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Universidad de Buenos Aires

Facultad de Psicología

Usos del síntoma


(Materia electiva)

Parcial domiciliario
Segundo cuatrimestre de 2019

Catedra Lombardi
Comisión N° 2
Docente: Marcelo, Mazzuca

Alumno: Ariel, Spina


L.U: 303829140
Email: arielspina-psico@hotmail.com

Fecha de entrega: lunes 4 de noviembre de 2019

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Para Freud (1925) el síntoma es indicio y sustituto de una satisfacción pulsional
interceptada, es un resultado del proceso represivo. “Mediante la represión, el yo
consigue coartar el devenir consciente de la representación que era la portadora de la
moción desagradable. El análisis demuestra a menudo que esta se ha conservado como
formación inconsciente.” (Freud, pág. 87) Más adelante agrega, una vez que el síntoma
está instalado y no puede ser eliminado, el yo trata de sacarle la máxima ventaja posible.
Puede ocurrir que la existencia del síntoma estorbe en alguna medida la capacidad de
rendimiento y así permita apaciguar una demanda del superyó o rechazar una exigencia
del mundo exterior. Así el síntoma es encargado poco a poco de subrogar importantes
intereses, cobra un valor para la afirmación de si, se fusiona cada vez más con el yo, se
vuelve cada vez más indispensable para este. Además, el síntoma posee un sentido
(mínimo dos) que reside en un vínculo con el vivenciar del enfermo, la tarea del analista
es descubrir para una idea sin sentido y una acción carente de fin, aquella situación del
pasado en que la idea estaba justificada y la acción respondía a un fin. El sujeto necesita
grandes cantidades de energía para mantener a su síntoma bien instalado y lo cuidará
como su tesoro más preciado, se podrá quejar de él, pero al mismo tiempo no querrá
abandonarlo. Freud recomienda indagar cada caso singular de formación de síntoma,
ya que este, se puede decir, es lo que no hace masa, es lo más singular de cada sujeto,
solo el tratamiento psicoanalítico toma en cuenta y direcciona la cura a través del camino
del síntoma (de forma inversa) busca la causa del mismo, para hacer consciente lo
inconsciente y lograr un cambio de posición subjetiva en el paciente. En psicoanálisis y
medicina, Lacan dice: “Cuando el enfermo es remitido al médico no se puede decir de
el que espera la curación, vienen a veces a demandarnos que lo autentifiquemos como
enfermo, viene muchas veces para demandar que se lo preserve en su enfermedad,
que lo traten del modo que le conviene a él, lo que le permitirá seguir siendo un enfermo
bien instalado en su enfermedad.” (Lacan, 1966, Pag 91) Para Lacan hay una estructura
de la falla entre la demanda y el deseo, un sujeto puede demandar que se lo cure, pero
puede estar deseando todo lo contrario, la dimensión ética dice Lacan es aquella que
se extiende en la dirección del goce, en todo tratamiento psicoanalítico tenemos la
demanda del enfermo y el goce del cuerpo. La función del analista esta sostenida en un
no saber, esta tendera a la producción de un discurso, en tanto involucra a la función de
la falta. La diferencia más notable de la terapia psicoanalítica con otras terapéuticas
radica en que no está orientada hacia el descubrimiento y la cura de una deficiencia
“instrumental”, ni responde a nivel del fenómeno manifiesto del síntoma angustia de los
padres, ni con medidas terapéuticas correctoras, reeducativas que funcionan como
aparato ortopédico, externas y ajenas al sujeto que sufre, lo que le importa al
psicoanálisis es lo que el síntoma significa para el que con tal o cual conducta, actualiza
el sentido fundamental de su dinámica y las posibilidades de futuro que, para este sujeto,
el presente prepara, preserva o compromete, el psicoanálisis no clasifica y su
intervención no apunta a disciplinarlo, el análisis no se propone curar el síntoma, sino
curar con el síntoma. “No se trata de utilitarismo, de operar con el síntoma como si fuese
un recurso técnico con el cual conseguir efectos terapéuticos, sino de una implicación
ética que prejuzga al síntoma como parte inherente del ser que habla y por ende
ineliminable.” (Lombardi, 2015 pág. 102). En el análisis se busca siempre el origen del
malestar, para ello se vale de la técnica de asociación libre y la escucha particular para
ayudar al paciente a reconocer los aspectos de sí mismo que han sido velados y así sea
el paciente mismo quien pueda dar solución a lo que le aqueja, a eso que le brinda
satisfacción, pero también sufrimiento.

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2) Para su realización tomare el caso juan (por Gonzalo, López), a partir de la
noción de síntoma y lo articulare con el eje de la interpretación. El psicoanálisis
dice que no puede no haber síntoma, este es indicio y sustituto de una satisfacción
pulsional, Freud llego a decir que es la practica sexual de los enfermos, Lacan dirá que
es la forma de gozar del inconsciente que cada uno tiene. Hace 7 años, Juan llego a mi
consultorio derivado por un psiquiatra para tratar desde el campo de la psicología sus
ataques de pánico. En las primeras sesiones, pude observar que aquello a lo que Juan
se refería en plural cuando decía “mis ataques de pánico” no había sido más que un
único episodio, que sin embargo dejo, la “gran preocupación” por no olvidarse las
pastillas que el psiquiatra le receto. Puede ocurrir que la existencia del síntoma estorbe
en alguna medida la capacidad de rendimiento y así permita apaciguar una demanda
del superyó, esto mismo se puede observar en este paciente, en donde se exige mucho
a si mismo en distintos asuntos de su vida cotidiana. Esta preocupación comenzó a
afectar su vida laboral, familiar y social, el mismo Juan decía al respecto que se había
transformado en una persona distraída, las primeras sesiones transcurrieron de esta
manera, Juan contando su preocupación por las pastillas, el síntoma requiere de mucho
gasto de energía para mantenerse bien instalado, Juan cuenta que fue educado de
chiquito bajo la exigencia de “ser el mejor” en la escuela y en todos los ámbitos en que
se desarrollara, al comienzo de su adolescencia ya había internalizado este mandato de
manera rotunda, se refirió a sus grandes hazañas en el campo laboral que lo llevaban
cada vez a cumplir con su ideal paterno. Se ve como el síntoma cobra un valor para la
afirmación de si, se fusiona cada vez más con el yo y se vuelva cada vez más
indispensable y el sujeto trata de sacarle un beneficio secundario. En pleno trabajo
rememorativo, apareció la relación con su mujer y sus hijas, respecto de estas últimas
creyó cumplir con su mandato de “ser el mejor” pero no sucedía lo mismo en la relación
con su mujer de quien se quejaba diciendo, “nada la conforma” y cuenta que es
eyaculador precoz pero que eso no significa ningún problema para él ya que cuando
tiene sexo con su mujer se preocupa especialmente de la satisfacción de ella, al punto
de realizar 2 actos sexuales y es por eso que no sabe porque su mujer le pidió que lo
cuente, ¿Cuál es el problema? Dice Juan y el analista interviene devolviéndole la
pregunta ¿y porque crees que te dijo que me cuentes como si fuera un problema? Juan
contesta: ¡y…ella nunca se conforma con nada, me tiene cansado! Al analista le parece
reconocer nuevamente la coartada de la hazaña (como repetición significante) en los 2
actos sexuales, en ese “sacrificio” que vela la pregunta por el deseo, dice lacan que
cuando el enfermo es remitido al médico no se puede decir que el espera la curación,
viene a veces a demandarnos que lo autentifiquemos como enfermo, que lo
preservemos en su enfermedad. Juan continuo su tratamiento quejándose de su mujer,
pero sin implicarse el, en este malestar, en una sesión dice: “estuve pensando y no creo
que haya que separarse entre mi responsabilidad y la de ella. Yo estoy seguro de que
no tengo responsabilidad y si la pareja está mal es por las actitudes de ella.” Al analista
le llama la atención la frase “mal construida” que en lugar de “separar” decía “separarse”,
el analista interviene devolviéndole la frase que el mismo pronuncio: “no creo que haya
que separarse”.

“Por un lado la interpretación analítica no persigue anular la lectura del analizante ni


llevarlo a obrar de alguna forma determinada, esta persigue provocar su trabajo, incitar
el despliegue de sus lecturas fantasmáticas bajo la forma del recordar o el actuar. Por
otro lado, el significante intruso de la intervención que representa al analista queda

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cedido al analizante para que ahora lo represente a el de la forma que sea.” (López,
2018, pág. 51). Juan acuso su propio fallido, después de tanto tiempo (casi 4 años) era
el primer efecto del inconsciente en análisis. “ Aun cuando su palabra intervenga y
admitiendo que su persona le da soporte mediante la transferencia, la táctica de la
interpretación siempre quedara condicionada en sus efectos por la política de la cura,
esa en la cual el analista interviene con lo que puede aportar, de su propio y por
momentos inestable, ser de deseo.”(Mazzuca, 2018 pág. 120) Más adelante se separa
de su mujer, vuelve a juntarse y finalmente se vuelve a separar, conoce otras mujeres,
pero lo dejan frustrado, hasta que se pone de novio con una chica, aunque con
momentos de angustia en esta relación actual. El psicoanálisis busca siempre el origen
del síntoma, a través de la asociación libre y una escucha particular para ayudar al
paciente a reconocer los aspectos de sí mismo que han sido velados y así pueda el
paciente mismo dar solución a lo que le aqueja, hacer otro uso del síntoma, saber hacer
con él, se puede leer (en este recorte clínico) que trata de lograr esto su analista. Juan
deja de quejarse y trae sueños al análisis, uno de ellos dice: “soñé que jugaba al rugby
en un lugar chiquito, era muy fácil hacer el try, por eso el primer try no valía, había que
hacer un segundo try para que el punto contara.” Al analista obviamente le vino a su
conciencia el recuerdo de los 2 actos sexuales pero se contuvo de decirlo y le pidió
asociaciones, así fue que Juan conto que de chico era muy individualista, no jugaba
mucho en equipo, no paraba de hablar de la sensación de éxtasis que le producía hacer
un try, recibe la intervención: “me imagino la sensación, es como una…” “hazaña”
contesta Juan antes de que el analista termine la frase. Anota Mazzuca (2016) “Lo que
se revela en la sincronía de la estructura del sueño por obra de la interpretación, indica
al mismo tiempo la diacronía de una secuencia en la que se reconoce una dirección: del
discurso inconsciente no esclarecido hasta un inconsciente esclarecido por el análisis,
pasando por la histerización del discurso de un sueño-síntoma, en todas sus etapas la
interpretación consiste en tomar (interpretar, maniobrar, cortar) el deseo a la letra,
siendo su operador central, el deseo del analista “. A la siguiente sesión Juan cuenta
que se quedó pensando en eso de la “hazaña” y que considera que el concretar
hazañas es su modus operandi en la vida, aquí se puede ver el efecto de la
interpretación del analista, en como se hizo consciente aquello que hasta el momento
estaba siendo inconsciente, produciendo un cambio de posición subjetiva en el paciente,
así el analista abrió el campo del deseo, planto la semilla del sentido sujetando el sentido
a un significante identitario en este caso “hazaña” para Juan y lo puso a trabajar a través
del discurso deseante (participación activa).”Podría decirse, siguiendo una metáfora de
lacan, que una cura consiste en desgastar la tela del sentido hasta producir los agujeros
convenientes y señalar que el sentido se ausenta cuando los registros del cuerpo y del
lenguaje (imaginario y simbólico) calzan en lo real del viviente, es decir cuando de la
relación sexual se trata.” (Mazzuca,2018, pág. 151) Dice Juan: “Todo lo que hice, todo
lo que logre, fue gracias a un cumulo de hazañas. Resolver los temas más difíciles,
bancar solo a mi familia, recibirme a los 23, en definitiva, ser el mejor en todo.” Y ya en
su última sesión, Juan no sabe de que hablar y no quiere repetir siempre lo mismo y el
analista le pregunta ¿a qué te referís con “siempre lo mismo”? y dice que es el tema de
la sexualidad, ya están apareciendo ciertos malestares y angustias inevitables para todo
aquel que inicia el camino de la asociación libre. En pocas palabras, la brújula de la
resistencia indica que la dirección de la cura ha tenido el camino correcto. Se llega así
al final de análisis, en donde tanto el paciente como el analista saben que ya se
manifestó lo inanalizable y también lo incurable en todo tratamiento psicoanalítico

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Bibliografía

Freud, S (1905) “Tres ensayos de teoría sexual”


Freud, S (1911) “El uso de la interpretación de los sueños en el psicoanálisis”
Freud, S (1916-1918) Conferencia 17: “El sentido de los síntomas.”
Freud, S (1916-1918) Conferencia 23: “Los caminos de la formación de síntoma.”
Freud, S (1925-1926) “Inhibición, síntoma y angustia”
Lacan, J (1958) “La dirección de la cura y los principios de su poder.”, Capitulo V, Puntos
13, 15, 16 y 17
Lacan, J (1966): “Intervenciones y textos”. Psicoanálisis y medicina
Lombardi y otros (2015) Como hacer cosas con tu síntoma: “más allá de los ideales del
analista” Editorial: Letra viva, Buenos Aires.
López, G y otros (2018) “Las informaciones del inconsciente.” editorial: La cebra, Buenos
Aires
Mazzuca, M y otros (2018) Usos del analista: “Conceptos fundamentales de la clínica
psicoanalítica.” Editorial: Letra viva, Buenos Aires
Mazzuca, M (2016) Usos de síntoma: “El carnicero del deseo.” Artículo de catedra
Módulo de casos clínicos (Usos del síntoma-Lombardi)

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