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Módulo 3. Contextos de encierro.

Derechos Humanos y Políticas Públicas en ECE

Clase 2: La importancia de la perspectiva de género en los


contextos de encierro

Estimadas y estimados. En este segundo encuentro vamos a intentar responder a la pregunta de


qué hablamos cuando hablamos de derechos humanos con perspectiva de género. ¿Es posible
responder esta pregunta?

Los contextos de encierro son instituciones patriarcales y, por lo tanto, violentas. Cuando aquí
hablamos de patriarcado, estamos hablando del sistema social que dio origen a la desigualdad,
fundado sobre dos pilares: el poder como dominación y la jerarquía social. Esto dio lugar a una
estructura social en forma de “T invertida”, en la que los hombres formaban la columna asentada
sobre la base constituida por las mujeres (Rosado Millán, 2011). En la cúspide se encuentra Dios
todopoderoso; el rey, representante de dios en la tierra; luego, la casta sacerdotal y la de los
guerreros; por debajo de ellos, los trabajadores de la agricultura, ganadería, artesanía, comercio,
entre otros; finalmente, sobre la base los esclavos, y en último lugar, las mujeres, ancianos, niños y
niñas y enfermos, aquellos caracterizados como “débiles”.

Dentro de este esquema, las personas privadas de libertad, son colocadas en el subsuelo de la T
invertida, el último escalón de la exclusión. Seres padecientes que devienen víctimas del sistema
dominante. Estigmatizadas, nombradas como “detenidas”, “peligrosas”, “inadaptadas”,
“improductivas”, “locas”, “drogadictas” “viejas”, personas reducidas a escoria humana.
Calificaciones reafirmadas por los medios masivos de comunicación que, en manos de los grupos
económicos de poder, construyen con sus discursos una realidad a la medida de sus intereses. Un
sistema de poder que determinó que el planeta está sobrepoblado, por lo que despoja a los
desposeídos de la categoría de persona humana para desecharlos. En los encierros, la primacía de
unos sobre otros, por caso de autoridades y trabajadores de las instituciones totales que se ubican
por sobre las “escorias” que tienen bajo su yugo, da lugar a todo tipo de torturas, abusos
psicológicos y físicos. Prácticas que, avaladas por una sociedad inducida por relatos mediáticos –
que pide sangre, penas más duras, “que se pudran en la cárcel”– y que se manifiesta contra leyes

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como la de salud mental que en nuestro país, propician alternativas al encierro
(desmanicomialización con tratamientos ambulatorios), favorecen la ausencia de sanciones y el
incremento del encierro.

Unos seres humanos y los otros, bestias


Pensar los derechos humanos con perspectiva de género en contextos de encierro nos introduce en
un debate que no podremos saldar en estos encuentros, por lo que deberemos tomar algunas
decisiones para poder avanzar.

El concepto de género nos remite a densas problematizaciones. El género es una categoría sobre
cuyo significado no hay consensos, pero, en términos generales y solo como punto de partida,
diremos que son las construcciones culturales en los cuerpos que son naturalmente sexuales.

Nos interesa “profundizar en las relaciones entre colonialismo y género pues nos conduce a un
interesante punto de partida para reflexionar sobre cuestiones como la identidad, la existencia o no
de un patriarcado universal, la heterosexualidad normativa, el uso del lenguaje, etc. Además, nos
pone en contacto con ‘otras’ culturas y nos genera nuevos interrogantes acerca de ciertos
‘universales culturales’” (Hernández, 2018).

“Para algunas teóricas, el género es también una invención del colonialismo; para otras
–como la filósofa Judith Butler–, vino a reificar al sexo; por lo tanto, la distinción entre
sexo y género termina siendo un camino sin salida porque ambas categorías se
refuerzan. Esta autora critica la teoría de un patriarcado universal y considera que la
generalización de la opresión de las mujeres se produce desde un colonialismo
epistémico que se apropia de las culturas no occidentales para construir un “Tercer
Mundo” y un “Oriente” donde la opresión de género se explica como el síntoma de la
barbarie esencial”. (Hernández, 2018)

María Lugones (2008), teórica latinoamericana, “entiende la colonialidad del género como un sistema
de organización social que dividió a las “gentes” entre los seres humanos y las bestias “Las marcas de la
humanidad de los seres humanos, varones y mujeres provenientes de Europa, se manifestaron en una

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organización social que instituye al hombre europeo blanco burgués como el ser humano racional por
excelencia, en tanto la mujer europea blanca es humana por ser compañera, pero mental y emocionalmente
inferior. Los pueblos originarios, los afrodescendientes traídos como esclavos, fueron racializados y, según la
autora, considerados como no humanos, como seres que no tienen género y destinados al uso de mujeres y
varones blancos, son instrumentos de la naturaleza de la que se pueden aprovechar quienes sí detentan la
razón. Lugones (2008) realiza un recorrido por vertientes teóricas a partir de las cuales llega a opinar que las
relaciones sociales no necesariamente tienen que estar organizadas en términos de género, ni siquiera las
relaciones que se consideren sexuales. Para sostener estas afirmaciones cita especialmente a Oyéerónké
Oyewúmi, la feminista nigeriana que cuestiona el patriarcado y el género como categorías transculturales
validas porque hay sociedades en las cuales son inexistentes (Hernández, 2018).

Sabemos que los contextos de encierro tienen color. Es el color de la humanidad excluida, el color
de la pobreza, el color de les segregados de la sociedad blanca. Cuerpos impuros, groseros, torpes,
oscuros, marrones y negros que merecen ser eliminados, separados, escondidos, encerrados
ocultados detrás de los muros.

Podríamos completar cientos de páginas con casos de violaciones a los derechos humanos sobre los
cuerpos y las psiquis de quienes sobreviven detrás de las rejas. Partiendo del encierro mismo como
la primera violación a estos derechos. En cambio, sugerimos que, para conocer los padecimientos a
los que nuestras alumnas y alumnos están sometidos, acudan a los informes de los diferentes
Comités contra la tortura. Será un aporte esclarecedor al momento de planificar nuestras prácticas
en estos contextos. La tarea educativa no solo trata contenidos, también involucra encarnar la
defensa de los derechos humanos con perspectiva de género y la denuncia de las violaciones a
estos derechos.

Allí donde hay un padecimiento infringido por el Estado debemos actuar en consecuencia. El no
hacerlo nos posiciona como cómplices. De ahí la importancia de saber cómo funciona la institución
de encierro donde está anclada la escuela, nuestro lugar de trabajo, y conocer a quiénes alojan allí,
–no por el tipo de delito, sino por las cuestiones de clase, raza, o por inadaptación–. Es
fundamental, como ya mencionamos, conocer las normas constitucionales que incluyen los pactos
internacionales de derechos humanos que debemos respetar y hacer respetar. Y la ley de ejecución
penal. Pero es sumamente importante conocer a quiénes encierra el sistema de poder.

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Compartimos aquí, el Informe 2022 de la Comisión Provincial por la memoria sobre el
sistema de encierro, salud mental y niñeces en la provincia de Buenos Aires:

https://cnpt.gob.ar/2022/wp-content/uploads/2022/07/Informe-Anual-2021.pdf

y el informe anual 2021 del Comité Nacional de Prevención de la tortura:

https://www.comisionporlamemoria.org/informeanual2022/

Cabe aclarar que existen Comités en diferentes provincias del país. Ponemos como
ejemplo solo dos informes para que quienes no lo conocen, sepan de la labor que los
Comités realizan.

Ante la realidad planteada, surgen una serie de interrogantes que nos permiten elaborar alguna
hipótesis:

 Las violaciones a los derechos humanos en democracia tienen relación con la


dominación con la que nuestros pueblos se encuentran atravesados.
 Los pueblos colonizados por el poder real naturalizan el encierro y, con él, la muerte, la
tortura, los tratos crueles inhumanos y degradantes sobre los cuerpos de los y las
encerradas.
 Frente a un sistema que descarta a parte de la humanidad, solo las prácticas liberadoras
y entre ellas las educativas pueden cambiar este estado de cosas.

Proponemos entonces, entender el poder para actuar. Rita Segato, manifiesta que existen

dueños de la vida y de la muerte. Que es insuficiente hablar de desigualdad, que debemos hablar de
adueñamiento, una especie de refeudalización. Dice que la razón humanitaria ya no es más un
argumento, hay gente que está sobrando según nuestros antagonistas históricos. La velocidad con que
se da la concentración de la riqueza, tiene un discurso eugenésico, el “que tiene que morir que muera”
que está presente en nuestros países en boca de quienes detentan el poder económico financiero.

Proponemos reflexionar sobre lo que nos plantea la antropóloga con respecto de la necesidad de
entender el poder para actuar y para ello ofrecemos su conferencia “Violencia, género y
colonialidad” pronunciada en la Universidad Nacional de General Sarmiento, en su carácter de
directora de la maestría Género y Derechos de la mencionada casa de estudios superiores. Segato

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polemiza a su vez, en algún aspecto, con el Dr. Raúl Zaffaroni, lo que enriquecerá aún más nuestros
debates.

Enlace al video. “La necesidad de entender el poder para actuar. Violencia,


género y colonialidad”.
En el sitio de Youtube observar desde el minuto 5,40
hasta el minuto 29,35.
https://www.youtube.com/watch?v=7yzeAdAkmEk&t=288s

Cierre de la clase
Para concluir retomaremos la idea de ausencia de consensos en la significación de la categoría de
género. Concepto que, como hemos dicho, nos remite a profundas y densas problematizaciones.
Diremos sí, que las relaciones de género son una dimensión de la desigualdad. Que la perspectiva
de género nos conduce inevitablemente a interpelar al poder teniendo en cuenta los desequilibrios
que se reproducen en todas las dimensiones de lo social.

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En el próximo encuentro trabajaremos con producciones realizadas por una familiar de personas
privadas de libertad que toma la palabra a través de la poesía y con el relato de una mujer liberada
que cuenta su experiencia intra muro. Materiales que nos permitirán reflexionar sobre las
Controversias entre los derechos humanos y la cuestión de género en una institución totalitaria y
violenta.

Actividades
Como actividad en el foro les pedimos que luego de leer atentamente la clase reflexionemos sobre
dos ejes.

1) ¿A qué se refiere Rita Segato en su exposición sobre los conceptos de concentración de la


riqueza y seres sobrantes?

2) ¿Cuáles son los aportes más importantes que consideran que realiza la Dra. Segato, o los
que más les llamaron la atención, en el conversatorio “La necesidad de entender el poder
para actuar. Violencia, género y colonialidad"?

Bibliografía de referencia
Rosado Millán, J. (2021). El Patriarcado como sistema social. ¿Cuáles fueron las consecuencias de su
instauración? Disponible en: https://isdfundacion.org/2021/09/22/el-patriarcado-como-sistema-
social-cuales-fueron-las-consecuencias-de-su-instauracion/

Hernández, G. (2018). Hebras Feministas. Buenos Aires: Editorial Biblos.

Segato, R. (2022). Conversatorio. Violencia, género y colonialidad. UNS noviembre 2022. Disponible
en: https://www.youtube.com/watch?v=7yzeAdAkmEk&t=288s

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Créditos
Autores: Racosta, Azucena

Cómo citar este texto:

Racosta, Azucena (2023). Clase 2: La importancia de la perspectiva de género en los contextos de encierro.
Contextos de encierro. Derechos Humanos y Políticas Públicas en ECE. Buenos Aires: Ministerio de Educación
de la Nación.

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