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TEORÍA DE PIAGET: DESARROLLO COGNOSCITIVO

Título Desarrollo humano


Enfoque piagetiano: la etapa sensoriomotriz.

Autor Papalia y Feldman

Año de 2012
publicación

Resumen Esta sección se centra en la primera etapa del


desarrollo cognitivo según la teoría de Piaget. En
esta etapa, que abarca desde el nacimiento hasta
los dos años de edad, el niño aprende a través de
la exploración sensorial y la manipulación de
objetos.

En las primeras semanas de vida, los recién


nacidos experimentan el mundo a través de sus
sentidos y reflejos innatos. A medida que van
creciendo, comienzan a coordinar sus movimientos y
a aprender sobre la causalidad y la permanencia de
los objetos. Según Piaget, la etapa sensoriomotriz
se divide en seis subetapas, que se suceden en un
orden predecible pero que pueden variar en
duración según el niño.

Durante la etapa sensoriomotriz, el niño


desarrolla su esquema corporal, es decir, su
conciencia de su propio cuerpo y sus movimientos.
También aprende a diferenciar entre él mismo y el
mundo exterior, y comienza a explorar y manipular
objetos. Piaget distingue dos tipos de conducta en
esta etapa: las conductas circulares primarias,
que son repetitivas y se enfocan en la exploración
del propio cuerpo y las conductas circulares
secundarias, que se enfocan en la exploración de
los objetos y son repetitivas.

A medida que el niño avanza en la etapa


sensoriomotriz, comienza a experimentar con la
causa y el efecto y a desarrollar la permanencia
de los objetos, es decir, la comprensión de que
los objetos siguen existiendo aunque no estén
presentes en su campo de visión. En las últimas
subetapas de esta etapa, el niño comienza a
utilizar el pensamiento simbólico, lo que le
permite representar mentalmente objetos y eventos.

Bibliografía Papalia, D. E., & Feldman, R. D. (2012). Desarrollo humano (12a


ed.). McGraw-Hill.

Título Desarrollo humano


Enfoque piagetiano: la etapa preoperacional

Autor Papalia y Feldman

Año de 2012
publicación

Resumen Esta sección se centra en la segunda etapa del


desarrollo cognitivo según la teoría de Piaget.
Esta etapa, que se extiende desde los dos hasta
los siete años de edad, se caracteriza por el
desarrollo del pensamiento simbólico y el
lenguaje, así como por la aparición del
pensamiento egocéntrico.

Durante la etapa preoperacional, los niños


desarrollan su capacidad para representar
mentalmente objetos y eventos, lo que les permite
utilizar el lenguaje y el juego simbólico para
expresar sus pensamientos y sentimientos. Sin
embargo, su pensamiento todavía es limitado y
egocéntrico, lo que significa que tienen
dificultades para ver las cosas desde la
perspectiva de los demás y para comprender las
operaciones lógicas.

En la primera parte de la etapa preoperacional,


los niños utilizan el pensamiento intuitivo, que
se basa en la observación y la experiencia
directa, para comprender el mundo que les rodea. A
medida que avanzan en la etapa, comienzan a
utilizar el pensamiento simbólico y a desarrollar
su capacidad para clasificar y seriar objetos.
También comienzan a comprender la noción de
conservación, que implica que los objetos no
cambian su cantidad, peso o volumen simplemente
por cambiar su apariencia física.

Sin embargo, los niños preoperacionales todavía


tienen dificultades para comprender la perspectiva
de los demás y para comprender las operaciones
lógicas. Su pensamiento egocéntrico les lleva a
creer que todo el mundo piensa y siente como
ellos, y a tener dificultades para comprender las
relaciones causales complejas. Además, pueden ser
muy influenciados por la apariencia física de los
objetos y tener dificultades para comprender
conceptos abstractos.

Bibliografía Papalia, D. E., & Feldman, R. D. (2012). Desarrollo humano (12a


ed.). McGraw-Hill.

Título Desarrollo humano


Enfoque piagetiano: las operaciones concretas

Autor Papalia y Feldman

Año de 2012
publicación

Resumen Esta sección se centra en la tercera etapa del


desarrollo cognitivo según la teoría de Piaget,
que se produce entre los 7 y los 12 años de edad.
En esta etapa, los niños son capaces de realizar
operaciones mentales concretas y lógicas que les
permiten comprender el mundo de manera más
compleja.

Durante la etapa de operaciones concretas, los


niños son capaces de clasificar, seriar y ordenar
objetos, y comprender la noción de conservación.
Además, pueden entender relaciones causales
simples y resolver problemas de manera sistemática
y lógica, siempre y cuando los problemas se basen
en situaciones concretas y reales.
A medida que los niños avanzan en esta etapa,
también desarrollan su capacidad para comprender
las perspectivas de los demás y para considerar
múltiples puntos de vista. Esto les permite
comprender las relaciones sociales más complejas y
resolver conflictos de manera más efectiva.

Sin embargo, los niños en la etapa de operaciones


concretas todavía tienen dificultades para
comprender conceptos abstractos y teóricos que no
se basan en situaciones concretas. Además, su
pensamiento todavía es limitado por su experiencia
y conocimiento previo, lo que significa que pueden
tener dificultades para comprender situaciones
nuevas o desconocidas.

Bibliografía Papalia, D. E., & Feldman, R. D. (2012). Desarrollo humano (12a


ed.). McGraw-Hill.

Título Desarrollo humano


Enfoque piagetiano: las operaciones formales

Autor Papalia y Feldman

Año de 2012
publicación

Resumen Esta sección aborda cómo el pensamiento abstracto


y el razonamiento hipotético-deductivo se
desarrollan durante la adolescencia y la adultez
temprana. Esto está relacionado con la etapa de
las operaciones formales de Piaget, en la cual los
adolescentes comienzan a pensar en términos
abstractos y pueden razonar sobre hipótesis y
deducciones lógicas.

Durante la etapa de las operaciones formales, los


adolescentes pueden considerar múltiples variables
y razonar de manera hipotética, lo que les permite
considerar múltiples soluciones a un problema y
elegir la mejor opción. Además, pueden usar la
lógica proposicional para resolver problemas
complejos y considerar diferentes puntos de vista.

En el capítulo, se explica que la capacidad de


pensar en términos abstractos y razonar de manera
hipotética está influenciada por la maduración
biológica del cerebro y la exposición a
experiencias estimulantes. Se destaca la
importancia de proporcionar a los adolescentes
experiencias desafiantes y estimulantes para
fomentar el desarrollo de su pensamiento abstracto
y razonamiento hipotético.

Además, se describe cómo la educación puede


influir en el desarrollo cognitivo durante la
etapa de las operaciones formales. La educación
formal puede proporcionar a los adolescentes las
habilidades y el conocimiento necesarios para
resolver problemas complejos y tomar decisiones
informadas.

Bibliografía Papalia, D. E., & Feldman, R. D. (2012). Desarrollo humano (12a


ed.). McGraw-Hill.

REFLEXIÓN SOBRE EL PSICÓLOGO Y EL APRENDIZAJE

Como psicóloga, mi papel sería facilitar el aprendizaje de cada


niño, teniendo en cuenta sus necesidades y características
individuales. Para lograrlo, buscaría crear un ambiente de
aprendizaje seguro y estimulante, en el que el niño se sienta cómodo
y motivado para explorar y aprender.

En cuanto a los ejercicios que propondría, estos dependerían de la


etapa de desarrollo en la que se encuentre el niño. En la etapa
sensoriomotora (de 0 a 2 años), por ejemplo, enfocaría las
actividades en el desarrollo de los sentidos y la coordinación
motora, a través de juegos y actividades lúdicas que estimulen la
exploración y la manipulación de objetos.
En la etapa preoperacional (de 2 a 7 años), me centraría en fomentar
el desarrollo del lenguaje y la comunicación, y en promover la
imaginación y la creatividad del niño. Por ejemplo, podría proponer
juegos de roles, lectura de cuentos y actividades de dibujo y
pintura que fomenten su capacidad de expresión y pensamiento
abstracto.

En la etapa de operaciones concretas (de 7 a 12 años), trabajaría en


el desarrollo del pensamiento lógico y matemático, y en la
comprensión de conceptos como la causa y el efecto, la conservación
y la clasificación. Para ello, podría proponer ejercicios de
resolución de problemas y situaciones cotidianas que impliquen la
aplicación de estos conceptos.

Finalmente, en la etapa de operaciones formales (a partir de los 12


años), me centraría en el desarrollo del pensamiento abstracto y la
capacidad de razonamiento hipotético-deductivo. Para ello,
propondría ejercicios de análisis y síntesis, de resolución de
problemas complejos y de elaboración de hipótesis y teorías.

En cuanto a cómo evaluar si el niño ha aprendido, utilizaría


diferentes técnicas e instrumentos de evaluación, según el tipo de
aprendizaje que se quiera evaluar. Por ejemplo, en la etapa
sensoriomotora, observaría el desarrollo de habilidades motoras y la
exploración del entorno, mientras que en las etapas posteriores,
podría utilizar pruebas y ejercicios de comprensión, aplicación y
análisis de conceptos.

En conclusión, como psicóloga, mi rol sería propiciar el aprendizaje


de los niños, a través de un enfoque personalizado y adaptado a las
necesidades y características de cada niño, y utilizando diferentes
estrategias y técnicas de enseñanza y evaluación.

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