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La adolescencia es una fase de mutación, es una muda de la cual nada puede decir, esta

situación es para los adultos objeto de cuestionamiento que podrá estar cargada de angustia o
de paciencia. La duración de este periodo depende de las proyecciones que los jóvenes
reciben de los adultos y de los limites que la sociedad impone para la exploración. Esta misma
sociedad tiene interés en que el joven no pierda el tiempo en una vida de beneficiado,
llevando a que se estimule demasiado el hecho de no ser un niño prolongado.

Los padres dejan de ser, a sus ojos, valores de referencia. Son mas vulnerables al trato
peyorativo de los lideres de pequeños grupos u observaciones despectivas de otros adultos a
cargo de los jóvenes, mas que a las acotaciones de sus mismos padres. Esta, cual bebe,
sumamente sensible a lo que recibe como mirada y palabras que le conciernen. Todos los
juicios surgen efecto y se toman al pie de la letra.

La inopia es la debilidad de la adolescencia, podríamos comparar a los adolescentes con


pequeñas langostas, que pierden su concha y se refugian bajo las rocas, mientras segregan una
nueva para adquirir defensas. Entre tanto, si reciben golpes, quedan heridos para siempre, su
caparazon cubrirá sus cicatrices pero no las borrara.

Las personas secundarias juegan roles fundamentales en su educación, pudiendo fortalecer su


confianza, darles valor para superar impotencias, aunque también estimular el desaliento y la
depresión. En estas crisis el joven se opone a todas las leyes, porque le ha parecido que alguien
que representa la ley no le permite ser ni vivir. Se defiende asi de lo demás, bien mediante la
depresión o por un estado de negativismo. La sexualidad también podría ser un recurso, y
depende de lo imaginario, cayendo en la masturbación, la cual puede convertirse en trampa,
dado que asi se descargan los nervios y tienen mayor dificultad para enfrentar la realidad; en
otro aspecto, como se satisface una necesidad de forma imaginaria, carece ya de fuerza para ir
a buscar en la realidad otro ser humano.

En lo relativo a sus ideas propias, los adultos suelen desalentarlos, cuando seria momento de
darles la palabra, en algún punto los padres quisieran conservar su supremacía. Esta
desvalorización queda aveces marcada como una depresión y por el hecho de no creer tener
derecho a pensar. En esto momento donde debería verse fortalecido, son los educadores los
que suelen tener el relevo. Les dan voces a los niños, les piden su opinión y su exposición. El
joven interpelado, reacciona positivamente a lo que se hace por el, solo que no lo manifiestan
en el momento.

Una época particularmente difícil es la de la primera experiencia amorosa, siente que hay un
riesgo, aunque lo desea y lo tema. Ese riesgo es la muerte de la infancia, se ven obligados a dar
ese paso por ellos mismos, eso implica una conducta de riesgo de su parte.

El hecho trascendental que marca la ruptura con el estado de infancia es la posibilidad de


disociar la vida imaginaria de la realidad, el sueño, de las relaciones reales. En inicios de la
pubertad se anuncian indicios de una sexualidad que en principio esta ligada a un componente
imaginario antes que el cuerpo entre en juego, con eyaculaciones involuntarias y primeras
menstruaciones; se preparan para el acontecimiento fisiológico con un amor imaginario, por
los idolos de masas.

En la primera vida imaginaria, hacia los 3 o 4 años, pone en la mira al entorno intimo, para lo
demás esta en relaciones con el mundo exterior mediante las opiniones de los padres, pero no
le interesa involucrarse. Si los padres discrepan, presenta dificultades para pensar por su
cuenta. Pero hacia los once estallara una segunda vida imaginaria, los temas de interés que
encuentra fuera del campo familiar y deberían prepararle para la vida real siguen teniendo
referencia en los padres. En lo sucesivo sus modelos serán exteriores, sigue contando con su
familia, pero pondrá su empeño en triunfar socialmente, su energía se dirige ahora hacia el
grupo de compañeros. Todo esto ocurre antes de la pubertad.

Llegada la adolescencia quiere ir a medir, por asi decirlo, esta discriminación que ha hecho
entre lo imaginario y la realidad, saldrá de su familia mezclándose con grupos constituidos que
momentáneamente tendrán papel de sostén extrafamiliar. No puede abandonar los modelos
familiares sin antes disponer de modelos de relevo.

Se dice que la ultima frontera que constituye el final de la adolescencia coincide con el fin de la
osificación de la clavícula, a los veinticinco años; para un juez será a los 18; para un educador
será a los 16. Dado que no es posible fijar la edad, el punto de referencia será que un individuo
joven sale de la adolescencia cuando la angustia de los padres no le produce ningún efecto
inhibidor. Mis padres son como son, no los cambiaria y no trataría de cambiarlos. No me
toman soy, peor para ellos: los abandono. Hoy en día el paso a la edad adulta se traduce en
términos de independencia económica, de potencialidad creadora, y de aprendizaje que le
permitan adaptarse o insertarse en un grupo social.

La fidelidad hacia quien nos subvenciona sin ser familia es mucho mayor, a la familia se le es
infiel. Nos ponemos a amar a alguien que nos comprende, pero eso nos puede bloquear, pues
se cree estar en deuda pero no es el quien asi lo busco, sino que la generosidad le cayo de
encima de alguien adulto quien le fijo su atencion, de una generación anterior. El joven debe
amar personas de su edad, formarse a través de los de su generación y no seguir dependiendo
de alguien de una generación anterior que en su momento dado ha sido un modelo.

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