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I UNIDAD
SOCIEDAD, DERECHO Y POLÍTICA
I. Teoría de la Sociedad
(El Hombre – La Sociedad – La Política)
El Hombre
d) La dignidad humana. El ser Humano es un ser digno por naturaleza. Como tal, es un
ser que merece respeto y consideración. Nuestra Constitución o Carta Fundamental
recoge este principio en el artículo primero cuando indica que “Las personas nacen
libres e iguales en dignidad y derechos”. Vale decir, los seres humanos, que son por
esencia diferentes unos de otros, hay algo que los une y los hace idénticos: ello es su
Dignidad. No sólo todas las personas son dignas, sino que además, todas son
igualmente dignas.
Como consecuencia de esta dignidad, todos los seres humanos, son además
personas, o sea, Sujetos de Derecho, individuos capaces de que sus conductas sean
reguladas por el Ordenamiento Jurídico, y capaces de ser titulares de derechos.
De esta misma dignidad nacerá un plexo de derechos de principal relevancia,
como son los Derechos Humanos o Derechos Fundamentales, y conjuntamente con
ellos, nace el deber de respetarlos.
La Sociedad
Podemos entender por sociedad “Un gran número de personas que obran
conjuntamente para satisfacer sus necesidades colectivas, y que comparten una
cultura común”.
a. Concepción Mecanicista: La sociedad no es otra cosa que la suma, uno por uno, de
todos los individuos que la conforman. Los individuos son las únicas realidades, los
individuos son sustancia y, en cambio, los grupos sociales no son más que una
ficción. Todos los grupos humanos carecen, entonces, de realidad por ser únicamente
ficciones o abstracciones. La sociedad no es sujeto de vida propia, como es el
hombre, porque no hay vida de la sociedad equivalente a la vida de los individuos.
Las únicas realidades humanas sustentables y las únicas que viven en el sentido
genuino de la palabra vivir, son las personas individuales. La Sociedad no existe sin
los hombres y por ello, sin hombres no hay sociedad. No existen las realidades
sociales, ni los fines sociales, ni las necesidades sociales, sólo existe la realidad, los
fines y las necesidades individuales.
(2) El segundo nivel: El nivel asociativo. Además de los sujetos individuales, las
sociedades se encuentran compuestas por diferentes conjuntos de personas que
deciden voluntariamente unirse en torno a un fin. En atención a que estas
asociaciones se ubican entre el nivel individual y el estatal, se habla de ellas como
“grupos intermedios” o “cuerpos intermedios”. Dentro de estos grupos intermedios,
encontramos a las sociedades comerciales, los clubes deportivos, las Iglesias, las
corporaciones de beneficencia, las juntas de vecinos, etc. Estos grupos forman, en
su conjunto, lo que se denomina “la sociedad civil”, que le da vida y dinamismo a
la sociedad.
(3) El tercer nivel: El nivel estatal. Las sociedades más evolucionadas logran
organizarse políticamente, y generar un cuerpo más extenso y poderoso, con
potestades o facultades para dictar normas obligatorias y para ejecutarlas incluso
mediante el uso de la fuerza, y que se denomina Estado. No todas las sociedades
están organizadas como Estados, por lo que no resulta un elemento de la esencia
de toda sociedad.
- El nivel individual con el asociativo: Los individuos forman los grupos intermedios
mediante el ejercicio de un derecho fundamental como es la libertad de asociación
(art. 19 N° 15 de la Constitución). A su vez, los grupos intermedios tienen como
objetivo, lograr el mayo bien posible para las personas. De esta forma se produce
una relación de mutua necesidad, donde los grupos existen gracias a la decisión
de los individuos, y donde estos últimos necesitan de los grupos para satisfacer
varias de sus necesidades.
- El nivel individual con el estatal. Las personas también son quienes, junto con los
grupos intermedios, las que forman al Estado. Por su parte, el Estado se vinculará
con los individuos por dos vías: primero, estableciendo normas que regularán el
comportamiento de las personas, pero fundamentalmente, el Estado será una
organización que estará al servicio de las personas, constituyéndose como un ente
protector de las mismas, facilitándoles su máxima realización personal (ver art. 1°
inciso cuarto de la Constitución).
La Política
La Política es, en primer término, una actividad que se desarrolla bajo el contexto
de una pluralidad de sujetos, que por su amplitud y complejidades que aparecen por las
diferentes características que poseen los individuos. Si todas las personas fueran iguales,
con los mismos ideales y convicciones, entonces, la política no tendría sentido. La política
tiene su razón de ser por el hecho de que se desenvuelve entre sujetos esencialmente
diferentes, con sus propias características y realidades que los distinguen.
Sin embargo, a pesar de ser un vocablo tan empleado, no es fácil definirlo, por
cuanto existen muchas concepciones en torno a ella.
1 Dejamos constancia que algunos autores hablan de “faces” y no de “fases”, esto es, hablan de “caras de la política” (faces
como plural de faz), y no de etapas (fases como plural de fase). Sin embargo, preferimos esta segunda concepción, puesto
5 temporales que se suceden.
que entendemos que la actividad política se da consecuencialmente en diferentes estadios
Derecho Político I – Universidad Santo Tomás – Hugo Tórtora Aravena – 2010
La obediencia al poder
Hemos visto cómo la actividad política tiene su centro en la lucha por el poder, y
que es básicamente eso (el poder) lo que se busca cuando aquélla (la actividad política)
se desarrolla.
Sin embargo, esta lucha no tendría sentido si no hubiese un conjunto de personas
que estuviesen dispuestas a obedecer al Poder que se ha logrado mediante la natural
lucha política que se desenvuelve en una sociedad organizada.
Respecto del contenido del Poder, éste involucra tanto el poder de mandar, como
el de tomar decisiones trascendentes que pueden afectar la vida de los demás.
La relación que se produce entre el sujeto que detenta este poder y los miembros
de la comunidad, es una relación bilateral, de mando y obediencia.
En relación con el Mando, diremos que siempre supone alteridad, esto es, supone
que se ejerce respecto de otro. O sea, el mando no se basta a sí mismo, sino siempre en
relación con otro sujeto, que es el mandado.
El concepto de Mando, debe diferenciarse de otras ideas que suelen confundirse,
como ocurre con el de autoridad y mandato.
Sobre la autoridad (auctoritas), debemos decir que ella implica la existencia de una
ascendencia moral de un sujeto sobre otro. En este caso, las indicaciones que emanan de
quien detenta la autoridad no se obedecen sólo por el hecho que aquél asume una
posición de jerarquía o de mando. A quien ejerce autoridad, se le sigue porque se le cree,
se le respeta, y no porque se le tema. La autoridad, en definitiva, no nace del Poder, pero
es deseable que quien detente el Poder dentro de un grupo organizado, goce también de
autoridad.
Mando y mandato tampoco son sinónimos. Mientras el primero se relaciona con el
poder que ejerce un sujeto sobre otro, el mandato es un vínculo contractual mediante el
cual una persona encarga a otra, la gestión de una determinada actividad o negocio.
Desde ese punto de vista, quien detente el poder será quien ejerce el mando porque tiene
el poder, pero simultáneamente –al menos, en un sistema democrático-, ha recibido el
mandato del pueblo para dirigir a un país. De aquí que a un Jefe de Estado se le
denomine “Primer Mandatario”: esto, no porque sea quien “manda más”, sino porque es el
primer servidor del Pueblo, el que le ha encargado que administre correctamente a un
Estado.
Por otra parte, la Obediencia está representada por el sujeto que es el
destinatario del mando. Éste último, ante el Mando, podrá asumir dos actitudes: obedecer
o desobedecer. En el primer caso, la relación mando-obediencia se da normalmente, y
permite que esta subsista y se mantenga en el tiempo. En el6segundo caso, en
Derecho Político I – Universidad Santo Tomás – Hugo Tórtora Aravena – 2010
cambio, no se perfecciona esta relación, pudiendo por lo tanto el que manda, asumir dos
posturas: o insiste, reprimiendo la desobediencia; o bien, se desiste, en cuyo caso la
relación de mando fracasa, ya sea porque no se configuró esta relación, o bien porque
esa relación se extinguió.
También puede darse una situación intermedia entre acatamiento y desobediencia,
en cuyo caso, vamos a decir que el sujeto reconoce el poder de quien lo detenta, pero
trata de evadirlo y de infringir la orden recibida.
¿Por qué se obedece?
Reconocidos estos asuntos, bien vale preguntarse el motivo por el cual, las
personas obedecemos las órdenes emanadas de quien detenta el poder.
Bertnard de Jouvenel ya decía que era necesario conocer por qué se producía “la
obediencia milagrosa de los agregados humanos, de miles o millones de hombres que se
doblegan ante las reglas y las órdenes de unos pocos”.
Este asunto puede ser analizado desde diferentes puntos de vista:
El Derecho Político
Una vez que ya hemos revisado algunos conceptos básicos introductorios,
podemos revisar un concepto de Derecho Político, así como su conexión con otras
disciplinas del conocimiento humano.
Tal como lo veremos más adelante, se ha discutido si aquello que se estudia bajo
el nombre de Derecho Político, debe realmente llevar ese nombre.
Sin embargo, más allá de aquello, es necesario indagar qué es aquello a lo cual se
le llama, por muchos, como Derecho Político. Más adelante, revisaremos si ésta es la
denominación más adecuada.
Lo primero que debe considerarse para poder elaborar un concepto de Derecho
Político, es identificar cuál es el objeto de estudio de esta rama del Derecho, tema
respecto del cual, se ha discutido desde antiguo.
Así, el español Adolfo Posada era de la opinión que esta disciplina estudiaba dos
nociones y cómo se relacionaban entre sí, y éstas eran el Estado y el Derecho. Por lo
tanto, como conocimiento previo al Derecho Político, debía estudiarse una correcta Teoría
del Estado.
Para Jellineck, en tanto, el Derecho Político no es una disciplina que continúe
después de la Teoría del Estado, sino que es parte de ésta. Vale decir, la Teoría del
Estado estaría compuesta por el Derecho Político (elemento jurídico), y los aspectos
sociológicos del Estado.
Hans Kelsen, en tanto sostiene que la teoría del Derecho Político se identifica con
la Teoría General del Estado, y que una y otra, son básicamente la misma cosa.
Lo que es claro, independientemente de cuál sea la doctrina a la que pretendamos
adscribirnos, es que el centro de atención del Derecho Político es el Estado, y que lo
estudia como un ente de naturaleza más bien jurídica que sociológica (aun cuando
no se debe desatender del todo este último aspecto), así como también sus
relaciones más básicas y esenciales con los sujetos que lo componen.
De esta manera, podemos citar válidamente el concepto que nos entrega Pablo
Lucas Verdú, quien nos dice que es “aquella rama del Derecho interno que estudia las
normas e instituciones reguladoras de los poderes estatales y de las libertades
fundamentales en el contexto histórico y sociopolítico”.
Este mismo autor nos reseña cuál es la real importancia del Derecho Político,
cuando nos indica que éste cumple tres misiones básicas:
- Misión didáctica: suministra conocimiento real de la organización y funcionamiento
de las instituciones políticas. Este conocimiento es imprescindible tanto para los
juristas y abogados, como para los ciudadanos. Para el jurista, por cuanto le
permite enterarse de cómo se organiza y ejerce el poder político, estructura social
que interesa y afecta a todas las áreas del Derecho. Para el ciudadano, en tanto,
porque lo hace más consciente y responsable de su participación en la comunidad
política, y porque le entrega herramientas que le permitirá formarse en una
correcta madurez cívica.
- Misión ideológica: por medio de esta disciplina se intenta demostrar que un
determinado modelo político es el más conveniente para el desarrollo integral de
las personas y de los pueblos. Bajo nuestra cultura, el modelo que se intenta
defender es el democrático.
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Derecho Político I – Universidad Santo Tomás – Hugo Tórtora Aravena – 2010
- Misión ética: lo que busca finalmente esta disciplina es lograr el mejor desarrollo
de la persona humana en sociedad, y la búsqueda de todos los individuos, del bien
común.
Otros autores, como Vicente Santamaría de Paredes ha llegado a decir, incluso, que
es la rama más importante del Derecho, por cuanto se identifica como los cimientos sobre
los cuales se “va a levantar el edificio de la ciencia”.
Conforme a todo lo señalado, podemos indicar que podemos entender que el Derecho
Político es aquella disciplina del conocimiento humano encargada de estudiar al Estado
como ente jurídico y político, así como las relaciones básicas que genera éste con los
individuos que lo conforman.
(a) Con el Derecho Público. El Derecho, por esencia, siempre va a regular las
relaciones existentes entre dos o más sujetos, ya que está compuesto por normas
bilaterales, pero estas relaciones pueden ser de diversas clases. Según el tipo de
relaciones que se generen, el Derecho se divide en dos grandes ámbitos: el
Derecho Público y el Privado. El Derecho Público regula las relaciones jurídicas
que se originan entre el Estado y los individuos, o entre Estados (dando origen al
Derecho Público interno y al Derecho Internacional Público). El Derecho Privado
interno, en cambio, regula las relaciones jurídicas que se dan entre sujetos
privados, ya sea que éstos se ubiquen dentro del mismo Estado, o en Estados
diversos (según lo cual, hablaremos de Derecho Privado Interno o Derecho
Internacional Privado).
El caso es que, en lo que nos incumbe, el Derecho Político vendría siendo
una rama del Derecho Público, por lo que aquél forma parte de éste, en una
relación de género a especie.
(b) Con el Derecho Constitucional. El Derecho Político entrega las bases sobre las
cuales se estructurará más tarde el Derecho Constitucional. Así, mientras el
primero aborda conceptos básicos y elementales sobre el Estado, el Poder, la
Soberanía, etc., lo que hace el Derecho Constitucional es estudiar la regulación
normativa de cada uno de estos elementos. Vale decir, mientras el Derecho
Político nos enseña qué es –por ejemplo- el Estado, el Gobierno y la Democracia,
el Derecho Constitucional (mediante la Constitución) regula cada uno de estos
aspectos, desde un punto de vista de Derecho Positivo, esto es, con normas
obligatorias.
(d) Con la Filosofía Política. Ésta se preocupa por definir la esencia misma de los
conceptos con los cuales trabajará más tarde el Derecho Político. Las reflexiones,
preguntas y cuestionamientos acerca de lo político, lo social y el Hombre, son
elementos básicos para el objeto de estudio del Derecho Político. La filosofía
política también aporta ideas fundamentales en torno a la ética, fundamento y
rectitud en lo que al gobierno y el ejercicio del poder se refiere.
(e) Ciencia Política. Al igual que el Derecho Político, la Ciencia Política también
estudia el fenómeno “Estado”, así como también se preocupa de la Política. Sin
embargo, la forma como se estudian estos elementos, por ambas disciplinas, son
diferentes. En efecto, mientras el Derecho Político estudia a la política en el marco
jurídico que la regula, la Ciencia Jurídica la analiza principalmente como fenómeno
social. Así, la Ciencia Política analizará las causas, principios, y proyecciones de
la Política en la comunidad, elementos que no se revisan –al menos no con la
misma profundidad – en lo que a Derecho Político se refiere.
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