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Actividad: Mircea Eliade

“Lo sagrado y lo profano”

Alumno: Tarsso Emanuel Carballo


Asis.

Profesor: Rodrigo Zegarra.

Asignatura: Epistemología de la
Historia y su enseñanza.

Plan 2023
11/Mayo/2023
Índice
CAPITULO I - EL ESPACIO SAGRADO Y LA SACRALIZACION DEL
MUNDO

HOMOGENEIDAD ESPACIAL E HIEROFANIA, Y EL CENTRO DEL MUNDO

TEOFANIA Y SIGNOS

EL AXIS MUNDI Y LOS SIGNOS

CAOS Y COSMOS

Consagración de un lugar: Repetición de la Cosmogonía Y el Centro del


Mundo
Ciudad-Cosmos y Asumir o responsabilizarse por la Creación

TEMPLO, BASÍLICA, CATEDRAL

DESARROLLOS FINALES, CONCLUSIONES Y BREVE SINTESIS


El presente texto tiene como objetivo partir de un análisis general
siguiendo ergo con una síntesis y finalmente, comentar acerca del primer
capítulo del mencionado libro, Lo Sagrado y lo profano, escrito por el
Historiador y filosofo Mircea Eliade.

El siguiente Texto utiliza un sistema de citación con notas a pie de


página.

Con el objeto de explicar y exponer claramente, contextualizando al


autor, en su obra se dedicó a el estudio de la historia de las religiones, estudio
Histórico, y además Fenomenológico, no solamente como hecho que trae
consecuencias históricas, sino que como fenómeno que trae consecuencias a
la mente del individuo y por tanto al grupo social.

En primera instancia parecería que la obra ofrece un planteo


genealógico acerca de la religión, pero nada más alejado a la realidad, El autor
plantea la importancia que tiene la religión la cual considero que es fuertemente
discriminada por académicos, científicos y otros profesionales que tienen como
objetivo la búsqueda de la verdad.

El autor plantea conceptos muy importantes, además se encarga de


mencionar similitudes, pero además diferencias entre las distintas religiones
que existen, han existido, y que podrían surgir debido que, comprendiéndolas
desde un estudio fenomenológico, distintas religiones se generan a lo largo del
devenir histórico.
Homogeneidad Espacial e Hierofanía, Y El centro del mundo

El concepto de homogeneidad Espacial surge en primera instancia


desde la percepción de un mundo totalmente desconocido, podría asociarse a
los primeros grupos de proto hombres religiosos, dado que, en cierto punto, se
da una rotura espacio temporal que es sin lugar a dudas determinante para el
individuo y el grupo. Esta rotura separa a la Realidad de la nada, o lo
desconocido, el hombre religioso dota de significado y realidad a un espacio
determinado, Parecería que el ser humano crea un verdadero mundo luego de
vivir en un medio de la nada, intrigante aterradora y muchas veces
desconcertante, el ser humano funda los cimientos de su propia existencia, que
es ciertamente la realidad misma, la condición de existencia, por esto se puede
decir que este mundo constituido, es opuesto a la nada, esta fuertemente
definido, reconfortante y acogedor.

Esta constitución primera se da causalmente por otro concepto, La


hierofanía que no es mas que un objeto que trae consigo algo totalmente
distinto que produce una anomalía espacial, este objeto no es un objeto como
los demás presentes en el entorno, no se puede hallar otro igual dado que, trae
consigo algo supra natural, externo a toda realidad conocida, inclusive a la
misma nada circundante, por citar a al mismo autor “La manifestación de lo
sagrado fundamenta ontológicamente el Mundo” 1, esto sagrado es ciertamente
el primer motor que impulsa la potencialidad o para ser más claro, que impulsa
la creación del espacio humano y denota una demarcación del mundo desde

1
(Lo sagrado y lo profano,1957, Pág. 16)
ese momento en delante, Ergo la hierofanía2 es el punto de partida del
fenómeno religioso. Al establecerse este punto de partida se da una fuerte
diferenciación entre dos mundos desde la conciencia humana, el mundo o
espacio sagrado (sacralizado) y el espacio profano, entendiendo al espacio
sagrado se logra entender el concepto antagónico que implica el espacio
profano.

Teofanía y signos

Entendiendo que el fenómeno religioso comienza con una hierofanía


estableciendo el espacio sagrado, existen demás conceptos como el mito 3, que
establece un momento sagrado, digno de ser recordado, este concepto es
empleado por Mircea Eliade en otra de sus obras, pero lo importante, es que se
entienda que estas concepciones pasan portar un significado inmenso, y a
partir de estos dos conceptos se desarrollan la mayoría de las religiones,
algunas se vuelven mas complejas que otras, en el sentido de que van
sumando signos4 a su cotidianeidad, Lugares, momentos, personajes, objetos,
etc.

Lo que importa es que sin lugar a dudas estos signos son desarrollados
que parecería que facilitan la organización de la mente de los humanos, no solo
en aspectos religiosos, esto sucede en otros aspectos de nuestras vidas.

2
El significado de Hierofanía etimológicamente: “algo sagrado se nos
muestra.” (Lo sagrado y lo profano,1957, Pág.10)
3
El mito es el discurso que da inicio a la temporalidad de la realidad en
contrapartida del propio concepto de consagración del espacio, marca una
fecha determinante para un grupo, cultura, pueblo o civilización, es empeñado
y descrito con mayor rigurosidad en la obra “Mito del eterno retorno” (Mircea
Eliade,1949, Páginas 7-33)
4
Charles Sanders Pierce, establecía un sistema categorizado por tres
aspectos: Signo, objeto e interprete, A esto se lo denomina como el primer
modelo de semiótica (Estudio de los signos), el cuál es mencionada Jersey
Topolsky (Metodología de la historia,1982, Páginas 23-23)
Lo realmente trascendental a partir de lo anterior, es que la concepción
cotidiana de signos, en cierto momento se establecen como una tradición o
folklore de un grupo, como por ejemplo el mismo concepto de hierofanía, al ser
reconocido por un grupo constituye en sí un signo. Una Cosmogonía es
constituida por una variedad inmensa de estos signos, dado que es
básicamente una cosmovisión determinada, el lente con el cuál visualiza el
mundo un grupo, cultura o civilización.

De estos “signos” se ha de destacar conceptos generales que propone el


autor, que se pueden representar de infinidad de estilos entre las distintas
experiencias religiosas; Uno de estos conceptos es el “Umbral”, el cuál en
palabras del autor “El umbral es a la vez el
hito, la frontera, que distingue y opone dos mundos y el lugar paradójico
donde dichos mundos se comunican5”, Se puede comprender que este
umbral suele ser muy representativo en variedad de modelos religiosos,
muchas veces son custodiado por guardianes, como ocurre en una Iglesia
Católica, en donde al cruzar la puerta (el umbral) se visualiza en primera
instancia un pasillo, rodeado por personajes que representan la vanguardia
frente a cualquier presencia malevolente, en este caso demonios, pestilencia,
maldiciones, y hombres malvados y justamente profanos. En general se debe
entender la idea de que el recinto sagrado en este caso una iglesia, pero podría
serlo un templo, es regido como una puerta que separa estos dos mundos de
los que hablaba anteriormente (sagrado y profano), podemos visualizar este
concepto aplicado a experiencias religiosas contemporáneas como en las más
arcaicas y antiguas, puedo citar un gran numero de ejemplos, como una “Porta
Sancta”, un Arco del triunfo, y en sus versiones mas arcaicas vemos que se
presenta el concepto de “dolmen” por lo que parecería que la civilización
occidental ha desarrollado su tecnología y pensamiento a niveles casi
sobrehumanos comparados a estos antiguos pueblos tan anticuadamente
arcaicos y en desuso, pero lo cierto es que aun presentes están varios de estos
conceptos, variando su forma pero no su esencia conceptual, lo mismo ocurre
con conceptos como un obelisco o una escultura a alguna deidad o personaje,

5
(Mircea Eliade, Lo sagrado y lo profano, 1957, Página 18)
porque lo cierto es que existen pruebas de el desarrollo de estas ideas en
períodos arcaicos de la civilización humana.
El Axis Mundi-Signos
Inclusive previos a la misma civilización, se desarrollaron estructuras
denominadas como “Menhir”, altas estructuras monolíticas que en esencia
conservan el mismo significado objetivamente, lo bastante alto como para
aproximarse al cielo, que se distinga de demás rocas, a veces pero suelen
describir ciertamente un punto fijo en el espacio, se concibe la idea de un
centro del mundo, un pilar que estabiliza la relación entre los distintos mundos
concebidos, En algunas culturas se habla de “postes sagrados”, de una torre
de babel, de un monte olimpo, de obeliscos, etc. Estos pilares, los denomina el
autor como “Axis Mundi”, dado que son el eje que sostiene con solidez a estos
mundos tan incompatibles. Lo que realmente importa de todo esto, es que sin
lugar a dudas vestigios de estos conceptos que parecen “arcaicos” según el
mismo autor, “En los niveles más arcaicos de cultura esta posibilidad de
trascendencia se expresa por las diferentes imágenes de una abertura 6, siguen
estando presentes en nuestras formas de regir nuestra experiencia religiosa, en
ultimo término cargamos con muchas cosas en común con estos pueblos que
solemos categorizar como arcaicos, inclusive en algunos momentos de la
historia como bárbaros, herejes y demás términos despectivos que hemos
dado a final de cuenta a grupos de los cuales se tenía y se sigue teniendo una
cierta ignorancia, citando a Nietzsche “(…)A toda verdad, incluso a la verdad
escueta, amarga, fea, repulsiva, poco cristiana, inmoral… pues hay de esas
verdades.”7

Caos Y Cosmos

El consiguiente subcapítulo está íntimamente relacionado al concepto


que mencionaba anteriormente, la homogeneidad del espacio total, y la ruptura
de este posteriormente. Esto genera este aspecto hogareño que relaciona el

6
Mircea Eliade, Lo sagrado y lo Profano, 1957, Pagina 19
7
Friedrich Nietzsche, Genealogía de la moral, 1887, Página 9
espacio circundante y externo al caos, un espacio repudiable e inhabitable,
luego se presenta la idea de un espacio mucho más seguro, alejado de la
disformidad, que sitúa a los grupos y al individuo obviamente, se establece la
idea de un cosmos, un mundo finalmente capaz de ser entendido, por ello se
habla de una cosmovisión, y una cosmogonía.

Consagración de un lugar: Repetición de la Cosmogonía Y el Centro del


Mundo

Con la consagración, ósea, la idea religiosa establecida, instituida y


propiamente lista para ser defendida, es ciertamente una idiosincrasia o como
ya mencionaba, una cosmogonía, esta consagración sucede a partir de que se
establece un cosmos, un mundo habitable, a este fenómeno al autor denomina
“cosmización”, se establece el ya mencionado punto fijo dentro del espacio, y
también mencionado con anterioridad, a este punto se le denomina como “Axis
Mundi”, estos puntos de referencia, funcionan como puerta o vía de
comunicación entre los terrenal, y lo divinizado, allí es donde se debe acceder
si se necesita comunicar (realizar sacrificios, orar, meditar, etc.) con ese mundo
del cuál proviene la divinidad supra natural, pueden ser estructuras edificadas
como templos, un Tell sumerio así como cerros (cerritos de indio por ejemplo),
montañas, etc. Las formas se encuentran de manera muy variada pero lo
esencial es el concepto y todo lo que implica su significado como vías de
comunicación.

Ciudad-Cosmos y Asumir o responsabilizarse por la Creación

Si bien entendemos por todo el desarrollo previo, que los pueblos se


sitúan cercanos al “axis mundi”, construyen sus ciudades de esta manera,
separando lugares sagrados de espacios profanos, el hecho es que es una
repetición de la sacralización en primera instancia, a menor escala, y tanto
acontece esto con las ciudades y asentamientos, nada tan lejano de la realidad
podría ocurrir también con los hogares de estos individuos que representan la
cosmización a escala microscópica, el humano se hace responsable por
intentar recrear la obra de la divinidad, y crea, da forma y sentido a un terreno
que no lo tiene, lo rellena con tierra si fuese necesario, y es que sin lugar a
dudas el hombre en algunos casos se ve satisfecho con el sentido de una
primera cosmización general, en algunos casos no, y se organiza en ciudades,
puesto que ejemplos hay variados de pueblos que no se asientan en hogares
tradicionales, siquiera en ciudades urbanizadas. Un hogar, ciudad, o forma de
asentamiento simboliza la representación propia de ese pueblo del mismo
mundo, si se comprende como se organizan las ciudades de un pueblo, o/y el
hogar de individuos, se puede tener un mayor acercamiento a su visión
cosmogónica (cosmovisión) y así de la misma manera se puede obtener un
acercamiento a sus formas de organización si se tiene una mayor comprensión
de su cosmogonía.

El templo, la Basílica y Catedral

Existen además de estos, según el autor, demás edificaciones que traen


consigo simbolismo característico, como lo es el Templo, que trae consigo un
concepto que cabe destacar, El templo posee una experiencia religiosa en base
al concepto “Continum”, puesto que no actúa como umbral, sino que permite
una comunicación ininterrumpida entre la/s Deidad/es y los humanos, el mundo
es pío mientras allí resida el templo, sacrificando en algunos casos, animales,
personas, otorgando ofrendas, indefinidamente a lo largo del tiempo, para
permitir que esta estabilidad no sea interrumpida. Esta comunicación no
siempre o mas bien, no necesariamente ocurre únicamente en un templo, una
iglesia o una basílica, sino que los individuos pueden ritualizar cotidianamente
acciones que nos ayudan a comunicar con el otro mundo de la divinidad, como
por ejemplo privándose de “las cosas de este mundo”, el ayuno esta presente
como concepto en varias visiones religiosas (Ramadán por ejemplo
musulmán), la iglesia, así como el templo y la basílica rompen con la
homogeneidad urbana y son reconocidas por grupos, por lo que podemos
calificarlos a todos como hierofanías, se muestran al hombre carente de
sentido y allí lo deslumbran con su estética y simbolismo.

Reflexiones finales

Esta obra propone conceptos que vagamente manejamos a diario, y


propone una “Weltanschauung” muy distintiva, puesto que la religión constituye
una faceta innegable del ser humano, se plantea como un fenómeno propio de
nuestra especie que nos ayuda a visualizar el mundo desde una postura mucho
mas abarcativa, dado que la religión históricamente ha estado arraigada a
preceptos despectivos, pero lo que se menciona en esta obra es un giro
copernicano, nos plantea a la religión como un fenómeno digno de nuestra
atención, puesto que no es propio de grupos aislados, “fanáticos seguidores”,
sino que es algo propio de todos nosotros, solemos al igual que cualquier otro
musulmán o católico, sacralizar hechos, momentos, objetos, Ergo solemos
ritualizar diariamente, y cargamos con nosotros dogmas que están exentos de
juicio, muchas veces nos arraigamos a estos y los defendemos con uñas y
dientes, al fin de cuentas podemos deducir que el hombre religioso y el hombre
no religioso tienen más en común que en discrepancia, y es que el mismo
hombre es incapaz de vivir profanamente, necesita a la religión.

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