Está en la página 1de 9

Tema 4.

La inversión de los equilibrios mundial e intraeuropeo (1500-


1700).

1. ¿Europa subdesarrollada o Europa desarrollada?

Europa fue un área subdesarrollada respecto a los principales centros de civilización de


la época desde la caída del Imperio romano hasta comienzos del s. XIII. La Europa de
esa época tenía “muy poco que ofrecer”; incluso los propios europeos eran conscientes
de su inferioridad cultural, tecnológica y económica. A partir del año 1000, Europa
comenzó a moverse y a ganar terreno progresivamente. Ya en el s. XIII los
comerciantes venecianos demostraron con creces haber desarrollado técnicas de
negocios superiores a las tradicionales de Bizancio, cuyos comerciantes debieron ceder
el paso a estos nuevos competidores, así como a Génova.

A finales del s. XIV, algunos escritores bizantinos comenzaron a admitir que Occidente
había cambiado: ya no era aquella tierra de bárbaros que siempre se había creído; solo
dos siglos después la situación se había invertido por completo: Europa era ya el área
más desarrollada de la época. Su capacidad industrial y tecnológica era enormemente
superior a cualquier otra sociedad asiática, americana o africana.

Es ahora cuando la economía de la Europa occidental por primera vez en su historia se


pone a la cabeza de la economía del mundo y la dirige desde la Edad Moderna. Algo
ocurre a partir del s. XV-XVI que el poder económico se traslada desde Oriente hacia
Occidente. No se trata de una cuestión pendular, de simple cambio de predominio fruto
de la casualidad, sino que Europa controla la economía mundial. Surge la globalización:
se dice esto porque el desarrollo de la economía occidental europea transforma la
economía de todo el planeta.

2. Europa y sus relaciones con el resto del mundo.

La consecuencia más notoria de esa supremacía adquirida por Europa fueron sin duda
las exploraciones geográficas con su consiguiente expansión económica, militar y
política. Europa siempre había estado a merced de potencias invasoras, pues era
militarmente incapaz de hacer frente a amenazas foráneas. Ejemplos: el desastre de

1
Wahlstatt (1241); la derrota cristiana de Nicópolis (1396)… Un hecho importante fue
cuando los turcos, a finales del s. XV, estuvieron a punto de herir el corazón de Europa.
El bloqueo económico impuesto por el Imperio Otomano hizo que éste mismo fuese
burlado, lanzando la ofensiva por los Océanos: primero portugueses y españoles,
holandeses e ingleses más tarde.

Mientras la Europa atlántica realizaba su expansión ultramarina, la Rusia europea


iniciaba su expansión hacia Oriente, también resultado de la superioridad tecnológica
europea, a pesar de que los asiáticos podían contrapesar dicha inferioridad tecnológica
con el número.

La expansión ultramarina de Europa tuvo consecuencias económicas trascendentales:


descubrimiento de yacimientos de plata (Potosí, en el virreinato de Perú y Zacatecas en
México), productos como el tabaco, té, caña de azúcar (el desarrollo de sus grandes
plantaciones creó una fuerte demanda de esclavos, los cuales adquirían los europeos en
las costas de África occidental a cambio de textiles, armas de fuego, pólvora, etc.),
cacao, tomate, maíz o patata (estos dos últimos contribuyeron a resolver el problema
alimentario a partir del s. XVIII influyendo, por lo tanto, en el incremento poblacional
en Europa).

Las cifras de importaciones de plata en España están consideradas en el contexto de la


época: hasta mediados del s. XV, Europa sufrió una grave carestía de metal, lo cual
obstaculizaba su actividad comercial y, sobre todo, sus traficos internacionales. Las
llegasas de metal precioso a la España del s. XVI representó una gran novedad para el
Viejo Continente: los sistemas monetarios resultaron literalmente perturbados. Una
parte del metal fue trasladado a Europa como renta de la Corona, y con soberanos como
los españoles (obsesionados con la idea de Cruzada católica), esa parte del tesoro se
transformó en demanda efectiva de servicios militares, armas y vituallas; el resto del
tesoro se convirtió en demanda efectiva de bienes de consumo y bienes de capital. Esta
demanda coincidió con un aumento general de la población europea durante el s. XVI.
Así, el aumento de la demanda se tradujo en un aumento de la producción, pero también
en un aumento de los precios (el periodo que va del 1500 al 1620 es conocido como el
de la “revolución de los precios”).

2
El aumento de las disponibilidades liquidas provocó una caída del tipo de interés en los
principales centros financieros. El capital se ofrecía barato. Oro y plata eran aceptados
por todo el mundo como medio de pago.

Aumento de la disponibilidad de metal > aumento de liquidez internacional > favorecer


el desarrollo de los intercambios.

Sin embargo, mientras los europeos encontraron en Oriente productos con una gran
salida en Europa, no fue así en el caso contrario. Solo llegarán a encontrar solución a
sus problemas a finales del s. XVIII y comienzos del XIX con el opio.

Consecuencias de la expansión ultramarina de Europa:

a) Tecnológicas. Su desarrollo exigió la creación y la evolución de nuevos


instrumentos y nuevas técnicas: adelantos en cartografía, artillería naval,
industria relojera, técnicas de negocio… Superioridad tecnológica 
superioridad militar y política  exploraciones geográficas  cambio de
mentalidad.
b) Económicas. Comercio internacional. Con el descubrimiento del galeón se da
también un empuje militar. Con el comercio internacional comienza a llegar una
afluencia masiva de metales preciosos y de nuevos productos, lo que tuvo como
consecuencia una notable acumulación de capital.
c) Demográficas. Insignificantes hasta el s. XIX: hasta ese siglo, la expansión
europea era más que nada una aventura comercial. Sin embargo, se desarrolló
una mentalidad y un espíritu empresariales.

Según Cipolla, las causas de que la economía trasladase su foco principal de Oriente a
Occidente serían:

 Relaciones de Europa con el resto del mundo.


 Superioridad tecnológica.
 Revolución científica. ¿Por qué los europeos se pusieron a la cabeza de la
ciencia? Los europeos generan un conocimiento práctico.
 Crisis de la madera.

3
3. La crisis de la madera.

Durante siglos, la madera había representado el combustible por excelencia y el material


básico para la edificación, las construcciones navales y la fabricación de muebles; sin
embargo, comenzó a escasear en los siglos XII y XIII empezando a sustituirse por
ladrillo, piedra o mármol. Bosques y selvas desaparecieron literalmente, y en muchas
áreas se llegó a una crisis absoluta por falta de madera. El precio de la madera se
disparó, como ocurrió, por ejemplo, en Génova.

Crisis de la madera. Los europeos se dieron cuenta de que se habían quedado sin uno de
sus factores de producción principales. Carlo Cipolla coloca a la madera como
combustible, energía, por lo que sin ella no se puede producir nada. Este momento de
crisis energética hizo posible que Europa creciese económicamente hacia la supremacía
sobre Oriente: se agota la madera, los bosques son esquilmados, pero los ingleses
utilizan el carbón como fuente de energía. El carbón, según Cipolla, daría lugar a la
revolución industrial.

Cambio de mentalidad: frente a un cuello de botella, Europa hace de la necesidad una


virtud. Necesidad de darle la vuelta a ese estado de precariedad, sometimiento,
debilidad y desventaja.

4. La inversión de los equilibrios económicos en el interior de Europa: 1500-


1700.

Siglo XVI: siglo de oro, no solo para España sino también para el resto de Europa
debido a la gran cantidad de oro y de plata procedentes de las minas americanas.

Siglo XVII: “crisis del s. XVII”.

Sin embargo, esta descripción tiene su parte de verdad, pero también de erróneo. La
Italia del s. XVI no vivió una edad de oro ni mucho menos; tampoco lo fue para Francia
ni para los Países Bajos meridionales. Por el contrario, mientras el s. XVII fue una etapa
de decadencia para España, Turquía o buena parte de Alemania, no fue así para
Inglaterra, Holanda o Suecia (excepto en períodos muy breves). No obstante, se podría
hablar de una decadencia o crisis de una buena parte de la economía europea.

4
El inconveniente de considerar el s. XVI como un período próspero y el XVII como uno
de estancamiento o depresión es el impedimento de comprender la inversión de los
equilibrios en el interior de Europa.

5. La decadencia económica de España y de Italia.

En el territorio de la Península Ibérica las tierras consideradas laborables representan un


38 %, pero las realmente ubérrimas no superan el 10 %. Un 47 % es tierra de pasto, un
10 % bosque y un 6 % terreno inutilizable.

En España mandaban a otras “naciones” la materia que nace en su reino para comprarla
después elaborada (como con la seda y la lana). La afluencia masiva de oro y plata de
las Américas y la expansión de la demanda efectiva en que se tradujo tal afluencia
habría podido estimular un gran desarrollo económico, pero la España del s. XVI es el
ejemplo perfecto para demostrar que la demanda es un elemento necesario, pero no
suficiente como para conseguir desarrollo. Durante el s. XVI España se enriqueció, es
cierto, puesto que la plata y el oro eran medios líquidos aceptados mundialmente como
pago de mercancías y servicios. Su fracaso se debe, pues, a la deficiencia de trabajo
especializado, al aumento del número de los gremios y su política restrictiva. El
aumento de la demanda no correspondía al aumento de la oferta: por consiguiente, los
precios subieron, y gran parte de la demanda iba dirigida a productos y servicios
extranjeros. Asimismo, mucho tuvo que ver la mentalidad hidalga que consideraba las
importaciones más bien como motivo de orgullo en lugar de una posible amenaza para
la economía. Es por ello por lo que no es de extrañar que Francia pudiera introducir
libremente en Cataluña todo tipo de productos aprovechando la Paz de los Pirineos del
1659 o Inglaterra pocos años después. Gracias a esto, no fue ni siquiera necesario el
contrabando.

Así, a través de las importaciones (legales o de contrabando), la demanda efectiva


española acabo por estimular el desarrollo económico de Holanda, Inglaterra y otros
reinos e imperios europeos.

La administración española gastaba los ingresos fiscales y los tesoros de las Indias
incluso antes de recaudarlos.

5
Ya en el s. XVII la afluencia de metal precioso de América disminuyó drásticamente
debido, probablemente, a tres factores: disminución de la producción minera, el hecho
de que las colonias se iban haciendo cada vez más independientes económicamente y el
éxito de los contrabandistas holandeses, ingleses y franceses que consiguieron desviar
hacia sus países una cuota cada vez mayor de los tesoros procedentes de América.

Balanza siempre deficitaria entre ingresos-gastos e importaciones-exportaciones.


España tiene que recurrir a los asientos.

Italia, por su parte, estaba dirigida por un sistema muy hermético: señorías gobernadas
por príncipes; Zona de constantes conflictos (guerras, epidemias), su mercado no se
puede abrir al océano (falta de capital humano formado), despoblación de las ciudades
hacia zonas rurales y con ellas las burguesías que son las que han mantenido a las
ciudades, se vuelve un poco al sistema feudal. Italia pasa de vender productos
manufacturados a convertirse en un mercado de materia prima: es en los outputs donde
Holanda intensifica su comercio.

6. El milagro holandés e inglés.

País Bajos meridionales: a mediados del s. XVI comprenden los condados de Flandes,
Namur, Henao y Artois, los ducados de Brabante, Luxemburgo y Linburgo, el señorío
de Mechlin y los obispados de Lieja y Cambrai. Impresionante desarrollo económico y
civil, a la zaga del polo italiano. Brujas (en el condado de Flandes) en los ss. XII y XIV,
y Amberes (en el ducado de Brabante) en los ss. XV y XVI, fueron los principales
centros. Las manufacturas textiles satisficieron ampliamente la demanda de los mejores
paños de lana en la Europa septentrional y central.

Países Bajos septentrionales: formaban parte las provincias de Holanda, Zelanda,


Frisia, Utrecht, Groninga, Gerderland, Drenthe y Overyssel. Su desarrollo fue más
lento, menos brillante. Actividades agrícolas y ganaderas, pesca y comercio con los
territorios del mar Báltico. Durante la Edad Media entraron a formar parte de la Liga
Hanseática; cuando su fuerza aumentó desde los inicios del s. XV, la Liga trató de
excluirlas del Báltico: los holandeses se separaron de la Liga y consiguieron que aquel
mar siguiera abierto a sus barcos. Para ellos, el Báltico era el “comercio madre”.

6
En el s. XV, y gracias a las técnicas de construcción naval y de navegación que
mejoraron la circunnavegación de la península de Jutlandia, hizo que se evitaran los
costosos transbordos de Hamburgo y Lübeck (quienes se aprovechaban del comercio de
tránsito obligado).

El comercio exterior se completó con actividades manufactureras (importaban materias


primas para elaborarlas y reexportarlas en forma de productos manufacturados, como la
importación de caña de azúcar de América para exportar azúcar a toda Europa), así
como una gran agricultura, una de las más evolucionadas de la época gracias a
avanzadas técnicas de canalización, irrigación y rotación de las cosechas.

Con la rebelión contra España y la larga guerra que la siguió se produjo la ruina de los
Países Bajos meridionales: batanes reducidos a cenizas, centros de producción textil
terriblemente dañados, el centro financiero y comercial de Amberes saqueado… Esta
ruina ofreció la oportunidad a los holandeses de penetrar comercialmente en los mares
del Sur y en los océanos aprovechándose y retrasando la recuperación de los Países
Bajos meridionales. Con la paz de 1609 las Provincias Unidades septentrionales salieron
con la independencia política y la libertad religiosa: ahora la economía era más vital que
nunca; de hecho, era la económica más desarrollada y competitiva de toda Europa.

Sin embargo, el perjuicio mayor de la guerra contra España contra los Países Bajos no
fueron las destrucciones de riqueza y de capital físico, que también, sino la fuga de
capital humano. Involuntariamente, España enriqueció a su enemigo. Los fugitivos de
las provincias meridionales (valones) se dirigieron a Inglaterra, Alemania, Suecia, pero
sobre todo a los Países Bajos septentrionales; y entre ellos había artesanos, marineros,
comerciantes, financieros, etc., que aportaron esa capacidad artesanal y todos los
conocimientos y espíritu de empresa. Fue, en definitiva, un poderoso tonificante para
los Países Bajos septentrionales.

Ámsterdam se convirtió en el primer mercado mundial. Era todo un emporio


internacional, donde se encontraban productos de todos los rincones de la tierra. Las
técnicas de negocios heredadas de los italianos se afinaron y desarrollaron dando lugar
al incipiente “capitalismo moderno”. Así, los holandeses del s. XVII estaban por todos
los rincones de la tierra. Su prosperidad, y la de los Países Bajos septentrionales en
general, dependió de la libertad de los mares y de la eficacia de su flota, tanto mercantil
como militarmente (sus construcciones navales estaban tan avanzadas que no podían

7
compararse siquiera con las de Francia o Inglaterra). El ámbito del comercio
internacional holandés se dividía entre el comercio con el mar del Norte y el Báltico y
con las Indias orientales y occidentales.

“El modo económico de los holandeses”: vendían a precios competitivos, y sus precios
eran competitivos porque sus costes de producción estaban más comprimidos que en
cualquier otro lugar (a pesar de que la mano de obra estaba mejor remunerada que en
otros sitios). Cuando no conseguían reducir los costes, reducían los estandartes
cualitativos del producto, pero se seguían vendiendo. En esto tuvo mucho que ver el
aprovechamiento de los Países Bajos de fuentes de energía inanimada: la turba y la
energía eólica. Esto último tiene que ver con que los holandeses consiguieron romper su
particular cuello de botella: las limitaciones energéticas. Eran pobres en árboles, pero
ricos en depósitos de turba, y en el s. XVI iniciaron el aprovechamiento a gran escala de
esta fuente de energía. Filibotes.

Se produce la fractura de las 17 provincias septentrionales que pertenecen a la


Monarquía Hispánica. Se traslada el centro del mediterráneo al norte de manera
violenta, en medio de la Guerra de los Ochenta años (1568-1648).

Cipolla nos plantea la pregunta de cómo y cuándo ocurre esto. Surge como
consecuencia de la Guerra de los ochenta años. Cuando Ámsterdam “vence” a Amberes
como centro económico principal, consigue anular el papel que había jugado en los
siglos XV y XVI. No cayó porque los españoles saqueasen Amberes, ya que cayó
mucho después de esto.

Ya no es la crisis de la madera, sino de los recursos financieros.

Tanto los “holandeses” como los ingleses innovan en el sector agrario: transforman lo
que Marx llamaba las relaciones sociales de producción , entre capital humano y la
propiedad de los recursos de la tierra; triunfa la propiedad privada sobre la tierra, se
cambia la forma de producir en la agricultura, desaparece el señorío tradicional y los
openfields ingleses para empezar a trabajar de una forma distinta: un único propietario y
asalariados, pero para ello tiene que cambiar el marco político y económico. Se
consigue que poniendo los mismos factores de producción las cosechas se multipliquen:
mismo trabajo, mismo suelo, pero aumenta la productividad. Cómo se mejora:
¿mejorando los recursos, el capital humano? Se hará transformando el sistema
organizativo.

8
En el manufacturero ingleses y holandeses. Los italianos recurren al viejo sistema
gremial, pero estos introducen la protoindustria: sistema de producción a domicilio. Se
lleva la industria a los domicilios de las aldeas, y esto lo hacen sobre todo los
mercaderes. Se producía en el tiempo libre. El gremio italiano no permitió esta
actividad, pero en los otros dos casos fue posible.

Chipola, injusto, interpretación Fernando, desembocadura ríos en poder holandés, son


hombres de negocios, buscan lo que mas lo le convenga, si la ruta se cierra por la guerra
voy a otro lado.

Actas de navegación inglesas, elimino intermediarios, buque extranjero, yo importo y


reexporto. Política mercantilista. O bien inglesas o bien del país exportador. Recepción
inmigrantes valones hugonotes y protestantes, asimilar sus técnicas. Domestic system,
copia de holandeses. Producción de cañones, empiezan a aprovechar factores
constrictivos, y chipola cita una de las posibles variables, cambia bronce, cobre y
estaño, por hierro, que es lo que tienen, inferior pero mas barato. Revolucion agraria. Da
respuesta positiva ante cualquier problema.

Principio como España, exporta lana, siglo xv cambia, restricciones exportación, baja el
precio en consecuencia porque no se puede exportar, asi que empiezan a fabricar. En
castilla al reves, impuestos a fabricar paños, mas fácil exportar, porque la lana en el
mercado nacional era mas cara. Pasar de producir, 85% paños elaborados a 5% materias
primas. Exporta cañones de hierro colados, madera, importante, sustituir por carbón, no
querían usarlo, era muy toxico, pero no les quedó otra. Además es mas fácil cortar un
árbol que traer carbon de minas. De hecho importa madera de Suecia, aunque se rompe
el problema usando carbon.

Capital humano en forma de marinos.

También podría gustarte