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TEORICOS
UNIDAD 1- Fundamentos de la clínica psicoanalítica.
La clínica psicoanalítica es una clínica particular, que se centra en la escucha. Su
objeto está ligado a la subjetividad de quien padece y apunta a aliviar el padecimiento
del sujeto. La tarea de psicoanalizar es la tarea de transformación de la problemática
psíquica de un sujeto, en una relación transferencial.
Regla fundamental de la asociación libre.
En el discurrir de la asociación libre, aparecerán rupturas en el discurso. Para ello, es
necesaria la posición de atención parejamente flotante del analista, a efectos de poder
oír más allá de lo que se dice. En este sentido, no es posible saber de antemano qué
dirá el sujeto, pero suponemos que dirá otra cosa diferente a lo que fue su intención
consciente.
El concepto de inconsciente.
Freud plantea como específico del psicoanálisis el inconsciente reprimido. Lo que
caracteriza la disposición de la neurosis es el retorno de lo reprimido. El inconsciente
reprimido contiene básicamente sexualidad infantil (que, además, es el motor de la
represión) y aquello que se produce al final del período de latencia, que es el complejo
de Edipo.
Toda la sexualidad infantil hasta el complejo de Edipo quedará reprimida por la
Represión Primaria; esto es lo que después se llama complejo nuclear de la neurosis.
El Edipo queda sepultado, y después juega un papel de polo atractor de todo lo que
hay que reprimir a posteriori, como una especie de imán que atrae todo hacia sí.
El inconsciente no es un lugar, es una hipótesis, una suposición que se infiere a partir
de los datos de la experiencia.
Características del inconsciente.
Se rige por el proceso primario. La energía fluye libremente sin tener trabas para pasar
de una representación a otra; por eso se desplaza y se condensa con facilidad.
Los contenidos son representantes de pulsiones. En el proceso secundario todo
cambia. La energía va a ser ligada, ya no es libre. La satisfacción es aplazada, se guía
por el principio del placer, pero hay cierta posibilidad de amenazar esto. En el proceso
secundario hay atención, juicio, razonamiento, acción controlada; lo que busca es la
identidad de pensamiento, no ya identidad de percepción como en el proceso primario.
El proceso secundario solo es posible por la construcción del Yo.
3 fases de la represión.
1. Fijación: una pulsión o componente pulsional no recorre el desarrollo previsto como
normal y, a consecuencia de esa inhibición del desarrollo, permanece en un estadio
más infantil. En tales fijaciones de las pulsiones reside la predisposición a enfermar.
2. Represión propiamente dicha: proceso activo. Contenidos reprimidos a los cuales
se les niega el acceso a la consciencia por acción de esta represión propiamente dicha
3. Fracaso de la represión: irrupción, retorno de lo reprimido. Tal irrupción se
produce desde el lugar de la fijación y tiene por contenido una regresión del desarrollo
libidinal hasta ese lugar.
El acontecer clínico.
La clínica psicoanalítica tiene particularidades que otras clínicas no tienen; por
ejemplo, en el sentido de que la clínica psicoanalítica no es la aplicación de
una teoría.
No hay práctica sin teoría, pero la clínica no es la simple y sencilla aplicación de una
teoría. En la clínica se busca escuchar al paciente que viene, escucharlo en su
singularidad, en su particularidad.
El acontecer clínico no puede ser previsto, no sabemos qué es lo que va a ocurrir.
Podemos crear condiciones, pero no podemos asegurar que haya interpretaciones o
construcciones en cada sesión.
Las sesiones tienen un orden y lo que las ordena es el método psicoanalítico. El
método es la expresión de la teoría; el instrumento es el método, no la teoría. El
conocimiento teórico debe estar ausente en la sesión. La clínica no
se reduce a la aplicación de la teoría.
En las sesiones se debe estar "sin memoria y sin deseo". Sin memoria, porque
cada sesión no es una continuación de la anterior. Sin deseo, es decir, sin desear que
algo ocurra. Dejar ocurrir, sostener lo que pase; el acontecer clínico no puede ser
previsto. En algún momento eso que está pasando va a adquirir significación.
Esto está relacionado a la abstinencia del analista como condición de la
aplicación del método.
Abstinencia.
Relacionado al concepto de Transferencia.
Que la relación sea transferencial, lo que implica dejar subsistir necesidad y añoranza,
como fuerzas que mueven el trabajo, a las que hay dejar "pulsionar". Significa no
obturar con deseos propios, dejar que ocurra algo en la clínica. Implica entrar en las
sesiones "sin memoria y sin deseo".
Sin memoria: una sesión no es continuación de la anterior.
Sin deseo: sin esperar que nada ocurra.
Dejar que ocurra, dejar que se despliegue, no obturarlo con deseos de que
ocurra algo que el analista busca
PRACTICOS
UNIDAD 1: Diferencias entre Psicoanálisis y Psicoterapias.
Galende realiza una distinción entre psicoanálisis y psicoterapias, respecto a
diferentes puntos.
Las intervenciones.
En psicoanálisis, responden a interrogar, señalar, interpretar. Tienen relación exclusiva
con la palabra del paciente.
En las psicoterapias, son en relación a consejos al paciente o respuestas a
demandas. en general, son previstas y programadas.
El síntoma.
En psicoanálisis, se centra en lo que produjo el conflicto, en el sentido del síntoma, en
su relación con la historia del sujeto. El síntoma se disuelve"por añadidura", por
develar esa verdad. El proceso diagnóstico. La escucha analítica del psicoanálisis es
diferente a la de las psicoterapias. La escucha analítica apunta “por añadidura” a tratar
el síntoma por medio de la investigación inconciente.
El psicoanálisis tiene dos aspectos:
Es una exploración del inconsciente.
Por la vía de esta exploración se pueden modificar los síntomas.
En psicoanálisis, se curan los síntomas por medio de esta
exploración del inconsciente. Esta es la diferencia central con
otras psicoterapias.
En las psicoterapias, se propone la resolución del síntoma y en eso basan
su eficacia.
Concepción del sujeto.
El psicoanálisis toma al sujeto como dividido.
Las psicoterapias tienden a la unidad del sujeto, de adaptación y equilibrio.
Demanda.
El psicoanálisis interroga la demanda, no responde a la misma, no la satisface. Una de
sus reglas es, justamente, la abstinencia. Que la relación sea transferencial, lo que
implica dejar subsistir necesidad y añoranza, como fuerzas que mueven el trabajo, a
las que hay dejar que ocurra, dejar que se despliegue, no obturarlo con deseos de
que ocurra algo que el analista busca.
Las psicoterapias responden a la demanda del paciente y utilizan a la
persona del terapeuta para la cura.
Posición del analista
En el psicoanálisis, se interroga el saber del paciente, evitando una acción
pedagógica. Sujeto Supuesto Saber. Fundamentos de la clínica
psicoanalítica,la acción del analista consiste en guiarlo mediante la asociación libre.
Es una acción de guía. No es función del analista proponer ideales o
buscar que se logre una adaptación o adecuación al deseo del propio
analista. No se busca la manipulación, hay que respetar el deseo y la
particularidad de quien consulta.
En las psicoterapias, el psicólogo hace uso de su saber y experiencia,
como una acción pedagógica con el paciente
UNIDAD 2: El proceso diagnostico
Como para Freud los pacientes psicóticos no podían ser tratados con el
psicoanálisis, le resulta importante la realización de entrevistas preliminares
para lograr llegar a un diagnóstico, que determinará si el paciente es
analizable y puede realizarse el tratamiento.
Uno de los consejos que Freud le propone al analista es, justamente, un
"período de prueba" para tomar conocimiento del caso y decidir si el paciente
es apto para el psicoanálisis, con una motivación diagnóstica.
El diagnóstico en Psicoanálisis - recorrido (Rubinstein).
El diagnóstico en la psiquiatría clásica.
Hace mención al valor que tuvo el intento de "poner orden" a los
fenómenos por parte de la psiquiatría clásica, destacando la riqueza de las
descripciones fenoménicas y las clasificaciones; al mismo tiempo, refiere
que la psiquiatría produce un modo de pensar en categorías universales.
El diagnóstico como saber. Cada teoría recorta el campo particular de los fenómenos
clínicos de un modo diferente; para una puede ser una estructura borderline, para otra
una estructura narcisista y para otra una neurosis grave.
El diagnóstico en psicoanálisis.
En psicoanálisis, el diagnóstico de un sujeto es un diagnóstico producido
en transferencia, que da cuenta de la posición del sujeto en la estructura.
Se trata de construir un saber que permite ordenar y penetrar en la
complejidad de lo real. Están las diferentes estructuras y diferenciarlas es
sumamente importante, pero eso no nos dice nada acerca de ese sujeto, ni
de sus significantes particulares, ni de sus marcas, ni de sus fantasmas.
Freud, además de crear una clasificación nosográfica, se preguntó por las
condiciones de producción de cada patología y de los mecanismos
universales; se propuso así, discernir entre las diferentes formas de
funcionamiento, estando atento a la singularidad.
Lacan destaca la importancia del diagnóstico de la estructura; se lo
consideró decisivo para encarar la dirección de la cura y diferenciar la
neurosis de una pre-psicosis, evitando producir un desencadenamiento.
Dificultades diagnósticas.
Freud planteó la necesidad de realizar un tratamiento de ensayo para
tomar conocimiento del caso y decidir si el sujeto es apto para el análisis
o no. Primeras entrevistas.
No se tratará de hacer una clasificación de superficie, sino de penetrar en
la trama de relaciones, en la posición del sujeto en la estructura. Esto no
siempre puede establecerse de entrada
La importancia del diagnóstico
El diagnóstico es absolutamente necesario, para saber si la persona que se
nos presenta puede beneficiarse o no de un tratamiento analítico.
Para Freud, los pacientes psicóticos no son analizables, porque no puede
establecerse la transferencia; no es así para los pos-freudianos y para la
escuela lacaniana. La responsabilidad de las decisiones implica en algunas
circunstancias la derivación a un psiquiatra para evaluar la necesidad de tratamiento
farmacológico
Diagnosticar como hacer entrar lo singular en lo general.
Para la psiquiatría, hacer un diagnóstico implica hacer entrar el caso singular
en una especie mucho más general. No se buscan las huellas del sujeto en un
síntoma en psiquiatría, no se busca el caso por caso, no se busca la
singularidad de un sujeto, sino las huella de la enfermedad. Implica hacer
entrar un caso singular en lo general
Esa transferencia que estalla como resistencia nos marca su proximidad. Sin
que ocurran estos fenómenos tampoco habría análisis. Es un fenómeno que
Transferencia, se repite innumerables veces a lo largo de un análisis, cada vez
que ese fenómeno se repite hay que hacer el trabajo de despegar al analista
del lugar en el que fue puesto.
Entonces, lo que Freud dice es que uno puede intentar despegar al analista de
ese lugar en el que fue puesto, tratando de reconducir esa transferencia a la
situación o al tiempo que le corresponde. Es lo mismo que decir: reconducir la
repetición al recuerdo.
UNIDAD 6 y 7 COMPULSION DE REPETICION
Lo que no ha sido olvidado no es posible de recuerdo; no podemos pensar que el
paciente viene recordando. Su forma de recordar a veces es la repetición. Se trata de
un episodio actual que se va a reeditar en la transferencia.
La transferencia es entonces una pieza de repetición. El analista como un lugar
vacante para que algo se enlace en él. No solo lo vemos en el análisis, sino también
en todos los ámbitos de la vida.
Luego, Freud hablará de la diferencia entre olvido y recuerdo. Hablará de la
idea de que se olvida menos de lo que uno cree; aquello que queda reprimido
tiene efectos y de alguna manera se hace presente. Se hace presente en los
recuerdos encubridores, en los sueños, en las fantasías. El olvido es represión pero lo
que está reprimido no se olvida jamás, sino que se hace presente bajo otras formas.
Para que pueda ser olvidado debe hacerse consciente y seguir el desgaste natural de
los recuerdos. La reelaboración es algo que le cuesta mucho al paciente, pero es
justamente aquello que provoca el mayor efecto de alteración, de modificación
subjetiva para el paciente.
A modo de cierre, podemos pensar que en “Recordar, repetir, reelaborar”
Freud piensa que es a través de la escena transferencial (y lo que del pasaje
por el Complejo de Edipo se repite allí) que vía las interpretaciones el analista
logrará relanzar el surgimiento del recuerdo en el paciente. Así, la
compulsión de repetición hasta aquí es repetición de lo reprimido.
PRACTICO B
UNIDAD 1: PSIQUIATRIA Y PSICOANALISIS
Neurosis:
Las neurosis de transferencia se caracterizan porque el yo no quiere dar
trámite a una moción pulsional del ello, y el yo se defiende de aquella
mediante el mecanismo de la represión; lo reprimido se vuelve contra ese
destino y se procura una formación de compromiso, que se le impone al
yo; el síntoma. El yo encuentra en el síntoma un intruso, y prosigue la lucha
contra él tal como se había defendido de la lucha pulsional originaria.
En la neurosis, el yo, en vasallaje a la realidad, sofoca un fragmento del
ello (vida pulsional) mientras que en la psicosis ese mismo yo, al servicio
del ello, se retira de un fragmento de la realidad. Por lo tanto, lo decisivo
para la neurosis sería la hiperpotencia del influjo de la realidad, y para la
psicosis la hiperpotencia del ello. La neurosis se conforma con evitar el fragmento de
la realidad correspondiente y protegerse del encuentro contra él. Sin embargo, en la
neurosis no faltan intentos de sustituir la realidad indeseada por otra más
acorde al deseo, la posibilidad de esto dada en la fantasía.
Psicosis:
En la forma de la psicosis conocida como esquizofrenia, se sabe que
tiende a desembocar en la apatía efectiva, la pérdida de toda
participación en el mundo exterior. El delirio se presenta como un parche
colocado en el lugar donde originalmente se produjo una desgarradura
en el vínculo del yo con el mundo exterior; los fenómenos del proceso
patógeno a menudo están ocultos por los de un intento de curación o
reconstrucción.
Conflicto en la neurosis: entre el yo y el ello (bajo el influjo de la
realidad), por una representación incociliable, la génesis es la frustración de deseos
infantiles. Desencadenamiento: el retorno de lo reprimido, y por lo tanto la creación
del síntoma, retracción de la libido, se quita el afecto va a la fantasia.
Conflicto en la psicosis: entre el Yo y el mundo exterior
(bajo el influjo del ello), es avasallado el Yo, pierde la realidad. Desencadenamiento:
se retorna la libido del mundo exterior y surge el síntoma, momento de brote, al
retornar la libido al Yo.
En el resultado final, la neurosis se evita un fragmento de la realidad,
mientras que en la psicosis se lo reconstruye. En la psicosis, a la huida inicial
sigue una fase activa de reconstrucción, mientras que en la neurosis la
obediencia inicial es seguida por intento de huida. La neurosis no desmiente
la realidad sino que se limita a no querer saber nada de ella; la psicosis la
desmiente y procura sustituirla
Contratransferencia
Freud decía que el analista debía mantenerse en abstinencia y neutralidad, por ende
si en el analista se suscitaba algo como producto del análisis de determinado paciente
debiera trabajarlo en su propio análisis, para reducirlo. Freud pensaba así a la
contratransferencia como obstáculo a ser superado. Decía que la contratransferencia
se instala en el medico por el influjo que el paciente ejerce sobre su sentir inconciente.
En “Consejos al médico”, escribe sobre el determinismo inconciente, donde el analista
debe volver hacia el inconciente emisor del enfermo su propio inconciente como
órgano receptor, acomodarse al analizado como el auricular del teléfono se acomoda
al micrófono. Aquí se podría decir que marca que la contratransferencia sería algo
posible de emerger, en este diálogo de “inconciente a inconciente”.
En ese mismo texto, hablando de las reglas del método, Freud dice que hay que dejar
subsistir necesidad y añoranza, no sofocar ni corresponder a los sentimientos del
analizado, es decir mantenerse en abstinencia y neutralidad. Pero eso no desconoce
que puedan despertarse sentimientos en el medico producto del proceso de análisis.
Agrega, que si se correspondiesen sería una batalla ganada para el paciente y perdida
para la cura. . Por esta razón es de vital importancia que el analista emprenda su
propio trabajo de análisis personal.
Sin embargo no todos concuerdan con dicha proposición. Tal es el ejemplo de Rafael
Paz, quien propone utilizar la contratransferencia como instrumento. En lugar de
desestimar los contenidos contratransferenciales dice que hay que trabajarlos,
justificando que al producirse en el campo transferencial probablemente vengan a
traernos información importante sobre el caso que es capatada por nosotros de
manera inconciente. La misma entonces aparecerá como indicio que requiere
contención y elaboración por parte del analísta.