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BLOQUE I “LA ORATORIA COMO EL ARTE DE COMUNICAR”

A) DEFINICIONES

1.- ¿Qué es Oratoria?

Se llama oratoria al arte de hablar con elocuencia. En segundo lugar, es también un género


literario formado por el discurso, la arenga, la disertació n, el sermó n, el panegírico, entre otras.
Este segundo sentido má s amplio se aplica a todos los procesos literarios que está n planteados o
expresados con la misma finalidad y con propó sito persuasivo. Esta finalidad de persuadir al
destinatario es la que diferencia la oratoria de otros procesos comunicativos orales. Del mismo
modo que la finalidad de la didá ctica es enseñ ar y la de la poética deleitar, lo que pretende la
oratoria es convencer de algo. La persuasió n consiste en que con las razones que uno expresa
oralmente se induce, mueve u obliga a otro a creer o hacer una cosa. Ahora bien, no es su ú nica
finalidad. El propó sito de la oratoria pú blica puede ir desde transmitir informació n a motivar a la
gente para que actú e, o simplemente relatar una historia. Los buenos oradores deberían ser
capaces de cambiar las emociones de sus oyentes y no solo informarles. La oratoria puede ser una
poderosa herramienta que se usa para propó sitos tales como la motivació n, influencia, persuasió n,
informació n, traducció n o simple entretenimiento.

2.- ¿Qué es Elocuencia?

La elocuencia (del latín eloquentia) es la capacidad de expresarse en pú blico de forma elegante y


persuasiva. Es ademá s la aptitud de manifestar emociones y provocar en el oyente convicció n,
mediante la lengua hablada o escrita, de manera formal y apropiada para su comprensió n.
El concepto de elocuencia surgió en la antigua Grecia. En la mitología griega, Calíope (una de las
nueve hijas de Zeus y Mnemó sine) era la rebelde de la poesía épica y la elocuencia. Asimismo, la
elocuencia era considerada la forma má s elevada de la política por los antiguos griegos.
El término «elocuencia» proviene de la raíz latina loqu o loc, que significa ‘hablar’. Así, ser elocuente
es tener la capacidad de comprender y ordenar el idioma de tal manera que sea empleado de forma
agradable y con gran poder de persuasió n.
Histó ricamente la elocuencia precedió a la oratoria con la cual solía ser confundida,
considerá ndolas parte de una misma figura.

3.- ¿Qué es Retórica?

La retórica es, desde su fundació n disciplinar aristotélica, la «ciencia del discurso», otorgando a


éste una finalidad persuasiva y teniendo como objeto los asuntos generales. La retó rica devino de
inmediato, siguiendo su propia matriz, teoría literaria y, por tanto, disciplina de la serie
modernamente denominada ciencia de la literatura. En un sentido reciente y muy general, es
disciplina relativa distintos campos de conocimiento (ciencia de la literatura, ciencia
política, publicidad, periodismo, ciencias de la educació n, ciencias sociales, derecho, estudios
bíblicos, mú sica, etc.), que se ocupa de estudiar y de sistematizar procedimientos y técnicas de
utilizació n del lenguaje, puestos al servicio de una finalidad persuasiva o estética, añ adida a su
finalidad comunicativa.1La retó rica tiene su origen en la Grecia clá sica, donde se entendía, como se
sugiere en la voz latina ars bene dicendi, como la técnica de expresarse de manera adecuada para
lograr la persuasió n del destinatario. Etimoló gicamente, retó rica es un  helenismo que proviene
del griego «rhetorikè (téchne)».
La retó rica se configura como un sistema de procesos y recursos que actú an en distintos niveles en la
construcció n de un discurso. Tales elementos están estrechamente relacionados entre sí y todos
ellos repercuten en los distintos á mbitos discursivos.

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B) BREVE HISTORIA DE LA RETÓRICA

La retó rica nació en la antigua Grecia alrededor del añ o 485 a. de C. en la ciudad siciliana de
Siracusa, cuando Geló n y su sucesor Hieró n I, expropiaron las tierras a sus ciudadanos para
adjudicá rselas a miembros de su ejército personal. Má s tarde, con la llegada de la democracia y el
derrocamiento de los tiranos, los perjudicados pretendieron recuperar sus propiedades y esta
situació n provocó una serie de pleitos en los que se manifestó la importancia de la elocuencia o arte
de hablar bien y persuasivamente para conseguir las recuperaciones pretendidas.

Así pues, su origen no está vinculado a lo literario, sino a lo judicial y estrechamente relacionado
con lo político: la palabra pú blica y libre se relaciona con la retó rica. Ante la eficacia de la
argumentació n oral adecuada, Có rax de Siracusa, en el siglo V a. C. (hacia el año 450) elaboró un
sistema de comunicació n para hablar ante la asamblea política o ante los tribunales con fines
claramente persuasivos que se puede considerar el primer tratado de retó rica. Un discípulo suyo,
Tisias, lo divulgó por Grecia. Así nacieron dos de los tres géneros clá sicos de la retó rica ya en su
génesis: el judicial y el deliberativo.

Y pronto se unió un tipo de discurso de elogio funerario en el que se trataba de alabar las virtudes
del difunto y se puede considerar el inicio del tercer género retó rico, el demostrativo o epidíctico
que, má s adelante, se referiría a cualquier persona no necesariamente fallecida o a diferentes
aspectos de la vida o de la sociedad desde un punto de vista positivo o negativo.

Retórica clásica

El poder de elocuencia que demuestran Néstor, Odiseo y Aquiles en la Iliada llevó a muchos griegos
a considerar a Homero como el padre de la oratoria. El establecimiento de las instituciones
democrá ticas en Atenas en el 510 a.C. volvió esencial para todos los ciudadanos el desarrollo de la
habilidad oratoria; así fue como surgió un grupo de maestros, conocidos como sofistas, que se
propusieron hacer que los hombres hablasen mejor segú n las reglas del arte.

Protágoras, el primero de los sofistas, realizó un estudio de la lengua y enseñ ó a sus alumnos có mo
hacer que la causa má s débil se tornase má s fuerte. Se dice que el verdadero fundador de la retó rica
como ciencia fue Corax de Siracusa, quien la definió como ‘artífice de la persuasió n’ y escribió el
primer manual sobre este arte.

Platón satirizó el tratamiento má s técnico de la retó rica, con su énfasis en la persuasió n má s que en
la verdad, en el diá logo Gorgias, y en Fedro discutió los principios que conformaban la esencia del
arte retó rico. Aristóteles, en su Retó rica, definió la funció n de la retó rica basá ndola, má s que en la
persuasió n, en el descubrimiento de ‘todos los medios disponibles de persuasió n’. Recalcó , por
tanto, la importancia de la victoria dialéctica mediante un razonamiento persuasivo y ordenado de
la verdad, má s que en dominar a los oyentes apelando a sus emociones.

Consideraba a la retó rica como arte hermana de la ló gica. En Roma, al principio, fueron griegos los
encargados de enseñ ar retó rica formal, y los grandes maestros de la retó rica teó rica y prá ctica,
Cicerón y Quintiliano, estuvieron influidos por los modelos griegos. Ciceró n escribió varios
tratados sobre la teoría y la prá ctica de la retó rica, pero el má s importante fue De inventione. El
famoso De Institutione oratoria de Quintiliano todavía es vá lido por el amplio tratamiento que hace
de los principios de la retó rica y la naturaleza de la elocuencia ideal.

Las disertaciones escolares del temprano imperio se encuentran en las suasoriae (disertaciones
persuasivas) y en las controversias del retó rico Séneca el Viejo, padre del filó sofo, ambos nacidos
en Có rdoba (Españ a). Las primeras corresponden al género deliberativo y estaban destinadas a los
niñ os. Las segundas, pertenecientes al género judicial, eran practicadas por los estudiantes
mayores. Durante los cuatro primeros siglos del Imperio romano, enseñ aban retó rica los maestros
llamados sofistas, término que equivalía entonces a un título académico.

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Retórica medieval y renacentista

La Retó rica constituyó , junto con la Gramá tica y la Dialéctica, el Trivium, es decir, las tres
disciplinas preliminares de las siete artes liberales que se impartían en las universidades. Las
principales autoridades medievales en retó rica fueron tres estudiosos romanos de los siglos V, VI y
VII: Marciano Capella, autor de las Bodas de Mercurio y Filología, tratado basado en una alegoría
de las siete artes liberales (ademá s del Trivium, el Quadrivium: Aritmética, Astronomía, Geometría
y Mú sica); Flavio Casiodoro, historiador y fundador de monasterios, célebre por sus Institutiones
diuinarum et saecularium litterarum, cuyo segundo libro contiene una relació n de las siete artes
liberales; e Isidoro de Sevilla, arzobispo españ ol autor de las Etimologías, una obra enciclopédica
que reú ne la erudició n del mundo antiguo.

Durante el renacimiento, el estudio de la Retó rica continuó basá ndose en las obras de escritores
como Ciceró n, Quintiliano y Aristó teles, cuya Poética se difundió , desde finales del siglo XV hasta el
XVII, gracias a traducciones italianas. Los manuales de Retó rica, casi todos en latín, se convirtieron
sobre todo en guías para escribir bien, para saber hacer versos. Este proceso lo desarrollarían los
jesuitas, dando mayor relieve a la noció n de orden, expresada en la identidad entre disciplina
escolar, disciplina del pensamiento y disciplina de lenguaje. Destacan los manuales de los padres
Núñez, Susius y Suárez.

De 1604, en Toledo, es la primera edició n de Eloquencia españ ola en arte de Bartolomé Jiménez
Patón. La importancia de la construcció n retó rica se revela, a través de aspectos parciales, en textos
como el Arte nuevo de hacer comedias de Lope de Vega y en los comentarios dispersos que, sobre el
uso del lenguaje y la composició n del texto, aparecen en Cervantes.

Retórica contemporánea

La retó rica contemporá nea ha prescindido del discurso oral y, por tanto, de entre las cinco fases de
elaboració n del discurso (invenció n, disposició n, elocució n, memoria y acció n) de las dos ú ltimas de
índole prá ctica, la memoria y la acció n. Se considera actualmente que es ú til para actores, abogados,
psicó logos, políticos, publicitarios, escritores, vendedores y, en general, quienes quieren persuadir
o convencer de algo.

Sin embargo, la retó rica ha vivido un gran renacimiento en la segunda mitad del siglo XX como
disciplina científica con el surgir de varias corrientes de pensamiento que han redescubierto su
valor para distintas disciplinas; comenzó Heinrich Lausberg realizando una gran labor de
clasificació n de la disciplina con sus Elementos de retórica literaria en 1975; y su impagable Manual
de retórica literaria, publicado en españ ol entre 1966 y 1970 en tres volú menes.

C) FASES DEL PROCESO CREATIVO DE UN DISCURSO

La elaboració n del discurso verbal y su exposició n ante un auditorio son aspectos que exigen la
atenció n a cinco dimensiones que se complementan. El discurso está conformado por la inventio,
la dispositio y la elocutio (fase escrita); y la memoria y la actio(fase oral).

C.1 Inventio (o invenio)
La finalidad de esta fase es establecer los contenidos del discurso. El término inventio procede
del latín invenire  que significa «hallazgo», pues de lo que se trata es que el orador seleccione, halle,
en un repertorio prefijado de temas aquellos que son los má s adecuados a su exposició n. Se trata,
mentalmente hablando, de invenire («hallar») en la memoria, llena de topoi o loci («tó picos» o
«lugares» comunes) las ideas propias o heredadas de la sociedad en general, susceptibles de ser
utilizadas en el discurso.
La tipología del tópico retórico incluye los siguientes elementos: persona, cosa, lugar, instrumento,
causa, modo, tiempo, comparació n y argumentació n, a los que habrá que añ adirse el tópico literario,
en el caso de obras literarias.

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C.2 Dispositio
Este término latino es una traducció n del concepto de la retó rica griega conocido como
«disposició n». La finalidad de esta parte de la preparació n discursiva es la organización de los
elementos de la inventio en un todo estructurado. Son relevantes a este respecto el nú mero
de partes del discurso y su orden de aparició n.

 En cuanto a las partes, los discursos pueden presentar una estructura bipartita (en la que las
dos partes mantienen una tensió n recíproca dentro del conjunto) o tripartita (en la que se
supone un desarrollo lineal con principio, medio y fin).
La estructuració n tripartita, la má s frecuente, consta de:
- un exordium o parte inicial que tiene por objeto captar la atenció n (el interés o favor) del oyente
(captatio benevolentiae) e indicar a este la estructuració n del discurso. Busca hacer al auditorio
benévolo, atento y dó cil. Su funció n es señ alizar que el discurso comienza, atraer la atenció n del
receptor, disipar animosidades, granjear simpatías, fijar el interés del receptor y establecer el tema,
tesis u objetivo.
- una parte media con narratio (exposició n del asunto y tesis del orador al respecto)
y argumentatio*1(con las razones que sustentan dicha tesis: la parte donde se aducen las pruebas
que confirman la propia posició n revelada en la tesis de la exposició n (confirmatio o probatio) y se
refutan las de la tesis que sostiene la parte contraria (refutatio o reprehensio)
- una peroratio o recapitulació n de lo dicho con apelaciones al auditorio. Es la parte destinada a
inclinar la voluntad del oyente suscitando sus afectos, recurriendo a mó viles éticos o pragmá ticos y
provocando su compasió n y su indignació n para atraer la piedad del pú blico y lograr su
participació n emotiva, mediante recursos estilísticos patéticos; incluye lugares de casos de fortuna:
enfermedad, mala suerte, desgracias, etc. Resume y sintetiza lo que fue desarrollado para facilitar el
recuerdo de los puntos fuertes y lanzar la apelació n a los afectos; es un buen lugar para lanzar un
elemento nuevo, inesperado e interesante, el argumento-puñ etazo que refuerce todos los demá s
creando en el que escucha una impresió n final positiva y favorable.

*1 Los argumentos
Existen tres tipos de argumentos que pueden ser empleados en un discurso: los relativos al ethos, al pathos y al logos.

 Argumentos ligados al ethos: son de orden afectivo y moral y atañ en al emisor del discurso; son, en suma, las
actitudes que debe tomar el orador para inspirar confianza a su auditorio. Así, debe mostrarse:
o Sensato y fiable: esto es, capaz de dar consejos razonables y pertinentes.
o Sincero: no debe disimular lo que piensa o lo que sabe.
o Simpá tico: debe mostrar que está preparado a ayudar a su auditorio.
 Argumentos ligados al pathos: de orden puramente afectivo y ligados fundamentalmente al receptor del discurso.
Segú n Aristó teles, estos argumentos se basan en suscitar ira (ὀ ργή ), calma (πραό της), odio (μίσος), amistad (φιλία),
miedo (φό βος), confianza (θά ρσος), vergü enza (αἰσχύ νη), indignació n (τὸ νεμεσά ν), agradecimiento (χά ρις),
compasió n (ἐλείνος) y envidia (φθό νος) por las virtudes de otro (ζή λος).2
 Argumentos ligados al logos: argumentos ceñ idos al tema y mensaje mismo del discurso; se entra aquí en el dominio
propiamente de la dialé ctica y se utilizan sobre todo los deductivos y los analó gicos.
El orden de las partes puede ser naturalis o artificialis. El ordo naturalis es el que respeta la propia naturaleza del discurso
sin alteraciones intencionadas o el que sigue la tradició n; el ordo artificialis, por el contrario, altera el orden habitual de las
partes (por ejemplo, empezar una historia no por el principio sino en un momento ya avanzado de la misma, esto es,  in
media res).

C.3 Elocutio
La elocutio afecta al modo de expresar verbalmente de manera adecuada los materiales de
la inventio ordenados por la dispositio. En la actualidad, la elocutio es lo que se denomina estilo.
La elocutio se manifiesta a través de dos aspectos: las cualidades y los registros.

 Las cualidades elocutivas son tres: puritas, perspicuitas y ornatus.

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La puritas es la correcció n gramatical en la expresió n lingü ística, que busca, sobre todo,
evitar el barbarismo o palabra incorrecta y el solecismo o construcció n sintá ctica erró nea.
La perspicuitas (CLARIDAD)es el grado de comprensibilidad del discurso, que se opone a
la obscuritas.
El ornatus tiene por objeto embellecer el discurso con el uso de las distintas figuras
literarias. Se trata del principal constituyente de la elocutio pues en torno a él giran todos
los elementos de la configuració n estilística. Consta de dos formantes bá sicos:
los tropos y figuras y su combinación
 Los registros de la elocución (genera elocutionis) son modalidades estilísticas que
dependen de la combinació n de las cualidades elocutivas. Se pueden identificar varios pero
tradicionalmente se habla de tres modelos bá sicos:
El genus humile o estilo llano tiene por objeto la enseñ anza; se caracteriza por la puritas y
la perspicuitas, y un ornatus poco desarrollado.
El genus medium o estilo medio pretende deleitar; se caracteriza por una mayor presencia
del ornatus que en el anterior.
El genus sublime o estilo elevado busca conmover y las cualidades elocutivas está n
presentes en grado má ximo.
C.4 Memoria
La memorizació n del discurso elaborado depende de dos tipos de memoria segú n los tratadistas
clá sicos: la memoria naturalis (la innata) y la memoria artificiosa, que implica una serie de
procedimientos mnemotécnicos para facilitar el recuerdo.

C.5 Actio
También llamada pronuntiatio, se ocupa de la declamació n del discurso, prestando atenció n a la
modulació n de la voz y de los gestos, que debe estar en consonancia con el contenido de aquel.

D) IMPORTANCIA Y FINES DE LA ORATORIA

D.1 Importancia de la oratoria


En añ o el 450 a. C. el pensador ateniense Pericles acuñ ó magistralmente la frase "El que sabe pensar
pero no sabe expresar lo que piensa, está en el mismo nivel del que no sabe pensar" , frase inmortal
que hoy cobra alarmante vigencia pues al verificar las estadísticas, comprobamos que en nuestro
medio, son escasas las personas que tienen la habilidad de hablar con efectividad y firmeza, a fin de
transmitir sus pensamientos e impresiones sin que el miedo les paralice el cuerpo, cuando está n
frente a un pú blico numeroso y variado.
En nuestra condició n de instructores de oratoria, podemos asegurar que hablar en pú blico no es
algo imposible o inalcanzable, la facultad elocutiva requiere como cualquier otra facultad del
hombre, cultivo y educació n. Tengamos presente que una persona que no sepa expresarse
correctamente ante los demá s, está condenada a fracasar y a ser relegada a un plano inferior,
en cambio los que sí dominan el arte de la elocuencia está n destinados a sobresalir y a triunfar en
todas las esferas de su vida.
Es importante recordar que el hombre es el ú nico ser viviente que habla y que la palabra es uno de
los dones má s extraordinarios que posee, este le permite manifestar la prodigiosa riqueza de
su alma y establecer relació n con sus semejantes. Por ello, llama la atenció n que en los centros
escolares y de educació n superior no se ponga especial atenció n en la enseñ anza de la expresió n
oral. Se nos enseñ a a leer y a escribir pero nunca se nos enseñ a a "hablar" y mucho menos a hacerlo
en pú blico y con las técnicas apropiadas.
El arte de la palabra oral se ha constituido paulatinamente y a través de los siglos en
un patrimonio cultural sin dueñ os ni fó rmulas má gicas, de tal forma que ha sido conceptualizada
acertadamente como "el arte de hablar en pú blico" toda vez que el orador es un artista que combina

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armoniosamente; ademanes, gestos, expresió n verbal y corporal, encausando todo ello a cumplir
cabalmente los fines que ella conlleva, es decir; persuadir, educar, conmover y agradar.
En la actualidad, y con la inmersión de las redes sociales en nuestras vidas, encontramos medios nuevos para que
podamos expresarnos sin ningún tipo de exclusión. En estas redes las personas muestras sus ideas y sentimientos y por
ello es muy importante la forma de enunciar puesto que nunca sabemos cuál es nuestro auditorio y el efecto que
nuestras palabras pueden tener el él.

D.2 Los fines de la oratoria


Es importante precisar que la oratoria, como toda ciencia o arte, tiene una serie de propó sitos que
anhela alcanzar a través de su prá ctica efectiva. Estos propó sitos que también podemos llamar
fines, han sido materia de debate desde los tiempos antiguos. Rememorar la diversidad de
opiniones en torno a los fines de la oratoria, sería caer en una bizantina y fatigosa enumeració n.
La divergencia de opinió n suele tener sus orígenes en el tiempo y en el espacio geográ fico en el que
le toca desarrollarse. En esencia cuatro son los fines de la oratoria.

D.2.1 Persuadir

Implica convencer a otras personas de que nuestras opiniones e ideas son las correctas y moverlas
a la acció n de acuerdo con ellas. Involucra también la motivació n para que otros realicen lo que en
el fondo muchas veces no quieren hacer. Es el caso del vendedor que busca por medio de la
persuasió n que los clientes se sientan motivados a comprar sus productos o servicios. La
persuasió n se orienta a la voluntad de los receptores, por ello podemos decir que "es la actividad de
convencer a nuestros semejantes para que tomen una decisió n o hagan una acció n determinada".

D.2.2 Enseñar

Comprende la acció n de transmitir, a alumnos o discípulos, conocimientos y cultura general a


través de la palabra hablada. Esta transmisió n pedagó gica se realiza en sesiones académicas,
debates o incluso, en una plá tica comú n. Aquí la oratoria se orienta a la inteligencia de los
receptores, su propó sito es comunicar no só lo las noticias cotidianas sino, va má s allá ; transferir
conocimientos de todo tipo por medio de un emisor y/o profesor, ya sea de manera formal; en los
centros de enseñ anza de diferentes niveles o, ya sea de manera informal; esto es en el hogar, la calle
o la comunidad.

D.3.3 Conmover
Involucra provocar por intermedio de la oratoria, determinados sentimientos, pasiones y
emociones en el espíritu de las personas que escuchan nuestras palabras. El ser humano en la vida
diaria llora, ríe, se asusta, se encoleriza etc. Es decir, experimenta emociones. Estas emociones
también las puede crear un orador a través de sus palabras siempre y cuando estas lleguen a la
fibra interna del pú blico oyente. Si logramos conmover a nuestro pú blico podemos cautivarlo y
comunicarle satisfactoriamente nuestros sentimientos.

D.4.4 Agradar
Agradar es crear belleza con la palabra hablada; es decir, producir en el alma ajena un sentimiento
de placer con fines determinados. La oratoria como entretenimiento se orienta al campo del
sentimiento. Por eso, cuando leemos un libro de chistes o espectá culos, un programa humorístico,
sentimos que perdemos todo contacto con la realidad, reímos y nos alegramos. Cuando escuchamos
a un cantante, su voz; o nos agrada o nos desagrada, lo mismo ocurre con un locutor de radio al
momento de hablarnos romá nticamente con su voz impostada.

E) CUALIDADES DEL ORADOR (relacionados con el bloque 4 los puntos E.2 y E.3)

Sean cuales fueran las tareas específicas que el orador deba realizar en una disertació n y aunque
muchas de ellas puedan parecer mecá nicas o rutinarias, no puede pasarse por alto la importancia
de la posició n que ocupa como comunicador social y/o líder de opinió n. Por ello, en el orador no
solo se valora la aptitud para el desempeñ o de las funciones como expositor sino también la

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idoneidad a través de una serie de cualidades que a nuestro entender debe poseer un orador
de éxito y que a continuació n presentamos.

E.1 Cualidades Físicas


Estas cualidades tienen que ver con la apariencia personal del orador, no involucra que sea
hermoso o de físico impresionante. Implica el cumplimiento de una serie de pautas sencillas que le
permitan resaltar su personalidad, de tal forma que constituya un conjunto armonioso y estético
ante los ojos de los demá s.

E.1.1 El aseo personal


Es la limpieza, cuidado, compostura y buena disposició n de nuestro cuerpo. Ello transmite una
agradable impresió n a través del sentido visual y olfativo.

E.1.2 El vestido
Pueden ser formales o informales segú n la ocasió n en la que tengamos que utilizarlo. Constituye la
prenda exterior completa de una persona . Esta vestimenta debe ser la adecuada para cada reunió n
oratoria debiendo primar los principios de elegancia, limpieza y una correcta combinació n de
prendas y/o colores. Recordemos que el vestido resalta nuestra personalidad, formalidad y
pulcritud.

E.1.3 La actitud mental positiva


Es la condició n subjetiva de nuestra mente; esta nos permite tener una actitud mental positiva que
nos impulsa a realizar lo anhelado o en su defecto, una actitud mental negativa que solo apunta a
buscar excusas para no realizar lo deseado.
Estas actitudes tienen que ver, principalmente, con nuestros pensamientos ya que nuestras
acciones son el reflejo de ellos. Por ello, todo orador debe estar imbuido de actitud mental positiva
para realizar sus exposiciones con entusiasmo y mucho optimismo; ello se logra a través de la
autosugestió n y del correcto uso de las técnicas de respiració n y de relajamiento.

E.1.4 Gozar de buena salud física


Un orador con dolor de muela, dolor de cabeza… no podrá realizar con eficacia sus exposiciones, el
dolor lacerante lo pondrá de mal humor o lo indispondrá para sus tareas. Se debe combinar una
buena dieta con ejercicios matutinos para evitar el sedentarismo y
las enfermedades psicosomá ticas.

E.1.5 Gozar de buena salud psíquica


La mente también se enferma y puede producir lamentables estados de distorsió n de la
personalidad; paranoia,  esquizofrenia y aú n, psicopatía. Ló gicamente una persona con
desbarajustes mentales no podrá realizar a satisfacció n su labor como orador, casi siempre
tendrá  problemas con sus superiores, compañ eros de trabajo y má s aú n, con el pú blico oyente.

E.2 Cualidades Intelectuales


Estas cualidades está n relacionadas con la facultad para conocer, comprender y razonar; implican
un conjunto de características inherentes que todo orador debe desarrollar y utilizar con eficacia.
Estas cualidades propias de la actividad mental, está n al alcance de todos y só lo requieren de
decisió n para aplicarlas.

E.2.1 Memoria
El poder recordar nombres, rostros, situaciones y la ubicació n exacta de documentos o cosas,
constituye un requisito indispensable en la labor del orador, ello le permite evocar con facilidad,
informació n que se necesita en lo inmediato. El llamar a las personas por su nombre, luego de
haberlos reconocido, constituye una muestra de especial deferencia hacia el pú blico con el que
tratamos. La memoria se ejercita a través de la observació n minuciosa, la retenció n y la evocació n.

E.2.2 Imaginación
Consiste en la facultad de reproducir mentalmente objetos ausentes; de crear y combinar imá genes
mentales de algo no percibido antes o inexistente. El término imaginació n, incluye dos
características bá sicas: la renovació n o "re experimentació n" de lo ya vivido (memoria), y la
creació n de imá genes mentales que antes no existían (imaginació n).

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E.2.3 Sensibilidad
Es la facultad de sentir física o moralmente los sentimientos de alegría, pena, dolor, compasió n y
ternura. Es una cualidad propia de los seres humanos, pero no por ello todos los tienen
desarrollados en la misma medida. Existen algunos oradores que parecieran insensibles al dolor
ajeno, dan la impresió n de no interesarles para nada los sentimientos de sus congéneres.
A la larga, estas personas se hacen odiar y son pú blicamente vilipendiadas. En cambio, un orador
que demuestre sensibilidad en su trato y en sus acciones se ganará el cariñ o y estima de las
personas con las que trata.

E.2.4 Iniciativa
Es el ideal que nos mueve a realizar algo por voluntad propia sin que nadie nos lo diga, ordene o
motive. Involucra la acció n de adelantarse a los demá s en hablar u obrar, es una cualidad personal
que inclina a las personas a realizar acciones para alcanzar una ventaja competitiva. En la mente de
todo orador debe estar presente siempre la frase: «la iniciativa es del interesado», si anhelamos
lograr un objetivo, no podemos confiar só lo en la voluntad divina o en la buena voluntad de las
personas; sino que, como interesados, debemos intervenir directamente para su concretizació n.

E.3 Cualidades Morales


La moral está relacionada a las costumbres y a las normas de conducta de una determinada
sociedad. Por extensió n, podemos decir que es el conjunto de normas de comportamiento que debe
cumplir un orador, para que exista congruencia entre lo que predica y hace, en el ejercicio de su
labor profesional.

E.3.1 Honradez
Es una cualidad que involucra un proceder recto y honesto de parte de un orador. Actuar
con honestidad significa, no apartarnos de los cá nones morales establecidos por la profesió n ya que
muchas veces suelen presentá rsenos oportunidades o propuestas nada decentes, que bien
podríamos aprovechar en beneficio nuestro.
E.3.2 Puntualidad
Es la cualidad de hacer las cosas con prontitud, diligencia y a su debido tiempo. Es ser exactos en
hacer las cosas a su tiempo y de llegar a los sitios convenidos en la hora establecida.   La puntualidad
es en esencia, una cualidad que todo orador debe practicar e interiorizar en su subconsciente.

E.3.3 Sinceridad
Es el modo de expresarse libre de fingimiento y mentiras. Involucra hablar con veracidad y sin
doblez. Un orador debe ser sincero tanto en lo que dice como en lo que hace; existen ocasiones en
las que se ve al orador fingiendo, descaradamente, estados de á nimos que no siente para tratar con
personas o pú blicos que no les agrada. Piensa que el fingimiento no se nota, pero es evidente.

E.3.4 Congruencia
Es la relació n que existe entre el pensar y el actuar, relació n que muchas veces no es armoniosa,
pues a menudo no hacemos lo que predicamos. Un orador puede manifestar en
una exposició n empresarial, que los cigarrillos son dañ inos para la salud y que por eso no debemos
fumar, pero al terminar su exposició n, compra una cajetilla para fumarlos delante de su
sorprendido pú blico. Todo lo que decimos debe tener su contraparte en la acció n, caso contrario
corremos el riesgo de caer en la demagogia o chá chara barata.

E.3.5 Lealtad
Es la cualidad de ser leal; es decir, convertirse en una persona incapaz de traicionar la confianza
depositada en uno, o ser incapaz de engañ ar a quien le ha brindado su consideració n. Se entiende
por leal a la persona que pese a los graves problemas que se suscitan, no abandona jamá s al
compañ ero, jefe o institució n para la que trabaja. Dícese, que la lealtad inspira la realizació n de
acciones nobles, altruistas y hasta de sacrificio. Má s que una cualidad, es una virtud que todo
orador debe practicar a diario como parte de su comportamiento ético y moral.

F) TIPOS DE ORATORIA

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F.1 Oratoria Social
Denominada también oratoria sentimental, ceremonial o augural. Es la que tiene por á mbito propio,
las mú ltiples ceremonias en las que le toca participar al ser humano en general; sean estas en el
hogar, comunidad o a nivel institucional, académico o laboral.

F.2 Oratoria Pedagógica


Es el arte de transmitir conocimientos y cultura general a través de la palabra hablada. Denominada
también didá ctica o académica. Su objeto específico es enseñ ar, informar o transmitir
conocimientos. Utilizada por los profesores, catedrá ticos y educadores.

F.3 Oratoria forense


Esta tiene lugar en el ejercicio de la ciencia jurídica. Se le conoce también como Oratoria Judicial y
es utilizada en exclusiva, en el á mbito de la jurisprudencia para exponer con claridad y precisió n
los informes orales de jueces, fiscales y abogados.

F.4 Oratoria Política


Busca exponer o debatir todas las cuestiones relacionadas con el gobierno de la actividad pú blica,
pero partiendo de los principios e ideas políticas que ostenta el orador. Es utilizada en épocas
electorales para persuadir y convencer a los votantes.

F.5 Oratoria Religiosa:


Llamada "homilía" u oratoria "sacra". Es el arte de elaborar y disertar sermones a partir de la
palabra de Dios, plasmada en la Biblia u otros libros religiosos. Trata sobre asuntos de fe y  religió n.
Usada por los predicadores, curas, pastores y misioneros. 

F.6 Oratoria Militar: 


Está abocada al á mbito castrense (Fuerzas Armada y Fuerzas Policiales.) tiene por objeto instruir la
defensa y el amor por la patria y estimular las virtudes heroicas en los soldados. Los discursos en
este tipo de oratoria son casi siempre leídos, pocas veces son espontá neos.

F.7 Oratoria Artística:


El objetivo es producir placer estético. Involucra crear belleza con la voz, de modo que regocije el
espíritu de los oyentes. Es usado por cantantes y artistas: teatrales, cineastas y televisivos.
Asimismo lo utilizan los animadores, maestros de ceremonia y locutores radiales.

F.8 Oratoria Empresarial: 


Denominada "Management Speaking"; es empleada por los hombres de negocios; empresarios,
gerentes, vendedores y relacionistas pú blicos. Su esencia lo constituyen las relaciones humanas y la
persuasió n, para lograr el cumplimiento de los fines y objetivos corporativos.

G) LA COMUNICACIÓN NO VERBAL EN UN ORADOR

La Comunicació n no Verbal engloba un sinfín de signos y sistemas no lingü ísticos que comunican o
se utilizan con esta finalidad. Conjunto de símbolos que hacen referencia a las costumbres y há bitos
dentro de una comunidad cultural.

Las disciplinas que lo conforman son cuatro: Kinésica, Proxémica, Tactésica y el Paralenguaje.
Todos ellos son los sistemas de Comunicació n no Verbal reconocidos hasta el momento.

Kinésica: estudio sistemá tico que hace referencia a los movimientos corporales no orales, de
percepció n visual y aquellas posiciones del cuerpo, ya sea de forma consciente o no, que poseen un
valor comunicativo clave en el proceso de la Comunicació n no Verbal combinado con la estructura
lingü ístico-paralingü ística del hombre.

Formada por 4 puntos: la postura corporal, la gesticulació n, la expresió n facial y por ú ltimo la
mirada.

Postura es la que el individuo adopta en cada proceso comunicativo. La posició n corporal se define
por la disposició n que tome el cuerpo del sujeto hacia otro individuo.

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Gesticulación: los gestos. Dichos elementos son el movimiento corporal que se desarrolla a través
de las articulaciones, las má s habituales suelen realizarse mediante los brazos, manos y por ú ltimo,
la cabeza.
Ejemplos:
 Un gesto con los dedos separados y la mano abierta es un intento de ser abarcador, se busca
un acercamiento de todo el auditorio.
 Las palmas de ambas manos hacia arriba denotan un gesto implorante: por favor.
 Las palmas enfrentadas pretenden limitar el problema.
 Las palmas hacia abajo, con suaves movimientos de subibaja, tratan de calmar los ánimos y la
tensión reinante.
 Las palmas sobre el pecho intentan persuadir al auditorio de la sinceridad del orador. Si son
ambas con dedos separados, con mayor intensidad, desconfía de la autenticidad del mensaje.
 Frotarse ambas manos entre sí significa estar en intensa expectativa, esperando algo agradable,
mientras que secarse las palmas de las manos en la ropa o con un pañuelo denota intensa
ansiedad y estrés.
 Una mano extendida con la palma hacia el frente trata de proteger al orador de una situación
conflictiva, detiene una supuesta agresión.
 Brazos cruzados son indicadores de una actitud defensiva, y más aún si las piernas también lo
están. Para ejemplificar partes de nuestro discurso y enumerarlas, se utiliza un dedo indicador
que toca separadamente, uno por uno, los dedos de la otra mano.
 Los pies entrecruzados (locked) y las manos apretadas son indicadores de tensión, de estar bajo
presión o de ansiedad marcada.

La expresión facial: es el medio má s rico e importante para expresar emociones, junto con la
colaboració n de la mirada. Tiene la misma importancia la observació n de movimientos faciales
perceptibles tales como cambio de posició n de cejas o de los mú sculos faciales, como aquellos que
son invisibles para el ojo humano como puede ser la contracció n de la pupila o un exceso de
sudoració n. Dicho esto, es obligatorio añ adir que éstos ú ltimos son movimientos muy difíciles de
controlar.

La mirada: se caracteriza por una serie de funciones que cumple dentro del á mbito expresivo.
Regula el acto comunicativo. A través de ella, el individuo puede indicar que le agrada un proceso
de interacció n, consiguiendo de esta forma evadir al silencio. Principal fuente por la que se
transmite la informació n y/o complementar la informació n auditiva.
(tendremos en cuenta que en la oratoria moderna a través de las nuevas tecnologías, esta quizá no
es tan importante porque los oyentes pueden no estar ni tan siquiera mirando. La voz en este caso
sería el arma má s importante.

Proxémica: Ciencia que estudia el conjunto de comportamientos no verbales que hacen referencia
a la organizació n del espacio y se encarga de analizar el valor expresivo que el ser humano le
confiere a dicho dominio. Dentro de éste á mbito de estudio podemos distinguir entre dos tipos de
espacios. Por un lado encontramos el espacio físico o territorial y en segunda lugar, el espacio
psicoló gico o personal.

Tactésica aspecto de la Comunicació n no Verbal má s primitivo y bá sico. Se puede detallar como el


estudio sistemá tico del contacto corporal. Analiza qué partes del cuerpo utiliza el ser humano para
entablar una interacció n con otra persona, así como su frecuencia, intensidad, contexto y sobre
todo especifica qué tipo de finalidad en concreto se pretende conseguir.

Paralenguaje estudia desde el punto de vista fó nico, las cualidades de la voz y sus posibles
modificaciones. Ademá s, también analiza los diferenciadores emocionales, las pausas y los silencios.
En este sentido, podríamos decir que todo el peso recae en la forma que utilizaremos para expresar
lo que queremos decir.

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BLOQUE II “ La argumentació n y el discurso persuasivo”

A) Qué es la argumentació n, elementos, tesis, tipos de estructuras, tipos de


argumentos. SE EXPLICA EN LA MATERIA DE LENGUA CASTELLANA.
B) Recursos literarios al servicio de la oratoria
TROPO: Retórica. Empleo de las palabras en sentido distinto al que propiamente le
corresponde, pero que tiene con éste alguna conexión. El tropo comprende la
sinécdoque, la metonimia y la metáfora en todas sus variantes. SINÉCDOQUE:
Retórica. Tropo que consiste en extender, restringir o alterar la significación de las
palabras, para designar el todo por la parte o viceversa; el género por la especie, o al
contrario. Ejemplos: a) El pan, por toda clase de alimento (“Con el sudor de tu rostro
comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra...” Gn. 3:19). b) El hombre, por la
humanidad (“Y les decía: El sábado fue instituido para el hombre, y no el hombre para
el sábado” Mc. 2:27). METONIMIA: Retórica. Tropo que consiste en designar una cosa
con el nombre de otra tomando el efecto por la causa o viceversa, el autor por sus
obras, el signo por la cosa significada, etc. Ejemplos: a) Las canas, por la vejez
(“Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano...” Lv. 19:32). b)
Moisés y los profetas, por sus obras (“Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por
todos los profetas, se puso a explicarles en todas las Escrituras lo referente a él” Lc.
24:27). METÁFORA: Retórica. Tropo que consiste en trasladar el sentido recto de las

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palabras a otro figurado, en virtud de una comparación tácita. Ejemplos: a) “Nunca se
aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu
corazón” Pr. 3:3. b) “Vosotros sois la luz del mundo...” Mt. 5:14. HIPÉRBOLE: Figura
retórica basada en una exageración totalmente desmedida, que puede ser
aumentando o disminuyendo algo. Ejemplos: a) “Ríos de agua descendieron de mis
ojos” Sal. 119:136. b) “¡Guías de ciegos, que coláis el mosquito, y tragáis el camello!”
Mt. 23:24. 16 SÍMIL: Figura retórica que consiste en comparar dos cosas, para dar idea
de una de ellas. Esta forma es típica en la poesía hebrea del AT. Ejemplo: “Como el
ciervo busca jadeante las corrientes de las aguas, así te anhela a ti, oh Dios, el alma
mía” Sal. 42:1. ANTÍTESIS: Esta figura retórica consiste en anteponer una frase o
palabra a otra de significado contrario. Ejemplo: “Porque la paga del pecado es
muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” Ro. 6:23.
RETRUÉCANO: Figura retórica que consiste en invertir los términos de una frase en
otra subsiguiente para que el sentido de esta última forme contraste o antítesis con el
de la anterior. También se aplica al juego de palabras. Ejemplo: Hay que comer para
vivir, no vivir para comer. IRONÍA: Figura retórica consistente en un contenido
burlesco, enunciado con aparente seriedad. Ejemplos: a) “Y aconteció al mediodía, que
Elías se burlaba de ellos, diciendo: Gritad en alta voz, porque es un dios; quizás está
meditando, o tiene algún trabajo, o va de camino; tal vez duerme, y hay que
despertarle” 1 R.18:27. b) 2 Cr. 18:14, 15. c) Jn. 10:32. REITERACIÓN: Consiste en
repetir una palabra, una frase o un pensamiento, con el fin de confirmar lo que se dice
y fijarlo en la mente de los oyentes. Ejemplos: a) “Aparta de ti la falsedad de la boca, y
aleja de ti la iniquidad de los labios” Pr. 4:24. b) “De cierto, de cierto os digo...” Jn.
5:24. c) Sal. 148:2, 3. INTERROGACIÓN: Preguntas que el predicador formula, para que
los oyentes se interesen en la respuesta. Ejemplos: a) “¿Con qué limpiará el joven su
camino? Con guardar tu palabra” Sal. 119:9. b) Lc.12:51. c) Ro.3:31. EXCLAMACIÓN: En
el lenguaje escrito se utiliza el signo de admiración (¡!). El predicador sube la voz o la
modula de forma que exprese un determinado sentimiento: sorpresa, lástima, queja,
angustia, etc. El énfasis se hace para llamar la atención sobre algo en particular.
Ejemplo: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios!
¡Cuán inescrutables son sus juicios, e insondables sus caminos!” Ro. 11:33. PARÁBOLA:
Narración de un suceso figurado, de donde se saca una enseñanza moral, o una verdad
importante. El Señor Jesús enseñó muchas verdades mediante parábolas. Ejemplos: a)
Los talentos, Mt. 25:14-30. b) El hijo pródigo, Lc. 15:11-32. c) La oveja perdida, Mt.
18:10-14; Lc. 15:1-7. d) El sembrador, Mt. 13:3-8, 18-23; Mc. 4:2-8, 14-20; Lc .8:4-15.

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etc. EUFEMISMO: Proceso y resultado de un cambio lingüístico para evitar una voz
desagradable, sustituyéndola por otra u otras de igual significado que aluden a él.
Ejemplos: a) Conocer, por tener relaciones sexuales. Dar a luz, por parir (“Conoció
Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín...” Gn. 4:1). b) Cubrir los pies,
por evacuar el vientre (Jue. 3:24; 1 S. 24:3).

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