Carlos Fernández (1995) afirma al respecto que, la función del Derecho en la sociedad, - entendido no sólo como la pura normatividad - debería ser la de constituirse en un instrumento imprescindible para la consecución de ideales de justicia, seguridad, solidaridad y paz en las relaciones sociales. Si por el contrario se permite y tolera pasivamente la agudización de los conflictos entre los elementos que integran la experiencia jurídica, el Derecho se degrada y puede llegar a producirse, como lógica consecuencia, una traumática ruptura del ordenamiento legal bajo la decisiva presión de las conductas humanas intersubjetivas que vivencian valores que no se identifican, en grado e intensidad, con aquellos objetivados en el aparato normativo. Lo antes expuesto se traduce en los siguientes aforismos latinos: UbiIus, Ibi Societas (donde hay derecho, hay sociedad) UbiSocietas, Ibi Ius (donde hay sociedad, hay derecho) La sociedad que detallamos es una sociedad que tiene como actor principal al hombre en su estado de naturaleza (tendencia natural), pero es importante, para efectos de nuestro curso, decir que nos dedicaremos al estudio de una sociedad que se encuentra reglada en sus actos, es decir con pautas mínimas para dirigir o desplegar la actividad en la sociedad, desde los actos más nimios hasta los más complejos, esto es una sociedad civil, de la cual nos ocuparemos en la siguientes líneas. Aristóteles, señalaba que la existencia de un ser aislado y solitario llevaba a la conclusión de que éste se trataba o de un Dios o de una bestia. El ser humano no es una unidad cerrada, no es un pequeño dios, no es un ídolo que no ve, no oye, ni habla, por el contrario, por su propia naturaleza vive en sociedad, lo cual enfatiza, engrandece, cimienta en su ser el valor de la solidaridad. En definitiva, el factor cultural es lo que ha hecho posible la evolución de toda sociedad, la cual se caracteriza por sus costumbres y tradiciones. La sociedad no puede estar separada de la cultura, puesto que cada pueblo tiene una forma distinta de concebir el mundo. Es así que el Perú es un país pluricultural (Constitución Política, Art. 2 Inc. 19). La Sociedad, etimológicamente provienen del: Latín SOCIETAS que significa COMUNIDAD. (Roma). Del griego KOINONÍA que significa COMUNIDAD. (Grecia). Ha quedado establecido que la persona necesita de la sociedad para poder vivir, es así que forma familias, la cuales constituyen el núcleo de la sociedad, No es menos cierto que todos, sin excepción, hemos tenido acercamiento con el Derecho (regulador social), desde la inscripción del nacimiento en el Registro Civil, el matrimonio, la compraventa, el alquiler, hasta el comer, hacer deporte, es decir hasta en nuestro actos más mínimos encontramos la presencia del derecho, de ahí que se afirma la omnipresencia del derecho. Es así que, se refleja la tendencia natural de que los hombres requieren de pautas mínimas para dirigir su accionar, que se convierten en directrices siendo aceptadas - legitimidad - por todos los habitantes que en ella viven. Pero, la imposición de este orden, al que hemos hecho mención, no proviene del libre albedrío de las personas, sino que estas se organizan jurídica y políticamente, haciendo posible decidir a quién le otorgan esa función específica (de dar el orden necesario), a fin de prevenir, regular y sancionar las conductas que se evidencien en un determinado momento y lugar. A esta organización de la sociedad se le denomina Estado, el cual tiene como elementos principales: El Territorio, la Sociedad, y el Poder. 1.2 El DERECHO: H. L. Hart (1963) comenzaba su obra The Concept of Law haciendo referencia a lo que él denominaba las perplejidades de la teoría Jurídica lo siguiente: Nadie ha pensado que es esclarecedor o importante en que la medicina es "lo que los médicos hacen respecto a las enfermedades" o "una predicción de lo que los médicos harán", o declarar que lo que comúnmente es reconocido como una parte característica, central, de la química, por ejemplo, el estudio de los ácidos, no es en realidad parte de ella. Sin embargo, en el caso del Derecho, se han dicho con frecuencia cosas que a primera vista aparecen tan extrañas como esas, y no sólo se las ha dicho, sino que se ha insistido en ellas con elocuencia y pasión, como si fueran revelaciones de verdades sobre el Derecho, oscurecidas desde tiempo atrás por representaciones groseramente falsas de su naturaleza esencial" 1.2.1 Problemática y Ambigüedad de su definición: Para Luis Martínez (2005) las causas de las dificultades de una definición exacta del Derecho generalmente compartida se sitúan en distintos niveles, siendo las más importantes las siguientes: A) La gran ambigüedad y emotividad del término Derecho. B) Las peculiaridades del lenguaje normativo. C) La complejidad y peculiaridad del objeto a definir, esto es, de la realidad del Derecho. D) Las incidencias filosóficas, ideológicas y sociales, es decir, de las distintas fuerzas (intereses) políticas y económicas. En cuanto a la ambigüedad del término Derecho hay que señalar que el problema es debido a que este término se viene utilizando para referirse a realidades completamente distintas, aunque todas ellas se muevan en el amplio campo del Derecho. Los significados que tradicionalmente se vienen enumerando son: A) Derecho como sinónimo de Derecho objetivo. En este caso se utiliza el término Derecho para designar el conjunto de normas -ordenamiento jurídico- válidas y vigentes en un momento histórico dado y en un país también determinado. En este sentido hablamos del Derecho español, del Derecho inglés o francés, etc. B) Derecho como sinónimo de facultad jurídica. Como poder otorgado a un individuo por el Derecho objetivo, en definitiva, como sinónimo de derecho subjetivo. C) El Derecho como sinónimo de justicia. También se utiliza el término Derecho para expresar nuestra idea de justicia. «lus» igual a «iustum», que dirían los representantes más genuinos del iusnaturalismo. En este sentido decimos que no hay derecho a que se haga esto, o incluso podemos decir que no hay derecho a legislar de tal o cual forma, dando a entender que ciertas leyes son injustas. D) Derecho como ciencia. El término Derecho puede referirse, no al objeto de la realidad del Derecho, sino al conocimiento de esa realidad, es decir, a la ciencia del Derecho. En este sentido suele decirse que el Derecho es una ciencia dogmática, etc. En otros idiomas esta dificultad terminológica se ve paliada, en gran parte, por una mayor riqueza de vocabulario, por ejemplo, en Inglaterra, para referirse al Derecho en sentido objetivo cuentan con un término específico Law, de la misma manera que right significa derecho subjetivo, y Jurisprudencia se utiliza como sinónimo de ciencia del Derecho. En Italia, por ejemplo, no hay Facultades de Diritto, sino de Ciurisprudenza (jurisprudencia). 1.2.2 Concepciones del Derecho: Luis Martínez y Jesús Fernández (2005, p. 26), afirman que al Derecho se le puede también definir desde distintas concepciones, como: A) Desde una Concepción normativista. Esta teoría, que por otra parte es la más ampliamente compartida en el ámbito doctrinal, entiende al Derecho como una realidad normativa, es decir, identifica la realidad del Derecho con las normas o, mejor, con el ordenamiento jurídico, pues, como dice Kelsen -uno de los principales representantes de esta corriente-, no es el ordenamiento jurídico el conjunto o suma de las normas jurídicas, sino que solamente son normas jurídicas aquellas que integran o pertenecen a un ordenamiento jurídico; y ello debido a que sólo partiendo del concepto de ordenamiento jurídico se puede explicar la juridicidad, la coactividad, la validez de las normas jurídicas, y, en definitiva, su existencia como tales normas. Para esta teoría, las conductas sólo serán conductas jurídicas cuando estén reguladas por normas jurídicas. De la misma forma, las relaciones sociales sólo alcanzarán el rango de jurídicas cuando estén previstas y contempladas en normas jurídicas. Y la sociedad sólo dispondrá de una auténtica organización cuando ésta sea establecida por un conjunto de normas jurídicas. B) Concepción institucionalista. Para los defensores de esta teoría, el Derecho antes de ser norma es organización, es institución. Así lo entiende Hauriou, y posteriormente Santi Romano en su libro El ordenamiento jurídico, publicado en 1917. Para Santi Romano, los elementos principales integrantes de la realidad del Derecho serían: 1) La sociedad. En el sentido de que todo aquello que no supere la esfera de lo puramente individual no sería Derecho (ubisocietasibiius). 2) El orden social. Que sería la dimensión funcional y finalista del Derecho. 3) La organización. Se refiere aquí a la organización existente de alguna forma con carácter previo a la existencia de auténticas normas jurídicas. A esta sociedad así ordenada y organizada es precisamente a la que Santi Romano llama «institución», y en el seno de esa sociedad así estructurada es donde a posteriori pueden aparecer las normas jurídicas; pero el Derecho, antes que norma, es organización. C) Concepción relacionista. Para los partidarios de la teoría relacionista la realidad jurídica, el Derecho, más que una realidad normativa o institucional, es una relación entre individuos, resaltando principalmente el aspecto de alteridad e intersubjetividad del Derecho. Kant habla de cuatro tipos posibles de relación: C.1) Relación entre un sujeto que tiene derechos y deberes y otro que sólo tiene derechos y ningún deber (hombre-Dios). C.2) Relación entre un sujeto que tiene derechos y deberes con otro que sólo tiene deberes y ningún derecho (hombre-esclavo). C.3) Relación entre un sujeto que tiene derechos y deberes con otro que no tiene derechos ni deberes (hombre-animal o cosa). C.4) Relación entre un sujeto que tiene derechos y deberes con otro que tiene también derechos y deberes (hombre-hombre). De estos distintos tipos de relación solamente, según Kant, sería relación jurídica la enunciada en último lugar, es decir, la existente entre sujetos que tienen ambos derechos y deberes. D) Concepción conductista. Para el Realismo jurídico americano, el Derecho no son tanto las normas como las conductas y comportamientos de los jueces y otros funcionarios. Una teoría muy singular, que bien se puede encuadrar dentro de las concepciones conductistas del Derecho, es la defendida por C. Cossio en su Teoría Egológica del Derecho, y en general por todos sus seguidores. Para Cossio, la realidad del Derecho no consiste en normas, ni en relaciones, ni en organización, sino que consiste en conductas, pero no en cuanto conducta hecha o ya realizada que se puede captar mediante una intuición sensible en un marco espacio-temporal -este tipo de conducta sería objeto de la sociología-, sino la conducta en cuanto posibilidad, es decir, en cuanto libertad, interferida intersubjetivamente (en su interferencia intrasubjetiva sería una realidad moral). E) Concepción Integradora. El Concepto integrador apuntado de alguna manera por Miguel Reale, para quien la realidad del Derecho estaría integrada por la interrelación de tres elementos: hecho, valor y norma. Precisamente Reale entiende que es «de la integración del hecho en el valor de donde surge la norma». De tal manera que nos define el Derecho, diciendo que «no es puro hecho, ni pura norma, sino que es el hecho social en la forma que le da una norma racionalmente promulgada por una autoridad competente, según un orden de valores». Este concepto de Reale sin duda podría ampliarse y completarse con la simbiosis realizada por N. Bobbio, que destaca en el Derecho tres aspectos: El aspecto de intersubjetividad -relación-, el aspecto de organización social -institución- y el aspecto de regulación -normatividad-. 1.2.3 Definición: El término "Derecho", según el Diccionario de la Real Academia Española, presenta una diversidad de acepciones, destacando la primera que la conceptúa como el participio pasivo irregular antiguo de dirigir. Proviene de las voces latinas directum y dirigere, que significa "conducir", "guiar" o "llevar rectamente" una cosa a un lugar determinado, sin desviarse o torcerse. De la voz ius, que derivo el prefijo juris que asociado a otras dio origen a expresiones como jurisprudencia (derecho pronunciado por los jueces), jurisdicción (acto de decir el derecho), justicia (valor ideal al cual debe atender el derecho) y jurídico (adjetivo que denota la cualidad de un orden obligatorio) En Italia, el significado de ius es designado por la palabra diritto; en Francia por drot; en Inglaterra por right; en Portugal por direito; en Alemania por recht, y en Rumania por duptu. Mario Alzamora (1987) concluye en igual sentido, al sostener que la palabra derecho "(...) proviene de la voz latina directum, que es el participio pasivo del verbo dirigere, dirigir. Este último está constituido por el prefijo continuativo di y la forma verbal regere, regir. Si régere equivale a guiar, conducir o gobernar y di indica la continuidad de ese acto, derecho significa etimológicamente la manera o forma habitual de guiar, conducir o gobernar. A su vez, el prefijo di procede de las raíces arias DH y DHR que encierran la idea de estabilidad y firmeza. Por otra parte, régere, regó, contiene el reduplicativo re que se desprende de la raíz aria RJ, guiar o conducir. De acuerdo con esta etimología, derecho significa tanto como ordenamiento firme, estable, permanente". La definición más célebre de la teoría jurídica del siglo XX sobre el concepto de "Derecho" es de H. L. A. Hart. Este autor propone la bien conocida distinción entre reglas primarias y secundarias, y luego señala que la unión de ambos tipos de reglas "puede ser justamente considerada como la "esencia del derecho". La combinación de reglas le permitió al modelo hartiano postular una separación entre la sociedad "primitiva" y la sociedad jurídica desarrollada. MaCCorMiCK citado por Federico Escobar (2008) afirma que el "derecho es un orden normativo institucional, y el derecho del Estado contemporáneo es una forma de derecho", una forma a la cual este autor dice estar limitando su análisis teórico. Máximo Pacheco (1990) nos da una serie de definiciones del derecho citando a destacados juristas y filósofos: Por nuestra parte, consideramos que el Derecho puede tomarse en tres acepciones distintas. En primer lugar, designa el conjunto de normas o reglas que rigen la actividad humana en la sociedad, cuya inobservancia está sancionada: Derecho Objetivo. En segundo lugar, designa esta palabra las facultades pertenecientes al individuo, un poder del individuo: Derecho Subjetivo. En tercer lugar, el derecho como equivalente a justicia, como portador del valor justicia. (Espasa-Calpe: 1997, p. 524) 1.2.4 CARACTERÍSTICAS: No obstante, el carácter complejo y multifacético del Derecho, es posible significar sus principales rasgos o características. Al respecto los diferentes autores han sostenido posiciones teóricas diferentes, pero en términos generales pudiéramos apuntar como tales rasgos y características generales del Derecho las siguientes: (Quesnay; pág. 53). A) Fenómeno normativo El Derecho es, ante todo, un fenómeno normativo. Con independencia de sus diferentes connotaciones, es sobre todo o primero que todo, una estructura normativa. Incluso hay que significar que el carácter normativo del Derecho no sólo alude a que sea siempre un conjunto de normas, de dictados de conducta deontológico (del deber ser), sino, además, a que sea un conjunto armónico, esto es, a que constituya un sistema. Por sistema entendemos una estructura orgánica en que cada una de sus partes está en íntima vinculación con el todo en un sentido ontológico y funcional, de modo que una afectación en una de las partes se extiende al todo del sistema. Así, el organismo humano es, por ejemplo, un extraordinario sistema en que se vinculan cada una de sus partes y funciones de tal manera que una acción o una alteración de cualquiera de las partes afecta a todo el organismo. En el caso del Derecho las cosas no son tan perfectas, puesto que el derecho es un producto de la acción de los hombres, y está lleno de defectos y contradicciones, pero todo ordenamiento jurídico, como conjunto normativo, aspira a la organicidad, es decir, a constituir un sistema perfectamente estructurado. B) Expresión de la voluntad política El presente rasgo o característica del Derecho responde a la particular concepción que el Derecho constituye una normativa que expresa la voluntad política del Estado, a través del órgano respectivo: Poder Legislativo. C) Obligatoriedad El Derecho es un dictado de conducta obligatorio para toda la sociedad y que lo es así porque el Derecho se apoya en la coacción estatal para hacer valer sus dictados. Cuando se habla de la obligatoriedad del Derecho se está haciendo referencia en sentido general, del conjunto del orden normativo, a que el mismo no es desiderativo, sino que se impone a toda la sociedad de manera universal y bajo la amenaza de la coacción estatal para el caso de su incumplimiento. Cuando indico lo anterior quiero dejar salvado que hago mención a la totalidad del Derecho como orden normativo íntegro, sin que ello signifique que todas y cada una de sus normas o preceptivas tengan que ser obligatorias, porque como veremos en el tratamiento de la norma jurídica, existen aquellas que son llamadas desiderativas o permisivas, que se caracterizan por dejar la libertad de alternatividad en el depositario o, en otra variante, aquellas que permiten la adopción de diferentes conductas. En relación también con esa característica de obligatoriedad es preciso significar que ella no afecta al problema que veremos oportunamente del conocido como Derecho Alternativo, y que alude a la legitimación de soluciones jurídicas alternativas al orden jurídico dictado por el Estado, o mejor conocido en nuestro medio como los Medios Alternativos de Solución de Conflictos. D) Imperatividad El presente rasgo o característica del Derecho se erige sobre el empleo formal de un lenguaje imperativo; el Derecho no ruega, ni suplica, ni solicita, sino que ordena, dispone, manda y establece y lo hace siempre, en consecuencia, con una expresión formal imperativa. Por supuesto, a la consideración de esta característica se opone para muchos la existencia de normas permisivas o absolutamente desiderativas, en las cuales el Derecho no emplea el lenguaje compulsivo e imperativo. Sin embargo, en esos casos tampoco eso contradice el carácter imperativo del Derecho, porque aún ante esas normas, es imperativo jurídico que se pueda proceder de modo alternativo o que se permitan tales o más cuales conductas. E) Coactividad El presente rasgo o característica del Derecho se estructura sobre la percepción de que todo derecho está vinculado a su imposición violenta, siempre es coactivo. Es evidente que en toda sociedad el Derecho se aproxima absolutamente a la violencia y se aplica muchas veces de modo coactivo, violentamente, pero afirmar tal cosa de modo absoluto sería una simplificación sobre los mecanismos de dominación que ha establecido la sociedad explotadora contemporánea. Esos mecanismos-fundamentalmente económico o derivados del juego de los mecanismos económicos--, han permitido amplios espacios en los que el Derecho se aplica sin que sea rasgo esencial de su determinación la violencia neta o la coacción directa. Del mismo modo, los sutiles mecanismos de consensuación de la sociedad capitalista desarrollada alivian notablemente al Derecho de su feo papel de normativa brutalmente coactiva. La cultura social, los medios de información masiva, la religión incluso, son otras tantas fuerzas que propician los consensos sociales que apoyan incluso a la sociedad explotadora y facilitan al Derecho no tener que apoyarse absolutamente en formas coactivas o, en otras palabras, poder hacer pasar a segundo plano ese rasgo de coactividad.