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ANTECEDENTES HISTÓRICOS

La maquila en Honduras comienza en el año 1976 con la “Ley Constitutiva de la

Zona Libre de Puerto Cortés” enmarcando en la legalidad esta actividad económica, la

necesidad nacional de empleo hace que el gobierno creara leyes que promovieran el

sector maquila, ya que son una forma rápida de crear trabajos masivos, de los cuales la

mayor son mujeres: “El grueso de la población obrera en las maquilas son mujeres jóvenes

entre 17 y 25 años que empiezan a trabajar a los 12 y 13 años19. Según datos del Banco Central

de Honduras para 1995, el 95% de la fuerza laboral en la industria de la confección eran

mujeres. Para el mismo año, el presidente de la Asociación Hondureña de Maquiladoras,

señalaba que las mujeres representaban aproximadamente el 87% de los trabajadores en las

maquilas.” (Kennedy, 1994) Para el año 2000 esta cifra de empleo ascendía a 125,608

de los cuales un 72% era realizado por mujeres, actualmente, el sector maquila cuenta

con un total de 170,459 de los cuales 52% son mujeres.

En 1981, se emite el Decreto 37 estableciendo el “Régimen de Importación temporal”,

siendo modificado en 1986 el decreto 190-86 y reglamentado el acuerdo 515-87, los

que daban menos facilidades al sector maquila y creaba muchos obstáculos para su

funcionamiento.

El Decreto 37-87 del acuerdo No 684-87 de 1987 se constituye la Ley “Zona Industrial

de Procesamiento para la Exportación” de esta manera nacen los Parques Industriales

con inversión privada tanto nacional como extranjera. El 20 de mayo de 1998 el decreto

131-98 extendiendo a nivel nacional la Ley de Zona Libre, siendo publicado su

reglamento el 19 de julio de 1999.


Condiciones de higiene y seguridad

Durante los años se ha visto carencia en la condiciones de trabajo, especialmente en

las áreas de producción y empaque (las que son realizadas hasta en un 80% por

mujeres) ya que esta labor trae consigo padecimientos de salud a consecuencia de las

largas jornadas y altas demandas que tienen que cumplir las trabajadoras, quienes en

algunos casos logran que el IHSS certifique éstas sean diagnosticadas como

enfermedades laborales y pueden optar a un cambio de cargo para disminuir las

molestias que éstas le provocan. Si bien es cierto que las empresas han tenido la

iniciativa de crear planes para el mejoramiento de posturas y capacitación para evitar

estas enfermedades, éstos han sido incapaces de mitigar el efecto que esta labor tiene

al cuerpo.

En el último trimestre de 2022, más de 14mil empleados del sector fueron despedidos,

algunas de ellas, presentan enfermedades diagnosticadas como de origen laboral por

lo que al no cotizar al IHSS tampoco tendrá acceso a su tratamiento médico, entre ésta

y otras injusticias se han ido presentando a lo largo de los casi 47 años de

funcionamiento.
Bibliography
Kennedy, M. (1994). Mujeres y maquilas en Honduras. Retrieved from
https://books.openedition.org/iheid/6039?lang=es#authors

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