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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE MORELOS

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

HISTORIA DE LA CULTURA DE MÉXICO

CULTURA DEL CAPITALISMO


GORE

ENSAYO

DOCENTE:
Dr. Sergio Sedano Jiménez

ALUMNO:
Ernesto Álvarez Girón
ernesto.alvarezg@uaem.edu.mx

CUERNAVACA, MOR., 12 DE DICIEMBRE DE 2022


“…la cultura da al hombre la capacidad de pensar sobre sí mismo. Es ella la
que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y
éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y
efectuamos opciones. A través de ella, el hombre se expresa, toma
conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en
cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas
significaciones y crea obras que lo trascienden”. (UNESCO, CNDH ,2018).

La cultura la construimos los humanos, sin embargo ella también nos construye, incide en
nuestra toma de decisiones, en los valores propios y en lo que consideramos más importante
para nuestra vida. Sin embargo en ocasiones esta dinámica no resulta benéfica para la
comunidad, en tanto que la cultura nos moldea en nuestro compromiso ético, la cultura
también es responsable de influir en que los individuos transgredan las normas y leyes
establecidas. Aquellas leyes que mantienen el orden, preservan el bienestar y salvaguardan
los derechos y dignidades humanas.

Es momento para empezar a hablar de cómo la cultura nos destruye, es importante


profundizar sobre aquellas cosas negativas sobre la cultura, empezar a estudiar contextos en
donde la ciencia elitista no presta atención, sitios suburbanos, marginales, que quedan en el
olvido pero que forman parte de nosotros. Al tener un acercamiento y conceptualizar
situaciones que nos oprimen y acechan podemos entendernos mejor y al sistema, por lo tanto
proponer un cambio en nuestro modo de pensar y actuar. La Doctora en filosofía Sayak
Valencia hace precisamente esto en su libro “Capitalismo Gore”, toma a la violencia como
una nueva epistemología y pretende explicar ciertas dinámicas capitalistas violentas que
generan un beneficio económico y que son adaptadas por los ciudadanos de México, un país
con múltiples situaciones de pobreza que tienen un efecto sobre nuestra salud mental y física.
El siguiente trabajo pretende profundizar sobre las dinámicas capitalistas que propone
Valencia que perpetúan la violencia y la utilizan como herramienta de enriquecimiento
económico y empoderamiento presentes en la sociedad mexicana, haciendo un énfasis en
cómo se instaura y afecta a los jóvenes.

Cuerpos baleados, mutilados, bañados en sangre, vísceras expuestas, suplicios,


sufrimiento, tortura. En los sets de grabación de películas “Gore” se maquina todo un
espectáculo donde se pretende hacer de la violencia un elemento estético, atractivo y ser una
herramienta para la creación de entretenimiento.

Valencia utiliza el término de este género cinematográfico para referirse al:


“...derramamiento de sangre explícito e injustificado (como precio a pagar por
el Tercer Mundo que se aferra a seguir las lógicas del capitalismo, cada vez
más exigentes), al altísimo porcentaje de vísceras y desmembramientos,
frecuentemente mezclados con el crimen organizado, el género y los usos
predatorios de los cuerpos, todo esto por medio de la violencia más explícita
como herramienta de necroempoderamiento”(Valencia, 2022, p. 37).

Hace una analogía entre la ficción cinematográfica con la realidad mexicana que se sabe que
existe, pero que es normalizada, ocultada, olvidada y a pesar de eso es tan recurrente. Se le
concede un espacio determinado en los periódicos, noticieros y medios de comunicación
amarillistas que las personas revisan, aun así sorprendidas cada vez más de su contenido, con
lo surreal que parece la manipulación de los cuerpos de forma tan grotesca, estos son
intervenidos como objetos publicitarios, que en su propia esencia mandan un mensaje para
los enemigos de los sujetos involucrados en la realización del acto (en su mayoría
narcotraficantes) y para la población en general, una amenaza implícita: todo aquel que se
entrometa en su camino puede terminar como estos cuerpos. La violencia surge como una
herramienta más para la imposición del poder, instaurando el miedo en la población. Cabe
señalar que la distinción del tipo de violencia planteado desde la perspectiva “gore” respecto
con las demás violencias radica en que se encuentra ligada a los beneficios económicos que
reporta tanto su ejecución como su espectacularización y distribución a través de los medios
de información.

Desde una perspectiva transfeminista, es decir, que va más allá del feminismo y su
reflexión aplica para todo aquel ciudadano que vive estas situaciones, Valencia propone
reinterpretar el capitalismo utilizando el término “capitalismo gore” que tiene efecto sobre la
economía actual más representativa, con un alcance global, concretamente en los espacios
geográficamente fronterizos (Valencia, 2022). En su libro se profundiza específicamente en
la ciudad de Tijuana, ubicada en la frontera de México con Estados Unidos.

La autora plantea a Tijuana como una ciudad donde el Capitalismo Gore es apreciado de la
mejor manera. Una ciudad sumamente contradictoria y fuera de control del estado, donde la
economía trabaja de una manera oscura. Es una ciudad que se encuentra a pocos kilómetros
del principal representante del capitalismo, de la potencia mundial más relevante
culturalmente en occidente, con un inmenso poder
político y capital económico que, además, tiene un amplio consumo de mercancías ilegales.

“La frontera México-Estados Unidos es la única en el mundo donde un país pobre -en el cual
hasta las fuentes oficiales reconocen que el 40 por ciento de su población vive por debajo del
índice de pobreza- se “frota” con el poder económico y político más grande el mundo, a lo
largo de 3.000 km de línea divisoria” (Palaversich, 2005, p.173).

La influencia cultural de Estados Unidos y otras naciones es producto de la


globalización y el avance tecnológico desmedido de los medios de comunicación. La cultura
actual capitalista se instaura en la población mexicana, caracterizándose por una necesidad
incesante de acumulación de mercancías, se exige un alto nivel de poder adquisitivo para
poder llegar a cierto estatus que le proporcionará al individuo una identidad.

Lipovetsky (2007) plantea que se ha puesto en marcha una nueva fase de consumo en
el capitalismo, que es la sociedad del hiperconsumo. En ella los sujetos hiperconsumistas ya
no sólo desean el bienestar material, sino que el consumo pasa a ser un alivio del disconfort
psíquico, una fuente de armonía interior y plenitud subjetiva (pp.8-11). Constantemente se
exige a las personas que sean felices, se proyecta un ideal de bienestar que se logra a través
del consumo, además de que éste permite a las personas diferenciarse de las otras, les hace
sentir especiales, de esta forma “la autenticidad genera diferencias comerciables. Con ello
multiplica la pluralidad de las mercancías con las que se materializa la autenticidad. Los
individuos expresan su autenticidad sobre todo por medio del consumo” (Han, 2017).

Las prácticas delictivas son tentadoras cada vez más en los ciudadanos de espacios
suburbanos y excluidos. En el actual modelo económico, es más fácil identificarse con una
posición de “perdedor” que de “ganador”. Hay una inmensa distinción entre estos dos
términos, encima el ideal de “ganador'' procura una gran cantidad demandas consumistas que
son inalcanzables para la mayoría de la población. Como lo explica Pratt (2002), el sistema
actual es incapaz de generar un sentido de pertenencia y colectividad, además de que crea una
imposibilidad de ver un futuro creíble y alentador; esto tiene un efecto que produce
enormes crisis de
existencia y de significado en las personas que no están perfiladas por prácticas consumistas
y a su vez en las que sí lo están, de formas incontrolables (p.15).

Al no haber formas lícitas de saciar sus deseos anhelantes de consumo y gratificación


emocional por parte de sus vínculos sociales, se crea una suerte de frustración generalizada
en la población mexicana, que provoca que los ciudadanos hagan lo que sea por alcanzar las
expectativas que les impone el sistema mediante prácticas violentas altamente rentables que
les garanticen la capacidad de consumir y triunfar en el sistema de forma rápida.

Sujetos que encuentran una posibilidad de hacer frente a su posición desfavorecida, una
manera de sentirse válidos, encontrar un sentido de pertenencia, y obtener una ascensión
social. Estas personas que dentro del Capitalismo Gore se denominan “Endriagos”, aquellos
que se empoderan, dignifican y encuentran una fuente de reafirmación masculina a través de
su trabajo. Sin embargo lo consiguen mediante necroprácticas, que como menciona
Valencia (2022) se caracterizan por ser acciones radicales, encaminadas a vulnerar
corporalmente; son prácticas que innovan y desarrollan la forma en la que se asesina y
tortura, ejemplo de ello son la trata de blancas, tráfico de drogas, asesinato por encargo,
secuestro, tortura, entre otros. El mercado de la violencia opera mediante este tipo de
prácticas que conciben a los cuerpos como productos de intercambio, el Capitalismo Gore
modifica los términos de la mercancía y se subvierten por una mercancía literalmente
humana, de carne y hueso, ahora se contabiliza el número de muertes como si fueran una
moneda de transacción, el negocio más rentable parece ser la muerte (p. 147).

Sería importante profundizar en el papel que tienen los hombres adolescentes en el


Capitalismo gore, ya que se observa que su participación es fundamental para perpetuar este
tipo de prácticas y formas de trabajo. Sobre todo la cuestión de reafirmación masculina es
contundente, los hombres especialmente necesitan cubrir con las demandas de hiperconsumo,
debido a las expectativas masculinas que el machismo instaurado en la sociedad les demanda.
Los hombres desde jóvenes cargan con la encomienda de ser sujetos proveedores, es decir,
deben cumplir no sólo con las exigencias de consumo propias, sino contemplar las de su
futura familia o pareja. La posibilidad de mantener en alto su virilidad se ve amenazada
cuando su
situación económica se ve desfavorecida. Por lo que la búsqueda de reafirmación masculina
en hombres adolescentes es de las principales motivaciones para adentrarse en el mercado de
la violencia.

Al buscar formas para adentrarse en trabajos violentos, los jóvenes prácticamente sólo tienen
una elección. De forma directa o indirecta terminarán involucrándose con la institución más
representativa del capitalismo gore, el Narcotráfico. La participación del narco dentro de la
economía mexicana es notable, representando una de las industrias más grandes e influyentes
del país, no sólo en su aporte de capital sino también en su relación con el estado.

Valencia afirma que el poder e imposición del narcotráfico sobre las poblaciones ha
provocado que se plantee a sí mismo como un “Narco-Estado”, el narco empieza a financiar o
cumplir con labores propias del estado, ejemplo de esto es la creación de escuelas, hospitales,
infraestructuras, entre otras. Los habitantes de estas regiones se ven favorecidos ya que el
narco ayuda a mejorar su calidad de vida y saciar sus necesidades básicas, todo esto por el
precio de su silencio.

Los jóvenes comienzan a idealizar y agradecer por los beneficios que las intervenciones del
narco reportan, todo esto con la inferencia de la cultura del narco presente en la población
joven, en la música con la existencia de un género específico para los narcos, los
“narcocorridos” muy populares y también en el entretenimiento, hay diversas apariciones del
narco en videojuegos, series televisivas y películas taquilleras.

La aproximación que propone (Valencia,2022) para entender la jerarquización de la


delincuencia organizada, es mirarla como una empresa multinivel. En el primer nivel de la
pirámide estaría ocupado por los jefes, aquellos que tienen el poder económico, los que son
financiadores y promotores del negocio. Los jefes operan las actividades de tráfico y venta de
drogas por medio de “hombres de confianza” los cuales están afiliados directamente. En el
segundo nivel, se situaría el grupo de miembros que tienen contacto directo con la droga. Las
tareas de estos individuos son comprar, preparar, cortar y distribuir entre los terratenientes del
cártel. Los terratenientes o jefes de plaza ocuparían el tercer nivel, ellos están en contacto
con
los vendedores y se ocupan de maquinar estrategias de vigilancia, huida y seguridad para
proteger la ubicación de los laboratorios y almacenes de mercancía. Finalmente el cuarto
nivel, que es el que ocupan los vendedores a pie de la calle, que es el nivel más reconocido e
identificado por la sociedad.

Precisamente, el cuarto nivel es donde se ve en mayor medida la participación de los jóvenes,


mediante este nivel es que se ofrece la oportunidad de crecimiento y empoderamiento,
prometiendo una posible ascensión de nivel jerárquico. La realidad es que se engaña a los
jóvenes y se les expone a un contexto regido por la precarización y subcontratación. Se
aprovecha de la condición de vulnerabilidad, las ganas de reafirmación masculina e
hiperconsumo instauradas en los adolescentes.

El negocio de la violencia se ha ido modificando a lo largo del tiempo, de tal forma


que los criminales se ven a sí mismos como grandes empresarios, que al igual que en
cualquier otra industria su principal motivación es aumentar la rentabilidad de su negocio.
Como se mencionaba anteriormente el narco tiene una red publicitaria gratuita de amplio
alcance, tanto en los noticieros, como en los medios digitales y entretenimiento se entreteje
una serie de anuncios que incitan a la población joven a unirse a ellos, les promete una vida
de abundante capital y los empodera.

La nueva fase del capitalismo hiperconsumista planteada por Lipovetsky, no sólo


como la búsqueda de acumulación de mercancías, sino como una búsqueda de adquisición de
objetos culturales comercializables que pretenden dar significado y plenitud subjetiva,
además del planteamiento que hace Han acerca del desarrollo de la identidad a través del
consumo se relacionan claramente con lo que expone Valencia acerca de cómo a través del
hiperconsumo se consigue la reafirmación masculina. Los jóvenes hombres cisgénero
heterosexuales buscarán la validación, reconocimiento y enaltecer su virilidad a toda costa, la
mejor manera de hacer esto es a través del consumo. En espacios y contextos donde las
necesidades hiperconsumistas no pueden ser saciadas debido a una mala economía, los
sujetos buscarán cualquier tipo de práctica que les permita alcanzar ese ideal consumista,
incluso si estas prácticas son violentas. El narcotráfico a través de su red de distribución
publicitaria y relevancia cultural en los medios de entretenimiento ofrece a los jóvenes la
oportunidad de ascender social y económicamente, esto lo consiguen
a través del empoderamiento, su idealización en los medios, amenaza o cobro de favores
debido a que les ha proporcionado ciertos recursos que el estado no les ha dado. Es esencial
desde la perspectiva Pratt, empezar a pensar y trabajar en un nuevo ideal de hombre, en
generar un sentido de pertenencia y colectividad masculino que no se reduzca a dignificarse a
través del consumo, generar recursos culturales que permitan que los jóvenes no se vean
obligados a deformar su ética, es necesario proporcionarles una posibilidad de ver un futuro
creíble y alentador.

REFERENCIAS:

Gilles Lipovetsky, (2007). La felicidad paradójica. Ensayo sobre la sociedad de


hiperconsumo. Barcelona. Editorial Anagrama.
https://books.google.com.mx/books?id=gkazcQAACAAJ&dq=la+felicidad+par
adojica&hl=es-419&sa=X&redir_esc=y

Han, B. (2017). La expulsión de lo distinto. Barcelona: Herder Editorial.


https://books.google.com.mx/books/about/La_expulsi%C3%B3n_de_lo_distin
to.html?id=Klu7DgAAQBAJ&redir_esc=y

Palaversich, Diana. (2005). De Macondo a McOndo: senderos de la posmodernidad


latinoamericana, Plaza y Valdés, México.
https://books.google.com.mx/books?id=faF1w70E1jEC&printsec=frontcover&
dq=De+Macondo+a+McOndo:+senderos+de+la+posmodernidad+latinoameri
cana&hl=es- 419&sa=X&redir_esc=y#v=onepage&q=De%20Macondo%20a
%20McOndo% 3A%20senderos%20de%20la%20posmodernidad
%20latinoamericana&f=fals e

Pratt, M. L., (2007). Globalización, desmodernización y el retorno de los monstruos. Revista


de Historia, (156), 13-29.
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=285022046002

UNESCO, CNDH (2018) Derechos culturales y derechos humanos. UNESCO.


https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000366656
Valencia, S. (2022). Capitalismo Gore (Primera edición). Paidós.
https://books.google.com.mx/books?id=AiyyDAAAQBAJ&printsec=frontcover
&dq=Capitalismo+Gore&hl=es-
419&sa=X&redir_esc=y#v=onepage&q=Capitalismo%20Gore&f=false

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