la comparación con la crisis de 2008, hay una cuestión que vale la pena
destacar: la rapidez y la magnitud de la respuesta de los bancos centrales y los gobiernos.
Los anuncios se han multiplicado de nuevo en los últimos días.
Los enormes volúmenes de ayuda explican, en parte, la euforia de los mercados. Queda
por ver si ésta puede durar. Dos grandes incógnitas persisten. La primera es de carácter
sanitario. Aunque en Europa se han desplegado medidas drásticas, la respuesta
estadounidense sigue siendo parcial. Sólo ciertos estados se encuentran en
confinamiento y no hay duda de que Estados Unidos es el epicentro de la pandemia.
La otra incógnita es de ámbito microeconómico. A pesar de que se han implementado
numerosos mecanismos para garantizar la sostenibilidad de las empresas y evitar las
quiebras en serie, no por ello será menos violento el impacto en el volumen de negocios y
los beneficios. La vuelta a la normalidad llevará tiempo. Por tanto, aunque las
valoraciones de acciones pueden parecer atractivas a estos niveles, no cabe duda de que
no serán suficientes para alimentar un aumento sostenido, dadas las escasas
perspectivas de actividad.
Si bien persiste la posibilidad de una nueva caída brusca, a nuestro juicio está limitada por
las medidas de los bancos centrales y los Estados. En cambio, los temores sobre el
impacto microeconómico pueden ser un obstáculo para una verdadera recuperación. Es
probable que los mercados sigan siendo volátiles, pero más erráticos en su dirección, sin
una tendencia clara, antes de que se disipen dichas incertidumbres. En este contexto, la
movilidad será la clave del rendimiento.
RONALD TEMPLE, HEAD OF US EQUITY EN LAZARD AM
Los bancos centrales han inyectado más liquidez en el sistema, siendo la Fed la más
agresiva. Con tipos negativos o cercanos a cero en la mayoría de los países del G10, las
compras de activos a gran escala y las facilidades de financiación son las principales
herramientas disponibles de los banqueros centrales. Creemos que los bancos centrales
han sido extremadamente eficientes para facilitar liquidez y financiación en el universo de
grado de inversión. Hasta ahora vemos poco efecto fuera del investment grade, pero
sospechamos que llegará.
La caballería viene en camino con financiación, liquidez y estímulos fiscales. Aunque la
ejecución del estímulo fiscal conlleva ciertos desafíos en lo que respecta a las pequeñas
empresas. La pieza que falta para cuadrar el puzzle, es una noticia positiva con respecto
a los tratamientos del COVID-19, pero esperamos que mejore en abril.
Creemos que la crisis de COVID-19 persistirá más de lo que muchos inversores
sospechan y que el daño económico será más profundo y potencialmente más duradero.
Por ello, creemos que el mejor enfoque es concentrar el capital en empresas con
balances y perfiles de financiación más sólidos y con capacidad de mantener los
rendimientos de capital mejor que sus competidores.
ANALISTAS DE LAZARD FRÈRES GESTION
El impacto económico será extremadamente violento ya que combina un choque de
demanda y un choque de oferta. Sin embargo, parece positivo que esto esté pasando en
una economía mundial que se está acelerando y, por lo tanto, más capaz de resistir al
choque que, por ejemplo, hace 9 meses.
Considerando la magnitud del choque y su dimensión temporal -a priori-, la clave está en
las medidas tomadas por los gobiernos para apoyar la actividad y, sobre todo, la viabilidad
de los actores económicos. A diferencia de la crisis de 2009, los gobiernos actualmente
muestran una gran capacidad de respuesta, con medidas que se implementan incluso
antes de que comience el impacto negativo en la economía. El desafío será doble: apoyar
a las empresas y los hogares durante la crisis, asegurando la recuperación más rápida y
fuerte posible de la economía.
Para los bancos centrales, se trata de garantizar la liquidez de los mercados financieros y
evitar que los flujos de financiación a las empresas no se agoten, asegurando así la
liquidez de los bancos. Para los gobiernos, el primer paso será compensar la pérdida de
ingresos de los hogares y las empresas; y garantizar préstamos a las empresas. En el
muy corto plazo, la prioridad es evitar quiebras, por medio de la extensión de plazos o
préstamos puente. La capacidad de hacerlo para todas las empresas afectadas y, en muy
poco tiempo, sigue siendo incierta.
EQUIPO DE A&G BANCA PRIVADA
Por primera vez desde el 14 de marzo, el día 30 de marzo hubo menos contagios en el
mundo (incluso excluyendo a China, donde la situación es ya de cierta normalidad) que el
día anterior. Puede ser algo prematuro, pero gran parte de la mejora viene de Europa, lo
que sugiere que las medidas tomadas funcionan. Debemos diferenciar el pico de
contagios del pico de enfermos y quedan aún semanas difíciles pero cada vez hay más
argumentos para poder afirmar que la situación actual deberá comenzar a mejorar en
unas pocas semanas.
A nadie sorprende a estas alturas, pero los datos macro que se irán conociendo desde
ahora ya incluyen el fuerte impacto del Covid-19, que recordamos comenzó a impactar a
Europa ya en febrero, pero es en marzo cuando se ha ahondado en el coma inducido a la
actividad económica. Esta semana se han publicado los PMI de marzo, que son el primer
indicador adelantado relevante tras la propagación del covid-19 a Europa. Destaca sobre
todo el PMI de Servicios en Europa que cae hasta mínimos de la serie (desde 52,6 en
febrero hasta 28,4, vs mínimo anterior de 39,2 en feb’09). Esta caída estaría en línea con
la vista en el PMI de China de febrero, más adelantada en la propagación/contención del
virus. En EE.UU, las peticiones semanales de desempleo se dispararon hasta los 3,2
millones. Máximo histórico en línea con la rapidez de esta crisis.
El mercado está preparado para este tipo de datos, que no generarán optimismo, pero no
tienen por qué ser catalizador para caídas adicionales. La clave, no es tanto como de
profunda será la contracción del 1S’20, sino en qué magnitud las medidas de
confinamiento tienen éxito y cuánto ayudan a recuperar el crecimiento las medidas
monetarias y fiscales adoptadas. La posible recuperación “V” a partir de 2S’20.
STEFAN SCHEURER, DIRECTOR, GLOBAL CAPITAL MARKETS & THEMATIC
RESEARCH, DE ALLIANZ GLOBAL INVESTORS
El coronavirus (COVID-19) tiene al mundo en vilo y, como consecuencia, a los mercados
de capitales internacionales, que han oscilado entre la esperanza y el temor durante las
últimas semanas: esperanza porque se logre contener la pandemia y temor a que la
creciente propagación a nivel global del nuevo coronavirus provoque una importante
ralentización del crecimiento económico mundial. Solo sabremos la verdad durante las
próximas semanas. ¿Se puede ralentizar la propagación del virus? ¿En qué medida se
verá afectada la economía? ¿Son eficaces las medidas monetarias y fiscales?
1) Ya podemos ver los primeros rayos de esperanza en el sector médico. Aunque se
están investigando diversas posibilidades para avanzar en la investigación de un fármaco
mediante inteligencia artificial, los resultados iniciales indican que los medicamentos
existentes pueden acortar la duración de la enfermedad. En otros lugares, parece que la
vida diaria comienza a recuperar la normalidad. Los consumidores chinos están volviendo
a la acción y la producción del país se está reanudando poco a poco. Además, la vuelta a
la normalidad en Wuhan parece estar muy cerca.
2) El hecho de que la pandemia haya llegado a los indicadores de la economía se refleja
principalmente en los recientes indicadores adelantados y en los índices de los gestores
de compras de la zona euro.
Hay claros signos de un cambio de tendencia en el mercado laboral estadounidense. La
interrupción de las cadenas de valor mundiales y la creciente limitación de la vida social
están pasando factura. El impacto sobre la economía es grave, por lo que en las próximas
semanas los economistas y los analistas ajustarán sus estimaciones de la actividad
económica y las previsiones de beneficios, en algunos casos de forma considerable. En
vista de estos acontecimientos económicos, la probabilidad de recesión en la economía
mundial también ha aumentado considerablemente, por lo que ahora forma parte de
nuestro escenario básico.
3) Para amortiguar las consecuencias de la crisis provocada por el COVID-19, los bancos
centrales y los gobiernos han anunciado recientemente la puesta en marcha de unos
planes financieros y de liquidez masivos sin precedentes, en algunos casos incluso más
sólidos que durante la época de la crisis del mercado financiero de 2008/2009. Los
bancos centrales de todo el mundo han reducido en parte sus tipos de interés de forma
masiva y han anunciado nuevas y amplias medidas de apoyo a la economía. La Reserva
Federal de Estados Unidos ha prometido que comprará bonos de deuda pública
estadounidense y títulos respaldados por hipotecas de forma ilimitada, lo que supondría la
reactivación de la flexibilización monetaria («QE», por sus siglas en inglés). Aunque es
posible que la política monetaria sirva de poco para hacer frente a los imprevistos
ocasionados por la oferta y la demanda, es importante garantizar el funcionamiento de los
mercados y flexibilizar las condiciones de financiación en los mercados financieros. Sin
embargo, parece que las políticas monetaria y fiscal se están convirtiendo en dos caras
de una misma moneda, ya que muchos gobiernos están aplicando medidas de estímulo
monetario y fiscal en serie. En algunos países, estas medidas se han convertido en el
mayor programa de apoyo de la historia. En las próximas semanas, es posible que los
mercados de capitales (entre otros) sigan oscilando entre la esperanza y el temor, así
como que la incertidumbre nos siga acompañando y que provoque importantes
perturbaciones en muchas economías nacionales. Aunque todavía no parece
vislumbrarse el fin de la caída del mercado, las contramedidas Internacionales contra la
pandemia tanto en el sector médico como en el económico siguen en marcha.
MIGUEL JIMÉNEZ, GESTOR RENTA 4
Lo que está ocurriendo es, sin duda, un shock externo para el que ni organismos,
gobiernos ni empresas estábamos preparados. Las noticias empresariales y económicas
a corto plazo van a ser muy malas, tal y como hemos visto en China con el peor dato en
los últimos 50 años. Por otra parte, los mercados financieros han sufrido caídas de casi el
40% en el caso europeo, lo que históricamente coloca esta crisis en una de las peores
sufridas jamás.
Está por ver si la situación actual daña la capacidad empresarial. Mucho de ello tiene que
ver con la duración de la pandemia y los daños irreparables que va a hacer en la
economía. La respuesta de los Gobiernos tendrá un papel importante a la hora de limitar
los efectos en la economía.
Entre las compañías más perjudicadas hay que señalar las empresas más endeudadas y
con mayor apalancamiento operativo. Otras compañías, con poca deuda y un mejor
posicionamiento, no deberían estar tan afectadas. En palabras del gestor: aquí, más que
nunca, el análisis de compañías y la gestión activa son elementos muy diferenciales que
deberían ayudar a obtener mejores resultados.
Lo único que sabemos ahora mismo es que el punto de partida actual es mejor que en
otras crisis debido a la ausencia de desequilibrios, ya que las finanzas del sector privado
están en orden, a diferencia de otras crisis.
Una reflexión optimista: una vez que el virus esté controlado y si no ha habido mucho
daño económico, podría haber subidas importantes y rápidas en los mercados. Nos
situaríamos en un escenario con unos estímulos fiscales y monetarios sin precedentes
que llevaría a una apreciación importante de las bolsas, como pasó en 1998 donde la
intervención de LTMC provocó una subida en los mercados financieros.
EQUIPO DE JUPITER AM
El impacto del virus ha avanzado rápidamente y ahora se espera que cause una crisis
global, pero la cuestión clave en esta recesión no es si las ganancias de las empresas
caerán, sino si necesitarán nuevo capital. Además, los expertos señalan que la
desaceleración ya está en las áreas más cíclicas del mercado, algo que contrasta con la
recesión de 2008/9 que pilló por sorpresa al mercado.
El segundo punto clave es cómo tratarán los gobiernos de mitigar el impacto de una crisis,
ya que, en las más recientes, la respuesta ha sido recortar los tipos de interés para
ayudar a las empresas y a las personas a pagar sus deudas y estimular la demanda,
como ya hizo ayer el Banco de Inglaterra y que le deja con muy poco espacio para
recortar aún más. Así, los gobiernos tendrían que abordar el impacto del coronavirus a
través de la expansión fiscal, algo totalmente diferente de todo lo visto en el pasado
reciente, aunque no está claro cuál sería el impacto.
El virus en sí será transitorio: alcanzará un pico y luego disminuirá, aunque es imposible
predecir cuándo. Pero el efecto secundario de una combinación de diferentes respuestas
políticas venidas de diferentes países ha producido un impacto económico global que no
se ha visto desde la crisis del petróleo de la década de 1970. Esto se debe a que abarca
simultáneamente tanto la dislocación para el suministro de bienes y servicios como una
fuerte reducción en la actividad del consumidor, lo que obviamente ha tenido mayor
impacto en los sectores de viajes, eventos y ocio.

Hace apenas un mes, las posibilidades de una recesión global parecían mínimas pero,
cuanto más persiste el virus y el parón que lo acompaña, más perjudicial es el efecto y
mayor es la posibilidad de una volatilidad económica prolongada.
EQUIPO DE UBS AM IBERIA
Esperamos nuevos recortes en los tipos de interés y una expansión de los balances de
los bancos centrales en las principales economías, incluidas Estados Unidos, Reino
Unido, la Zona Euro y Japón, en los próximos días, en respuesta a la crisis del
crecimiento del coronavirus y a los riesgos de contagio por la caída del precio del
petróleo. Pero la eficacia de la política monetaria se ve reducida, al menos a corto plazo,
por el impacto del coronavirus en el crecimiento económico.
Por lo tanto, en nuestra opinión, debería ser el gasto fiscal de las principales economías la
clave para revitalizar las expectativas de crecimiento y mejorar la confianza de los
inversores. Y si los responsables políticos son capaces de evitar el contagio y la recesión,
hay margen para un rebote muy fuerte del crecimiento económico y de los activos de
riesgo, dados los beneficios de una política monetaria flexible y el bajo precio del petróleo.
En cuanto a la renta variable estamos aprovechando esta situación excepcional para
aumentar la exposición a valores que han caído por debajo de nuestras estimaciones de
valor a largo plazo, siendo conscientes al mismo tiempo del riesgo de una mayor
dislocación. Nuestra experiencia ha demostrado que esos momentos presentan
excelentes oportunidades potenciales para aprovechar las sobrerreacciones de los
mercados
BENJAMIN MELMAN CIO GLOBAL EDMOND DE ROTHSCHILD ASSET MANAGEMENT
La visibilidad no es aún lo suficientemente buena como para poder tomar decisiones
importantes de asignación de activos. Sin embargo, las incertidumbres de hoy no son las
mismas que hace unas semanas. A mediados de marzo, los mercados sufrieron una
grave dislocación cuando los bonos soberanos se vieron sometidos a una fuerte presión
en medio de una baja liquidez y los yields de los bonos a largo plazo aumentaron. Pero
ahora las cosas están volviendo a la normalidad para los principales bonos soberanos y la
liquidez está mejorando gradualmente en el mercado investment grade.
En los últimos días, este impulso ha permitido que varios emisores de EE.UU. y Europa
empiecen a aprovechar el mercado de nuevo, lo que supone un avance positivo en un
segmento clave y todo gracias a la acción de los bancos centrales. Sin embargo, la
liquidez en los mercados de deuda de países emergentes y de high yield sigue siendo
escasa, aunque se están beneficiando de la normalización en otros segmentos.
Los mercados se han tranquilizado por la estrategia que busca «lo que sea necesario»,
promovida por los bancos centrales y los planes de estímulo masivo de los gobiernos de
Estados Unidos y Europa. Estados Unidos, por ejemplo, ha lanzado su mayor paquete de
estímulos y ya están pensando en seguir con otro. La mera determinación de los
organismos monetarios y fiscales de hacer frente a una crisis sin precedentes ha
mejorado sin duda.
El pico de la pandemia y su coste siguen siendo inciertos
Todavía no sabemos cuánto costará esta pandemia y los inversores están centrados
ahora en saber cuándo podría llegar a su punto máximo. Hay algunas señales
alentadoras en Europa, pero debemos ser cautelosos. Aun así, un escenario más preciso
está tomando forma. Algunas compañías de seguros creen que podríamos ver un pico en
las próximas semanas, una visión que podría ayudar a los mercados a hacer
proyecciones más allá del período de bloqueo.
Y también hay algunas estimaciones, ciertamente frágiles, del coste exorbitante de un
cierre parcial de la economía. El Instituto Insee de Francia estima que la economía está
trabajando al 65% de la actividad normal, y cae un punto del PIB por cada mes que dure
esta situación. En Italia, donde el cierre es más pronunciado, el golpe podría ser el doble
de perjudicial.
Los planes de estímulo del gobierno están proporcionando un gran apoyo pero
probablemente no compensarán ningún período de cierre prolongado. Las medidas de
Italia podrían compensar unas cinco semanas de recesión inducida por el confinamiento.
El problema es que se espera que el bloqueo dure, en teoría, al menos 8 semanas.
La actividad se está recuperando muy gradualmente
Al igual que en China, en el período posterior al confinamiento sólo se producirá un
retorno a la normalidad de manera gradual. Y el proceso podría durar dos o más
trimestres. La economía ciertamente se recuperará, pero la mejora podría verse frenada
por la prolongación de las medidas de distanciamiento social. Además, no sabemos la
rapidez con la que se reabrirán las fronteras y no hay forma de saber si el virus no volverá
en otoño. Los déficits de los gobiernos se podrán revisar cuando la crisis termine.

Estamos descartando cualquier movimiento alcista de la inflación debido a que los bancos
centrales vuelven a las políticas de flexibilización cuantitativa. Hace unas semanas, no
vimos ningún signo de inflación, aunque las brechas de producción en las principales
zonas se encontraban en territorio positivo, por lo que es difícil argumentar que la inflación
debería repuntar cuando son extremadamente negativas y las tasas de desempleo tan
altas. En cualquier caso, los bancos centrales están ayudando a los gobiernos a pedir
préstamos pero no monetizan en absoluto esta deuda.
Cada día que pasa significa un día menos de crisis, lo que nos ayuda a hacer
proyecciones aunque todavía hay mucha incertidumbre. Necesitamos más pruebas
sólidas antes de tomar decisiones definitivas de asignación de activos. Por eso nos
mantenemos neutrales en los mercados de renta variable. Es cierto que actualmente se
están negociando a niveles atractivos al beneficiarse de políticas monetarias y
económicas ambiciosas, pero todavía es demasiado pronto para sobreponderar.
También estamos ligeramente infraponderados en el crédito. Hemos puesto fin a nuestra
sobreponderación en bonos soberanos y hemos vuelto a la neutralidad ahora que los
rendimientos de los bonos a largo plazo han caído tanto, y vemos alguna oportunidad
puntual siendo muy selectivos en bonos investment grade en Europa y Estados Unidos.
Las yields han subido sustancialmente durante esta semana y la acción de los bancos
centrales proporciona una protección sustancial.
ROBERT M. ALMEIDA, JR. Y ERIK WEISMAN DE MFS INVESTMENT MANAGEMENT
Puede que el impacto del coronavirus se traduzca en la destrucción más precipitada de la
actividad económica en la historia de Estados Unidos. Las cifras económicas de marzo,
abril y, quizás, mayo probablemente se revelarán nefastas. El desempleo en Estados
Unidos presenta todas las papeletas de dispararse y podría eclipsar el punto álgido de la
crisis financiera mundial.
Los datos preliminares relativos a las solicitudes de subsidios de desempleo iniciales ya
están poniendo de manifiesto las perturbaciones venideras. Aun con los estímulos fiscales
y los pagos de transferencias gubernamentales en marcha, las rentas familiares se
desplomarán a buen seguro y es probable que el consumo caiga en saco roto. A pesar de
los créditos fiscales, la disponibilidad de financiación muy barata y el aplazamiento de
otros gastos empresariales, muchas pequeñas y medianas empresas pueden verse muy
castigadas.
A nuestro parecer, no estamos ante una situación similar al 11-S, en la que la gente volvió
enseguida a montarse en aviones, alojarse en hoteles, trabajar y salir de compras. Por
poner un ejemplo, al menos 40 firmas han cerrado sus tiendas minoristas, una lista que
seguramente se engrosará. Muchas de ellas podrían no sobrevivir. Siendo justos, muchas
no deberían haber llegado tan lejos para empezar, y el virus sencillamente constituye el
catalizador de su extinción. Resulta irónico que se precise una pandemia para que
desaparezcan empresas «zombie».
Seguramente, la vida retornará a la normalidad en unos pocos meses, aunque podría
llevar más tiempo. Sin embargo, reviste cierta dificultad cuantificar la magnitud de los
estragos que se habrán producido entre ahora y entonces. No podemos predecir el ritmo
de recuperación hasta
Que sepamos la profundidad del agujero económico. Ahora bien, se puede sacar algo
tremendamente positivo de todo esto. Es posible que la mejor
Referencia a este hecho sea la que uno de los líderes del sector tecnológico en Estados
Unidos, Tim Dittmer, hizo en la reunión del sector que tuvo lugar el miércoles, y que abrió
con una de las muchas grandes citas de Andy Grove, exconsejero delegado de Intel: «Las
crisis destruyen a las malas empresas. Las buenas empresas sobreviven a ellas. Y las
grandes empresas mejoran con ellas.» Todas las reuniones sectoriales se están
desarrollando en torno a esta máxima.
Ya vaticinábamos que habría volatilidad. Los activos de riesgo se recuperarán, pero no
sucederá lo mismo con los «zombies». La recuperación podría llevar más tiempo que en
anteriores ocasiones y, de ser así, no pasa nada, porque anticipamos cierto nivel de
distorsiones en la etapa final de un ciclo largo y agotado. Además, pese a la gravedad de
la pandemia, somos muy optimistas respecto de las oportunidades de inversión que están
por venir.
LUC FILIP, HEAD OF PRIVATE BANKING INVESTMENTS SYZ
Como hemos sugerido hace unas semanas, la implicación económica del coronavirus fue
ignorada por los mercados demasiado complacientes. La alta dependencia de muchos
negocios de productos de fabricación china iba innegablemente a impactar en su propia
capacidad de suministro en un momento dado, ilustrado ya hace una semana por la
advertencia de beneficios de Apple. Además, la mayoría de las empresas hoy en día
dependen de la demanda china para alimentar el crecimiento, por lo que un choque en la
demanda de China se sentiría necesariamente en todo el mundo.
La caída registrada desde el principio de la semana pasada refleja el despertar del
mercado en estos importantes vientos en contra. Sin embargo, pensamos que esta es
sólo una caída de primera etapa que podría sugerir una mayor por venir. Nos cuesta creer
que la situación mejore rápidamente, especialmente con la amenaza de que las
cuarentenas lleguen a Europa y a los Estados Unidos. Por lo tanto, recomendamos evitar
aumentar la exposición a las acciones en este momento.
Con China representando alrededor del 40% del crecimiento del PIB mundial, se hace
más difícil encontrar empresas que no dependan del gigante asiático. Para los inversores
que deseen reducir la correlación de su cartera con China, sugerimos salir de los sectores
industriales (especialmente los relacionados con la automoción), los semiconductores, las
compañías petroleras y colocar parte de los beneficios en Sanidad, Tecnología
(excluyendo los semiconductores) y Productos Básicos.

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