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TRABAJO SOCIAL Y DESARROLLO DE LA

INFANCIA
TRABAJO SOCIAL PARA LA INFANCIA
TRABAJO SOCIAL Y DESARROLLO DE LA INFANCIA
TRABAJO SOCIAL PARA LA INFANCIA

Trabajo Social y Desarrollo de la Infancia / Trabajo Social para la Infancia 2


Trabajo Social y Desarrollo de la Infancia / Trabajo Social para la Infancia 3
ESCUELA DE DESARROLLO SOCIAL

Jefa Nacional de Especialidad / Sandra Pulgar Carriel

ELABORACIÓN

Experto disciplinar / María Vásquez

Diseñador instruccional / Rodrigo Rubio

VALIDACIÓN PEDAGÓGICA

Jefa de diseño instruccional y multimedia / Alejandra San Juan Reyes

Experto disciplinar / Daniella Lobos

DISEÑO DOCUMENTO

Didactic

Trabajo Social y Desarrollo de la Infancia / Trabajo Social para la Infancia 4


Contenido
APRENDIZAJE ESPERADO DE LA SEMANA:.....................................................................................................6
1. DIMENSIÓN PSICOLÓGICA DEL DESARROLLO DE LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA .............6
1.1. De los 0 a los 2 años ............................................................................................................... 7
1.2. De los 2 a los 6 años ............................................................................................................... 7
1.3. De los 6 a los 12 años ............................................................................................................. 7
1.4. Adolescencia .......................................................................................................................... 8
2. EL AUTOCONCEPTO, AUTOESTIMA, IDENTIDAD, TRANSICIÓN DE LA NIÑEZ A LA
ADOLESCENCIA ...................................................................................................................................................... 10
2.1. Autoconcepto ...................................................................................................................... 10
2.2. Autoestima........................................................................................................................... 11
2.3. Identidad .............................................................................................................................. 12
3. DIMENSIÓN SOCIAL DEL DESARROLLO DE LA INFANCIA Y ADOLESCENCIA ........................ 14
3.1. Desde el nacimiento a los 2 años......................................................................................... 14
3.2. Desde los 2 a los 6 años ....................................................................................................... 14
3.3. Desde los 6 a los 12 años ..................................................................................................... 14
3.4. Adolescencia ........................................................................................................................ 15
4. LA CULTURA, EL AMBIENTE FAMILIAR, EL GRUPO DE PARES ....................................................... 16
4.1. Importancia del ambiente familiar en el desarrollo de los NNA ......................................... 17
4.2. NNA y su grupo de pares ..................................................................................................... 17
5. INDICADORES DE RIESGO PSICOSOCIAL EN NNA ........................................................................... 19
6. DIMENSIÓN JURÍDICA DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA ................................................... 22
7. ENFOQUE DE DERECHOS, FACTORES PROTECTORES.................................................................... 23
IDEAS CLAVES......................................................................................................................................................... 25
CONCLUSIONES .................................................................................................................................................... 26
BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................................................... 26

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APRENDIZAJE ESPERADO DE LA SEMANA:
Relacionan dimensiones psicosociales y jurídicas de infancia y adolescencia, en función de
intervención social con NNA.

1. DIMENSIÓN PSICOLÓGICA DEL DESARROLLO DE LA


INFANCIA Y ADOLESCENCIA

Durante la primera unidad pudimos conocer, desde el punto de vista conceptual y empírico,
en qué consiste y qué caracteriza la etapa de infancia y adolescencia, además de qué
elementos son considerados e intervenidos en el contexto chileno.

En esta segunda unidad, desarrollaremos temáticas y contenidos que nos permitan conocer y
comprender el proceso de intervención social con NNA.

Para ello recordaremos, que reconocemos a la infancia y adolescencia como una etapa propia
del ciclo vital de un ser humano, y que desde la psicología del desarrollo esta etapa está
compuesta de cambios significativos los cuales se pueden clasificar en diversas dimensiones,
tales como la biológica, cognitiva y socioemocional, las que se encuentran interrelacionadas.

En la dimensión biológica, se encuentran los cambios asociados a la naturaleza física del


individuo, como el peso, la estatura, habilidades motoras, desarrollo de órganos del cuerpo,
cambios hormonales, entre otros.

En la dimensión cognitiva, se encuentran los cambios asociados al desarrollo cognitivo como el


lenguaje, la memoria, la atención y el pensamiento.

Finalmente, en la dimensión socioemocional, encontramos los cambios asociados a las


relaciones con otras personas, cambios en la estructura de personalidad y emocionales.

Los cambios en esta etapa pueden ser de carácter cuantitativo, como la cantidad o nivel que la
persona adquiere en esta etapa y también cualitativo, lo que se refiere a la calidad de las
capacidades que se adquieren.

Los cambios cuantitativos son posibles de observar y medir, lo que se complejiza en los
cambios cualitativos, por ello se han realizado numerosos estudios los cuales refieren
características y componentes generales o esperables dentro de la etapa, pero considerando la
subjetividad en el desarrollo de cada persona.

Ahora revisaremos los principales cambios y características en el desarrollo de la dimensión


psicológica en la infancia y adolescencia.

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1.1. De los 0 a los 2 años

En este periodo el desarrollo psicológico se presenta a través de los sentidos, donde los niños
y niñas se encuentran con mayor fuerza centrados en la adquisición de experiencias y
conocimientos, en general los sentidos del gusto, olfato y tacto se desarrollan como en la vida
adulta, solo la visión se demora un poco más en alcanzar el desarrollo pleno. Al actuar de
forma más intensa el desarrollo de los sentidos, el apego a la madre y o el padre es uno de los
procesos psicológicos más relevantes y significativos en el crecimiento posterior. La capacidad
de atención y memoria están presentes, aunque más breve y débil que en etapas posteriores.

Uno de los estímulos más relevantes para el niño y niña en esta etapa es el rostro humano,
seleccionado información que le permite desarrollar el conocimiento. Los recuerdos y la
memoria durante el primer año de vida, es más fugaz, pero el recuerdo de acciones es más
permanente

El lenguaje más coordinado y coherente comienza a aparecer a los 24 meses.

1.2. De los 2 a los 6 años

Aquí el crecimiento es un poco más lento y gradual que en el periodo anteriormente descrito,
y hay más evidencia en los cambios físicos que psicológicos. Aun cuando es posible evidenciar
mayor maduración en las capacidades cognitivas con mayor control de sus acciones y
pensamiento.

La atención va madurando y con ello hay más regulación de los impulsos, se comienzan a
desarrollar tareas de manera más atencional, lo que permite el inicio de la educación formal.

La memoria también adquiere mayor precisión, contando con más recuerdos, a través de
ejemplos y orientación. Ya para los 6 años se es capaz de recordar de forma intencionada
información relevante, contando además con un lenguaje mucho más completo y
comprensible.

1.3. De los 6 a los 12 años

Este periodo también se conoce como la segunda infancia, es un periodo más tranquilo en
términos de los cambios en comparación con las etapas anteriores.

El desarrollo cognitivo es más rápido y automático, observando ya una capacidad para resolver
problemas. Hay mayor tiempo de atención en las tareas y trabajar la espera.

La motivación es más evidente y por ello comienza a seleccionar aquello que desea o le atrae,
en el aprendizaje. Hay mayor control en los procesos de memoria recordando errores y con

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mayor capacidad de memoria. Desde los siete años ya comienza a generar estrategias propias
para memorizar, observando diversos niveles de rendimiento en el ámbito escolar.

Junto con la amplitud en el lenguaje también hay un mayor desarrollo gramatical y comienza a
entablar conversaciones de forma más hábil, diferenciando estas conversaciones de acuerdo
con las personas con quienes las realiza.

1.4. Adolescencia

Esta es considerada como un periodo de transición, y abarca desde el final de la infancia hasta
el inicio de la edad adulta, su característica principal es la búsqueda e identificación con
nuevos roles sociales.

Esta etapa se suele subdividir en tres periodos; preadolescencia entre los 12 y 14 años,
adolescencia de 14 a 18 años y adolescencia tardía de 18 a 20 años. Aunque para efectos
legales y normativos en nuestro país luego de los 18 años se considera como etapa adulta.

Aquí la principal característica de la dimensión psicológica es la búsqueda de la independencia


de los padres, la adaptación al grupo de pares, la autoimagen, tanto corporal como emocional
y la identidad personal, sexual, moral y vocacional.

Es frecuente reconocer una distinción entre pubertad y adolescencia, siendo el primer término
asociado a los cambios biológicos y físicos, terminando estos cambios antes del término de la
adolescencia.

Los procesos de atención y memoria alcanzan niveles similares a los de un adulto, teniendo un
carácter fuertemente cualitativo en la estructura del pensamiento, así el adolescente piensa en
lo posible y en lo real, comprendiendo hipótesis, realizando razonamientos deductivos y
siendo capaz de combinar emociones y lógica, logrando el pensamiento formal.

Como hemos revisado en la infancia y adolescencia donde ocurre la mayor cantidad e


intensidad de cambios en el aspecto cognitivo, y por ello la dimensión psicológica es muy
relevante a estudiar y considerar un proceso de intervención social con NNA.

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Figura 1: En la adolescencia ocurren diversos cambios a nivel psicológico y emocional.

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2. EL AUTOCONCEPTO, AUTOESTIMA, IDENTIDAD,
TRANSICIÓN DE LA NIÑEZ A LA ADOLESCENCIA

En la infancia y adolescencia es posible observar algunos procesos y tareas que son muy
relevantes para la formación de un niño o niña, estos son el autoconcepto, la autoestima, y la
identidad, las cuales se vuelven más intensas en la transición de la niñez a la adolescencia. Por
ello las revisaremos a continuación:

2.1. Autoconcepto

Este término se puede entender como un conjunto de características físicas, intelectuales,


afectivas, sociales, etc. La cuales conforman la imagen que una niño o niña tiene de sí mismo.
Dentro de sus características es su dinamismo, y cambio permanente a lo largo de la vida, su
desarrollo y construcción ocurre debido a la intervención de factores cognitivos y la interacción
social.Por tanto, evidencian la capacidad de relacionarse y de reconocer a otros.

Es así como el autoconcepto corresponde a la opinión y valoración que un niño y niña tiene
sobre sí mismo(a), y dentro de este concepto encontramos el de autoestima, autoaceptación y
auto respeto.

En la época escolar el niño o niña es capaz de reconocerse, tomar conciencia de sus estados
internos y reconocer también el de los demás. Esto permite que se pueda describir a su mismo
y a otros por los rasgos de personalidad. Esto permite que el niño o niña logre la identificación
y la distinción con otros donde el sentido de pertenencia toma gran relevancia.

Se asumen roles de acuerdo con la pertenencia a diversos grupos y eso le permite ir


afianzando la percepción sobre sí mismo y el reconocimiento con un ser único.

Hay un aumento en la capacidad de autorregulación desarrollando nuevas habilidades


intelectuales y sociales, tomando gran importancia el contexto en el cual se desarrolla desde
donde el NNA retroalimenta el cómo es y como le gustaría ser.

En este proceso de transición se descubren y definen sus intereses y motivaciones.

Es importante reconocer que el autoconcepto en los adolescentes es muy significativo para el


desarrollo de una salud mental optima, y es aquí donde la tendencia de los y las jóvenes es a
percibirse a sí mismos como cuyas emociones y experiencias son difícilmente comprendida por
otros, significando su vida y experiencia como única y sintiendo que con el centro de atención
e interés de los demás.

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2.2. Autoestima

Este término dice relación con la valoración, ya sea positiva o negativa que una persona realiza
sobre sí misma, y que se construye en función de los pensamientos, sentimientos y
experiencias acerca de ella.

El desarrollo de la autoestima en la infancia está fuertemente influenciado por los modelos


educativos que le sean significativos, principalmente sus padres, por ello las figuras paternas y
el entorno familiar son fundamentales para alcanzar una autoestima optima en el NNA.

Aquí la relación que los NNA logran con sus padres potencia el desarrollo de la autoestima, y
es en esta etapa donde se afianza este proceso para la vida adulta, permitiéndole percibir su
entorno como confiable y podrá enfrentar de forma más saludable las situaciones y
experiencias que le rodean, siendo perseverante y estableciendo relaciones sanas con otros,
tendrá confianza en sus proyectos tanto en los ámbitos personal como profesional.

Por otro lado, si no se logra desarrollar una buena autoestima, es más probable que se
desarrollen cuadros depresivos, desesperanza, no logrando mantener relaciones sanas con
otros y afectando a la valoración de sí mismo(a).

De acuerdo con lo planteado por el psicólogo Carl Rogers, “todo ser humano, sin excepción,
por el mero hecho de serlo, es digno del respeto incondicional de los demás y de sí mismo;
merece estimarse a sí mismo y que se le estime”; esto implica que todos los NNA, requieren de
afecto y amor por parte de sus seres significativos, ya que somos seres sociales, siendo aquí
importante no solo la entrega y enseñanza si no también los modelos observados.

Desde allí que es importante en esta etapa, que los modelos educativos y quienes sean los
adultos responsables de los niños, niñas y adolescentes, deben centrarse en reforzar conductas
adecuadas, no culpabilizar frente a los errores, generando oportunidades de mejora.

No realizar comparaciones con otros, ya que esto afecta al desarrollo de la autoestima.

Desarrollar y potenciar habilidades, permitiendo y favoreciendo actividades que sean de su


agrado.

Finalmente, el ir desarrollando experiencias favorables afianza la construcción de una


autoestima sólida para el desarrollo en las etapas posteriores de su vida.

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2.3. Identidad

Este concepto corresponde a las características, actitudes, competencias y capacidades que


distinguen a un niño o niña.

La identidad se construye desde los primeros años de su vida, se comienza a conformar


cuando el niño o niña toma conciencia de sí mismo, y se distingue de los que los rodean, eso
le permite ir construyendo su identidad.

En la construcción de la identidad, participan el entorno familiar, las interacciones con otros y


el contexto en que el cual se desarrolla.

Una identidad personal positiva, permite fortalecer la autoestima y el autoconcepto,


generando una interrelación que retroalimenta los tres conceptos de forma positiva.

Por ello en la construcción de la identidad personal son muy relevantes las personas y
experiencias significativas.

Así si por el contrario no hay una baja autoestima en un niño, niña o adolescente afectara en
las relaciones tanto las presentes como las futuras que se puedan desarrollar, implica que hay
una búsqueda permanente de la aprobación y el reconocimiento de los demás en lo que hace,
no se asumen responsabilidades, se presenta desmotivación y poca energía, hay baja
tolerancia a la frustración, mucha ansiedad, no se siente capaz de lograr lo que se propone, el
desarrollo de habilidades propias de la inteligencia emocional es baja y no asume las
consecuencias de su conducta, entre los principales síntomas.

En conclusión, la formación positiva en la identidad de un NNA es vital para su desarrollo


presenta y futuro.

Aquí es importante recalcar en el desarrollo de habilidades sociales y de su autonomía,


considerando sus motivaciones e intereses y fomentando la independencia y confianza en sí
mismos.

Por eso se debe fomentar que las personas significativas para los niños y niñas deben
motivarlos a que sean ellos mismos y proporcionar un clima donde se favorezca la expresión
de sus sentimientos y emociones, donde la rebeldía frente a las normas es parte de su
proceso de búsqueda de la identidad y no una lucha con los adultos, reconociendo sus errores
y encontrando apoyo en el aprendizaje y mejora de estos, los que les permite contar con un
autoconcepto adecuado y una sana autoestima, lo que se traduce en un niño, niña y
adolescente feliz e integrado, listo para convertirse en un adulto integro y con un desarrollo
optimo capaz de relacionarse de forma sana con los demás y consigo mismo.

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Figura 2: La autoconfianza y el amor propio son fundamentales en la transición de la niñez a la
adolescencia.
Fuente: Slideshare.

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3. DIMENSIÓN SOCIAL DEL DESARROLLO DE LA
INFANCIA Y ADOLESCENCIA
Como ya señalamos, el análisis de la etapa de infancia y adolescencia incorpora varias
dimensiones, entre las que se encuentran la cognitiva, o psicológica y la social. Esta última la
revisaremos a continuación.

3.1. Desde el nacimiento a los 2 años

Desde los 6 meses ya se observan signos de interrelación de los niños y niñas con el mundo
que los rodea y toma conciencia de si mismo como una persona independiente. Comienzan a
aparecer con ello los primeros miedos como la separación con la persona que la protege. A
medida de crece surge la habilidad para detectar el significado de las expresiones emocionales
de otros. Las relaciones sociales se centran en quienes están a cargo de su cuidado, y es con
ello con quienes desarrollan un vínculo de apego. A través del juego aumenta el interés por
relacionarse con otros, a través de la observación e imitación.

3.2. Desde los 2 a los 6 años

En este periodo se va adquiriendo mayor capacidad para conocer y expresar emociones,


manejándolas de mejor forma. Donde el entorno en el que crece es fundamental. Se afianzan
vínculos afectivos con su entorno más cercano, y ellos constituyen la base de su desarrollo
social.

Comienza a adquirir conductas que son consideradas como socialmente deseables.


Desarrollando capacidades socioafectivas, a través del juego asumiendo diversos roles, motor
fundamental en su aprendizaje. Lo que permite que el niño o niña se inicie en las normas
sociales, y su integración social.

3.3. Desde los 6 a los 12 años

La comprensión de las emociones se incrementa, hay mayor control en el origen de estas, y es


posible experimentar más de una emoción al mismo tiempo.

La autoestima y el autoconcepto se desarrollan de manera importante, existiendo una


comparación importante entre los niños y niñas.

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Las relaciones con el grupo de pares suman cada vez más relevancia, siendo el entorno
familiar y la escuela modelos influyentes en las formas de relación de amistad que se
establecen.

Estas experiencias les permiten aprender a respetar normas, expresar pensamiento en un


grupo sin enfrentarse a otro, trabajar colaborativamente y aceptar instrucciones. Siendo esta
una de las tareas más complejas, ya que se ve muy influenciada por las opiniones de los
demás.

3.4. Adolescencia

En esta etapa los cambios sociales toman la misma importancia que los cambios físicos. En el
ámbito social los principales cambios están asociados a las relaciones familiares y con los
pares, existe una búsqueda de autonomía, que implica ir ajustando y flexibilizando las normas
establecidas entre los padres y los adolescentes, estos últimos tienden a ser críticos de ellos,
por su parte la relación con los pares es cada vez mas importante y ello favorece la
independencia e interacción social.

Aquí es donde se termina de desarrollar el proceso de identificación personal y la búsqueda de


la distinción. Es muy relevante contar con adultos significativos que apoyen y orienten su
proceso, siendo capaz de acompañar su proceso de aprendizaje, retroalimentando frente a los
errores y generando confianza y apoyo en los logros obtenidos, es permite replicar relaciones
sociales sanas y protectoras para la vida adulta.

Figura 3: En la adolescencia las relaciones sociales tienen un rol fundamental.

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4. LA CULTURA, EL AMBIENTE FAMILIAR, EL GRUPO DE
PARES

A partir de los contenidos que se han presentado previamente, es posible establecer que hay
ciertos factores que toman gran relevancia en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes.

¿Por qué la cultura es un elemento influyente en el desarrollo de los NNA?

La cultura corresponde al conjunto de costumbres y tradiciones que identifican un grupo social


determinado, esto quiere decir que el reconocimiento y la validación de símbolos, lenguaje y
significados en la conducta y comportamiento de las personas dentro de una sociedad, se
convierte en la línea base para interpretar y evaluar la integración social.

En la formación y desarrollo de los niños y niñas, su crecimiento y aprendizaje en las diversas


dimensiones se ven siempre influenciados por el contexto social en el cual nace y se relaciona
directamente.

Es así como el pertenecer a un pueblo originario, a un sector social o un país, marca


fuertemente en la forma en que el niño o niña aprende, qué aprende y como se traduce eso
en su comportamiento social.

El reconocimiento de la cultura como factor significativo en el desarrollo de un niño o niña,


permite comprender y diagnosticar la situación o problema social en el cual se encuentra,
reconociendo las condiciones y hechos particulares que dan vida a la situación social que
corresponde a la intervención profesional y junto con ello permite además construir vías de
intervención y solución de problemas considerando recursos propios del entorno del niño o
niña y dando significancia a las interpretaciones que se hacen de las conductas de los NNA,
siendo así validado el proceso de caracterización pues se inicia desde el entorno de desarrollo
del niño o niña y considerando los significados y símbolos validos para ellos en su proceso de
intervención.

Finalmente, esto implica entonces, que las intervenciones deben ser contextualizadas en todo
su proceso metodológico y por ello son únicas y particulares de acuerdo a cada niño o niña y
su contexto cultural en el que se ha formado, allí están su lenguaje, la significación de los
símbolos y conductas asociadas.

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4.1. Importancia del ambiente familiar en el desarrollo de los NNA

Al revisar todo lo avanzado en este módulo, es posible coincidir que, si existe un factor
transversal y siempre impactante en el crecimiento y desarrollo de los niños y niñas, es su
entorno familiar.

La familia está presente como la institución que, de forma irreemplazable, se ocupa de la


formación, cuidado, protección e integración de un niño o niño a la sociedad. Se habla de
irreemplazable porque esta función no solo se desarrolla, a través de la aplicación de normas y
limites o la entrega de conocimiento, sino también del afecto y apego como vinculo que se
desarrolla en los niños y niñas y su familia.

La familia es un grupo social significativo, altamente emocional y que permite el desarrollo del
arraigo, el apego y la identidad personal, desde la familia se construye la estructura de
personal y la identificación con otros.

Los modelos educativos primarios los entrega la familia y es allí donde se sientan las bases de
las relaciones sociales que los niños, niñas y adolescentes establecen con otros.

El ambiente familiar puede ser tan diverso como el contexto cultual en el cual se desarrollan
los seres humanos, y por ello frente al proceso de análisis y diagnóstico de una situación social
de un NNA, se debe considerar dentro de este ambiente a quienes cumplen la función de
apego, protección, validación y significancia para los niños y niñas, no dejando fuera aquellas
figuras que no respondan a la tendencia cultural, como familia nuclear, si no también es
posible reconocer, abuelos, tíos, hermanos u otros que cumplen el rol familiar sin contar con
vínculos consanguíneos o jurídicos que los reconozcan como tal.

Este elemento debe ser altamente estudiado, interpretado y reconocido como un recurso
fundamental en el proceso de intervención con los niños y niñas, ya que es allí donde ellos se
identifican, reconocen y aceptan como ser social.

4.2. NNA y su grupo de pares

La cultura y la familia son los primeros ambientes en los cuales un niño o niña crece y aprende
a relacionarse con otros, desde aquí aparecen los patrones y modelos a repetir en las formas
de relación y vinculación.

El grupo de pares aparece como contexto relevante luego de los 12 años, donde la
identificación con otros, la construcción del autoconcepto, y el desarrollo de la autoestima, se
ven influenciado por las formas de relación con sus pares.

Los vínculos de amistad comienzan a compartirse con el apego en el vinculo familiar, por ello
los amigos asumen un rol fundamental en las decisiones y el control de sus emociones y

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conductas. Muchas veces es el grupo de pares quienes influencian la forma de ser y las
motivaciones de los niños y niñas, lo que se ve acrecentado en la etapa de la adolescencia.

Desde el punto de vista de la intervención considerando la edad del niño o niña, es importante
conocer y trabajar el grupo de pares, ya que gran parte de la conducta manifestada por un
NNA, esta validada en sus vínculos de amistad significativos. Sobre todo, si estos toman mayor
relevancia que el vinculo familiar, pensemos que los pares son otros niños o niñas, que se
encuentran en el mismo proceso de desarrollo y con las mismas necesidades de protección,
por tanto, no pueden asumir la responsabilidad en el crecimiento de otro niño o niña.

Figura 4: Importancia del grupo de pares en NNA.


Fuente: Enciclopedia Infantes.

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5. INDICADORES DE RIESGO PSICOSOCIAL EN NNA

Figura 5: Factores de riesgo en NNA.


Fuente: Slideshare.

Es importante recordar que un indicador de riesgo corresponde a una condición o hecho que
afecta de alguna u otra forma sobre una situación analizada.

Los indicadores de riesgo a nivel psicosocial son estudiados considerando entornos relevantes
como su familia, la escuela y la comunidad a la cual pertenecen.

Es muy importante para lograr una adecuada focalización en las intervenciones profesionales,
ya que a partir de la detección de indicadores de riesgo también es posible reconocer factores
protectores y con ello construir un diagnostico mas certero para una futura acción a realizar.

En este contexto siempre es importante recordar, que si bien se presentaran a continuación


algunos indicadores que frecuentemente están presentes en contextos de NNA que viven
vulneración de derechos, sin embargo estos no deben ser considerados como una forma de
estigmatización o discriminación de niños y niñas, ya que las condiciones es historias
particulares son tan diversas como niños y niñas que existan, por el contrario deben servir para
integrarlos a los procesos de intervención profesional con la finalidad de garantizar el
cumplimiento y protección de los derechos de los NNA.

Se considerarán para estos efectos como indicadores de riesgo, circunstancias, hecho y


factores personales, familiares o sociales, que se relacionan con una problemática
determinada, tales como; abandono paterno o materno, maltrato, negligencia, baja
escolaridad, dinámicas familiares problemáticos, necesidades básicas insatisfechas,
marginación, entre muchos otros.

Estos indicadores se asocian al aumento en la probabilidad de que un niño o niña, inicie o se


mantenga en situaciones críticas y ello afecte a su desarrollo integral, donde es posible
observar situaciones sociales como; deserción escolar, bajo desempeño académico, excesiva
timidez, sumisión o agresividad, exponerse a situaciones de riesgo, abuso sexual, etc.

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Es importante recalcar que la presencia de los indicadores por si solos no asegura la presencia
de alguna problemática social, sin embargo, la participación de uno o más hechos convierte el
contexto en uno de alto riesgo y donde es necesario trabajar ya sea preventivamente o ya
trabajando con las vulneraciones identificadas.

Así es posible establecer, que los riesgos psicosociales en los niños, niñas y adolescentes
toman relevancia cuando se relaciona con condiciones personales, familiares y sociales, que
den espacio para el desarrollo de estos.

Esto implica, por ejemplo, que un niño o niña se encuentra más vulnerable, si los padres no
cuentan con la capacidad de responder a una atención y cuidado integral, ya sea por su misma
historia de vida como por condiciones externas o internas del contexto familiar actual, como
exclusión social, o violencia Intrafamiliar, sumado a un bajo nivel educacional.

Otro indicador importante es el aumento de riesgo cuando dentro del entorno familiar no
cuentan con las condiciones mínimas y suficientes para otorgar un desarrollo integral, ya sea
en las áreas afectivas, social, económica o educativa.

Aquí también es reconocible, que, dentro de la dinámica familiar, no se desarrollen vínculos


afectivos, protectores, permanentes y seguros, que hagan sentir al niño o niña cuidado y
acompañado independiente de sus características personales.

El arraigo, la identidad y el sentido de pertenencia, cuando estos son vulnerados a partir de el


no contar con espacios seguros y permanentes de crianza, o no contar con el reconocimiento
y la aceptación de su entorno cercano, favorece el desarrollo de conductas agresivas, de no
compromiso con los demás y la incapacidad de establecer relaciones sanas y afectivas con
otros.

Estas condiciones permiten realizar diagnósticos completos y pertinentes, frente a la


ocurrencia de vulneraciones de derecho en NNA, especialmente, maltrato, negligencia,
abandono, desarraigo afectivo, violencia y abuso.

Para concluir no se puede dejar de hacer hincapié en que los hechos por si solos no son
necesariamente constitutivos de una situación de vulneración social o de presencia de
problemáticas sociales, pero si están presentes deben ser estudiados y analizados en el
contexto en el que se desarrollo el niño o niña, considerando la multidimensionalidad en su
desarrollo integral, y allí poder establecer la probabilidad de riesgo en el que se encuentra
para desarrollar intervenciones ya sea preventivas, promotoras o rehabilitadoras.

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Figura 6: Los NNA pueden estar expuestos a diversos riesgos psicosociales.
Fuente: Pixabay.

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6. DIMENSIÓN JURÍDICA DE LA INFANCIA Y LA
ADOLESCENCIA

Esta etapa es multidimensional, ya lo hemos señalado muchas veces, por ello la mirada desde
lo jurídico no puede quedar fuera, ya que considerando que es una persona que debido a que
se encuentra en proceso del desarrollo completo de sus capacidades y habilidades que le
permitan integrarse de forma independiente a la sociedad, implica que existen otros
responsables de lograr esa integración.

En este punto cobra relevancia la construcción y validación de marcos regulatorios que se


preocupan de manifestar las condiciones mínimas que requiere un niño o niña para asegurar
su desarrollo optimo, hasta la elaboración de leyes que definan e intervengan de forma
especializada en esta etapa.

Esto ocurre porque es aquí donde socialmente se debe asegurar que la base de la formación
social de los seres humanos permita la constitución de sociedades sanas e integradas.

Desde aquí es reconocible el establecimiento de la convención de los derechos del niño, como
la base en el establecimiento de las condiciones necesarias para asegurar el desarrollo de un
NNA, logrando romper con un paradigma que conceptualizaba a los niños y niñas como
adultos incompletos y los reconoce como sujetos sociales, con características distintivas y
capacidades en desarrollo que cuentan con derechos esenciales para su crecimiento
adecuado.

La ratificación de la Convención insta a la generación de marcos legales que generan acciones


de control e intervención en problemáticas que evidencian la vulneración en los derechos
reconocidos para los NNA.

Estos marcos legales hoy parten de la necesidad de trabajar con el fortalecimiento familiar,
reconociendo los contextos culturales particulares del niño o niña y actuando siempre para
reconocer y responder al interés superior del niño, lo que se traduce en intervención,
sanciones y procesos asociado no al castigo si no a la búsqueda de formas de trabajo que
permitan al NNA mejorar , reconstruir, fortalecer y rehabilitarse en situación en las cuales sus
derechos sean vulnerados, para ello siempre considerando sus emociones, sentimientos,
vínculos y participación activa.

Recordemos que aquí nos encontramos con reformas importantes como la Ley de
Responsabilidad Penal Adolescente, y el trabajo de los Tribunales de Familia como entes
especializados en materia de atención con NNA.

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7. ENFOQUE DE DERECHOS, FACTORES PROTECTORES
Para cerrar esta semana, revisaremos como desde el Enfoque de derechos, que actualmente
rige para el análisis y la mirada conceptual de la infancia y la adolescencia, se reconocen y se
propone la intervención para lograr el desarrollo integral de los niños y niñas.

Recordemos que el Enfoque de derechos, considera que los NNA, son sujetos sociales, activos,
participantes y con conciencia que son capaces de definir e identificar sus necesidades,
proponer acciones y trabajar en conjunto con el mundo adultos para el resguardo y la
promoción de sus derechos básicos, los cuales ante su cumplimiento permiten asegurar un
crecimiento y desarrollo personal, social, biológico y psicológico, sano, optimo e integrador en
el grupo social en el cual se inserta.

El marco entregado por la Convención de Derechos del Niño, permite contar con una base de
indicadores de derechos básicos que deben ser asegurados para el desarrollo integral de los
niños y niñas.

Como revisamos previamente, a partir de ellos es posible identificar, circunstancias, hechos o


condiciones ya sean personales como ambientales que ponen en riesgo el cumplimiento de
ellos, sin embargo, esto también permite entonces reconocer aquellos factores o indicadores
que desde la otra vereda asegurar y promueven una vida plena y saludable en las etapas de
infancia y adolescencia.

Estos factores son importantes de conocer, ya sea para promoverlos en los entornos de
desarrollo y crecimiento de los niños y niñas, como así también fortalecerlos en los
diagnósticos e intervenciones profesionales en el ámbito psicosocial.

Estos factores son estudiados en diferentes dimensiones, pues como hemos señalado en varias
ocasiones, el desarrollo de los niños y niñas también es multidimensional.

En el ámbito de la reproducción, la planificación familiar, la decisión asumida y consensuada en


el nacimiento de los hijos, actúa como condición protectora, ya que da inicio a un vinculo
emocional y afectivo seguro y protector.

Durante la etapa del embarazo, el acceso a redes de acompañamiento, a ambos padres,


propiciando acciones de cuidado y preparación para el cumplimiento del rol paterno y
materno. Como atención en Centros de salud, cuidados médicos y desarrollo y fortalecimiento
de competencias parentales.

Durante el nacimiento, la experiencia de un parto seguro, cuidado y acompañado, donde se


propicie la participación de ambos padres, permite desarrollar las condiciones para la
generación de un vinculo y apego seguro y protector con el niño o niña.

En la formación de la estructura y dinámica familiar, la generación de roles claros,


cumplimiento de normas y funciones para cada uno de los integrantes, y el apoyo en la

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realización de las tareas familiares, permite generar un espacio acogedor, agradable y
participativo, donde el niño o niña comienza a percibir el mundo con estas características.

Los patrones de crianza, caracterizados por el acompañamiento, la protección y la


consideración de las necesidades tanto de los padres como del niño o niña, favorece un
desarrollo de vínculos afectivos protectores y el aprendizaje mutuo en el resguardo y
promoción de los derechos de todos los integrantes de la familia, lo que se constituye en un
modelo educativo de integración social.

Dentro de la estructura familiar, el establecimiento de normas y limites claros, el cumplimiento


de roles de forma segura pero adecuada a la etapa o condición familiar, generando espacios
comunicacionales, donde todos los integrantes de la familia sean validados y reconocidos por
el resto del grupo, sintiéndose integrado y aceptado, permite que el niño o niña perciba el
mundo como un espacio amigable, seguro y en el cual puede integrarse de forma adecuada.

A medida de los niños o niñas crecen e ingresan a la etapa de la adolescencia, es importante


que la estructura familiar tenga la flexibilidad necesaria para ir enfrentando los cambios
observados en los niños y niñas, siendo capaz de reestructurar la relación con los padres, los
limites y el cumplimiento de las normas, reconociendo que los adolescentes comienzan a
relacionarse con vínculos emocionales importantes con sus pares y eso permite que ingrese a
la familia nuevas energías, las que deben ser reconocidas y trabajadas en pos del desarrollo
integral del NNA.

Desde lo ambiental, el contexto social integrado, seguro, con acceso a servicios y satisfacción
adecuada de necesidades básicas, permite que el NNA, vea un mundo seguro y protector, por
lo cual es más posible desarrollar conductas sociales sanas y de cuidado de su entorno.

Para cerrar, es necesario volver a indicar que tanto los factores de riesgo como protectores,
son elementos dinámicos y cambiantes cuyo reconocimiento y análisis debe hacerse
considerando el contexto en el cual se manifiestan y las condiciones que se observan en los
NNA, las problemáticas sociales son situaciones que se deben trabajar, ya que a partir de los
recursos que los propios NNA manifiesten o adquieran podemos desarrollar intervenciones
profesionales efectivas y eficaces, y lo más importante significativas para nuestros sujetos de
atención los NNA.

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Figura 7: Factores protectores socioculturales.
Fuente: Slideshare.

IDEAS CLAVES

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CONCLUSIONES
La etapa de infancia y adolescencia se caracteriza para su análisis en la confluencia de una
multidimensionalidad que considera la mirada biológica, física, psicológica y social. El
desarrollo y los cambios presentes en estas diferentes dimensiones, van aportando al
fortalecimiento en el crecimiento de los niños y niñas.

Dentro del desarrollo en esta etapa, es importante reconocer los conceptos de autoconcepto,
autoestima e identidad, los cuales son los grandes desafíos en el niño y niña. El desarrollo de
estos en forma óptima favorece la integración y formación sana de los NNA, que le permitan
integrarse de forma adecuada a la sociedad.

Para lograr que estos cambios y desafíos permitan que los NNA se desarrollen de forma
óptima, en el proceso de intervención profesional es muy relevante que se realicen
diagnósticos claros y precisos, a partir del reconocimiento de indicadores tanto de riesgo
como protectores, los cuales permiten diseñar actuaciones profesionales pertinentes y
considerando siempre la consideración de los niños y niñas como sujetos de derechos
participes de su proceso de crecimiento.

BIBLIOGRAFÍA
Luisa, D. L. (2015). Psicologia del Desarrollo. En D. L. Luisa, Fundamentos de la Psicologia (págs.
267-293). Medica Panamericana.

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