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Personalidad y competencias del


psicoterapeuta de niños, niñas y
adolescentes que han vivido experiencias
de abuso sexual, revisión teórica5
Laura Isaza Valencia
Ps. Doctoranda en Humanidades
Universidad Pontificia Bolivarana
Medellín, Colombia
Correo: laura.isazava@upb.edu.co

Luz E. Ocampo Otálvaro


PhD. Psicología
Universidad Pontificia Bolivariana Recibido: 05/06/2015
Medellín, Colombia Evaluado: 12/11/2015
Correo: luze.coampo@upb.edu.co Aceptado: 12/11/2015

Resumen
Objetivo: comprender teóricamente la problemática del abuso sexual de niños, niñas y adolescentes, y
la necesidad de identificar las características de personalidad y competencias del psicoterapeuta, debido
a la influencia que tienen éstas en el establecimiento de la relación paciente- terapeuta. Método: Fue
un estudio cualitativo de tipo documental descriptivo, se revisaron artículos teóricos y de investigación
a partir del uso de 12 bases; se realizó una selección de las fuentes de información como criterio el
año de publicación (2005-2013), se sistematizó la información y se crearon categorías de análisis que
permitieron establecer y profundizar los factores asociados al tema del estudio. Resultados: Las categorías
identificadas, analizadas y teorizadas, fueron: Estilo Personal del Terapeuta, como factor fundamental
para el establecimiento de alianza en los procesos terapéuticos; Características de Personalidad del
Terapeuta, componentes esenciales que intervienen en el establecimiento de la relación con el paciente;
Abuso Sexual, problemática social que genera efectos físicos, psicológicos y sociales para la víctima
y su familia; Terapia Infantil en el Abuso Sexual, proceso esencial para favorecer la superación del
impacto negativo del abuso; y Terapia Familiar en el Abuso Sexual, proceso terapéutico centrado en el
núcleo familiar con la red como estrategia integradora que permite hacer ruptura con las vivencias del
abuso. Conclusiones: En esta revisión teórica se identificó cinco categorías de análisis esenciales para la
comprensión de la problemática del abuso sexual de niños, niño y adolescente; el reconocimiento de la
importancia de las características de personalidad y competencias del terapeuta en la atención de esta
problemática, y la función preponderante de la empatía y alianza en la relación paciente- terapeuta.

Palabras clave
Abuso sexual, Alianza, Personalidad, Psicoterapia, Terapia.

5 Para Citar este artículo: Izasa, L., & Ocampo, L. (2015). Personalidad del terapeuta de niños, niñas y adolescentes
que han vivido experiencias de abuso sexual, revisión teórica. Informes Psicológicos, 15(2), 93-110. http://dx.doi.
org/10.18566/infpsicv15n2a05
pp • 93-110 Laura Isaza Valencia & Luz E. Ocampo Otálvaro

Personality and competencies of the psychotherapist


for boys, girls and adolescents who have had sexual
abuse experiences: theoretical review
Abstract
Aim: To theoretically understand the problem of sexual abuse of boys, girls and adolescents, and the need to identify the
personality traits and competencies of the psychotherapist, due to the influence that these may have in the establishment of the
patient-therapist relationship. Method: It was a descriptive documentary-like qualitative study; theoretical and research articles
were reviewed based on the use of 12 bases; a selection of the sources of information took place; as criterion, the year of publication
2005-2013; information was systematized and categories of analysis were created that enabled the establishment and deepening
of the factors associated with the subject of study. Results: The categories identified, analyzed and theorized were: Personal
Style of the Therapist, as a key factor for the establishment of partnership in the therapeutic processes; Personality Traits of the
Therapist, essential components involved in the establishment of the relationship with the patient; Sexual Abuse, social problems
that generate physical, psychological and social effects on the victim and their family; Child Therapy on Sexual Abuse, essential
process to favour the overcoming of the negative impact of the abuse; and Family Therapy on Sexual Abuse, therapeutic process
focused on the family with the network as an integrating strategy that allows to make a break with the experiences of abuse.
Conclusions: In this theoretical review, we identified five categories of analysis which are essential to the understanding of the
problem of sexual abuse on boys, girls and adolescents; the recognition of the importance of personality traits and competencies
of the therapist in charge of this problem and the dominating role of empathy and alliance in the patient-therapist relationship.

Keywords
sexual abuse, alliance, personality, psychotherapy, therapy.

Personalidade e competências do psicoterapeuta


de meninos, meninas e adolescentes que tiveram
experiências de abuso sexual, revisão teórica
Resumo
Objetivo: Compreender teoricamente a problemática do abuso sexual de meninos, meninas e adolescentes, e a necessidade
de identificar as características de personalidade e competências do psicoterapeuta, devido à influencia que tem estas no
estabelecimento da relação paciente- terapeuta. Método: Foi um estudo qualitativo de tipo documental descritivo, se revisaram
artigos teóricos e de investigação a partir do uso de 12 bases; se realizou uma seleção das fontes de informação como critério
o ano de publicação (2005-2013), se sistematizou a informação e se criaram categorias de análise que permitiram estabelecer
e aprofundar os fatores associados ao tema do estudo. Resultados: As categorias identificadas, analisadas e teorizadas, foram:
Estilo Pessoal do Terapeuta, como fator fundamental para o estabelecimento de aliança nos processos terapêuticos; Características
de Personalidade do Terapeuta, componentes essenciais que intervém no estabelecimento da relação com o paciente; Abuso
Sexual, problemática social que gera efeitos físicos, psicológicos e sociais para a vítima e sua família; Terapia Infantil no Abuso
Sexual, processo essencial para favorecer a superação do impacto negativo do abuso; e Terapia Familiar no Abuso Sexual,
processo terapêutico centrado no núcleo familiar com a rede como estratégia integradora que permite fazer ruptura com as
vivencias do abuso. Conclusões: Nesta revisão teórica se identificou cinco categorias de análise essenciais para a compreensão
da problemática do abuso sexual de meninos, meninas e adolescente; o reconhecimento da importância das características de
personalidade e competências do terapeuta na atenção desta problemática, e a função preponderante da empatia e aliança na
relação paciente- terapeuta.

Palavras chave
abuso sexual, aliança, personalidade, psicoterapia, terapia.
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I
en diversas situaciones” (Schultz &
ntroducción Schultz, 2010, p. 9).

Con relación a las características de-


seables del terapeuta, varios autores
En la relación paciente- terapeuta plantean que existen tres competencias
es importante tener en cuenta las carac- relacionales que el terapeuta debe po-
terísticas de personalidad del terapeuta, seer, ellas se consideran necesarias pero
ya que éstas pueden ser utilizadas para no suficientes, éstas son la empatía, la
influir de alguna manera en el proceso aceptación y la autenticidad (Beck, 1979;
de intervención; conocer estos aspectos Rogers, 1951, citado por Ruiz & Cano,
puede ser un factor facilitador importante 2002). Así mismo, Beck (1979, citado por
para tener mejores resultados, logrando Ruiz & Cano, 2002), plantea que respec-
así establecer empatía y alianzas favo- to a la interacción terapéutica y, desde
recedoras de los procesos. También es la terapia cognitiva, son necesarios tres
necesario identificar y precisar las com- elementos fundamentales para mantener
petencias del mismo, Tobón (2006) define la relación a saber, la confianza básica, el
el término Competencia como una con- rapport y la colaboración terapéutica.
ducta que se basa en el comportamiento
observable, efectivo y verificable, conflu- Otros autores hablan de característi-
yendo entonces así, el desempeño den- cas personales generales para ser tera-
tro de la competencia. Para el autor: peuta (Cormier & Cormier, 1994; Ruiz &
Villalobos, 1994, citados por Bados &
El enfoque de competencias desde lo García, 2011), entra ellas se destacan el
conductual ha tenido notables desa- interés sincero por las personas, aceptar
rrollos en el campo de la gestión del que hay estilos de vida diferentes, auto-
talento humano en las organizacio- conocimiento, autorregulación, tener un
nes, donde se asume con la orienta- buen ajuste psicológico general, expe-
ción de buscar que los trabajadores riencia vital, conocimiento de contextos
posean competencias clave para que socioculturales diversos, confianza en la
las empresas sean competitivas (p. 3). propia habilidad y técnicas terapéuticas,
energía y persistencia, flexibilidad, y prin-
Esta investigación parte de reconocer cipios éticos y profesionales.
que en la relación paciente- terapeuta es
importante la personalidad de éste, en Guy (1995), habla de motivaciones
tanto ejerce una influencia en el proce- asociadas con la profesión del terapeuta,
so terapéutico. La personalidad del te- plantea unas motivaciones que son fun-
rapeuta, puede ser un factor facilitador cionales y otras que son disfuncionales.
u obstaculizador para el logro de mejo- Entre las más importantes de las moti-
res resultados en el establecimiento de vaciones funcionales están la capacidad
la empatía y la alianza terapéutica. Para de escuchar e interés en ello, empatía y
este estudio, la personalidad es entendi- comprensión, conocimiento y aceptación
da como “aspectos únicos tanto internos de las propias emociones positivas y ne-
como externos relativamente duraderos gativas, tolerancia a la intimidad profunda,
del carácter que influyen en la conducta tolerancia a la ambigüedad o capacidad

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para soportar lo desconocido, las res- ciertas características de personalidad


puestas parciales y las respuestas incom- tiene las competencias necesarias para
pletas. Respecto a las disfuncionales se desempeñar su cargo de forma satisfac-
pueden destacar: deseo de comprender- toria con eficacia y eficiencia.
se a sí mismo y de superar los propios
problemas, deseo de ayudar a otros a Debido a que el objeto de esta inves-
superar problemas no superados en la tigación es precisamente el perfil de per-
propia vida, necesidad desmesurada de sonalidad y competencias del terapeuta,
dar amor o de sentirse amado, y deseo es necesario definir el concepto de com-
de superar la sensación de soledad me- petencias; Tobón (2006) define el término
diante el contacto con otras personas. Competencia como una conducta que
se basa en el comportamiento obser-
La necesidad que se tiene frente al fe- vable, efectivo y verificable, confluyendo
nómeno del abuso sexual infantil, es iden- entonces así el desempeño dentro de la
tificar las características de personalidad competencia.
y de competencias que debe tener el te-
rapeuta, ésto considerando la importan- De igual forma, es importante descri-
cia que tiene la relación terapéutica que bir las competencias fundamentales que
se pueda establecer con esta población debe poseer un terapeuta que traba-
que presenta unas características parti- je con realidades como el abuso sexual
culares de vulnerabilidad y trauma. Carver ya que esto permite ser más asertivos y
y Scheier (1997) retoman a Allport quien competentes al momento de ocuparse
define la personalidad como una “orga- de esta problemática.
nización dinámica, dentro del individuo,
de los sistemas psicofísicos que crean En la investigación realizada por Jo-
patrones característicos de la conducta, nes y Morris (2007), los autores hablan
pensamientos y sentimientos” (p. 5). del efecto, sobre el terapeuta, de traba-
jar con el abuso sexual, además de las
Además de las definiciones de per- características y actitudes del terapeuta
sonalidad anteriormente descritas, es en diferentes situaciones. Por esto es de
necesario precisar cómo a lo largo de la interés para esta investigación evaluar
historia de la psicología diferentes auto- estas características en el mundo laboral
res como Cattell (1965) Eysenck (1953) y para elaborar un perfil de personalidad y
Asendorpf (1990, citados por Hossiep & competencias que permita a los profesio-
Paschen 2006), desarrollaron, a partir de nales identificar aquellas competencias
sus teorías de la personalidad, instrumen- que le son más útiles para abordar pro-
tos de evaluación para medir variables o blemáticas como el abuso sexual infantil y
características de la personalidad en dis- así estos puedan aprovechar este cono-
tintas cuestiones de la vida real, calcular cimiento para lograr mejores resultados
dimensiones que componen la persona- durante la terapia.
lidad, una de éstas, es la pregunta de la
psicología organizacional por como elegir Cain y Seeman (2008) retoman a Ro-
el mejor candidato para un determinado gers quien estableció que existen tres
cargo en una empresa y como lograr de- importantes características por parte del
terminar si éste además de contar con terapeuta que permitirían el desarrollo de

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cambios profundos dirigidos hacia el cre- pregunta con respecto a ésta se ha enfo-
cimiento del ser. Estas características son cado por lo general en las patologías o en
la autenticidad, aceptación incondicional la estructura de personalidad del paciente
positiva y empatía, características que de como tal, pero muy poco se ha abordado
alguna forma hacen parte de la persona- este tema con respecto a las competen-
lidad del terapeuta. cias o características que debe tener o
desarrollar un terapeuta para abordar de
Riso (1996) habla de dos tipos de fac- manera satisfactoria las realidades de sus
tores que influyen en la terapia, el prime- pacientes como en el caso del abuso se-
ro de estos sería los factores específicos xual; sin embargo, existen investigaciones
(factores técnicos relacionados con una en diferentes países del mundo, las cua-
terapia en particular) y los factores ines- les de alguna manera abordan este tema
pecíficos que incluyen: variables del pa- sugiriendo que existen factores persona-
ciente (personalidad, resistencia al cam- les del terapeuta que intervienen de ma-
bio, pesimismo, motivación, fe, ganas nera indudable en la relación con el pa-
de curarse), características del terapeuta ciente, las habilidades que debe tener un
(empatía, calidez, atención activa, since- terapeuta con relación al tema del abu-
ridad, salud mental, estilo de vida) y la so sexual infantil deben ser: asertividad,
relación entre ambos (alianza terapéuti- buen sentido del humor y facilidad, para
ca, empirismo colaborativo, participación ser tanto cordial como autoritario, para
directiva, democrática, verticalista). En trabajar en equipo, tener la capacidad de
cualquier tipo de terapia estas variables solicitar alguna consulta y segundas opi-
se encuentran presentes y los resultados niones y, finalmente tener resistencia al
se encuentran influenciados por ambos fenómeno de desgastarse (Pinto 2011).
factores. Se ha sugerido que mientras
los factores específicos parecen explicar Según algunos otros autores, otras
el 15% de la varianza de la intervención, habilidades y características necesarias
el 45% es atribuible a los factores no son el uso del lenguaje, una sana perso-
específicos. nalidad (que puede alcanzar resultados
terapéuticos más satisfactorios), la capa-
Respecto a los antecedentes inves- cidad de adaptación a nuevos contextos
tigativos, se encontró que hay pocas in- y situaciones, ser empático, tener habi-
vestigaciones sobre la personalidad del lidades sociales, tener conocimiento de
terapeuta en este tipo de contextos o rea- las reglas sociales y, ser capaz de poner
lidades como el abuso sexual infantil y, las a un lado sus propios juicios de valor. Se
que existen se centran más en estudiar la resalta la importancia de realizar estudios
personalidad del paciente con diferentes a partir de la interacción entre terapeuta
patologías, por esta razón se consideró y paciente con el fin de conocer mejor
importante empezar a generar cuestiona- las variables que influyen en el proceso
mientos e investigación sobre temáticas terapéutico (como lo es el estilo personal
como la enunciada anteriormente. del terapeuta); se considera que hay tres
variables que contribuyen a la formación
El tema de personalidad ha sido abor- del estilo personal del terapeuta a saber
dado desde diversos puntos de vista, en la posición socio-profesional, la situa-
la mayoría de los casos la evaluación o la ción vital (la personalidad, la actitud y los

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posicionamientos) y, los modos dominan- Procedimiento


tes de comunicación que utiliza (Casta-
ñeiras, Ledesma, García, & Fernández, Se revisaron artículos teóricos y
2008; Corbella et al., 2009; Corbella, Fer- de investigación y de revisión teóri-
nández, Saúl, García & Botella, 2008; Fer- ca, utilizando para la búsqueda Bases
nández, 1998; García & Rodríguez, 2005; de Datos como Ebsco, Health Source,
Saarnio, 2010; Santibáñez et al., 2008; Embase, Academic Search Complete,
Shevade, Norris, & Swann, 2011; Topol- Fuente Académica Premier, Science
inski & Hertel, 2006) Direct, Medline, MedicLatina, Scie-
lo, Scopus, Elsevier, Scielo España,
En los estudios encontrados durante Jstor, Dialnet y, Redalyc. En un primer
la investigación se halló que el terapeu- momento se realizó una selección de
ta debe tener una personalidad madura, las fuentes de información en relación
un profundo nivel de autoconocimiento con los criterios del año de publicación
y tener satisfechas sus necesidades bá- (2005-2013), pertinencia del tema y ve-
sicas, como características esenciales racidad de la información; se tuvieron
para lograr mejores resultados durante en cuenta términos de búsqueda como:
el proceso terapéutico, de no ser así, el Abuso sexual, Violencia sexual infantil,
terapeuta puede no permitir un desarro- personalidad, competencias del tera-
llo favorable del paciente y hasta puede peuta, terapia, psicoterapia, entre otros.
influir produciendo cambios negativos; se Posterior a la lectura y sistematización
concluyó que particularidades como la de la información, se crearon las cate-
flexibilidad de aprendices, la honestidad, gorías de análisis que permitieron abor-
el respeto, la honradez, la confianza, el in- dar y profundizar en factores asociados
terés, la atención, la amabilidad, la calidez al tema de interés.
y, la apertura, se asocian con una alian-
za mejor y, que la incertidumbre, rigidez,

R
criticidad, distancia, tensión, aislamiento
y, distracción se asocian con una alianza esultados
peor (Ackerman & Hilsenroth 2003; Cha-
pman 2009; Pack, 2011; Rial, Castañei-
ras, García, Gömez & Fernández, 2006).

A partir de la revisión de las inves-

M
tigaciones seleccionadas acerca del
étodo tema de interés, se relacionaron las
siguientes categorías: Estilo Perso-
nal del Terapeuta, Características de
Personalidad del Terapeuta, Abuso
Diseño Sexual, Terapia Infantil en el Abuso
Sexual y Terapia Familiar en el Abuso
Sexual; las cuales permitieron identifi-
Este es un estudio cualitativo de tipo car aspectos relacionados con el tema
documental descriptivo. de interés.

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Estilo Personal del psicoterapia, resultan ser de interés para


Terapeuta algunos estudios del medio. Entendido
como un constructo multidimensional
esencial en el proceso terapéutico, inte-
En el ejercicio de la psicoterapia en gra las habilidades, rasgos y actitudes del
problemáticas como el abuso sexual de terapeuta y el cual influye en los alcances
niños, niñas y adolescentes, se requiere y resultados de los procesos terapéuticos
por parte del terapeuta bases sólidas, (Fernández & García, 1998; Fernández,
que permitan un oportuno y pertinente García, Lo Bianco & Corbella-Santomá,
acompañamiento. En este punto, juega 2003). Este constructo resulta ser consi-
un papel fundamental el estilo personal derado por Barón y Kenny (1986, como
del terapeuta, ya que lograr una efectiva se cita en Castañeiras et al., 2008) como
alianza terapéutica y esperar que los fac- regulador de la terapia, que repercute so-
tores externos y propios del consultante bre los efectos de las acciones terapéuti-
jueguen favorablemente, es el ejercicio cas, efectos que varían dependiendo de
común que ha de tenerse en cuenta si se las características del paciente, el motivo
quiere lograr un proceso confiable y con de consulta, la patología y el escenario.
resultados positivos tanto para el consul-
tante como para el terapeuta (Rondón, Fernández et al. (2003), señalan que
Otálora & Salamanca, 2009). el estilo personal del terapeuta es una
variable dimensional con permanencia
Los estudios sobre el proceso tera- en el tiempo, aunque dinámica debido
péutico en la última década, han resalta- al entrenamiento, etapa del ciclo de vida
do en la práctica profesional de la psico- y condiciones laborales del terapeuta.
terapia no sólo la presencia de técnicas Igualmente, el estilo del terapeuta es pre-
articuladas a teorías específicas, sino visto y modificado por aspectos propios
también al estilo personal del terapeuta, de la base teórica de la psicoterapia y
el cual tiene un papel fundamental en los la experiencia en el ejercicio profesional
procesos de acompañamiento terapéu- (Castañeiras, García, Lo Bianco & Fer-
tico a pacientes con diversas patologías nández, 2006; Fernández, García, Lo
(Beutler et al., 2004; Corbella & Botella, Bianco & Corbella-Santomá, 2000). En el
2004; Rial et al., 2006). estudio realizado por Rial et al. (2006) se
nombran como los principales desarro-
Corbella y Fernández (2006) y Corbe- llos teóricos respecto al estilo terapeu-
lla et al. (2008) definen el estilo personal ta aquellos que han permitido diferenciar
del terapeuta como el conjunto de con- entre variables de rasgo (observable e in-
diciones particulares del terapeuta que lo ferido) y variables de estado (estados: ob-
llevan a actuar de un modo específico en servables e inferidos). En los primeros, se
su tarea. Para Fernández y García (1998), destacan el entrenamiento del terapeuta,
el estilo se refiere a las características la experiencia, estilo interpersonal.
usuales que cada terapeuta aplica en su
quehacer profesional, que resultan de su Las investigaciones del estilo del tera-
manera de ser y su personalidad. El esti- peuta, se han enmarcado en tres líneas
lo personal del terapeuta, su papel en los principalmente, la primera se orienta a
procesos terapéuticos y sus efectos en la la conceptualización y la evaluación del

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estilo personal del terapeuta (Fernández Rogers citado por Cain y Seeman
et al., 2003; Fernández, Gómez, Casta- (2008), estableció la autenticidad, la
ñeiras & Rial, 2005); la segunda, dirigida aceptación incondicional positiva y la em-
a la investigación aplicada en diversos patía como características esenciales que
escenarios y campos (Corbella-Santomá, debe poseer cada terapeuta, con el fin de
2002; Malik et al., 2002; Popp, Goncalvez, desarrollar cambios profundos dirigidos
& Caspar, 2004; Rial et al., 2006; Vega, hacia el crecimiento del ser. Según Pin-
2006 ); y la tercera, se centra en el estilo to (2011), existen factores personales del
terapéutico como recurso formativo en terapeuta que intervienen de manera in-
los programas de entrenamiento en psi- dudable en la relación con el paciente, las
coterapia, enmarcadas en la adquisición habilidades que debe tener un terapeuta
de competencias por parte del terapeu- con relación al tema del abuso sexual in-
ta, que posibiliten el ajuste de ese estilo fantil deben ser la asertividad, buen sen-
(Beutler et al., 2004; Fernández, 2001; Hill tido del humor y facilidad, para ser tanto
& O’ Brien, 1999). cordial como autoritario, para trabajar en
equipo, tener la capacidad de solicitar al-
guna consulta y segundas opiniones y,
Características de finalmente tener resistencia al fenómeno
de desgastarse.
Personalidad del
Terapeuta Para otros autores, otras habilidades
y características necesarias son el uso
del lenguaje, una sana personalidad (que
Respecto a esta categoría de análi- puede alcanzar resultados terapéuticos
sis se encontró en la pesquisa realizada, más satisfactorios), la capacidad de adap-
que existen características de personali- tación a nuevos contextos y situaciones,
dad del terapeuta que pueden facilitar o ser empático, tener habilidades sociales,
entorpecer un proceso de terapia en los tener conocimiento de las reglas sociales
diversos contextos donde éstos se dan. y, ser capaz de poner a un lado sus pro-
pios juicios de valor. Se resalta la impor-
El estudio realizado por Saarnio (2010) tancia de realizar estudios a partir de la
cuyo objetivo fue investigar si se producen interacción entre terapeuta y paciente con
diferencias de género en la personalidad, el fin de conocer mejor las variables que
características o funcionamiento interper- influyen en el proceso terapéutico (como
sonal entre los terapeutas de pacientes lo es el estilo personal del terapeuta); se
con abuso de sustancias; mostró en sus considera que hay tres variables que con-
resultados que los terapeutas mujeres tribuyen a la formación del estilo personal
obtuvieron puntuaciones más altas que del terapeuta a saber: la posición socio-
los terapeutas varones en los factores de profesional, la situación vital (la persona-
la personalidad de Amabilidad y Apertu- lidad, la actitud y los posicionamientos) y,
ra a la experiencia; las mujeres también los modos dominantes de comunicación
fueron mejores que los hombres en el que utiliza (Castañeiras et al., 2008; Cor-
funcionamiento interpersonal en todas las bella et al., 2009; Corbella et al., 2008;;
dimensiones de la misma como empatía, Fernández, 1998; García & Rodríguez
autenticidad y, respeto de los clientes. 2005; Topolinski & Hertel, 2007; Saarnio,

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2010; Santibáñez et al., 2008; Shevade, (2003), señalan que las niñas son más
Norris & Swann, 2011) susceptibles a ser abusadas, y esta sufre
va en aumento cuando son criadas por
Se encontró también que el terapeu- padrastros.
ta debe tener una personalidad madura,
un profundo nivel de autoconocimiento El abuso sexual infantil resulta ser una
y tener satisfechas sus necesidades bá- problemática actual, que ha demandado
sicas, como características esenciales de diversas disciplinas con el propósito
para lograr mejores resultados durante de comprender más este fenómeno y
el proceso terapéutico, de no ser así, el aportar a su disminución y tratamiento, la
terapeuta puede no permitir un desarro- tasa de abuso es cada vez mayor y se
llo favorable del paciente y hasta puede orienta a casos de abuso sexual grave,
influir produciendo cambios negativos; se donde existe presencia de contacto físi-
concluyó que particularidades como la co, actos respetivos y con consecuencias
flexibilidad de aprendices, la honestidad, negativas en el desarrollo emocional del
el respeto, la honradez, la confianza, el in- menor (Cantón & Justicia, 2008; Eche-
terés, la atención, la amabilidad, la calidez burúa & Guerricaechevarría, 2011; Pereda
y, la apertura, se asocian con una alian- et al., 2009). Showalter (2007) señala que
za mejor y, que la incertidumbre, rigidez, el abuso sexual resulta ser una problemá-
criticidad, distancia, tensión, aislamiento tica social significativa, que presenta con-
y, distracción se asocian con una alianza secuencias tanto para las víctimas como
peor (Ackerman & Hilsenroth 2003; Cha- para las familias, y que se ha convertido
pman 2009; Pack, 2011; Rial et al., 2006). en un costo para la sociedad.

Mebarak, Martínez, Sánchez, y Lozano


Abuso Sexual (2010) hallan en su estudio los siguientes
factores de riego del abuso sexual: “sexo
femenino, tener entre 11 y 15 años, pade-
El abuso sexual infantil es definido cer insuficiencias económicas y cultura-
como cualquier conducta sexual sos- les, haber sufrido previamente otros tipos
tenida entre un adulto y un menor, don- de maltrato infantil y haber desarrollado
de el factor determinante es la ausencia una baja autoestima, sumisión a la auto-
de consentimiento (Echeburúa & Corral, ridad y poca confianza en los adultos” (p.
2006). Para Acero (2009), en algunos ca- 134). Entre los factores de riesgo también
sos los menores resultan ser abusados figura las relaciones distantes entre los
por otros menores, que pueden ejercer padres, la poca confianza, consumo de
algún poder. El abuso puede suponer un sustancia psicoactivas y la guerra (Lee &
contacto físico o la utilización del menor Lathrop, 2010; Romero, 2010, Serrano,
como objeto de estimulación sexual. De Pérez, & Chaskel, 2010; Usta & Farver,
acuerdo el estudio de Pereda, Guilera, 2010; Western, 2006). Cada uno de estos
Forns y Gómez (2009), el cual se centró factores, según los autores actúan como
en la revisión de artículos de 22 países, al causantes y mantenedores del abuso.
menos el 7.9% de hombres y el 19.7% de
mujeres antes de los 18 años han sufrido Respecto a las consecuencias de
al tipo de abuso sexual. Podesta y Rovea las víctimas, estas se orientan a alterar

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principalmente el funcionamiento psico- infantil es fundamental la intervención


lógico, especialmente cuando el agresor terapéutica, de carácter interdisciplinar.
es un miembro de la familia. A largo plazo Para el alcance de las metas, el autor
varían las consecuencias, aunque se ha menciona tres modalidades de atención:
identificado que niño y niñas abusadas individual, grupal y familiar, estas se de-
presentan a futuro alteraciones emocio- ben orientar por medio de la utilización de
nales o de comportamientos sexuales. técnicas de entrenamiento en relajación,
Los estudios concuerdan que ante el desensibilización y visualización Rodrí-
apoyo familiar y el acampamiento psico- guez (2003).
lógico el impacto negativo del abuso es
menor (Cantón, Cantón, Justicia, & Cor- La importancia del carácter interdisci-
tés, 2011; Echeburúa & Corral, 2006; Pe- plinar también lo resaltan Assis, Palomi-
reda, Gallardo, & Jiménez Padilla, 2011). no y Rosselli (2009); y Bernik, Laranjeiras
y Corregiari (2003), quienes alertan de
Para Finkelhor (2008) los efectos del la necesidad de un trabajo combinado
abuso sexual concuerdan los de otro tipo para las víctimas de abuso sexual, más
de agresiones, de ahí, que los diferentes aun cuando son diagnosticadas con
tipos de victimización presenten sínto- Trastorno de Estrés Postraumático. Por
mas similares. Para el autor, la diferencia la complejidad de las manifestaciones
se encuentra en las conductas sexuales sintomáticas que presentan los niños y
inapropiadas que pueden presentarse en niñas víctimas de abuso sexual, Vallejo y
las víctimas de abuso abusados. Terranova (2009) recomiendan la combi-
nación de técnicas entre las que resaltan
la relajación, la reestructuración cognitiva,
Terapia Infantil en el la psicoterapia psicodinámica y el uso de
psicofármacos. El tratamiento a los casos
Abuso Sexual de abuso sexual, depende del tipo de cri-
terio con que se enfoque la intervención,
Estudios sobre abuso sexual concuer- según Intebi (2008) este puede enfocarse
dan en concluir que los niños y niñas que en protección infantil, en los aspectos le-
han sido objeto de abuso sexual mani- gales o en los aspectos clínicos.
fiestan alteraciones psicológica, física y
comportamentales; entre estas manifes- En los estudios de Echeburúa y Gue-
taciones se resaltan: cambios en el es- rricaechevarría (2000, como se cita en
tado de ánimo, sentimientos ambivalen- Echeburúa & Guerricaechevarría, 2002;
tes, pesadillas, retraimiento, agresividad, 2011) respecto a la terapia en víctimas
cambios en la alimentación, cambios en de abuso, manifiestan que no necesa-
las relaciones familiares, y sentimientos riamente una intervención clínica es una
de inadecuación sexual. Estas manifes- variable de obligatoriedad para el apoyo,
taciones de acuerdo a Sánchez (2002), en diversos casos “el apoyo familiar, las
Podestá y Laura (2005) y Echeburrúa y relaciones sociales y la reanudación de la
Guerrivaechevarría (2000) resaltan la ne- vida cotidiana son suficientes como fac-
cesidad directa que existe de acompañar tor de protección al menor” (Echeburúa &
mediante procesos terapéuticos estas Guerricaechevarría, 2011, p. 471). Las vic-
vivencias. En los casos de abuso sexual timas que hacen parte de los tratamientos

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psicológicos, presentan síntomas psi- del abuso sobre el desarrollo integral,


copatológicos intensos, entre los que se pero resultan ser pocos los estudios que
pueden destacar inadaptación, ansie- se han centrado en el impacto que tiene
dad, depresión, o alteraciones. este evento sobre la familia, y las formas
terapéuticas para acompañar este esce-
El rol del terapeuta puede estar centra- nario social (Jaén & Garrido, 2009).
do en la orientación, asesoría y apoyo a la
familia, a la evaluación del desarrollo psi- Para Cirilo y Di Blasco (1991) y No-
cológico del menor y a un tratamiento, en guerol (1995), las variables que concurren
cada uno de estos momentos, el terapeu- para establecer las necesidades de la fa-
ta debe identificar el momento oportuno milia en los procesos de afrontamiento de
de la misma y la generación de acompa- las situaciones de abuso de los menores
ñamiento acorde a la edad del menor y son múltiples y muy variadas, entre estas
las necesidades específicas (Echeburúa variables figuran: duración en el tiempo,
& Guerricaechevarría, 2000; Echeburúa, frecuencia, tipo de prácticas sexuales,
Guerricaechevarría & Amor, 2002; Horno, relación con el abusador, actitud de la fa-
Santos & Molino, 2001; Pack, 2011; She- milia, etapa evolutiva del menor y el ciclo
vade, Norris & Swann, 2011). vital familiar, los efectos sociales y con-
textuales del abuso -procesos y efectos
Aunque el menor es el eje central del judiciales-.
acompañamiento, la intervención psicoló-
gica con los familiares es indispensable., Los procesos terapéuticos familiares,
como mencionan Echeburúa y Guerri- deben contemplar no solo estas varia-
caechevarría (2011). “Ellos van a tener que bles, sino las lógicas y dinámicas fami-
afrontar una situación dolorosa, así como liares que subyacen al interior de estas
todas las circunstancias que se deriven familias, esto debido a que en la prácti-
de la revelación de los abusos, y son los ca los modelos de constructos familiares
que deben garantizar la protección y se- son diversos (Feixas & Villegas, 1993),
guridad del menor” (p. 471). En este caso, además, de acuerdo a Ugazio (2001) y
el terapeuta debe orientar la intervención Linares, (2002) a estas familias subyace
a que los familiares y cuidadores apren- patrones de interacción rígidos y simétri-
dan a supervisar la evolución del menor, cos que dominan las relaciones paterno
generar estrategias para brindarle segu- filiales en el caso del abuso sexual.
ridad y enseñarle estrategias de afronta-
miento favorables (Echeburúa & Guerri- Jaén y Garrido (2009) expresan lo evi-
caechevarría, 2000). dente que resulta ser en los menores la
incapacidad para asignar significado a la
experiencia de abuso, de ahí, que resulte
Terapia Familiar en el fundamental:

Abuso Sexual La respuesta del contexto en su in-


teracción con el menor traumatiza-
Los estudios del abuso sexual en ni- do y fundamentalmente de aquellas
ños, niñas y adolescentes cuenta con una figuras emocionalmente vinculantes,
tradición respecto a las consecuencias puede tener un efecto reparador en

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cuanto a que pueden facilitar un dis- desarrolladas individualmente, presen-


curso en torno a experiencia traumá- tan de base una articulación entre sí,
tica aportando tonalidades emocio- la cual no debe ser desconocida por
nales y significados que permiten al parte de los profesionales que de una
menor salir de un ciclo ininterrum- u otra manera atienden y estudian esta
pido en el que las emociones y las población, y que resulta ser el hallazgo
conductas están carentes de signifi- principal de este estudio: La manera
cados o en el peor de los casos es- como se presentan y se articulan estas
tán asociados a construcciones del categorías evidencian estructuras per-
sí-mismo patologizantes y desadap- sonales del terapeuta que son favorece-
tativas (p.335). doras de la relación paciente-terapeuta
y los avances significativos del acompa-
Es en este punto donde se resalta la ñamiento terapéutico; o por el contrario,
pertinencia de la terapia familiar, la cual estas estructuras del terapeuta pueden
no resulta excluyente con el trabajo in- ser obstaculizadoras de la alianza y el
dividual (Linares 2002; Perrone, 1998; progreso del paciente víctima de abuso
Ugazio, 2001). Esta se centra en crear sexual.
situaciones en que los familiares com-
prometan emocionalmente la situación Estas categorías proponen la base
vivida por el menor y por ellos mismos fundamental a tener presente en la
(Friedlander, Escudero, & Heathering- atención a la población infantil y adoles-
ton, 2009; Garrido & Espina, 1995), esto cente víctima del abuso sexual: el ser
posibilita que las familias adopten nue- del terapeuta como pilar del proceso,
vas posiciones relacionales y recuperen dado que el estilo y las características
la esperanza de cambio. Igualmente, de personalidad del terapeuta influyen
resulta importante que: en la terapia individual y familiar, y en la
posibilidad dar solución a las secuelas
La intervención con otros agentes emocionales, sociales, cognitivas y fa-
sociales se pueda hacer teniendo miliares propias de las víctimas del abu-
en cuenta que el foco es el menor so sexual.
y el significado que éste se atribuye
a sí mismo y a su entorno tras la

C
experiencia traumática, y su inca-
pacidad para darle sentido (Jaén & onclusiones
Garrido, 2009, p. 336).

Esta revisión realizada a diversas in-


vestigaciones desarrolladas en torno al
abuso sexual y su abordaje terapéuti- La revisión teórica realizada en este
co, permiten identificar las categorías estudio, permitió identificar categorías
de análisis: Estilo Personal del Terapeu- de análisis que ayudan a la compren-
ta, Características de Personalidad del sión de la problemática del abuso se-
Terapeuta, Abuso Sexual, Terapia Infan- xual de niños, niñas y adolescentes,
til en el Abuso Sexual y Terapia Familiar más específicamente, la importancia
en el Abuso Sexual. Estas categorías de las características de personalidad

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y competencias del terapeuta, y la re- presentes se encuentran: alteraciones


lación de estas con el establecimien- emocionales o de comportamientos
to de empatía y alianza en la relación sexuales, tales como: cambios en el
paciente- terapeuta. estado de ánimo, sentimientos ambi-
valentes, pesadillas, retraimiento, agre-
Respecto a las categorías de análi- sividad, alteración en la alimentación,
sis identificadas y teorizadas, se puede cambios en las relaciones familiares, y
concluir que el Estilo Personal del Te- sentimientos de inadecuación sexual.
rapeuta tiene un papel primordial en el
alcance de una efectiva alianza terapéu- Con relaciona a la terapia Infantil en el
tica, el cual se caracteriza por perma- Abuso Sexual, los estudios concuerdan
necer en el tiempo, ser susceptible en- que ante el apoyo familiar y el acompa-
trenamiento, transformarse a lo largo de ñamiento psicológico son esenciales
ciclo de vital y modificarse por aspectos para que el niño, la niña y el adolescen-
propios de la base teórica de la psico- te supere el impacto negativo del abu-
terapia. El terapeuta debe estar atento so. El terapeuta debe tener presente en
a este, para favorecer un proceso con- este proceso, las interacciones sociales
fiable y efectivo en el proceso terapéu- y las actividades cotidianas como ejes
tico de niños, niñas y adolescentes con centrales de adecuación por medio de
vivencias de abuso sexual, y con ello la intervención.
al establecimiento de una relación fa-
vorable y positiva entre el paciente y el Finalmente, en la Terapia Familiar
terapeuta. en el Abuso Sexual los procesos tera-
péuticas con la red de apoyo familiar,
De igual forma, las características de se presentan como acciones de gran
Personalidad del Terapeuta intervienen efecto reparador, debido a que estas
directa e indirectamente en el estable- figuras afectivas para el niño, la niña y
cimiento y consolidación de la relación el adolescente aportan seguridad emo-
con el paciente. Entre los factores iden- cional que permite hacer ruptura con
tificados que juegan un papel esencial las vivencias del abuso. Este proceso
en el proceso terapéutico de niños, ni- terapéutico, ha de centrase en compro-
ñas y adolescentes víctimas de abuso meter a los familiares emocionalmente
sexual figuran: la asertividad, alto nivel en la situación experimentada por el
de autoconocimiento, el buen sentido niño, la niña o el adolescente, esto de-
del humor, el trabajo grupal y colabora- bido a que los familiares ante la vivencia
tivo, el establecimiento de límites de au- de abuso se ven igualmente afectados,
toridad articulados a espacios abiertos lo que genera en ellos choques emo-
de diálogo, la capacidad de adaptación cionales que bloquean en formas po-
a nuevos contextos, y la presencia de sitivas y adecuadas de apoyar al niño
repertorios y destrezas sociales. y al adolescente. Un terapeuta atento
a esto, y con estructuras claras en su
El Abuso Sexual es una problemática estilo pueden movilizar procesos en las
social significativa, la cual genera con- familias que aportan sustancialmente
secuencias personales, familiares y so- al proceso terapéutico de la víctima de
ciales en las victimas. Entre los efectos abuso sexual.

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