Está en la página 1de 6

Argumento ad hominem circustancial:

El ad hominem circunstancial es una falacia ad   hominem que consiste en atacar


la imparcialidad del argumentativo, acusándolo de parcial, en virtud de alguna
circunstancia personal. Esta circunstancia puede ser el cargo desempeñado, la
profesión, la creencia religiosa u otras características personales.

Primer ejemplo circunstancial ad hominem

Imagina el diálogo a continuación sobre los medios de transporte

Milene – Creo que el mejor medio de transporte es la bicicleta, porque además no


contaminar el medio ambiente nos hace aún más saludables.

Bárbara - Eso no es cierto. Nada como la comodidad de un coche. Además, con


él tenemos la libertad de hacer muchas cosas.

Milene – Eres la dueña de una gasolinera, es imposible tomar en serio lo que


dices.

En el diálogo anterior, Milene utiliza, como razón para ignorar los argumentos de
Bárbara, el hecho de que ella es la dueña de una gasolinera. Si Bárbara vende
combustible, lo mejor para ella es que mucha gente conduzca. Esto se señala
como la razón de su defensa del automóvil como el mejor medio de transporte.

Es cierto que Bárbara tiene un aliciente para pensar que el coche es mejor que la
moto. Sin embargo, esto tampoco le impide tener buenos argumentos. Para no
incurrir en la falacia de envenenar el pozo es necesario analizar estos argumentos
en lugar de simplemente descartarlos sobre la base de una circunstancia personal.
Cuando la discusión se cierra simplemente porque hay un conflicto de intereses,
sin que se analicen los argumentos, cometemos una falacia.

Argumentum ad baculum:
El argumentum ad baculum se basa en la apelación a la fuerza o amenaza con el
fin de lograr la aceptación de una conclusión. La falacia se explica aquí tanto en
sus formas falaces como en sus no falaces con ejemplos ilustrativos. 
Es la falacia cometida cuando se hace un llamamiento a la fuerza para lograr la
aceptación de una conclusión.  Uno participa en argumentum ad baculum cuando
enfatiza las consecuencias negativas de mantener la posición contraria,
independientemente del valor de verdad de la posición contraria, particularmente
cuando el propio creador de argumentos causa (o amenaza con causar) esas
consecuencias negativas. Es un caso especial de la apelación a las consecuencias.
Ejemplo de argumrntum ad baculum:
Si no te unes a nuestra manifestación contra la expansión del parque,
te desalojaremos de tu apartamento.
Por lo tanto, debes unirte a nuestra manifestación contra la expansión del
parque. 
La frase también se ha utilizado para describir el azote de 1856 de Charles
Sumner, un senador abolicionista, por uno de sus oponentes a favor de la
esclavitud, Preston Brooks, en el senado de los Estados Unidos. 

Argumentum ad hominem Ofensivo:


En lógica se conoce como argumento ad hominem (del latín ‘contra el hombre’) a
un tipo de falacia informal (argumento que, por su contenido o contexto, no está
capacitado para sostener una tesis) que consiste en dar por sentada la falsedad de
una afirmación tomando como argumento quién es el emisor de esta. Para utilizar
esta falacia se intenta desacreditar a la persona que defiende una postura señalando
una característica o creencia impopular de esa persona, en vez de criticar el
contenido del argumento que defiende la postura contraria.
Al denunciar este tipo de falacia, no se debe caer en el error de pensar que por existir
un argumento ad hominem la afirmación de B sería verdadera (esto es también una
falacia conocida como argumento ad logicam). El hecho de que alguien desacredite
al orador no prueba nada acerca de la falsedad o veracidad de lo que este diga.
El hecho de insultar a una persona dentro de un discurso —de otro modo racional—
no constituye necesariamente una falacia ad hominem. La falacia se comete al
limitarse a desacreditar a la persona que está ofreciendo la afirmación, para luego no
criticar el contenido de la afirmación.
Una falacia ad hominem es una de las falacias lógicas más conocidas. Tanto la
falacia en sí misma como la acusación de haberse servido de ella (argumento ad
logicam) se utilizan como recursos en discursos reales. Como una técnica retórica,
es poderosa y se usa a menudo, a pesar de su falta de sutileza para convencer a
quienes se mueven más por sentimientos y por costumbres acomodaticias que por
razones lógicas. Se atacan, así, no los argumentos propiamente dichos, sino a la
persona que los produce y, más concretamente, su origen, raza, educación, riqueza,
pobreza, estatus social, pasado, moral, familia, etcétera.
Por ejemplo:
Diálogo entre dos personas
 A: «El Estado no está garantizando las necesidades básicas de todos los
individuos».
 B: «Usted nunca tuvo necesidades, no puede hablar sobre lo que hace el Estado».
En este caso B atacó la moral de A, pero no dijo nada sobre las necesidades básicas.
Se dice entonces que el argumento usado por B es una falacia, porque no prueba
falsedad, sino que intenta generar la sensación de falsedad.
Ejemplo 2:

 A: «Los triángulos tienen cuatro lados».


 B: «Usted nunca estudió geometría. No tiene razón en lo que dice».
Efectivamente la proposición de A es falsa, pero no porque no haya estudiado
geometría, sino porque el triángulo tiene tres lados

Argumentum ad verecundiam:

Un argumentum ad verecundiam, argumento de autoridad o magister dixit es una


forma de falacia. Consiste en defender algo como verdadero porque quien es citado
en el argumento tiene autoridad en la materia.1
Los pitagóricos utilizaban este tipo de argumento para apoyar su conocimiento: si
alguien les preguntaba «por qué», respondían «el maestro lo ha dicho» (en
latín, magister dixit) o porque «él mismo lo ha dicho» (en latín, ipse dixit).
Ejemplo 1:

 «La raíz cuadrada de 2 es irracional, porque así lo dijo Euclides».


La raíz de 2 da como resultado un número irracional (no puede ser expresado como
la división de dos números enteros), pero no porque lo haya dicho Euclides, sino
porque hay una demostración matemática que prueba la irracionalidad de la raíz
cuadrada de 2.
Nótese que, a pesar de que el argumento no es válido, la conclusión es cierta (que la
raíz de 2 es un número irracional es verdadero). El error no está en la conclusión,
sino en el razonamiento lógico utilizado para llegar a ella. No se debe caer en el
error de creer que si algo se intenta demostrar por autoridad, entonces es falso.
Ejemplo 2:

 A: «El cielo es celeste, porque así lo dice Newton».


 B: «Que lo diga Newton no prueba que sea cierto, así que el cielo no es celeste».

Argumentum ad misericordiam:
 es un argumento basado en una fuerte apelación a las emociones. También conocido
como argumentum ad misericordiam o apelación a la lástima o la miseria.

Cuando una apelación a la simpatía o la lástima es altamente exagerada o irrelevante


para el tema en cuestión, ad misericordiam se considera una falacia lógica. La
primera mención de ad misericordiam como una falacia fue en un artículo en
la Edinburgh Review en 1824.

Ronald Munson señala que "ninguna mención de los factores que apelan a nuestras
simpatías es irrelevante [para un argumento], y el truco es distinguir las apelaciones
legítimas de las espurias" (El Camino de las Palabras).

Del latín, "apelar a la lástima"

Ejemplos y observaciones

 "Su Señoría, mi encarcelamiento es un castigo cruel e inusual. Primero, mis


sandalias de ducha emitidas por la prisión son extremadamente pequeñas. En
segundo lugar, el club de lectura de la prisión consiste principalmente en
prisioneros que me aporrean con libros".
(Sideshow Bob en "Day of the Jackanapes". Los Simpson, 2001)
 "Esta apelación a nuestras emociones no tiene por qué ser falaz o defectuosa.
Un escritor, habiendo argumentado varios puntos lógicamente, puede hacer
un llamamiento emocional para un apoyo adicional. . . .
"Sin embargo, cuando un argumento se basa únicamente en la explotación de
la lástima del lector, el problema se pierde. Hay un viejo chiste sobre un
hombre que asesinó a sus padres y apeló a la corte para obtener indulgencia
porque era huérfano. Es gracioso porque ilustra ridículamente cómo la
lástima no tiene nada que ver con el asesinato. Tomemos un ejemplo más
realista. Si usted fuera un abogado cuyo cliente fue acusado de malversación
de fondos bancarios, no llegaría muy lejos basando su defensa únicamente en
el hecho de que el acusado fue abusado cuando era niño. Sí, puedes tocar los
corazones de los miembros del jurado, incluso moverlos a la lástima. Sin
embargo, eso no exoneraría a su cliente. El abuso que sufrió el acusado
cuando era niño, por lamentable que sea, no tiene nada que ver con su crimen
como adulto. Cualquier fiscal inteligente señalaría el intento de manipular el
tribunal con una historia de sollozos mientras lo distrae de factores más
importantes como la justicia".
(Gary Goshgarian, et al., An Argument Rhetoric and Reader. Addison-
Wesley, 2003)

Argumentum ad ignorantiam:
argumentum ad ignorantiam (es decir, argumento a la ignorancia). Este es el
argumento que dice que algo debe ser cierto porque nunca se ha demostrado que sea
falso.

A primera vista, esto suena como si fuera una táctica bastante razonable. ¿Por qué?
Porque en realidad es una cuestión de quién tiene la carga de la prueba. En el caso
del argumentum ad ignorantiam, la carga de la prueba debe recaer en la persona que
emplea la táctica.

Por ejemplo, se podría decir que Sasquatch es real, porque nadie ha demostrado que
Sasquatch no exista. Por supuesto, dada la falta de pruebas para Sasquatch, la carga
de la prueba recae en quien afirma la existencia de Sasquatch, para probarla
mediante pruebas. Se puede ver el atractivo de este argumento al afirmar la
existencia de lo sobrenatural, porque claramente no se puede probar; por lo tanto, la
carga de la prueba

se desplaza falazmente hacia el escéptico al sugerir que nunca se ha demostrado que


el fenómeno no exista; por lo tanto, debe hacerlo.

Falacias causa falsa:

La Falacia de la Causa Falsa es una falacia que consiste en pensar que la causa de
un suceso es aquello que sucede antes. Existen dos tipos de Falacia de la Causa
Falsa:
 Non Causa Pro Causa: confusión entre la causa verdadera y la que no lo es:
o Observo que el gallo canta y sale el Sol. Por lo tanto el gallo hace salir el Sol.
 Post Hoc Ergo Propter Hoc: consiste en realizar una inferencia en la que un
acontecimiento es la causa de otro por el hecho de suceder antes:
o He ido al curandero para que me cure de una grave enfermedad.
Un mes después he experimentado una mejoría notable.
Por lo tanto el curandero me ha sanado.
Se trata de una falacia puesto que el razonamiento que emplea no es válido ya que
no garantiza que lo que se argumenta sea cierto, pudiendo llegar a conclusiones
erróneas. El que dos fenómenos estén correlacionados no es evidencia suficiente
para asegurar que uno dependa del otro.

Ejemplos de Falacia de Causa Falsa:


 Las dos últimas semanas no fui a visitar a mi abuelita. Hace tres días se puso
enferma y se murió. Se murió de pena porque no la visitaba.
 Me tomé la bebida y al poco tiempo empecé a sentirme mal. Entonces la bebida
me ha provocado el malestar.
 El aparato funcionaba mal. Juan se acercó y le dio una pequeña patada. Acto
seguido comenzó a funcionar bien de nuevo. Por lo tanto ahora cada vez que algo se
estropea le da golpes.
 María estaba enferma. El curandero le dio unas hierbas y empezó a sentirse mejor.
Por lo tanto las hierbas son un remedio curativo.
 Me he sentido muy irritado recientemente. Me recomendaron ponerme unas
pulseras. Los siguientes días me he sentido mucho mejor por lo que la causa han sido las
pulseras.
 Me regalaron un amuleto de la buena suerte. A las pocas semanas encontré
trabajo. Por lo tanto el amuleto me ha dado buena suerte.
 Pasé por debajo de una escalera y poco después casi me atropellan al cruzar la
carretera. No volveré a pasar por debajo de una escalera.

También podría gustarte