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El presente fragmento es un documento de carácter informativo, social y cultural,

escrito en la Universidad de París en el año 1215. En cuanto al autor, al no estar


especificado en el fragmento, podríamos decir que fue realizado en conjunto por el
consejo de la Universidad de París ante el mandato del Papa de reformar el estatuto de
estudiantes de dicha universidad. Con lo cual, este documento está destinado a un
público culto particular, los integrantes de la Universidad de París. Se pretende
configurar un conjunto de normas y reglamento interno que puedan regir la
universidad durante años venideros, por lo que en este documento se informa a cerca
de los procedimientos nuevos que se han implantado en cuanto a la enseñanza, tanto
para profesores como alumnado. Partiendo de esta idea principal, el documento
enumera una serie de reglas esenciales que se deben respetar, tanto a la hora de
impartir contenidos, como los horarios como la contratación de profesorado. En
primer lugar, menciona que no se puede impartir ninguna enseñanza en París si no se
tienen mínimo 21 años y seis años de experiencia, que no tenga ningún antecedente
penal, o como lo nombra en el documento ``que no esté manchado por ninguna
infamia´´. Acto seguido pasa a hablar de los contenidos que han de impartirse,
resaltando la enseñanza intensiva de los libros de Aristóteles sobre dialéctica, antigua y
nueva, y de igual manera las dos obras de Prisciano. Destaca también que los días de
fiesta no se puede impartir materia salvo ciertas excepciones que son: filósofos,
retóricos, las materias del Quadrivium, el Barbarismus y la Ética. Por el contrario, los
libros de Aristóteles sobre metafísica y filosofía natural y las doctrinas del maestro
David de Dinant, Amauri el Herético, Mauricio de España… no se pueden enseñar en
días festivos. Y pasando a la parte final del texto, menciona que para poder impartir
teología hay que tener mínimo 35 años de edad, haber estudiado durante 8 años el
comentario de los libros en las escuelas y haber escuchado las enseñanzas sobre
teología durante 5 años. Asimismo, no se puede impartir clase antes de la hora tercia y
que para que los profesores puedan dar clase, hay que comprobar lo mencionado
anteriormente, vida y saber.
En cuanto al contexto histórico, creo conveniente, antes de pasar a hablar de la
Universidad de París, hablar del nacimiento de las universidades a finales del siglo XII y
principios del siglo XIII. Las universidades no son otra cosa que la culminación de las
escuelas urbanas (donde ya apreciamos una gran renovación de los distintos métodos
de enseñanza: Trivium y Quadrivium). El término universidad durante la Edad Media se
entiende más como un gremio compuesto por maestros y alumnos, ambos con un
mismo objetivo, la búsqueda del conocimiento, la defensa de sus propios intereses y la
autonomía frente a los poderes laicos. A lo largo del siglo XIII van a aparecer dos
términos de suma importancia, el estudio general y el particular, haciendo referencia
este último a la Universidad, un lugar donde obtener un título a través de diversos
estudios de carácter superior.
La Universidad de París, junto a la de Bolonia y Oxford, fue de las más importantes e
influyentes de toda Europa. Ya entrando en profundidad con la Universidad de París,
creo necesario destacar los aspectos más importantes. Agrupó las diversas cátedras
existentes en cuatro facultades, Artes, Derecha canónico, Medicina y Teología (parte
importante del documento comentado). Cada una de estas facultades estaba dirigida
por un decano, y cada Nación (procedencia de los alumnos: inglesa, alemana, francesa,
española, italiana, normanda, picarda y flamenca), dirigida por un procurador. Los
estudios de la Universidad de París se dividen en dos ciclos. La enseñanza de Artes
otorgaba el grado de bachiller, y a los seis años de estudio se obtenía dicho título tras
superar la prueba de la determinatio. Si se cursaban otros dos años se obtenía el título
de Maestro en Artes y la licencia docendi. Los estudios de Derecho y Medicina se
podían cursar en unos cinco años, y los de Teología en doce. Cabe destacar que estos
últimos solo los podían cursar los que habían obtenido previamente el título de
Maestro en Artes. El título de Teología, licenciado en Teología, se otorgaba en una
ceremonia de reconocimiento público. A rasgos generales, el método de enseñanza
utilizado era el escolástico, basado en el uso de dos ejercicios, lectio y quaestio,
destacando el empleo de vocabulario y la capacidad razonadora. La lectio era la lectura
comentada de un texto con un auctor, y la quaestio consistía en una disputatio sobre
un tema. La Universidad de París destacó por su facultad de Teología, desarrollando un
modelo de organización de los estudios superiores que sirvió de referente a muchas
otras universidades.

BIBLIOGRAFÍA
VICENTE ÁNGEL ÁLVAREZ PALENZUELA, Historia Universal de la Edad Media, Ariel,
2002

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