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1 '.
La expansión
NUEVA ello ~ La Historia y sus problemas
musulmana
Colección dirig ida por
ROBERT BOUTRUCHE, profesor de la Sorbona
(siglos VII al XI)
PAUL LEMERLE. profesor del Collllge de France

Robert Mantran
Prolesor on la Fucult nd de Letras v,
Ciencias Humanas de A ix-en-Prov ence

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E D 1T O R I A L LA B O' R, .S. A .
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CalabrJa, 235 - 239 - BARCELONA - 15
1973 si:
I
Traducción por

BERTA JUUA
Licenciada en Historia

Blbliografla complamentarla sobre la Espal'la musulmana 'por

', MANU EL sANCHEZ MARTr NE~


Profesor de I,a Universidad ' de Barcelona

P r ó lo go

Este libro va destina do tanto a los lectore s ya inform ados de


los
proble mas del mundo musulm án mediev al como a los lectore
s no
orienta listas deseosos ,' de conoce r estos proble mas. Su conten
ido,
que ya viene ' indicad o por el título La expansión musulm ana
[si-.
glos VJl"XI), intenta ante todo desvel ar el fenóme no que represe ntó
el. Islam en su ' primer a época : una fuerza formid able que
Con 6 mapas mostró
su poderí o conqui stador, pero tambié n su capaci dad para
domin ar
las preocu pacion es de tipo económ ico y para ,desarr ollar una
civili-
zación nueva y brillan te, es decir, una expans ión.
Para la exposi ción 'de este tema y, de los proble mas que plantea
,
nos , ha pareci do útil, en la primer a parte, expone r el estado
actu al
de nuestro s conoci miento s, es decir, describ ir los hechos esencia
les de
la histori a mu sulman a ha sta med iados del .s íglo XI, insistie
ndo es-
pecialm ente sobre aquello s puntos o sobre aquello s factore
s qu e
nos han parecid o má s import antes y que nos ' van a permit
ir com -
prende r mejor esta histori a. Así , hemos dedica do un espaci
o des-
tacado a la vida y predic ación de Mahom a, y a la historia
inicial
del Islam, sin la cual resulta ría imposi ble compr ender los aconte
ci-
miento s que tuviero n lugar posteri orment e. Asimis mo, hemos
in sis-
tido más sob re el estable cimien to de los organi smos gubern amenta
les,
sobre las transfo rmacio nes del mundo musulm án que sobre
los
aconte cimien tos de tipo polític o y ' militar , ya que aquell os'
factore s
expres an esencia lmente el nacimi ento y la evoluc ión de una socied
ad
, nueva, la socied ad musulm ana, qu e con siguió afirma r su sup
TItulo de la obra original : L'expanslon musulmane (VII '-XI"
silletes) re macía
Editada por PRESSES UNIVERSITAIRES DE FAANCE . Parls . sobre el Viejo Mundo en aquell a época.
© EDITORIAL LABOR. S. A. ' Calabrla, 235·239 • Barcelona-15 Sin embar go, y con el fin de ali gerar la hi storia efac tual», hemos
, Depósito legal: B. 38072 - 1973. ' Prlnted In Spaln conclu ido el libro con una serie de cuadro s cronol ógicos en
LS,B.N, 84·335-9329-3 los qu e
el -lector hallará la evoluc ión de los princip ales aconte cimien
Impr ent a Juvenil - Maraealbo, 9 - Bareelona-16 tos de
' la histori a mu sulman a.
" v:

v. .
21. [94], H. LAMMENS, La Mecque el la veüle de l'hégire.
22. [l37], M. HAMIDULLAH, Le Prophéte de l'Islam, t. 1I, págs. 523 y ss,
23. [61], J. SAUVACET, lntroduction ..., 2.& ed., pá¡. 120.
24. [135], A. GUlI.LAUME, The lile 01 Mohanúnad.
. 25.. Sobre estas cuestiones, -cf. [130], ; M. GAUDEFROY.DEMOMBYNES, Mahomet,
pág. 59. , .
26.. [122] TOR ANDRAE, Muhammad, sa vie et sa doctrine; [177], R. BUCHE,
, , ho
RE, huroductioa au Coran; [119], R . BLACHERE, Le probleme de Ma met ;
[156], M. RODlNSON, Mahomet; [164], W. MONTCOMERY WATI, Mahomet el
La Mecque.
27. [118], Ro BUCHERE, Le Coran. .
28. [164], W. MONTCOMERY WATT, Mahomet el La Mecque, págs. 104-105. CAPÍTULO II
29. [164], W. MONTGOMERY WATT, Mahomct el La Mccque, págs. 117.128 ~ [156],
M.' RODINSON, Mahomet, págs. 128·129.
30. [156], M. RODINSON, Mahomet, págs. 143·144. ,
La pcimera expansión musulmana fuera
31. [130], M. GAUDEFUOy .DEMOMBY·NES, Mahomet, pág. 111..
32. [156l, M. RODINSON, Mohomet, págs. 177-178. -, '
de 'Ar a bia y la 'o r ga niza ció n del califato
33. Sobre cstc párrafo, ver especialmente [165]" W. MONTGOMEIlY WATI, Ma·
homet el Médinc. , ..
34. Sobre este tema [137], M. HA1I1IDULLAII, Le Prophéte de l'lslam, t. 1, pá' A) Revueltas y pacificación
ginas 124-126 y 133·137.
35: [137], M. HAMIOULLAH, Le Prophetc..., l. 1, págs. 186 y ss., 208·209, 217 Y ss.
36. [117], R. BLACHERE, lntroductioti au Cotan, págs. 136 y ~s. , .La desaparición de Mahoma no comportó la destrucción ·de la
37. Véase más adelante, cap. Ill, púg. 74, Y II parle, cap. III. joven comunidad musulmana: ante todo porque los adeptos del Islam,
38. [165], W. MONTG01l1ERY WATT, Ma~omet el Médine, pág. 323. en su mayoría, era!! creyentes sinceros, ligados a su fe, a su defensa
39. r175], R. BRUNSCIIVIG, arto «c abd» en la Encyclopédi¡; de I'lslam, 2.1\ ed.,
la mejor precisión sobre el tema. '
y a su propagación; después, porque se pudo encontrar rápidamente
40. [156], M. RODlNSON, Mahomet, pág. 267. a dos hombres con carácter que supieron aceptar no sólo las responsa-
hilidades del poder, sino también - lo que era más temible- las
de la . sucesión y ' herencia .del Profeta: Abü Bakr y ·' Vmar, los dos
primeros califas: Ambos pudieron mantener la cohesión de los muo
-sulmanes - a pesar de ciertas escisiones locales- por su autoridad
certera y sobre todo por los éxitos de la expansión musulmana fuera
:de Arabia. '
. Salvo ' algunas .excepciones,. los medineses, Jos mecanos y de un
modo más general los sedentarios reconocieron a Abü , Bakr como el
nuevo jefe . de -la comunidad. Por el contrario, las tribus beduinas
intentaron la secesión, 'movimiento que la tradición, árabe ha desig-
nado con -el nombre' de ridda (literalmente, apostasía), pero cuya im-
J portancia ha ..sido exagerada por los historiadores 1. Estas tribus, si-
' tuadas todas ellas lejos de Medina 'y de La Meca, se creyeron libres del
,! vínculo moral Y.político que les ligaba a Mahoma y no reconocieron
t, á Abü Bakr, en cuya . elección no habían participado; aprovecharon
I la situación para rechazar cualquier pago financiero y cualquier con-
I
tribución. Esta negativa pudo ir acompañada de la renunciaal Islam.
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,Además, existían en Arabia ciertas corrientes religiosas, algunas de B) La expansión fuera de Arabia
las, cual es tenían su profeta, a imagen y semejanza de lo que pa saba
en La Meca y Medina, pero sin la audiencia de Mahoma. La muert e La empresa de conquistas ll evad a a cabo por ,Abü Bakr y luego
de éste indujo a estos profeta s a desempeñar el mismo papel: eviden- por 'Uma r, coronad a con un inesperado éxito, ha pl antead o siemp re
tement e la tradición islámica los trata con desprecio, pero no por problema s. ¿ Cómo un as, tro pas de beduinos, poco numer osos , sin
ello ' dej an de' representar un profundo sentimiento religioso; uno de tradiciones mil itares compa ruhles a las de Bizancio, pobremente eq ui-
ellos, Musaylima, el mejor conocido, recibió muy probablemente in- padas, pudier on vencer a ejé rcitos famo sos, ocupar ciudades pr esti-
fluencias del cristianismo. giosas, crear un nu evo imp erio y extender por,to do el P róximo Ori ent e
Contra las tribus escisionistas, tuvi eran o no motivos reli giosos, la reli gión pr edic ad a por Mahoma ?
Abü Bakr empleó sin tardanza una política de mano dura: lo impor- Desde hace tiemp o existen dos tesis que int ent an exp licar el Ienó-
tante era rehac er rápidam ente la unidad de Arabia y afirmar la su- meno : una, reli giosa, da como moti vo esencia l el entusias mo de la fe
premacía de l Islam. Guerra de conquista y empresa reli gio sa al mismo que dio a los árabes la volunta d de ll eva r el Isl am a pa íses infieles
tiemp o, el asunto fu e confiado al más brillante jefe militar de los y afirm ar la supe riorida d de la , nu eva reli gión ; la otra , mater iali sta,
primeros tiempos islámicos, Jiilid ibn al- Walid. Éste venció en primer estima que, por necesid ad 'econó mica, los árab es, unidos ocasional y
a
luga r la s tribus de los Asad y de los Gatafan, y a su profeta '[ulayha ; superficia lmente por el I slam, se lanzaron a la conquista de territo rios
despu és, a los Banü Tamim a los que la profetisa Sayya predicaba pa ra asegurar una subsistencia que la -tierra de Arabia les sum inis-
un cierto monoteísmo 'cristiano y la lucha contra los musulmanes; traba cada vez meno s 3. Aunque ambas hip ótesis sean válidas, nin guna
lue go, a los Banü ~Ia~ifa, agrupados en torno a Musaylima, que pre· dc las dos, incluso unidas, representa cl conjunto de moti vos q~le
conizaha el asceti smo y la casti dad, y se proclamaba el prof eta del condujeron a la conquista. En primer lu gar porque la propaga ción
dios al-Rahmñn 2. Después de estos éxitos, Jñliq. sometió a las pobl a- dc la fe era un a finali dad no para los beduinos que no hab ían aca bado
I ciones sublevadas de Bah rayn y de las costas del golfo , Pér sico, mien- de as imilar la nu eva religi ón, sino ,pa ra los compa ñe ros de Mah oma
tras qu e ot ro jefe musu lmán, ,' Ikri ma, cond ucía a las tribus bedui nas qu e ya hab ían .tenido qu e afront ar los p rim eros ri esgos y habían ven-
de Oman al seno del Isl am. Finalm ent e, fu eron sometidos los á ra bes cielo·a los no creyentes ; cier tamente, el ejemplo y el éxi to de los mu -
del Yemen - sublevados por instigac ión del prof eta a l·Aswad- y los sulma nes eje rcieron su influ enci a sob re los no-musulmanes y sobre
de Hadramaut. aq uell os que tan só lo se hab ían convert ido de nomb re. Las victo ria s
Ant es de cumplirse un año de la muerte del Profeta , Abú Bakr alcanzadas desd e los inicios de [a conquista llevaron a la convicción
había conseguido vencer las resistencias locales e imponer el dominio de qu e los mu sulmanes tenían la razón, tanto má s , cuanto qu e los
del Islam a casi toda Arabia -o sea, a una zona más amplia que en bi enes de los vencidos iban a parar a man os de los venced or cs: ¿ se
vida de Mahoma- y realizar la unidad de la Península. Todo ello tr ata ría acaso de la recomp ensa anunciada por el Profeta ? Existe en
, Iueposible gracias a la rápida actuación de Abü Bakr ya qu e empleó todo esto un eviden te peli gro dc confusión ent re los bienes mate-
la fuerza, tanto para pon er de manifi esto a todo s, mu sulman es o no, r ial es y los espi ri tuales; pero el cali fa ' Umar, espe cia lmente, sup o
que él era el jefe de la comunida d, como para afirm ar el ,triunfo del hacer respeta r la j erarqu ía de valores y dar al facto r re ligioso Un
Islam , en el verdade ro sucesor del Profeta. Gesto polí tico que le con- lugar preemi nente al organ iza r la comunida d mu sul man a.
dujo a situar en primer pl ano de sus preocupacion es -la expansión Ad emás, Ab ü Bah y ' Uma r dieron a los beduinos -que habían
musulmana, que ya había ini ciado Mah oma. Y para que quedaran si do pacificado s en Arabia- una sa lida a sus' instintos gue rre ros;
, cla ra s sus int enciones de seguir los caminos trazados por 'éste, quince la p romesa de un rico botín incitó a las tribus a alistarse bajo el
días después de la mu ert e de Mahoma, Abú Bakr ord enaba la partida estandarte de los califas. Los combates que llevaron a cabo en cl
de una expedición militar hacia los confine s sirios, decisión que ya Próximo Oriente pu sieron de manifiesto que esos beduinos tenían tamo
había tomado el mismo Profeta . Esta exp edición volvió a Medin a bién cua lida des de disciplina , y de unión; por otra parte, se benefi-
' dos meses más ta rde sin haber cons eguido nada destacado; sólo logró ciaron de la dirección de. varios jefes brillantes, Jálid ibn al-Wa fid,
hacer patent e a ' las pobl aciones del norte de Ar abi a ' la presencia y la Mu/ñwiya, <Amr ibn e l-'A~: acepta ron la autoridad .de estos jefes
fue rza de un ejército mu sulmán. ', valerosos 'que gozaban de 'una eno rme influencia personal. L,q$ prime-
.... .
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ros combates fueron un éxito porquev-edebemos también señalarlo- ~' a la tribu árabe de los 'Bakr de Bahrayn 'p ara efectuar continuas in-
ni los bizantinos .nl los sasánidas creyeron en una amenaza árabe y no cursiones contra territorio sasánida; finalmente, los habitantes de Me-
concedieron la importancia merecida a estas expediciones que conside- sopotamia, explotados financiera y materialmente . por los dirigentes,
raron incursiones habituales. A pesar de todo" no podemos dejar de manifestaban una oposición .creciente 5. •

lado el ·hecho religioso: los beduinos' tuvieron una conciencia más o La conquista de Mesopotarnia por los árabes se llevó a cabo por
menos 'clara de estar realizando la guerra santa; sabían que, al , com- iniciativa del jefe de los Bakr, Mutanna ibn al-Hari], que · decidió
batir en favor del Islam, eran instrumentos de 'Dios, que el Profeta llevar más hacia adelante las incursiones tradicionales y para ello
había prometido, para aquellos ' que vencieran" el reparto del botín pidió el apoyo de los musulmanes G. Abü Bakr le, envió .a Jálid ibn
de los vencidos, y, para aquellos que murieran en el ' combate, el Pa- al·Walid y sus tropas: la ciudad de I:Iira fue tomada sin dificulta-
raíso. Este sentimiento religioso proporcionó al ejército árabe una . des (633), y la victoria dc Jarizma abrió a los musulmanes el camino
cohesión complementaria que le permitió vencer a ' sus adversarios que, de Mesopotamia. Cuando en 634 Jñ lid partió hacia Siria, habían al-
por el contrario, eran débiles ' y estaban desunidos: canzado las orillas del Éufrates. Desde su subida al poder, "Umar
Los dos Estados a los que se enfrentaron los musulmanes - el ,Im- decidió proseguir la conquista; aunque Iueron vencidos en otoño
perio bizantino y el Imperio persa' de los sasánidas- se disputaban de 634, los -árabcs reemprendieron su avance y franquearon el Éufra-
desde ' hacía tiempo la supremacía . en .Asin Menor y en el Próximo tcs; los persas resistieron durante mucho tiempo y con fuerza, pero
Oriente. Durante el reinado de Josraw (Cosroes) II (590-628), los la gran batalla de Qñdisiyya (verano de 637) les resultó fatal. Dueños
persas se habían apoderado ' de Jerusalén y de Egipto; y habían pe- de Babilonia, los árabes -íundaron allí dos bases fortificada s: Basra,
netrado en Asia Menor, mientras que un ejército ' ávaro sitiaba Cons- .sohre el Chatt al- 'Arab, y Kúfa, al sur de la antigua Babilonia, y se-
tantinop'la, Sin: embargo, "el soberano griego Heraclio reaccionó: re - guidamente tomaron Ctesifonte (en árabe Mada' in). Las tropas persas
chazó a ávaros y persas, recuperó los territorios perdidos y persiguió fueron ' nuevamente vencidas en Y'alüla, y más tarde en Nehavend
a los sasánidas hasta su capital, Ctesifontc, que fue saqueada. Bizan- (64-2): en esta fccha los árabes ya eran dueños de Mesopotamia,
tinos y persas se habían as estado golpes terribles que los debilitaron llamada a partir de entonces Irak, y de la s partes occidental y central
facilitando así la tarea de los musulmanes '"', Además, en ambos Esta- de Persia. Sin embargo, Yazdegcrd llevó a cabo una serie de combates
'dos, 'la s dificultades internas se vinieron a sumar a su ,debilidad: difi- 1
de retirada hasta él· Juriísñn, donde encontró la muerte cn 651.
1.
cultadcs religiosas para Heraclio, anarquía administrativa para los sa- .'.
sánidas ; en ambos Estados las provincias eran de una fidelidad dudosa
y las fronteras estaban ' dcsguarnecidas dc tropas. Finalmente, ni Bi- 2. CONQUISTA DE PALESTINA y SIRIA
zancio ni Ctcsifonte se ,dieron cuenta de las modificaciones que aca-
baban de producirse en Arabia y no pensaron que pudiera llegarles Como en los , casos de I rak y Persia, esta conquista tuvo sus erige-
un ataque serio de esta región. Cuando después de cierto número de nes cn una acción local prolongada por parte de los musulmanes y se
derrotas comprendieron que la amenaza er~ gravc, ya era demasiado vio facilitada por la dcbilidaddel Imperio bizantino, debilidad acre-
tarde. ' centada ' por' las querellas religiosas que separaban a los sirios, en su
mayoría monofisitas y jacobitas, de los griegos y bizantinos, ortodoxos
y ;melkitas. Estos últimos, después de su victoria contra los sasánidas,
1. CONQUISTA DE MESOPO'rAMIA habían perseguido a los monofisitas, culpables de haber acogido favo-
rablemente a los' sasánidas ; estas persecuciones-indujeron a los sirios
En la Pcrsia sas ánida, .despu és dc las derrotas sufridas ante los a dejar 'de prestar ,a poyo a los bizantinos en su lucha' contra los mu- :
bizantinos, ' los nobles se' habían hecho prácticamente con el 'poder, sulmanes. Además, tanto en Palestina como en Siria, vivían grupos de
haciendo y deshaciendo reyes: de 629 a 632, se sucedieron ocho sobe- árabes con los que los de Arabia ya habían entablado contactos co-
ranos; en el momento del ataque \árabe, reinaba ' Yazdegerd I II; ade- t merciales y que dieron una buena acogida a los musulmanes 7 ,
más, el Imperio se encontraba dcsprotegido respecto a Arabia desde. Como consecuencia de las dificultades' financieras aparecidas des-
que lo s lajmies habían sido vencidos por Josraw II y se habían aliado pués de la guerra persa, Heraclio había suprimido, haci~,. ,630, los
~. '

40 '" . 41
subsidios que .pa gaba a las tribus gussñnies del sur 'de Transj ordunia ; dominación musulmana desde' Kúfa a Mosul. Penetró incluso en Ar·
tres años má s tarde, y como consecuenciu de esta situación, los ga ssñ- menia cuya capital, Dvin, cayó en 642 !l . En esta fecha, todo el Próximo
níes se unieron a los musulmanes cunndo éstos atacaron. En 633, Abü Oriente estaba' ocupado por los mu sulmanes que también conquistaron
Bah mandó dos pequeñas eolumnas hacia Palestina; el gobernador Egipto; Pero no pudieron cruzar las montañas del Taurus ni, en conse-
,
. bizantino .de ,la provincia de Cesaren, el patricio Sergio, intentó por dos t: cuencia, penetrar en Asia Menor. ' .
veces detenerlos: fue dos veces vencido y murió en el transcurso del " '

segundó combate, en Datina. Pero el choque definitivo no tuvo lugar


hasta finales de julio de 634 entre un nutrido ejército bizantino y la s 3. . CONQUISTA ·DE EGIPTO 10

tropas árabes mandadas por Jñlid, en A~nndayn, cerca de Ramleh:


Jálid derrotó completamente a los griegos, lo que le permitió OCUpllC . En 628, los griegos habían reconquistado Egipto, en poder de los
Palestina, con excepción de Jerusalén y Cesarea. En marzo de 635, sasánidas, y el ' em pera dor Heraclio hahía encargado su gobierno al
los mu sulmanes llegaron ante Damasco y le pu sieron sitio : después patriarca de Alejandría,Ciro: La provincia era víctima de profundas
de una serie' de negociaciones, la ciudad se rindió en setiembre de 635. di sen siones, pues su población, en su mayoría copta, no admitía la
Mientras tanto, la ciudad de Homs (Emesa) había sido ocupada. . opresión religiosa del patriarca que quería conducirla al seno de la
Al año siguiente, Heraclio reunió un . importante ejército, confiado religión ortodoxa; además, estaba oprimida por 'los agentes del go-
al sacela rio Teodoro, y compuesto principalmente por armenios y bierno que percibían sobre 'ell a grandes impuestos y trigo destinado al
árabes tributarios. Los mu sulmanes se replegaron, abandonaron Horns aprovisionamiento de Constantinopla. Así pues, la llegada de lo s
y Damasco, y se establecieron en la s orillas del Yarmuk. En este lugar árabes fue, como en Siria, acogida favorablem ente.
fu eron atacados por los bizantinos; pero los armenios se sublevaron En diciembre de 639 ,. 'Amr ihn al- <A ~ ll egó al bajo Egipto, se
y los -árabes hicieron defección, 'd e modo que lo s griegos fueron de- apoderó de Pelusa (Faramá) y venció 'a los griegos en Heliópolis en
rrotados (20 de agosto de 636). Entonces, se reemprendió el avance junio de 640 ; Babilonia de Egipto (cerca de la actual ciudad de
musulmán y esta vez fue decisivo. A final es de 636 Damasco se rindió El Cairo) capituló ' en abril de 64.1. El gobierno bizantino, en plena
por segunda vez, pero las condiciones fueron más duras: los cristianos lucha intestina después de la muerte de Heraclio (11 de febrero
sólo conservaron quince iglesias y diversos barrios fueron ocupados de (41), no pudo enviar tropa s de socorro a Egipto.. El patriarca Ciro,
por los musulmanes. Jerusalén cayó en 638 y el califa e Umar fue allí a cambio de la , .rend ici ón de Alejandría y del pago de un tributo,
11 rezar ; mediante el pago de un tributo, permitió a los cristianos consiguió que 'Amrpermitiera a' lo s cristianos de Egipto continuar
permanecer en la ciudad y practicar su culto, pero los judíos fueron la práctica de su religión sin ob stáculos, y administrar ellos mismos
expulsados. En 639, el norte de Siria ha sta Ed esa pa só n poder mu- loaasuntos: de su comunidad. Así pues, Alejandría fue evacuada por
sulmán y, con la toma de Cesaren en 640, Se dio por terminada" la los bizantinos el 17 de setiembre de 642 y seguidamente ocupada
conquista de Siria 8. por los árabes, La ciudad fue momentáneamente recuperada por los
A partir de 637, Jiilid, el general victorioso, fue sustituido por griegos en 64.5, pero 'Amr la reconquistó rápidamente. Lo s árabes,
Abü "Ubayda que tuvo como principal misión la organización de la eri su avance, conquistaron también el. alto Egipto y -penetraron incluso
, . adminístraci ón musulmana. La evicción de Jálid ""':"que murió poco en Cirenaica. Además 'Amr fundó la ciudadela de Fu stlt~ (el Viejo
después- se debió probablemente al temor de e Umar de que adqui- Cairo actual).
riera excesiva importancia en el seno del mundo musulmán y sobre Con la 'conqu ista de Egipto terminó la primera fa se de la expansión
todo entre las tropas. musulrnana. , Desde Arabia, el Islam se extendió a todos los ' países
Entre Siria y la: baja Mesopotarnia se extendía la Mesopotamia vecinos; sólo se detuvo ante obstáculos naturales corno las montañas
propiamente dicha, aún en manos de los bizantinos. También allí éstos del Taurus, del Irán oriental, de Abisinia y el 'desierto de Cirenaica.
estaban en dificultades: ' la población aramea, de religión monofisita, Los años siguientes fueron consagrados a la organización de los países
era perseguida por los griegos; algunos árabes se habían establecido 'r conquistados, tarea debida principalmente al califa "Umar.
allí; así pues, los conquistadores musulmanes fueron acogidos sin
hostilidad. En poco más de un año, el yñd ibn Ganim instauraba la

42 1, 43
e) La organización d.el. Imperio .musulmán · combate fueron confiscadas y se · convirtieron en .faye (botín), bienes
del Estado musulmán . que .se .hizo cargo de ellas y, cuya ges tión ase-
Aunque: la .com unida d musulmana conocía sus reglas' esenciales a guró. .En otras partes, por ejemplo en Irak, donde la capitulación fue
la muerte del Profeta, no existe en .el Corán estipulación alguna rela- incondicional, las tierras fueron, según los casos; pura y simplemente
. tiva a los pueblos vencidos, por lo q~e se tuvo que recurrir,al ejemplo confiscadas,' o dejadas a títu lo de precario a sus an tiguos propietarios
de Mahoma. Éste había expulsado o aniquilado a los judíos de Medina mediante el pago del. iim puesto territorial y -de un tributo .". .
y confiscado sus tierras. En laybar y Fadak, había utilizado otro mé- . Al principio de la conquista, el .repa rto del botín mobiliario ' se
todo al crear la categoría de protegidos tributarios ; de .hech o, el había hecho conforme a l os versículos .del Corán (VIII, 1 y 42) según
régimen de los tributarios no fue realmente organizado hasta la época los cuales una quinta parte era para AlIñh Y' para su Enviado (o para
de los califas. Sin: embargo, ya se podía ' hacer una distinción entre su sucesor), y el resto era distribuido entre los .cornbatientes, mientras
los paganos que , debían convertirse, .sin que ' por ello fuesen conside- que los jinetes y aq uellos que se habían distinguido recibían .una parte
rados auténticos musulmanes, y las «gentes de la Escritura»· que, por suplementaria. Más tarde, los califas, poseedores de importantes rentas,
medio .de ciertas , obligaciones, podían continuar practicando su re- transformaron este reparto en el pago de un sueldo o de una. pensión
Iigión bajo la protección . musu lmana. A éstos ú ltimos fueron asimi- a los combatientes. Entonces fue necesario organizar una administra-
lados los sabeos ry los zoroastras. La matanza de .,los vencidos se ción financiera -el , díwiin~ destinada a hacerse cargo ' de los bene-:
.p racticó tan sólo contra los ejércitos derrotados ya que a los musul- licios que -aportaban los ejércitos victoriosos, administrar las cantidades
manes no les interesaba el - exterminio de las poblaciones que .se percibidas sobre . los rjimmi, las rentas de la zakat, . del diezmo, del
sometían a su dominación y que - sob re todo' en 'pa íses 'r icos- apor- impuesto sobre la tierra, que era pagado en especie. Todos estos in-
tabanimportantes contribucionesa la vida económica de la comunidad gresos se fueron acumulando en el Tesoro público (bayt al-mdl},
musul~ana. , " Pronto se hizo una distinción de los bienes procedentes del botín, cuyo
La hi storiografía mu sulmana. ha. atribuido a l califa 'Umar la or- producto fue administrado por la «oficina del ejército» (díwan al·Yays)
'ganización de . las. tierras conquistadas 11. De hecho, ' parece ser que, que hizo las lis tas de los combatientes musu lmanes y les pagó en es-
.según los documentos estudiados desde hace .algunos años, esta orga· pecie, y lu ego en efectivo, su sueldo o pen sión.
nización perduró ba stante tiempo antes de tomar una forma definitiva, Esta adrninistra éión financiera era una novedad para los árabes.
y que 10 5 califas uti lizaron bastante amp liamente las instituciones loca - Posib lemen te e Umar fue e l a utor de esta organización primitiva, afir -
les adaptándolas . a la nueva legislación ' islámica. Sin embargo, . no mación que se deduce del hecho 'de que «todo el Imperio era admi-
podemos negarle a "Umar, ni a su -sucesor 'U!nüin, el privilegio de nistrado por la comunidad mu sulmana, que tenía como único m~nda­
haber estructurado cierto 'número de institucionos y de haber enume- tario a l califa en persona». A la cabeza de cada provincia nombró a
rado · las reglas destinadas a regir a los súbditos del joven Estado mu-
un w¡di, gobernador militar y político, ayudado por un 'amil, Iuncio-
sulmán. Ya hemos visto que los gimm.¡; (p rotegidos ) Iueron obligados
nario encargado de los servicios finuncicrosde la provincia!", Esto s
a l pago de una tasa .dc protección que. sc convirtió en capitación
servicios fueron entonces regidos por funcionarios de la antigua ud-
-llamada yízyar-, y que vuriaba .según- la fortuna y las rentas del I
ministración bizantina o. sasánida, con lo que existían diferencias de
. . protegido. . . ¡ una provincia a otra, pues estos funcionarios . ~ <? nse rva ron sus tradi-
Mucho más importante fue la organización del regnnen de . las : !~
·ticrras conquistadas, régimen que variaba en función d e la rendición ciones administrativas a las que. vino a sumarse la utilización de las
de los vencidos con o. sin ' con dici ones, o de su derrota por· las armas. mo~edas locales. El .paso de la dominación bizantina o irania a la
Así, en Siria ,y, en Egipto, donde la rendición fue · condicional, las árabe se ll evó a cabo de un .modo. brutal a través de Ta conquista,
situac iones .·loca les · fueron respetadas y los terratenientes pudieron pero de 11I1 modo progresivo en el plano de la administración, y en
conservar -s us 'p ropieda des a cambio de l pago de un impuesto terri- conjunto parece que ésta fue soportable para los súbditos del Imperio
torial (jarar , palabra usada indistintamente con la de Yizya). Sin em-
.\ que 'supieron apreciar la tolera ncia de los conquistadores en el plano
bargo, los dominios qu e habían pertenecido al Estado bizantino, al ' religioso e incluso financiero, en especial de las antiguas provincias
basileus, o a propietarios que habían huido o que habían muerto en bizantinas.

· 44 , l· · 45
No ba staba con conq uista r inmensos ter ritorios, era necesario que perten ecía el propio' Upnán, y entre al gunos de sus a liados ; po r
también controla rlos estrechament e para imped ir cua lq uier eventual otra parte se creyó que los nu evos propietarios esta rían mucho mejor
revuelta o int ento de' reconquista por parte de sus antiguos poseed or es. di spuestos a preservar la seg urida d y el rendimiento de sus tierras.
Para ell o, los califas utilizaron dos medios: la cr eaci ón de ciudades Esta acción en fa vor de los ome yas completaba además una política
nu evas, pobladas por árabes, que ' fuer on los cen tro s politicomilitares qu e 'U!miin había ya pues to en prácti ca , q uizás inducido por los
de las provincias, yla distribu ción de tierras, fu era , de Arabi a, u los suyos, al colocar a l fr ent e de las provin cia s n mi embros de su familia
mu sul manes. . o a aliados: Mu'áwiya en Siria, ~bd Allüh ibn .Sa rh en Egipto, 'Abd
. La~ c~n~iciones de la r~n~ición de las antigu as provincias bizan - Allñh ibn 'Amir y Walid ibn ' Uqba en Irak.
tI.nas impidieron .a , ~os conquistador es la expulsión, de las antigua s Esta dis tr ibución de tierras pertenecien tes al Estado y real izada
ciudades, de l?~ ~labIlante~ que permanecieron allí. Aunque instalaran. en forma de arrendamiento (qa.ti'a) con la exención del nu evo im-
en ellas gua rnicic nes o al gunos funcionarios, no podían pensar en puesto sobre la tierra 15 dio orige n no só lo a una nu eva clase de terra-
esta? lece r. ca~ltidades. impo rtantes de poblaciones musul man as, pues teni ent es, sino tam bi én a un am pli o cl an político af ecto a los ome yas,
huble~a sido mtro.duclr elementos de perturbaci ón económ ica y socia l ; una famili a trad icionalmen te pode rosa en La Meca y que, sa lvo 'U~mñn,
ad ema s, los beduinos, ' qu e ~onstituían la parte esencia l del ejé rcito ,y se convirtió tard íam ente. Esta acción susci tó un mo vimiento de opo-
de los mu.sulman es suscep tib les de ser transferidos a las provincias, sición de tod os los descontentos: de 'Alí, despojado del califato por
no e ra ~ ciuda da nos. S in emba rgo , y dado qu e, a pesar de tod o, era ' Utm ñn, de ambiciosos no r ecompensad os como T alh a y Zub ayr, de
necesario con servar las provincias o ' al meno s poder interv enir' 'en los musulmanes de la primera hora qu e se vieron sup lanta dos por los
ellas rápidam ente, Se edificar on nu evas ciudades. La palabra «ciuda d» creyentes ta rdíos. En un principio, esta oposición , por ot ra pa rte di vi-
' es. por o tr~ parte impropia, pu es en su ori gen se trataba de ba ses dida, no pudo hacer nad a, y tuv o qu e esperar diez añ os para manifes-
militares, instaladas en los límites de los desiertos; estas ba ses sir- ta rse de una manera abierta.
vieron de centros de mando, pero tambi én de centros de interca mbios D e este modo sé fue organizando, poco a poco, la ocupación y
come rciales entre luap rovinci asy Arabia ; los beduinos volvieron a a dministració n de las tierras conquista das : El ejércit o jugó en este
encontra r aqu ello qu e tenían costumbre .de ver en su penínsul a: e l sentido un papel importante; compuesto excl usivame nte de mu sul-
contacto entre el desierto y el oasis , De este . modo se ' esta blecieron manes, puesto bajo el mando de gobernadores de provincias y distri-
r
ba ses milita.re~ .( ams ñr} en. Kü ía . Basra en Ir ak, donde, por otra buido en grup os cuya estru ctura ' era simila r a los cuadros. naturales
de los beduinos (cla nes, tribus, famili as) - cada un o de los cu al es
pa rte, no existía en aquell a epoca ci uda d important e a lg una, en. Fust ñt
en Egipto, y más tarde en Qairuiin, en Ifriqiya. Fue a partir de estos es taba mandado por su je fe natu ral- , el ejército con stituía yund,
a~.ii r qu e se difundió la influ encia árab e, pu es se desarrollaron mu y milicias o guarniciones disp er sas en la s provincias o a grupadas en la s
r ápidamente ; tod n una pobla ci ón sup lementar ia de a rtesanos fue a nu evas ba ses m ilitares.
"estab lecerse en ellas ; "bien situa das en la s rutas d~ tránsito entre Los mu sulmanes de Arabia -con el califa a la cabeza-, los terra-
Ar~b.i a y la s provincias, fu eron centros de com erci o, de expans ión tenientes, los a lt os funcionarios y 'los militares formaban la comunidad
rel igiosa, y, por con siguient e, lingüística H. "
mu sulmana, privilegiada por su a dhes ión a la religión , predicada por
Probable~ente a partir del califato ' de 'Ujmñn, los di ri gentes mu- Mahoma, pero también por las ventajas derivadas de la conquista,
sulmanes, califa y "gobern a do res, con sideraron qu e el cont rol de In y por un trato es pecia l en materia de impuesto s. Es cierto qu e entre
gest i ó~ de l~s tier xas del Estado planteaba muchos problema s y qu e los musulmanes existían niveles socia les distintos, pero todos tenían
lo mejor sena confi arlo en parte a los mu sulmanes mismos. Hasta en. conciencia de con stituir un a élite escog ida por Alláh para domina r
tonc es los árabes no tenían derecho a poseer tierras fu era de Arabia. el mundo. "
Al concedérselas en la s provincias, se solucionaban do s problemas de Por debajo de los musulmanes «de origen», en quienes se con-
una sola vez, a condición de selecciona r cuidadosam en te a los ben efi. fundía islamismo y arabismo, esta ban situa dos los no -musulmanes, qu e
cia rios , En efecto, de este modo se creaba una clase .de terratenientes constituían los ri~aya, los súbditos. Pagaban la yizya y el jarat, pero
afec~os al ?onante, sobre todo si se tien e en cu enta qu e era n reclu - la administración seguía en manos de sus propios magistrados o jefes
tados esp ecialmente entre los miembros de In familia de Omeyya. :a la religio sos: En los países cristianos, los obi spos estaban encargados
~; :.: .
." 46 47
·'

de los asuntos civiles de su comunidad; en Irán los responsables eran fundado en los principios predicados 'por. Mahoma y apoyado en las
los di1}qan, o alcaldes de pueblo: en . todas partes lo~ no~:bles, salvo instituciones y tradiciones locales. Pero, ante todo, . el Estado mu-
excepciones, conservaron gran parte de sus prerrogativas . . . sulmán .era .la comunidad de creyentes unida por .la autoridad y el
En Egipto, los ' musulmanes respetaron .la a-dministración bizan- prestigio de los sucesores del Profeta. Abú Bakr, que rehízo la unidad
tina y.los antiguos funcionarios conservaron su puesto. .Por .otra parte, del Islam después .de la muerte de Mahoma, y 'Umar, que llevó a
se sabe cómo estaba organizada la administración de la provincia: cabo las . grandes conquistas y sentó las. bases. del Estado, deben ser
al .frente,· un amir (emir}; gobernador y jefe del ejército y de la po- considerados por su acción enérgica dignos herederos del Profeta; .
licía, asistido por un "amil, responsable de las finanzas. D~ ma,nera la tradición les ha reservado un sitio privilegiado entre las grandes
simil a r a como ocurría en tiempos de los romanos y de los bizantinos, figuras del Islam.· Abú Bakr, hombre íntegro, inflexible, añadía a estas
cada municipio recibía todos los años del gobernador un estado sob re cualidades naturales las de encontrarse entre los primeros compañeros
las contribuciones en trigo que debía pagar. El jefe de la región con- del Profeta y h~ber sido su suegro. Aunque gobernó poco tiempo,
trolaba la percepción de este impuesto, ayudado por una serie de dejó el camino abierto a sus sucesores tanto en el dominio de la
recaudadores que .cobraban 50/0 del impuesto como pago a sus ser- política interior como en el de las conquistas. "Umar, en cuyo nombre
vicios j los recaudadores hacían llegar el trigo pagado por los cam- se llevó a cabo sin dificultad la unanimidad de los musulmanes, ha
pesinos a los almacenes , del Estado situados en los municipios y de sido considerado el más importante de los cuatro primeros califas,
allí a los de las capitales de la región, y luego a la capital. Entonces a qui enes se conoce con el nombre de rasidün (bien ori entados, orto-
el trigo se distribuía entre los soldados y su familia. Por otra parte doxos, puros), Sin pretender poner el"! duda tal reputación, merece la
los campesinos debían paga~ la Y'izya en metálico; el dinero neceo pena, al menos, tener en cuenta que fu e acentuada por los. e abbásics
sario lo obtenían mediante la venta de trigo, efectuada bajo el control quienes, al hacer recaer sobre "Umar los éxitos obtenidos en acciones
del Estado. A veces, la 5'izyel. también podía .paga rse en especie '17. posteriores a su califato, quisieron minimizar el papel de <Ulman y
Pese a .algunas diferencias locales, lo mismo sucedía en Siria e los omeyas, sus adversarios políticos, Sin embargo, <Umar 'fue un
Irak. Las poblaciones que quedaron bajo dominio árabe no parece «modelo de califas» y, .aunque en posesión de la máxima autoridad,
que sufr iera n retroceso alguno en su situación con el cambio, y no no por ello dejó de tener en cuenta la opinión de los anti guos compa-
ocultaron sus preferencias por los musulmanes, especialmente aquellas ñeros del Profeta, 1.95 m.u.ha~irün .y los ansiir. , celosos por con servar
que estaban asentadas en los países de anterior dominación hizan- su prestigio, y para quienes el califa no era má s que el jefe reli gioso ;
tina 1a• esto último aparece confirmado en el hecho de que' "Umar dirigiera
. Con el tiempo, aparecióy se desarrolló otra categoría dc población: personalmente la peregrinación cada año 2 0 •. No conoció pues ningún
la de los no-árabes conversos. En teoría, estos nuevos musulmanes tipo de oposición y su asesinato, ocurrido en noviembre de 644, no fue
deberían haber tenido los mismos derechos y ventajas que los árabes, cometido por un adversario político o religioso sino por. un esclavo
pero la identificación entre Islam' y arabismo habí~ llegado a ser tan descontento de que el califa rechazara sus peticiones.
fuerte , qu e los musulmanes «dc origen» mantuvieron a los nuevos
conversos en una situación inferior, debido a no pertenecer al mundo
árabe; estos conversos fueron con sid erados como .los «cl ientes» de D) El califato de 'U!mim.
una tribu .árabe y recibieron en consecuencia el nombre de mawálí;
además, no tuvieron derecho a las ventajas materiales concedidas a No .es en ab soluto .cicrto que •Umar hubiera p revi sto su sucesion
los. árabes y, en .pa rticula r, no fueron inscritos en las listas del diwan en su lecho de muerte. Según la tradición, confió a un consejo (Süra)
y no participaron de las ganancias obtenidas por la conquista. Fue neo de seis miembros, el egidos entre los mejores compañeros del Profeta,
cesario esperar algún tiempo, por ' 10 menos la duración de una gene· la facultad de designar al nu evo califa. Entre 'los posibles candidatos,
ración, si no dos, para que estas diferencias comenzaran a atenuar.se se encontraban los dos yernos de Mahoma, <Ali y 'U~miin ibn 'Affün,
y qu e ·los mawiili pudieran comenzar a integrarse' totalmente entre los La elección de este último puede . parecer normal por el hecho de
musulmanes 10. recaer sob re un musulmán muy ligado al Profeta; por el contrario,
De esta forma. se fu e organizando poco a poco el Estado musulm án, parece sorp rendente si se considera al hombre: no destacaba ni por
~:: .
48 49

,..
su energía , ni por su car ácter, ni po~ su prestigio 'person al.
En ~i d~l a pesar de la existen cia de un texto esta b lecido por Zayd ibn
del Profeta , no fue rasp on sahle de nmgun a ta rea llnp or~ ante, '[iibit
y UI\l- durant e el califat o de ' Umar, pero qu e había sido poco divul
ca mente se ocupó .de diri gir al pequeño grupo de mu su lm an es gado'.
((ue fue El nuevo texto, .estah lecido baj o la direcci ón de Zayd , levantó
a refugia rse en Abisin ia. . . . vivas
La design ación de IUtmñ n file, ante tod o, indicat iva de~ , resurg. crítica s, princip almente en Knfa donde un viejo compa ñero de
Maho-
í- ma, cAbd Al1iih ibn Mas-üd, acusó a "Utmñn de haher hecho esta
'miento y la 'victori a de la a r istocra cia l!1ecan a de lo s. quray sles, b lecer
esp ecial, del cla n de los Bllnu Ol~eyya (lo s «O~n?Y lls» ), ~u n
y en
J un texto ' fa lsi fic~ d o e inc ompleto en -el que tod as la s revelac
o de los desfav orables a lo s Orneya habían sido suprim idas. El texto de
iones
más import antes, el cua l no . vio sin recelos el exito de Mahom 1 cULmiín
n, al se convir tió en la vulgat a coráni ca.
qu e sólo se li garon tardíam ente, excepc ión hecha, de,CUtman.
su califat o, "Utrnñn favoreci ó el acceso de los mi embro s
omeya a los prirlCip a les ca rgos y p repar ó así la toma del pode
familia. Su nepoti smo originó en gran parte las revu eltas qu
Du rante
del clan
r por su
I , Por último , entre los div ersos oponent es había aquell os qu e
maban qu e 'Ulm'á n no tenía derech o al guno .al califut o: seg ún
sólo debían ser ele gidos califas los miemb ros de la familia del
esti-
ell os,
Profeta ,
'

e sacu- o sea los ba~imí es y sus descen dient es. Hay qu e ver en esto la
dier on el Estado mu su lmán unt es de su mu erte, en 656. s con se-
' .. cuenci as de la propag anda ll evada a cabo por "Ali - decepc
Por otra parte, ,(U tmiín accedió al poder en ~m momen to de crisrs ionado
: por no haber sido eleg ido- y sus partida ri os. Esta prop ag
la s conquistas habían enri quec ido a lo s 'c onqll1stador es lI111 su:man anda a l-
c~, canzó cierto éxito en Persia y en las antigu as provin cias sas
y les habían comun icado, ' pa ra escánd alo de los crey ~ntes ma án idas ,
s Ianá- como Iruk, donde por tradici ón se ap reciaba la transmi sión del
tico s y au steros, el gusto por el lujo y el.,deseo de . mcrel~ en~a.r poder
sus por vía heredi taria, .
gana nc ias . El go bie rno .por su pa rt c también se hahin en nq
~~ecI,do y Ad emás de todos estos elemen tos, qu e tu vieron consecu encias
poseía sumas enormes: ya no, dependí~ dir?ct~mente del cJ?rc~t en
~ Y el futuro del mundo mu sulmán , ha y qu e destac ar un hecho produc
distrib uía" o cobrab a, la s penslOnes seg un cr ítejjos que no,coi ido
ncidía n durant e el califat o de 'Utmil n: la primer a expansión -mar itima
siemp re con los mérito s contra ídos. La suspen~l?n momen t ánea musul-
dc las mana 21 . Aunqu e las operac iones terrest res contin uaron en
expedi ciones provoc ó por u~a parte l,a ~lecepCJ(~n de aq ue llos Persia
que no orient al, .donde el sas ánida Yazdegerd murió en 651, en Armen
se t.mcontruban aún estub lecidos econOlO1ca,me nte, y por otra, ia y en
.la toma África septen tri ona l hasta lfríqiya (la actua l Tunici a }, sin
tic con ciencia de ciertos grupos de mu sulman es s? bre el pap.el emba rg o
qu e fueron ba stante lim itadas y cesaro n pr ácticam ent e en 651. En
d ibínn desem peñar en las provin cias dond~ s~ habl:Ul estab lecido, cambio , ·
en se inicia ron ' las primer as expedi ciones marítim as, diri gidas p
lus que se , empez aban a p ~oducir t~ndencHls ce~tnf ugns resp rincipa l-
ecto al mente por Mu'iiw iya, gobe rnador de Siria, y "Abd 'Allá h ibn
gobier no centra l: esto explica la actitud de lo s. go?;-rn adores Sarh : '
. de pro- en 649 Chipre fu e invadid a y conquista da ; poco después se
vincia du rante el períod o de revuelt as q~le sigui ó a~ asesm llevó a
ato de cabo una incursi ón en' la costa de Sicilia ; finalm ente, en 655
CD tman. Los .f uvores conced idos por el califa n los mi embro la flota
s de su . árabe venc ió a la bizanti na cerca de las costas de Lici a (batall a de
fa~ilia" provoc aron numer osas rea,cci.,~nes d~ ~rotesta: mU5ul~lanes de los
Mástil es). No deja de sorpre nder ver a árabes y beduin os,
conver sión más antigu a qu e lo s quraysie s, medine ses .qU? se veí a para los ,
n pretc- cuales el mar era algo descon ocido, lanzars e a la aventu ra y conseg
ridos r esp ecto a los .mecan os, habitant~s de la s p.rovm clUs descon uir
~entos éxitos ; sin embarg o, hay que admiti r que fueron secund ados
de los gobernado~cs , dedica dos, a su nivel, a ennqu ecer ~ sus ya~~en por los
te~ sirios. La consec uencia más import ante fu e la desapa rici ón
y alia dos, nómad as a quienes la gue rra ya ~o oc.upaba, radical de la
izado s hegem onía bizanti na en , el Medite rráneo y ' los nuevos , horizo
contra la central ización califal y que no hablan SIdo consul tados ntes
~ara abierto s después de la victori a de los mu sulman es: sin ella
aproba r la design ación del' califa. Oposic ión tambié n de la no se
~l.udn hubier a produc ido una apertu ra tan rápida hacia el Oeste, ni
del .P rofeta, CAysa, qu e trataba de de~e~p ~ñar un papel el do-
polític o ; minio árabe sobre las rutas marítim as del Medite rráneo . Es
oposic ión igualm ente' de los elemen tos ' re ligioso s que llegaro posible '
n ha sta que los sirios, libres 'de la tutela comerc ial de Bizanc io, hiciera
el punto de re p rocha r al califa la amplia ción ~e la murall a n sus
sagrad a cálculo s y decidie ran impuls ar esta expans ión marítim a de
, de La Meca. Más grave aún fue el asunto relaclO nado .con el la cual
~stab~e. iban', a ser los primer os beneficiados. Sea como fuere, sin necesid
cimien to .del texto coránic o. Homh re sincerament~ pl.~doso, ad
Uim,an de "seguir a Henri Pirenn e en todas sus demos tracion es sobre
se ' inquie tó , por los cambio s aparec idos. en ,la recitacion del el fin de
Coran, la unidad 'del mundo antiguo , lo . cierto es que en el Me9.H~
rráneo
.... ...
si
apareció una 'nueva' potencia que iba a transformar l~s condiciones ~ Sin embargo, no sólo ' tenia enemigos ': 'en su' favor tomaron po -
, de la vida económica de los países costeros. .En ,655 :no se había al- sición los' viejos creyentes fieles a la familia del Profeta ; los enemigos
canzado aún esta situación, pero el impulso ' ya se había 'iniciado. de ' 'A y§a hicieron 'o tro tanto; pero especialmente contó éon el apoyo
. ' Mientras tanto" ,en el ' I mperi o musulmán, la oposición contra de .las. ~res grandes plazas fuertes musulmanas, Basra, Knfa y Fusta],
' rUtmán y su clan crecía y se organizaba.. Su -centro, se encontraba en cuyas tropas Se habían liberado o habían sido ' liberadas de la tutela
Medina donde actuaban 'A.ysa, 'Ali (a pesar de su oposición contra de los gobernadores nombrados por "Utmñn, Pero hubiera sido nece-
ésta) y sobre todo ..los antiguos compañeros .de M,ahoma, . Talha y sario que 'Ali 'se rebelase como un vcrdaaero' jefe de Estado: si bien
Zubayr; el conquistador de Egipto, 'Amr, destituido de su , c a,~ go de podía manten er aspiraciones en el terreno religioso, en razón de sus
gobernador en favor de un favorito de "U!man, se unió a ellos, ' y fue la ios . con el Profeta, adolecía por el contrario de finura de esp íri tu,
precisamente esta ' adhesión lo que .provocó la acción de las , tropas de de inteligencia política y de un carácter firrrie. Mahoma se había dado
Egipto, descontentas de su nuevo jefe. La situación se mantuvo turbia perfecta cuenta d~ ello, y lo había mantenido siempre relegado res-
durante tres me~es, de 'abri l a junio de 656. 'Utmán consiguió rne- pecto 'd e Abü Bah y de 'Umar e incluso .de algunos otros, y só lo le
diante promesas engañar a los insurgentes, mientras que . Iosprinci- reco nocía' cualidades de valor militar. En 'vida de Mahoma, no se
pales conspiradores se abstenían de mostrarse .y de intervenir direc- ocupó más que 'de 'tarea s secunda rias. ' '
.tamente contra el califa. Pero el descubrimiento de una llamada .de , La primera manifestación de oposición corrióu cargo de Talha,
ést e a l gobernador de Egipto contra ' los sub leva dos y cl asesinato Zub~yr y CAy!;a que se tra slada ron ,a Basra con la intenci ón de ganar '
de un egipcio, provocaron la' violenta reacción de los ,soldados 'qu e ei la ciudad para su causa y ~esde allí actuar contra "A li. Éste, por su
17 de junio de 656 entraron en la casa de ~ Ujmán y lo asesinaron parte, al , no encontrar apoyo alguno en Medina, abandonó la ciudad
mientras leía el Corán. , ' y' se dirigió a Küfa: a 'partir de entonces niMedina ni La Meca vol- '
, Con este hecho se creó un precedente que iba a desempeñar un verían ,.~ ser 'la 'ca pita l 'del ' Estado -m usu lm án. Con el apoyo de la
importante pape] en la historia del califato: el asesinato político población de Küfa, "AH obtuvo una 'victoria f rente a sus adversarios
había entrado en las costumbres, y la , persona del califa ,dej ó de en l.a llamada «batalla del camello»: fue la primera gue rra civil entr; .
tener la consideración religiosa y moral qu e lc debía ser propia. mu sulmanes (octubre de 656). Talha y' Zubayr perecieron en cl com-
Además, los om eya s quisieron vcngar este asesinato de uno de ]05 bate; 'Aysa fue heéha prisiohera y devuelta a' La Meca donde perma·
suyos y no tardaron en encontrar ,la -ccasi ón de la v engan ~a . nccer ía hasta su 'muerte en 678: ' .
r-
no
, Pero cAH, contaba luás .q~1C c~n e] apoy~' de Irak ; Arabia y Egip.
to per~anecIa? ~eutrales; Siria, con Mu'nwiya, le opuso resistencia.
E) El califato' de 'AH Mu'nwlya, que gobernaba la provincia desde 'el califato de "Umar
h~bía adquirido una sólida posición y di sponía de un ejército' fi'~l ;
El mi smo día del. ase sinato de 'Utman, 'Ali ibn cAbi Tálih fue pro· bien entre nado. Si bien , durante el conflicto qu e enfrentó a 'Ali con
clamado califa en .Medina. El acce so al poder, con el qu e soñ ab a desde sus ad versar ios de BUl'ra :permaneció neutral, después de la elim ina ción
la , muerte del Profeta, se llevaba a cabo en difíciles condiciones. . ele ésto s, reclamó ju sticia po rel asesinato de ' U!mIm. Mu'ñwiya rehusó
Los acontecimientos qu e acababan de tener lugar ,]0 . beneficiaron tanto ~e~er stl , puesto al ',n uevo' gobern ador nombrado por el califa. "Ali
que pronto corrió la voz de que él era el instigador, o 'quizás el cul- qU.IS~ 1:8cerle entrar. en razón y; al frente de sus tropas, marchó contra
pable. Sus aliados Talha y Zubayr se, separaron de él y se unieron l~s ,:smos: ?n la prrmavera de 657 los dos ejércitos se enfrentaron en
a 'Aysa, en La Meca. 'E l clan de ,los omeyas, con Mticáwiya ibn cAbi $lHl~, a orillas del . Éufrates. Después ' de ' varias semanas, de desafíos,
Sufyán a la cabeza, recl amó el ca sti go de los culpables, ]0 qu e 'A]i d~, sing u la res . co~bates,. -de ju sta s guerreras 'y "ora torias, p~ro tamo
no pudo o ,n o quiso conceder. También se declararon en contra suya bién d: n.e goClaClOneS sm re sultado, el choque decisivo tuvo lugar el
los quraysíes, que perdían mucho con la mu erte de' Utmim, y los 26 ' de julio de 657; cu ando 'Ali estaba próximo al triunfo <Am¡: ibn
piadosos medineses, quienes, en un repentino cambio de opinión con- al "';\l', ' pa~tida,rio -de M u'ñwiya, hizo ensartar en las puntas de la s
sideraron el ase sinato de' Utmán como un sacri legio y cul paf(;m .~ ~Alt, lanzas' de sus .soldados hojas del Corán, con lo que pretendía ,indicar
..
;' ,.
puesto que era el principal beneficiario. ' ' que era nece sario recurrir a Dio s y no 'a la s 'a rmas" Los musulmanes
:.t : :-~·.

52 53

,
~I
I
buscar
'alíes induje ron al califa a acepta r una tregua y a contin uación
un arhitra je ; pero mientr as éstos design aban co~o arbitro a Abú
Müsa,
to, pues estima ban q
' ue únicam ente un neutra l
neutra l en el conflic
pod ía tener un juicio indepe ndient e y' claro, :Mu' iiwiya, por su parte,
del
design ó a cAmr, person aje hábil y ' astuto, partida rio declara do
gobem ádor de Egipto 2 2 . '
n
, Al acepta r el princip io de arbitra je, 'A.lí se coloca baen posició
s de califa por otro lado,
de inferio ridad y perdía sus prerro gativa j

cierto ' númer o de partida rios rehusa ron reconocer cualqu ier decisió
n NOTAS DEL CAPíTULO u
según ellos, sólo la pa-
que emana ra de un arbitra je human o, pues,
aron
labra de Dios, es decir el Corán, podía dar la solución : se sublev G AIIIIIF.LI, Les
se retirar on y 1. [40), B. Lsw is, Les Arubes dan's I'histoir e, púg. 47 ; [l 3J, F .
contra ~.li quien tuvo que hacerle s frente j finalmente, Arabes, pá g. 5B.
abando naron al califa: 'se les conoce con 'el nombr e de ¡liri/jíes (dos Histoire
e- 2. (l 31, F. GAIIRI¡';I.I, Les Arabes, pá gs , 59-60; [5 1, C. DllOCK¡';LlIIANN,
que se fueron s l j , dieron origen al primer cisma islámic o y desemp des peu ples et d es États islamiq ues, págs. 4B y ss, i [21 ], PII . HIT'l'I, His-
s, un
ñaron, a partir de entonces y en diversos momentos y lugare tory o/ tlie Arabs,
pág. 61.
papel polític o import ante 23 . '
3., Véase la exposic ión de estas tesis en 1I3/, F. GADIlI ELI, t es Arabes,
Las negociacione s de arbitra je tuviero n lugar en enero de 658 en 4. [521. G. O STIl Oc;OIlSK Y, JIlstoire il e l' État byuuuin , págs. 129.132 .
a este arbitra je [HIl , A . ClIIlI sn:~St:N, L'/rem sous les Sassunides ; [83J , H.
relativ as DEVIl t:¡';SSE,
Acjrah (en la actua l Jordan ia). Las tradici ones 5.
Arabes romains , '
son tan variad as y contra dictori as que no se puede estable cer un cono- Arubes persans et
e, Pero un [13,1. F. GA IIIlIELI, Les Arabes, pá gs. 63·65 ; [6nl, B. Sr ui.sn,
l ran in [riih-
'cimien to exacto de él, ni , de su desarr ollo ni de su alcanc 6.
ron de acuerd o en declar ar res- islam ischer Zeii, págs. 11-17.
hecho es cierto : los árbitro s estuvie nisme des
tos ocurrid os a partir de 6~6 e in- 7. [791, Am:J., Histoire de la Palestin e; [HO), H. CUAIlLt:S, Le christia
ponsab le a 'Ali de los aconte cimien Arabes sur le limes... ; [83 .1, H. D¡;VIl E¡';SSt:, Arabes persans el Atabes ro-
clu so quizá lo depusi eron del califat o. En todo caso, Mu'áw iya nunca
ti' e : (116 ] H. DU SSA un
mains ; 1841. R. Ih:vIlEESSt:, t e pat riarcat Antiach
fue design ado califa aunqu e práctic amente se compo rtara como
tal.
La p énétroti on des Arabes en S yrie utnmnt' I'Islu m , : [91]
.
A. KA h1m:I1t:I l'
,
los que aplastó de N
Mientr as ',Mi luchab a contra los jiiri9íe s, a J)'etra ct I a abat éne ; [301, PII . HITTI, Hist ory o/ Sy ria, cap. XXX, pág. 420 ;
Mu'a.w iya vencía
maner a sangrie nta en Nahrawán, a orillas del Tigris, [331, I-1 . LMllll¡';NS, La Sy rie. précis historiqu e,
de la véase [295],
al gobern ador de Egipto nombr ado por 'Alí, ponía al fr ente 8. Adcmús . de..las ohras generales cita rlas en la hihli ografía, § 1,
y contro laba s : la conq uéte et l'organi -
provin cia a ~mr, llevaba ,a cabo incursi ones,c ontra Irak M. A.' CIU:IIIA, La lutt e entre Arubes el byzantin
'M. J. In: G O¡';J ¡';, M é.
por VU' el VIII" si écl cs ; [303],
el l:Jiyaz. En mayo de 660, fue solemn emente procla mado califa sati~TI des !rofltier e.s (l/I X

na- . 1Il00re sur la conquet e d e la Syrie. '


sus fieles en J erusalé n. 'AJí, que veía dismin uir su domin io paulati lo conqu éte
Siria, [328 ], J. L."UIl ENT, L'A rméllie entre Ilyzance el l'l slam depuls
mente, y se dispon ía quizá a lanzar un ataque desesp erado contra 9.
arabe [usqu' en 8116.
661 en Küfa por un joven jiiri~í que vengab a
fue asesina do en enero de ~~ cm ús de las ob ras gene ra les, véase [26111. AM t:I.I NEAU, La
conq ué te de
.así a la vez la matanz a de Nahraw án y el asesina to de ' Utrnñn , 10.
e arub COTl.
ll',gyple pa r les Arabos (R .!I., 1915 ) ; [2R 71, A. J. D UTum, Th
su
El califat o de cAli fue un compl eto fr acaso. Pero, más allá de quest 01 Egypl... ; [76.1. G. Wn:T, i:Egypl e arabe,
a un grupo de fieles que formar on un
muerte, reunió en torno suyo 11. r271J, AL.BAú DllunÍ, Futü}¡ al-buldi in ; [3561, TAIIAJli. Annales ,
en el
partido ' (si fa, de ahí el nombr e de 'Sílismo dado a este partido ), 12. 1179], D. D¡';NNETT. Conversion and the poll-tax iTL early islam ; 11110], A.
en el Profet a y en un ~ lí casi sulmans .... pá gs. 324-328; [321 ], Ann
qu e se mezcla ban una fe' casi mística F ATTAL, Le statut légal des non-mu
te con tra los usurpa dores and peasant in Persia, pá gs. 18-19.
divinizado, así como un espírit u de comba K. S. I.,AMIITO N. Latullor d
dio DENNt;TT, Conuersion atul
omeyas, y, tras de ellos, contra los cabbasíes. El person aje de 'Alí 13. [131 . F. GAUlllt:L I, Les Atabes, pá g. 69; [179] I

in ea rly
origen a dos de los 'princi pales movim ientos escisio nistas del Islam: the poll-tax ...; [301], H. A. R. GIBII, The evolution of govcrn ment
Islam, St. tst., IV, 1955. '
el jariyis mo y 'el 'SiCÍsmo. ¿ Dónde se encont raba la' unidad del mundo Les Atabes dans rbistoire, pá~. 40.
~j
I
14. [401. B. Lewis,
musulm án deseada 'por el Profet a?
¡j'"
1
"
! 55
~::.; .
1,1 ......
l
1.t"
"
15. [40], B. LEWIS, Les Arabes dans fhis.toire, pág. 52; [57], CL. CAHEN, dans j'; '
I
PERROY, Le Moren Age, págs. 95·96; (321), Ann K. S. LAMBTON, Landlord.
and peasant in Persia, págs. 22·23 i [281], M VAN BERCHEM, La propriélé
territoriale ez l'impót [oncier, . .
16. [321], Ann ·K. S. LAMBTON, Landlord and .peasant in Persia, págs. 13.14

y 174-175. ..:*.

17. [75], G. WIET, Préeis de I'histoire d'EI,"y'pte, t. 11, pág, 132;. [277], BEI,L,
The Aphrodito Papyri ; (278), BELL, Traslations 01 the Aphrodito Papyrij
[347]', RÉMONDON, Papyrus grecs d' Apollonos Ano. "
18. ['320L JEAN DE NIKIOU, Chronique. ce también (353), SÉIlÉOS, Chronique, CAPÍTULO ·I lI '.
y los textos citados en [40], B. LEWIS, Les Árabes dans I'histoire, pág. 53.
19. [40), B. LEWIS, Les Arabes dans l'bistoire, pág. 53.
20. Sobre los dos primeros califas, cf. H. -LAMMENS, Le triumvirat Abü Bakr-
"Omar-Abü Ubayda, en Mél Univ. Saint-losepb. de Beyrouth, 1910, .cuyas Los omeyasr el Impeeio áruhe
. conclusiones no pueden adoptarse en su ·totalidad: ' " . ", ' .
'. " . ' ."

21. El hecho ·ha si(¡~ expuesto .perfectamente en [131, F. GAIlRn:LI, Les Arabes,
págs. 74-75. Cf. igualmente .c297), EICKIIOFF, Seekrieg - und. Seep'olilik j .El acceso al ' poder de Mu~ ii.wiya, fundador. de la dinastía omey á
{29B], A. M. FAHMY, Muslim Sea .Power in l~e Eastern Mediterraneanj que estuvo al : frente del mundo musulmán durante 90 años (661-750),
[391, A. R. b ;WIS, Naval Power and Trade .in the Mediterroneo», págs. 54 se hacía . en circunstancias tan 'd ra máticas que se imponían medidas
ya . . de revisión. Una' de .las principales tareas consistía en restablecer .la
22. [345], E. L. PETEIlSEN, 'Alr nnd Musawlya, the rise oí the Umayyad cali- , autoridad. delcalifa, que los movimientos separatistas, la guerra civil,
. . phate, A.O., XXIII, 1959; r3461, E. L. Pt:TERSEN, ~Ilr and Mu'awiya in t . la insatisfacción ' de los nómadas y cierta descentralización habían
early arable traditions j [358], L. Vt:CCIA·YAGLIERI, Il conflitto Ali· Musawíya, reducido en gran manera. Fue obra de MU'ii.wiya y de sus inmediatos
Ann lst. Oro Napoli, IV.Y, 1952·1953; [143], H. LAOUST, Les schistnes dans
sucesores; con su acción, transformaron el Estado teocrático legado
l' Islam, cap. J, pág. 12. .
23. [348], E. A. SALt:M, Poli ücal theorv and institutions 01 the Kluuoari] j
por Mahoma y los dos primeros califas CfJ un Estado secular, domi-
(363), J. Wt:LLIlAUSt:N, Die religios-politischen Oppositions.partcicn im alter p~q,€? ~ p-o r_ la , aristdéracia árabe, en cuyo seno el clan omeya desempe-
1,
Islam; [1431. H. LAOl)ST, Schismes..., cap. 1, págs: 13·14. ñaba el papel más importante, aunque sin rcnegar de los principios
religiosos que constituían la base misma del Estado musulmán.
Los historiadores árabes, todos ellos posteriores a la dinastía
omeya, han mostrado una rara severidad para con ella; por lo demás,
su severidad es tendenciosa, pues, al escribir durante el reinado de los
¡.! califas <abbñsíes, se ' veían obligados 'a loar a éstos en detrimento de
sus adversarios y predecesores. LOs historiadores han 'desfigu ra do -a
veces amplinmentc- .Ia realidad, han tratado con desprecio a los
soberanos om éyas a quienes han negado el título de califa (con ex-
cepción de 'Umar II), atribuyéndoles tan sólo el de mñlik (rey), con
lo que han pretendido demostrar que, para ellos y los cabbiisíes, los
omeyas no 'cran dignos del califato y que su dominación fuc tan ' sólo
una usurpación que hay que borrar de la historia'. . .
, Esta posición extremista, que quizá podría justificarse en su época,
ha sido revisada por algunos orientalistas europeos que , por reacción,
han demostrado un excesivo entusiasmo por la -dinastia omeya. Si un
. Iulius Wellhallsen 1, a quien se debe la expresión comúnmente em-
pleada de' «Imperio árabe» para calificar al Imperio de los Qw~yas, ha
"" .: .
t
I 57
56
i1
! \
• Talas 751

Grandes expediciones militares

JURASÁN Reg'16n o provincia

Córdoba Ciudad
fecha de la conquista
711 o de la batalla N '
Límite del Imperloomeyu u 8
LImite máximo del avance omeua

'O 2505llO 750 1000 Km. E, T I O p


I I I I I
, l..q
, '
- j. . .
MAPA 2. La expansi ón musulmana del Imperio omeya de 661 .a 750
. .

58 r 59
'. I
1
I
. ~~abajado provechosamente e~ favor de la rehabilita~ión de MUCll.wi,ra I "loscalífas 0J!ley~s supieron .rodearse de .personalidades que. les eran
y de sus sucesores, un Henri Lammens, cuyos estudios y m~nograf¡a.s aliados incondicionales, con lo . que se restablecían los lazos naturales
. son dignos de.· interés, ' seha dejado llevar.' a veces -por un Cierto ann- .1' propios dei arabism~. También era' importante contar con una admi-
islamismo que ha influido en .sus..'conclusiones 2 . 'Así pues, e~ ,c?nve. nistración central apta para cumplir ~us objetivos y desligada de
. niente intentar restablecert la verdad, . 'pero ésta resulta difícil de querellas..intestinas, de rivalidades personales taleacomo .las. que se
dcsentrafiar, ya que Ios texto~. y les documentos .son· muy a menudo hahían producido en , Medina y.ien La Meca.. M!-,cáwiya, qu~ fue du-
parciales. . ". rante largo .tiem po gobern ador de Siria, pudo apreciar; las .~x celenc i as
... ··.1 ......
y
de la administración: bizantina ganarse la simpatía de los sirios: no
'e s pues sorprendente que eligiera entonces Damasco .como capital p6~
: A)' ";La "n ueva ori«:nl~~ión" }JoYílica ·.
0.. y ' las dificultades ' del régimen : .
I lítica, lo cual pudo parecer condenable a Ios musulmanes conserva-
dores para quienes ..s ólo las ciudades santas de Medina y La .Meca les
.. ...
~ . . -.... ., . estaba reservado tal papel, ,P ero Mu-áwiya se .apoyó especialmente en
.. ., ,' l ' " ·1
El arbitraje de Ag;ah ' no supuso' en sí .una modificación de la línea ' .los beduinos y,. para .beneficia rse de. su apoyo, tuvo que restablecer
política establecidJ':'" el recurso a:
los árbitros? designados,"contribuía . una especio . ,de compromiso entre. el régimen de a~ltorida.d absoluta
ti mantener la' 'concepc i ón del papel preeminente de los notables muo y .lacolahoraci ón con los jefes de tribus ylos notables, ,p ropio de la
Arabia preislámica. , A través de esto sernanifiesta la pérdida de una
sulmanes en llÍs grandes cuestiones polít'icas: c~m'p'ren~i?a: I.a elección '
del califa. La .novedad consistía en que los ' árbitros -po dian proclamar parte del carácter religioso del califa; mas, por el contrario, su auto-
ridad personal aumentó a los ojos de los árabes a los que pedía
la ' responsabilidad y culpabilidad del califa elegido con anter~b~idad:
esto implicaba un peligro que amenazaba .d.ireetamente, la unJ?ad del colaboración y aprobación, lo qu e no hacía. más que satisfacerlos.
mundo musulmán; por otra parte, este pehgw .se habla manifestado Para dirigir políticamente el Imperio, Mu'ñwiya instituyó en Damasco
un~ 'Sürá, organismo .copsu lt ivo, pero. ' también a veces de carácter
inmediatamente, tanto en .el rechazo del arbitraje por los jariyíes como
en la no aceptación de la 'sentencia por. 'Ali. De este modo seplanteaba - ejecutivo; consejos semejantes se establecieron enlos .gob icrnos pro-
la c'uestión de saber si la autoridad del califa. era superior o no a la . vinciales; además diversas delegaciones de las tribus (wufüd) . asi stían
de la sürá. En caso afirmativo, se iba hacia un régimen monárquico a las sl~,.á, lo que 'pcrm i t í ~ a las tribus. árabes dar su consentimiento a

I
la ;elabo ra ción y aplicación de .las decisiones a.
y teocrático; en caso contrario, se habría la puerta a toda una. ~er,ie .
de posibles presiones e intervenciones . en detrimento .de la estabilidad Este ' sistema hubiera .pod ido S,er .peligroso para el califa. Pero
Mu'ñwiya vgozaba de un prestigio y una autoridad .ta les entre los
del poder. .
árabes que, aunque. sólo parecía. ser .el primero de. los jefes de tr ibu,
\ asumía .de hecho la realidad del poder, ya .d irectarnente, ya por me-
diación de los gobernadores de provincias, el · más . destacado de los
1. LAS REFORMAS DE MU'AWIYA
cuales. fue Ziyád ibn Abihi .. Finalmente, para asegurar la continuidad
¡. del poder y sobre todo el mantenimiento de] califato .en los Omeya,
. 'Da das las circunstancias, no puede sorprender que' MuCiiwiya, para evitar los peligros de la elección, así como los -de la . gu~rra
!.
ho~bre enérgico y con una firme determinación de gobernar, eligiera civil cuyo ejemp lo era .reciente, Mu'iiwiya ·introdu jo la institución de
la solución de la preminencia del califa: lo importante era, en efecto la sucesión califal .por .linead irecta. Pero como esta institución 'podía
-si se quería evitar el retroceso político del Islam y, en consecuencia,
I también un retroceso de tipo religioso-, restablecer la unidad de
chocar. con los sentimientos de los musulmanes, tuvo que recurrir a un
compromiso, que posteriormente sirvió de modelo, si bien con algunas
mando. Ello tendría una serie de consecuencias de tipo político. modificaciones. Él mismo nombró como sucesor suyo a · 511 hijo Yuzid
Eit primer lugar, la prioridad dada ala centralización gubernament~l : y . S~I decisión fue ratificada por la sli.rii;. seguidamente .fue som etida
todo dependía del califa, pues si bien los gobernadores 'de las. provin- /Hua su aprobación .a .Ios wufüd : esta consulta (bay~a) permitía obt e-
cias disponían de amplios poderes, no eran completamente indepen- ner. el consenso (ijmii~) de la comunidad de creyentes, que . no sólo
di entes del soberano, cuyas órdenes debían ejecutar; en este sentido, confirmaban la elección de los .notables, sino que también r~s?~ocían

60 61
la auto ridad de -la persona elegi da y se comprometían a someterse a
ella ~ . llccip rocam cnt e, elelegido era el verd ader o amir al-mu'm inin,
el comendador de', los creye ntes.
l cias una aut onomía. bastant e grande, sin dejarles por ello comp ortarse
como soberanos . l?cal e.s:, Adem ás, s.e imp ~nía. organizar más profun-
dament e lu ndmiuist raciór, central, resol ver la cuestión de las tierras '
:Vl u< á ~' iy a supo utilizar en gra n man era .su cualidad esencial, el con.quistada s, h~c~r cobrar los . impuestos, hacer frente a problemas
·hilm , la ' fineza política, grac ias a la cual ha podid o ser . considerado SOCial es y ccononucos nuevos para los árabes.
-<1 pesar de la oposició n ' abbási y 'Sí tí- como uno de los más gra ndes ._ .L~s principal es a.menazas internas vinie ron de los Si'íes y de los
califas musulmanes . Supo asegurar la puz en su Imp er io, -incluso en Jan91~s, aIllbo~ partlcl~l~ mlCntc influyentes en Irak : Mu' úwiya en.
el turbul ento Irak dond e los pa rtidari os de <Alí oc upa ba n fuert es cOl.l~ro un precioso au xilia r en la person a de Ziyüd ibn Abihi (Ziyñd
posiciones ; con habil idad consiguió per suadir a [Iasan , primogénito «hIJO de su padre», es decir de ori gen incierto, probabl emente un
de'tAli y de FMillla, .de que renunciara a l, califato: según los 1i¡' íes, ba stardo ), hombre enérg ico cuyo rigor llegab a hnsta .Ia crueldad 10.
:\lu'!\wiva violó las condiciones de un acuerd o concluido con .Husan, N,ombrado goh~rnador d~ Basra. en 665, se impu so pronto a los ha.
· v más t;lI"de,l o hizo encarce la r; pa ra los sunnícs, Hasun tuvo ef mérit o hit antes de la ciuda d mediunte se verasmedidas princip alm ente cont ra
~Ie nf"gociar y,. al sentirse en estado de infer ioridad, de 'ceder y re n u n- I~s jiiri 9ícs, 'p oder osos en esta ciud ad; algun~s de los cuales fueron
ciar a l ca lifato ", Pero no por ello el 'Sícísmo estaba eliminado; . e11 ~le~ U!ll d_os. En 67 1, recibió además el gobierno de Küfu dond e los
cuan to a l j üri~i sm o, se mostr ó como un movimiento extremadamente JanYles y sobre todo los si' íes se mostraban hostil es al califa ' tambi én
ame uazndor, sobre' todo despu és de la muert e de Mu' ñwiya 1680 ) . uqu í Ziyiid empleó la mnn,o dura, aunqu e pa gando las pensio nes a los
hered,cros,de aqu ellos a quien es había hecho ejecuta r. Al mismo tiempo
contrihnyó ¿¡, restau rar .. la vida económica en el hajo lrak , de .tal mod o
2. Los CO::-; F LlCTOS I ~T EH:'lO S que este PlllS. co nocio entonces un perí odo de prosperid ad qu e duró
hns:a Il~ 11l~lert,e de Mu<ih~ iya, y~ que despu és de Ziyüd su hij o ' Ubllyd
Despué s del reinad o de Mu' ñwiya, .la din astía omeya du ró a ún All a!l contlllll(! con el m~sm o rigor la políti ca de su padre.
70 años. ~ pesar de las medidas tomada s por su fundador, el ,período .E.st:~ severidad contrihuy ó al mant enimi ento de UII esp íritu de
estuvo lejos dí' tener una -existencin tranquila ; por el contrario; asis- O pOS~C J~1l por parte de I ~s sití es y los jiiri9íes y, a la subida 111 trono
· timos a momentos de grnn agitación, separa dos por períodos de calm a de 1 azld ~.n 680, ' esta llo .una revuelta , primero en Mcdina , dond e
relat ivn ; sin entra r en detalles, podemos comprobar que los reinados lJ,usa YIl, hIJO seg undo .de 'Ali, y 'Abd AlIrlh ibn Zubayr rehu saron '
de los cua tro sucesores de :\1u'ñwiya - Yaz'id (ó80 -ó8:~) 11, Mlf'áwi ya II r~~olloc.e r. a l nuevo ~n)¡fa ..L1am~do por los 'Si' íes de Kiifa, l,Iusayn se
1683·684,), Marwán ló8~-(85) ; y 'Abd al-Málik (685·705) t I - -, cono- hizo pr oclamar ~a )¡fa e intentó ap oderarse de la 'ciudad con una
ciero n revue ltas 'S i' íes, ja riyíes, qaysies que perturbaron terriblemente pequena t ro~a ; interceptad os por ' Ubayd Allñ h cerca de Kerb clñ
el Imperio ; <Abd . al-Má l ik, secundado por el gobernador de Ir ak, (al Sur de Kufa ) el 10 de octubre de 680 (l O muh arrem (il ) TT 'c: .
1 , sf I . . , j u...(1)11
-rla Y'}'IIY, consiguió restabl ecer la paz y reor gani zar la administración. y os su~os u,et ?ll derrotudos : ti partir de entonces, el ';;i'ismo tuvo
Además fue el autor de una serie de importantes reformas intern as. sus l~roplOs martires y el l O muharrem de cada año es para los 'Si' íes
: Durant e los reinados de Walid 0 05·715) , Sulay má n (715· 717) y un díu de luto \l ,
. IVma r ibn cAbd a l-'Azlz ('U ma r I1, 717.720 ) , el Imperio conoció V- ' Despué~ de los acontecimientos de Kerb elñ, cierto número de
c
, una era de paz, nuevamente pertu rbada .dura nte el reinado de Yazid 11 SI' les se a h. aron eon los omeyas " ; otros s corno lo - l altwa-b-¿n (1os Pe-
(720-724) . Los 20 años del reinado de Hiáñm ibn 'Abd a l-Má lik ll1~e~lles ) , m,tenta ron un movimiento de revuelta en Iruk y en Yeziré
1724-744) !I, constit uyeron el últ imo per íodo esp lendoroso del Imp erio (Sll'Jll no ro nenta~), pero fueronJlnalment~ apl astados (enero de 685),
omeya ante s del período de anarquía . que duró de 744 a 750 y que Ütra revuelta, mas ~ra ve, estallo. en la misma reaión poco más tarde
terminó con la cuída de la dina stía. enc.abezada por MUJtar, quien consiguió reunir ~n torno suyo a un~
Pu ra luch ar cont ra los cismas, las secesiones y las revueltas, para se n~ d~ descont ento s pert enecientes. a_ lo,s (alí es, a las gra ndes famil ias
integrar en el Imp erio las nuevas tierras conquistad !1s era necesario hostIles a los omeyas y a lo.s mawa[¿ ; ll}stauró duran te cierto tiemp o
continua r la obr a iniciada por Mu<iiwiya, es decir , reforzar la autori dad tI rellle~o de E$t~ do en Küfa ; pero , excesiyamente autoritario y cru el
del 'ca lifa y, al mismo tiempo, dar a los gobernadores de la ~ provino ue abandonado por un grupo de sus partidarios y finalmentc .vencid~
~:~: .~ .
62 . 63
' .2&

,
i
i

y . asesinado por "Ubayd Alláh en abril de .687: Durante su pse~do­


gobierno, el nieto -de. 'Ali, .iy1 ubammlid ibn al-Hanafiya, se había ab s-
l· ta r_ol~ en rev ue ltas: .10.5 .sufriya en el . Juzistán, 1ucgo, má s .temibles, los
azanqa en Basra, qui en es más larde ex te ndie ron su acción durante
tenido .de manifestarse en su favor, . y despu és.de la derrota de Mujtar má s de di ez a ños, por el Juzistán, el Fars y el Kirmün: la int ervenc ión
. recono ció a 'Abd al-Má lik como .califa 1 2 .: El ' ~icísmo ya no se mani- . de a l -Ha yy~y, unida' a la división de los azariqa:, .prolongó 'l a revu elta
festaría abiertamente hasta 740, durante el · canfato de Hisam, durante ha sta ~} ano 79~. · Otru ramificación de los jiiri9í.es, los nayadat,
~l ' cua] se. produjeron varios intentos 'de sublevación .en .Irak. aparecio e~ Arabia, en Yemáma, en ~82, y prestó su apoyo a lbn
. -. Revistió aún más importancia la sedición en el ijiyaz .de tAbd Zuba yr; ma s tarde, le abandonaron y se instalaron en Arabia oriental
·A Iliih ibn Zubayr .quíen, desde.. 680, se había negado a reconocer a (Ba h ra yn, COman) y en el Ye men. 4cab~rol.l por idesa p n rece r , debili-
Yazid como califa y. había sido proclamado comendador de los creo tados por su: propias div isiones int ernas. Otra . insurrecci ón jariyí,
yentes.. De hecho, esta revuelta era un nuevo episodio de la oposición l~ ~e los sabtbtya, tuvo lugar en la región de Küfa e~ 695 pero 'fue
en tre las tribus del norte (o qavsies] hostiles a los ome yas, y tribus rapldame~t~ sofoca da. La doctrina de los sabif> iya comportaba un.
delsur fkalbíes o yemen íes) adeptos a la dinastía. Atacado en Medina punto or iginal : con sideraba legítimo confiar, eventua lme nte , el ima-
por. las tro pas de ..Yazid, l bn Zubayr fue ·vencido ' y se refugió en nato. ...:.-1 ~1 . ~ i recc.i ón ~~ligios¿~ de la, comunidad- a una muj er: siempre
L~ Meca (agosto -de 683) que a su vez fue asediada. La muerte de qu e estuviera capacitada para desempeñar e l cargo 1".
Yazid. su spendió las , op eraciones y provocó un corto período de an.ar- . Estas co nt i ~ uas r~vu eltas de los jariyíes, qu e . prosigui eron ha sta
quía entre los omcya s, pu es su -h ijo y sucesor, Mut.ilwiya II, muri ó ~ I. fi ~lal del c? iIfa to om H~, fu eron una con stante amenaza para la di.
pocas semanas desp ués. Mientras los medineses proclamaban califa a na stra y tuvieron una eviden te influencia sobre su dehilitamiento
lbn Zubayr, en Siria estaballaban abiertament e las .rivalidades entre la s La última de estas revu eltas, cronol ógicamente, fué la de íos ibadíes'
tribus : los qay síes se esfo rzaba n por hacer reconocer a Ibn Zubayr, qu e tu vo lu gar: en 747 en el Hadr umau í y se extendió ha sta e l Ycmen
.l legando in cluso .a invitarlo a trasladarse a Damasco para hac erse y el ~;1 iyaz, don.de .105 suh levadoss- apoderaron de -La Meca y Medina.
proclamar, pero éste rehusó, ·10 que .probab lemente constituyó la .causa Vencidos, se dispersn ron y UJ~a parte de ell os alcanzó el' norte de
de su fracaso. Por su parte, los yemeníes eli gieron como ca lif a a un Áfri ca donde otros jñ rij íes ya les habían precedido y donde, seg ún su
.micmb ro de un a ram a seg undon a de los omeya s, Marwfin ibn nl-Ha - cost u m~ re, provocaron .un a se r ie de sedicio nes contra los omcy as .
kam, y vencieron a los qn ys ícs. : En aquellos . mamen los Marwán sólo ~I Igual qu e Mu(aw'ya ha bía encontrado en Ziyádal hombro capaz
tenía ,autoridad en Siria y Eg ipto. Durante su corto reinado, qu e sólo d~ I~lstaurar en Irak la autoridad delca lifa, cAbd al .lVIñlik y S il hij o
fu e una s ucesió n de cornhates. vse esforzó en conseguir la alianza de los
Wa!I~I, encontra ron otro parecido en la persona de al-Hay}iilY ibn Yiisuf,
qay síes y . en mantener el equilibrio entre las distintas tribus árabes.
Su hijo cAbd al-Málik, uno de los má s importantes soberanos om eya s, .I también gobernador de 1rak como aquél, qu e consigui ó finalm ent e
h acer ,resp eta.r el poder cnlifa l .con 1?1 ayuda de un ejérc ito sir io,
con siguió fina lm ent e restab lecer la unidad y la paz en el Imperio
después .do unu sang rienta represión : se hu hab lado de 120000 muer.
tras. In derrota de los sub levados de 1ruk , partidarios de lbn Zubayr
(691), .y la mu erte de éste (692) . Esto s hechos pu sieron fin, definitiva- tos. Y. d~ 80 000 prisioneros, cifra~ ,quiz á ex ag~r~das, pero qu e ponen
ment e, a cua lq uier papel po lítico de Medina y de La Meca 13 . ~e manifiesto la dureza de la aceren. Cla ro est á que esc r itores "s'j<íes
Quedaba tan sólo la .oposici ón jariYí. A con secu encia dc s u re- y <a bhiisíes lo han atacado 1 11; pero al·HaYY'liY I uo también un bu en
administrador. . .
chazo .dcl arbitraj e de Agrah, los jariyíes afirmaban qu e los creyentes
tenían el derecho a la libre insurrección contra el imán culpable de . . .D adas estas dificultades ¡~ter~as, . 'Ios' califas orn eyas se . vieron
una fa h a g ra ve y tamb ién el de escoger librement e a su jefe, aunque obhgad~s muy a ~enud,o a ' dar rod eos y apoyarse, seg ún la ocasión,
no . fuera .descendiente de los quray síes l.'. en la s d}fe:e~tes tr~bus ~,rabe~, 10 que provocó descon tentos que agra-
. Mom entáneamente reducido después de la matanza de Nahrawáu, varon aun I~as. la situaci ón. E l final de la dinastía estuvo marcado por '
el mo vimiento járiyí ---:en un .principio sólo religio so- fue adqu irien-
do progr esi vam ent e un asp ecto político, de forma s anarquista s, y..sus-
I un recrudecimiento de .estas revu eltas s¡<íes y jñriyÍes y por una lucha
~ntr.e la s distintas tribus árabes, a todo lo cual vino a sumarse .lu-
. , citó num ero sas sublevaciones en 1rak. S us tendencias anarquistas les ,Intn ,gas de los ba~imíes y. lasreivindicaei~nes de )os mawiili : la di .
ll eva ron a escindirse en varios grupos, todos los cuales se man ifes- nastra omeya tuvo qu e s ucumb ir. .
J,.':':.•

64
65
B) La segunda expansión musulmana
Sin embargo, hubo un conflicto front erizo, motivado por la presen-
Pued e parecer extrn or cl in'a r io .qu e en se l~l ej a nt~ ~ i ~u ac i ón, dramá- cia de mardaítas, p equ eño pu eblo se minde pendicntc es ta b lecido' en el
tica los ca lifas om eyas hayan podido se r los 'mpulso~ e~ deIa Se~III) ~ 1l Amanus, que reconocía co mo so be ra no a l empe ra do r gr iego; er a n
olea da de expa ns ión qu e conduj o a los ¡Il'ab~s a dominar . un te rntono cristianos, probabl emcnte monot clitas, también llamados yura yima I ~.
qu e se' extendía desd e e l At lá ntico ha sta A Sl~ central y el Indo. l~ero En 666, e l ba sil eu s utilizó a los marduítns en una expe dició n contra
ha y qu e seña la r qu e es ta expans ión, qu e práctl~am ente se desa r rol ló en los mu sulmanes de Sir ia : fu eron vencid os, y a lg unos de ell os re gresa-
dos períodos -durante e l rein ad o de MU'é'[WIY.a por un~ parte y duo ron a su paí s, mi ent ra s otros se mezcluron con la s co mun ida des mo-
rante los de ,'Abd al-Málik y Walid por otra- , se produjo durante la s nofisitas de los maronitas, Pa ra protegerse de los mard a íta s, Mu'üwiya
fases de tranquil idad. ' . . trasladó; en 669 , un a se r ie de poblaciones iraquíes al norte de Sir ia ;
, Ad emás, y a pe sar de lo qu e hayan esc ru o los escri to res del, pe: quizá con anterioridad (en 662 o 663 ) había ya transferido u iranios a
la s ciudades de la costa sir ia y pal estina, con la finalidad de sus titu ir
noíodo 'a)I b-aSI, IVIu-nwiya y sus suceso res - a menudo acusados
, :\1'
(l ' . d por 1 f ell os
dee ilInple
. d a d , inc lu so ele asociacionismo-e- no dej aron de la o e a los griegos emi grad os con ocasión de la co nq uista. La cu estión de
. , ' .. I actor
fi los mu rdaítas sa lió de nuevo a la luz durante el ca lifato de "Ahd
reli gio so e incluso . supieron darl e un papel premm~,nte con El ma-
" ul ·Miilik, quien con cluyó resp ect o a e llos UI1 acu erdo con c l basileus
lidad de incitar a los árabes a manten er la expansion dC,1 I slaI~ en
.1ustiniano JI y se comprometió u dejarlos en paz. Pero, durante e l
el primer p lano de sus preocupaciones: las , luchas contra los bizan-
.califato de \Valid ' T, el ac uerdo se ro mpió yIos marduítas fueron ex-
tinos, principalmente, desempeñaron el p~p el de gue r ra . s~ n ta , y lo~ pul sados o as esinados, con lo qu e se p uso fin a l problema.
ca lifas, el de ' campeones del Isl am no so l ~ frentc .a I?s , infieles de Los distintos asedios dirigidos por los árabes contra Con stantinopla
exterior, sin o también frente a sus adversarios de.1 mt~nor. entre 678 y 718 con stituyen en sí mismos un a ha zuña qu e pone de
La s expediciones árabes se efectua ron en tres ~dll'ecc~ones: Con:st~n' manifiesto ha sta qué punto los mu sulmanes estaban animados de un
,tinop la y Asia Menor, norte de África y España, y ASIll Central. entusia smo conquistador, si pen samos en el prestigio de la capita l
bizantina, en la s tropas del basileus, que, aunque vencidas en Siria
y Egipto, no dejaban de ser una fuerza consideruble.
L. LAS CAMPAÑAS CONTRA CONSTANTINOPLA Los sitios de Constantinopla nos han sido re latados por e l cronista
Te ófane s 10 y por 'diversos a utores árabes posteri or es s M. Cunard ha
D de la ocupación de Siria, los árabes esta ba n estab lecidos en la realizado mi a ná lisis cr ítico de los distintos text os ~O. La primera
front:~ del mundo específicamente bizantino. Esta fr on,tera estaba expe dición' contra Con stantinopl a, en 668.669, pretendía de hecho
d por un obstáculo con siderahle : los mont es del I'aurus quc ap oyar al estratega de' Armcnia Sa ho rios qu e se hahía suh leva do contra
ma rca a .. krui talaci ,
impidieron a los musulmanes, durante SIglos, cua qmer ms a. acion los ha sil eis Cons ta nte y Con stantino IV; pero los árabes ll egaron a
iermanen te en la meseta a na to lia . Si bien es ve.rdad que .rca!Izaron Calcedonia después de la lIluerte de Saborios. Se g ún Te ófunes, no
~iversas incursiones contra la s provincias bizantmas.' en mngun mo- hubo sitio de Con stantinopla ; por el contrario, el Kitñb al-Agáni
mento pudieron transformarlas en guerra de conquista . Por ,el :on. describe un combate fr ente a una de la s puertas de la ciudad y men-
trario, lo s territorios situados inmediatamente al sur de ~s tas montana:, ciona la muerte de uno de los combatientes mu sulmanes, Ayylib
principalmente Cilicia, estuvieron cons,tant~mente en J~egl entre ~~. 1l 1.A n~ñrí; e l relato es probablemente legendario, pero fue autentifi -
zantinos y árabes. Los sucesores de Mu'á wrya . llegaro~ . I~C uso ~ e ?- cado cuando los turcos se apoderaron de Constantinop l", en 14.53:
ficar toda una línea de forta leza s, desde Tarso en Cílicia h.a~t~ Me- el su ltán Mehmed TI descubrió entonces los res tos de Ayyüb (en
litene en el a lto Éulrates, cubr iendo de eS,te modo las proy.mClas de turco Eyub), a l que hizo edificar una magnífica sepultura en el ba rrio
S· . d y" eziré 11 Fi na lmente los árabes no intentaron Instalarse extramuros, ·q ue desde entonces ll eva su nombre.
irraAsia e
y Menor país. hosti l donde in con
, se con tentaron con efectuar ! cur·
e ectuar ,m Una segunda serie de expediciones tuvo lugar de 674 a 680, o sea
en . , . l ,.
sie nes temporales 'en . verano (saw&itJ ,con a uruca ma 1 a
f lid d d
e con- durante siete años. Según Teófanes, la flota árabe, estab lecida en
:;eg u ~ r botín; Cízico, realizó en cada ' primavera intentos contra Constantinopla.
Precisamente en esta época los b izantinos utilizaron por primera .vez
' 66
67
el fuego griego, procedimiento llevado de Siria por un emigrado. Poco
a~_t~s_ de estas expediciones, los árabes habían lanzado, una .ser ie .de -, turca contra las nuevas posesiones mu sulmanas que constituían en .
.ataques contra las islas -del mar Egeoy. del Mediterráneo oriental: ton~es ~l punto más oriental del Imperio, y, por otra, en . islamizar dos
.Rodas fue ocupada en 672 o 673, aunque sólo de un modo temporal ; territorios conquistados, , lo que se consiguió rápidamente. . pujara ,~y
fue nuevam ente tomada .cn 7l7..718~ En .6,74 tuvo . lu gar un a incursión Sl!Jllarcanda principalmente ·se con virtieron ,:cn· grandes centros mu-
contra Creta y probablemente también contra Sicilia. . " sulmanes en , Asia central 2~ .. ' . .

. El tercer.',y último asedio de Constantinopla .(el último .efectua d o '~ '-'l\:t:'~s ~al sur, . el yerno '? e , al.Hayya9, Muhammad ib~ 'al'Qasi~,
por los 'musulma nes hasta el -del otomano Ba yaceto 1 a finales del conquisto, en, 710, el , Beluchistán y desde allí, en 711 ·712, ·el Sind hasta
s ig lo' XI V) tuvo lu gar del mes de agosto de ,71 6 al ' mes de se tiembre ,el Indo ; remontando hacia el norte, ocupó el sur del Punyab y tomó,
de 717. La expedición, ordenada por el califa' Sulaymány dirigida por en 2~ el:gr~n centro budista de , Multan, que se .con vir tió, aunque
su .hermano Maslama, tenía de ,hech o por finalidad sacar partido de por poco tiempo, en el .p un to más avanzado del Islam en la India.
las luchas internas por la co nq uista del trono bizantino. Esto expli- ~~ro ~a expans ión mu sulmana en esta región no tuvo continuación
caría la posibilidad que .tuvieron los mu sulmanes de atra vesar Asia l..'!IlJ,edlata ; no fu ~ reemprendida. ha sta algunos siglos más tarde.
Menor, donde prestarían su apoyo, después de negociaciones, a León .
el lsaurio. Por una parte Teófancs y por la otra el lútáb al.'Uyün se ,
contradicen sobre los hecho s y su interpretación. Sin embargo, se puede 3. LA CONQUISTA DEL NonTE DE . Á F IU CA
deducir que los 'á rabes realizaron efectivamente el asedio de Constan- . y DE, ESPAÑA '
.tinopla por .tier ra y por .ma r, pero León, convertido en basileus, se
volvió ' contra ellos ; quizá también 'fueron atacados por los búl garos. I,nmediatamcnte. después de la .conquista de Egipto, 19S árabes ex-
Finalmente. . el nu evo califa; "Umar l I, ordenó a Maslama volver a tendieron su of~nslva l~ast~ Cirenaica y ' llegaron incl uso . a ' T r íp oli
Siria. A . partir de esta expedición nacieron una serie de leyendas, en 6~3, .E~ .647, . ~~d Allah ibn Sa<d llevó a cabo una expedición contra
como la entrada de Maslama en Con stantinopla, la construcción por la l~l~acena me~ldlOnal,: la s tropas bizantinas fueron vencidas y el
él mi smo de -una mezquita en la ciudad, etc. 21• Esta s expediciones neo patrl~1O Gregono asesin ado cerca de Sufetula (Sbcitla j.; .pero., a
gativas dejaron cierta melancolía entre los mu sulmanes; quizá por camhio de una Iuert?)I~demn.iza~ión,)bnSa'd se retiró.. Su expedici ón
este sentimien to nació un (~adíf apócrifo que decía: «Bi enaventurado I,ul dado lu ga ~ ~ numerosas leyendas; en cualquier ca so, reveló a lo s
el sobe rano, gloriosas las tropa s mu sulmanas qu e se apoderarán de ara~es la debilidad de 10 5 bizantinos y despertó en ellos el deseo de
Con stantinopla... » Los turcos conseguirían ·rea li za r, siete s iglos má s r~alJzar~ nuevas inc~l1·siOl.les con la idea de obtener , provechosos bo-
tarde, lo que los árabes no habían podido hacer. tl~les, .E~l est e .sentido, .las qu erell~s religiosa s propias del mundo
blzantIn? contribuyeron también a debilitar la situac i ón de los g rie gos,
~anto ",1a.s cuanto..que Íos ber eb eres no daban signos de una rendición
2, LAS EXPEDICIONES A TRANSOXIANA incondicional. .
.y HACIA LA INDIA 'Q uiz'á ' hacia 660.663, tuvo lu gar tilla segunda expedició n árabe.
Pero la deci siva s~ría la que realizó' Uqba ibn afi' en 670, que daría
En , los confines nororientales de Irán, la provincia de J urá sán .I u g~r a la .fllE~~clón. de un campamento militar permanerite en Qay.
.ser vía de .base de partida de las incursiones contra el territorio infiel, . rawan (QaIr:~anl destinado ~ proteger l,a ruta de Egipto f a servir de
iranio ' o turco seg ún la s regiones, de Transoxiana. Más al sur , Afga· ba se, de ac;:clO,n contra . Ias tribus bereb eres del oeste ,de Ifríqi ya y del
nistán fue conquistado en . 699·700, Algunos años -m ás tarde, ~I gober- Aurés, No ,se trataba entonces de plantear la cuestión de la creación
nador de Iurüsñn, Qutayba ibn Muslim, transformando la guerrilla de 'una .p rovincia, ya' que los musulmanes no habían ocupado verdade-
local en verdadera expedición, se apoderó sucesivamente del Tojaristán ram?~t,e e l país y las tribu s ber eb er es no ' mo straban intención de
(70 5 ) , de la Sogdiana con Bujara (706·709)" de Samarcanda, del surmsion. ' . .
, Jwñrezm (710·712) y de Fergñna (713:714) ,'Sus sucesores prosiguieron < ~qba, caído, 1Il0~entáne~men~~ en desgracia', regresó en 681 y
su ' obra esforzándose sobre todo, por una parte, en contener la presión I ~m;~ una g ra n ofen~l\'a en dirección al oes te. ¿ Ll egó hasta eLA tlán.
llco. No se ha podido probar en 'a bso lu to, y ha y qu e abstenerse de
68.
69
seguir a los ' historiadores árabes del s ig lo IX y de lo s sig los po ste- m 11:' 11 Imanes, por reacción cont ra lo s visigodos que les habían per-
riores, que han adornado ampliument c 111 epopeya de CUqba. También seguido 25.
esta mos .mal informados sobre la personul idud y la influenci a exacta Bajo el ' impulso de los bereb eres, la expa ns ión mu sulmana con-
del jefe ber eber Kosa yla, quien - lIunq ue en al g ún m omento a liado .tinu ó hacia el no rte: se sabe qu e las tropas mu sulmanas pen etraron en
de los árabes- se vol vió contra ellos y les infligió una terrible de- In 'Gali a, ocuparon su parte meridional y no fu eron detenidas ha sta
r rota ce rca de Biskrn en ' 683, donde per ecería e Uqba . Como con se- "' 7~.? ~D Poitiers, qu e fue el punto ex tre mo de la ex pa ns ión mu sulmana
cuenc ia se produjo la evacuación de los árabes de lfriq iya e incluso ha cia el oeste.
de Tripolitania, Un intento de reocupación, en 686, frac as ó- a pesar de
la mu erte de Ko sa yla. '
Ha sta diez añ os más tarde no tu vo lugar la campañ a decisiva: C) La administración del Imperio omeya
en 695, Cartag o cayó a manos de los mu sulmanes, p ~ro fu e recuperada
po r los bi za ntinos, mi entras qu e los bereberes del Aurés, al mando de 1. EL GOnIERNO CENT RAL y LAS I' IW VI NCIAS
una muj er conocida con el no mbre de Káhina (la Profet isa }, her oína
de numerosa s leyend as, vencian a los á ra bes. A pesar de tod o, éstos Mu'iiwiya, como gobe rna dor de Siria, hab ía podido a p recia r los
vol viero n en [>98, lomaron Ca rtugo y, finalmente, ap rov ech ando las se rvic ios de lu a ntig ua administraci ón biz antin a. Convertido en ca l ifa ,
disensio nes int ernas de los ber eber es, de rrota ron n las trop as de Küliinu es lógico qu e esta b lec iera su ca p ita l en, Damasco dond e p odría contar
qu e pereció en la batalla (702 ) :la. con el apoy o de los á ra bes venidos con él en el mom ento de la con.
Se ha escrito mucho sobre esta victo ria musulman a, que al gun os qui sta, y tamb ién con el de los á ra bes esta b leci dos des de hací a gene-
auto res, sig uiendo a lbn Jaldiin y, po ster iorment e, a K-F. Cauríer, ra ciones en la ciudad y qu e era n cri st ian os. T ení a la imperiosa nece-
han estimad o q ue fu e deb id a a la op osición entre ber eb er es sedenta rios s ida d de .,contar "con los antig uos funcionarios biz antin os, pu es los
y bereb er es nómadas (los pr imeros, hostiles a Káhina) j esta tesis se musulman es no eran aún aptos para hacerse ca rgo de los dife ren tes
a poyaba en el a ná lisis etimo lóg ico de los nombres de las distintas se rvicios de la admin istra ción. Así, In len gu a gr iega continuó s iendo
utilizad a como lengu a oficial y, por eje mplo, el an tiguo adm in istra do r
tribus, pero ha sido refutad a po r W. Ma rcai s. En realidad, esta mos
de las finanz as de Dam ascena baj o He racl io, lbn Sa ryü ll, ll egó a se r,
aún mu y mal informad os sobre el a lcance de la resistencia ber eber
durante el califato de iVIuCiiwiya, el jefe elel díwün al'Yay,~', el se rvicio
qu e ha sido ad ornada p osteriorment e por el patrioti smo local. S in em-
más important e de la admin istració n ya qu e eng lo ba ba a l ejército y las
bargo, es indudabl e qu e tal resi stencia existió, durante decenas de años,
finanzas. Los princip al es ay uda ntes de Ibn Sarytm era n, com o él, cris-
y q ue se manifestó esp ecialmente .med ia nte la adhesión de numer osos
tian os, ni igual qu e el gobe rna do r de Homs, lbn Ulii!. La influenc ia
bereberes a la doctrina járiyí, hostil a l ca lifato om eya 2,1.
cristiuna en la a dm inist ra ció n co ntin uó durante el califato de Yazid ~u.
,

El nu evo 'gobern a do r de Ifriqiyu, Mílsá ibn Nusayr, ll evó la ofen- Gracias a }l\s conq uistas y a un a int eli gent e ges tión finan ciera, las
siva ára be, entre 70 5 y 708, ha sta el Atl ántico, some tiendo al Islam a rentas reg istra ro n UII ,incremento cons ide ra b le, y Mu'áwiya lo ap ro -
las '·t ~ibus del centro y oeste del Ma grih, cr isti anas o judías, con las vech ó para doblar la pa ga de los mil itares, lo qu e le permitió a trae rse
qu e utilizó du ros proced im ientos. En julio de 710 tu vo lu gar una in- a l ej~rc i to , con stituido por tribus bedu inas, a las que pu so bajo la
cu rsión temporal contra Es pa ña, pe ro fu e en abril () mayo del 711 autoridad ~e lo~ gobernadores de provincia. Para este ca rg o elig ió u
I

cuand o Turiq ibn Ziyñd, un lib erto bereb er ' de Múi a ibn Nu sayr, go - los q ue mej or sirv ie ra n a los Inter eses de su po lít ica, y pu ecle decirse '
bernador de T án ger, pasó a Esp añ a. ~U re n te de sus tropas bereber es, ,q.ue lal elección, result ó fr ecuent ement e afortun ada . ,En Irak y espe-
Turlq ocupó rápidamente Córdoba y má s tarde Toledo (octubre- cialmente en Ir án, los gobe rnado res se a poya ron en la aristocracia
noviembre de 711). En los cin co ' añ os sig uientes, la ca si total idad local a la qu e permitieron conti nua r con S IlS p rivil egios, pero también
de Es paña pasó a ma nos de los mu sulman es. La conquista se vio faci- con sus fun ciones admin istra tivas, soc ia les y económica s. Los notabl es
lit ad a en gra n manera' por la debilidad de la mon arquía visigoda y ,r,ersns, ligados a l Estado mu sulmán , no, tardaron. en convertirse al
por la a use ncia d~ op osici ón. por pa r te de las poblacion es local es j ,i~ l a m ismo . ort odoxo, indicando de este modo su preferencia por el
además, los judíos de Córdoba y Tol edo prestaron su a poyo a los orden SOCIal fre nte a la ana rq uía Si"í o "jiiriYí. ~,>: ,

70 ' 71
' Con cA:P~' al-Málik aparec ieron los 'pri meros c~mbios import l'
antes, I vertirí a:-en una de ' las ,ap o rtacion es mas destaca das de los letrado
provoc ados por el aumen to de árabes .en la s . provin cias; ,y s
' por el musulm anes. ' " "
increm ento de' los musulm anes, como consec uencia 'de 'la s conver
flor siones. , Los gob~rnadores;también:'nqmbraban',- en su provin cia, a
'o tra 'parte, C,Apd al-Mál ik experi mentó menos 'que sus predec esores los 'jefes
la influen cia bizanti no-cri stiana. Esto trajoco rno consec uencia del . ej ército. 'Éste era .reclut ado cada vez COn más traba jo,
la ara- a' medida
.que -los árabes se estable cían en las tierras conqui stadas ; los'
' b i7:ación 'de la admini straci ón, en" la' q üeIos funcio narios arabor nu sul- de ,la guerra santa eran menos 'numer osos y sehall aban estable
fanátic os
"-lniúl e's ' fu eron despla zando progre sivame nte a los cristia nos; cidos,
ademá s, sobre todo, en la fronter a ' bizanti na: La paga de ,los' militar
la len gua árabe se convir tió en la lengua admini strativ a, tanto es varió
en S iria según el califa, ' y, aún , más, según los -genera les, lo 'q ue provoc
y Egipto , como en Irak e- Irán. ó a
veces 'di st urbios , aunque en realida d bastan teesca s ósen tiempo
, Un testimo nio más dc la arabiz~ción: , hast~" entonces' la s de los
moned as Omeya. En Siria se conservó la organi zación milita r bizanti na de
utiliza das habían sido bizanti nas o sasá nidas , except uando una los
moned a . temas: ' tornó el nombr e ,de yund y corres pondía a la vez a
de cobre acuñad a por MliCllwiya.'Du rarite el califat o de 'Abd 'un distrito
al-Málik, militar y financi ero 30 . ' .
apa reciero n, en 69 5, las primer as mon eda s "de oro, los dinars '
,t de-
. narios) , y las primer as 'de plata, los' dirhams (dracm as} , .pura
mente
mu sulman es, La aparic ión de 'estas moned as 'd io origen a un
conflic to 2. , TIERRA S', y . FINANZAS
con los bizanti nos que rehu saron utiliza rlas como ' medio de'
pag6 ~; '-
1). .pr incip,i os del siglo "IiI, el Imperi o fue dividid o en, nueve
pr<?- El , movim iento de' distrib ución de las tierras , iniciad o durant
yincias reagru padas más tarde en ' cinco grandes gobicr nos : Irak-Ir e el
califat o ' de "'U~miin , ' prosig uió bajo los ' Orneya,.. y .e l sistem
Arubia orienta l (capita l : Küfn} ; J.IiYñz. Ycmen-Arabia . centra I i.:Vleán- d i- qati'o. (conce siones "en arrend amient o) , 'compa ra b le a la empliy
a de 'la
na) ; r eziré-a lla ' M~so potam'i a~A rmeiiia'- Asi a menor orienta l teusis
(Mosul l ; ,bizant ina y aplicad o a las' tierras abando nadas' por susnnt iguos
,Egipto ' tFús\a~) ; Af~ica .Espuña (Qa~rú"á~). Si ~'ia Palesti na .depend
y 'p ro-
ían pietari os (tierras muerta s ' o mawat ), benefició a ' los más' allegad
directa mente de la autorid ad del gobier no de Damas co: Los os y
gobern a- a los familia res de los califas y delos gpbern adores. Estas conces
dores ((~11t;:r) 'g ozahan de g ran autono mía ; e ra n Jos respon sables iones
de .la compo rtaban como obligac ión el cultivo dc las tierras dúrant
admini straci ón ci vil y militar de su provin cia. El) princip io, e un
eran númer o determ inado de años.vla recaud ación de impues tos 'Y
su trans-
también los encarga dos 'de la recaud ación de ' Ios impuesto s qu e
mentab an el funcio namien to' de la admini straci ón local; el excede
ali- ferenci a a los agentes del Estado . Los poseed ores de 'qafi'a, 'todos 'mu-
nte sulman es, y los árabes' que habían -com pra do tierras a no mu
era vertido al' tesor~ . 'del califa. Pero ' sucedió qu e .éstc, te'niicn sólo' pagaba n el diezmo' , (cu!r); poc~ a poco el númer o de
sulman es
clo lo s qoii'a fue
ahu sos en est e ,sentid o, nombr ó directa mente a un recaud ador crecien do consid eralile mente. vy el gobier no no pudo o no supo
de irn- imped ir
, puesto s ,('i'im il o ~¡¡ltib al-i a,ráy) qu e dependía exclu sivamenl
e' de é l ~~. que 'se convir tieran: en ver da de ras propie dades privad as, sus
ceptib les
Los gobe rn a do res eran -nomb rados (y, en caso n ecesari o, depues de , compr a o venta. De este modo, se constit uyeron grande s
to s) 'dom inios
por el cal iía.; eran sus represe ntantes per sonal es en las provin cuyos propie tarios árabes residía n Irec úcntcmente- en la ' capital
ci as ; o en
ad emás, actuab an como sobe ranos locales y poseían , .a .semej los amsiir , y dejaba n colono s indígen as al ' cuidad o dcIa explot
anza del ación
califa, corte, chamb elanes, gua rdias, etc. A.,su vez, nombr aban de sus tierras 31. Este .desa rrc l lo de la ' propie dad territo rial
a los arahom u-
jefes de region es ('limíl ), los ag entes locales, los ju eces suIman a tuvo como consec uencia ' una dismin ución <le ' las 'rentas
(qúdis ). ' de l
El cuerpo de los q¡¡~l.~ fue una creació n 'de 10'5 califas omeya jmpue sto sobre la ti erra'; que' constit uía, ' j unto con la ca pitació
s ; rcclu- n, el
, tados entre las gentes ver sados err la ciencia y -estudi o del princip al rceurso del 'Estado . :
Corán (lo s '
·ulama ), los qiújis tenían como funció n hac er ju sticia a los mu sulman , Ambos impues tos resulta ban sumam ente gravos os para Id'
es pobla-
ba s ándose en el Corán o la tradici ón. Su jurisdi cción no · se aplicab ción no musulm ana, por lo que no 'result a sor prende nte quese
produ-
a
a los no-mu sulman es, justici ables por sus jefes religio sos, exce jera un import ante movim iento de ' conver siones ya antes de
pto pa ra acabar el
' los a sun~os en qu e 'se mezela ban con los mu sulman es ~II . ,Con siglo: VII, movim iento que 'Ahd al-Mñlik intentó limitar , al
igual que
los pri-
m eros qacf.is se desarro lló una ciencia .j uridica qu e más tarde cl gobern ador al-Hay yay. Estos conver sos, 16s mawüli, debían
se con- bcnefi-
ciarse, al menos eh' teoría, de los mismo s derech os que lo s mu
~Ü'imancs
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73
viejos, pero los miemb ros de la aristoc racia árabe se esforza ron
siem- 3. VIDA S OCIAL Y ECONÓMICA
pre en manten erlos en un rango inferio r. Todav ía má s grave
era el
hecho de que los mawalí estaba n obliga dos en princip io sólo
al pa go Duran te el califat o omeya, la su p remacía árahe no se vio impug-
de lo s impuesto s estricta me nte musulm anes (diezm os, limosn as}
, pero nada ha sta el rein ado de e Umar Il. Los con qu ist ad or es musulm
los agente s del fisco no 'siemp re tenían en cu enta las mo dificac t·· an es
iones "formab a n una clase superi or, una especie de aristoc racia
produc idas, lo que provoc ó el profun do descon tento de los
y el apoyo de mu chos de ellos a los movim ientos de oposic
nuuoñ li í bajo la a utorida d espirit ua l y tempor al del ca lifa. Los á rabes
col ocada
mu sul -
ión 32 . man es se beneficiaron de un régimen fiscal prefer ent e; er a n los
En esto s momen tos crítico s, qu e coincid ían con el fraca so ún icos
ante qu e podían in corpor arse al ejé rcito, recihi r pagas, pensi ones,
Consta ntinop la y la destruc ción de la flota á r abe, el califa <Umar parti-
ibn ci pación en el botín. Se les atr ibuía' la s tierras y sus rentas . ¿
cAbd a!- tA ~iz (CUmar I1) promu lgó una reform a de la s finanza Estaba n
s y del es tos árabes in stalado s en gran n úmer o en las provin cias conqui
régimen de la s tierras. Se decidió que los mawiili, al igu al q ue sta-
los .das ? No dispo nemos de dato s con cr elo s; se ha podido dar la
musulm anes viej os, sólo ' Ílagllrílln el di ezmo , y se les ex imía del cifr a de
pag o llllOS 25000 á rabes estab lecidos en Si ria y
de la j izya (ca pitació n ) . P or otra parte, el Impuesto sob re la Palesti na a princip ios del
tierra, sig lo VIII . bs po sible qu e estas tierras tuvi eran un esp ecial atra
jarar, esta ría ligado a partir de entonces no al individ uo, sino a I.a ct ivo
tierra, indepe ndient emente de la reli gión de su propie tario. p úa los árabes , sede del califat o, pero ya en parte poblad a ' por
Sin em- . árabes
bargo, los maw'ü.li que no quisier an verse obliga dos al pa go del a n tes de la conqui sta. Sea com o fuere, estos á ra bes, funci
onario s,
jarar m jlitares, p ropieta rios de tierras, ciudad anos, represe ntaban
podrían a ba ndona r sus tierras .e instala rse en la s ciudad es. Tambi una m i-
én ~~ría en la s provin cia s, minorí a a ún más ac usada en
pudier on entrar en el ejércit o donde las pa gas fuer on elevad as las provin cias
e iguala- má s al ej ad as. Sin embar go, hasta final es del sig lo VII, parece
da s entre la s provin cias, para facilita r el recluta miento . Ademá qu e
s, a con stituye ron la may oría de la poblac ión de los ams ár, las ciudad
partir del año 100 de la hé gira (719) , las tierras grava das es
con un . campa men to, en las qu e esta ba n, esta blecidos PQ r barrios
impuesto ya no pod rían ser transfe ridas a mu sulman es a título seg ún las
de tribu s, ya qu e se contin uaba hacien do la di stinció n 'entre tribus
propie dad, sino 'q ue se ría n arrend adas, 10 que permit i ría manten del
er norte y tribus del sur ; sus riv ali dad es fueron consta ntes y provoc
sob re ell as el 'jarar 33 . aron
mucho s desórd en es, en especia l cuando estas rivalid ades se mezcla
Finalm ente, <.Umar II tomó una serie de medida s restric tivas ron
.res- con las oposic iones reli gio sas, mostra ndo las tribus del sur
pecto a los dimmi (proteg idos) que se vieron mu cho más suje cierta
tos a las inclina ción a favor de l si' ismo 35 .
tüsa~ e impue sto s; con lo qJ.le se convir tieron en los princip ales ,
tribu- ,E.l '.seguJ.l do elemen to de la poblac ión lo constit uían los matuál
tarios ; ad emás, cUmar JI los eliminó sistem áticamente de la i.
admin is- Como ya hem os ind icado, éstos intenta ron mu y pronto ser asimil
tración , lo qu e .pr ovoc ó la desorg anizac ión de ésta. ados
a los',mu sulman es, pero cho caron con la reacció n de ésto s.
Las reform as de "Ümar JI tu vieron como resulta do ese ncial .la Los ma-
minuci ón de los ingresos; el aumen to de los gasto s y el descon
dis- ivalí, los prime ros de los cua les fu eron los «clie n tes» de lo s á rabes,
tento . no er a n árabes, sino qu e perten ecían a las distint as razas repres
de gran númer o de habita ntes del Imperi o. Finalm ente, durant en-
e el tad as en el Imperi o. El hecho de no se r árab es con st ituyó el
califat o de Hi'Mm, se estruct uró un sis tema financi ero que se convir ma yor
tió obstác ulo, la barrer a qu e los mantuv o largo tiempo .a lejados
:. '. en la ba se de la jurisdi cción islámi ca: el impuesto jarar estaba del ele-
ligado mento di ri gent e. S in emba rgo, in tenta ro n introdu cirse en este elemen
.n la tierra y no a su propie tario; la tierra L usr tan sól o estaba to,
grava da primero poblan do ciudad es, los am siir, donde 'desem pefiarc n.
.con el diezmo , pero no podía se r aumen tada; los dimmi pagarí diversa s
an la funcio nes, en es pecia l, los oficios má s 'd irectam ente .relaci ona
y izya ; lo s mu sulman es deb erían pa gar los impuestos coráni cos. dos con
Este .la aristoc racia. Cada vez má s numer osos, pero siempr e manten
, nu evo sistem a se compl etó con un cen so de las tierras; llevado idos en
a ' cabo estado de .inferio ridad - tanto en el plano social como en
en cada provin cia bajo la autorid ad d el gobe rn a dor 3-1. el finan.
ci er o-, m~nifestaron p.oco a poco su descon tento. A veces tuvi~ro
Así,. podem os compr obar que, .media nte tanteos y transfo rmacio n qu e
sucesiv as, el gobier no musul mán intentó resolve r el proble ma
nes . sop~r!ar violent as medid as, como la del gobern ador al-Hay
de la s ' yay, quien
tierras y, en consec uencia , el finan ciero,. que constit uyó desde obligó a muchos de ellos a abando nar la s ciudad es. .Estas medid
muy as
pronto uno de los 'mayor es proble mas del mundo musulm án. provoc aron, sob re todo en Irak, su ' apoyo a los sicíes, tambié n
maltra e
tados por el gobier no, tanto má s cuanto qu e .el si'ismo no ~fue
sólo
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75
I
~~~,_op~~.icic?n·, religio sa,..sin o ta'mbién una .oposic ión social _dirigi da :t ~~ro el comerc io .. es~uvo gravad o con ~uml;lr9sas tasas:
entrad a y sa· ,
Iida ·de las mercan cías, peajes, .aduan as -provin ciales, eic., ,que.
contra la aristoc racia omeya . ~~3.. !:~!or~ a.s,. de .cUma r. 11 estaba I repre- ·
n dir i. I
, ~!d~,. ~ s~~~sf~ cer ,8. 'l~~ , rru:w"álí, :~ -reso l ye! la -cr ísís.econ órnica..Y..$O.\ܪ 1; i
sentab an ' otras .tantas rentas para el Estado . La" mayor ía de
oficios
mál aplicad as, (racas'aron ' en la práctic a: EeI.O , .constituy~ron estaba en manos de los proteg idos, cristia nos ó judíos 39.
los pr i-
~~~~~_ .P.!l_sO¡; 'dirigid os .hacia la .in~egr ac~f>..n de los mawq1i :\11 , ' .l La . econ9m ía. se basaba esencia lmente -en la agricu ltura. Sabem
. "
os '
que los dos go~ernador~~ más import antes dé Irak, Ziyad ·y
, .'En 'cua nto a' los !JiTitmi; los proteg idos, conoci eron durant
e cierto Hayy a9"
tiempo una 'vi da relativ amente tranqu ila: L~~ cristian os goz áron. prestar on especia l atenci ón a la conser vación ' de los , canale s
rhasta de ' irri-
los reinad os de <Abd al-Málik y Walid, de' una situaci ón privile g.ac~ón del bajo Ir.~k, con .,el pr?pós ito de que l~s agricu ltores que
giada, sintier an la tentaci ón de .ex patn arse ·perm anecie ra n en sus
teniend o en cuenta el hecho de que no 'perten ecían a 'la' comun idad tierras .
, muo
sulma na, 'La' muj erde Mu-áw iya; May sun , era de origen cri stiano Pe~o parece qu e ello .tuvo como re sultado el facil itar que
y qui- lo s not ables
zá ,contin uó siéndo lo; Ibn Saryun transm itió' su cargo a sus descen acapar aran 'las mejore s" tierras irrigad as, que .hicier on cultiva
dien- r a es-
tes; el hijo de Muüw lya, Yazíd, pasó su ' adolescencia en compa clavos , inientr as que los antiguo s agricu ltores se traslad aban
ñía del a Busra
hijo de' Ibn Saryun ''y del poeta cristian o Ajtal ; MU'liwiya hizo y Küfa 40. Tenem os poca inform ación re specto a las .otras region
recon s- , es:
huir la ' iglesia' de Edesa, ' destrui da por ' un terrem oto. Esta situaci podem os cr eer, qu e,Siria 'a penas conoci ó cambios " enPer sia los
nota-
bles qu e h.a~ían ~~rmane?ido en sus tierras y 'qu~ se habían ' integra
ón
~mpezº , a' deterio rarse con la arabiza ción 'de .la admini stració n, do ,
a ' fi- en la a?mmI straclOn.', tuviero n qu e actuar de maner a que su condic
'ria l és del siglo.v u , ,y más aún durant e el reiI~ado de <Umar ión
11· en el
'cua l l ós "!lim'!t i en gene ral fu eron severam ente gra vados por las no ,sufr iese degrad ación alguna , y ello en detrim ento de los campe
cargus sinos
'fIscale!?; entre ellas la tasa de la 'capitaci ón que fue doblad a, Esto , locale~., En Egipto? según sa bemos por lo s papiro s, el sistem
pro· a de ex-
vocó un movim iento de conver si ón, aunque no de gran amplit ud p,lotaclOn fue copiad o del bizanti no, aunqu e con alguna s modifi
:1; , ca-
. Los judíos :siguie r on" teniend o prohib ido el acceso a Jerusa orones u, En conjun to, los docum entos de 'c ar ácter económ ico
lén, son
pero, sin embarg o; ' fueron bien tratado s al igual qu e los sama
rita nos
csc~sos y! ademá s, : ~os trastor nos ocasion ados', por los dirigen tes ome-
qu e ' habían ~yudado : a los conqui stadore s árabes ; a pesar ' de .yas y l~ Implan tac,lOn d~ una nueva aristoc racia latifun dista no
'todo, ponen
Ya zid suprim ió ' las' exenci ones fiscales 'que les habían sido , ~ e m~~lfie sto la eXlste~cla de una econom ía t:Jluy próspe
conc e- ra,' salvo -quizás
didas 38; . ... . . , '. , . .en . ~m~1 2cuyo come,rclO Se .b e~efici ó .de su separa ción del Imperi
o hi -
'.' Los esclavo s, recluta dos por compr a, por botín de guerra z~ntIno , " N? podría mos explica r, sm tener en cuenta
o por l ós motivo s de
:r~zzi a,' con stituia n unücl asc ,en contin ua evoluc ión, ya qu ,tIpO econom ice, todos l,os movim i entos de descon tento y de
e el Islam revuelt a ,
favore cía' la manum isi órivy el ·liber'to sci conver tía' en el ·mawlii (cliente que afectar on ~I, Imp~no. ~meya·.a .pa rtir de 730, ,!D0tivo s' que
) refor-
de. su' anti guo señor. El com ercio de esc lavos se 'e xtendió rápida "za ron las OpOSICIOnes religio sas y sociales. ", "
ment e, . '
, en' ra zón ' de In ' riqueza económ ica de los notabl es á rabes y de ,S i se ha : podido calific ar"al Imperi o omeya de 'Imper io árabe
la oferta
por 'par te de los mercad eres de escl avos ' proced entes de Africa,
Asia
n~ só~o porque extend ió la su premac ía árabe sob re con siderab les' te- es
centr~I, esté' 'y noreste': de Europa . rritorro s ,- desde el Atlánt ico al Turqu.están- - 'S ino sobré todo
por·
A partir de la época omeya com enzó a manifestarse un fenóme q.ue m?ntu vo e I caracte' , b " ,
no r ara e del gobier no y continu ó las .tradic iones
qu e se eonv crtiria en · una ' de las caracterí sticas de la civiliza ción Jltera~Ias de l~, Arabia pre y protois lámica . Ademá s; actuó
rnu- 'en favor
sulman a: .el. desarro llo de ,las ciudad es. Ello h ie a" con secuen ~,e la mst~uraclOn de la leng~a. árabe como lengua común
cia del , suman do así
ca rá cter admin istrativo 'd el Imperi o: los campa mentos ele los primer a .s.u .cua lidad de lengua ,religio sa la de lengua de' -ln admini
os stració n. '
. ' tiempos se transfo rmaron poco a poco en centros de gohier Sm embarg o" las .lengua s locales mantu vieron su vigenc ia:
no y se ' siri o,
poblar on ' de habitan tes de 'todas las 'condic iones. En ello arameo, .pe~lvl , b~~cb er, l~tín (descmpeñaron aún un import
inlluv ó ante papel
en su l~ropl.a r~glOn. Re?lpr Ocame nte; lps árabes empeza r on
n d~
'tamb ién el papel desemp eñado por la mezqu ita, ju gar. de ,reunió
a sentir
los fieles no só lo' 'pa ra orar, sino tambié n para cua lquier activid ?llevns mspnnC.lones ~ebldns a los contac tos. cón civiliz acione s
ad extran ·
de tipo polític o. .I;:l crecim iento de poblac ión coilllev ó la crea J.eras 43. ~stos contac tos no eran· aún lo suficientemen te fuertes
ción de como
suburb ios y produj o un desarro llo de las' activid ades , com
erciale s, par~ modlficar..lil ,vieja ~radici,ón literar ia poética ,que
expres a la ma· .
princip alment e cn manos de los tributa rios, a ,veces de los mawal yona de la s mamfc staclOn es mtelec tuales de la época -iq~!
íi u y en do
.......
76 77
las manifestaciones 'p olí ticas- o No ob stante, comenzó a apa recer una descendient e de 'Ab bas. La rea lidad de este ,«testamento de Abü I-i a"sim»
prosa literaria,' debida , a los /cultáb, .gentes cultiva,das, s~c~e~a rios de no ha p odido se r probada, pero el hecho pone de manifiesto una con.
los califas ' y de ' las gra ndes personalidades ; ademas, se iruciaron los junción de op osiciones cont ra los omeyas: el odio- contra la fa milia
p rim er os estudios del Corá n y de la trad ici ón. ~.iri.~ e Irak fuer:~n l? s reinante parece hab er sido el motor de una amp lia e incierta coa . .
principales centros de actividad inte lec tua l, mi entras qu e la ciencia lici ón -lo.
rel igio sa iniciaba ' también su auge en Medina . La propaganda fu e en p rimer lu gar ll evada al Ju rásán, .donde nu -
Comenza ron también las cre aciones en el campo de 'la 'arqui tec- merosos_ ~¡'¡es ,Y (abbús~es .h ab ían sido exiliados anteriorment e por
tura de las que, desgr aciadamente, los sig los posterior es n o no s han a l. Ha Yy a 9; all í enco ntr o cierto apoyo po r parte de los mawéili lo.
dejado mu chos vestig ios, debido a destrucciones y restauraciones . Sin ca les, descontentos de su sit uació n socia l y econ ómica. Pero el mo vi-
embargo, sa be mos qu e al gunos califas omeyas, ' aún impregn ados dc mi c..nto no. al canzó auténtica fu erza hasta qu e contó con el a poy o de
sus tr adiciones á rabes, se hic ieron construir 'imp onentes res idenc ias en Abu Muslim : se tra ta ba de un per son aj e enigmá tico, de origen ira nio ,
el límite del des ie rto sir io : Qu ~a yr 'Amra, Qa~r a l-Ha yr, Msatta, fervoroso propagandista, a quien el p retendiente cabbasí, Ibrühím,
Qa stal H . También a ell os deb em os los primeros gra ndes edificios reli- env ió a l Ju r ñsñn a p redicar la r evue lta de 746 . Ésta estalló en 747
giosos del Islam: la, Cú pu la de la Roca (Qubbat al-!?ajrá) y la mez- lanzada en nombre de los ~a'f>imíes; es decir, de toda la familia del
quila al.Aq~a de Jerusalén , con struidas en época de 'Abd al-Málik ; Profeta, tanto de los descendientes de 'Abbás com o de "los de cAli·
la gran mezquita de Damasco qu e ' hizo levantar Wal id I en 750 Abü Mu slim cr eó una verdadera organización .m ili ta r y política y en
tran sformando la igl esia de San Juan Bautista; y mezquitas en -Medina poco tiempo, la s banderas negras enarboladas por los sublevados
y La Meca 4 5 . (contra las ba nd eras blancas de los omeya s ) ondeaban sobre todo el
Jurñsán e Irán ; en nov iembre ' de 749, Abü l·'Abbás al- Saffáh (el
,";
«sangriento». o el «gene roso») , hijo de Ihrálñm, era proclamado califa
D) El fin de la dinastía omeya ~0;t:, sus ~mlres, sie ndo apartado sin vacil ación cu alquier eventual
candidato <ali. .
Si el reinado de Hi sam ibn 'Abd a l·Mitli k (724.743) permitió man- _. M;,rr.wan II, mal sostenido por los sirios, fue vencido en en ero
ten er la unidad del Imperio p ese a las sublevaci ones en Jrak, Berbería .de 750 en la batalla del Gran Záh; algunos meses más tarde era asesi-
'y España, y pese a las a menazas en Armenia y Transoxiana, §e .dehi ó nado en Egipto. Mientras tanto, Aba I- ~bbás había 'ordenado la total
nl enérg ico carácter del califa qu e sup o rodearse de hombres compe- !J1ata ~za de l.a execra da familia de los ome ya s; esto pone de m~nifiesto
tentes, como el gobernado r de Irak, Jñlid al-Qasrf. Pero a la mu erte el OdIO sentido contra ellos, pero quizá también la voluntad tabhñsí
de Hi siim, el Im perio tuvo varios califas incompetentes h asta qu e tde impedir ql~e l~s sirios re.curri~ran a un rival omeya. Sin embargo,
Marwán II fu e ' proclamado califa (744 .7 50 ) : Era ya demasiado tarde, Abd ~1.Rabma~ 1bn. Muáwiya, m eto de Hisam, escapó de la matanza
pues , Sl!S efímeros predecesores habían sembra do el caos, ha sta en ' el y huyo a España donde su dinastía volvería a resurgir al gunos años
seno de la familia califal, y Marwñn tuvo incluso qu e elimina r en más tarde 41 .
'Siria a un pretendiente 'al califato. Después, estall ó una viol enta re- Con el advenimiento de los -ahbásíes, la historia del Islam iba a
vuelta járiyí ibadí en el Hadramaut que se extendió al Yemen y . conocer una nueva evolución, pero la guerra civil no había favorecido
~Iiyaz, en cuyo transcurso ' los suble vados ll egaron incluso a apode. la unidad del "Imperio. .
rarse de La Meca y, Medina, mientras qu e a lgunos 'Sicíes se sublevaban
.en Kiifa (746-748 )'. Aunque pudo acabar con todas estas revueltas,
1 Marwan salió debilitado de todas ellas, mientras que' empezaba a rna-
nifestarse otra oposición, más p eligrosa, la de los •abbásíes.
.Éstos, descendientes de un tío del Profeta; "Abbá s, se habían unido,
durante cierto tiempo, a los sÍcÍes en su oposición contra los omeyas.
~n · . 71 6, un hijo de Muhammad ibn al -Hanafiya, Abü ijásim, al no
'd eja r ' h eredero, había transmitido sus derechos a Muhammad ibn ~Ali,

78 79
--- ==--=-:-=~-

..
' ; ,

18. .. [30] , PH. HITII, History 01 Syri


a, págs, 448-449.
19. TEÓFANt:S, Chronographie, ed.
de Boor, págs. 348 y ss.
.. 20. ' [291]. M; CANARD, Les expé
ditio ns des Arabes cent re Constan
1926. págs. 61-121. tinople, J. A.s.,
21. [291]. ' M., CANARD" Les expé
," , ditio ns... , págs , 94-102; [310
L'expédition de Maslama..., en Étud J, R. GlIlLLANll,
es byeantines, págs. 109·133.
.. 22. [300), H. A. R. GIBO. The Arab
conquests in Central Asia .
23. [315], IBN 'ABD AL.HAKAM,
La conquét e de I'Ajrique dú Nor
.: , NÓTAS DEi.. CAPITULÓ
. . ' .... in :,.'
"
r
pagne, trad. de A. GATEAU, págs
Ajrique du Nord, 2.A ed.• t. II,
d et de l'Es -
. 77·87; [31] , CH.·A. JULI.:N. Hist
oire de
por LE TOUIl:-;.:AU, págs. 21·22. Para
" .: detalles. véase Bibliografía. 10. nuis
1." [364],' J ; ' W·.:i.·Ll;AUSSEN, Das '
' arabische Reich :,und . sCin ' Sturz, 24. [489], ION JALDÜN, Histoire
sigu e' siendo ' esencial para la histo Obra que des Berbéres ; [482 ], K-F. GAUTIER
rie tic 105 O~eya. sé de l' Ajri que du Nord. Véase . Le paso
2. .[325], H. LAr.tMENs, Etudes .' . . la discusión de estas tesis en [311
sur' le siecle des Ome!y?des; [3;2 JULIEN, Histoire de l'Alrique dsc Nor , CII.·A.
MENS. Études sur le régne :du' calif ], H. . LAM' d, t. JI, págs. 23-24. ,
e omeyyade 'Mo' awLya l. Mas adel 25., [315], InN 'AnD AL·HAKAM.
citan otros estudios de este mismo ante ~e La conqu éte de l'Alrique du Nor
d el de PEs-
aulo r. , . pagn e, págs. 89·119: [318];
3. [~], B.. Lawis, Les Arabe~ IIlN A)..QuTiYA, Histori(l de la '
conq uista de
dans l'hisloire, pág . 60; · [332], España. lrad . por Rlllt:IlA; y véas
. VIDA y PINTO,[l calillo Mu'iiwiy L.:vl ,IJELLA e espe ciahn ente [31l1, E. U:VI .PIlI
a 1:. Histoire de l'Espa~ne musulmane, IVt::'i~Al., .
. t. 1, cap. l. págs. 1-34.
4. [40] , .B. Lswrs, Les ATabes, pág. 26. [322], H. LAMMI;NS, Études
61. " sur le rcgne de' MoCüwiya 1" ';' [33Ú
5: [l43], 'KtAol)sT, ~ch.isme : .., . I,}:V I m:I.I.A
cap : I, .p~gs. 16',17. . VmA y PINTO. Il caliiio Mu'awiy
6. [323], 'H . ' UloÜ.t ~:N S ; Le califal a 1; [30.1. 1'11. HITTI, llislory o/
de'Y págs. 485·487. Svria,
7: [324].' H. ' LAM'MENs, L's.vcnem azi4 1. , . '
ent des Marwamdes et le cali fát 27. 1.306], GItIt:RSIIN, The mon
wil.n I Mél. Univ. Soint-Iosepb, XII. de ,Ma r· etary reíorm of Abcl al-Malik,
1927. 1960, págs. 241-264; [343 J, G. J.1':.5.11.0., III,
8. [33] , ~H. LAMMErls, La Svrie, ' . C. MILt:S, lslumic Numismutics
précis historique, págs , 81-86; [30] ; 1.359),
Historv 01 Svria, pág. 474 Y ss, ~ ,Pn. J:IITTI, J. WALKt:R, A catalogue o] the
A rub- byza ntin e and post -rcio rni
' ". coins. • uma yvtu l
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«Abbas - , Con razón se ha opuest o a omeya s y sabbá siee presen tando
sides» (8. Lswrs) . a los
47. [l3], F. GABnI ELI, Les ATabes, p ág. FO , primer os como máxim os expone ntes del Islam árabe y a los
segund os
del Islam multin aciona l. Alguno s hi storiad ores, en el siglo XIX,
ín ter -
pretaro n la victori a 'abbiis í como el triunfo y la revanc ha de
los arios
sobre los semita s. Este punto de vista, simpli sta y parcia l,
ha sido
desech ado desde hace tiempo 1 .
Hay que interpr etar , el cambio de dinastí a, por una parte, como
la manife staci ón violent a de una oposic ión religio sa Y. de un odio
ql~~
enfrentó a ambas familia s ; por otra, como la decade ncia ,d e un
tipo
de gobier no, su impote ncia para luchar contra las fuerza s antago
nistas
en las que, lo!' elemen tos raciales desem peñaro n quizá algún
papel,
aunqu e no el único. Pero manifi esta sobre todo la expres ión
de un
descon tento social y económ ico, especi alment e entre los nuuoal
i 2.
Existe tambié n una evoluc ión natura l, que la violenc ia de
lo s
aconte cimien tos transfo rmó en revolu ción. El califat o omeya ,
el de los
conqui stadores, el de los iniciad ores del Imperi o, no podía
durar
' en su forma inicial , dadas la s transfo rmacio nes interna s de la
socied ad
musulm ana. El cambio . consist ió menos en la evicció n de una
dinastí a
árabe, ya que fue sustitu ida por otra dinastí a árabe, que en el
acceso
a los órgano s de poder de elemen tos musulm anes no árabes. Má
s aún,
el cambio radica en la evoluc ión de la socied ad: .la admini stració
n se
transfo rmó, , la vida urbana , se convir tió en la ' caracte rística
esencia l
del períod o, teni endo como corola rios un con siderab le desarro
llo del
comerc io y un .a uge intelec tual verdad eramen te origina l. Los
árabes
no fueron los únicos autore s de todas estas modifi cacion es,
sino que
partici paron en -ellas juntam ente con pu eblos de otros horizo ntes,
sob r e
todo iranios : no podem os olvida r que todos ellos fueron , aJ.l,~~
todo,
musulm anes.
.
82 ,
83
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BUYIES 4 ,l.
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008·883 5 !
Damasco 8
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o! '. 250 500 ,


750 lAYDIES (en el Yemen)
1 1
897·1018 " "',.C"' J j"'co:;,
, .., ... ~ ..",'

. M APA 3. El .Impe rio cabbiisí en Or iente desde mediados del . sig lo Vl1l hasta el x

3, Fecha de la conquista bizantina; 4 Emiratos o dinastlas locales;


1, Límites' del Imperio &abbasí; 2, :T erritorios perdidos por los eabbásíes: ratos o dlnastíasIocales; ' 6, Ciudad , . ' . .
5, Duración de la soberanla de los emi

84 85
'. '

También hubo revolución en el campo rel igi oso . y filo sófico .en los ~ .l>artir de entonces, el control de la vida política pa só a manos de
qu e la proliferación de doctrinas fu e ~:t raordina ri a.; finalmente, a l~a . losmercen a rios tu rco s y luego de los visires iranios qu e fu eron sus ti-
reció, poco' a poco, en la desa gre gación de la unidad del Imperio. tuidos por los sil 9uq íes. '
Sob re todo en el oeste, pero también en el este, se manifestaron ten-
dencias escis ionistas , que. terminaron por. transfo rm arse en verdaderas
rupturas y en la creación de Est ados ind ep endient es, 1. EL PAP EL DE LOS PRIMERO S CA LIl~A S ~;:i" .:";'"
r Esta voluntad de cambio se pu so de manifiesto .desde I~U Y pronto
entre los 'abba síes por el aba n dono de Dam a sco ,com o ca pital Y por la A AFfJ Y1\b?,as al-Saff ñh, cuyo califato se di~~inguió ese ncia lmen te
tr an sfer encia de ésta a Irak. Se ha pretendido ver en esta transfer encia por la . p~rsecuclOn de los omeyas y la di st ribuci ón de las provincia s
la infl uencia iraquí so b re lo s ' abhü síes. ¿ No se trató m ás bi en de 1111 a los mi embros de su famil ia , le sucedió s u hermano Ahíl Ya'far
ac to político concre to? Los' abhás ies ya no temían 11 los si rios, víctin!as al-M~I~~ür . (el «Victorioso»; al acc ed er al poder, todos los ca lifa s
de la desaparición de lo s om ey as, pero qu e ,conservaban la persp ecti va -ahbñsíes adoptaron un sobre no mb re de im iun, es decir un soh re nom.
de t ra nsacci on es económicas ac tivas ; por el con trar io, l ra k se había bre de caráct er reli gioso con el cua l so n conoc idos) . A'I.Mal1~iir (754-
mostrado desd e hacía un siglo como un gra ve fo co de a git ación: al 77 ?), !ue el verdadero fun~lador de la dina stía; dotado de una muy alta
in stalar allí e l gob ie rn o con todo su aparato . político y militar, se 0. l .'

0pUl,lOll. ,d e su . papel , qUISO se r sohe ra no sin discu si ón , y pa ra el lo


implantaba un me d io di rect o de dominar los intentos de ins urrecc ión; /;. . persi guio despIadadamente a los ~í'ies qui en es, apartados del cal ífato,
al mi smo tiempo qu e se daba .satisfacción a iraqu íes e iran ios, dejados provocar~n r,ev.ueltas en dos oca siones l755 y, sobre todo, 762-763)
de lado por lo s om eya s, a un9 ue s m eXIt? ,En cuanto a Abr. Mu slim a q uien los 'abbásíes
En rea lida d, lo s 'abbúsí es, a l igu al qu e los omeyas, no estabun ~ehJan su adveIlImI~nto, fu e ases~nado en 755 ;¡ : rep resentaba un pe.
al abrigo de las conmociones int ernas; aunque -;los primeros c a1if~s hgro y UI? ad ver sario para ~I califa, pue~ había conseguido reunir en
sostuvie ron la id ea de un verd ad ero so be ra no , por otra parte m as torno a SI u un gru po de fieles. Por otra pa rte, és tos, después de s u
religi oso qu e militar (era esenc ia lmente el imñm, el guia ) , sus s uce - mu erte, fun da ron un a secta (a~ü rnuslírniya) que tuvo cierta audiencia
sores abandonaron todo papel político ..y . dej aron al cuidado de sus en el Jurñsan '1,
visires o de lo s ambiciosos jefes militares lo s asuntos del Imperio. Po~ su parte, ¡os jari~íes, . después de provocar al gunas revuelta's
Por otra parte, el estab leci m iento del centro político en Irak favoreció, ~n Om an, desplaaaron su .actividadj, la Tripolitania y norte de África;
por su alejamiento, lo s movimientos de ind ep endencia o autonomía ms.talados en Tríp.oli en 757, se apoderaron de Qairuán ni año si-
.en el oeste mu sulmán. gu~ent~ y l.l egar.on, l~clu so a .constituir un Estado ibadí que compr end ía
Tnpoht~,Il1a, ~UIl1CIa y Argel~a. oriental, mientras que otros jliriyies,
los ~llfn~s, se mstalaban en SI9I1masa, al sur de Marruecos. , Vencidos
A) El apogeo del califato t ahhásí en !60. por el gobernador de Egipto, los ibadíes, di rigidos por 'Abd
AIl~~ ibn Ruste~, se replegaron hacia el oest e y fundaron el em ira to
La hi storia de la dinastía labbúsí empezó en 750 y finalizó en 12 58 <1; ~ al~ert; al mismo tiempo se constituía un emirato sufrí en Tl ern-
... con la tom a de Bagdad por lo s mo ngoles ; un : abbásí (¿ lo era cn ~ea ­ .cen . En 770-771 se produjo una nu eva ofensiva ja.riYí hacia' If riquiya
lidad?) tomó entonces el rel evo en El entro ha sta la conquista qu~ fu e aplastada l' a partir de entonces, esta provincia permaneció
otomana de 1517. En el transcurso de esta larga historia, el califato bajo la dependencia del califato.
, <abbá sí no tu vo un a existencia real hasta mediados del sig lo XI, época Al~Man~ür . tuvo el ' mérito de organizar la a d m inistra ción del
'~n qu e los tu rcos silyu qíes intervinieron en el Inu ndo mu sulmán y .Esta do -abbásí, .q ue situó bajo la dirección de lo s visires de la familia
some tie ron a lo s califas a su autoridad. Al exa m ina r los hechos, po- de los Barmakie~, pero so~re todo fue el . fundador de Bagdad, exac-
demos comprobar qu e el único período en qu e los califas 'abbásíes. tamente ~e Madmat al-sal ñrn (la ciudad de la paz) , ya qu e Bagdad
dirigi eron personal y directamente lo s asuntos del Imperio, i I'ispiraro~ era tan solo el ~lOmbre del paraje, aunque este último nombre es el
la política y desempeñ aron un papel de soberanos en todos los .domi- qu e _ha prevalecido.. Ha sido también llamada Madínat al .Mansür y
nios, puede situars e entre mediados del siglo VIII y mediados del . IX ; Madmat al-Mudawwar (la ciudad redonda), ya que. I~ parte e¡,~~cial
........
· 86
87
de la ciudad estaba constituida por un círculo de cuatro kilómetros de , encontró a sus visires demasiado poderosos? ¿ Habían intrigado, como
l'
diámetro, ' en 'c uyo centro se erigía el palacio del califa y a su alre- se ha dicho, para llevar a los '!>i'íes al poder? La cuestión ,sig ue sin
dedor fueron , construidos otros palacios, mezquitas, edificios oficiales, resolverse, .P or otra p~rte, los disturbios no , dejaron de sacudir él
viviendas para los funcionarios y cuarteles para la guardia jurasiana . Imperio. Fiirün encontró la muerte en 809 en el transcurso de una
del califa. Dos grandes ejes, qu e se cortaban en el centro en ángulo expedición al Jurásán' contra' una ' revuelta de las poblaciones iranias
recto, conducían a las cuatro puertas construidas en las murallas de y turcas. Su sucesión dio lugar a una guerra fratricida de la que salió
la ciudad que tenía la apariencia de una ciudadela. En el exterior, al vencedor al-Ma'rnñn (813.833) quien no consiguió entrar en Bagdad
sudeste, cerca de la puerta de Basra, se desarrolló el barrio comercial hasta 819 1.t.
de al -Karj, mientras' que en el norte se creó algo, más tarde el
barrio de' al-Kazimayn, alrededor de las sepulturas de personajes ve-
nerados, como Abü Hanífa G• . 2. MU'TAZILISMO CONTRA ORTODOXIA
, El hijo de al-Mansñr, a~-lYIah~f (7?~-~85), destacó por varias ac-
ciones -;: en primer 'luga r la represión violenta de las sectas hetcrodo- . Al-Maimíín fue un ' príncipe inteligente, bajo cuyo reinado la civi-
. xa s y la condena 1\ muerte de sus adeptos, a los que se da el nombre lización 'ab,basi eonoció su momento de apogeo. Con el .deseo de poner
; general de zindiq (los que chocaron con la fe revelada); así fueron fin a la oposición entre , <abbásies y 'alíes, designó como su sucesor,
ejecutados lbn al-Muqaffa", acusado (justamente) de maniqueísmo, ~n 817, a 'Alí al-Hídá, imán de .los 'alíes duodecimanos: este acto po·
e Ibn Abi I.Awya, acusado de neg~r la Ley 8 . Temporalmente fue con- lítico no significaba una unión con el si'ismo, sino .un feliz intento
cedida una amnistía que no dio los resultados ' previstos entre los de reconciliación, en la medida en que 'Ali' al-Ridá gozaba de cierto
heterodoxos, por lo que se volvió a recurrir con mayor virulencia a prestigio. Pero esta decisión levantó una serie de protestas, principal-
-la persecución y el califa creó para ello un organismo especial de"re- mente en Bagdad donde una sublevación condujo al nombramiento de
presión. Sin emba rgo, ello no impidió que en 778 se desencadena rn en otro califa, Ihrñhirn ihn nl-Mahdi. La muerte de 'Alí al-Ridf y la del
CI J uríisñn In revuelta de al-Muqanna', «el Profeta velado», ad epto visir pro 'alí de al-Ma'míin llevó consigo el abandono de esta 'política
de Abü Muslim, cuya revuelta .se extendió a Bujáríl y Samarcanda. de acercamiento 12. '

Fueron necesarios dos años para acabar con ella. , Bagdad era entonces un gran centro intelectual: el' califa, hombre
,;
Después del breve reinado de al-Hñdí, asesinado en 786, subió al lleno de curiosidad, se interesó de cerca por las obras griegas en-
trono Hñriln-al-Hasíd (786-809). Es el califa má s ' conocido de la tonces traducidas por ' los cristianos: filosofía, ciencias, medicina;
dinastía': incluso 'la leyenda se ha ocupado de éi y aparece en ' nume- Aristóteles era objeto de estudios, y así penetró entreIos intelectuales
rosos cuentos (por ejemplo en . Las mil y una noches, de posterior orientales el método de razonamiento lógieo; este método fue espe·
creación). Sin embargo, no destaca en él ningún rasgo especial 11. eialmente aplicado por la escuela mu tazijí, aparecida a finales de la
. Hay que atribuir su reputación en Occidente 'a sus relaciones, con la época omeya, que conoció su verdadero desarrollo durante el ealifnto
emperatriz de Bizancio, Irene, y con Carlomagno 10. En otro aspecto, de al-Ma'mün. ·Debemos destacar que varios teólogos mu tazilíes perte-
, Hárün fu e el primero que inició el desmembramiento .de l Imperio necieron al clan de los !~lal~iili, lo que podría, explicar la existencia
al conceder a los gobernadores aglabíes de Ifriqiya una autonomía de ciertos temas de orden social en su doctrina. Ésta apelaba a la razón
muy próxima a la independencia (799) .. A partir de entonces, el norte individual, al libre arbitrio, sólo compatible con la justicia divina j
de Afrita escapó a los 'abbiísics, pues el Magrib central se hallaba además, los mu tnsilics consideraban
. '
el Corán como creado , no como
,en manos de los járiyíes' rustemíes y...!\1ap:'!!~90s .,en las .de..los idrisies eterno ; esta última tesis levantó vivas controversias en Bagdad. El ca-
~aHes. En cuanto a ~paña, se había constituido en ernirato indepen- lifa, que había tomado partido en favor de los mu'tazilíes, intentó
,d iente. Sin 'emba rgo , ~ rl m p e ri o 'abbasí se extendía aún desde Egipto imponer oficialmente su doctrina,' mediante la persecución si era nece-
hasta la Transoxiana y constituía la mayor potencia política yeco· sario (837) l a. ,
nómica de la época. , Simultáneamente, al este del Imperio, un general de al.Ma;mim,
En 803, Hiirün al-Hasid- se deshizo de la familia de los Barmakies ; Tñhir, se .p roc.l amaba independiente en el Jurásan "y hacía rezar la
las razones exactas de este acto son mal conocidas : '¿ acaso Har'llll ju,{ba (oración que se hacía en nombre del califa) en su propio nomo
1"', ' , •

88 89
bre; en Egipto , estallaron una serie de disturbios ; en Azerbaiján un . El califa 'abb'i\sí fue un personaje de características muy distintas.
movimi ento de resist encia con carácter , social, lanz ad o por Bübak, \'
.P ertenecien te a la familia del Profeta, dio preminencia a su prestigio
al canzaba plenitud entre 826 y 837 H . Cuando iba a reemprender la reli gioso : el 'abblisí era el .imªn, , el jefe espiritua l y temporal, el
guerra sa nta contra los biznntinos, al-Ma'mún murió rep entinamente sob erano absoluto cuyo poder era fijado por la ley del Islam, la Yari<a
en T arso. que; sin embargo, má s de un 'abbñsí violó; en consecuencia, se pu·
Su sucesor, al-Mu-tasim (833-847), fue el a uto r de dos hecho s ,.I ' dieron tomar un a seri e de medidas contra el los, en nomb re de' la in-
gra ves que transformaron la estr uctura del califato 'abbilsí : el primero ob servancia de la Ley, medidas que podían ir hasta la deposición e
fue la ll amada de mercenarios extranjeros, bereberes, escl avos y sobre incl uso el asesinato 18.
tod o turcos, para cons tituir la guar dia per sonal del califa que se Entre. los califas, surgió la id ea de que estaban por encima de ¡'os
deshizo de los per sas y árabes, demasiado implicados en las querel las simples mortales, y esto se hizo pronto patente en su título, según el
dinást ica s, políticas o religiosas. Esta guardia personal, completamente . cual ya no eran los «vicar ios del Profeta de Dio s», los «suceso res
afecta al califa' -·al meno s en un principio- , Hia a desemp eñ ar un del Profeta», sino los «representantes de Dios sobre la tierra» ; la epi.
papel cada vez má s importante en la política califal y prácticamente , grafía pone de manifiesto una infl ación de la titulutura en la qu e es
sus jefes ser ían en alg unos mom entos los dueño s del poder I~. . mu y sens ible la in íl uenci a irania.
El otro hecho fue el ahandono de Bagdad por el ca lifa. Éste se Per sonaj es exce pciona les, se comportaban también excepciona l.
senlía .inc ómodo all í, la población er a difícilment e go bernable, espe- mente , viviendo mu y a menudo en el fondo de sus palacios, rod eados
cialment e por su hostil idad al mu' tnzilismo. Así, al-Mu' tas im decidió, por su gua rdia personal, al abrigo de la much edumbre que sólo podía
en !335, tr asladarse a ..S amarrá, a 95 km al norte de Bagdad, donde verl es una vez por semana, el día en qu e se tr asl ad nbun con gran
esta ba baj o la pr otección di recta de su guardia 111. Ésta se benefici uba pompa a la mezquita para la oración del viernes: ~~ esta pompa
de los fa vores del califa, con el descontento de los árab es y persas pod emos apreciar un trasfondo de las costumbres susánida y hizan-
qu e retira ron su afección a la 'dinastía : los califas <abbásíes estuvieron tina. P er o, poco a poco, fueron abandonando incluso esta ceremonia
a partir de entonces ligados 11 Sil gua rdia y más especia lmente a los y' tan sólo podían acercarse a ell os sus familiares. En consecuenc ia, In
t urcos que formaban el elemento esencial. ' población se hizo totalmente indiferente ante ell os, lo qu e nunca había
En esta situación, el califa al -Mutawakkil (84,7.861) ocupó el poder ocurrido con los omey as 10 .
con el apoyo de dos jefes turcos, lino de los cuales fu e seguidament e .Una de las ma yor es inquietudes de los califas fue su sucesión :
ases ina do. El mism o a l-Muta wakkil fue ases inado más tarde por sol- se impuso el principio de herencia en el seno de la familia de 'Ahbñ s,
dados turcos. Durante su reinado se produjo una reacción sunní: la y se esforzaron en regul ar esle p rincipio med iante una designación
filo sofía, la teología do gmática (kaliim} y el mu'tazilismo fueron con- testamentaria ; sin emba rgo, el reconocim iento del legítimo .he redero
denad os y prohibidos; el ca lifa luchó también contra el s 1'ismo, lle- provocó ' frecuent es distu rhios; al gunos califas ll egaron incluso a
gando incluso a hac er destruir el sepulcro de 1:1 usa yn en Kerhelá pen sar en la po sib ilidad de dividir su Imperio entre sus hered ero s;
y a prohibir las peregrinaciones l i. Fu e el último ca lifa "abbá si que la sabiduría o la fuerza hicieron siempre fra casar esta solución. Ant es
qui so realment e gob ernar. Después de él, empezó un período de dis - de tomar posesi ón del pod er , el califa era proclamado como tal por
gregación del califato del qu e sa lieron, por una parte, el califato los sabios y los notables, y seguidament e aclamado por la muche-
. fa!imí de Egipto y, por otra, la preponder ancia si lYllqí sob re los dumbre ; estas di sposiciones se transformaron ell puram ent e form al es
territorios 'abbüsíes. y simbólicas, pero continuaron persi stiendo, El califa detentaba las
insignias del califat o: el manto, el bast ón y el sello del P rof eta;
al-Mutawakkil a ñad ió a todo ell o la lanza.
B) ' El gobierno y la s instituciones gubernamentales Sobera no espiritual, lo era también temporal ya que podía nombrar
y revocar ,a los age ntes del gobierno. Toda au tori dad detentada por
1. EL CALI FA
éstos lo ' era en función de una delegación del califa. Este procedí -
~ l califa omeya era el jefe de las tribus, el jefe de ' la comunidad miento era incluso utilizado en el más alto nivel de, la administración,
y un rey árabe cuya f~erza descansaba sobre su ejército;' pue s el sobe ra nó 'p onía el cuidado de los asuntos del Estado en manos
~:~ .
.: .
90 ,\ 91
I
d~l visir. y,. con el : tiempo y según las circun stancia s, éste pud o desem-
p·cÍía r . un 'pap el xle consid erable im portan cia, Sin embarg o, .t
\ , Las funcio nes judicia les eran confiad as p'o; el califa, ju:z :upre~
a lguno.s I o
califas , tales corn o a l-Mans ür y a l Ml;l·~Ü.~" mostra ron grande .del Imperi o, a, ,Ios,qárjis, 9ue nom?ra ba",él _rmsmo. ~sto~ ~ii4~s
s .cua h . hacían
da des de . so berano y se si ntieron animad os a gobern ar ellos I justicia , en lo civil y crimin al, segun la sari'a, ~a .ley .c o~a ~lca
; e~_c~so
a ejercer un"a acciÓn sobre el ' curso de los acontecimie~tos, ' a
mismo s, I
de incerti dumbr e, podían consul tar a un sab io especia lizado
su tiempo . Existe quizá en esto un recuerd o ,~el califat o o,r:neya
marca r
, o de
\.¡ p lura l culama',) ; además , desemp eñahan otras .tarea s :,' conclu
~ ,altm,
si ón de
los primer os califas ; pero el hecho fue exc epcion al y lo mas matrim onios, ej ecució n de testam entos, tutela de los huérfanos
fre~uente I o de los
fue que los califas cabbas íes viviera n confina dos ' e~ s~ ' palacio incapa citados , vigilan cia de .las calles, etc. Estas ta reas se fueron
, en ha-
medio de 'un lujo iranio, y de una corte donde las mtriga s ciendo más numer osas y absorb entes, y lo s cjaf/,Í5 tuviero n
se .trans- que ser
formar on en cosa corrien te, y cada: vez más prision eros de su guardi asistid os por los ra.dil . (literal men te) hombr e justo, ho norab le}
a ~o. que, de
S~ au toridad real desapa reció .po r comple to: sim ples testi gos, secon virtier on en not arios a seso res. En un
Estado en
que la~ funcio nes cambia ban a menud o de titu la r, los qa4is ~uvie ron ,
el privile gio dc ser respeta dos por el poder a causa del ca
raeter es-
2. EL vrsm. LA ADMINISTRACIÓN.
I
trictam ente religio so y jurídic o de su cargo.":'.
EL EJ Én c ITO , ' Ha y que señala r que si bien, a partir ~~ m ediado s del
sigl? .I,X,
el favori tismo, la prevar icación y la concus ion, fueron una

I tra d I cI ~n
Lo esencia l de la admin istraci ónsabbá si fue tomado de los orneya co rriente en cl escalón superio r de la .admin istraci ón, ,po r el
s; contra rio
pero, est~drada con detenim iento, podem os percib i,r que .se desa,~r existió ' una ca pa burocr ática formad a por person al de ,calida
o~ló d, culti-
la' influen cia irania gracias a la introdu cción de numer osos
funcio - vado , reclut~do frecuen tement e entre los mawal i de origen
iranio (y
narios pers!,-s 21 . La instauración de un .v~~i ~ estaba de acue~d tambié n cristia nos y judíos ), que dio a ' la admini stració n un
o , con la valor y
óptica de los ca lifas rabbiisí es qu ien es descar garon en este person una esta bilida d ej emplar es. Como ha escrito Gaude fro y.D emomb
aje yn es'l
la respon sabilid ad de la administraci ón civi l de l Imperi o. En «Existí a una probid ad profesi ona l entre la b urocra cia,' una
princi- dignid ad,
pio, era, corno los demás, un funcio nario a q uien el ca lifa ' una tradici ón, fr ente a la falta de morali dad admini strativ
delega ba a de los
uno: ,pa rte de su auto ridad, pero, como estaba situ~do en cabeza grandcs» 25 .
~e la
jerarqu ía; 'usaba, Y ,abusa ba, de su s ,Poderes segun la, person En relació n a la época om eya , ' ~l ejé rcito ya no .era un " ejércit
alidad o
má s o meno s ,firme del califa. Homb re de confian za de este, de conqui stadore s, sino ' un instrum ento destina do á facili tar
det en taba la apli-
los podere s civiles , ya ,veces tambié n lo s militar es; Sil poder cación de una polític a dentro dc los límites del Imperi o, esp ecialm
era ent e
gra nde , y se transfo rmó .~'."J l ~ re~ i ta ri 9 , median te la creació en las provin cias de Oriente . Al comien zo de la dinastí a, cl
n de ver- recluta -
dadera s dinastí as de visi res; la primer a de ellas fUe la fundad miento se efectua ba princip alment e entre los ' jurásia nos
a por el ( árabes e
primer minist~o cllbbiisí, Jiil id a l-Barm aki, qu e duró ha sta iranios) que hab ían apoyad o a los 'nbbá síes. Pero, a partir
de ljsi-
s u elim i-
nación por H ártm 'a l-Hasi'd .en 803,22. , glo IX, los califas sedcsh icieron de los árabes e i~anios y recl,llta
ron
La s oficina s de la admini stració n, aparat o muy perfecc ionado , ~S' entonces mer cenario s, sob re todo turcos, qu e traj eron dc
ASIa cen -
taba~; agrupa das en Ba gdad y con stituía n verdad eros minist erios; ~~al 26. Esto ll evó consig o una decade ncia de la aristoc racia militar de
pero I.a: cX,ce~iva central ización ~erjudicó a l. Imper~o I favore 'tipo tradici onal ; co mo consec uencia de ell o, el lu gar ocupad o
P9r es tos
ció las
terid encias locales a la au tonom ía. Las oficina s (dLwan) se mercen arios transfor mó tot al m ente, en el siglo X, la fisonom ía
encarg a- política "
ban de la s finanza s y del Te soro, \ ~\ cuncill cria, el correo (barid soci al y financi era del - Imperio. Du rante los primer os tiempo
}: esta s ,de los
última oficina: era import ante porque permit ía los contac tos "abba síes, el ejércit o desemp eñó, un papel ,esenci alment e mil itar
con las con~ra ,
provin cias y servía de medio de informaci~n 2 :1. ~n la s pro vin:ias los bizanti nos quien es, alrede dor de ..I45, habían vuelto a la
no ofensiv a
aparec ió innova ción alguna respec to a la epoca omeya , t~n en el norte de Siria, en Armen ia, y habían reconq uistado
solo ~uc Chipre 2 7.
lo s gobern adores de las pro vincias má s a le jadas de la capita Duran te el califat o de Hiirún al-Rasi d, se mantuv o tambié n
l tendían la actitud
, def ensiva en la fronter a' si ria, mientr as que la suprem acía musu~
a' adquir ir ca da ' vez más import ancia e influen cia person al.
mana
en el mar era indiscu tible 28:
92
~':>:.
, C) La vida econó mica ~al pagado s y, cada vez más, ,po r esclavo s import ados
del África
I}egrª, La revuelt a del bajo Ira k, consec uencia de estas relacio
1. EL COMER CIO nes de
explot?~ión, es uno de los el,ementos ~ue pone!! de manifi
esto la pe·
Uno de los hechos má s destaca dos del mundo <abbñsi fue,
junto n~tr~elOn de los f~c,tor~~ , s~~ ! ~ lcs ,en ciertos aspecto s de
la vida eco-
con el desarr ollo del pensam iento' intelec tual y de la cultura nomlCa, "
, .la am-
plitud de las relacio nes comerc iales, Y, ,de la vida ec~nómic~ Sin preten der aborda r al,lOra el proble ma en su totalid ad, se
puede
..
Es indiscu tible que la desapn nclOn del Imperi o sasamd a
Y el ya c,onstat~~· qu~ e] co~ncrclO se convir tió, durant e el siglo
IX; en la
debilit amient o dcl Imperi o bizanti no habían dado ya 'a los manife stación mas tangib le de la expans ión musulm ana. Tuvo su
orneya s centro
grande s posibil idades comerc iales que ést?s, no parece n ?aber
~xplo' en el golfo Pérsico , debido ' al papel fundam ental jugado' por
' Bagda d
tado el máxim o, preocu pados por otr?s act1~ld~des; además, y lo~ ,Puerto s situa,dos en el litoral : Basra y ObolJa h en Irak, y Sirñf
se sentían en aquello s momen tos mas atraído s por la adqUls
~~~ ~:abes en 1ran ; des~le aliJ, los navega ntes y mercad eres musulm anes
IclOn de llegaro n
tierras que por su instala ción en las nU,evas ,region es, Fi::alm hasta ~~ )ndm occide ntal y crearo n factorí as , y postas ; más
ent~, I~ak hacia el
era aún una zona agitnda , lo que no Iuvore cia la expans lOn econOl este alcanz aron las costas de Ceilán donde entraro n en contac
mca. to con
En cuanto a los sirios, los .merca deres más acti vos, se ,benefi ciaron los, comerc iantes c~~~n~s 3 1 ; alguna s expedi ciones llegaro n incluso
del hasta
retroce so bizanti no, pero, por la fuerza de l,n. costUI~nbre, s~ ,i~clin China y las famosa s aventu ras de Simba d el marino son de
má s hacia los países medite rráneo s que hacia el Orient e asíuuco
aron reflejo ,novele sco de los viajes o.las múltip les peripe cias protag
hecho un
. onizad as
Sin embarg o, las, rutas estaba n despej adas, t!azada s: ~~s obstác por los mercad eres musulm anes,
ulos
salvad os y, al mismo tiempo , se dispon ía de una posició n
clave ~es' . " Desde ~I Irak, las rutas terrest res conduc ían, por una parte,
hacia
pecto al gran comerc io de la ép?ca --:-e l r istn~o, que sep,arn el , I,~an y ASIa central y por otra hacia Armen ia. los territo
rios bizan-
rráneo del océano Indico -e-. El imperi o abbast.-conoc lO por
Medite -
ello una .t~nos o haci,a .Sir ia y Egip;o" ,En Asia central , ¿ntigu o centro de trán-
gran prospe ridad 'econó m ica. ES,ta e~~aI15ión est,'~vo ligada tambié sito comerc ial entre el Proxlr:no y el Extrem o Orient e, lugar
de paso
n a
la creació n de Bagda d, cuya sltuaclO n favoreció, por una de una de las rutas de la seda, los mercad eres árabes iranios
parte, la
chi!l~s e , hindúe s se encont raban y proced ían a sus int~rcambi~s, En ei
turcos
al~acción de mercan cías hacia lrak y llevó consig o el , desarro llo de
~a~ra; por otra, el comerc io de tránsit o, ¡lUeS, Bagda d ,'se convir~jó
en centro de distrib ución de mercan cías hacia el Orient
1
' ,'
Próximo Orient e los negoci antes y mercad eres árabes se relacio naban
con I~s mercad eres bizanti nos ~uya import ancia comerc ial
e medio. no debe
'L a conqui sta de Creta en 827 y la de Sicilia en el transcu rso, subesti marse a pesar de su decade ncia polític a-e- y con otros
,del si- merca-
glo IX asegur aron a los musulm anes el contro l de la nave?a d~res pr?ced ?ntes de disti~to,~) puerto s',del Medite rráneo
clOn pOl;" , especi alment e
el Medite rráneo 20, Por otra parte, el ~lcsarr ollo de las ' eiudud del Medite rráneo musulm an ' -. Es posible que tambié n llegara
n a tener
es, el
'enriqu ecim iento ' de 10.5 árabes y de los no-ára bes, la necesi, c?ntac tos con los mercad eres háltico s y escand inavos : se han
dad d,e descu-
aprove char las ventaja s materi ales aporta das por la eonqtn bierto moned as musulm anas en las costas del mar Báltic o'
sta h,I' sin ern-
cieron que se institu yera una esocied ad de consu~o» cuyo
orienta l» no constit uía el signo menos import ante; eVId~ntement
<d~I)O bargo, esto no prueba ipso jacto la existen cia de factorí as musul
manas
económ ica y social estaba n íntima mente ligada s y ,se asistía en
e, VIda
en estos h!gar
7s" s~no que o bien los mercad eres musulm anes pudier on
I~e~ur al lí episód icamen te - lo cual está por probar
aquello s - , o bien que
momen tos a una transfo rmació n de la socied ad musulm ana ~ler~os produc tos y m,one<~~s musulm anas (muy buscad
3D, transo as entonc es)
formac ión que 'r eflejan igualm ente el ,a uge, litcrar i?~ ,filo~ó~c o, pudier on ser drenad os hacia el Báltico por mediac ión de los
eslavo s
religio so
y el desarr ollo científi co que represe~tan también la Impron búlgar os y jázaros, o bien, finalm ente, que se tratara de
«tesoros»
ta del
siglo IX <abbási. f~rmados ~or mercad eres no musulm anes que juzgar
' on útil atesora r
y d~ la
, La mayor parte de la poblac ión vivía de la agricu, hura .' dinars y dirhams 33,
ganade ría, en condic iones a men~d? meno~ favora bles que en
el slg~o
Aunqu e no se transfo rmó en un lago musulm án el Medite
rráneo
' preced ente, sobre todo en el ,P roxIm o Orient e, donde una,
burgue sía pasó; despué~ de la, ~onquista, de Creta y Sicilia , b~jo contro l
árabe,
mercan til, rica e influye nte, invirti ó una parte im~ortante de y el comer ciouna rrnmo podía desarro llarse sin estorbo s
desde las
sus, be-
neficio s en la compr a 'de tierras que hacía explot ar por campe costas de España y del Magrib hasta las de Egipto y Siria,
smos I~o§ . puer·
·...: ...
94
/

tos europeos desempeñaban en aquellos momentos un papel muy El comercio musulm~n se vio favorecido, asimismo, por la instau- .
insignificante, limitado a · un- tráfico ' reducido ' con España e .If rfq iya. ración de un magnjfico sistema financiero. Tal sistema ---;--que sometía
a discusión ciertas interpretaciones coránicas-e- resulta suficientemente
A.E.I.l.q~~- Espafia. ya, ,~? .es~uviera : bajo 'a~Aependencia, del califato de
.Bagdad. vello no impedía ,en '. modo alguno .las '.relaciones ' comerciales original como para merecer un estudio particular; el mundo musulmán
entre el geste y el este musulmanes; numerosos sirios' se habían insta- gozó, además, de una. moneda , sana cuycvalor se mantuvo práctica-
lado en otros tiempos, ylo hacían aún, en Andalucía y Levante, con- mente estable .ha sta poco después de las. Cruzadas, estimada en todos
servando los lazos con su país de .origen. En este .Mediter r ánco, los mercados internacionales y. en todo tipo de transacciones. También
1fri.q iya ocupaba ull: . luga.r destacado ~~~i~o a su situación entre las se crearon diversos, procgdimientos de pago: letra de cambio, cheque,
dos cuencas de este mar, pero ' también debido a que ~r~ el .punto de operaciones bancarias; el préstamo y la hipoteca también fueron
llegada, a Cabes y Cafsa, . de las principales rutas caravaneras ·del practicados; estableciéndose para ellos ciertos compromisos (hiyal)
Sáhara (otras .llegaban a Si~ilmasa en el Magrib occidental) ~4. con la ley coránica. Se asist~q, de hecho, al nacimiento y desarrollo de .
Este comercio alcanzó . una ' considerab le amplitud porque, una vez' un vasto capitalismo·" ~'i1·ci.iyas actividades participaban tanto los mu-
concluida la conquista, . estabilizada la implantación de los árabes s"Ulirianes' como los no-musulmanes (cristianos y judíos, estos últimos
y asimilados los indígenas, el Imperio 'abbáaí dispuso de recursos. na - g~neral'mente banqueros), En este terreno, los pueblos orientales estu-
turales enormes, de materias primas que ,pud9 vender o intercambiar vieron mucho más avanzados .que el Occidente cristiano 38.
C:iln productos de los países extranjeros. .I unto .a UI~ pequeño comercio
local de intercambios de . productosdc primera necesidad ..y que en
ninguna parte dio . luga r a transacciones internacionales, ni siquiera 2. LAS CIUDADES
interárabes, e~i~tí~ un comercio de gran, ,ra d io de acción, basado en
195 , productos deIujo Iincluidos los esclavosjv .en los materiales indis- Es posible, pero no seguro, que existieran organizaciones profe-
pensables :pa ra la actividad industrial (ejército, marina, grandes cons- sionales en las ciudades. Louis Massignon así lo estima, pero sus
truccionesj io- en Jos productos .fnbrica dos en .el Imperio y exportados tesis han sido vivamente combatidas, al menos en lo que concierne
(tejidos, productos metalúrgicos). , a los siglos IX y x. Más tarde, durante los siglos XI y XII, aparecieron
. A este comercio estaban ligadas dos actividades que lo condicio- una serie de 'a gr u paciones que en cierta medida' se pueden considerar
naban y lo completaban: la - actividad industrial y el comercio del como corporaciones, La cuestión debe examinarse de nuevo detenida-
dinero. Se habían creado. industrias a partir de las materias 'p ri mas mente, porque 'la s asociaciones de tipo corporativo que surgieron corno
existentes en el Imperio: plata, oro, hierro, minerales diversos, ' y consecuencia de tal proceso, sobre todo en Bagdad, ·desempeñarían
también productos textiles '(lana, seda, algodón, en su origen' impor- un papel importante en diversas ocasiones: tales asociaciones no na-
tado de la India, lino, pelos de cabra o de camello). Todo ello daba cieron espontáneamente y quizá 'y a existían en las emprcsas directa-
lugar a elaboración y a exportación. Se introdujeron otros productos mente administradas por el Estado j las asociaciones 'p rofesio na les de
' q ue alcanzaron IIn rápido éxito: el más célebre fue . el papel, creado carácter solidario son aún mal conocidas. Se trata de un problema
en China, Y'. que Íos árabes conocieron .cuando conquistaron Tur- íntimamente ligado a la evolución de la ciudad; sobre él volveremos
questán 3 5. Existían industrias de mcnor influencia': alfarería, cerá- más adelante. . , ,
mica, jabonería, perfumería, refinado de la caña de' azúcar, etc., cuya La 'expansión económica atrajo' hacia las ciudades toda una masa
finalidad era esencialmente el aprovisionamiento del mercado interior. . de población hasta entonces errante, o bien que vivía rniserahlemente
Por lo general, ~I Estado .se atribuyó el monopolio. de las principales en el campo. Particularmente las ciudades de Irak, y en primer lugar
industrias : este fue el caso en la fabricación de los tiraz, telas de seda Bagdad, llegaron a reunir una plebe que subsistía ,gracias a las migajas
originarias de Egipto :JO, El Estado controlaba también el comercio,
de los ricos rcsta afluencia de población resultó por otra parle total-
en primer lugar para obtener ingresos a través de 105 derechos de .
mente desproporcionnda en relación con la importancia económica
aduanas y otras -tasas, y después' para evitar la especulación sobre
real de I~ ciudad; pero, como sucede a menudo, ésta desempeñó el
IQ~ productos de primera necesidad j en las ciudades esta tarea recayó
en un funcionario especial, el muluasib :11. . papel de señuelo, y ejerció una atracción sobre individuos .q ue las
t '':-----
""<,: v ,
..... :
,
, ' 96 97
con dici ones de vida en el cam
po con ver tían en des arra igado s,
espe ra ba n enc ont rar en las ciud y 1I 11 1' dom inio s, que sus pro piet ario s
ades los med ios de sub sist enc ia hac ían ex p lota r por los cam pes
pen sab les :' 11 . '
ind is- sob re todo en el baj o Irak , por ino s y,
escl avos neg ros, los zan 9. La mi
de esto s hom hres era tot al y cu seri a
and o los zan 9 se suh leva ron , en
gun da mit ad del sigl o IX, num la se-
ero sos cam pes ino s se les uni ero
3. EL CAMPO revu elta fu e fero zme nte apl asta da, n. Esta
per o dej ó uno s ferm ento s qu e ger
nar on en otra s par tes. mi-
El au ge eco nó mico ¿ oca sion ó Lo s cam pes ino s que hab ían
ca mb ios en .lu vida y ~n la con con tra ído deu das con los gra
ció n de los ca mpes ino s? En prim di: pro pie tari os, en con trar on un pro ndes
e r lug ar, par ece ind uda ble que ced imi ento par a reem bol sarl es:
bi en el cam po ab asteció a las ciud , SI meters e baj o su r ecom end aci ón, so-
a des, má s ex acta l~en te a los mer ced erle sus tier ras y con ver tirs
der es y negocia ntes, por medi aci ca- sus tene dor es. Los cam pes inos e en
ón de los terr at cm ent es, por el insol ven tes sólo pod ían ofrecer
'tra rio no reci bió ca si ,nad a de con- bajo . Si un cam pes ino huí a, su tra-
las ciud ades, ·po rqu e ésta s se nut el der ech o auto riza ba a per seg
teci an: a limento, vest ido s, hab itac oab as- cas tiga r lo 40 . Así pu es, la con dici uirl o y
i ón, util laj e era n pro duc idos in ón del cam pes ino se hab ía deg rad
De hecho , un o de los pro blema situ: "la" mis eri a hab ía a ume ntad o y ado ,
s más imp o rtan tes de la agricu ltur a par tir de med iad os o ya qui
el abas teci mie nto 'd e agu a, y en a fu e prin cipi os del sigl o IX, pro voc zá de
este sen tido deb e desta ca rse qu~ ó el éxo do hac ia las ciud ade
adm inis trac ión cab büsí se ocu pó
de man tene r y des arro lla r los
la apa rición del ban dol erismo ; se s y la
sl~~e­ creu ro n nu mer osa s ban das de
mas de irri gac ión ya exis tentes, la res deb ido a la imp osib ilid ad irre gu-
por ::jem p ~ ~, en el baj o lr~k, y tam de viv ir com o no f ue ra ro ban do
en La Güt a de Dam asco. 'La has ?len van as y gra ndes p rop ieda des ... car a-
e imp osrtiva sob re la u er ra va
seg ún que' la tier ra estuvie ra ? r iaba A pa rtir del 900, la gen eral izac
no reg ada , o se trat ara de una ión del sistema de la iq{ii C (con
taci ón de árb oles. plan - sión de tier ras a los sold ados ) ce-
..... con tri buyó a disl oca r más 'p rofu
E l agr icu ltor pr acti cab a poco men te la vida rura l. Si n emb nda -
la gan llde rí.a: que fu e el gra n arg o, se trat a tan sólo de uno
cu rso de los nóm ada s, ya fu eran re- asp ecto s del tra stor no pol ític o de los
gra n des cna dor es de cam ello s, qu e tran sfor mó el mu nd o cabb
nóm ad as tr ash uma ntes cri ado res o el sig lo x 41 . á sí en
de ovej as. Como ha escr ito Cla
Cahen la aso ciac ión entr e nóm ude
ada s y sed enta rios resu ltó vita l
pa rt e 'de l mu nd o mus ulm án. -Am en gra n
bos gru pos int erca m?i ar?,n sus D) La vid a inte lec tua l y art ísti ca
duc tos ; en los tiem pos y lu ga res ,~ ro­
en que hub o. deso rgamzaclOn poli
los nóm ad as sometie ron a los sede tica , El fact or qu e aseg uró el p res tig
nta rios a prestac ion es... io del ca lifa to <abbüsí, a l men
P or otra par te, es ind uda bl e qu tant o co mo su expa nsió n eco os
e ex istía una tend enc ia cl~d a ~?z nó mica, '! muc ho más "resp ecto
más mar cad a a la 'con cen trac ión posteri dad , fue el, extrao rdina rio a la
de la pro pie dad , una subordina desa rrol lo inte lect ual y. cien tífic
'má s estrech a de los cam pesin os, ción ap areció desd e final es del siglo o qu c
una agr a vac ión de su mis eri a : la VIII y qu e co ntin uó h asta
gues ía mer can til" y el ejér cito bur - sie ndo el IX el sigl o" de oro . fina les del XI,
a pa rtir del sigl o x, era n los. re
hles de esta situ ación . La pro pie spo nsa- Un hec ho car acte ríst ico dest aca .
dad b ur guesa, ya mu y antl g.u a, en esta expa nsió n : Ia len gua á ra
pr end ía en p rim er lu gar las hu como fu e ado pta da a par tir de ento nce be .
erta s su ~)~r ban as, a men udo rica s por lodo s los escri tores del Imp
de dim ens ion es r edu cida s ; lueg s per o incl uso por los no -mu sulm ane erio ,
o, dom ini os rura les bas tant e gra s ; he aqu í uno de los más herm
'q ue en al gun os caso s ll egab an ndes, resu ltad os de la con quista, de la oso s
a a lca nza r la tier ra c~m una l expa nsió n mil ita r y des pués hum
pue b lo. En el prim er si glo -ab de .~n de la asim il ació n de las pob laci an a.
bás í, tod o ello .n o exc luía l~ pos ones ven cida s; el Isl am desemp
de una gra n pro pied ad carn pes esl~n ell o un gra n pap el, en prim er eñ ó (' 11
ma , qu e posteri orm ente se man lu gar por el crec imi ento del núm
con dificult ad ; las con dici one s rela tendr~ a los con vert ido s, y tam bién por ero de
tiva ment e fav ora bles de la apa rce que la leng ua del Cor án se con
sólo subs istie ron en los di stri tos na en la len gua com ún de tod os los virt ió
de ex p lota ciones par cela das, cost súb dit os del Imp erio . Al gun os
pero rica s, y con una pob l aci ón o sas res han util izad o el califica tivo aut o-
fu erte , com o' en . el Líb ano maro~i de arahornus ulm án par a des ign
En otra s par tes, ' la s fort una s ta. este per íod o. Exi ste en esta .exp ar a
ama sad as con acti vid ade s com resi ón un sen tido rest rict ivo, qu
fu ero n inv erti das en la adqui sici erci ales tent a dife renci ar, ' in vol unt ariam e in-
ón de un cr ecie nte núm ero de gra nde ent e, á ra bes y mu sulm ane s, mie
s que en real idad ya no exis tía ntra s
más qu e una lite ratu ra de eX:p'
98 ,~~s ión

99
árabe, incluso cuando fue produc ida por los no-ára bes o
por los
no-mu sulman es. ' (qu e se conoce n común mente como eárabe s») y del cero, utiliza
ción
. Du~ante In .época omeya, se consid eraban pree~i~e,ntes.,la cultura de la trigono metría por al-Batt ání y Abü l-Wafa , mientr as que
el álge-
y la literatu~a , ~edui,n as, la que emanab~ ~e la .«cI~~ II~aclO..¡~ bra fue amplia mente desarr ollada por al-Jwárizml. '
. del de- .C racias a los físicos y a los químic os árabes fueron descub
sierto, deposi taria de la pureza y de la nqueza lingüis tica» iertos
,por el
contra rio desde el comien zo del califat o -abbás i los focos de numero sos cuerpo s; se inventa r on nuevos proced imient os de
cultura aplica-
y de ciencia se hallaro n situado s en las ciudad es. Ba&ra y sobre todo ción y fueron enunci adas nuevas teorías , La - medici na, herede
ra de la
Bagda d fueron los centros más imp~rtantes. ~ajo el iffi1l~lso d~ medici na griega , fue particu larmen te brillan te, con la aparic
los ión de
primer os califas 'abbas íes (al.Ma"l~~p f!Jn~y una Bayt ~l-l¡ tratado s sobre las enferm edades y estudio s sobre el cuerpo
human o,
ikma, incluid a la cirugia : sabios como Avicen a, al-Házi, al-Zah aráwi,
Casa de' la Sabidu ría, especie de bibliot eca y de lugar ;de ~Ita Ibn
de los
letrado s), I3agd ad se convir tió verdaderame~le e n la cap,.la~ ll~le~ec Zohr (Avenz oar ) - 10 5 tres últimos viviero n en . el Occide nte
luaJ mán- aporta ron a la medici na una contrib ución ejempl ar.
musul-
del Imperi o. Dos , de las cuatro escuela s de interpr etaci ón 'Jur,
l dlca del ,
Corán (madhab, 10 ' que a menud o ha dado en l lamarse 10 5 TItos Hay que ,citar tambié n la s primer as. obras de geogra fía, auténti-
,orlo·
doxos del Islam) naciero n -en Ba'gda d: el ~anafismo y, el han~ah camen te represe ntativa s de la ' época t abbásí :. descub rimien
.s~o. . . mundo por los conqui stadore s árabes , y tambié n por los mercad
to del
Si ' Bagda d pudo , desemp eñar tal, rapel" fue por~ue alli vivían eres,
quiene s, por su dqueza;.o por ;>U esp1T~tu abierto , pudIer~n . , descrip ción de las regione s y en especia l de las ciudad es. La
ayudar ~ geogra fía
escrito res, poetas y sabios, Allí se podían alca~zar las mas se convir tió entonc es en un campo básico de los conoci miento
hermos~s s del
recomp ensas y tambié n los más trágico s destino s ; a ella se hombr e «cultiv ado». Result ó tambié n útil para la admini
~cudJa stració n;
. desde todas la s provin cias ; una multip licidad de contac tos " .Ias obras de los geógra fos árabes están consid eradas como
hacia po- . una de las
sible el progreso. La discusi ón era constan te, y. se ab<?rd~ba~ fuentes esencia les para el estudio del mundo musulm án H .
todos- En este
los temas apasio nadam ente. A los árabes se ume.ron l?s lTa~IO~ panteó n científi co es preciso reserva r un lugar aparte al iranio
, los Birün] , espírit u ,encicl opédic o, a - quien ningun a ciencia 'de su
al-
hindúe s, que aporta ron nuevas ideas y temas litera nos, cTl
sl1a~o s, tiempo
médico s y traduc tores de obras gri ega s, sabeos, p.agano ~ re~onoc resultó extrañ a y que ' dio testimo nio de una curiosi dad intelec
y tolerad os, quiene s contrib uyeron al desarro llo de la s ciencia s a ldos
tual
fuera de la común .
st~o ­
nómica s, porque su culto se ba saba en los astro~. ,Como consec El entusia smo creado r fue un elemen to motor consid erable
uencia , : se
se produj o un perf ecCiOl?ami cnto de la s matem ancas. : tiene incluso la impres ión, ante esta floraci ón de trabajo s y de
obras,
que lo que interes aba a los sabios e -invest igador es no era tanto
el. re-
sultado como el ardor quc se ponía cn hacer progre sar los
conoc í-
1. LAS CIENCIAS miento s ; existía' . una especie .de manan tial, contin uamen te renova
do,
de fermen tos del pen samien to. Quizás el paso del ' tiempo y la
acumu -
Hubo ·una consid erable eferves cencia en ciertos domin ios privile .laci ón de nombr es han hecho olvida r que esta expans ión intelec
- tual
giados : filoso fí a, medici na, ciencia s ; gracias a ~os !,rabajo s, .tuvo lugar en el transcu rso de poco má s de dos siglos. Sin
estu~~o s embar go,
e investi gacion es de los pensad ores y de los sabios ar~bes, el se trata de una 'd ur ación. relativ amente corta, desde un punto
- e~p~Tltu de vista
human o realizó consid erables progre sos que el OCCIdente tempor al, y ' en todo ca so de un períod o de concen tración de
cristia no g ra ndes
no conoci ó hasta má s tarde, por mediac ión de Italia y especia person alidade s como no había existid o hasta entonc es.
lmente
de España . Una serie dc n~m~res han sobre..,v!~id..? a lo largo . Sea como fuere, existe en este. proces o un fenóme no de acultur
siglos : filósofo s como al -Kindi (t· 850), al-F araDI (t 950),
1
de 0_s ciún recípro ca. Alguno s árabes , ha sta entonc es alejado s de toda
especu ·
a-
lbn Sma
(Avice na, t 1037) . 4 3 , quiene s tambié n se interes aron po; .,Ias_ lación científi ca y que únicam ente practic aban género s literar
ios limi-
mat::
máticn s, la medici na y. la física; .astrón omos .c~mo al.Jw~~lzml, tados, tuviero n acceso a nuevos campo s ' del pensam iento
~u cuales mostra ron una destaca ble dispos ición, Ademá s adopta
para los
I.Wafii , el sabeo Tábit ibn Qurra que determ inó la duraci ón
d~l ~no ron su
sola r, al -Battñn í qu é descub rió 'la inclina ción del plano de.. la ech.ptI lengua , qu e se convir tió - indepe ndicnte mente de su papel de
~a; vehícu lo
en el , campo 'de las matem áticas, introdu cción de las CIfras religi oso- en un .instru mento de cultura . Los no-árabes 'a p orta
hindúe s ron sus
antece dentes intelec tuales y cultura les, adopta ron el arábig o
:)1:' contri-
100
101
bu yeron a qu e es ta len gu a progr esara. Ésta se convirtió en la len gua mundo en qu e vivían: tales fu eron, por ej emplo, las Praderas de oro
común de todos los súb dit os del im per io ' abbñ si y también en la de de Mas'iidi (1' 956),. D e' esta necesidad de cult ura y también del g usto
los ern ira tos del Magrib y de la España omeya I ~. por una literatura desligada de toda preocupaci ón científica, nació
el adab, en el que, sin emba rgo, el elemento «cu lt ura l» no estaba
ausente. JP, representante má s destacado de este género literario fu e
2. LITERATURA y CIENCIAS RELlr.IOSAS el basrí Yál)i?, (t 869 ) 49, de hecho uno de los m ás grandes escritores
de toda la Edad Media mu sulmana. La exis tencia de una corte ca lifa l
Determinados dom inios cultu ral es con tinua ron siendo espec ífica. y de numerosos mecenas 50 en Bagd ad y ot ra s ciudades contribuyó a '
mente mu sulman es y más en gene ra l á ra bes; as í, el estudi o del Corá n, ~a creaci ón de una literatura cortesana donde la po esía, renovada por
la filosofía religiosa, la teología, la hi storia, ciertas formas literarias Abli Nuwás, encontró materia para ex presa rse ; e l Kiuib al.Agani
y, finalm ente, la gr amática y la filología. (Libro ele canciones) de Abii I·Faray al-I sfahñni (t 967) resulta un
Hasta ento nces, el úni co géne ro lit erario p ra cti cado por los ára bes cua d ro sor prendente de los dos primeros sig los del imperio 'nbbá sí,
había sido la poesía versificada o rim ad a. Sólo después del desarrollo y sus alusiones El la socieda d mu sulmana de su tiempo 'constituyen
de las ciencias, la prosa se convirtió en el medio de exp res ión del
I
un a fu ente de primer orden, ha sta ahora poco ex p lota da, para el cono-
pensamiento, antes de naufra gar, más tarde, en los artificios estilís- cimiento del mundo a rabomusulmán en la cumb re de su p od erío 51 .
ticos. En contra posición, la vieja po esía beduina sufr ió ca mbios y ata- La vid a cortesana dio lu gar también a una se rie de reuniones cul -
qu es, dirigidos principalmente por Abü Nuwüs lt 810 ). . turales donde la mú sica ocupó un lu gar destacado; en el palacio del
Una len gua destinada a es pec u laciones int electuales, a re flexlO l~es califa vivían g ra n número de mú si cos, ' entre lo s cua les sobresa lió
teológicas, a discusiones hist óricas, cent radas tod a s ellas en el Cor án, Ibrñhím al -Mawsili (t 804.). Influida en su origen por la mú sica
la tradición y el desa rrollo del Islam, debía ser rexp lieadu, estudia da, g rieg a, la m úsicu árabe fu e codifica da y estud ia da en di versos tratad os
o sea, co d ificada. La hase de estos trabaj os de gr am ática y de filol ogía cientificos; al-Kindi' creó un a notación y en el «us: al.Agani ex is ten
fue el Corán, único texto válido. Hesulta inter esante destacar qu e los a no tac iones mu sicales para ca da canción. Los mecena s mantenian a
gra n des centros de estudio de estas disciplinas fu eron Ba~ra ~o y Küfa, lit eratos y po eta s, y el géne ro del panegírico (qa~iéla) encontró un
ciudades donde las ciencias reli gio sas gozaban de es pecia l atención renovad o éx ito durante el desm embramiento del Imperio ' abbasí en
-tanto en favor de la o rtodoxi a s unní como del ~i'ismo- y donde p equ eñ ? s esta dos o emi rntos; ca da so berano qui so ten er su ca nto r,
per sonajes como Sibawayh y Kisáy (t 865) iniciaron el mo vimi ento entre los qu e destacó al-Mutanabhi lt 965) qu e ca ntó los méritos
qu e se ría renovado má s tarde en Ba gdad por Ibn Qutayba (t 889) ~; . y hazañ as de su amo, el ljamdñni Say f al-Dawla 5~. La literatu ra corte-
Antes de qu e la historia lle gara a adquirir categoría de ciencia, sana , tuv o po sibl em ent e su máximo esplendor durante el sig lo XI ' con
.la investi gac ión hi stórica se ocupó de esc la recer la vida del Profeta el gene ro de la s maqñmiu, conjunto de historias co rtas , esce nas y
(la Sira, de Ibn Hisárn, l' 834.), de reconstruir la s tradiciones oral es anécdotas a lusi vas a un mi smo per sonaje; las m ás conocidas son la s
relativas a l Profeta y a sus compa ñe r os, y los relatos de la s conqu ista s, de Hamac]iini (t 1007) Y Hariri (t 1122).
con el fin de obtener una vis ión de conjunto de la hi storia de los muo Nac idas con el desarrollo de 10 5 conocimientos hi stóricos, filosófic os
, " sulmanes ; Tabarí (t 922), con su Historia Universal, fu e uno de los y jurídicos, las ciencia s religiosa s 'tuvieron una importancia. perrna-
e leme ntos má s representativos: su obra constituye uno de los pil ares l1{~ntc 53 . ~u papel en el mundo mu sulmán fu e' ta n dest acad o q ue esta .
de la hi storiografía arab ornu sulrnana ~ 8. Más tarde, durante el sig lo x han con.sl(le ra das como la «ciencia » prop iament e di ch a, ' ilm ; el punto
y en es pe cia l du rante el , XI, la hi storia experimentó un proceso de de pa rtida fu e 'el Corán, y más tarde la s tradiciones [luulit] de las
diversificación y de precisión en sus métodos y se centró principal- cuales realizaron extraordinarias compil aciones div ersos' sabios, entre
mente en la historia de ciudades y ' dinastías; fueron redactados anales ell os Bujari' y Mu slim ~4 . Otros sabios se es pec ia liza ro n en el estudio
y crónicas pe ro en gen eral adolecían de sentido crítico ; sin embargo, de l Corán, de sus come nta rios y tradiciones : fueron los llamados
no deben desdeñarse como fuentes de la hi storia mu sulmana. ,ulamii"; otros sacaron de las mi smas fuentes la s ba ses esenciales del
Otras obras, de carácter histórico y geográfico, tuvieron por fina - der echo mu sulmán (jiqh), al qu e dieron un ex tra ordinar io desarrollo:
lidad la educación de los contemporáneos, dándoles a conocer el a estos se les ll amó fuqaha,': Debido a la exis tencia de m últiples y
102
103
j
· divergentes: opiniones, a veces de .carácter heterodoxo, que expresaban 1. L AS INSURRECCIONES
.pr incip iosy razonamientos contradictorios con la revelación coránica
· y la :SUnna, los juristas ' trataron' de codificar el derecho r\msulmán. El reinado de al-Mutawakkil, que había asistido a la restauración
Como -resultado de ello fueron ad mitidas-cuatro escuelas de 'interpre- ' ~e l .~u n i sm.o tradiciona lista a e~pensas de l mu-tazi lismo, acabó en un
"¡taci ón' ortodoxa i las de Má lik ibn Annas (t 795), Abü Haríi fa (t 767), clima de represión política, religiosa y social, 'Sin embargo, este califa
al·Safi'¡ (t 820) e Ibn HanbalI] 855) 55. Aún en la actua lidad, estas fue el ú ltimo eh manifestar clar ámente su autoridad sob re .todos sus
· son 'las únicas escuelas reconocidas como ortodoxas. ' súbditos 511. Como reacción, a partir de su muerte (861), surgieron
El I slam tuvo también sus místicos quienes con toda probabilidad una serie de 'revueltas s óciales .que fueron tom ando una gran am -
estuvieron influidos por' los .mís ticos cristianos. Poco apoco se fueron plitud. . , .
a partando de estas influencias para constituir un movimiento típica- . La primera y más grave revuelta fue la de los zany (esclavos ne-
mente musulmán, el :~üfismo (del nombre del saya l, ~üf, qu e .llevaban gros) . La esclavitud no era en absoluto desconocida en el Islam, sino
los primeros místicos) . Se fundaron escuelas en Basra, Küfa y Bagdad; que incluso se llegó a 'distingu ir dos categorías de esclavos. Algunos
-Ios místicos ' describieron sus experiencias personales para acceder a (la mayoría esclavos blancos) eran utilizados por los califas o por
Dios a través 'd el éx~asis :' el más célebre de ell os, al .I:lallá~¡ - q ue es- los particulares bien como sirvientes, bi en como soldados ; se les
cribió, «me he convertido en El qu e amo y El que amo seha c~nver' conocía por .el nombre de mamelucos; con él paso del tiempo los
'tido en mi »~ fue denunciado como hereje, condenado y ej ecutado .ma mclucos llegaron a ocupar lugares importantes en el ejército y en
"en 922 porque sus predicaciones superaban los márgenes de la Ley y los niveles' próximos al califa, y alcanzaron una influencia creciente
en con secuencia am enazaban destruir los fundamentos del orden reli - . en ' la dirección de los asuntos estatales. Otros esclavos era n empleado s
gio so y social 5ll. A causa de ell o, el sfiíismo adoptó forma s má s eso- como obreros en la s explotaciones mineras o territoriales, en las
téricas, se olganizaron hermandades yla exégesis misma se tra nsformó, grandes construcciones, ' en las que estaban obligados a rea lizar los
espe cia lmente a' partir del siglo XI. trabajos má s penosos. Negociantes enriquecidos en el gran comercio
y quc habían comprado tierras en el bajo 1rak - tierras irrigab les qu e
daban buenas cosechas- hicieron venir de África, para explotados,
E) Los com ie nzos de la deca dencia cabhñsÍ esclavos ncgros, losv zan j', a los que impusie ron condiciones de vida
y de traba jo inhumanos. Estos 'cscl avos debían avenar los pantanos,
(fincs del siglo.lX.comienzos del X)
las sali nas del .hajo 1rak, extraer la sa l, preparar las tierras qu e de-
berían servir para el cu ltivo y la explotación de la caña de azúcar.
Este brillante cuadro del mundo (abbá sí es el reflejo del pr csu gio Mal alimentados, mal a lojadosy ma l pagados (cuando-lo eran), igno-
de q ue se ha beneficiado esté período de la historia y de la civi lización 'ra ntes de la lengua árabe; exp lotados por los comerciantes y los int er-
mu su lmana, ha sta el pun to ele qu e los hi storiadores posteri or es y los medi arios, constituían un subp roleta riado qu e un .en érg ico insti gador
mu sulmanes actual es la consideran como la «edad de oro» del Isl am . llev ó a la revu elta 5 0 . Este agitado r fu e un per sa, cAlí ibn Muh ammad
Ello pudo se r cierto en determinados dominios. En otros, como la ' a l - ,~ l a wi, que se 'decía descendiente dc CAli; de tendencia jariyí-zaydí',
evo lución política, la segunda mitad del siglo IX su puso, por el con - negaba la legi timidad de todos los califas a partir de Abü .Bak r,
trario, el resquebrajamiento del bello edificio, su hundimiento, su consideraba a los otros musulmanes como infieles y predicaba doc-
ruina: en lrak div er sos movimientos de oposición religio sa , de neto trinas jñri9 íes anarqu ista s. Sublevó a los escl avo s prometiéndol es
carácter social, conmocionaron el califato. Fuera del 1rak, se consti- que «Dios los libra ría de su miserab le condición por su mediación,
Luyeron u,na se rie de cmira tos au tónomos e incluso ,ind ependientes, ql.le los ,con verti ría a su vez en du eños de esclavos y que les daría
"' 'c on o sin autorización del ca lifa. Todo esto conducía a uu fra cciona- grandes riquezas y hermosas 'ma nsiones» (\1) . La revu elta estalló en. 869
mi ento del mundo mu sulmán, lo cual llegaba a ser un hecho consu- ,. en la región de ª!~~~a y alcanzó una con siderabl e amplitud, pu es se
I
mado a comi enzo s del siglo x. Finalmente, los bizantinos, bajo los so- uni eron a ell a . campesin os arruinados del bajo Irak, escl a vos de las
beranos de la dinastía macedonia, toma ría n la- ofensiva y a lcanzarían ciudades, tropas 'negras de l ejército ca lifa l, e incluso tribu s beduinas
éxitos notables ?" , atraídas por la per spectiva de botín. Bien adiestrados por los. solda dos
.\
104 ., 105
negros, los zany se lanza ron a l asalto de las ci udades de l bajo lrak : 2. Los EMIRATOS AUTÓNOJVIOS
Obo llah cayó en ju nio de 870 y fue .sa qucada , Basra en setiembre
de 871; toda la parte sur de 1rak y una parte del sudoeste de 1rán Si estos movimientos pud ieron ll eva rse a cabo' con posibilidades
fu eron oc upadas; Wasi~ fue tomada en 878 y .Ios sub levados llega ron de éxito, fue 'debido a que en otras partes del Im peri o se pro dujeron
incluso a las proximidades de Bagdad . La reacción g ube rna menta l ¡.. también movimientos escisionistas, no por causas de tipo religioso, '
!
se p rodu jo a partir de 881: en 883 la rev uelta hab ía sido sofoca da sino po r razones de ' oportunismo po lítico, o por e l sentim iento de que
y su jefe ej ecutado. EStll revu elta de los zany tuvo graves con secue n- la dependencia re specto a Bagdad ya no ten ía ' raz ón de ser. Estos
cia si pu so de manifiesto 'Ias debi lidades del califato e inc luso estuvo movimientos fu eron obra de mu sulmanes no árabes (y sunníes en
a pun to de provocar su desaparic ión; en efecto, mi en tra s se desarro- lo q ue respecta a los dos prime ros] lo qu e posiblemen te impidió la
llaba esta guerra civil, en el J urá sá n, en el Turquestán y en Egipto reacción armada del gobierno <abbásí.
esta llaron movimientos sepa ratistas , qu e el gobiern o cal ifal se vio' El primero en manifestar su deseo de independencia fue el persa
impotente para combatir corno hub iera qu erido, debi do !I la insurrec- T iih ir, nombrado gobernador del .Jurasán en 820; a l cabo de a lgunos
ción del Sur. años extendió sus poderes sobre Irán oriental y Afganistán, e hizo de
Otra insurrección, dc inspi ración jiiri~í, esta ll ó hacia la . misma . sus territorios un Es ta do .hereditario, qu e simp lemente se limitaba a
época en e l Taburistán, de 864 a 884, encabezada por (J asa n ibn Zayd. r econocer la existencia de un ca lifa ' en Ba gdad. En 873, la dinastía
Aunqu e esta revu elta tuvo un carácter socia l mucho meno s marcado \. táhirí fue sup lan tada por otr a, también ' irania, la de los ~~fHi. ríes, que
qu e la sublevación de los zany-, fu e ta mb ién de carácter comunitario, extendió su au toridad desde el' Seistán hasta la T ra nsoxia nn, antes de
ll egando incluso a la constituci ón de un emirato que, sin emba rg o, ser víctima de una tercera dinastía, la de los sa má nies qu e, en 902, se
duró poco tiempo. hizo dueña de todos los terri tor ios musu lmanes situados al este de
A fines del sig lo IX, se con sti tuyó otro em ira to zuydi en el Yemen , Irán. Esta últ ima dinastía duró más tiempo qu e la s otras; no desapa-
enc a bezado por Yahyá ibn nl-Iju suyn nl-Hádi, uno de los te óricos del reció hasta finales de l siglo x, bajo la presión' de lo s merce narios
zay dismo 111 : esta doctrina dejaba la designación de l imá n a la libre turcos, a los que se hab ía visto ob ligada a recurr ir 1i2.
elección de la comunidad, pero restringía esta elección por co nd iciones E l interés de estos movimientos separatistas orienta les reside, por
inhe rentes a la legi timidad de l poder ; en efecto, reservaba el irnanato una pa rte, en el hech o de que fueron ira n ios y, 'p o r otra, en que, como
JI los desce nd ien tes de Fa tima que lo reiv indicaban por la do'wa y el ta les, contribuyeron a un re torno a tra d iciones políticas, inte lectuales
ri~¿ad, es decir, por la in surrección y las arma s ; el za ydi smo excl uía y cultura les iranias. Fue un intento de l iranismo para volver a crear
u los descendientes de Ha san y de Husa yn, incapaces, según él, de en el O rien te Medio un Im perio que agruparía a todos los territorios
reunir la s condicio nes mond es requeridas ; excl uía u los descendientes iranios, en otro tiempo sasá nidas . Pero estos Estados no contaron con
de cAli por otra esposa q ue no fue ra F átima, y con más razón un los medios del an tig uo Im per io sasánida, y, aunque no fu eron atacados
simp le quraysí. Lo s zaydíes se esci ndieron en varias sectas cuya s por los califas cabbásíes, no pudieron constituir reinos só lidos y duo
. teo rías divergían sobre el Corán, las trad iciones, e l ri tua l y los rade ros .
estatutos .lega les. Más grave fu e la seces ión de Egipto -seguida de la de Siria- ,
Estas revue ltas po nen de manifiesto un profundo descontento en cuyo responsable file el turco Ahmad Ibn Tülún , Nombrado gobe r-
las distintas capas de la población: en tre los humildes, los campesino s nador de Egipto en 8G8, se aseguró la posesió n de Siria a prov echando
na tura lmente, pero ta mb ién entre los insa tisfechos de la política ún a revuelta local. Afianzado su pod er, exigió del ca lifa la Iihre dispo-
religiosa de l califato. Los pa rtidarios de cAli, los sitíes, rechazados sición de las rentas financieras de ambas provincias y el derecho de
al advenimiento de los ' a bbiisíes, no desa parecieron ; por el contrario, gobernarlas a su modo, median te el pago de un trib uto anual y el
trabajaron secretamente para su regreso, y, a principios de l siglo x, reconocimiento de l califa como jefe de la comunidad; una vez con se -
aparecieron dos movimientos a la , lu z. de l dia: los qármatas y los guido este objetivo, convirtió Eg ipto en una .provincia en plena ex -
fátimíes, Ambos contribuyeron a la decadencia del ca lifa to <abhásí pansión mediante la reactivación de las producciones loca les, de la
i .}os seg undos llegaron inc luso a crear un califato, real izando así el industria y el impulso de numerosas construcciones, de la que se vio
sueño de los ~ ic íes desde la muerte de <Ali. be nefic iada en particular Fustá ] don de hizo construir la gran ~e~quita

106 107

L
que lleva su nombr e 63. De hecho, lo que preten día era ser, a su nivel,
un califa en su Estado y para· ello trataba de imitar todo lo que
, se
realiza ba en Bagdad. Quizá pensaba 'llegar más lejos: con 'cl apoyo
de sil ejército de mercenarios turcos apoder arse del califat o. por
su
propia cuenta : Pero la muerte .le sorpre ndió .en 884 puando estaba .'
en
negociaciones con Bagdad para ' tratar de asegur ar su, sucesió
n en
favor de su hijo. Éste, Jymara wayh, era un niño mimado, al que
Bag-
dad no quiso reconocer como 'jefe de Egipto, de ahí que estalla
ra la
guerra y que se. estableciera un acuerdo por treinta' años enlas misma , .
s NOTAS DEL CAPíTULO IV
condiciones que para lbn Tülün . Pero .Jumar awayh fue asesina
do y
a continuación sc abrió un períod o . de anarqu ía que duró más
de : '" ~ :'," , . ",

30 ·años . Al termin ar éste, Egipto se convirtió en una provin cia 1. ' [40], B. LEWIS, Les Arabes dans rhistoire, 'p~gs" 73-74.
sepa- Es ,posible 'q~e en
rada (939) , a ' causa, nuevamente, de la iniciativa de un- turco, . el siglo pasado las ideasTa nzndas por Gobin cau .hubiers n tenido
Mu- cierta In-
hamma d ibn Tug9,' que tomó el título iranio de ijJid, del que' deriva fluencia entre algunos historiadores.
el nombr e de la dinastía i j§idí, . que dirigió los destinos de Egipto 2. [382], ·CL. CAHEN, Points de vue sur la «Révolu tion abbasside»,
R eo, hist.;
hasta la conquista fiitimí en ,969. CCXXX, 1963, págs. 295·338.
Estas dos dinastías .presen tan perfiles diferen tes en relación al 3. [422J, S: MOSCATl, Studi su Abü Muslim. Rend .. Accad. Lincei,
1949-1950.
4. Véase sobre este tema Irene MÉLIKOl"F, Abon 'Moulim, le porte-ha
resto de dinastías iranias de Orient e: de hecho no se trata más che du
quc Khorasan, París. 1962. ,
de episodios aventu reros que únicamente pro speraro n gracias
a · la 5: [31], CH.·A. J ULIEN, Histoire de, l'Afrique du Nord, 2." ed., l.
II, págs. 39-40;
, audacia y al valor de su promo tor. No llegaro n a alcanz ar un [143], H. LAOUST, Schism es..., cap. III, págs. 46·48 y 71-72.
conteo
nido «nacionnlista». Sin embargo, permit ieron revelar las amenaz 6. [111, Ency~l. 'de l'lslam, 2.1\ cd, art . «Baghdad», págs. 922-929 (A.-A.
as DURI) ;
de hundimiento del califato cabba sÍ y cl papel que jugaro n en él [40], B. Lswi s, Les A~ab es tlans I'histoire, pág. 75; [406], IBN ABI
los TAYFUn ,
mercen arios turcos. Duran te ·la segund a ' mitad del siglo IX comen Kitüb Baghclad; [414], Lf: STRANG E. Bc:ghdád during th e Abbassi
zó d caliphate ;
a produc irse el declive del califat o cabbiisí, el cual se confirmaría ple- [445], AL.YAcQUBI• •Le liare des Pays, trad. WIET, págs. 4-30.
.
nam ente cn el siglo x. 7. ' (421), S. MOSCATI, Studi su il califatto di al Mahdi , Orientalia,
1945·1946.
8. [143] , H. LAOUST, Schismes.:., cap. m, pág. ,73 ; [393], S.
D. GOiTEIN, A
turning point in the History of the Musli~ Sta te. lsl, ccu;
XXIII, 1959;
' [441] . G. VAJDA. Les zindiqs en pays d'Islam, R.S .O.• XVII, 1938.
9. . [l3], F. GARnIELI, Les Arabes, pág. 119.
10. [376], F. W. BUCKLER. Harun al-Hashid and Charles the
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_ . civilizacióu musulmana, véase el recient e libro de A. MIQu EI.,
22. [437j. D. So UItllEi.• Le vizirat abbosside. Este libro dispens que desgra-
a de cualqui er ciadame nte uo hemos podido consult ar. Géographes et géogrup
' otra consulta 'y resuelve los probl emas planteados por el visirato. hie humain e
tlans la littérature arabe des origines ti 1050, París, 196B.
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30. Véase más adelant e, segunda parte. cap. 111. págs. 39.71.
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G. FEIlIlANO. 52. [371]. R. BI.ACIIEHE. Un pocte arabe du IV' siécle, al-Mota
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et litres 53. Sobre el derecho musulmán, existen numero sos estudio s. Véase
relatijs cil'Extr éme-Or iellt tlú VJI/' au XVIJI' si/de; [435], también más
J. SAUVAGET, adelante. segunda parte. capítulos 1 y II. De momento señalem
os : [203],
Relation de la Chine et ele l'lnde. J. SCIIACIIT, Origins 01 multamnuulan [urisprtulence ; (204], 1. SCHACHT,
32. [39], A. Il.: LEWIS. Naval power and trade.... págs. 180·182
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. Sobre este pero d' Amoriu m,
'sona je, véase más adelant e, segunda parte, cap. IV. passim ; [52]. G. OSTROGORSKY, Histoire de I'Etat byzantin, págs.
. 38. Véase más adelante , segunda parte, cap. IV. 263.265.
58. [143], H. 'LAOUST. Schismes.... págs. 111-114.
39. [57], CL. CAllEN; en PERROY, Le Moyen. Age, págs. 162.163 59. [57]. CL. CAllEN, en Pr:1I1l0Y. Le Moy en Age, pág. 165:
; cf. tamsbCién [<tú). B. LEWIS.
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40. [57), CL. CAllEN. en PERROY, Le Moyen Age. plÍgs. 99·100 y pago 60. [4Q]. TAIIARI. citado por n. LEWIS. Les Arabes...• pág. 95.
165.
41. Sobr e la iqra', véase más adelante, segunda p~rte, cap. IV. 61. Sobre todo esto. véase [143], H. LAOUST, Sehismes .... pág.
42. (l3] F. GABRIELI, Les Arab es. pág. 146. 135.
, 62. [417], MAC GOVERN. The early empires 01 Central AS,ia;
43. Sobr~ Avicena, uno de los filósc;>fos Ílrabes más conocido, existe TllOLD. Histoire des Tures d'Asie Centrale. págs. 66·69 i [433] ;
(370]. W. BAIt.
una bibhb'o, G. H. SAOI.
grafía abundante. Véase sobre el tema [238], QUADIlI, L.a phil~sop
~ie .ara e. CHI, Les mOllvemenls religieux iraniens aux 11' et
//1' si/~cles.
,plÍgs. 95·121 y 173·197; [392]. A.-M. GOICHON. La pllllosophte 63. ' [400 ] . Z. M. HASSAN. Les Tulunides ; (398). O. GRABAR.
d AVleenne The eoiriage 01
et son influence en Europe. the Tulunids.
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